Anastasia POV

Después de haber aclarado como Cristian se enteró de la existencia de Phoebe, queda más que claro que me enamore de un controlador en el buen sentido, si no fuese por él y Gabriel quien sabe dónde nos tendría Raymond.

Ahora estamos discutiendo porque me quiere mantener en casa encerrada, amo estar con mi hija, pero también quiero avanzar en el ámbito profesional, sentirme útil, demostrarme que puedo lograr lo que me propongo y así no darle arma a mi padre para decir con soy incapaz de superarme.

-No Cristian no está en discusión volveré a la oficina te guste o no. Gretchen podrá seguir siendo la niñera de nuestra hija – Exijo.

-Entiende Anastasia Raymond esta merodeando en los alrededores de la empresa, puede que sospeche que trabajas ahí, pero a que lo confirme es otra historia. El poder que tiene sobre ti le permite llevárselas sin mediar protesta – Viéndolo de esa manera tiene razón.

-Bien, reconozco que tienes razón, no obstante, le pediré a Gabriel y a Elliot trabajar desde aquí y cuando todo esto termine trabajaré en la empresa. ¿Estas bien con eso Cristian? - Concedo momentáneamente, mientras duermo a Phoebe.

Continuamos hablando de la visita de las familias de Gabriel y Cristian quienes llegaran hoy por la noche y pasaran el fin de semana en la mansión y eso me hacer recordar que la esposa de Elliot es Kate y tendré que verla, sin embargo, nuestra conversación se ve interrumpida por la puerta abriéndose.

-Esperen, ¿Quiénes son ustedes? – La voz de Gretchen resuena en la estancia al lado de pisadas.

Me sorprendo al ver a los seres más despreciables, los padres de Julia. ¿Cómo se enteraron donde encontrara a mi amiga?

-Si, ¿Quiénes son ustedes? Y ¿Cómo entraron? - Preguntó Cristian.

-Venimos a ver a nuestra hija – Respondió Sharon. Voy a exigirle que se vallan cuando aparecen Julia y Gabriel. No obstante Julia pasa directo a su habitación y Gabriel se les queda mirando.

-Síganme al estudio – Gabriel le ordena a los Mitchell.

-Gabriel – Llamo su atención.

-Dime, Ana – Me mira irritado.

-Cualquier cosa que les ofrezcas no será suficiente. Han venido por tu relación con Julia. Hazlos que se vallan ellos siempre enferman a Julia – Espero que me escuche y ellos no aman a su hija lo único que les interesa es que le pueden quitar a Julia. El me mira de manera intensa.

- ¿De qué hablas Ana? – Pregunta Cristian.

-Luego hablamos – Le digo en un susurro.

-Luke, Ryan. Acompañen a los señores Mitchell fuera de la propiedad y Luke inga quien los dejo entrar y hazlo pasar al estudio – Y con eso se marcha al estudio.

- ¿Quiénes son esas personas, Anastasia? –

-Son los padres de Julia. Son una mierda de padres. Lo que me preocupa es lo que harán para conseguir dinero de Gabriel. Tratarán de acercarse a ella de alguna manera – Me preocupo.

No seguimos hablando más, me dirijo a la habitación para que Phoebe duerma su siesta. La dejo en su cama y me dirijo a nuestra habitación. Hoy tengo otra cita con el psiquiatra, será la última antes de que emita su dictamen poder librear me Ray.

Me estoy desvistiéndome para cambiarme de ropa, cuando unos fuertes brazos ya conocidos rodean mi cintura.

-Sabes me gustaría tenerte así todo el tiempo – Las palabras de Cristian me calientan.

-Así. Estoy en desventaja, usted señor Grey tiene mucha ropa – Lo pico.

-Nena, soy todo tuyo – En un abrir y cerrar de ojos ambos estamos sobre la cama desnudos y muy excitados. Cristian abre mis piernas con las suyas, se acomoda sobre mi y de una sola embestida me penetra llenándome por completo, es ahí cuando perdemos el control.

****

De camino al consultorio me encuentro nerviosa, esta será la última cita, al llegar nos pasan de inmediato y soy atendida por el doctor Flynn mientras Cristian espera fuera.

Flynn me hace llenar un formulario con una serie de preguntas, estas preguntas servirán para determinar cualquier condición psicológica que pueda tener o descartar si tengo alguna. Luego me pide que exprese cual es mi sentir hacia las situaciones que me ha tocado vivir durante toda mi vida.

-Bueno, Anastasia. Como le mencioné en la primera vista emitiré un dictamen el cual se te hará llegar a ti y a tu abogado –

-Doctor Flynn, ¿eventualmente si hubiese un juicio usted estará ahí? –

-Si la corte me cita ahí estaré –

-Gracias, doctor Flynn- Me despido de él y salgo para buscar a Cristian está leyendo el periódico y no se da cuenta que dos mujeres se lo están comiendo con la mira y eso me pone muy celosa.

-Cristian, amor. Ya he terminado – El cierra el periódico y me mira con los ojos achinados. Mira a su alrededor percatándose de las dos mujeres. Se levanta con ese porte sexi que él tiene me dirige una mirada curiosa.

- ¿Celosa, señorita Steele? – Pregunta sonriendo.

-Pues no señor Grey, sólo espero que no arme un escándalo cuando los caballeros me miren como lo hacían esas mujeres con usted –

-No, señorita Steele. Yo estaba leyendo el periódico y no me di cuenta de que me miraban, así que no estoy de acuerdo con lo que usted expresa. Usted es sólo mía y no pienso compartirla con nadie, salvo nuestra hija- Me da un corto beso y salimos rumbo a la mansión.

Durante el regreso a casa, Cristian atiende varias llamadas de negocio y de la casa matriz de la empresa, donde están reclamando su presencia. Creo que discutió con su mano derecha por su ausencia alegando de que tiene asuntos por resolver.

-Cristian, si tienes que volver a Washington, no te preocupes por nosotras, estaremos bien – Beso la palma de su mano.

-Ana, ya no puedo estar sin ustedes, dormir sin ti es un infierno y si les pasara algo y yo no estoy para defenderlas me moriría- Posa su mano en mi mejilla.

-Cristian, a mí también se me hace difícil. Mas esta empresa significa todo por lo tanto que has luchado, por tu sueño. Cuando esto termine, cuando mi padre nos deje en paz, iré a vivir donde tú quieras que vallamos – Tengo que hacerle entender.

-Bien. Hablaré con papá, para que aligere las cosas. Espero que Flynn le envié el dictamen rápido –

-Yo también cuento con ello – Le doy beso en los labios, para recostarme en su hombro.

El resto de la semana la pasamos en relativa tranquilidad, los Mitchel no vuelven a aparecer y eso me preocupa. Nunca se rinden tan pronto. Según escuché a Taylor mi padre esta en la ciudad y mis nervios están al máximo. La seguridad de la mansión se duplicó y más cuando las dos familias arriban a la mansión; los Grey y los Emerson son muy espontáneos. Al fin conozco a Elliot en persona, cuando me presenta a su esposa debo de contenerme para no hacer un mal gesto.

-Anastasia, te presento a Katherine Kavanagh, mi esposa – Ella me extiende su mano, pero antes de estrecharla Cristian me toma por la cintura y evita que nos toquemos.

-Creo que las presentaciones entre mi cuñada y Ana están de más, Elliot. Ellas ya se conocen. ¿Verdad cuñada? - Miro a Cristian con sorpresa. Ha recordado lo que les conté en la reunión con los abogados.

- ¿Es cierto amor? – Pregunta Elliot extrañado.

-Si, cariño. Anastasia y yo compartimos parte de nuestra infancia y adolescencia- Kate le brinda a su esposo una sonrisa tensa.

-Creí que no guardábamos secretos, nena – Le reprocha mi cuñado.

-No hay problema Elliot. Kate y yo nos dejamos de ver cuando terminé el instituto – Le sonrío para tranquilizarlo.

-Ana, creo que nuestra hija necesita un poco de la atención de su madre – Cristian trata de alejarme para no tener que lidiar con Kate.

-Ana, tenemos que ponernos al día – Me sonríe. Le afirmo con un asentimiento de cabeza, no me voy a poner a gritarle delante de todos.

-Me dirijo a buscar a mi hija para encerrarnos en nuestra habitación. Quiero tratar de asimilar que quiera o no debo de tratar con Kate, para no desestabilizar a la familia, ya que Elliot esta completamente enamorado de mi examiga.

- ¿Estas bien Ana? – Pregunta Julia entrando a mi habitación.

-No, no lo estoy, Julia. Ponle seguro a la puerta por favor – No sea que Kate se le ocurra hacerme una visita.

-Es ella la esposa de Elliot, la persona que te tiene nerviosa – La miro con las lágrimas al borde de mis ojos.

-Si, es ella. Cristian me había dicho que vendría. Pero mi mente todavía no logra perdonarla por su traición – Julia me estrecha entre sus brazos. Dos toques en la puerta hacen que nos separemos.

Mientras mi amiga mira quien toca la puerta acuesto a mi bebe en la cama, para que descanse.

-Hola, Julia. Quería estar más tiempo con mi sobrina – Mia Grey entra a la habitación sin esperar invitación para hacerlo y tras ella viene la persona que sin quererlo me está atormentando.

-Phoebe, está dormida – Le sonríe Julia.

-Pues podemos conocernos ya que somos familia – Inquiere Mia, seguramente ha notado mi distanciamiento.

- ¿Es cierto que consiste a Cristian en la universidad? – Curiosea Mia.

-Si, ahí lo conocí – Confirmo su pregunta.

- ¿Por qué no te vas a vivir a Washington con Cristian? Así podremos los Grey estar más cerca de ustedes –

-Bueno, es que...- Mi respuesta queda a medias ya que somos interrumpidas por Gabriel.

-Ya van a servir la cena, así todas deben de bajar – Gabriel espera a que salgamos.

-Yo me quedaré con Phoebe. Luego bajo – Le suplico con la mirada que acepte lo que le pido.

-No, Ana. Cristian me pido que te dijera que te espera para que te sientes junto a él. Además, Julia y yo les tenemos una noticia y deseamos que nos acompañes -Gabriel mira a mi amiga y ella se sonroja y asiente.

-Me llevaré a Phoebe en el cargador – Sedo a su petición.

Todos salen, sin embargo, al levantar mi vista me encuentro con la mirada apenada de Kate, la cual no me convence.

-Ana, vine a esta reunión familiar porque Grace me lo pidió – Entonces es mentira que ha venido para que resolvamos nuestras diferencias. Sonrío con amargura.

-Sabes no me interesa porque has venido Kate. Lo que hiciste está hecho y no hay vuelta de página. Sólo espero que Ethan haya encontrado a alguien que lo ame de verdad – Me levanto de la cama para ir al comedor.

-Esa actitud tuya, es la razón por la que no quería venir Ana. No porque Grace me lo pidiera – Trata de explicarse.

-Sabes Kate yo por un tiempo trate de perdonarte. Sin embargo, los recuerdos de las cosas que me hicieron después que me entregaste a Ray no me lo permiten. Si me hubieras ayudado a escapar ese día no Raymond no tendría esos documentos que le dan poder sobre mí. Así que no Kate. Te trataré cortésmente porque he visto el cariño que Grace siente por ti y el amor de Elliot. Más haya de eso no hay nada – Con esas palabras salgo de nuestra habitación, al salir me encuentro con Grace.

- Ya están sirviendo la cena – Nos informa; mi mirada se conecta con la suya y en sus ojos veo tristeza. Al parecer escuchó nuestra conversación.

Mi humor mejora cuando mi amiga y su novio nos dan la gran noticia, que hay bebe en camino, lo que ocasiona un revuelo en la familia Emerson; en mi caso me alegro por mi amiga. Las dos Grace preguntan a sus hijos cuando nos harán sus esposas; Gabriel asegura que no lo han hablado pero que lo hará en privado con Julia. Cristian en nuestro caso comenta que hasta no resolver la situación por la que estamos pasando no pondremos fecha a nuestra futura boda. Carrick asiente a su respuesta.

-Con relación a ese tema Ana, Cristian ¿podemos reunirnos después del café? – Carrick pregunta y ambos asentimos.

Sólo espero que sea el resultado del dictamen del psicólogo.