Tras ver la hora, gaon se apresura a tomar sus cosas e irse a casa porque tal vez O.de estaria preocupado por él.

— Hey, hey, espera ¿adonde vas tan rápido?

— Lo siento, hermano, pero mis amigos me esperan en casa y no les dije que vendria aqui.

— Oh, asi que tienes amigos...¿puedo ir también?

— Bueno, pero debo advertir que será la primera que invito a alguien a la casa.

Changbin expresa con sus movimientos faciales que está bien, de igual forma, trata a varios pacientes de diferentes personalidades.

O.de se quedó dormido en el sofá debido a que estuvo todo el rato observando la puerta y teniendo la esperanza de que fuera abierta por el dueño de la casa.

Sin embargo, el sonido de las llaves interrumpieron su sueño y se levantó abruptamente para acercarse nuevamente a la puerta.

Al ver por el agujero, se alegró de que fuera su novio, pero al lado de él habia un tipo que no lo reconocia.

Cuando la puerta se abrió, gaon se abalanzó hacia su novio con mucha alegria.

— ¡O.de, perdón por llegar tarde! —exclama— te juro que te compensare, pero no te enojes ¿si?

La verdad, le era imposible enojarse con él cuando hacia esa linda carita de cachorrito apenado.

— Nunca me enojaria contigo, eres muy lindo.

Por otro lado, changbin estaba atónito ¿su hermano estaba abrazando a la nada y llamando a alguien "O.de"? le resultó extraño y quizás su especialidad como psiquiatra le decia que algo no cuadraba bien.

— Perdón por interrumpir, pero ¿quién es O.de?

Gaon estaba tan perdido en su mundo de romance que se habia olvidado de la presencia de su hermano.

— Oh, disculpame hermano, él es mi novio y llevamos un año de relación.

— Vaya, felicidades a ambos.

Finge saber que también ve al supuesto "novio" para no arruinar el ambiente y que su hermano sufra.

Sabe que le costará mucho tiempo entrarlo en razón, pero hará lo posible para decirle que aquellas "personas" con las que vive no son reales.

— Oh, por cierto, llamare a los demás para que los conozcas también.

— No creo que sea necesario, tal vez esten ocupados...

— ¡Para nada! son unos holgazanes, aunque a veces ayudan a limpiar de vez en cuando.

La alegria de gaon era tan radiante como el sol, algo que nunca habia visto desde antes de que los separaran hasta ahora.

A pesar de que se sentia incómodo, hizo lo posible para seguirle el hilo y evitar molestias.

— Bueno, si quieres llamarlos, hazlo.

Su sonrisa de oreja a oreja le alegraba a changbin, pero también sentia tristeza cuando veia que gaon estaba viviendo una realidad muy ajena a la que existe y que en cualquier momento se desmoronaria.

Pero no queria ser el culpable de que eso sucediera.

Todos se encontraban sentados en la mesa mientras probaban la cena.

Desde la perspectiva de gaon, observaba a sus amigos y a changbin.

Pero desde la perspectiva de su hermano, él solo veia a gaon y asientos vacíos a su alrededor que tenian platos servidos pero nunca tocados.

Se le estaba haciendo más complicado tener paciencia y estar tranquilo para no alterar a gaon.

Terminó su platillo lo más rápido posible y se levantó para dejar el plato en la cocina.

— Parece que tenias hambre ¿no quieres más?

— No, estoy lleno, gracias igual.

Su hermano al entenderlo, siguió comiendo la cena mientras hablaba con sus "amigos".

Durante esas dos largas horas, changbin no habló con ninguno de los chicos.

Cuando fuer hora de despedirse, gaon abrazó a su hermano y le deseó un buen viaje a su hogar.

— Estare bien, mi esposo me espera en casa.

— Oh, no me lo habias dijiste antes.

— En otra oportunidad lo puedo traer para que lo conozcas ¿qué te parece?

— ¡me parece estupendo! me avisas y yo preparo todo.

— Bien, nos vemos.

Tras despedirse ambos, se fue alejando de la casa hasta estar muy lejos del lugar y por fin tomar aire.

Fue una visita muy rara para él, pero entiende que los factores negativos por los cuales vivió su hermano, terminara imaginando a personas que lo ayudaban con su dolor, aunque a la vez igual le hacian un daño por hacerlo vivir una fachada de realidad.

Su mente daba vueltas y vueltas, pensaba que métodos psicológicos o espirituales usar.

Fue entonces que se acordó que su esposo era un vidente, aunque habia dejado de lado el usar su poder, todavia los conservaba.

Condució lo más pronto posible a su hogar y al abrir la puerta, buscó a su esposo, quien estaba preparando palomitas.

— ¡Amor! —dijo— necesito de tu ayuda

Felix se sorprendió por la inesperada llegada de su esposo, pero le sonrió como de costumbre.

— Dime ¿te metiste en problemas?

— No, más bien trata sobre mi hermano.

Apagó el fuego luego de que las palomitas se hicieran y asi ponerle más atención a lo que deseaba decirle su marido.

Luego de unos minutos, comprendió todo.

— Entiendo ¿y quieres que use mis habilidades para convencerlo?

— No se si te crea, pero por lo menos hagamos el esfuerzo de abrirle los ojos.

— Bien, hare lo que este en mis manos.

— Gracias, cariño.

Ambos se besaron con tanto afecto y reteniendo en sus mentes el plan que llevarian a cabo en la próxima visita que harian a la casa de gaon.

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