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Lo siento.

Capitulo 14.

Me quedé mirando el combate de Natalya y Paige por un rato, pero el nerviosismo me carcomía completa. No por ellas, sino por lo sucedido hace unos instantes.
¿Cómo podía reaccionar ahora? Que podía hacer ahora. Los nudos en mi garganta rápidamente se hicieron presentes, impidiendo aún más las ganas de digerir las palabras escuchadas por aquel hombre.

Era ahora o nunca, correr en la dirección que él había tomado, o quedarme pensando con los brazos cruzados.
De hecho, la respuesta era obvia.
Mis piernas no tardaron en reaccionar y se dirigieron por el mismo lugar que había desaparecido, pero al girar ya no se encontraba nadie, el lugar estaba literalmente desierto.

—No puede ser tan rápido —susurré para mi misma y seguí buscando en todos los lugares que solía ir, pero nada—. ¡Ro! —grité al ver que estaba Roman cerca.

—¿Violett? Creí que estabas encerrada.

—No ando para bromas, ¿has visto a Dean?

—Le tocó salir a luchar, no encontró compañero por estar lidiando contigo —dijo serio—. Y no lo digo queriendo pelea.

—¡Demonios! —grité en susurro mordiendo mis uñas—. Gracias —dije a los segundos y corrí hasta la salida al público. Inhalé y exhalé varias veces para luego dar un paso a la salida.
Unas manos me sujetaron por la cintura.

—Déjame Ro, que se me hace tarde —traté de sacar sus manos, pero al tomarla eran otras—. ¿Ro? —lo mire y era otra persona—. ¿Qué quieres? —pregunté al ver la cara de Seth.

—No te dejaré hacerlo —pegó mi espalda a su pecho.

—Otra vez... ¿que tienen con negarme a hacer cosas? —pregunté alzando las manos—. ¡No voy a dejar que pierda! —grité y traté de safarme otra vez, era inútil—. Entonces dejame decirle a Cesaro que vaya —me enfurecí y ahí me soltó, sabia que aunque hiciera un escándalo no me dejaría. Era hora de ir por el Plan "B".

Fui directo a su camerino y ahí se encontraba arreglándose los zapatos.

—¿Cesaro?

—Hola Violett, ¿Cómo estás?

—Solo necesito que me hagas un favor —fui al grano, al parecer mi cara estaba desesperada porque su sonrisa se borró rápidamente y asintió—. Se el compañero de Dean, por favor.

—¿Cuándo?

—Ahora, se hace tarde para la siguiente entrada —respiré como maniatica, él solo salió corriendo. Ahora si podía estar tranquila.

Salí caminando más relajada en busca de aquel sujeto que solía llamar "amigo", pero no estaba en el lugar que nos habíamos encontrado, fui a su camerino. La puerta estaba cerrada por dentro.

—¿Seth? —toqué con mis nudillos, pasaron varios segundos cuando por fin me abrió y solo me hizo un gesto para que pasará—. Creí que hoy no llegarías —bromeé.

—Tarde, pero llegaría —respondió y tomó un sorbo de una botella con agua.

—Estabas tan borracho —reí y me senté en su sofá—. ¿Cómo llegaste? Porque no soy capaz de creerte que fue en un auto.

—Oye no te burles de mi, que no todos mis sentidos estan agudizados para detectar el sarcasmo —rió ligeramente.

—Y tu lenguaje esta siendo más moderado, que gran cambio Rollins. Te felicito.

—Igual te quiero, Hardy —sonrió falsamente.

—Si, lo que digas —me paré—. Y ese será mi pie de partida, nos vemos, campeón —le dí palmaditas en su hombro para abrir la puerta.
Otra vez me abrazó por la espalda.

—Sabes lo que quiero —mordió el lóbulo de mi oreja, él sabia que eso me desconcentraba.

—¿No recibiste mucho de Alex, verdad?

—Fue una decepción —besó mi cuello—. Vamos nena, no te hagas la difícil y satisface a ambos.

—Eres innegable de esta forma —reí divertida, giré mi cuerpo y lo besé. Tenía razón, no tenía rastro de haber tomado.

Su respiración se agitó al instante de usar sus manos para subirme en sus caderas y apretar su intimidad junto a la mía, realmente estaba excitado. Caminó en reversa hasta sentarse en el sofá y dejarme encima de él.

—Te deseo tanto —susurró bajando sus besos a mi cuello y juntando más nuestros cuerpos. Uff...










—No puedo creer que este haciendo esto —me cruce de brazos y moví mi pie.

—No sabes cuantas chicas quisieran estar en tu lugar en estos momentos —se acercó a mi como lo hacía en el cuadrilátero para tener conflicto con otro luchador.

—Entonces que haces que no vas por ellas ¿eh? —lo empujé con mi dedo índice en su pecho—. Campeón de todas las féminas —me burlé.

—Solo bromeaba Violett, andas ofensiva esta noche —susurró. Suspiré y rodé los ojos esperando que tocaran la canción de Seth y poder salir con él a escena. Lo sé, igual quedé sorprendida al escuchar la noticia de parte de Triple H; seré la compañera de Seth contra The King Barrett y Sheamus, tal vez no sea gran cosa pero sirve para adjudicarle otra victoria al "Invicto campeón del título de peso pesado, Seth Rollins".
Pero claro, no aceptaría gratis. Le exigí que a cambio me diera una oportunidad por ese Título y no le quedó más que aceptar, ya que haría todo por los negocios.

—¿Lista? —volví a escuchar su voz atravesando mis oídos, me limité a asentir.

Cuando salimos, el público estaba confundido; unos daban la espalda, otros abucheaban y otros me miraban sin gestos en sus rostros.
Solo seguí el libreto y al subir, Seth me abrió las cuerdas.

—Gracias, ¿tal vez? —hice una mueca, la cual solo me sonrió arrogante...
Y ya empezamos.

Esperamos que apareciera Sheamus con su larga entrada, y luego esperar a Barrett, era como si se hubieran reunido todos los engreidos.
Entramos todos al cuadrilátero mientras el referi se ponía entre medio de nosotros, pero igual se acercaron a mi.

—Lo siento —se encogió de hombros Barrett.

—No te preocupes —le sonreí. Luego se acercó Sheamus y me acarició la espalda para articular con sus labios un "suerte" el cual solo le cerré los ojos para asentir.
Esto se estaba tornando más tierno de lo que pensaba ¿o era mi imaginación?

La campana sonó y Rollins me dejó pasar primero, típico. Del otro extremo se debatieron por quien iría primero.

—Vamos, que no tengo toda la noche —fingí bostezar mientras Barrett dejaba sus cosas aparte y entraba.

Nos acercamos al medio de la lona y estiré mi mano para que él la tomara, lo hizo y cuando se descuidó le pegué una patada en el estómago haciendo que se agachara un poco agarrándose esa zona, estando así aproveché y le hice un bulldozer estampando su rostro en la lona. Le costó ponerse de pie, lo hizo y me miró desafiante para acorralarme contra el esquinero, Seth empezó a desesperarse y hacer ruidos con su bota contra las escaleras metálicas, trató de estirarse así que me salí por debajo de su brazo y fui a darle el relevó.
Estaba realmente enojado, le regaló lazos al cuello y luego una patada a la cabeza.

—¡Oh, Yeah! gritó dando pequeños saltitos en el lugar mientras Barrett seguía en la lona. Subió al esquinero y esperó a que Barrett se parara y poder efectuarle su rodillazo pero falló al instante que el otro prefirió darle relevo a Sheamus. No cayó muy bien de pie que digamos, puesto que, rápidamente empezó a cojear de una manera rara. Así que cuando estuvo cerca le pegué en la espalda para darle el relevo, pero me gritó y me tocó la mano nuevamente. Lo miré mal y volví a darle el golpe para decir que voy yo si o si provocando que se enojara un montón, intentó darme de nuevo y lo esquivé, eso hizo que me descuidara y Sheamus golpeara mi columna contra su rodilla tres veces seguidas. Sentía que no podía pararme después de eso, la cuenta inició y en ese momento pude mover el brazo.

—¡Vamos Violett! ¿quieres que te golpee? ¡¿Eso quieres?! —me gritó a centímetros de mi rostro, se acercó tanto que le dí un cabezazo con toda la fuerza que tenía en la cabeza y realmente me dolió, pero no más que a él. Se agarró esa zona y dio dos pasos en reversa.

—¡Acábalo, Violett! —me gritaba Seth. Hice caso y le hice un zigzag tipo Ziggler para subirme encima y hacerle la cuenta, pero era más duro de lo que esperaba. Me empujó de una forma tan bruta que casi me tira fuera de la lona, Barrett puso su pie para detener que mi cuerpo fuese a caer al suelo.

—Eso no quiere decir que no te golpearé —lo apunté con mi dedo al pararme. Escuché la voz de Seth gritando "¡Cuidado atrás!", haciendo que me asustara y mirara rápidamente. Cuando lo hice, me dí cuenta que era Sheamus con su patada Irlandesa, me agaché y tomé las cuerdas haciendo que su pierna pasara de largo y diera fuera de la lona, fue tan divertido que me reí a carcajadas—. ¿Quien luce estúpido ahora? —me burlé y luego hice un scream, lo que el público se desesperó y el muchacho que era mi fan número uno hacía sus gritos más fuertes y desesperados.
Bajé aún con la sonrisa en la cara, en busca de Sheamus que estaba apoyado en la mesa de transmisión, lo tomé del cabello y lo empujé haciendo que sonara estruendosamente.

"Tiene curvas, es rápida, tiene sentido del humor y tiene tatuajes... ¿qué te parece? ¿no es increíble?"
argumentó un comentarista contando con los dedos parándose de la mesa.

—Gracias —me giré a decirle riendo.
Tomé a Sheamus para devolverlo al área, lo dejé al medio, subí al esquinero y me tiré encima de él. Uno... Dos... movió su brazo—. ¿Dos? —le susurré con mis dedos al referi, él hizo el mismo gesto. Lo volví a recostar y volví a contar, uno... dos... se movió, definitivamente esto no acababa.
Enojada, lo agarré fuertemente y le hice un candado, podía sentir como se quejaba. Se soltó. Me tomó de la mano y me tiró con fuerza al esquinero donde en vez de afirmarme me desplomé con un fuerte dolor en la espalda, como era el esquinero donde estaba Seth estiré mi mano arriba y él la chocó para ayudarme a salir y entrar él rápidamente.

No sé como le hizo para ser rápido y hacerle una palanca al brazo donde Sheamus tenía que arrastrarse para tomar la cuerda, pero le quedaba muy lejos y el referi le preguntaba si quería rendirse cada vez que se quejaba. Pero no lo hizo y como pudo alcanzó la cuerda obligando a Seth que lo soltara, se quejó y lo soltó de mala gana. Sheamus se tomó el brazo con un rostro de dolor y trató de pararse para dirigirse a Barrett.

Rollins fue más rápido y lo tomó del brazo lastimado para jalar fuerte y volver a dejarlo en la lona donde le aplicó todas las técnicas para lastimarlo, incluso le pisó los dedos. Barrett le hacia barra y animaba al público para que lo hiciera, y sirvió, ya que Sheamus se paró y le tomó la mano para tirarlo al esquinero donde le dio cabezazos en el abdomen varias veces, luego lo tomó del cabello y se lo llevó al esquinero de su compañero de equipo. Ahí preferi no mirar y mirar al publico, hasta que sentí la cuenta en la lona, ya iba por dos y se notaba que Seth no se iba a parar, así que rápidamente me adentré al cuadrilátero e impacté mi bota en toda la cara de Barrett, Sheamus se dirigió a mi y me sacó en brazos. Le dí codazos en las costillas hasta que me soltó, quedé al frente de él y me impulsé para darle una patada en la cabeza como lo hace Seth y así pude sacarlo saliendo yo también.

Al instante que iba a empujarlo contra la barrera que separaba al público, me tomó de igual forma y ambos chocamos contra esa barrera, haciendo que los sujetos encontrados en esa zona, se alteraran y se alejaran.
Los comentaristas no dejaban de hablar sobre aquello, que era algo de desventaja para una mujer.

—Nunca subestimen a una mujer solo por ser femenina —les respondí con el último aliento que se hospedaba en mis pulmones.

Volví a mirar el ring y Barrett estaba a punto de pegarle con el martillo del toro, pero Seth se agachó y le hizo una especie de suplex, para pararlo y hacerle su tan famoso Pedigree dejándolo tirado. Lo empujó con la cabeza hasta dejarlo boca arriba. Uno... Dos... Tres... ganamos. El público me gritaba más a mi que a Rollins, así que me paré con los brazos temblando y la columna destrozándose de encima de Sheamus, le dí unas palmaditas en su mejilla y me paré con ayuda de Rich Brenan.

—Estoy bien, gracias —le sonreí de lado, cuando me dejó parada a unos centímetros me estiré haciendo sonar la mayoría de mis huesos, hasta los de los dedos. Cuando miré, Seth ya estaba presumiendo su titulo sin preocuparse que yo esuviera ahí—. Disfruta mientras puedas  —susurré para entrar al cuadrilátero casi corriendo mientras él me miraba raro, nos quedamos literalmente frente a frente, porque él estaba a un extremo de las cuerdas y yo al otro. El silencio era importante y muy tenso, hasta que miré su título y luego a sus ojos, él hizo lo mismo y empezó a balbucear cosas.

—Oh, no. Esto es mío. Yo soy el hombre —gritó las últimas palabras mientras levantaba el título—. ¡¿Me has entendido?!¡Essto es mi... —No lo dejé terminar cuando le hice una lanza con mucha rabia, pude escuchar como sonó su espalda contra la lona.

—¿Tuyo? —lo tomé de sus manos—. Pues no por mucho —le soplé, lo limpié y luego miré al público, este estaba muy callado hasta que levanté mi brazo con el hermoso título en mis dedos.

"La indirecta esta dada, preparate Seth Rollins... que la competencia está muy dura" argumentó Rich.

Lo miré por última vez y se lo dejé caer en el abdomen para salir de ahí con mi tema, nadie podía creerlo que muchos trataron de golpearme o arañar mis brazos, solo les mostré mi dedo medio con una sonrisa burlona. Sé que nada de esto estaba en el libreto, ¿Pero quien dice que al salir al ring hay que seguir la línea? Porque jamás la cumplo y eso es algo que ellos tienen claro, pero aún así lo intentan... porque saben que es divertido.

Cuando llegué a Backstage estaban mirandome raro, claro, a quienes no les agrado. El resto me aplaudía con diversión en sus miradas. Después todo, era parte de la entretención.

—Dije que seria la voz de los que saben elegir —abrí mis brazos alegre y caminé coqueta.

—Lindo adorno para la torta —Roman sonrió—. Pero hubo un cambio de planes con el libreto.

—¿Qué?

—El título no podrá ser tuyo.

Sacó un par de hojas de su bolsillo trasero.
Supuse que era el libreto.

—Que sucede ahora —bufé fastidiada—. ¿Me tendré que poner a la fila?

—Un poco más... —mordió su labio.

—¿Más allá? —pasé mi mano por mi cabello—. ¡Habla Ro! ¡No me dejes así!

—La cosa es que... —se sentó— Eres mujer.

—Ese era el problema —rodé los ojos—. Iré a hablar con Triple H .

Le dije casi yéndome y dejándolo con las palabras en la boca. Estaba muy molesta, esto no era justo.

Cuando llegué a su oficina, no se encontraba nadie y eso aumentaba mi rabia así que los busqué por todos lados, pasillo por pasillo hasta que Hunter apareció.

—¿Qué es eso de que no puedo luchar por el cinturón? —le escupí al instante de verlo.

—Tranquila —habló relajado—. Hubo un cambio de planes y si quieres llegar a ese, antes debes demostrar que puedes con el de las Divas.

—Esa mierda no es para mi —traté de relajarme.

—Entonces tampoco el de Peso Pesado —se encogió de hombros—. Hacemos las cosas como yo digo, o te dejaré fuera por un mes. Tú eliges.

—¡Pero no es justo! ¡Me lo habías prometido si luchaba con Seth esta noche! ahora veo que de tal palo, tal astilla. Por eso elegiste a Seth como tu perrita lame botas.

—¡Cállate! —se enojó—. Un insulto más y cancelo tu contrato —me apuntó. Ah, caray...

—¿Lo ves? Por eso nadie es capaz de decirte nada.

—Por que así son las cosas que debe hacer un Jefe, se hacen a la manera que uno dice o todo el mundo hace lo que se les pegue la gana y nos vamos a la mierda —estiró las manos al aire.

—Las cosas que yo he hecho no los ha llevado a la basura —balbuceé mirando mis uñas.

—Ya basta Violett, he tenido que lidiar con peores personas que tú. No creas que ahora tú serás diferente y podrás vencerme.

—No me subestimes.

—No lo hago, solo te adelanto lo que va a suceder —suspiró mirando a los lados, ya se habían juntado algunas Divas a ver el show—. ¿Te parece si seguimos discutiendo en mi oficina? —pasó por al lado mio arreglando su corbata.

—Sería lo ideal —les dí una mirada a las Divas que se encontraban por ahí para luego seguirlo. Realmente esto me estaba cansando, si quiere llegar a un acuerdo, bien. Pero también sera con algunos de mis términos.

Cuando llegué ahí, también se encontraba Stephanie.

—Bueno Violett, tendrás que ser capaz de llevarte bien con las demás Divas. Porque si no, vamos mal.

—Claro, no es bueno para los negocios —rodé los ojos.

—Estás entendiendo —asintió—. Entonces, esta es la pregunta. ¿quieres el Título de las Divas?

—Si eso me hace llegar al otro... —susurré.

—Eso no será posible —Stephanie habló—. Eres mujer, ellos son hombres. ¿entiendes la idea? ¿O algo no te hace click?

—No soy tan idiota, claro que lo entiendo —gruñí—. Entonces traten de darles una oportunidad a Dean Ambrose y a Roman Reigns —propuse.

—De acuerdo —aceptó Triple H.

—Entonces páutenme una lucha con la hijita de Ric Flair —sonreí haciendo que ellos también lo hicieran y Stephanie escribiera algo en un cuaderno.

—Y Violett —habló Hunter antes de que agarrara la perilla de la puerta. Solo lo miré sin decir palabra alguna—. No volverás a luchar con hombres, es una de las reglas mas estrictas de la empresa.

—Y eso que ya estaba gustándome.

—Tampoco golpear a Seth —añadió McMahon.

—De acuerdo —rodé los ojos y abrí la puerta para salir—. Siempre le quitan lo bueno a todo.

Fui en busca de los muchachos para contarles la noticia, fui directo al camerino de Roman y ahí se encontraban.

—Chicos —susurré pasando por la puerta, no sabía como mirar a Dean y al parecer él tampoco—. Les tengo una noticia —miré a Roman.

—¿Qué sucede?

—Les dí una oportunidad para el Heavyweight championship empecé a bailar de una forma ridícula, me gustaba decirlo en íngles. Pude sentir como Dean trataba de reírse pero lo ocultaba muy bien.

—¿Qué?
Roman estaba sin poder creerlo.
—¿Cómo?

—Acepté un combate por el título de las Divas si les daban una oportunidad por el título que tiene en estos momentos Rollins —puse mis manos atrás inocente.

—¿Te... arriesgaste por nosotros? —habló por fin Dean con el ceño fruncido mientras apuntaba a Roman y a él.

—Los dejo, tienen mucho de que hablar.

Se escabulló Roman hasta la salida no sin antes darme un fuerte abrazo. Luego cerró la puerta.

—Dean, yo... —comencé y me acerqué lentamente—. Lo siento, en serio me arrepiento de haber actuado de esa forma. Fui egoísta, narcisista, antisocial, estup...

No me dejó terminar y juntó nuestros labios en un cálido beso juntando su cuerpo con el mío.

—No dejaré que te llames estúpida —acunó mi rostro en su palma.

—Lo siento —bajé la mirada.

—Ya deja de decirlo —sonrió y volvió a besarme.

—No quiero que pienses que te conseguí esa oportunidad por el Título solo para pedirte disculpas.

—No lo pienso —abrazó mi cintura—.Y para que puedas dormir por las noches, si, te disculpo —bromeó.

—Ya era hora de dejarte de rogar —reí.

—Oye, también merezco un poco de atención.

—¿No te basta con el que recibes del público?

—No ese tipo de atención.

—Yo te daré el mío —reí y lo abracé ubicando su cabeza en mi pecho—. Desde ahora somos un nosotros susurré en su oído mientras acariciaba su cabello desordenado, sentí su sonrisa.

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