Bienvenido al Infierno.
Capitulo 23.
—¿Cómo va el fútbol? —fue lo primero que se me ocurrió para hablar con Josh.
—Nuestro equipo ha ganado —habló emocionado. No sabia quienes eran, pero... a que deben ser buenos—. ¿Cómo va la Empresa? —preguntó bajando el periódico de su rostro—. Después de aquel RAW.
—He estado ayudando a Colby con su rodilla.
—Oh, ¿viven juntos?
—No, claro que no —sonreí tímida—. Mi casa está al lado de la suya.
—Entiendo —tomó un poco de cerveza, cuando su mujer empezó a gritarle. Pero no le hizo caso.
—Ha estado algo sordo, al parecer su aparato para oír le ha fallado —apuntó Susan apareciendo de repente para luego seguir conversando con Colby.
—A veces, puede ser muy insoportable Susan —me susurró Josh—. Prefiero hacer oídos sordos —me mostró el aparato, era falso.
—Buena idea —le hablé del mismo modo haciendo que él riera.
Seguimos charlando por un largo tiempo hasta que los invitados llegaron. Tal vez no lo sean, pero yo los veo así.
La señora Susan se acercó a mi emocionada y me dijo que seria un orgullo presentarme ante su familia en el patio, no pude negarme.
—Querida, ellas son Stephanie y Alexia —me hizo un gesto con la mano. Eran mucho más altas que yo, con bastantes atributos y muy femeninas. Stephanie era castaña, de ojos pardos, algo rellenita, pero sabia como lucir lo que Dios le dio, haciéndome recordar a McMahon. Y Alexia, era una muchacha rubia de ojos claros, delgada, con estilo de ser modelo, un prototipo más de la mujer "perfecta"—. Primas de Colby —agregó Susan—. Y chicas, ella es Violett Hardy.
—Un gusto —le hice un gesto con la mano porque si me acercaba a besar sus mejillas, tal vez debía saltar.
—¿Quien dijo que era? —le susurró Stephanie a Susan. Ugh.
—Violett, amiga de Colby —le respondió otra vez orgullosa.
—Es un placer... —se agachó a mi altura—. Amiga de Colby —sonrió y se marchó con Alexia. Pero que mujeres hoy en día.
—Ven, te presentaré a alguien más —me tomó del brazo, solo asentí.
—Al fin te encuentro —Colby me tomó por los codos—. ¿Conociste a mi familia?
—¿Te refieres a las primas Alexia y Stephanie, al Tío Michael, a tus abuelos Marta y Blake, a la amiga de tu madre; Sally y su hija Natalia con su novio Jordan, a tus sobrinos Paul y Bianca, a tu primo Greg, al jardinero Smith que acaba de irse y al vecino James que vino a ver de que se trataba? No, claro que no —dije con un tono sarcástico recuperando el aire. Mi cabeza estaba muy llena de información irrelevante.
—Tantos nombres para esa cabeza —rió y me abrazó por un largo rato—. ¿Quieres ir a tomar aire?
—Acabo de venir de allá.
—Pero ahora estarás conmigo —sobó mi espalda y se dirigió al patio, lo seguí y había salido el sol haciendo que se viera hermoso el césped y lo que se hallaba en el.
Fuimos a la barra y pedimos algo mientras nos apoyábamos para ver como estaba el ambiente, pero las primas no dejaban de mirarlo como si fuese un pedazo de carne. Traté de evitar eso, pero era imposible, hasta que empezaron a caminar en nuestra dirección.
—Nos vemos luego —le sonreí de lado y traté de ir con los demás, pero me tomó de la mano haciendo que me girara y besó la comisura de mis labios—. ¿Qué haces? podrían vernos —le susurré enfadada.
—¿Se fueron? —miró de reojo a las arpias. Hice lo mismo, volvieron a su lugar pateando con fuerza el césped.
—Gracias —reí y fui con los abuelos de Colby que se encontraban sentados con una sombrilla en una esquina—. ¿Disfrutan del lugar?
—Si Violett, muchas gracias por la sombrilla —me agradeció la dulce anciana.
—No es nada —me senté en el césped como indio al lado de ella—. Todo por las personas que me comprenden mejor que nadie en una situación como esta.
—Si no vas a estar en una situación agradable, por lo menos busca un buen lugar —sonrió y tomó su trago.
—Eso es verdad —le dí la razón—. ¿Pero que se celebra este día?
—Nada en realidad, solo es una ocasión donde se reúne la familia después de una semana difícil... aunque esta vez no sé porque prefirieron hacerla un día de la semana —explicó el caballero—. No tiene sentido.
Seguí mirando a todos los invitados como reían y conversaban alegremente, no sabía que hacia ahí si era una reunión familiar. La palabra lo dice, Familiar.
—Atención —Susan habló fuerte después de un largo rato, con una copa en su mano—. Se preguntarán porque estamos todos reunidos aquí un día miércoles —sonrió—. Hoy vamos a celebrar el cumpleaños de Stephanie —le hizo señas y ésta se acercó coqueta mirando de reojo a Colby—. Un brindis por eso —hizo que todos levantaran sus copas y luego las bebieran, excepto yo claro. Solo aplaudi con una sonrisa, esa mujer me hacia hervir la sangre con solo tenerla en frente.
—¿Me disculpan? Iré por un trago —avisé y me paré.
—Si, claro —asintió la señora. Le sonreí y fui a la barra donde el barman me miraba a lo lejos. Me acerqué y le pedí un jugo, si le pedía un trago sabía que esto eso no acabaría bien y terminaría insultando a todo el mundo como lo hacía mi cabeza en esos momentos. "Pero que mala persona eres" me reclamaba la misma.
—Tú cállate porque sé que también te diviertes —sonreí mirando arriba y le hice un ademán de "salud" con el jugo en la mano. ¿Estaba loca? Definitivamente.
—¿Hablando con su amigo de allá arriba? —rió el barman refiriéndose a Dios.
—Oh, no —reí con él—. Pensaba en voz alta, disculpa.
—No hay problema, suele pasar —se sirvió un trago—. ¿Cómo te ha ido al conocer a toda esta gente? —se apoyó en la barra frente a mi. Eso no estaba permitido por lo que yo tenía entendido pero le daba lo mismo.
—Son muchas personas pero pude aprenderme el nombre de todos —tomé un sorbo—. Excepto el tuyo.
—Soy Garrett. Te estaba viendo cuando la señora te los presentó a todos y con solo verlo... llegué a marearme.
—¿Quieres que te los presente? —pregunté divertida.
—No, no, no. Ya me sé el nombre de todos —terminó su trago y limpió el vaso—. He estado aquí el tiempo suficiente como para hacerlo.
—Deme un whisky en las rocas —pidió un hombre a mi lado. Solo seguí tomando hasta que alguien tomó mi hombro haciendo que girara. Era Colby—. Va a empezar el Wrestling, ¿quieres participar? —agarró el jugo de mi mano y se lo llevó a los labios.
—Por supuesto —observé como se le movía la garganta al tomar el dulce liquido—. ¿Cuando empieza?
—En unos segundos, ve a cambiarte —ordenó y terminó el jugo. Dejó el vaso en la barra.
—¿No vienes? —sonreí coqueta.
—No saldríamos del cuarto —lamió sus labios mirando los míos. Le hice caso y subí al cuarto; busqué mis cosas y allí se encontraba mi traje. Me lo puse con agilidad y recordé que había traído la camiseta corta con el logo de Austin 3:16.
Arreglé mi cabello y salí.
En el camino me encontré con varias personas con sus trajes, no me sentía tan mal después de todo.
—¡Aquí estas!
Josh me sorprendió.
—Te ves realmente hermosa.
—Gracias —sonreí tímida—. Al parecer esto es una tradición en esta familia.
—Lo ha sido desde que Colby se inició en el Wrestling, tratamos de buscar una forma de ayudarlo a entrenar y esto fue lo que salió.
—Esta familia me sorprende cada vez más —confesé.
Nos dirigimos al patio.
Estaban viendo los últimos detalles del cuadrilátero así que intenté ayudar como buena visita y puse las almohadillas en cada esquinero mientras Natalia y su novio Jordan arreglaban la lona para ver si era resistente. Por fuera del ring, por el borde, tenia una pancarta que decía Bienvenido Al Infierno, era un buen slogan.
—Todo listo —Jordan se bajó del ring. Había quedado tan bien que aproveché y le tomé una foto. Fui a sentarme y la publiqué en redes sociales con la descripción "El Wrestling no existe solamente en la WWE."
—Procura no ser tan agresiva.
La voz de Colby me sobresaltó cuando se sentó a mi lado.
—No lo soy —sonreí sin mirarlo—. Solo soy arrogante. —me burle de él, como me lo había dicho él hace unos meses.
—Violett... —advirtió.
—No les haré daño, seré lo mas profesional que puedo ser —apreté su mejilla y le entregué mi celular.
—Gracias —sonrió y guardó el celular en su bolsillo.
—No es nada —miré como se acomodaban los que iban a luchar—. ¿Quién será el primero?
—Como es tradición, la persona por la que estamos aquí —miró en dirección a la entrada del patio, hice lo mismo y ahí venia Stephanie con un atuendo que capturó la atención de todos.
Me ahorré los comentarios.
Se adentró al ring y empezó a mirar a todos los presentes en busca de alguna víctima hasta que me apuntó. Le hice un gesto de "¿yo?", esta asintió con una sonrisa y no de las simpáticas.
—De acuerdo —me encogí de hombros y me acerqué a ella inocentemente.
—¿Segura? —preguntó Josh con la camiseta de referi—. Porque ella es...
—No se moleste —lo interrumpí—. Luego lo sabrá —subí de un saltó al ring e hice lo mismo por encima de la tercera cuerda—. Hágala sonar —pedí y sonreí en espera de la campanilla.
Stephanie ya se había lanzado a mi con un candado al cuello, no era tan fuerte así que me zafé y la tiré contra las cuerdas.
Cuando venia de vuelta le hice un lazo al cuello haciendo que cayera a la lona. Se paró y le hice otro y luego otro. Quedó recostada en la lona.
Recordé las palabras de Colby así que miré a los demás en espera de que se levantara... cuando escuche la voz de Bianca gritando "¡detrás de ti!", me giré muy tarde y me aplicó Zig Zag de Dolph haciendo que mi nuca chocara en la lona de una manera brutal, no esperó que me recuperara y tomó mi cabello.
Josh se lo impidió y me soltó.
Aún asi me paró y me tiró al esquinero, tomó distancia y se lanzó contra mi. En ese momento fui más ágil y me senté arriba del esquinero haciendo que su cabeza chocara.
"A la mierda la petición de Lopez, voy a ser como soy" pensé, "a mi me provocan y luego ven de que soy capaz".
Me bajé del esquinero y ágilmente me metí entre sus piernas para ponerla en mis hombros. No pesaba nada. La tiré contra la lona con todas mis fuerzas y le hice la cuenta. Uno... Dos... se movió.
Esto no sera tan fácil como pensaba.
Me paré y esperé a que ella también lo hiciera, su rostro estaba rojo de la rabia, le hice unas señas de que se acercara y ésta enfurecida gritó mientras corría hacia mi. Cuando estuvo cerca me agaché y le bajé la tercera cuerda haciendo que saliera del ring. Los que sabían quien era me aplaudieron y gritaron, pero el resto que no me conocía hacían lo contrario.
Me senté en la lona a esperarla, pero tardo muchísimo, en la cuenta de ocho por el referi, fue cuando entró. Me levanté y se acercó a mi de la misma forma, solo le hice el Reverse Powerbomb (Alley-Oop) de Jeff Hardy, me subí encima para hacerle la cuenta y esta no llegó a tres. Recurrí al Split Legged Pin y esta vez la cuenta se completó.
—Y la ganadora es... ¡Volett Hardy! —Josh levantó mi mano—. ¡Directo desde la WWE, señores! —gritó. Sonreí y me dirigí a Stephanie.
—Espero ahora te quede claro quien soy, querida —le susurré y besé su frente para salir del ring.
—¡Violett! ¡Violett! —se acercó el pequeño Paul junto a Bianca—. ¿Nos enseñarías algunos trucos?
—Chicos... —me agaché a su altura—. ¿No han escuchado la frase "no lo intentes en la casa, escuela o ningún otro lugar"? —ellos agacharon la cabeza—. Era broma... yo también quería practicar a su edad y ahora soy lo que soy.
—¿Algún día podremos llegar a ser lo que tu eres? —preguntó tímida Bianca.
—¡Por supuesto! Nada es imposible y yo les enseñaré sobre eso. Búsquenme cuando cumplan dieciochero años.
—Gracias —me abrazaron y luego se fueron hablando de los golpes que les gustaría hacer. Sonreí y seguí mi camino hasta un lugar del césped donde llegaba la sombra y estaba Colby. Me recosté y vi como seguían luchando. Todos tenían potencial, se veía que les gustaba este tipo de deporte.
—¿Qué te pareció eso? —le pregunté.
—Desde aquí tenia una buena vista hacia tu trasero —hizo con las manos un cuadrado.
—¡Oye! —reí y lo empuje haciendo que cayera de espalda a mi lado—. Me refería a la lucha, sé que no hice mucho...
—Maravillosa —besó mi hombro y luego me miró los ojos—. Te advierto que van a querer verte luchar con todos los presentes.
—¿Estás...
—¡Contra Violett! —escuche la voz de Greg.
—Te odio —le susurré y me paré de un salto—. ¡Yeah, beibe! —grité haciéndoles creer que ya estaba recargada de energía.
Eran las 23:12 y nos encontrábamos a punto de meternos a la piscina mientras los demás estaban durmiendo. No estaba tan segura de hacer esto, pero después de un día agotador realmente lo necesitaba.
Colby se quitó todo y se quedó en boxers, esperé a que se metiera y me dijera si estaba muy fría mientras me quitaba la ropa y quedaba en ropa interior.
—Tengo que irme mañana, Colby —avisé mientras me sentaba en el borde y mojaba mis pies.
—Violett, no ha pasado ni siquiera un día —explicó y mojó su cabello. Se veía tan sensual sobre sus hombros.
—Pero necesito ir a entrenar para el lunes demostrarle a McMahon quien manda —expliqué también y moví mis pies, estaba muy fría—. La tarde fue maravillosa y todo, pero debo hacerlo.
—Ven aquí —me hizo un gesto con las manos, solo negué—. No me hagas ir por ti, sabes lo que puedo hacer —advirtió.
—Lo haré no porque tu lo digas, sino porque yo quiero —le aclaré, rodó los ojos y soltó una risita—. Diablos —mordí mi labio al sentir el agua tocar mi cintura y casi congelarme. Me hundí hasta abajo y volví a salir, eso suele ser mejor.
—Mañana partimos temprano —me acercó a su cuerpo para abrazarme por la cintura.
—No es necesario, puedo irme sola —toqué su cabello.
—No, yo te traje y yo te dejaré en casa, ¿de acuerdo? —me miró a los ojos.
—No me hagas que te responda como ese cliché de película —reí bajando la mirada. Colby tenia algo en su mirada que me intimidaba e impedía que lo mirara al hablar.
—Entonces... —dio una risa divertida—. ¿De acuerdo?
—De acuerdo —me afirmé de su cuello y apoyé mi mejilla junto a la suya. Él solo me afirmaba y daba vueltas por la piscina, no hacía falta añadir una conversación donde no se necesitaba, todo era perfecto así.
—Tienes un moretón —me susurró en el oído mientras pasaba los dedos por mi hombro, dolía muchisimo.
—Fue cuando tu primita plástica entró en el ring a defender a su hermana —Lo miré, me refería a Stephanie defendiendo a Alexia—. No sé como pudiste sacarla del ring si me sostenía del cabello.
—Ella sabia que era yo —sonrió.
—No me digas, ¿conocía el tacto de tus manos? —bromee levantando una ceja.
—Algo así —dio un beso en mis labios al ver que mi rostro cambiaba.
—¿Qué? —la bilis subía por mi garganta de una manera. Sentía repulsión más que nada porque eran familia.
—Solo bromeaba —rió—. Es mi prima, por favor. ¿No creiste que yo... ¡no!
—Perdón, pero la forma en que te mira no es normal —levanté las manos al aire.
—¿Celosa?
—Dime que no vas a empezar con eso ahora, porque si es así mejor me voy —me solté de su agarre.
—Pero respóndeme —exigió con una sonrisa burlesca en sus labios.
—¿Qué tiene que ver eso con lo que te estaba comentando? —me acerqué a una de las orillas para salir.
—Respóndeme y yo te responderé —se acercó a mi y me acorraló contra su cuerpo—. No se como llegamos a este punto.
—Sé que tu y yo sabemos la respuesta, no hay porque seguir con esto —me crucé de brazos.
—Quiero escucharlo de tus labios —tiró su cabello hacia atrás.
—Entonces puedes quedarte aquí esperando todo el tiempo que quieras porque no lo diré —le sonreí sarcástica. Esto era absurdo y sabía que de alguna forma me sacaría la respuesta.
—¿Ah, no? ¿no lo dirás? —me sujetó de la cintura y nos hundió en el agua por un largo tiempo.
—¡Que te pasa! —traté de recobrar el aire, no había tenido el suficiente cuando lo hizo, estaba desprevenida—. ¡Casi muero!
—No exageres —rió y quitó el cabello de mi cara—. ¿Me dirás?
—No —dije cortante, pero lo volvió a hacer—. ¡¿Puedes dejar de hacer eso?!
—¡¿Puedes responderme?! —se burló de mi.
—No te burles —advertí. Y nos hundió otra vez.
—Esto es divertido —sonrió y agarró mis piernas para ponerlas en sus caderas—. Toma aire.
—Ahora me avisas —me afirmé de su cuello y tomé aire, él lo hizo también y se hundió conmigo encima. Estando abajo, podía sentir el agua en mis oídos, abrí los ojos y Colby se acercó a besarme, las burbujas que salían de sus fosas nasales me hacían cosquillas al salir a flote, cuando me soltó nos miramos varios minutos con una sonrisa, hasta que salimos al aire. Me sujetó del cuello y volvió a besarme, pero esta vez profundizándolo más—. No vas a lograr lo que tienes en mente —mordí su labio y me solté de su agarre para salir de la piscina y llevar mi ropa al cuarto.
Cruce la entrada silenciosamente para no hacer ruido y despertar a alguien, subí las escaleras con las puntas de los pies hasta llegar al cuarto; cuando lo hice, me dirigí al baño y tomé una ducha. Tenia que quitarme el cloro de la piel, tal vez se me había decolorado el cabello, pero de todos modos tenía que teñirlo.
Recordé que se me había quedado la toalla, y la puerta se había abierto, supuse que fue Colby así que lo llamé.
—¿Necesitas algo? —tocó la puerta.
—¿Podrías traerme la toalla?
—Vale —respondió y sentí como abría mi maleta, pasaron unos cuantos segundos y la puerta se abrió.
—Gracias —la recibí y salí de allí cubierta en ella—. Oye, esta toalla tiene tu rostro.
—La compré para ti —tomó su toalla y se dirigió al baño.
—Eres increíble —reí divertida, no puede ser más narcisista. Busqué la polera que Colby había dejado tirada en el suelo y me la puse con uno de sus boxers de sus cosas. Luego me metí en la cama a revisar mi celular, estaba apagado.
Lo encendí y revisé todo lo nuevo que había en las redes sociales. Habían rumores entre Colby y yo, pero lo deje pasar. Roman había seguido con el problema entre el decrépito Vince y el Título al igual que su hermano y los Usos. En las Divas ya se estaban discutiendo por quien tendría la mariposa nena en su poder pero eso no pasaría porque no sería tan fácil deshacerse de mi.
Por otro lado, estaban los mensajes que no dejaban de sonar mandados por un psicótico, ignoré todo eso y lo dejé a un lado, solo tenia que preocuparme por los días que tenía que entrenar para el Monday Night RAW. Puse el aparato en silencio y me acomodé para dormir, estaba cansada.
Mis ojos se fueron cerrando poco a poco cuando unas manos me abrazaron por la cintura y me pegaron a su pecho. Junté mis pies con los suyos mientras subía las mantas a la altura adecuada y usaba su brazo como almohada, escuché una suave risa por su parte y puso su cabeza junto a la mía.
—Debes teñir tu cabello, púrpura —susurró.
—Tú también, oxigenado.
Desperté con el peso de algo sobre mis pulmones, abrí los ojos y traté de salirme pero solo era Colby. Eso me hizo recordar todas las noches en las que dormía con Jonathan, tenia que hacerle cosquillas y me soltaba. No había noche en que no pasara lo mismo.
Distraje esos pensamientos y me levanté, eran las siete de la mañana y era mejor irme sin despertar a Colby porque si lo hacia no saldríamos hasta medio día.
Arreglé mis cosas y bajé con silencio... pero no fue buena idea porque Josh se encontraba tomándose una taza de café y al notar una presencia miró en mi dirección. Me sonrió.
—Oh, Violett. ¿No quieres una taza de café? —ofreció con una sonrisa.
—Discúlpeme, pero tengo que irme —hice una mueca—. Dígale a la señora Susan que me disculpe, pero era urgente.
—Claro querida, ¿no quieres que te vaya a dejar? —se paró.
—Yo... solo dígame donde queda el aeropuerto.
—Iré a dejarte —sacó su chaqueta del respaldo de la silla y buscó las llaves para irnos.
La trayectoria fue larga pero supimos como hacerla corta mientras conversabamos. Era un hombre muy interesante y profundo a la vez, sus palabras eran muy sutiles y educadas, lo que decía era muy justo y necesario. Pude identificarme con él, cosa que no hacía con todo el mundo.
—Gracias por traerme —le dediqué una sonrisa—. Lo siento si no pude conocerlos mejor, si hubiera sido en otras circunstancias todo tal vez hubiera sido diferente.
—No será la última vez que nos visitaras, eso te lo aseguro —estrechó mi mano—. Que tengas buen viaje.
—Gracias —respondí, me giré y subí al avión que estaba a punto de despegar a mi destino.
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