Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

-3-

Ráfaga Dorada miraba desde la distancia como unas ancas marrones se movían sin cesar para luego saltar sobre algo.

-Se te veía desde el poblado de los Dos Patas, tu presa ya te habría visto y el resto también,- la gata se acerco -repite.-

-¡Es la sexta vez que lo hago hoy!- maulló indignado el joven gato -Estoy harto de acechar a esta, estúpida piedra- le pego un manotazo a lo que era su "presa".

Era la estación Sin Hojas y no había suficientes presas para alimentar a todos, por eso mismo si aparecía alguna la cazaría Ráfaga Dorada para comerla pero con el peso en la tripa de que esa presa la podrían comer sus compañeros de clan que en esos momentos estaban atrapados sin comer nada. Aun así el hambre se les quitaba cuando recordaban que estaban en territorio enemigo y que algún rastro de presas podría provocar que les encontrasen.

-Ademas esta es una forma muy rara de cazar, ir arrastras de arbusto en arbusto hasta estar a un bigote de tu presa... ¡Así es normal que te vea!- resoplo y se alejo unos pasos de su mentora  -Los guerreros del Clan de la  Tormenta no cazan así- Se sentó dándole la espalda y miro al suelo enfadado.

-¡Estas en el Clan de la Escarcha y una guerrera del Clan de la Escarcha es tu mentora, que te esperas!- La guerrera dorada comenzaba a perder la paciencia con su aprendiz lo único que hacia era quejarse y si había alguna presa ya la habría espantado con sus tediosos movimientos de caza. -Si estas en territorio del Clan de la Escarcha tendrás que cazar como un gato del Clan de la Escarcha- Ráfaga Dorada se puso de cara a Alce y le miro a los ojos, el aprendiz en seguida desvió la mirada.

Ráfaga Dorada ya sabia que los movimientos de caza del Clan de la Escarcha y del Clan de la Tormenta no eran los mismos, cada clan tenia su territorio y cada territorio necesitaba ciertos movimientos para sacar de ahí las presas. Por eso mismo Alce cada vez que fallaba su replica favorita era decir que en el Clan de la Tormenta acertaría, que los aprendices de su clan le habían enseñados los movimientos básicos que ahora le estaba enseñando del Clan de la Escarcha. Cada vez que decía eso le recordaba que ahora estaban en su territorio que se habían tenido que ir del territorio de sobre todo pinos por si los dos guerreros que les habían pillado informaban de esto a Estrella Grumosa.

<<Que probablemente ya lo habrán hecho>>

-¿Y que hay de tu territorio? A ti también te estarán buscando- le echo en en cara el aprendiz café.

-Por ultima vez Alce en mi clan en estos momentos no esta Estrella Grumosa el castigo sera menor o habrá menos guerreros buscándome.- Justo cuando dijo eso atisbo dos pelajes en la lejanía. -Rápido al lodo.-

Ambos corrieron a la orilla de un pequeño arroyo que no les quedaba muy lejos y se restregaron contra la orilla fangosa y volvieron al arbusto que tenían por escondite.

-¿Oléis algo?- maulló un guerrero marrón atigrado al que Ráfaga Dorada identifico como Corazón Estruendoso.

<<Cagarrutas de ratón, Corazón Estruendoso fácilmente podría pillarnos>>

-Sí tan solo huelo el delicioso aroma de Mirada Profunda- ronroneo un gato y una gata se restregó contra él.

Corazón Estruendoso tras negar con la cabeza y suspirar echo un ultimo vistazo alrededor y se fue.

-Uf, eso ha estado cerca- sonrió aliviado Alce -El barro es genial para ocultarnos.-

-Sí lo se pero luego es horrible para quitarlo del pelaje- la gata dorada comenzó a limpiarse con fuerza y su aprendiz la copio -Ven aquí al tener el pelaje mas largo lo tendrás mas difícil que yo para quitártelo de encima- En cuanto Ráfaga Dorada termino con su pelaje comenzó a limpiar el de Alce y este se lo agradeció mientras lamia su cola café que se fusionaba con el lodo.

-¿Ráfaga Dorada?-

-¿Mmm?- murmuro la guerrera mientras terminaba con el pelaje del gato café.

-Perdona por quejarme tanto, se hace un tanto difícil cazar de una forma que nunca he visto y en un ambiente hostil y tan diferente al de mi campamento- murmuro Alce.

-Me has visto a mi hacerlo antes aquí.-

-Sí, pero no es lo mismo, el suelo no es suave con agujas de pino y no cabía la posibilidad de que de repente te viniera un guerrero y te castigara de una manera horrible.- Ráfaga Dorada se calmo un poco los últimos fracasos de su aprendiz y haber visto guerreros de su clan que podrían atraparles la habían estresado.

-Tranquilo lo entiendo, a mi también se me hace dificil todo esto.- suspiro -Ademas, nunca he sido mentora ¿Sabes? Quizas estoy siendo demasiado impaciente o te estoy cargando mucho.- Alce sonrió y puso su cola sobre la de ella simpatizando y eso animo a la guerrera. -¿Que te parece si lo volvemos a intentar?- Alce asintió y mientras salían del túnel la gata se quedo quieta.

-¿Que ocurre?- Alce intento sacar la cabeza mas del arbusto para ver que era lo que había frenado a su mentora pero esta le puso la cola en la boca.

-Comida- susurro la gata dorada.

Había un escuálido ratón de agua en la orilla del arroyo royendo lo que parecía una diminuta semilla. La gata se relamió los labios y se quedo tensa.

-Quédate quieto y mírame.- ordeno a su aprendiz.

Ráfaga Dorada fue dando lentos pasos con la tripa lo mas cerca de la tierra y la cola levitando sobre la hierba, acelero al ver una roca cerca de la orilla y se quedo tras esta observando detenidamente al roedor, saco las garras para aferrarse mejor a la tierra e ir mas rápido y tras un ultimo acelerón se abalanzo contra el ratón y un segundo después sin poder creérselo lo tenia entre sus fauces intentando no tragárselo de una pieza.

-¡Eso ha sido asombroso!- maulló Alce acercándose a ella con la cola en alto -Después de tanto tiempo por fin podremos comer-. Ráfaga Dorada erizo un poco su cuello y por poco suelta un gruñido por tener que compartir, o lo que su instinto le decía, que le robaran la presa, pero tras calmar aquellos antiguos instintos que todos los gatos poseían dejo la presa en el suelo.

-Escoge, de tripa para arriba o de tripa para abajo- la guerrera sabia que otros guerreros le habrían dejado todo el ratón de agua a Alce pero ella tenia demasiado hambre para dárselo todo y si ella moría de hambre veía poco probable que Alce avanzara demasiado sin ella.

-De tripa para abajo por favor- ambos debían de haberse abalanzado contra sus respectivas partes de la presa y haberlas engullido en un momento pero se quedaron en silencio mirando su trozo de comida.

<<Esta presa debería ser para mis compañeros de clan, para los que están encerrados que llevan sin comer por mucho tiempo. Para Hojarasca Matinal que esta esperando cachorros o para Telaraña Goteante que es demasiado vieja y quizás no sobreviva.>>

Ráfaga Dorada sabía que Alce estaría pensando lo mismo con sus respectivos compañeros de clan y tras mirarle por un rato y analizar su propia situación poso su cola sobre la de Alce.

-Comamos esto pero por nuestros compañeros de clan, los que están allí encerrados, en honor a ellos para tener las fuerzas suficientes para rescatarlos.- Alce asintió sonriendo.

-Y agradezcamos al Clan Estelar por esta presa.- la guerrera asintió y tras un ultimo momento en silencio ambos devoraron la presa.

-Hace tiempo que no como algo tan delicioso.- ronroneo Alce -Pero mi tripa ahora ruge mas que antes.-

-Es lo que tiene comer tras mucho tiempo, luego quieres más.- la tripa de Ráfaga Dorada también rugía y decidió hacer algo para despistarse -¿Te apetece volver a intentarlo?-

-¡Sí!- Maulló emocionado el joven gato y su mentora se alegro de haberlo animado tras la captura.

-Bien, recuerda mis movimientos, agáchate pero que tu tripa no roce el suelo e intenta moverte lo menos posible.- Alce hizo caso a su mentora, se encontraba agachado pero su cola pisaba la hierba por su largo pelaje con lo cual si se movía haría que toda la hierba se moviera tras de si. -Levanta un poco mas la cola, perfecto, ahora comienza a moverte asegurándote de mirar donde pisas.- Alce avanzo pero iba demasiado rápido llegando demasiado pronto hasta donde estaba la piedra. -Vete mas despacio a ese ritmo la presa te vera llegar y la asustaras-

-Pero tu has ido a ese ritmo con el ratón de agua-

-Sí porque estaba mas lejos de donde tu tienes la piedra, ademas tenia escondrijos.-

-¿No puedo intentarlo con escondrijos?- sus ojos azules oscuros miraron con emoción a su mentora.

-Si dominas este acecho el que tiene escondrijos te resultara mas fácil, entonces primero este.- Alce volvió hasta la posición inicial y volvió a comenzar andar pero esta vez mas lento hasta que estuvo a menos de una cola de distancia de la piedra.

-Bien, ahora quédate quieto y abalanzate contra la piedra- el aprendiz marrón oscuro se quedo quieto y de repente pego un gran pero rápido salto hasta la piedra.

-¡Mira Ráfaga Dorada lo he logrado!- el aprendiz cogió la piedra entre sus fauces y la llevo hasta su mentora con la cola en alto.

-Bien hecho,- felicito a su aprendiz -el salto final te ha salido muy bien.-

-Es que los movimientos de caza del Clan de la Tormenta sobre todo tratan de esconderse en un arbusto, quedarse quieto en alguna sombra o en algún sitio en el que te puedas camuflar y saltar directamente a la presa, solo que desde una distancia mas lejana a la que cazáis vosotros.-

-Contándome esto se que la caza con escondrijos la controlaras mucho mejor-

-¿Puedo probar aun así?- Alce comenzó a amasar la tierra emocionado.

-Cuando algo se te da bien no te importa tanto hacerlo- Alce ronroneo.

-Esta bien te dejare la piedra un poco mas lejos del arbusto que tenemos como guarida y así podrás utilizarlo como escondrijo.- Ráfaga Dorada llevo la piedra mientras el gato café se ponía en postura de acecho y en cuanto vio que su mentora dejaba la piedra fue a un paso mas rápido que el que había utilizado antes hasta el arbusto y desde este salto hasta la piedra.

-¡Se acechar!- Alce ronroneo mientras corría en círculos y Ráfaga Dorada envidio esa felicidad.

<<Solo hemos comido una presa desde hace mucho tiempo, hace frió, su propio clan es hostil con él y los gatos que ama lo estarán pasando mal pero aun así él puede ser feliz con algo tan simple como saber acechar.>>

-No nos sirve de nada que sepas acechar si no sabes rastrear- la guerrera dorada volvió a ser realista.

-Se reconocer un par de olores si no siempre puedo ver a las presas y cazarlas- el joven gato volvió a poner la postura de acecho.

-Esto seria mas fácil sino estuviéramos en la estación Sin Hoja- suspiro la guerrera dorada.

-Piensa el lado positivo, al menos no nieva- justo entonces a Ráfaga Dorada le cayo un copo en la nariz.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro