Capítulo 20:
LYDIA:
─Esto no es Victoria's Secret ─gruñe Harley Quinn cuando me detengo junto a ella al fondo del escenario mientras la siguiente concursante recorre la pasarela, mis alas estorbándola debido a su tamaño y la atención de gran parte del público todavía en mí.
Acostumbrada a este tipo de conductas desde niña, puesto que era usual que otras alumnas me molestaran en la academia de modelaje a la que mi abuela diariamente me llevaba para tomar clases de pasarela y etiqueta, no hago más que sonreírle de oreja a oreja cuando llega su turno. El que no estemos organizadas de acuerdo a nuestros números si nos hubieran dejado a ella, a mí y a Syndra, por quién tuve que preguntarle a Emma de qué se había disfrazado, en el medio. Entre nosotras está la ganadora.
─Suerte ─respondo, mi sonrisa extendiéndose todavía más cuando veo un sonrojo de ira cubrir su piel blanca.
Después de agitar su bate y hacer un buen movimiento con sus caderas, el cual admito que es sexy, tras recorrer la pasarela, Yoshio Yamato se posiciona junto a ella y anuncia un receso de quince minutos para la deliberación de los jueces. Todavía sonriendo, solo que de manera suave, saludo al público de freaks antes de bajar. La vara de metal ha estado matándome, incrustándose en la piel de mi espalda, desde que expandí mis alas debido a su peso, por lo que lo primero que hago es dirigirme al baño para apartado para los retoques de las concursantes. Solo hay chicas aquí. A pesar de que deberíamos ser solidarias las unas con las otras si realmente queremos conquistar el mundo, ninguna se acerca a mí para ayudarme. Lo que sí hacen todas es soltar un jadeo colectivo cuando Yoda entra en el baño.
Admito, al instante, que Drew nunca se había visto peor.
─Si le doy cien dólares a cada una, ¿se irían e impedirían que alguien más entre? ─les pregunta mientras se cruza de brazos, lo cual casi me hace reír debido al movimiento de su túnica.
Alrededor de las cinco chicas en el baño a parte de mí, asienten y empiezan a salir del baño. A pesar de que se supone que estarán vigilando la puerta por nosotros, Drew se acerca a ella y pasa el pestillo antes de mirarme y empezar a caminar hacia mí. No puedo evitar que mi sangre se caliente y el aire en mis pulmones se vuelva insuficiente cuando se posiciona tras mi espalda, no importa cuán ridículo y espantoso sea su disfraz de alíen verde.
─Drew ─susurro cuando sus dedos viajan a mi espalda, encontrándose con la vara de metal y reajustándola para que ya no me moleste─. Gracias. ─Mi garganta se cierra cuando no se aparta y empiezo a ser consciente de su erección contra mi trasero. También de la mirada intensa en sus ojos grises con motitas de colores a través del reflejo del espejo. Se ve agitado y sonrojado, al igual que yo─. Solo tengo quince minutos antes de regresar al escenario ─suelto, mi tono un poco más fuerte y decidido, puesto que sé lo que ambos queremos y a pesar de que Romeo y Emma están cerca, voy a dárnoslo aquí y ahora.
Antes de que pueda negarse, me doy la vuelta y lo miro directamente, lo que parece traer algo de cordura a su rostro. Me he sentido culpable, casi ruin, por haber pagado mi ira por las clasificaciones de la división de tiro con arco desde que volví a mis cabales, pero más que todo por haberlo rechazado cuando él ha pasado tantas veces sobre sus sentimientos hacia Emma para complacerme. Drew no merece que le diga que no cuando claramente estaba, está, tan necesitado por mí.
─Lydia, lo siento, yo...
Corto sus palabras moviendo coquetamente la punta mi lengua contra sus labios y colocando mi mano sobre su erección bajo la túnica, la cual es grande y dura, montando literalmente una tienda de campaña, robándole el aliento con ello. Tomo su boca cuando entre abre los labios para jadear. Lo dejo montarme en el lavado, sus manos fuertes y firmes alrededor de mi cintura. No puedo evitar sonreír entre nuestro beso cuando tengo que arremolinar la tela de su túnica hacia arriba, sorprendentemente Drew no lleva ropa interior, para dejar libre su erección. Suelto un gemido ronco cuando hurga entre mis piernas, imitándome, para hacer a un lado la tela de mi traje, la cual por suerte es elástica y fácil de manipular.
─Drew ─susurro mientras me aparto de él para verlo, la mortificación haciendo estragos en mí─. No tenemos un condón.
─Estoy limpio ─responde, su frente presionada contra la mía─. Mi madre me hace tomar test de ETS cada tres meses desde los catorce. ─Su sonrojo es visible por debajo de la pintura verde. Nunca se había visto peor, pero tampoco nunca me había parecido tan lindo o caliente─. Mierda, creo que decir eso en este momento me ha hecho quedar como un perdedor, ¿no?
Sonrío de manera despreocupada, incluso río, lo que se me hace demasiado fácil hacer cuando estoy cerca de él.
Es tan dulce.
Incluso con toda su inteligencia, el dinero y el poder que un día tendrá, Drew Baker no es un idiota. Es bueno. Es gentil. Es todo lo que una chica alguien como yo no ve por estar enamorada del verdadero perdedor, alguien que no es capaz de darse cuenta de lo que tiene en frente, una chica que lo quiere, no Drew.
─Ya te veías como un perdedor cuando entraste en este baño vestido así, Drew, y aun así aquí estás ─respondo envolviendo su cintura con mis piernas─. También te veías como un perdedor cuando te acercaste a mí durante esa fiesta y me besaste y eso no impidió que me acercara a ti, tampoco que me acostara contigo todas esas las otras veces. La atracción entre nosotros es magnética y acabo de descubrir por qué. ─A pesar de que lo que más quiero ahora es que tengamos algo de sexo, coloco mis manos en sus mejillas y soy cursi por primera vez en mi vida. Esto es algo que necesito sacar fuera de mi pecho tanto como necesito respirar─. Eso es porque no importa lo que las personas estúpidas, como yo hasta este momento, piensen. No eres un perdedor. Eres un ganador, Drew Baker, con un pésimo sentido de la moda y algunos complejos, pero un ganador al fin y al cabo. Nunca permitas que nadie te diga lo contrario. Eres el hombre más impresionante que conozco porque lo tienes todo, incluso un increíble pene, y no dejas que eso se te suba a la cabeza. Sabes perfectamente lo valioso que eres, pero eres discreto sobre ello. Eres el mejor porque no necesitas que nadie te lo esté diciendo o recordando, pero yo necesito hacerlo porque te mereces oírlo.
─Lydia... ─murmura suavemente mi nombre, sus ojos grises viéndose increíblemente cálidos─. No sé qué decir.
─No digas nada. Solo tenlo en cuenta cuando necesites algo que te recuerde por qué eres importante. ─Vuelvo a reír cuando corto nuestro momento yendo por su erección─. Me hice un chequeo completo antes de la competencia de tiro. Estoy limpia y en absoluto control de la natalidad. Te lo prometo. ─Vuelvo a lamer sus labios con la punta de mi lengua cuando no se mueve, al parecer todavía en shock con lo que dije─. Toma tu premio, Drew.
A pesar de que estamos en un asqueroso baño y ahora solo debemos tener diez minutos, cuando entra en mí es suave y amable. Se toma su tiempo para hacerme consciente de cada cresta y centímetro de Drewstructor antes de iniciar un movimiento lento, pero profundo y constante. Es duro a pesar de no estar siendo rápido. Con cada golpeteo de sus caderas en mi contra siento la punta llegar muy hondo. Tan hondo. El hecho de que no haya nada interponiéndose entre nosotros solo hace que la intromisión resulte más agresiva. No solo noto su tamaño dentro de mí. Noto sus venas. Noto cómo se hincha, expandiéndome con su calor y la textura de su piel. Drew se traga mis gritos cuando no soy capaz de contenerlos, sus labios sellando los míos.
─Más rápido ─le pido luego de un rato─. Por favor.
Él me complace apretando mi trasero con sus manos. Me empuja hacia el borde del lavado de tal manera que mi pelvis choque más sencillamente contra la suya. Presiono mi palma contra el cristal tras de mí cuando dirige uno de sus dedos a mi clítoris, trazando circulitos rápidos y firmes sobre él. Cuando una estocada particularmente dura me hace pensar que sobrepasó los límites de mi anatomía, tiro de mi cabeza hacia atrás y me ahogo en mi placer. Drew no tarda en seguirme llenándome con su semen, lo que no hace más que incrementar la fuerza de mi orgasmo debido a que me folla todavía más duro mientras termina dentro de mí.
Suelto un suspiro exhausto cuando se detiene.
─Ahora que pienso con claridad, no estabas siendo tan bueno cuando sacaste a esas chicas del baño ─murmuro.
─Les daré cien dólares. ─Se extiende sobre mí para tomar una toalla de papel del dispensador de la pared y limpiarnos, lo que hace que me muerda el labio para contener la risa. A pesar de ello, un sonido lastimero sale de mis labios cuando Drewstructor se retira─. Y yo... Lydia... ─Sus ojos grises se llenan de vergüenza y culpa─. Puede que haya amenazado a Yoshio con arruinar las acciones de su empresa, así que lo siento si eso arruina el concurso para ti. No estaba pensando con claridad cuando lo hice.
Mi frente se arruga, pero no hay ningún tipo de ira en mí. Decidí prepararme y participar en el certamen desde que supe que lo hacían, pero solo porque necesitaba hacer algo que mantuviera distraída mi mente del deporte, mi padre, los exámenes y el manejo de Triangle. Modelar siempre me ha permitido eso. Lo hice hasta los dieciséis y cada vez que paseaba por una pasarela y sentía los ojos de todos en mí, la apreciación en ellos, me sentía poderosa. En sumo control. Necesitaba experimentar algo de eso.
Demostrarme a mí misma que no solo me dejo llevar por la corriente. Por el senador Fisher y sus planes para mi vida. Por su educación. Por la presión del partido y las mentiras que tengo que dejar salir de mi boca para apoyar su carrera política.
Por el ideal de perfección.
En conclusión, quería recordar que soy Lydia, no Lydia Fisher, y que soy icónica por mí misma. Así ninguna de las coronas sea para mí, funcionó y después de lo que tengo en mente hacer, seguirá funcionando. Yoshio, quién estoy segura de que le dio un motivo a Drew para sacarlo de sus casillas, puesto que Drew no es precisamente impulsivo, no arruinará eso para mí.
─¿Fue una amenaza vacía? ─le pregunto.
Drew me mira, parpadeando como si no entendiera.
─¿A qué te refieres?
Suelto un suspiro.
─Lo de arruinar sus acciones, ¿fueron solo palabras o realmente podrías hacerlo si quisieras?
La expresión de Drew se endurece, lo cual lo hace ver caliente y a mí deducir que su mejor época será después de la universidad.
Es sexy cuando habla de negocios.
─Solo tendría que hacer un par de llamadas.
─Bien ─respondo antes de ajustar mi disfraz y bajarme del lavado─. Lo que me habría molestado es que no pudieras cumplirlas, caso en el que estarías contradiciendo todo lo que te dije antes, pero no que lo hayas amenazado. Confío en que tenías una razón más que justa para hacerlo, ¿no es así? ─Con las mejillas sonrojadas, Drew afirma─. ¿Quieres decirme cuál?
Drew niega.
─Quizás en otro momento. Por ahora concéntrate en el concurso.
Presiono fuertemente mis labios entre sí, preguntándome qué podría haberle hecho Yoshio, quizás insultar su juego o comic favorito, tal vez, pero no insisto debido a lo culpable que luce.
─No me interesa ganar ─le digo mientras salimos, mi Oz en mano, dejándolo atrás cuando saca su billetera para cumplir con su promesa─. Me conformo con marcar un antes y un después.
Antes de que nos llamen nuevamente al escenario, me acerco a la zona de tiro con a través de un aro que nadie ha podido encender con fuego y tomo la ballesta de la zona de armas. Ante una mirada significativa de mi parte, Emma se levanta de su asiento y se acerca al encargado del puesto de recreación para convencerlo de moverla para que el blanco quede frente al escenario. Sea lo que sea que le dice y que le enseña en su teléfono, probablemente un vídeo mío durante la competencia o entrenando, lo hace verme con un signo de interrogación en sus ojos, también de emoción, a lo que afirmo mientras subo a la plataforma que poco a poco empieza a llenarse de personas.
La verdadera emoción sobre esto comienza cuando Yoshio, quién ya no me mira como antes, con apreciación y lujuria, recita los nombres de las cinco finalistas, el mío sonando ciertamente forzado fuera de sus labios. La segunda parte del concurso consiste en hablar sobre por qué elegimos a nuestro personaje y qué es lo que nos gusta de él y un último desfile, lo que no me incómoda en lo absoluto pese a que no sé mucho sobre Kritika. Después de que todas las chicas, excepto Harley y yo, terminan de hablar de recitar cuánto aman a sus personajes sobre el micrófono, lo tomo con una mueca humorística en los labios.
─Hola, soy Lydia Fisher e interpreto a Dark Valkyria en Kritika. ─Relamo mis labios─. A diferencia de todas estas hermosas chicas, no sé mucho a de mi personaje aparte de que es linda, fuerte y poderosa. En realidad no sé casi nada acerca de lo que todos los presentes tienen en común. Soy una anti-ustedes. ─Miro a Drew─. Pero decidí venir y participar porque cada vez que mi novio piensa que no estoy mirando, quién sí es un miembro activo de la comunidad freak, juega este juego y a pesar de que muchas veces Dark Valkyria es su oponente y Drew tiene que destruirla, no puede evitar mirar sus tetas y lamentarlo antes de atacarla, algo que a veces lo hace perder de manera estúpida. ─Ante la mirada abochornada de Yoda, la cual grita que ha sido descubierto, no puedo evitar reír, pero tras unos segundos mi expresión vuelve a ser seria. Esta vez miro hacia las chicas entre el público cuando hablo─. Así que, en el fondo, la razón por la que elegí a Dark Valkyria fue porque me gustaría recordar a todas las presentes que a pesar de que es un hecho que la mayoría de las veces un hombre es más fuerte físicamente, las mujeres contamos con muchas otras herramientas que ellos no y siempre hemos tenido la ventaja de que ser discretas al respecto, a diferencia de cuán obvios pueden resultar todos esos músculos. ─Mis ojos van a Yoshio─. No me interesa ganar, la verdad, solo soy una chica pasando el rato al lado de ellas, que se han preparado toda la vida para esto, pero sí que algunas de ustedes descubran y empiecen a hacer uso de su verdadero poder: haber nacido siendo mujer.
Tras obtener la reacción del público que quería, enloquecerlos tanto por lo que dije como por el hecho de que no pertenezco a ellos, le tiendo mi micrófono a Harley, quién me mira con la frente arrugada. Se ve confundida, pero ya no luce como si me odiara. A pesar del revuelo que creé, los presentes se callan cuando habla.
─Hola. Soy Dana. Me gusta Harley Quinn porque es malvada y a veces un poco tonta, como yo ─dice de manera susurrante, pero también nerviosa. Nada como la chica que me ha estado molestando junto con otras competidoras a lo largo del día─. Tenía un montón de otras cualidades importantes sobre ella en mi mente que amo, pero después de escuchar a Dark Valkyria y analizar con profundidad mi personaje, me doy cuenta de que la verdadera razón por la que me gusta tanto es porque a diferencia de todas las villanas que conozco, Harley lo hace todo por amor. ─Agacha la mirada, avergonzada, para recomponerse y volver a mirar al público. Mis ojos siguen los suyos, aterrizando en un Joker que luce bastante emocionado por el discurso de la que sospecho es su novio─. Como yo, que finjo adorar este mundo por mí misma cuando la verdad es que empecé a amarlo al venir hace unos años para impresionar al que ahora es mi prometido. ─No puedo evitar alzar las cejas ante sus fuertes declaraciones, las cuales también causan revuelo en los demás debido a que Harley y yo no compartimos su misma pasión, un tipo de traición─. Y aunque, como dijo Lydia, las mujeres tenemos un montón de ventajas sobre los hombres, un pensamiento que comparto, también tenemos un punto débil. Amar con demasiada pasión. ─Al instante en el que pronuncia las palabras, me siento identificada. Mis ojos van a Romeo, pero por alguna razón también a Drew─. Lo cual puede ser nuestra mayor fortaleza, pero también nuestra mayor debilidad. Harley, quién hace lo que sea por complacer al Joker, es la personificación viviente de ello. ─Ella mira directamente al que ahora sé que es su pareja─. De lo que siento por ti, Kiriam. La diferencia entre ella y yo, es que a tú me haces bien y ser mejor.
Sin que esa parte del concurso sea anunciada, Harley recorre la pasarela, arrojando su bate durante el trayecto, y salta a los brazos del Joker, quien la baja de ella colocando las manos en su cintura y luego hacerla descender lentamente hasta que sus labios se encuentran en lo que definitivamente es el beso más épico que jamás he presenciado. Los presentes piensan algo parecido, dejando atrás el hecho de que Dana no es una fie seguidora, puesto que empiezan a aplaudir y silbar mientras el Joker se dirige junto con su prometida al área exclusiva en la que antes estuve con Emma y Yoshio, mandando el concurso al desagüe. Para calmar el clamor del público, Yoshio sube al escenario e indica, ahora sí, el comienzo de la última pasarela. Emma levanta dos pulgares cuando la miro, hiperactiva desde que bebió Monster con vodka, por lo que dirijo mi mirada al blanco y al aro ya frente a mí.
Mientras las otras concursantes desfilan, entre las que destaca Syndra, tomo el encendedor que el dueño de la atracción me ofrece mientras se mantiene cerca para filmar el espectáculo. Cuando llega mi turno le entrego mi Oz y tomo la ballesta, encajando la flecha con fuego en ella. Mi movimiento está probablemente fuera de las características de mi personaje, pero probará mi punto de que las mujeres no debemos ser subestimadas. También, admito, espero que los vídeos sobre mí en este momento se hagan virales y los encajados de las clasificaciones del equipo de tiro con arco sientan vergüenza.
Tras posicionarme, todavía con mis alas extendidas, frente al blanco, disparo. Como sabía que sucedería, el aro se enciende de manera hermosa y espontanea cuando mi flecha lo atraviesa. Unos metros después, esta se estrella contra el centro del blanco. Me inclino en dirección al jurado y Yoshio antes de volver a mi lugar. A pesar de que probablemente no me admitirán otra vez en una exposición por atentar contra todo lo que representan, no puedo evitar que una ola de emoción corra a través de mí cuando empiezo a escuchar los aplausos y los gritos de Em, Drew y Rom.
*****
No gano absolutamente nada.
Yoshio le da el premio de selección del jurado a Syndra y el de elección del público a Harley Quinn, quienes verdaderamente lo merecen, pero una mujer asiática en traje de negocios se acerca a mí mientras recorremos el estacionamiento del centro de eventos de regreso a la camioneta de Drew, lo que hacemos sosteniendo un montón de regalos de cortesía por haber quedado entre las cinco finalistas o que mis admiradores me dieron a cambio de foto, insistiendo, sosteniendo una tarjeta de presentación. Al parecer quedó impresionada con mi actuación y tiene interés de que interprete un personaje que sí use la ballesta o el arco para una exposición el año que viene, la competencia de Yoshio. Sea lo que sea que haya pasado entre Drew y él, la tomé casi por instinto al pensar que eso podría fastidiarlo. Aunque los motivos de Drew para abusar de su posición y amenazarlo como el típico niño rico fueran estúpidos, me doy cuenta, lo apoyaría.
Porque confío en él.
No, corrección, porque creo y confío ciegamente en él y, de nuevo, nada de lo que podría hacer me molestaría lo suficiente como para apartarlo y hacerle daño. Él merece lo mejor y no puedo evitar esforzarme para serlo. Para ser mejor que Emma para él. Una mejor amiga, supongo, por más extraño que suene para mí. A excepción de Romeo, no tengo ningún otro contacto recurrente con el sexo masculino a parte de mi padre y de Drew.
─¿Tienen hambre? ─pregunta Yoda de camino a la universidad, a lo que tanto Romeo como Emma, quienes se han mantenido extrañamente silenciosos durante la tarde, niegan.
Yo, en cambio, afirmo.
─Sí ─respondo mientras me giro en mi asiento para dedicarle una sonrisa, puesto que a diferencia de cuando íbamos de camino a la exposición, ahora voy junto a él─. La dieta l para competición se acabó. Quiero atragantarme con una grasienta hamburguesa del campus. ─A pesar de que comí un hot dog más temprano, mi estómago ruje─. Y al menos dos raciones de papas fritas.
─Podemos pasar por tu fraternidad primero ─sugiere Drew suavemente mientras asiente─. ¿Por algo que te cubra?
La forma en la que lo dice, como una sugerencia en lugar de una decisión que pudiera tomar por mí, hace que lo quiera un poco más de lo que ya lo hago. Inconscientemente busco su mano y entrelazos mis dedos con los suyos a pesar de que se supone que ya no somos novios y está buscando ayuda en Em para nuestra reconciliación. Él me mira por unos segundos con sorpresa, pero no la aparta. Al contrario. Estrecha mis dedos en los suyos.
─Me parece perfecto.
E ignorando el hecho de que acabamos prácticamente de pasar por alto la presencia de la dos personas que amamos, dejamos a Em en la hermandad, dónde tomo un par de vaqueros y un suéter oscuro con cuello de tortuga y tacones, y Romeo en la casa de uno de sus amigos cerca de allí antes de ir a nuestra cafetería. Una vez más, no puedo evitar preguntarme si Rom es el chico correcto para mí, algo que he hecho más a menudo después de conocer a Drew Baker, cuando mi falso ex novio pide un batido de arándanos para mí sin que tenga que pedírselo porque estoy segura de que Romeo ni siquiera ha notado que uso pelucas.
Tampoco puedo evitar preguntarme si es mi culpa.
Si, al igual que mi padre, mi obsesión por ser fuerte y perfecta, un ejemplo para las demás, me ha llevado a esconderme. Si por eso Romeo nunca se ha arriesgado a intentarlo conmigo. Si el problema no es que Drew me conozca demasiado bien, sino que por alguna razón no he dejado que nadie, a parte de él, lo haga, puesto que en el poco tiempo que llevamos juntos me ha visto y ha estado para mí en mis momentos más débiles, por lo que quizás la que no se entrega soy yo. Con esto en mente, me tomo unos minutos frente al espejo del baño de la cafetería sin mi peluca castaña. Mi cabello ha crecido debido a los suplementos que he tomado desde que lo corté, por lo que ya me llega a la parte inferior de las orejas, curvándose a mi alrededor de manera recta. También tengo pollina. No importa si se ve mal. Como Drew dijo, es la muestra de lo más desinteresado que he hecho en la vida.
Y no debería sentirme avergonzada de eso.
De tener sentimientos.
─Lydia ─murmura Drew cuando lo alcanzo fuera de la cafetería, mi peluca dentro de mi bolso. Mis mejillas se vuelven calientes al notar que solo hay apreciación en sus ojos─. Te ves hermosa.
─Gracias ─respondo mientras abre la puerta de su Rover para mí.
Él hace ademán de cerrarla, pero termina asomándose para dedicarme una de las miradas más cálidas que alguien, inclusive tomando en cuenta mi padre, me haya dado nunca.
─Lo digo en serio. Nunca te habías visto tan hermosa.
*****
De regreso a la hermandad, estoy a un paso de entrar a la casa cuando la figura peluda de un animal se acerca demasiado. Estoy a un paso de gritar pensando que se trata de un oso cuando identifico los ojos azules de Romeo, quién todavía está usando el traje de Chewbacca. Después de que el miedo me atraviesa, me dedico a intentar controlar el acelerado ritmo de mi respiración mientras me ve con los parpados sumamente abiertos.
─Por Dios, Lydia, ¿qué diablos te hiciste en el cabello?
Y aunque su desagrado está casi oculto por su sorpresa, soy capaz de escucharlo alto y claro dentro de mi cabeza. Ante ello no puedo evitar retroceder como si me hubiese empujado. No porque me importe lo que haya dicho, sino porque me doy cuenta de que no lo hace en lo absoluto. No como lo hizo la opinión de Drew.
─Romeo, ¿qué haces aquí?
Su expresión suaviza los niveles de impresión que contenía, probablemente al darse cuenta de que se extralimitó con reacción, y lentamente avanza unos pasos en mi dirección.
─Vine a pedirte que pares ─responde con los hombros hundidos, viéndose desecho aun cuando todavía utiliza ese ridículo disfraz─. Deja a Drew, Lydia, vi la manera en la que se veían hoy y que vuelvan, si no hago algo, es inevitable, y yo... ─Traga sonoramente, acercándose tanto que ahora solo nos separan centímetros─. Lo intentaré, nena. Intentaré solo verte como Lydia, la sexy chica que me encanta. No como la hija del senador que me exige cambiar todo lo que soy para que esté con ella.
A pesar de que esto es lo que quería desde un principio, su rendición, de cierta manera Drew me hizo ver exactamente cuál es el problema. No me lo dijo, pero me lo transmitió con su comportamiento. Con su aceptación cuando decidí usar pelucas. Con su compañía cuando mi padre tuvo un infarto. Con la manera en la que supo consolarme mientras Romeo no tenía ni idea.
─Lo siento, Romeo, pero lo único que te he pedido todo este tiempo es que dejes de follar a otras chicas que no son yo y que intentes lucir bien para un par de fotos. Que seas educado con mi padre. Nada más. ─Mi voz se va haciendo más fuerte, llena de ira y convicción, apenas hablo─. Mientras que tú muestras disgusto por algo que no puedo cambiar. Yo te pido cambios en ciertos detalles que tú puedes controlar mientras tú me pides que deje de ser quién soy. Aunque no me guste, lo cual no es el caso la mayoría de las veces, siempre seré la hija del senador Fisher. No cambiaré quién soy y de dónde provengo por nadie. Los problemas siempre me perseguirán. La presión. Es para lo que vivo. ─Me encojo de hombros─. Lo siento si no puedes con ello, pero si estar con Drew me ayudó a descubrir algo, fue que el problema en esto no soy yo. ─Ladeo la cabeza, la pena de cuán claro era todo golpeándome con fuerza─. Sino tú, Romeo, y a menos que estés dispuesto a aceptarme con todo mi equipaje, con lo feo, con lo malo, con lo bueno y con lo hermoso, incluso con mis cambios de peinado, no me pidas otra vez que deje a alguien que podría resultar ser el indicado por ti, así que piénsalo seriamente antes de intentarlo de nuevo. Si no soportas pagar el precio de estar conmigo, la verdad es que no me mereces.
Y por primera vez desde que todo esto empezó, lo que digo no lo hago para manipularlo. Lo digo porque es como me siento y a la conclusión a la que he llegado después de tanto tiempo. Dejándolo sin palabras en el pórtico, entro en la hermandad con una pequeña sonrisita en los labios. Lo que siento es similar a la libertad. Después de quererlo por tanto tiempo, de luchar por tanto tiempo, es él quien deberá esforzarse si me quiere de regreso.
Porque yo ya no estoy segura de hacerlo.
HOLA
He vuelto a actualizar después de tanto tiempo. Lo siento. De verdad he estado enfrascada con mis otras novelas y si no tengo inspiración no puedo escribir FAPV, pero me alegra haberla tenido esta semana y traerles capítulo hoy
Si quieren que actualice más seguido, no olviden darle amor al capítulo. También las invito a pasarse por mis otras novelas, Arlette, de acción, y Tanner Reed, de romance y drama
Capítulo dedicado a: sweetwuuuu
Siguiente a la que + comente
Y también si quieren me pueden seguir al Instagram y al twitter, oscaryarroyo, para fandom, novedades y adelantos. Tenemos un grupo en Facebook llamado Leemos a Osc también
Love u, espero actualizar pronto
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