Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

2.

Hyunjin llegó al gimnasio sintiéndose un poco nervioso. Había decidido que no podía dejar que su encuentro con Jeongin lo desanimara. Necesitaba encontrar a Minho, y quizás, solo quizás, conseguir algunos consejos sobre cómo lidiar con su nuevo entrenador. Sin embargo, al entrar, se dio cuenta de que el lugar estaba lleno de energía y el sonido de los golpes resonaba en el aire, haciendo que su corazón latiera más rápido.

Después de buscar por un rato, no pudo encontrar a Minho. En cambio, su mirada se desvió hacia un área separada por cortinas. La curiosidad lo invadió y, sin pensarlo dos veces, decidió acercarse. Al pasar las cortinas, se encontró con una escena que lo dejó sin aliento.

Jeongin estaba allí, practicando boxeo. La luz del gimnasio iluminaba su figura mientras lanzaba golpes al saco de boxeo. Estaba sudado y llevaba una franela sin mangas que dejaba al descubierto sus brazos pálidos pero bien formados. Hyunjin sintió cómo su corazón se aceleraba al verlo en acción, la forma en que se movía era hipnotizante.

Sexy

Jeongin dejó de golpear el saco y se giró hacia él, sus ojos encontrándose con los de Hyunjin.

—¿Qué haces aquí? —preguntó, su tono era más frío de lo que Hyunjin había esperado.

—Eh... no sabía que también boxeabas— respondió Hyunjin, tratando de ocultar la admiración en su voz.

Jeongin suspiró y rodó los ojos antes de bajar del ring.

—No es asunto tuyo— replicó, caminando hacia él con pasos largos y decididos.

Hyunjin sintió que la conversación tomaba un giro incómodo, pero no podía dejarlo así.

—Ahora entiendo por qué el campus está vuelto loco contigo —continuó, intentando mantener un tono ligero.

Jeongin lo miró con una expresión de desdén.

—Si has venido a pedirme que te entrene, olvídalo —dijo con firmeza.

Hyunjin frunció el ceño.

—¿Siempre te rindes tan fácil? O solo con el patinaje —le lanzó, sintiendo que su frustración comenzaba a aflorar.

Jeongin se encogió de hombros y se sentó en el borde del ring, cruzando los brazos sobre su pecho.

—Niño, no sabes nada. Ves la vida como si todos vivieran para complacerte y darte las cosas en bandeja de plata. Por eso crees que porque eres uno de los mejores tienen que hacerlo como tú quieres. La verdad es que solo eres un niño mimado.

Las palabras de Jeongin golpearon a Hyunjin como un puñetazo en el estómago. Sentía que su orgullo se desmoronaba ante esa dura realidad.

—Pero tú... tú también te rindes muy fácil— replicó, intentando mantener su postura desafiante.

Jeongin levantó una ceja y lo miró con desdén. —¿Y qué? No tengo por qué hacer algo que no quiero hacer.

La mirada de Hyunjin se desvió hacia la cicatriz en la rodilla de Jeongin.

Jeongin lo miró fijamente, como si estuviera evaluando cada palabra que salía de la boca de Hyunjin.

—¿Qué me ofreces? ¿Por qué debería perder mi tiempo contigo? —preguntó, desafiándolo.

Hyunjin respiró hondo, sintiendo cómo la adrenalina corría por sus venas.

—Te doy dos razones —comenzó, sintiéndose más seguro de sí mismo. —Primero, quiero ser el mejor patinador del mundo, y para eso necesito aprender de los mejores. Y segundo... quiero demostrarte que no soy solo un niño mimado.

Jeongin lo observó en silencio durante un momento que pareció eterno. Finalmente, dejó escapar una risa seca.

—Tienes agallas, eso es cierto —admitió. —Pero eso no es suficiente.

—¿Qué más necesitas? —preguntó Hyunjin, sintiendo que estaba a punto de perder la oportunidad.

—Necesito ver que realmente estás dispuesto a esforzarte —respondió Jeongin con seriedad. —No quiero perder mi tiempo con alguien que no está dispuesto a darlo todo.

Hyunjin asintió lentamente, comprendiendo la gravedad de las palabras de Jeongin.

—Te prometo que daré todo lo que tengo _ dijo con firmeza.

—Bien, iré a cambiarme y tú vete a tu casa nos vemos el lunes...

Jeongin se lanzó del ring sin embargo aterrizó sobre su pierna lesionada y piso mal haciendo que se tropiece pero Hyunjin rápidamente se acercó tomándolo de la cintura.

—¿Estas bien? —Luego de eso ambos quedaron en silencio y jeongin asintió rápidamente alejándose del menor.

—Estoy bien, ahora vete a tu casa.

Al llegar a su departamento Hyunjin se dejó caer en el sofá con una sonrisa en los labios.

—Te ves feliz —Soltó Minho

—Lo estoy..

****

—¿Te gusta el niño?

—¡Que no!, solo... Que apesar de ser arrogante es bastante bueno, solo necesita ser pulido es todo...

—Tambien puedes pulirlo en tu sabes dónde...

—¡Han Jisung! —Se quejó jeongin y el castaño no aguanto la risa —Es un niño...

—Tiene los veinte pasado, ya está más que legal —Exclamó —Ademas... Tu mismo dijiste que querías entrenarlo, ¿Por qué? Dijiste que ya no querías saber nada del patinaje...

—La verdad no, pero él dijo que cuando cumpliera los veinte sería mejor que yo, y que competiriamos, pero actualmente no llega ni a mis principios, es como si le faltará algo...

—Quizas una buena follada, abrele las piernas y...

—No y quizás tengas algo de razón, le falta pasión, alegría, tristeza, sus rutinas se sienten vacías, a estas alturas debería haber perfeccionado su técnica pero no —Se quejó dejándose caer en el sofá mientras tomaba su taza de café —Creo que descubrí algo, pero necesito saber más de el...

—No es un juguete yang, es una persona...

—Ya lo se, solo quiero que cumpla su sueño.

—O... Solo quieres que continúe el tuyo

—El del, tiene potencial, además lee me lo pidió con súplica y...

—Claro, hazle un favor a tu ex. ¿Por eso no follas con el niño?¿Por qué te gusta tu ex?¿O por qué no pudiste hacer que tu ex ganará alguna medalla?

—Lee heeseung no tiene lo que se necesita, pero quizás Hyunjin pueda ser un buen patinador... Solo digo que Lee no era el entrenador perfecto para el.

—Claro, a todo esto, ¿Por qué heeseung no lo entrena?

—Porque no puede, es todo, me voy a mi departamento te veo después, ah y ve busca con quién follar, no es normal que asocies todo con sexo, maldito nifomano.

—Aburrido...

****

—No, no y no...

El frío de la pista se sentía más intenso esa tarde, y Hyunjin estaba decidido a dar lo mejor de sí. Sin embargo, a medida que se deslizaba sobre el hielo, podía sentir la frustración acumulándose en su interior. Jeongin, que observaba desde la orilla, frunció el ceño y, de repente, gritó:

—¡No!

Hyunjin se detuvo en seco, girando la cabeza hacia su entrenador.

—¿Qué es lo que estoy haciendo mal ahora? —preguntó con un tono de queja.

—¡Absolutamente todo! —Respondió Jeongin con un bufido, cruzando los brazos sobre el pecho. La intensidad en su voz hizo que Hyunjin se sintiera aún más inseguro.

—Eso no es justo— replicó Hyunjin, sintiendo cómo la frustración comenzaba a apoderarse de él. —He estado practicando lo que me dijiste

Jeongin lo miró fijamente, su expresión era seria.

—Estás vacío. No transmites nada— dijo con una franqueza que hizo que Hyunjin se sintiera como si le hubieran dado un golpe en el estómago.

—¿Vacío? ¿Qué significa eso?— preguntó Hyunjin, sintiéndose perdido. —No entiendo tu punto.

—Cuando te veo patinar, no siento nada— explicó Jeongin, su voz más calmada pero aún firme. —Tienes que enamorar a tu público. Ellos necesitan sentir lo que tú sientes. Si no lo haces, no importa cuántas medallas ganes.

Hyunjin asintió lentamente, tratando de procesar sus palabras. Había algo en lo que decía que resonaba en su interior, pero no sabía cómo implementarlo.

—Lo intentaré —murmuró, sintiendo una mezcla de determinación y confusión.

Más tarde esa noche, después de su última clase en la universidad, Hyunjin salió del edificio con la cabeza llena de pensamientos. La oscuridad había caído sobre la ciudad y el aire era fresco. Había perdido el último bus y decidió caminar hasta su departamento, pensando en las palabras de Jeongin.

Mientras avanzaba por las calles iluminadas, reflexionaba sobre cómo podía transmitir emociones al patinar. No era algo que hubiera considerado antes; siempre había estado enfocado en la técnica y la competencia. Pero ahora sentía que había algo más profundo que debía explorar.

De repente, un sonido de claxon lo sacó de sus pensamientos. Miró hacia un lado y vio un auto deportivo blanco acercándose. El vehículo se detuvo junto a él y bajaron el vidrio. Era Jeongin.

—¡Sube! Te llevo— dijo Jeongin con una sonrisa.

Hyunjin dudó por un momento y negó con la cabeza.

—No, gracias. Vivo cerca.

—Estoy de paso. ¡Sube! —insistió Jeongin, con un tono que dejaba poco lugar a la discusión.

—Ok, bien.

Hyunjin subió al auto y luego de colocarse el cinturón sin duda sabía una cosa, sería un viaje bastante largo...

O tal vez no...

======================

PROXIMO CAPITULO: 22 DE DICIEMBRE !

Espero les hayan gustado nos leemos pronto, besitos...

La pareja secundaria? Jummmmmm

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro