Advertencia

En este capitulo se hablara de temas sensibles.

Por favor, no sigas leyendo en caso de que te incomode.

- ¿Eso es todo?

- Si, no tengo nada más que decir.

- Bien, a pesar de que me relataste toda tu vida, siento que me ocultas algo por miedo a mi reacción ¿me equivoco?

Sus manos sudaban y sentia un aire frío recorriendole el cuerpo.

Se sorprendió por la gran intuición de su hermano tras descubrir su fallido intento de no contar aquel suceso.

En aquel tiempo, quiso contarle a sus padres, pero ellos sólamente estaban ocupados en otros asuntos.

No tomaban en cuenta su opinión o siquiera escucharlo, incluso se desquitaban con él para aliviar el estrés que acumulaban en el trabajo.

Jamás le dieron la atención necesaria, ni mucho menos el amor que necesitaba y que lo recibia su hermano.

Sintió celos en ese momento.

Pasaron 30 minutos desde que ambos se dirijieran alguna palabra.

- Está bien, lo dire.

- Bien, te escucho.

Comenzó a relatar aquel horrible momento donde su tío se despidió de sus padres y al cerrar la puerta, puso el seguro para que nadie interrumpiera.

Subió por las escaleras hasta llegar a su habitación, encontrandolo sentado en el suelo mientras leia un libro.

Sintió como le tocaba el hombro para llamar su atención y después acercarse a su oreja para decirle "vengo a jugar contigo"

Él, con su mente inocente, le habia hecho caso y lo siguió hasta su cama.

De pronto, este hombre empezó a besarlo.

Queria salir de aquel sitio porque no le gustaba aquella sensación, pero le impidió huir, volteandolo boca abajo y amenazandolo con matar a toda la familia si no lo obedecia.

Fue entonces que ese día su estado de ánimo, su personalidad, su vida, todo de él cambió.

Tras terminar su relato, Changbin mantenia una mirada seria al recordar que justo ese día era el cumpleaños de su amigo y, por lo tanto, no pudo cuidar de gaon.

Es por eso que eligieron a su tío como reemplazo sin sospechar lo que haria después con su hermano que tenia en aqueños tiempos sólo 9 años.

Apretó sus puños de la rabia que lo consumia.

Ahora entendia el por que siempre que iba de visita a la casa, su hermano pequeño se escondía en el armario y no era capaz de convivir en la cena familiar.

- Dime, gaon ¿eso te lo hizo más de una vez?

Su pregunta lo inquietaba.

- Si.

Golpeó la mesa tan fuerte que casi parte en dos su escritorio.

El menor se asustó y se alejó un poco porque temia ser golpeado como lo fue en el pasado.

- Perdón por asustarte, pero me da coraje el que no pude hacer nada por ayudarte cuando más me necesitabas.

El menor se acercó hacia él para abrazarlo y darle consuelo.

- Hyung, no fue tu culpa, además de que él ya no está vivo por lo que me entere.

- Si, lo asesinaron, pero aún asi eso no repara el gran daño que te causó.

- Lo sé, pero por eso harás lo posible para que mejore ¿verdad?

- Por supuesto, después de todo, haria lo que fuera para verte feliz y sano.

Mantuvieron aquel abrazo por unos minutos más.

Ambos necesitaban esa cercania de hermandad que los unía desde pequeños y que fue arrebatada por el egoismo de sus padres al tratar de separarlos, haciendo que tuvieran una crianza distinta.

O.de estaba dando vueltas por todo el pasillo de la sala.

Estaba preocupado por su novio que habia salido hace más de 3 horas de la casa por aquel "trámite".

Pensaba lo peor: que tuvo un accidente, lo secuestraron, le robaron o algo más grave.

Todo esto le recordaba cuando también vivia en el mundo exterior junto a los demás chicos.

Era un joven amable y alegre con grandes metas, pero su vida fue acotada por un lunático fugitivo de la prisión que lo apuñaló en el cuello y lo dejó moribundo en las calles.

Los demás también tuvieron ese desfavorable destino, pero de otras formas.

Jungsu fue ahorcado y tirado bajo las profundidades del río por su novio.

Jooyeon fue quemado vivo.

Junhan fue golpeado hasta la muerte por su padre abusivo.

Gunil fue asesinado por su madre, quien luego lo descuartizó para desaparecerlo.

Todos sufrieron una muerte horrible, pero se convertieron en almas en pena debido a que no podian descansar en paz.

Las antiguas leyendas dicen que cuando existe un alma en pena vagando por las calles, es posible que les interese un sitio en donde hospedarse y cuando lo consigue, se vuelve un prisionero, siendo incapaz de poder salir del lugar.

Y asi sucedió.

Ellos deambulaban por los alrededores mientras se decidian en que casa se quedarian a "vivir".

El destino dirigió sus miradas en una color beige. Dentro, se encontraba un pequeño e indefenso gaon quien estaba siendo golpeado por su padre.

Sintieron lástima por aquel niño, asi que prometieron hospedarse para cuidarlo e intentar alegrar su amarga y oscura vida.

Nunca se imaginaron que ese chico tan inocente pudiera ser un contrareloj para que ellos pudieran seguir conviviendo en el mundo como expectros.

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