Jeon JungKook se podría definir fácilmente como un "chico malo", a pesar de ser un estufiante brillante que había conseguido muchos premios para la secundaria dónde estudiaba también era un estudiante que amaba intimidar a otros.

Él y su grupo de amigos se encargaban de molestar a muchos estudiantes, hacer bromas y fastidiar.

¿La escuela hacía algo al respecto? No, sabían que castigar a un estudiante tan brillante como JungKook no era algo que los beneficiara.

Por eso permitían que el azabache hiciera todo lo que hiciera mientras pudiera conseguir más premios y reputación para la secundaria.

Hoy era el primer día del último año de secundaria.

Quejándose por su nuevo casillero vacío JungKook lo abre con rabia y tira su mochila adentro. Odiaba comenzar un nuevo año escolar porque significaba cambios de casilleros.

Estaba tan acostumbrado a su viejo casillero decorado que le irritaba muchísimo ver el nuevo vacío.

Con su mochila adentro comienza a sacar el contenido para pintar la puerta de metálica.

Al ser el primer día y la asignación de casilleros todos los estudiantes podían decorar los suyos y familiarizarse con el planten en el caso de que sean nuevos.

──¡Hey! deja eso y ven con nosotros. ── dice un chico de cabello menta detrás de él.

JungKook se voltea y ve a su mejor amigo frente él, tenía dos latas de pintura en aerosol y los agitaba con una sonrisa burlona.

El azabache sonríe con malicia y cierra el casillero con fuerza antes de tomar una corriendo, y salir corriendo junto a su amigo.

Primer día, primer travesura.

──¿Hyung, dónde? ── pregunta sin dejar de correr por los pasillos.

──¡La oficina del director! ── responde el de cabello menta con una risa.

JungKook asiente y acelera su paso con dirección a la oficina del directo.

Los alumnos en los pasillos sabían que Jeon JungKook y su mejor amigo Min YoonGi irían a hacer una travesura tonta, pero ningún tenía la valentía suficiente para avisar de antemano a alguna autoridad de la institución.

Sabían lo que les pasaría si se les ocurría delatarlos.

Cuando llegan a la puerta de la oficina, ambos comienzan a cuchichear sobre el plan que harían. Dando algunas ideas sobre que pintar en la pared al lado de la puerta.

YoonGi sugirió escribir "Kim NamJoon apesta" quien era su director y JungKook sugirió dibujar un pene.

Un par de tontos, sí.

Con la boba idea en mente comenzaron a dibujar y a escribir sobre la pared con aerosol verde y rojo.

El sonido de la lata siendo agitada llamó la atención del director quien salió justo al momento donde su alumno estrella Jeon JungKook dibujaba un pene.

──¡Jeon! ¡¿En el primer día?! ── regaña el hombre.

YoonGi salió corriendo sin compromiso, dejando la lata de aerosol tirada en el suelo y soltando una risa burlona.

──¡Lo siento, NamJoon Hyung! ── grita el azabache antes de comenzar a correr detrás de su amigo.

El director dejo salir una risa nasal y entró de nuevo a su oficina, ahora debía pintar la pared.

Mientras el azabache corría sin parar con intensiones de ir a su casillero, YoonGi corría velozmente a unos cuantos pasos más frente a él.

Pero cuando llegó su turno para cruzar hacía la derecha por el pasillo su cuerpo chocó duramente con otro cuerpo.

El chico frente a él iba a chocar su cabeza contra el suelo pero JungKook pasó su mano con agilidad detrás impidiéndole chocar.

Cuando sus cuerpos chocaron el piso el azabache estaba sobre él con los ojos abiertos del asombro y su respiración errática.

El chico que yacía bajo su cuerpo lo miraba asombrado.

Jeon JungKook sintió que miraba un ángel.

Los ojos del chico brillaban como miles de estrellas y el aroma a fresas de su perfume mareaba a azabache, pero no sabía si lo mareaba de amor o por lo fuerte que era.

──Uhmmm... ¿Te puedes levantar, por favor? ── pregunta el chico bajo suyo.

La voz de ese joven rubio se escuchaba melosa, tan melosa que se sentía como una caricia en el corazón de JungKook.

Su voz no era fina, era levemente gruesa, pero hablaba con una delicadeza y un tono tan meloso como miles de caramelos.

El azabache cayó en cuenta que estuvo mucho tiempo sin responder y se levanto rápidamente.

El rubio se levanto con cuidado y comenzó a sacudir su ropa suavemente.

──Auch. ── exclamó el chico pasando una mano por su espalda baja.

JungKook detalló su vestuario, tenía un jeans azules de pierna ancha, unos converse blancos, una camisa blanca y encima un cardigan tejido del mismo color y con varías fresas. Además tenía un bandolero grande color rosa y un ganchito de fresa en sus cabellitos dorados, se veía demasiado adorable.

──Lindo... ── susurro JungKook pensando en voz alta.

El chico levantó la mirada y lo miró curioso ──¿Dijiste algo?

──No, no, no. ── responde el azabache nervioso.

──Bueno... me tengo que ir... adiós... ── se despidió el rubio antes de marcharse por el pasillo.

JungKook se dio la vuelta y lo vio perderse.

"Huele muy bien" ── pensó antes de levantar su camisa y comenzar a aspirar el aroma un poco más.