Capítulo 2
Cristian POV
Desde esta ventana miro como cae la nieve, el día esta frío y oscuro, como lo está mi corazón, la mujer que creí era el amor de mi vida, se fue sin darme una explicación. Sé que se sentía abrumada por el dinero de mi familia, sin embargo, para ellos nunca fue problema que Anastasia estuviese conmigo.
Le conté a Grace, mi madre que había conocido a una extraordinaria chica, que me había cautivado desde el primer día que la conocí en la universidad, si bien yo ya casi terminaba ella apenas empezaba la universidad. Tal vez fui yo el que me apresuré en hacerla que se viniera a vivir conmigo, debí ser paciente, podría ser que ella no estaba tan enamorada como yo si lo estaba.
La odie por días, pero la prueba de embarazo que encontré por accidente en la basura me hizo cambiar de parecer y comprender su huida, lo más probable que tuviese miedo del que pensaría mi familia de ella, que lo haría a propósito. Recordé la celebración de mi cumpleaños ese día pasamos la noche haciendo el amor y no usamos protección, estaba tan ebrio que se me olvido usar el jodido condón, sonrío con amargura; porque a pesar de saber su paradero no puedo acercarme a ella.
El maldito de Raymond Steele, la está buscando con desesperación, para enjaularla como lo hizo toda su vida antes de que escapará, soy consciente que debería ponerla sobre aviso, más eso implicaría que desaparezca con mi bebe y no saber de ellas nunca más, si sé que seré padre de una hermosa nena, espero que se parezca a su madre.
En este corto tiempo desde la fundación de mi empresa, he adquirido una fortuna la cual ha rebasado la de mi familia, ubicándome entre los hombres más ricos del estado, no me quiero quedar ahí, quiero superarme. El poder que deseo tener no es por vanidad, es para rebasar a la de los Steele, porque el daño que le ha hecho Raymond a su hija lo va ha pagar, para ello necesito encontrar a Carla, la madre de Ana; Welch, Barnie y Taylor la han buscado hasta debajo de las piedras y no han logrado dar con ella, lo que me preocupa es que el maldito de Steele la haya matado o que ella tiene tanto miedo de él que se ha escondido de tal manera que ni nosotros podemos encontrarla.
Vuelvo a ver la ecografía de mi hija falta mes y medio para su nacimiento, me gustaría estar ahí para tomar la mano de Ana y recibir juntos a nuestra hija por ahora eso no será posible.
- ¡Hey! Pez gordo. ¿No iras a acompañarme a mi despedida de soltero? Mira que tu mejor amigo si va ha acompañarme. ¿Verdad Emerson? – El idiota de Gabriel le sigue el juego, a él no le gustan los escándalos y sé que escapará a penas mi hermano se distraiga.
****
La despedida de soltero de Elliot terminó si contratiempos y sé que terminó en los brazos de Kate. Me dirijo a la habitación de mamá la cual compartía con Kate y Mia, en la despedida de soltera de las chicas, toco la puerta de la habitación, pero nadie me contesta, son la una de la tarde, mi madre al menos debería de estar despierta porque sé de antemano que no estuvo mucho rato con las chicas. Por lo que decido llamarla; a los dos tonos responde.
-Mamá. ¿Dónde estás? Estoy fuera de tu habitación – Ella carraspea antes de responder.
-Primero que todo no te asustes, estoy bien. Ayude a Gabriel con una amiga a la cual se le adelanto el parto y como pediatra que soy, pedí autorización para atender a la beba, mientras da inicio el seminario – Se detiene antes de continuar.
- ¿Gabriel está contigo? – Pregunto curioso porque sé de antemano que Gabriel no tiene amigas, sólo compañeras de cama de una noche. Por lo que deduzco que la chica le gusta o le atrae.
-Si, no ha querido despegarse de la chica – Si eso es real quiere decir que la criatura es de él.
- ¿La beba es de Gabriel, mamá? – La oigo reír.
-No, no es de Gabriel, es de la amiga de la chica que esta con Gabriel – Eso es extraño, ¿Por qué ese interés en una desconocida? Algo en mí enciende mis alarmas.
-Madre debo dejarte, ¿En qué hospital estas para mandar a Taylor por ti? – Necesito salir de las dudas.
-No tranquilo, voy de camino al seminario y al terminar Gabriel me llevara – Y con eso me corta la llamada, Grace me oculta lago y si recuerdo el hospital donde es el seminario, llamo a Taylor para que me lleve y salir de esta amarga duda. Llegamos al hospital, sin embargo, no bajo.
-Taylor, quiero que me acompañes- El asintió en silencio. Nos dirigimos a la recepción, tenía que inventar algo convincente para que me brinden la información que requiero.
-Buenos días, señorita – Salude a la mujer frente a mí.
-Buen día, señores. ¿En que puedo ayudarles? – Nos miró a ambos.
- ¿Me han informado que trajeron a mi esposa a este hospital? ¿Podría decirnos a que piso la llevaron? –
-Si me dice el nombre de la señora podría informarle – La mujer me habla con fingida amabilidad, de seguro le molesto saber que soy casado.
-Anastasia Steele- Respondo sin decir nada más.
-En el tercer piso, en la sección de maternidad y su hija está en neonatología – Mi cuerpo se tensa, me despego del mostrador y salgo como bala en busca de mi bebe, porque de antemano sé que Ana no querrá verme.
- Taylor ve a maternidad y asegúrate que Ana este bien, por favor – Él va a maternidad, para yo irme a neonatología. En el lugar hay varios médicos y enfermeras atendiendo a los niños. Miro con atención cada uno de los bebes y no logro saber cuál es mi hija.
- ¿Le puedo ayudar? – Una enfermera me pregunta.
-Bu... bus...busco a mi hija – Respondo tartamudeando.
- ¿Cómo se llama la beba? –
-No, sé, su madre y yo no estamos juntos, pero se me informo de su nacimiento, su madre se llama Anastasia Steele –
-Entiendo. Lo siento, pero no puedo brindarle información al respecto –
-Le suplico, por amor a Dios. Sólo quiero verla, por una única vez y le juro que me marchare sin ocasionar inconvenientes. Ella decidió marcharse – Le hablo mirándola a los ojos, de los cuales salen infinidades de lágrimas.
-Bien, pero sólo tendrá cinco minutos y usted se marcha – Asiento en silencio.
La enfermera me conduce por la sala hasta detenerse en una incubadora con un pequeño puntito conectado a muchos cables y una manguera conectada a su pequeña cara.
- ¿Por qué esta así? - Pregunto sin quietarle la vista a mi niña.
-Nació con una serie de complicaciones sumado a ello nacer antes de tiempo, estará aquí por alrededor de dos meses – Me informa.
- ¿Puedo cargarla? – La miro suplicante.
-Bien, pero tiene tres minutos –
Ella pone a mi hija en mis brazos, beso su pequeña cabecita donde hay pocos cabellos del mismo tono que el mío.
- ¡Hola! Preciosa, soy tu padre. Quiero que sepas que te amo, así como a tu mamá. Las amo, lucha mi amor, para que le ilumines la vida a mamá – Ella abre sus pequeños ojitos y me quedo enamorado, mi bebe tiene el mismo tono de color de ojos que yo.
-Señor ya es hora- Asiento con mi cabeza. Lleno de besos la cabecita de mi hija para darle un último apretón, se la entrego a la enfermera y salgo de ahí con mi corazón en mil pedazos. ¡Juro que Raymond Steele pagara por mantenerme alejado de mi mujer y de mi hija! Tengo que encontrar seguridad para ambas, ese maldito de no va a acercarse a mi familia. Le envío un mensaje a Taylor.
<<Te espero en el parqueo>>
Mientras espero a Taylor, le escribo a Welch, para que envíe seguridad a mi hija y a Ana, muy discreta. Cuando regreso al hotel me dirijo a mi habitación para tirarme en mi cama a llorar como un niño el cual a perdido lo más valioso del mundo.
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