Capítulo 7
Ana POV
Vamos hacia la mansión de Gabriel en silencio que me esta poniendo los pelos de punta. ¿Cómo se entero Cristian donde estoy? ¿Cómo sabe donde vivo? ¿Cuál será su reacción cuando se estere que tenemos una hija? ¿Sus padres! ¿Qué pensaran de mí? Mi cuerpo se estremece al pensar que me odiaran por pretender amarrar a su hijo con una hija. Ya mis lágrimas no las puedo detener, salen a mares y un sollozo se escapa de mi boca sin poderlo detener. Cristian me escucha y suelta nuestros cinturones, para subirme a su regazo.
-He de imaginar que por tu cabeza pasan infinidades de escenarios y déjame decirte Anastasia todos están equivocados. Quiero que te tranquilices, ya casi llegamos y esas malas energías que cargas déjalas aquí en el auto a nuestra hija eso le afecta- Mi cuerpo se tensa, Cristian sabe de nuestra hija.
- ¿Cómo? ¿Cómo sabes de Phoebe? – Pregunto intrigada.
-Te dije que hablaríamos al llegar – Y con eso guarda silencio. Me acerca más a su cuerpo y de cuando en cuando lo escucho suspirar al igual que yo. Minutos después estamos entrando a la casa donde Gretchen nos espera con una Phoebe enojada.
-Hace una hora se tomo la última reserva de leche, señorita Steele. Le di una ducha rápida, la vestí y la he arrullado, más creo que lo que desea la nena es q su mamá- Me pone al tanto la que se ha vuelto la nana de mi hija. La tomo entre mis brazos y la lleno de besos, puedo sentir lo ojos de Cristian sobre nosotros.
-Lo siento señor, Grey. No lo vi – Dice la nana.
- ¿Ustedes se conocen? – Pregunto mirando a la mujer.
-Si, señorita Ana. Trabaje con los señores Grey hasta que el señor Emerson compro su primera casa -
-Bien – Sólo eso logro decir y decido poner espacio ente Cristian y yo para dirigirnos a nuestra habitación.
Me quito los zapatos y los dejo en su lugar. Deposito a mi bebe en su cona y la arrullo para que duerma, siento la penetrante mirada de Cristian sobre mí. Lo veo dirigirse a la cuna y contemplar en silencio a su hija. Me dirijo al baño para quitarme el desastre que hemos dejado entre mis piernas. Me baño y cuando estoy lista, me visto pongo una bata de baño para ir a mi vestidor por ropa, salgo completamente vestid; Cristian me está esperando con un vaso con agua y la píldora. Me la tomo.
-Vamos, que la cena esta lista – Me toma de la mano y a duras penas tengo tiempo de tomar el monitor de la mesa de noche.
-Gabriel y Julia vendrán más tarde. Parece que a Gabriel le salió una cena de negocios- Comenta Cristian.
Nos sirven la cena en silencio mis pensamientos continúan en ebullición. Terminamos la cena.
-Es hora de que hablemos y aclaremos muchas cosas, Ana- Se dirige al estudio de Gabriel y yo le sigo como manso corderito, porque realmente quiero saber ¿Cómo nos localizó? Me hace tomar asiento en el amplio sillón junto a él.
- ¿Cómo te enteraste de Phoebe? - Supe de tu embarazo días después de que te marchaste del departamento, dejaste olvidada la prueba de embarazo. No tengo que ser adivino para entender a quien le pertenecía –
- ¿Por qué no me buscaste? - Le reprocho.
-Al principio fue la ira a que me abandonaras sin decírmelo, mi ego fue el que no me permitió hacerlo – Baja la cabeza sin mirarme.
-Y luego? – Vuelvo a preguntar.
-Tu padre- Me pongo de pie.
- No él no me...él no nos puede encontrar Cristian- Me aterra que vuelva a encerrarme.
-Lo sé, no te busqué por él, porque descubrí que me vigilaba y si yo te encontraba él lo haría también. Pero él ya sabe lo de nuestra hija y fue a buscarte al casino cuando no logró dar contigo, fue a buscar a mi padre, para amenazarnos – No puede ser.
-Cristian no puedo volver con él, me obligará a casarme con el estúpido de Paul o con Ethan el hermano de Katherine Kavahagh. Sus familias son socios de Raymond- Le digo.
-Si conocí al idiota de Clayton. Dijo un montón de basura que ni vale la pena mencionarlo– Me comenta.
-Tengo miedo, no sabes de lo que es capaz Raymond. Nunca me ha dicho ¿qué pasón con mi madre? O ¿dónde está? Oí a una criada decir que había huido y que no había podido llevarme, porque mi padre cada vez que salía me dejaba encerrada para que ella no escapara. Sin embargo, creo que el hizo con ella algo terrible – Le digo llorando.
-Tranquila, nena. Por eso estoy aquí- El me abraza.
- Y tus padres, ¿qué pensaran de mí? Creerán que lo he hecho a propósito, por tu dinero, por tu posición – Me suelto de él. Cristian suspira cansado.
- Mi padre lo supo el día que Raymond fue a amenazarme...- Mi corazón se acelera al escuchar sus palabras.
- ¿Cómo quete amenazo? – Vuelve a suspirar.
-Si, te lo dije hace unos minutos, pero me vale una mierda Ana, yo te amo y él no va a apartarme de ustedes es por ello por lo que estoy aquí. Mi padre me va a ayudar a deshacerme todos esos malditos papeles que le firmaste - ¡Mierda! Esos papeles.
- ¿Y tu madre como se enteró ella? – Pregunto curiosa.
-A ella la conoces Ana, el día que nació nuestra hija. La doctora Trevelyan. Ella es mi madre. La noche anterior había sido la despedida de soltero de mi hermano Elliot. Él es el prometido de Katherine Kavanagh- Eso me sorprende creí que al no estar yo la casarían con Paul.
- ¡Qué vergüenza! - Me tapo la cara. Vuelve acercarse a mí.
-Nunca ha pensado mal de ti y se sintió inmensamente feliz de estar en el nacimiento de su primera nieta y conocer a la mujer que me robo el corazón- Me abraza y me besa. La puerta del estudio se abre de golpe dejando ver a Gabriel y a Julia. Ambos sonríen.
-Puedo suponer que eres el famoso Cristian Grey – Lo saluda Julia.
-Así es señorita Mitchel. Es un placer conocer a la mujer que le paro el tren a mi mejor amigo – Dice Cristian y Gabriel pone los ojos en blanco.
-Lo sabían, es por ello por lo que no me avisaron que se irían. Sabían que Cristian llegaría- Les reprocho a ambos.
-En realidad Julia no lo sabía, se lo dije mientras cenábamos. ¿Han quedado claras las cosas entre ustedes? La nena necesita crecer con sus padres – Nos mira a ambos. El teléfono de Cristian suena se distancia un poco de nosotros para atenderla.
-Vamos a tomarnos algo al salón mientras Cristian se desocupa – Julia me toma del brazo y empezamos a caminar hasta llegar al salón. Escucho el llanto de mi bebe en el monitor por lo que me dirijo a la habitación, mi hija llora, parece que reciente mi presencia, siempre a esta hora estoy con ella. Bajo con mi hija en brazos quien solloza aún, Cristian que ha terminado de hablar por teléfono, al vernos se levanta y toma a nuestra hija en sus brazos, ella lo mira embelesada.
- ¡Hola! Hermosa. Soy tu papá y no sabes cuanto deseaba tenerte entre mis brazos- El corazón se me estruja y lamento haber huido y haberle negado a Cristian el derecho a llevar el proceso de embarazo conmigo.
-Quiero que sepas que mis padres vendrán mañana. Papá vendrá con una Jueza, especialista en casos como el tuyo Ana- Me informa y yo asiento en silencio.
- ¿Dónde verán a la jueza? - Pregunta Gabriel.
-No había pensado en ello. ¿Puedes prestarnos el salón de juntas de la empresa para tener mayor privacidad? Así si están siguiendo a mi padre creerán que es algo de la empresa y no sospechen que Ana está conmigo – Propone Cristian.
- ¿Por qué no en otro lado? Esto podría traerles consecuencias, Ray podría acusarlos de algo y no quiero que la empresa se vea afectada en algo, por mi culpa-
-No te preocupes Ana, es más en ese caso sería Raymond el que se vería afectado, tiene mucho que perder si sale todo a la luz- Interviene Gabriel. Mientras Cristian hace reír a Phoebe.
-Ustedes no conocen a Raymond Steele -Les informo.
-Podemos hacernos a una idea, Ana. Ahora tienes que estar tranquila, la nena siente tu estrés, así que tranquila. Deja que Cristian y tu suegro se encarguen y mañana vamos a trabajar como cualquier día – Me tranquiliza Julia o al menos trata de hacerlo.
Tengo el leve presentimiento que Ray no se va ha quedar de brazos cruzados, cuando se entere que estamos tratado de deshacer el poder de conservaduría que tiene sobre mí.
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