Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8

Cristian POV

Dormir con Ana fue traer muchos recuerdos a flote y hacer que mi odio hacia Raymond Steele crezca exponencialmente. Durante la noche fui parte de la rutina de Ana con Phoebe. De como la alimentaba en la madrugada, Ana me explicó que el hecho era extraño puesto que ya estaba durmiendo más por las noches, ella cree que es por mi presencia. Mi hija no es muy fan de los extraños, pero la conexión conmigo fue casi inmediata. Claro que no le conté que no era la primera vez entre mi hija y yo, al parecer mi hija me recuerda y eso es perfecto para mí. Cuando logramos hacer dormir a Phoebe, pude seducir a mi mujer y hacerla mía por segunda vez en menos de veinticuatro horas, tuve que usar los condenados condones que había comprado temprano. Más tarde después de la reunión con la jueza y los oficiales judiciales, llevaré a Ana con un médico para que le recete un anticonceptivo, usar condón no es lo mío.

Muy a mi pesar Ana y yo tuvimos que irnos en vehículos diferentes, porque si me están siguiendo no quiero que se enteren donde vive, al menos mientras ese poder que tiene Steele sobre mi mujer se anule.

Cuando llego al edificio, entramos por el parqueo subterráneo, para que nadie me vea.

-Taylor, Reynolds. Quiero que se queden en la recepción esperando a mi padre y a sus acompañantes. Cuando lleguen Taylor que suban contigo y Reynolds tú te quedas coordinando la seguridad, nadie sube al piso de presidencia. Gabriel canceló todas las reuniones del día de hoy así que ya sabes. Sí alguien es muy persistente que le hagan una comprobación. Pueden valerse de cualquier cosa para obtener información- Les doy las ordenes sin esperar más.

Al llegar a presidencia noto que mi mujer no está.

-Olivia, la señorita Steele. ¿Dónde está? – Ella me mira con preocupación.

-Bueno como es una reunión de presidencia, le dije que no era necesario su presencia – Me dice la muy estúpida.

- ¿Y quién eres tu para decidir eso? Si se le pidió a la señorita Steele que estuviese es por algo y tu no decides quien está o no en las reuniones. Llámala de inmediato o me aseguraré de que mañana tu lugar lo ocupe otra persona – Ella me mira con cara de espanto.

- ¿Qué pasa? – Sale Gabriel del salón de juntas con Julia tras él.

- ¿Dónde está Anastasia? Si esta reunión es por ella – Inquiere Julia molesta.

-Tu secretaria, ha decidido que la presencia de la señorita Steele no es necesaria en la reunión – Le explico sé que parecerá como chisme, pero Gabriel debe de decirle a su secretaria cuál es su lugar.

-Llama a Anastasia ya que las visitas vienen subiendo y ni se te ocurra pararlos son las únicas personas que estoy esperando y tu lo sabes. No quiero interrupciones mientras la reunión se este realizando. Tu y yo tendremos aclarar unas cuantas cosas después de esta reunión. Vamos Cristian que Carrick viene subiendo – Con eso entramos a la sala de juntas.

Segundos después entra mi padre acompañado de cuatro personas más, a dos de ellos los reconozco, Wen la pareja de mi segunda al mando Ross Bailey y a uno de los socios de mi padre; los otros dos deben ser los miembros del juzgado.

-Buenos días – Saludan todos al entrar a la sala. Mi padre mira a Julia con cariño, creo que asume que ella es Ana.

- ¿Tú eres Anastasia? – Pregunta a Julia, no obstante, la puerta se abre sin dejar responder a Julia. Vemos una muy agitada Anastasia.

-Lo...lo siento. Estaba ocupada con unos pendientes -Se disculpa mi nena, camino a su encuentro para recibirla con un beso más que todo de disculpa por el actuar de Olivia.

-Tranquila ven te presento- Tomó su mano, para sacar a mi padre de su error.

-Padre te presento a Anastasia. Anastasia mi padre Carrick Grey- Mi padre en un acto muy poco propio de él toma a Ana y la abraza con cariño.

-Es un gusto señor Grey – Dice Ana más roja que una cereza.

-Nada de señor Grey. Soy Carrick – Mi nena asiente.

-Ya que estamos todos podemos iniciar la reunión por la que estamos aquí hoy- Dice Gabriel.

-Ana. Te presento a la Jueza Wen Johnson, del juzgado familiar, los asistentes del juzgado Rodríguez y Adams y mi socio Maxwell Lincoln, él te representará – Ana asiente nerviosa en silencio.

-Anastasia, es un gusto conocerte. Me gustaría que nos cuentes con detalles concisos de tu relación con tu padre – Habla Wen.

-Bueno. De lo que recuerdo hasta mi adolescencia mi relación con Ray siempre fue mala, no estuvo presente en mi vida, siempre aludió ese hecho a sus disque viajes por negocios, cada vez que le pedía que fuera parte de ella...- Explica Ana cuando Max la interrumpe.

- ¿Tu madre Anastasia? ¿Dónde estaba ella en ese tiempo? – Pregunta Max.

-No lo sé. Algunas de las mujeres que visitaban a Ray me fastidiaban diciéndome que ella nos había abandonado. Oí una ves a unas criadas comentar que mi madre una vez había tratado de huir conmigo pero que mi padre logro encontrarla. Luego de eso cada vez que salía me encerraba y las criadas me atendían. Hasta que un día mi madre desapareció cuando yo tenía como tres años – Ella toma aire y trata de contener las lágrimas.

-Una de ellas cree que mi padre la hizo desaparecer para quedarse con su dinero – Son momentos muy duros para ella saber si esas teorías o comentarios son ciertos.

- ¿Qué dice tu padre de la ausencia de tu madre? -Pregunta papá nuevamente.

-Un día tome valor y le exigí que me dijera la verdad. Sin embargo, me dijo que si me casaba con quien el eligiera cuando cumpliera los dieciocho años y era una esposa obediente, podría considerar decirme dónde estaba ella. Más un día supe que nunca me lo diría, era sólo uno de sus métodos para contenerme. Es por ello por lo que un día decidí escapar a la casa de quien yo creí era mi mejor amiga, no obstante, todos ellos me engañaron y me entregaron a mi padre nuevamente- Mi nena ya no puede contener las lágrimas.

- ¿Cuantos años tenías? – Pregunto mientras los demás sólo son testigos.

-Dieciséis, con mucho esfuerzo logré terminar la secundaria dos años antes. Había aplicado a una de las mejores universidades para estudiar arquitectura...mi sueño se vio truncado, porque al volver al encierro, mi padre me mantuvo todo ese tiempo, drogada. Drogada para que no escapara. Tengo vagos recuerdos de papeles que me hizo firmar, si me preguntan ¿si los leí? No nunca lo hice, es más no se que fue lo que firmé. Recuerdo que a mi casa llegaba un hombre al que Ray le decía "Doc" Nunca supe que hacía conmigo – Confiesa mi nena, mientras yo gruño de impotencia. Mi padre saca una carpeta de su maletín de cuero y se lo entrega a Ana.

-Anastasia, lee esos documentos con calma y trata de recordarlos. Si los recuerdas- Ana los toma con temor y yo poso mi mano en su pierna debajo de la mesa para darle valor a lo que leerá en esos documentos. Uno lo dejo Steele como recuerdo del poder que dice tener sobre Ana y los otros los obtuve de una manera no muy legal que digamos.

-Tomate tu tiempo – Le dice Wen bajo la atenta mirada de los testigos del juzgado.

Ana lee con detenimiento cada documento con cuidado y se que cada uno de ellos un cuchillo para ella. Sé que debe estarse rompiendo por dentro, más ahí estaré yo para unirlos.

-Nu...nu...nunca he visto estos documentos, aunque mi firma este en algunos de ellos – Lo sabía.

- ¿Cómo, si tu firma esta en ellos? – Inquiere el tal Robin Adams.

-Como dije. Raymond me mantenía drogada. Hasta que logré escapar –

- ¿Cómo lo hiciste Ana? – Pregunta Julia.

-Bueno. Aproveche el descuido de una de mis nanas y no me tome el medicamento, tuve que fingir que estaba drogada y hacerme la dormida para que me dejara sola en mi habitación. Recuerdo haber escuchado que Ray se iría de viaje, por lo que aproveche que no estaría toda la seguridad. Deben saberlo, me metí en el estudio de mi padre y sustraje dinero. Sé que no estuvo bien hacerlo, pero si no lo hacía mi escape no tendría sentido ya que el me encontraría tenía que irme lo más lejos que pudiera y así lo hice. Muchas veces conseguí trabajos sencillos donde me pagaran en efectivo para que no me rastrearan –

Así seguimos por un rato, no se me hace indiferente que el nombre de mi cuñada aparezca varias veces en los relatos de Anastasia y mi padre lo ha notado; Katherine Kavanagh va a tener que responder a los cuestionamientos de mi padre, los míos y sobre todos los de Elliot.

-Está de más decirles que deben de interponer la denuncia lo más pronto posible, antes que él señor Steele encuentre a su hija, segundo necesitamos un dictamen de un experto que diga que Anastasia esta en plenas facultades mentales y, por último, Cristian. Debes de responsabilizarte de tu hija al tener el apellido Steele, Raymond podrá solicitar su custodia-

-Lo haremos mañana mismo- Le digo sin tomarle el parecer a Ana. No voy a permitir que mi hija caiga en manos de ese miserable.

-No, primero debemos demostrar que Anastasia está en plena facultad menta. Luego reconocerás a tu hija y por último la denuncia- Sentencia mi padre.

-Yo seré su abogado y ya contacté a quien nos ayudé con lo del dictamen. De hecho, hoy a las dos de la tarde tienes una cita con él -Nos informa el abogado.

- ¿No creen que sea muy pronto? – Pregunta mi nena temerosa. La tomo gentilmente de la mano y la llevo a una esquina de la sala.

-Nena, ya nos hemos tardado mucho. Ese poder de Raymond sobre ti lo puede ejecutar, sin que nadie lo pueda impedir, es un documento legal y él se las puede llevar sin que yo pueda hacer nada. Y cuando yo pueda hacer algo tu padre las puede hacerlas desaparecer ¿Quieres eso? – La cuestiono para que se dé cuenta de la situación.

-No, no quiero nos separen de ti – Afirma frenéticamente con la cabeza.

-Bien. Tengo una reunión fuera de la empresa, no tardaré mucho. Cuando regrese iremos a esa cita- La beso en la frente.

Minutos después todos se marchan, Wen asegura poder llevar el proceso. Todo lo que hablamos fue grabado como prueba testimonial. La cual posteriormente será validada por el psicólogo, mismo que me aseguró Max que está plenamente certificado, puesto que ha participado en procesos similares.

-Cuídate – Me pide mi nena, sé de antemano que esta nerviosa ha estado escondiéndose por mucho tiempo que el imaginarse encontrarse con su padre la mantiene aterrada, más con la posibilidad de perder a nuestra hija. Lo cual sucedería sobre mi cadáver.


Por favor escuchen la canción, de arriva.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro