El día habia amanecido con unos grandes rayos de sol, haciendo que las personas usaran sombrillas y se refrescaran con alguna bebida deliciosa mientras comparten con sus amistades.

Sin embargo, gaon no se sentia igual.

Desde hace unos días estaba decaído, no comia regularmente, incluso, se desmayó en plena prueba de matemáticas.

Su hermano sabia que le ocurria algo, pero no sabia la causa.

¿Será por pena de amor? Pensó.

Después de todo, no habia vuelto a pisar esa casa desde ese día.

Por otra parte, felix intentaba animar a su cuñado enseñandole a cocinar brownies, su especialidad.

—Quiero volver a casa.

—Claro que puedes ir ¿pero estás seguro de que soportarás verlo? recuerdo haber visto que no terminaron bien.

Cabizbajo, mientras colocaba el resto de la masa en la bandeja, pensó si realmente valdria la pena ir después de saber que su corazón aún no podia olvidarlo.

De todas formas, debia ir.

—Estare bien, te llamaré si ocurre algo.

Miraba aquella puerta que alguna vez fue blanca y ahora sólo habian rastros de esta debido a los largos años desde que fue pintada alguna vez.

Aún asi, tenia miedo de abrirla, de no saber cómo reaccionar cuando los vuelva a ver porque sentia culpa de haberlos abandonado y ser egoísta.

Tragó saliva y abrió aquella cerradura sin mucho esfuerzo.

Dentro, todo estaba oscuro y frente a él se encontraban en medio de un círculo aquellos chicos que fueron los primeros amigos que tuvo.

—Oh, regresaste ¿cómo has estado? —preguntó junhan—.

—¿Regresaste para decirnos algo? —intuyó jungsu—.

—Chicos... ¿me podrian dejar a solas con él?

Todos asintieron para luego levantarse del suelo y subir a las habitaciones.

—O.de, yo...

Fue interrumpido tras un abrazo inesperado del mayor.

—Te extrañe...te extrañe tanto —entre lágrimas, decia—.

A pesar de que se esforzó por no aceptarlo, cayó ante esos ojos de tristeza y también porque su corazón extrañaba verlo.

—Debi haberte dicho la verdad desde un principio...pero tenia miedo y aún asi te perdi. Soy un estúpido.

Con una de sus manos, sostuvo el rostro del otro.

—No te culpes, de todas formas queria arreglar este asunto y que aceptes mi decisión.

—No importa cual sea, sólo quiero tu bienestar si eso significa que te alejes de mi.

Sintió compasión por él. Después de todo, sufrió tanto en vida que incluso la estaba pasando peor estando muerto.

Luego de unos minutos, lo notaba borroso, como si en algún momento podria desaparecer.

—O.de ¿que te ha ocurrido? —preguntó—.

—Supongo que es debido a que te fuiste y esta casa no pudo absorber más de tu energía vital que nos da "vida" a nosotros.

—Entiendo...entonces ¿deberia quedarme?

El mayor respiró hondo.

—No vale la pena que pierdas tu vida para quedarte a mi lado, además, tú tienes mucho por vivir, mientras tanto yo...

No terminó de hablar debido a que gaon lo besó.

A pesar de querer alejarlo para no hacerle más daño, los sentimientos que habia desarrollado por él eran más fuertes.

De pronto, tuvieron que separarse porque el menor empezó a toser, siendo asi que al taparse con su mano, sintió un líquido en él y al extenderlo, observó manchas de sangre.

—No puede ser...

—¡Gaon! Oh dios ¿qué hago?

—O.de, calma, quizás no es nada grave... —tose— aunque me duele la cabeza.

—Esto no está bien, llama a tu cuñado o tu hermano.

El menor hizo caso y marcó a felix, quien estaba esperando a que llegara.

—Hola gaon ¿cómo te fue...?

—Cuñado, necesito ayuda —tose— no me siento bien...

La llamada se cortó abruptamente debido a que su cuerpo no resistió más y cayó inconsciente al suelo.

Felix quedó preocupado después de que le haya cortado, entonces salió de su casa hacia el coche mientras llamaba a su marido contando lo que sucedió.

Abrió la puerta de un golpe y al ver a gaon, corrió hacia él y lo cargo en sus brazos, observando que en sus manos habia rastros de sangre como en su boca.

—Oh no, esto es peor de lo que esperaba...

Sin embargo, observó a O.de, quien lloraba en un rincón.

—Hey, chico, no te culpes...

—¿Y como quieres que me sienta?... es mejor de que te lo lleves antes de que sea tarde.

El mayor lo miró con lástima, pero tenia razón, además, notó que aquel chico no tenia una de sus manos a causa de la energía vital.

—Bien, hare lo posible para mantenerlo a salvo ¿y tú? ¿los demás? ¿estarán bien?

Giró su cabeza hacia él y le sonrió.

–Siempre estamos bien, después de todo, quizás llegue el día donde podamos descansar en paz...

—Entiendo.

Cargó a gaon y lo subió al auto para viajar hacia el hospital más cercano.

Una semana después, el menor abrió los ojos y quiso moverse, pero le dolia el pecho, acto que hizo quejarse.

—¡Hermano! con cuidado, todavia sigues delicado.

—Changbin...¿qué pasó?

Felix interrumpió para poder decirlo con más calma.

—Vomitaste sangre y estabas inconsiente cuando llegue a buscarte, asi que tuvieron que internarte urgentemente. Por ahora debes descansar.

Tras oir aquello, recordó el rostro de O.de, quien estaba preocupado por verlo tan mal.

No alcance a decirle que lo amo demasiado a pesar de que no sea de este mundo... Pero creo que me prohibiran verlo después de lo que sucedió.

¿Qué deberia de hacer...?

|   9 0 3   p a l a b r a s   |