Cristian POV

El mes después del compromiso pasó super rápido, para Ana, Julia, Mia y extrañamente Kate fue todo carreras entre las cuatro y con recomendación de mamá organizaron nuestra boda, la cual será muy privada, de nuestras familias y unos cuantos socios tanto de Gabriel, como mío y de mi padre. Con respecto a los medios han estado como locos asediándonos a todos, incluyendo a Richard el padre de Gabriel lo han asediado para que brinde alguna información a la cual se ha negado rotundamente e inclusive tuvimos que solicitar un cierre del espacio aéreo de la propiedad de mis padres ya que recibimos un informe que algunos medios tratarían de obtener imágenes de nuestra boda por medio de drones y eso no se los voy a permitir.

Lo otro es que por más que hemos tratado de dar con el chismoso que filtro la fecha de nuestra boda Welch no pudo dar con esa persona, deben haberle pagado una fortuna ya que hasta se filtró también la fecha de la boda de Gabriel el día de ayer, esto es de locos.

-Bueno hermanito es hora de que te pongas la soga en el cuello- Lo miro con ganas de ahorcarlo.

-Vamos, Grey. Elliot no sería Elliot si no dijera una de sus estúpidas bromas – Se ríe Gabriel.

-Muy cierto- Los miro a ambos y sonrío. Ellos son los únicos amigos sinceros que tengo, después esta mi padre y luego Taylor, pese que es mi guardaespaldas, él ha hecho cosas para mí mas allá de su deber.

Salimos al patio trasero hasta donde está el altar ya los invitados están en sus asientos, nosotros tres tomamos nuestros respectivos lugares, mientras Mia y Julia toman el suyo. Miro en dirección a los invitados; pese a que no me agrada la idea invitamos a los Kavanagh, para demostrarle a Kate que estamos trabajando en dejar a tras hechos del pasado, fue un tema delicado que debí tratar con Ana, si queremos una vida plena debemos empezar por dejar atrás lo que nos hace daño; por lo que empezamos con ellos, luego veo a nuestras familias, un hueco se hace mi estómago, Raymond debería estar entregando a Ana pero su actuar hacia Anastasia, no tiene perdón es por ello que lo hará mi padre. Miro a los demás invitados y estoy contento con lo que veo. Mi vista va a Taylor quien me hace un asentimiento de cabeza, en respuesta a la seguridad, hoy la seguridad está al tope, tanto la de Gabriel como la mía están aquí, ya que Taylor cree que Steele puede intentar hacer algo hoy en especial.

-Creo que Ana se ha arrepentido – Miro a Elliot con odio.

-Eres un idiota- Le espeto a mi hermano y Gabriel se ríe.

-Ahí, viene. Relájate, Cristian - Pide Gabriel.

Miro al frente a hacia el sendero que viene desde la casa, Anastasia viene tomada del brazo de mi padre, está hermosa como siempre, no obstante, hoy lo está más que nunca.

-Cristian. Que suerte tienes. Ana está muy hermosa – Vuelve hablar el idiota de mi hermano. Ni siquiera lo miro. Una suabe música suena en el fondo, Ana camina del brazo de mi padre, todos hacen silencio, sólo los gritos de felicidad de mi hija se es escuchan de fondo; estoy más que feliz por lo que la vida me ha dado. Ahora ella está frente a mí, nos miramos a los ojos; nunca dejaré de verlos.

-Hijo, te entrego a esta hermosa mujer; ella y tu hija son tu mayor tesoro, cuídalas – Me dice mi padre y va a sentar al lado de mamá quien tiene a Phoebe.

-Te amo, nena – Le digo al oído cuando le voy a dar un beso.

-Yo también te amo- Me responde.

El padre nos mira sonriendo, estaba tan nervioso y ensimismado que no me di cuenta de su presencia. Él comienza a hablar, diciendo la razón por la que estamos reunidos, no obstante, mi chica y yo nos encerramos en nuestra burbuja, hasta que nos pide que digamos nuestros botos matrimoniales.

Los invitados aplauden después de que nos escuchan recitar nuestros botos. Luego Elliot nos entrega nuestros anillos, para luego ser declarados marido y mujer.

Todos nos felicitan, incluida Kate, sin embargo, no se me pasa desapercibido que sus padres no nos felicitan, ellos se mantienen lejos de nosotros manteniéndose al margen las felicitaciones. Al parecer Kate lo nota.

-Lo siento Cristian. Todavía no asimilan que Ana se haya casado contigo y no con Ethan- Me lo dice bajo para que nadie escuche.

-No es mi problema Kate, ni debería ser el tuyo. No entiendo para que vinieron, si tienen esa actitud – Le replico de vuelta.

-Yo no quería que vinieran, sin embargo, le pidieron a Elliot que les invitaran, prometiéndole que se comportarían – Se justifica.

-Espero que así lo hagan – Asevero, o tendrán que atenerse a las consecuencias.

Luego de la ceremonia, llegó la celebración, Ana y yo abrimos el baile, luego nos siguieron mis padres, luego Gabriel y Julia, Elliot y Kate y así todos los invitados. Dos horas después ambos hemos bailado con todos los invitados, salvo lo Kavanagh que no se han movido de la mesa.

La cena transcurre con normalidad, para cierta hora mi incomodidad aumenta con la presencia de los suegros de mi hermano, son un par de estatuas frías, que incluso reaccionan a las palabras de su hija cuando esta fue a pedirles que cambiaran de actitud.

Al llegar el momento de marcharnos a la luna de miel que por cierto será en una isla del Caribe, que dudo sea del conocimiento de Steele. Sólo Taylor y yo sabemos su ubicación. En algún momento de la fiesta, mi inquietud crece a niveles astronómicos cuando no visualizo a Aemon y a su mujer. Me despego de Ana y de mi hija para pedirle a Taylor que los ubiquen tengo un mal presentimiento, busco a mi cuñada con la mirada y la encuentro hablando animadamente con Mia, Julia y Wen la esposa de Ross.

-Taylor, ¿Has visto a los Kavanagh? – Le pregunto cuando llego a su lado.

-No señor, de hecho, los estoy buscando, Rayan, Luke y Smith no me contestan. Le pedí a Sho que los busque – Me responde cuando lo encuentro. Le veo hablar por medio de su intercomunicador.

Al no recibir respuesta voy en busca de mi hija y esposa, debo de ponerlas a salvo tengo el leve presentimiento que las desapariciones no son una casualidad. Veo a mi madre con Ana y Phoebe se están despidiendo. Llego a ellas miro a mi madre con miedo.

-Madre llévate a Ana y a Phoebe al despacho de papá – Es una suplica más que un pedido.

- ¿Cristian que sucede? – Pregunta Ana. Mientras mi madre comienza a caminar con Phoebe en sus brazos.

-Ana, solo has lo que te digo. Ce con mi madre – Ya le exijo porque no me obedece.

-No me voy a mover hasta que me digas ¿Qué esta sucediendo? – Me exige mientras sus ojos están brillosos y veo como mi madre desaparece dentro de la casa.

-Algunos miembros de la seguridad no responden y los Kavanagh no aparecen. Ahora ve con mi madre, Ana – Le pido suplicante. Ana hace camino a la casa cuando Aemon la intercepta.

- No te muevas, Anastasia – Aemon intercepta a mi esposa en su camino a la casa.

- ¿Qué mierda estás haciendo Aemon? – Le increpa Ana.

- ¡Calla! Ponto lo sabrán todos. Muévete y tú también Grey – Nos apunta a ambos y no nos queda nada más que obedecer.

En el camino al centro de la carpa donde se realizaba la ceremonia, veo como algunos hombres vestidos como la seguridad apuntan a los invitados quienes están reunidos en el centro del lugar.

- ¿Qué estás haciendo papá? – Le reclama Kate a su padre.

-Asegurando el futuro de tu madre y el mío. Ya que mi hija ha decidido dejar a su familia – Le reprocha su padre.

-Elliot es mi esposo, él es mi familia, Aemon – Le inquiere mis cuñada a su padre.

-Tu olvidaste lo que esta mujer le hizo a tu hermano – Le reclama su padre de vuelta.

-Mi hermano y Ana no se amaban. ¡Acéptalo! Ustedes querían parte de la fortuna de Ana, para recuperar tus negocios. Eres un mal administrador. El abuelo lo sabía, pero no tenía a quien dejarle la fortuna mas que a ti. Mamá y tu son los que causaron su ruina. Deja a Ana y lárguense- Le exige Kate.

- ¡CALLATE! – Le grita el hijo de puta a mi cuñada.

-Es mejor que te largues Kavanagh, podría no acusarte de secuestro, si lo haces ahora – Le propongo porque estoy comprendiendo cual es el plan, miro a los ojos a Ana, ella igual que yo sospecha cual es el plan.

-Debemos esperar a Raymond, él nos sacara de aquí – Dice el hijo de perra mientras los infiltrados amordazan a los invitados. Veo a Gabriel y a Elliot, quienes me hacen gestos y yo niego con mi cabeza, sé lo que están pensando y no me voy a arriesgar. Dos hombres aparecen con Taylor, quien es arrastrado por ellos. Lo miro, noto que tiene un gran golpe en la cabeza y esta inconsciente. Lo arrojan a mis pies. Subo la mirada y me encuentro con los rostros de Sho y Smith.

-Traidores – Les digo a ambos y ellos no responden ambos.

Minutos después escuchamos un estruendo en la entrada para ver unos segundos después entrar dos camionetas y de una de ellas se baja Raymond, quien sonríe con arrogancia y de la otra bajan un hombre y una mujer que no conozco.

-Mis padres – Escucho a Julia y Gabriel se acerca a ella protectoramente.

-Bueno, bueno. Felicidades a los novios -Raymond hace a saludar a mi esposa, pero ella se aparta.

-Ni te atrevas a tocarme – Le dice ella.

-Siempre de mal educada, ya arreglaremos eso pronto. ¿Dónde esta mi nieta? Deseo conocerla más de cerca – Ana vomita en los pies de su padre al oírlo hablar. Hago a moverme, pero Smith se interpone.

-A la niña se la llevo Grace y no la encuentro – Dice Amanda Kavanagh a Raymond.

- ¡¿Dónde está?! – Raymond tomo a Ana del cabello.

-Has conmigo lo que quieras. Más nunca tendrás a mi hija – Le dice Ana enfrentando a su padre.

- ¡BÚSQUENLA! – Grita Steele a sus hombres.

-Grey, ¿Dónde está? – Me río.

-Crees que pondría a mi hija en tus manos. Olvídalo – Le respondo.

-Raymond, pronto vendrá la policía. Es mejor que no vallamos -Le ruega Aemon.

-Ellos nos han visto- Dice el que creo es el padre de Julia.

-No importa, Mitchel. Nunca nos encontraran. Teniendo a Anastasia tendremos acceso a la fortuna de mi difunta esposa – Sonríe diabólicamente Steele.

Señor, Steele. Hemos buscado en todo el lugar y no las encontramos – Dice uno de los hombres una hora después.

-Señor, alguien aviso a la policía es mejor irnos – Dice el traidor de Ryan.

-Bueno otro día vendré por ella. ¡Vamos! – Jala a Anastasia de su brazo haciéndola caer de rodillas. Los Mitchel agarran a Julia para llevársela también.

- ¡MALDITO HIJO DE PUTA! - Le grito a Raymond cuando veo como arrastra a mi esposa.

- ¡CRISTIAN! – Grita Anastasia desde el suelo donde esta.

Al querer lanzarme en contra de él, alguien me golpea por detrás y caigo al suelo quedando semiconsciente. Logro ver algo borroso que alguien ayuda a Ana a levantarse para luego ser llevada a la fuerza por su padre. Julia, grita y trata de oponerse a sus padres.

Los hombres empiezan a marcharse cuando empiezan los gritos. Hago a levantarme, no obstante, uno de los perros falderos de Steele vuelve a golpearme dejándome inconsciente, mientras todo se vuelve oscuro, escucho los gritos de Ana llamándome. Trato de reponerme, pero la oscuridad me jala con fuerza hacia ella.

-Te juro que te encontraré- Digo mientras me pierdo en la oscuridad.