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7.

El día de la competencia llegó, y la emoción se podía sentir en el aire. La pista de patinaje estaba llena de energía, con patinadores calentando y periodistas corriendo de un lado a otro, capturando cada instante. Hyunjin se encontraba en la entrada, observando el bullicio mientras su corazón latía con fuerza. A su lado, Jeongin lo miraba con una mezcla de orgullo y preocupación.

—Todo estará bien —le dijo Jeongin, dándole una ligera palmadita en la espalda—. No te preocupes por nada más. Ve a ponerte con los demás patinadores y concéntrate en tu rutina.

Hyunjin asintió, sintiendo que la seguridad en la voz de Jeongin le daba un poco de calma. Sin embargo, antes de que pudiera dar un paso hacia el vestuario, un grupo de periodistas se abalanzó sobre ellos.

—¡Yang Jeongin! —gritó uno de ellos, levantando su micrófono—. ¿Es cierto que estás de vuelta en el mundo del patinaje artístico?

—¿Qué haces aquí? —preguntó otro periodista, mientras las preguntas se amontonaban—. ¿Eres el nuevo entrenador de este chico?

Jeongin levantó una mano para detener las preguntas. —Solo estoy aquí como entrenador. Mi enfoque está en ayudar a Hyunjin en su competencia.

Pero las preguntas no cesaban. Los reporteros querían saber más sobre su carrera pasada, su relación con Hyunjin y si había planes de volver a patinar profesionalmente. Hyunjin se sintió incómodo al ver a Jeongin ser bombardeado por tantas preguntas, pero sabía que era parte del juego.

Finalmente, Jeongin logró despegarse del grupo y le dio una última mirada a Hyunjin.

—Ve a prepararte. Te veré en la pista.

Con un último suspiro, Hyunjin se dirigió al vestuario, donde los otros patinadores se estaban preparando para sus actuaciones. La energía era palpable, y él podía sentir la presión que todos estaban sintiendo. Se puso su traje de competición, sintiendo cómo la tela se ajustaba perfectamente a su cuerpo. Mirándose en el espejo, recordó la noche anterior que compartió con Jeongin. Una sonrisa involuntaria apareció en su rostro al recordar la conexión que habían tenido.

Cuando salió del vestuario, la pista estaba llena de gente. Los espectadores estaban listos para disfrutar del espectáculo, y los otros competidores ya estaban en el hielo, mostrando sus habilidades. Hyunjin tomó un respiro profundo y trató de calmarse mientras escuchaba al narrador presentar a los patinadores.

—Y ahora, el siguiente competidor es Hwang Hyunjin. Se espera mucho de este joven, ya que su entrenador es nada menos que Yang Jeongin, una leyenda en el mundo del patinaje artístico.

Las palabras del narrador resonaron en sus oídos mientras avanzaba hacia el hielo. El aplauso del público lo envolvió como un cálido abrazo, y sintió cómo su confianza comenzaba a crecer. Se colocó en la posición inicial y cerró los ojos por un momento, recordando las palabras de Jeongin: "Todo estará bien".

La música comenzó a sonar y Hyunjin se lanzó al hielo con gracia. Cada movimiento fluía con naturalidad; sus giros eran precisos y sus saltos estaban llenos de energía. Mientras patinaba, no podía evitar pensar en lo que había pasado la noche anterior con Jeongin: el beso, la conexión que habían compartido. Esa emoción lo impulsaba a dar lo mejor de sí mismo.

El público estalló en aplausos cuando completó su rutina, y él sintió una ola de euforia recorrerlo. Al terminar, se detuvo en el centro de la pista y sonrió ampliamente, sintiendo que había dejado todo en el hielo.

Cuando salió de la pista, las felicitaciones llovieron sobre él. Sus compañeros lo abrazaban y le daban palmaditas en la espalda mientras él trataba de asimilar lo que acababa de suceder.

Después de varias presentaciones más, el narrador tomó el micrófono nuevamente para anunciar a los tres finalistas que avanzarían a la competencia nacional.

—Y los finalistas son... ¡Hwang Hyunjin! —la multitud estalló en vítores mientras él se quedaba paralizado por un momento—. También tenemos a Kim Minseok y Lee Jiwoo.

Hyunjin no podía creerlo; había logrado llegar tan lejos. La emoción era abrumadora mientras le colocaban una medalla de plata alrededor del cuello. Se giró para buscar a Jeongin entre la multitud y lo encontró sonriendo con orgullo.

Cuando finalmente salió del recinto, con la medalla brillante colgando de su cuello, se acercó rápidamente a Jeongin.

—¡Mira! —dijo, levantando la medalla—. ¡Lo logré!

Jeongin sonrió ampliamente y le dio una palmada en la espalda. —Fanfarron, es solo una medalla

—Envídame vamos yang —bromeó Hyunjin, mostrándole la medalla.

Jeongin soltó una risa suave. —Tengo muchas de esas, pero esta es especial porque es tuya.

Hyunjin sintió una oleada de gratitud hacia Jeongin por haber creído en él. —Gracias por todo lo que has hecho por mí —dijo sinceramente.

Jeongin sonrió pero luego frunció el ceño ligeramente. —Ahora empieza el verdadero trabajo. Te voy a romper hasta dejarte cansado.

Hyunjin rió nerviosamente, sintiendo que había mucho más por venir. Pero antes de que pudiera responder, se inclinó hacia Jeongin y le dio un beso suave en los labios. Sin embargo, Jeongin se alejó rápidamente.

—Es tarde —dijo Jeongin

Hyunjin mordió su labio inferior al sentir el rechazo repentino. Estaba a punto de hablar cuando un fuerte grito interrumpió su momento: ¡Jeongin!

Ambos se giraron para ver a Jisung acercándose rápidamente hacia ellos.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Jeongin con un tono exasperado.

—No puedo creer que estés aquí como entrenador —dijo Jisung con una sonrisa traviesa—. Te ves súper sexy con ese uniforme, mirameee

Hyunjin sintió una punzada de celos al ver cómo Jisung le agarraba las mejillas a Jeongin mientras hablaba. Sin embargo, trató de mantener la calma; después de todo, no eran nada.

—Felicitaciones por tu presentación —continuó Jisung dirigiéndose a Hyunjin—. Jeongin me ha hablado mucho sobre ti.

—Eso no es cierto —interrumpió Jeongin rápidamente, su tono despectivo haciendo que Jisung bufara.

—Vamos, no seas así —replicó Jisung—. Estoy aquí para celebrar tu éxito...

Jeongin suspiró y miró a Hyunjin antes de ceder ante la insistencia de Jisung. —Está bien, vamos a comer algo entonces.

Así fue como terminaron los tres sentados en una hamburguesería cercana. Jisung preguntó a Hyunjin si le gustaban las hamburguesas y él asintió entusiasmado.

—Me encantan —respondió Hyunjin—. Gracias por invitarme.

Jisung sonrió y luego le preguntó si sabía quién era él. Hyunjin negó con la cabeza.

—Soy Jisung —dijo mientras le entregaba una tarjeta de presentación—. Fui el representante de Jeongin cuando patinaba. Si alguna vez necesitas un representante o ayuda, no dudes en contactarme.

Hyunjin tomó la tarjeta con gratitud pero rápidamente respondió:

—Gracias, pero aún no creo necesitar uno.

Jeongin asintió con aprobación.

—Eso está bien; ahora solo enfócate en mejorar tu técnica. No te enamores demasiado del segundo lugar; solo es un puesto.

Hyunjin sonrió ante el comentario y respondió:

—Para ti es fácil decirlo; siempre has estado en el primer lugar.

Jeongin lo miró con seriedad y dijo: —Algunas cosas simplemente no se fuerzan.

El ambiente se volvió ligero nuevamente mientras compartían risas y anécdotas sobre sus experiencias en el patinaje. Aunque Jisung había interrumpido un momento íntimo entre Hyunjin y Jeongin, sentía que su relación estaba creciendo más fuerte cada día.

Mientras disfrutaban de sus hamburguesas y conversaban sobre futuros entrenamientos, Hyunjin no pudo evitar pensar en lo lejos que había llegado gracias al apoyo incondicional de Jeongin. La competencia solo era el comienzo; ahora tenía la oportunidad de perseguir sus sueños junto a alguien que realmente creía en él.

Al finalizar la tarde jeongin llevó a Hyunjin a su departamento y este lo miró.

—¿N-no quieres entrar? —investigó y jeongin alzó una ceja negando —Puedo preguntar... ¿Por que has estado evadiendo me después de lo de ayer?

—No se de qué hablas, ve a dormir tienes una semana libre para descansar y yo saldré de la ciudad por unos asuntos así que...

—¿Ves? a eso me refiero, evitas el tema como si...

—Hyunjin quizás no te guste lo que voy a decir pero, no porque tuvimos sexo vamos hacer los mejores amigos y salir por ahí, que quede claro una cosa, soy tu entrenador y ya, además en parte lo hice por qué dijiste que no podías dormir bien, y gracias a eso ganaste tómalo como un incentivo previo por haber gana...

—Enserio eres un insensible hijo de puta.

—Hwang me debes respeto soy tu entrenador.

—Jodete —Soltó para salir del auto y llegar a su departamento, observó la medalla y sintió como si esa medalla no valiera nada.

Por otro lado jeongin condujo hasta el edificio y subió el ascensor hasta llegar a la puerta. Tocó el timbre repetidas veces hasta que el castaño salió.

—¿Qué haces aquí? Ah y te vi en televisión te veías super sex—Jeongin no dejo que hablara más cuando lo besó con fuerza y este lo tomó de la cintura —Teniamos tiempo que no hacíamos esto.

—Heeseung, no estoy de humor, ¿Quieres o no?

—Si...

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