Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

"Survivor Series"

Capitulo 17.

Salí de casa de Colby y traté de subir por la ventana hacia mi cuarto pero era tan alto y no sabía como el gato llamado Colby Lopez lo hacía. Era más alto de lo que él podía saltar.

La única opción que me quedaba era llamar a Jonathan, pero a esas alturas debía estar con una resaca de las cuales el suelo empezaba a darle vuelta.

—¿Hola? —preguntó del otro lado. Su voz ronca.
Podía oler su boca desde este extremo de la línea.

—Jon, ¿puedes traer mis llaves que quedaron en tu cenicero ayer?

—Habla más bajo... —pidió en voz baja sin responder a mi pregunta.

—¿Vienes o no? —pregunté insistiendo en voz baja.

—No creo poder, ¿te molestaría... venir tú?

—Oh... si... no-no hay problema —respondí haciendo una mueca—. Nos vemos..

—Gracias —dijo y me tiró un beso por la línea, acto seguido, colgó.

Me subí en el auto que había estacionado anoche y me puse en marcha. Cuando llegué, las cortinas aún seguían cerradas. Toqué lentamente la puerta para no meter tanto ruido.

De repente ésta se abrió.

—¡Oh, un zombie! —exclamé y miré los ojos de Jonathan. Rojos. Su respiración igual que un zombie—. Jon, ¿estas ahí? ¿puedes oírme? —pregunté acercándome a él. Le abrí la boca y observé hacia dentro.

Ja ja, muy graciosa —respondió un tanto molesto haciéndome el quite.
Me hice hacia atrás por el aliento.
Si pudiera hacer un sonido en este momento como en las películas o series animadas, utilizaría el sonido de "Bob Esponja" cuando algo está podrido o en mal estado y acercan la cámara.

—Esas son las consecuencias de beber tanto cuando estas feliz.

—Como si a ti no te hubiera sucedido nunca, niña.

—Se controlarme —me defendí.
Si supiera como quedé la primera vez que bebí con Alex por la "casa nueva".

Entré más a fondo a la casa y le abrí las cortinas de la sala, la oscuridad no era algo bueno en esos momentos y menos para él.

—¡No! —gritó cubriendo sus ojos con ambas manos.

—Si señor, tiene que estar bien para esta tarde en Survivor Series —Me crucé de brazos—. Ahora le dejaré una sopa y me iré, porque tengo que estar lista para ir a ver el espectáculo —le dije y me dirigí a la cocina mientras él me seguía de cerca—. ¿Y Joe? —pregunté llenando de agua una olla.

—Se fue temprano, tiene familia —respondió haciendo énfasis en la última palabra. Se acercó al lavamanos para lavarse la cara y humedecer un poco su garganta.

—Me imagino como debió estar Galina —reí—, y su pequeña... —añadí y sin querer escapó un suspiro de mis labios.

—No me digas que la Violett de Espíritu libre esta pensando en una familia, ¿o tan solo es mi ilusión? —preguntó dirigiéndose al refrigerador. Sacó una botella de jugo para luego acercarla a sus labios.

—Es tu ilusión, Jonathan —respondí y me senté sobre la mesa —. Desde un principio lo hablamos.

—Porque... si es así... —Se acercó a mi quedando parado frente a frente—. Podemos divertirnos creando a un pequeño Jonathan —sonrió y juntó nuestros labios.

—Como te encantaría eso, ¿no? —sonreí sobre su boca, pero él parecía no querer soltar mis labios.

Por suerte, la olla comenzó a hervir y una gota saltó sobre mi mano llamando mi atención.
—Tal vez, solo el proceso.

Me dispuse a preparar la sopa mientras Jonathan desaparecía por el pasillo.
Cuando acabé, esperé a que comiera y esa resaca se le fuera para así poder irnos juntos y me dejara en mi casa. No seria lo ideal irme en el auto de él sabiendo que luego no tendría en que irse.











—Gracias, nos vemos allá —me despedí.

—Nos vemos —me besó y luego bajé. Me despedí con la mano al estar cerca de mi casa y esperé a que desapareciera por las calles.

Busqué las llaves en mi bolsillo y no las hallé.
"Esto debe ser una broma" pensé y seguí buscando.
A los segundos la encontré cuando ya me hallaba nerviosa. Abrí la puerta y aquella paz volvió a mi. No podía estar más aliviada.

Pasé y estaba igual como la había dejado antes, desordenada. Vi la hora y era la una de la tarde.
No lo pensé dos veces y encendí la radio para escuchar buena música mientras iba a cambiarme.
Me puse un short viejo y una camiseta de tirantes, llevé la ropa de trabajo al cuarto de lavado. De eso me encargaría después.

Primero me encargué del comedor; la alfombra estaba muy manchada, el televisor estaba lleno de polvo, los sofás desordenados y el piso tenían unas manchas de barro.
¿Qué? De donde salió eso.
Lo limpié rápidamente.

Cuando acabé de hacer todo, ya eran las tres.
Estaba más que agotada.

De repente me acordé del cartel que tenía que llevar esta tarde para Survivor Series, tomé unas hojas de block y escribí "¡Team Ambreigns!" como le había dicho a Roman el día de ayer. Luego le puse un palo de madera atrás para así levantarlo sin tener que cansarme y molestar al público detrás de mi.
Estaba tan entusiasmada por lo que había logrado, que lo dejé descansar en un jarro grande que tenía al lado del ventanal y luego le tomé una foto para subirla en las redes sociales con la descripción "Lista para ver Survivor Series".

Guardé el teléfono y fui al cuarto de lavado.
Toqué los botones correspondientes y al momento de haber escuchado como iniciaba el lavado mi teléfono comenzó a vibrar alertándome de una llamada entrante.
Miré el aparato y solo se trataba de un mensaje.

De: Arrogante.
"¿Qué estás haciendo?"

Era Colby.

Para: Arrogante.
"Creí que estabas ocupado con tu novia"

Estaba en línea.
Me senté arriba de la lavadora como indio y esperé a que respondiera.

—¿Celosa?

—¿Yo? ¿de ella? no bromees conmigo.

—Entonces si lo estas.

—No.

—Eso demuestra muchísimo un SI.

—Tómalo como quieras entonces, Colby.

—Jaja, es tan divertido cuando te enojas por un juego.

✔✔

Me dí cuenta que la lavadora había parado, así que le dí otra vuelta más y vi la pantalla de mi celular.

5 mensajes no leídos.

—Por favor —rodé los ojos y abrí el chat.

—No me dejes un visto Violett.
—¡Respondeme! ¡no me dejes hablando solo!
—Me voy.
—Voy a hacer que tu celular suene hasta que te canses y me respondas.
—¡Ahhhh!

Reí, esto era estúpido.
—Al parecer te sientes solo
Respondí.

—Claro, estoy solo.

—Que pena ¿no? Aparte de que te esta creciendo la panza, así quien te querrá.

—¿Me esta creciendo la panza?

—Uh, al parecer el narcisista no se ha visto en el espejo últimamente...

—No estoy gordo.

—¿Ah, no? ¿entonces como le llamarías tú?

—Estoy llenito de amor.

—Yo diría que de pan.

—Se llama AMOR.

—Entonces ve a llenar ese AMOR de mas pan, apuesto que tienes hambre.

—No más burlas al gordito :(

—Jaja, de acuerdo. Aún así estoy ocupada, nos vemos luego.

✔✔

Me bajé de la lavadora, ahora tocaba el proceso de centrifugado y secado.
Cuando estuvo seca la llevé al cuarto y la dejé a un lado de mi cama. Abrí el closet y busqué algo de ropa la cual usaría para presentarme esta tarde junto al público.

Opté por unos jeans negros, una camiseta negra con la frase "Ew, people suck", una chaqueta de cuero, una camisa roja a cuadros amarrada a la cintura y unas botas de combate. Dejé la ropa encima de la cama y fui al baño a tomar una ducha.

Cuando salí, iban a ser las cinco de la tarde, que rápido pasaba la hora cuando tenías mucho que hacer. Como el show era a las siete, aún tenía mucho tiempo para ver los pequeños detalles que muchas veces olvidaba.
Me senté en la cama y empecé a esparcir crema por todo mi cuerpo, busqué mi ropa interior y me vestí con toda la calma posible.

Cuando acabé, me senté frente a la mesa de maquillaje y arreglé mi cabello; me hice una trenza floja hacía un lado. Delineé mis ojos y un suave color en los labios.

Estaba lista.
Agarré mi celular, pedí un auto.
Al momento de llegar el susodicho salí con el cartel y me subí. El tráfico estaba peor que nunca, entendía que era domingo y por esa razón era el fin de los dos días de descanso de la gente y debían volver nuevamente a sus monótonas vidas en una oficina.

"¡Avancen, no ven que está en verde idiotas!"
Escuché un grito a unos auto más adelante del mio. Traté de sacar un poco mi cuerpo por la ventana para ver de quien se trataba, y me quedé sentada. El conductor pedía que volviera a mi lugar pero no le hice caso.

—Pero que boca de camionero tiene esa señora —hablé más para mi. Alguna que otra persona junto a mi se puso a reír. Reí de igual manera, lo había dicho sin pensar.

De un momento a otro el tráfico se aligeró y con mucha agilidad por parte del conductor salimos de ese infierno automovilístico, lo peor de estar en eso era buscar un puesto para estacionarse en el coliseo que se iba a hacer el show.
Eso lo admito.
Pero como yo no estaba manejando, ni siquiera debería estar preocupándome por eso.

De un momento a otro, vi un auto a cinco metros del nuestro encendiendo sus luces intermitentes. Sonreí y me acerqué al conductor, le apunté con el dedo y le dije: "¡ahí!".
Sin más, toque el botón de las luces intermitentes dando a entender que tomaríamos su lugar.  Bajé con mis cosas y fingí ser otra fanática mas de la lucha libre. Claro, no sin antes pagarle al hombre.

En el camino me encontré con el muchacho que se ubicaba en la primera fila cada semana a verme salir por esa rampa.

—¡Violett Hardy! —gritó corriendo hacia mi. Estábamos vestidos casi igual, vaya coincidencia.

Shhh... —le puse ambos dedos índices en los labios— No saben que vengo como parte del público, así que sería mejor que no lo sepan. ¿De acuerdo? —comenté mirándolo fijamente a los ojos. Él solo asintió, a lo que yo le saqué los dedos de la boca—. Gracias.

—Esto es increíble —confesó y sonrió—, es un gusto conocerte.

—El gusto es mio, te debo mi carrera —apunté a la gente y lo abracé como el primer día quise hacerlo y porque era de mi tamaño. Era bajo.

—No es nada, no es para exagerar —rió y me soltó. Acto seguido, me miró a los ojos. Sus ojos eran azules—. ¿Quieres... quieres entrar? —preguntó apuntando la entrada.

—No tengo entrada, y supongo que ya se agotaron —hice una mueca.

—¿Entonces a que venías? ¿Querías hacerlo al estilo Hardy? —preguntó y se carcajeó. Me reí y me encogí de hombros dándole la razón—. Yo invito —ofreció y tomó mi mano para ir a comprar algunas sodas y snacks, luego entramos a la mala. Él me cubrió. Fue difícil hacer que el sujeto que recibía las entradas no se diera cuenta.

Estando dentro, era muy hermoso verlo de otra perspectiva, ahora entendía porque a Roman le encantaba entrar por el público.

—¿Dónde quieres sentarte? —pregunté.

—Por allá, pero está ocupado —dijo e hizo una mueca.

—No te preocupes, vamos.

Lo agarré yo esta vez y caminamos hasta llegar al lado donde las cámaras grababan para transmitir en vivo el espectáculo.
—Disculpen por molestarlas chicas —hablé cordialmente a las muchachas que se encontraban al frente de la barrera— y disculpen que sea tan descarada, pero... ¿nos permitirían a mi amigo y a mi sentarnos aquí?

—Por supuesto —sonrió la más grande algo atontada por mi sorpresivo encuentro. No gritó, perfecto.

—Si nos das tu autógrafo —dijo la chiquita hablando muy rápido.

—Claro amor —respondí contenta y me agaché a su altura—. ¿Dónde firmo?

—Aquí —empujó su abdomen hacía delante pasandome el plumón.

—Con gusto —dirigí mi mano a aquella zona—. Listo. No le digan a nadie que estoy acá.

—¡Gracias! ¡Y tu secreto muere conmigo! —se sonrojó y luego ambas se corrieron a un lado.

—Espérame aquí —le pedi al muchacho, él sólo asintió.

Crucé la barrera de un salto sin que me vieran las cámaras, aún no estaban posicionados. Los guardias aún no llegaban tampoco, solo las personas entrando y buscando sus respectivos asientos. Revisé debajo del ring para sacar dos sillas, había una de cada lado así que tuve que pasarle una e ir por la otra.

—El crimen perfecto —comenté y sonreí.
Abrí la silla para sentarme y poner mis pies arriba de la barrera.

—Eres increíble.

—Solo hago las cosas más... divertidas.

—Por eso estas en el número uno en la lista de "Las Divas mas innovadoras" en una revista —me dijo y acomodó su gorro.

—¿Arriba de Paige? —pregunté sorprendida.

—Así es.

—¡Oh, Yeah! —grité, las personas de mi alrededor me miraron raro, hasta los guardias de seguridad que habían llegado hace un rato se giraron a ver de quien se trataba—. Demonios —susurré y me tiré contra la barrera escondiéndome. Fingí que miraba mi cartel de una manera en que cubriera mi rostro.

—Soy Wayne, por cierto —se presentó y se rió estirando la mano.

—Un gusto —se la apreté pensando que era un saludo cordial pero me tiro hacia él para pararme.

—Se fueron.

Seguimos platicando de varias cosas mientras el coliseo se llenaba. Teníamos varias cosas en común. Su madurez era bastante impresionante, era introvertido y muy tímido pero cuando le tenía confianza a una persona podía ser muy agradable y simpático. Sacando todo ese lado que te dejaba sin habla.

—Toma, a ver si así no te identifican —dijo y me pasó su gorro.

—¿Tu crees?

—Haz la prueba —se encogió de hombros. Solo asentí, me puse el gorro cubriendo todo mi cabello y le hice una seña a un hombre de seguridad.

—Disculpe, ¿puede decirme a qué hora empezará el espectáculo? —pregunté bajando un poco la cabeza sin que me pudiese ver mucho el rostro.

—Claro señorita —respondió y miró su reloj de mano—. En unos minutos más, de hecho, están pasados en la hora. Espere a que cerremos las puertas.

—Gracias.

Volví a sentarme y me crucé de brazos para que dejara de mirarme aquel hombre.

—Que te dije —se sentó a mi lado—. Aunque ese piercing es reconocible para todos los fanáticos de la WWE —apuntó mi nariz y a las brillantes perlas de titanio.

—No me lo sacaré —le saqué la lengua—, es el que tiene Sheamus, a él lo aprecio.

—Bien, no me pegues —levantó los brazos al aire.

De un momento a otro se escuchó la explosión de los fuegos artificiales dando a entender que comenzaría el show.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro