La noche era fresca y el aire estaba impregnado de una mezcla de nervios y emoción. Hyunjin se encontraba caminando por la calle, pero su mente estaba en otra parte. La competencia era mañana, a pesar de su habilidad en el hielo, no podía evitar que la ansiedad se apoderara de él, cada giro y cada salto que ensayaba. Además sus pensamientos sobre Yang Jeongin y aquel breve beso que habían compartido esa misma tarde. ¿Por qué lo había hecho? Se preguntaba una y otra vez, sintiendo cómo sus mejillas se sonrojaban al recordarlo.

Con un suspiro, decidió que necesitaba algo para calmarse. Acelero su paso buscando la farmacia más cercana. Las luces de la ciudad brillaban a su alrededor, pero su mente estaba enfocada en encontrar algo que le ayudara a dormir esa noche. Sin embargo, al llegar a la farmacia, se encontró con Yang Jeongin saliendo justo en ese momento.

—Hwang, ¿qué haces aquí? —preguntó Jeongin con una mezcla de sorpresa y preocupación—. Son pasadas las ocho, deberías estar durmiendo.

Hyunjin se encogió de hombros, sintiendo cómo la ansiedad aumentaba en su pecho. —No puedo dormir. Vine a buscar algo para ver si puedo descansar.

Jeongin frunció el ceño, negando con la cabeza. —Eso sería peligroso antes de la competencia. Ven acompáñame a beber un rato...

Hyunjin levantó una ceja, sorprendido. —¿Beber? ¿Ahora?

—Sí, pero tú no vas a beber —respondió Jeongin con una sonrisa traviesa.

Hyunjin asintió, sintiendo que no tenía mucho que perder. Después de todo, la idea de compartir un momento con Jeongin lo emocionaba más que cualquier pastilla para dormir. —¿Es tu departamento? —preguntó mientras caminaban hacia su destino.

—Sí, justo aquí —dijo Jeongin, señalando un edificio cercano.

Se sentaron en la acera frente al departamento de Jeongin. Él sacó una lata de cerveza de su mochila y comenzó a beber. Hyunjin lo observó durante un momento antes de preguntar:

—¿Nisiquiera una?

Jeongin negó con la cabeza. —No puedes Mañana compites.

—Eso no es justo —protestó Hyunjin, sintiendo que el alcohol podría ayudarlo a relajarse.

—En la vida nada es justo —replicó Jeongin con un tono resignado.

Hyunjin suspiró, mirando al horizonte. —Tú tampoco deberías estar bebiendo. Debes estar pendiente de mí, eres mi entrenador.

Jeongin soltó una risa suave. —Yo tolero unas cuantas latas de alcohol. No te preocupes por mí.

Ambos cayeron en un silencio cómodo mientras las luces de la ciudad parpadeaban a su alrededor. Finalmente, Hyunjin rompió el silencio:

—Tengo nervios. No sé si mi rutina saldrá bien mañana.

Jeongin lo miró con seriedad. —No te preocupes. Eres un buen patinador.

Hyunjin no respondió, sintiéndose un poco más tranquilo por las palabras de Jeongin. Luego, este continuó:

—No he estado en una pista grande en más de diez años. Después de mi accidente... simplemente no he podido volver.

Hyunjin lo miró con curiosidad. —¿Nunca has intentado patinar de nuevo?

Jeongin negó con tristeza. —Félix tenía razón; me he acobardado. Y si mi mejor amigo estuviera aquí... quizás...

—Lo siento, no sabía que había pasado algo así.

—Ya fue hace bastante, solo que aveces lo extraño, era mi único amigo... Ay enserio la vida es injusta

—Mi hermano también murió, en un accidente hace algunos años. Era patinador solo por diversión y...

—¿Por eso patinas?¿Para mantener una parte de tu hermano contigo?

Hyunjin tomó un respiro profundo antes de responder: —Patino porque me gusta la sensación en el hielo. Es como si el mundo se detuviera; cada deslizamiento es pura libertad, como si pudiera volar sin límites.

Mientras Hyunjin hablaba, Jeongin no pudo evitar recordar sus propios días sobre el hielo, llenos de risas y emoción. Sin pensarlo dos veces, tomó a Hyunjin de la nuca y lo obligó a mirarlo a los ojos.

—Hyunjin... —murmuró antes de besarlo torpemente, pero con ternura, el alcohol corriendo por sus venas y desatando un impulso incontrolable.

Hyunjin tragó hondo, sorprendido por la audacia de Jeongin, pero también sintiéndose atraído por esa conexión inesperada. Al separarse, ambos se miraron fijamente durante unos segundos que parecieron eternos.

—Vamos adentro —dijo Jeongin, tomando la mano de Hyunjin y llevándolo hacia su departamento.

Una vez dentro, la tensión entre ellos era palpable. Se miraron durante un instante antes de que casi desesperadamente volvieran a besarse, esta vez con más pasión y urgencia. Hyunjin tomó a Jeongin por la cintura y lo cargó hasta el sofá, donde lo dejó suavemente mientras sus labios continuaban encontrándose.

El beso se volvió feroz; sus labios se movían al unísono mientras las manos de Hyunjin exploraban los costados del cuerpo de Jeongin, sintiendo cada curva y cada músculo bajo sus dedos. La calidez del cuerpo de Jeongin lo envolvía y lo hacía sentir vivo. El mundo exterior desapareció mientras se concentraban únicamente el uno en el otro.

Jeongin dejó escapar un suave gemido cuando Hyunjin profundizó el beso, presionando su cuerpo contra el sofá mientras sus manos se aferraban al cabello oscuro del chico. La conexión entre ellos era eléctrica; cada roce y cada caricia encendían una chispa que ambos habían estado ignorando durante demasiado tiempo.

—Esto... —murmuró Hyunjin entre besos— tu hermano no está acá, ¿verdad?

Jeongin lo miró a los ojos, su respiración entrecortada llenando el espacio entre ellos. —No... no te preocupes—respondió con sinceridad.

Hyunjin sintió una mezcla de alivio y emoción al escuchar esas palabras. Se inclinó hacia adelante nuevamente, capturando los labios de Jeongin con fervor renovado. El sofá se convirtió en su refugio mientras exploraban ese nuevo terreno juntos, dejando atrás sus miedos y ansiedades.

Jeongin cerró sus ojos al sentir los labios del menor, Su cuerpo se congelaba al sentir la sensación de aquellos suaves labios. la lengua de Hyunjin vagamente viaja a la cavidad del mayor adueñándose de la de este. por otro lado las manos de Hyunjin se deslizaron por dentro de aquel sweeter acariciando la desnuda piel de la espalda de este para luego empujarlo hacia el, uniendo sus cuerpos.

De una manera dulce Hyunjin se aleja del menor para poder posicionarse sobre este sosteniéndose de su mano libre, sus labios volvieron a tomar los del mayor quien llevó sus manos a la nuca de este para poder aferrarse, el pelinegro presionó su pierna contra la entrepierna de Jeongin haciendo que se le escape un pequeño gemido. Hyunjin se alejó completamente del menor para observarlo.

se acercó nuevamente haciendo que algunos mechones de su cabello caigan sobre el rostro del menor dió una mordida al labio del menor para luego comenzar a repartir besos en la mandíbula de este bajando lentamente hasta llegar al cuello dónde lamió y chupó para dejar una marca notoria, sabía que si se lo follaba esa noche quería dejar claro que el había disfrutado su primera vez.

—Hyunjin~ah —soltó Jeongin al sentir como una de sus manos se acercaba a su miembro. Hyunjin no dijo nada y siguió repartiendo besos en la lechosa piel del menor —Esto de alguna manera se siente mal... Mgh~

—¿No te gusta?

—No, no es eso es que... Eres menor y...

Hyunjin no esperó ninguna otra palabra y bajó completamente hasta llegar a la entre pierna del mayor para luego elevar sus piernas y sacar aquel pijama junto al bóxer dejándolo semi desnudo. Hyunjin ya comenzaba a sentir incomodidad así que tomó a Jeongin de la mano haciendo que este se levante de manera rápida.

—Ven, vayamos a tu habitación...

—Hyunjin soy mayor y tu entrenador...

—No importa, te deseo ahora

Llegando a la habitación, Hyunjin dejó reposar a Jeongin sobre está para luego sacarse su camiseta. El mayor mordió su labio, Hyunjin se acercó para dejar un corto beso en los labios, bajando lentamente para su piernas besando y mordiendo la piel acercándose a la entrepierna.

—Hyunjin espe... Ahí n-Ah~ —Arqueo su espalda al sentir los labios de Hyunjin sobre su miembro. Era como si el alma volviera a su cuerpo.

Las lamidas de Hyunjin estaban por todo el miembro del mayor, mientras que el cuerpo de jeongin estaba experimentando sensaciones que creía apagadas desde hace bastante tiempo y por alguna razón le encantaba que fuera Hyunjin. Este llevo sus manos a la cabellera negra aferrandose, la boca de su pupilo debería ser un pecado pensaba, Hyunjin introdujo aquel miembro erecto en su boca haciendo gruñir al mayor. Hyunjin movía su lengua al rededor del pene de su entrenador llevándolo a la locura.

—¡Joder! —Soltó con su voz encontrada. Hyunjin no pudo evitar reír haciendo que el miembro de este vibre un poco para luego sacarlo de su boca y comenzar a masturbarlo, luego volver a lamerlo y seguir masturbando, creando un chasquido gracias al líquido pre seminal. Jeongin soltó el cabello de hyunjin para aferrarse con fuerza a las sábanas y sentir como aquel orgasmo se aproximaba a su cuerpo.

Hyunjin observó cómo el cuerpo de jeongin colapsaba corriendose sobre su mano y este se levantó y observó a su entrenador.

Jeongin lo atrajo hacia el nuevamente y se miraron por un momento hasta que fue Hyunjin quien hablo.

—Quiero follarte yang...

—Hazlo entonces —Hyunjin desabrochó su pantalón y jeongin mordió su labio al ver el miembro del menor —En la mesita de noche hay condones y lubricante —Señaló y hyunjin asintió y saco el lubricante dejándolo en la cama, para llevar destapar el preservativo y colocarlo.

Hyunjin tomo el lubricante rociado y observó a Jeongin y sonrió nervioso.

—D-date la vuelta —jeongin sonrió y se dio la vuelta, Hyunjin rocío lubricante sobre los glúteos de aquel chico y un poco sobre su miembro. Acariciando con sus manos los glúteos ajenos y sin previo aviso introdujo uno de sus dedos, el contrario Gimió ante el acto, aferrando sus manos a la sábana. Hyunjin introdujo el segundo dedo, en busca de aquel punto de excitación comenzó a mover sus dedos de adentro afuera hasta impactar contra su próstata haciendo gemir al chico.

Sacó sus dedos y de una sola estocada introdujo su miembro casi completo haciendo que el mayor grite, jeongin aferró sus manos a la sabana intentando acoplarse al miembro del menor, pero lo sentía tan grande, que sintió como una lágrima brotaba. Por consiguiente Hyunjin salió y volvió a estocar nuevamente enterrando su polla más profundo. Sentía como las paredes internas del mayor apretaban con fuerza su miembro, jodidamente estrecho y delicioso.

Aferró sus manos a las caderas de su acompañante y comenzó a estocar contra la próstata del chico haciéndolo gemir, siguió golpeando con fuerza y rapidez aquel lugar.

—¡oh dios! Agh~ — Gimió el chico mientras aferraba sus manos a las sábanas. Al sentir como el pelinegro lo estocada cada vez con más fuerza. Acelerando sus movimientos. deseaba a Hyunjin, quería que aquel chico lo destrozara, que penetrara con fuerza y lo dejara sin ellas.

Hyunjin jamás en su vida pensó en escuchar a su entrenador gemir, sin duda sumamente excitante, escucharlo pidiendo más era un puto deleite, sin pensarlo mucho llevo una de sus manos al cabello del chico para jalarlo.

—Joder... Esto es... —En un fuerte movimiento hizo que el cuerpo del chico quedará boca arriba, logrando observar aquellas hermosas mejillas sonrojadas y llenas de excitación. Tomo las piernas de contrario posicionandolas en sus hombros para profundizar más las embestidas haciendo movimientos rápidos dentro del contrario, el líquido pre-seminal y el lubricante creaban un exquisito sonido de chapoteo entre sus cuerpos.

—Es demas...—. Sentía como el miembro de hyunjin penetraba con fuerza su interior, mientras tomaba su miembro para masturbarlo y su cuerpo comenzaba a temblar, estaba por correrse e igualmente Hyunjin. El mayor sintió su cuerpo explotar, provocando aquel orgasmo y arrastrando al azabache con el, Hyunjin salió y masturbó su miembro un poco corriendose sobre el pecho del mayor para dejarse caer a un lado —¿Crees que puedes dormir así? —investigó jeongin Hyunjin asintió y sin poder evitarlo abrazo a Jeongin dejándolo algún perplejo y de un momento a otro ambos quedaron dormidos.