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004. diana conoce a hermione

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𝐝𝐢𝐚𝐧𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐨𝐜𝐞 𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐢𝐨𝐧𝐞

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Había una cosa que Diana deseaba más que nada era comer algún dulce, deseando internamente que en ese tren hubiera alguien vendiendo dulces. En aquella escuela privada que sus padres la obligaron a ir durante unos años era ella la que llevaba dulces de contrabando y los vendía.

Como a las doce y media se escucharon unos ruidos y una mujer de cara sonriente y hoyuelos se asomó y les dijo:

⎯¿Quieren algo del carro?

Diana fue la primera en saltar de su asiento, luego Harry se puso junto a ella, los dos queriendo comprar algún dulce. Diana agarró varios dulces y se apresuró a pagar y sentarse, acomodando sus dulces a su lado.

⎯Tenías hambre ⎯dijo Ron con burla.

Diana se sonrojó ligeramente, pero de todos modos respondió:

⎯Yo siempre tengo hambre.

Ron hizo un gesto con la cabeza, pensando que con sólo ese comentario, Diana se había ganado su amistad. Harry también terminó con varios dulces comprados, que dejó en el mismo montón que los dulces de Diana.

Ron sacó un arrugado paquete de su bolsillo y sacó uno de los cuatro bocadillos.

⎯¿Qué es eso? ⎯preguntó Diana ladeando la cabeza ligeramente y arrugando la nariz.

⎯Ah, es carne en conserva... ⎯murmuró Ron.

Diana miró el montón de sus dulces con los de Harry y sus ojos brillaron cuando se le ocurrió una idea. Agarró uno de los dulces y estiró su mano hacia Ron.

⎯Ten, come ⎯le dijo con calma.

⎯No, no, yo estoy bien con esto ⎯dijo Ron negando con la cabeza y sonrojándose.

Diana lo miró con una extraña seriedad.

⎯No era una pregunta ⎯dijo volviendo a sonreír.

Ron supo que Diana no se iba a rendir así que dejó de lado la carne en conserva y agarró un dulce cuidadosamente.

⎯¿Qué son éstos? ⎯preguntó Harry agarrando un envase de ranas de chocolate⎯. No son ranas de verdad, ¿no?

Diana y Ron se miraron con ganas de reír, pero Ron habló primero:

⎯No. Pero mira qué cromo tiene. A mí me falta Agripa.

⎯¿Qué?

⎯Son cromos que puedes coleccionar de brujas y magos famosos ⎯explicó Diana⎯. Mi sueño es tener mi propio cromo, ¿se imaginan?

Harry desenvolvió su rana de chocolate y sacó el cromo. Diana vio el cromo que tenía Harry en la mano y sonrió.

⎯¡Así que éste es Dumbledore! ⎯dijo Harry antes que Diana pudiera decir algo parecido.

⎯¡No me digas que nunca has oído hablar de Dumbledore! ⎯dijo Ron.

⎯¿Cómo va a conocer a Dumbledore si se crió con muggles? ⎯preguntó Diana.

Ron se sonrojó.

⎯¿Puedo servirme una rana? ⎯preguntó⎯. Podría encontrar a Agripa... Gracias...

Diana vio que Harry volteaba la tarjeta.

Albus Dumbledore, actualmente director de Hogwarts. Considerado por casi todo el mundo como el más grande mago del tiempo presente, Dumbledore es particularmente famoso por derrotar al mago tenebroso Grindelwald en 1945, por el descubrimiento de las doce aplicaciones de la sangre de dragón, y por su trabajo en alquimia con su compañero Nicolás Flamel. El profesor Dumbledore es aficionado a la música de cámara y a los bolos.

Diana vio como Harry volteaba otra vez el cromo y como su rostro reflejaba asombro.

⎯¡Ya no está! ⎯dijo Harry con sorpresa.

⎯Bueno, no iba a estar ahí todo el día ⎯contestó Diana con burla.

⎯Ya volverá ⎯añadió Ron⎯. Vaya, me ha salido otra vez Morgana y ya la tengo seis veces repetida... ¿alguno de los dos no la quiere?

⎯Yo quiero ⎯dijo Diana a pesar que no le interesaba coleccionar cromos.

Harry y Diana se dieron cuenta que Ron miraba mucho las ranas de chocolate.

⎯Sírvete ⎯dijo Harry⎯. Pero oye, en el mundo de los muggles la gente se queda en ñas fotos.

⎯¿Eso hacen? Cómo, ¿no se mueven? ⎯Ron estaba atónito⎯. ¡Qué raro!

⎯Lo mismo te podría decir un muggle pero al revés ⎯dijo Diana⎯. En mi casa tenemos varias fotos muggles, que no se mueven.

⎯¿Por qué? ⎯se interesó Ron.

⎯Yo vivo en un barrio muggle, y a veces iba una señora muggle a cuidarme cuando era más pequeña... hasta que espanté a todas las que mi mamá conocía. Pero de vez en cuando teníamos visitas de muggles así que no podíamos tener fotos que se movieran ⎯se explicó Diana.

⎯¿En serio vives en un barrio muggle? ⎯preguntó Harry.

Diana asintió con la cabeza. Después de un rato de comer ranas de chocolate, Harry abrió una bolsa de grageas de todos los sabores.

⎯Tienes que tener cuidado con ésas ⎯le dijo Diana⎯. Cuando dice «todos los sabores», es eso lo que quiere decir.

⎯Ya sabes, tienes todos los sabores comunes, como chocolate, menta y naranja, pero también puedes encontrar espinacas, hígado y callos ⎯dijo Ron⎯. George dice que una vez encontró una con sabor a duende.

Diana dejó de hablar por un rato mientras sacaba su libreta para seguir dibujando, pero esta vez se puso a dibujar a su gato Coco. Observó cómo un chico de cabello castaño y cara redonda preguntaba por su sapo y obervó cómo un rato después apareció una chica de cabello castaño muy desordenado y decidió dejar de lado su dibujo para concentrarse en la chica.

⎯¿Alguien ha visto un sapo? Neville perdió uno ⎯dijo. Tenía voz de mandona y dientes de delante bastante largos.

⎯Ya le hemos dicho que no ⎯dijo Ron y Diana lo miró con el ceño fruncido preguntándose por qué el tono de mal humor. Era solamente una niña ayudando a su amigo a encontrar su mascota.

⎯No, lo siento ⎯dijo Diana.

⎯Oh, ¿estás haciendo magia? Entonces vamos a verlo ⎯dijo la niña.

Diana alzó una ceja, pensando que hacer magia en el tren no era la gran cosa... a menos que la chica nunca haya visto magia antes, lo que podría significar que era hija de muggles.

La chica se sentó sin ser invitada.

⎯Eh... de acuerdo. ⎯Ron se aclaró la garganta⎯. «Rayo de sol, margaritas, volved amarilla a esta tonta ratita.»

Agitó la varita y como Diana se esperó, no pasó nada.

⎯¿Estás seguro que es el hechizo apropiado? ⎯preguntó la niña, irritando un poco a Diana⎯. Bueno, no es muy efectivo, ¿no? Yo probé unos pocos sencillos, sólo para practicar, y funcionaron. Nadie en mi familia es mago, fue toda una sorpresa cuando recibí mi carta, pero también estaba muy contenta, por supuesto, ya que ésta es la mejor escuela de magia, por lo que sé. Ya me he aprendido todos los libros de memoria, desde luego, espero que eso sea suficiente... Yo soy Hermione Granger. ¿Y ustedes quienes son?

Dijo eso tan rápido que Diana se sorprendió de que no haya perdido el aliento. Además le sonrió, entendiendo que esté emocionada y que se haya aprendido los libros de memoria.

⎯Yo soy Diana Hathaway ⎯dijo Diana.

⎯Yo soy Ron Weasley ⎯murmuró Ron

⎯Harry Potter ⎯dijo Harry.

⎯¿Eres tú realmente? ⎯dijo Hermione⎯. Lo sé todo sobre ti, por supuesto, conseguí unos pocos libros extra para prepararme más y tú figuras en Historia de la magia moderna, Defensa contra las Artes Oscuras y Grandes eventos mágicos del siglo XX.

⎯¿Estoy yo? ⎯dijo Harry, visiblemente abrumado.

Diana quiso comentar algo sobre lo irrespetuoso que le parecía lo que Hermione acababa de decir, pero no lo hizo, sólo hizo una mueca y siguió dibujando.

⎯Dios mío, no lo sabes. Yo en tu lugar habría buscado todo lo que pudiera ⎯dijo Hermione.

Diana se contuvo de rodar los ojos (cosa que le costó bastante, porque, además de molestarle en tono de voz que la chica usaba, no le gustaba la actitud que estaba teniendo) y se puso a seguir dibujando ignorando cada palabra que Hermione decía.

Cuando por fin Hermione se fue del compartimiento, Diana rodó al fin los ojos.

⎯Cualquiera que sea la casa que me toque, espero que ella no esté ⎯dijo Ron luciendo molesto⎯. Que hechizo más estúpido, me lo dijo George. Seguro que era falso.

⎯¿En qué casa están tus hermanos? ⎯preguntó Diana.

⎯Gryffindor ⎯dijo Ron, extrañamente deprimido⎯. Mamá y papá también estuvieron allí. No sé que van a decir si yo no estoy. No creo que Ravenclaw sea tan mala, pero imagina si me ponen en Slytherin.

⎯Yo no creo que quedes en Slytherin, Ron ⎯dijo Diana⎯. No eres mala persona.

⎯¿Esa es la casa en la que Vol... quiero decir Quién-tú-sabes... estaba?

⎯Ajá ⎯dijo Ron.

Diana suspiró dándose cuenta que le estaba entrando el sueño, así que se acomodó en el asiento y cerró los ojos preparándose para dormir. 

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