Señalen errores por favor:)

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Las siguientes clases que debe compartir con Harry sentado a su lado todo el tiempo son... Interesantes. Al chico le gusta hablar, mucho. Y Louis odia admitir que de hecho, le gusta escucharlo hablar sin parar, le gusta su voz y lo que sea que tenga para decirle.

Pero ese no ha sido realmente el problema, Harry pasa mucho tiempo con él y por lo tanto ha empezado a ser un blanco para las burlas que ya no solo incluyen a Louis y el resto del grupo. A Harry parece no importarle, en realidad el chico ilumina aún más todo a su alrededor con su amabilidad, nobleza y belleza.

Louis cree que no puede estar más enamorado de él, pero entonces el siguiente día llega y él se enamora un poco más. Pero Louis está lejos de ser como Harry, en su lugar, todo lo que él ha hecho es mentirle acerca de quién es o lo que gusta hacer y se siente totalmente como un cobarde.

Los chicos habían empezado a desesperarse, han estado retrasando cada vez más las campañas; alegando que el club está empezando a desmoronarse. Louis ni siquiera los puede culpar o siquiera molestarse con ellos, sabe que tienen razón pero por algun otro motivo, lo que Harry piense de él era más importante que la molestia de sus amigos.

Fue donde se dió cuenta de que estaba completamente jodido.

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"Te he traído algo." Harry dijo en cuanto se sentó a su lado en la cafetería. Los otros chicos aún no llegaban y estar a solas con el rizado todavía lo ponía nervioso. Realmente empezaba a dudar en superarlo algún día.

"¿En serio? ¿Qué es?" El chico rió por lo bajo y arrastró el plato sobre la mesa hasta ponerlo frente a Louis.

"Vamos, ábrelo." Harry insistió, tan dulce y tan infantil. Emocionado por cuál sea la razón pero Louis terminó haciendo lo que le pidió y abrió el recipiente de plástico.

En el interior habían al menos quince galletas con chispas de chocolate.

El esfuerzo que hacía por controlar su corazón era imposible, al igual que las mariposas en su estómago. De verdad esperaba que Harry no pudiese escuchar sus latidos desbocados o el temblor en sus manos, mucho menos esperaba que se diera cuenta del color carmesí que empezaba a cubrir sus mejillas.

La semana pasada le contó al chico lo mucho que disfrutaba las galletas con chispas de chocolate acompañadas con un poco de leche cuando era un niño. Y Ahora lo tenía ahí, Harry estaba dándole galletas que parecían haber sido hechas por él mismo.

"Harry..." Apenas encontró el suficiente aire para formular esa palabra. Le observó a los ojos, brillantes como un par de esmeraldas y su mayor perdición; sus hoyuelos.

"Mamá tenía un poco de mezcla para galletas y recordé lo mucho que dices que te gustan así que intenté hacer unas pocas pero entonces se me terminaron las chispas de chocolate y tuve que salir a comprar más y cuando volví a casa ¡Mamá y Gemma se habían las comido todas!" Harry rió fuertemente, tan dulce y suave. "Así que me molesté y mamá terminó ayudándome a hacer más. Aunque éstas quedaron mucho mejores, debo decir."

"Están perfectas, muchas gracias."

"Espero te gusten. También traje leche."

Y oh por todos los cielos.

"Eres como un ángel." Louis dijo sin aliento, tomando la cajita de leche que Harry le había comprado.

"Realmente espero que te gusten."

"Sé que lo harán."

°°°°°

"Hay suficiente para ambos, ven aquí."

"Pero las hice para ti." Harry hizo un puchero, negándose a sentarse a su lado.

"Y yo quiero compartirlas contigo."

"Puedo tomar sólo una." Él advirtió y Louis rodó los ojos con diversión.

"De acuerdo, chico rizado. Ahora ven aquí."

Harry se sentó a su lado, ambos recargados en el enorme tronco del árbol que les hacía sombra. Tenían dos periodos libres por lo que Louis sugirió ir a un lugar tranquilo a pasar el tiempo hasta su siguiente clase. Por supuesto que Harry no lo pensó ni dos veces antes de aceptar e ir tras él.

Comieron en silencio, lanzándose algunas miradas divertidas cuando sus manos se tocaban al tomar más galletas del recipiente hasta que sólo quedó una.

"Puedes tener la última." Louis le tendió la galleta pero Harry negó con una sonrisa divertida.

"No, las hice para ti. Es justo que la última sea para ti."

"Precisamente por qué tú las hiciste la mareces más que yo. Hay que verlo de ésta forma. Puede ser la mejor galleta que probarás en todo el mundo, pero no lo sabrás... Porque no la quieres."

Harry lo observó durante tres segundos dónde casi hizo que Louis sufriera un ataque al corazón, no sabía de dónde había sacado esa forma de verlo, como un cachorro tierno, con sus enormes ojos de venado.

"Eres un tonto." Él dijo, pero aún tomó la galleta y la partió en dos. "Podemos compartirla."

Louis sonrió pero terminó aceptando la mitad de la galleta.

Tenía su corazón acelerado.

°°°°°

"No puedes seguir posponiendo el juego, Louis. Jamás lo habías hecho, ¿qué es tan importante para que canceles las batallas, eh?" Liam se veía amenazante, para cualquiera excepto para Louis.

"No es de tu incumbencia."

"¡Lo es!" Liam golpeó con fuerza la mesa. Todos en la cafetería se giraron a verlos.

"Baja la maldita voz."

"Escúchame, no es justo. Si ese chico es la razón, no vale la pena."

"Liam, detente ahora."

"No, tú detente. Vamos a seguir con el maldito club, así no estés presente."

"Soy el líder, soy quien..."

"Me importa una mierda, conseguiremos un reemplazo o lo que sea." Liam caminó lejos de él. Estaba furioso.

De acuerdo, Louis lo entendía completamente y no estaba molesto con él. Cuando iniciaron con el club. Literalmente hicieron una lista de reglas, una de ellas era no posponer o cancelar una batalla por una aventura con alguien, pareja o lo que sea.

Todos firmaron esa hoja y por supuesto que Louis también.

Estaba violando las reglas por un chico. Él mismo se juro así mismo que jamás haría algo como eso.

¿Pero cómo iba a saber que Harry aparecería de un día para otro?

Esto no es algo que él pidió y lo odiaba, odiaba tener que preocuparse por lo que Harry pensara de él, odiaba sentirse inseguro, odiaba que de pronto las burlas de los demás chicos empezaran a importarle.

Odiaba los cambios.

°°°°°

Entró al salón de audiovisuales con tranquilidad. Los chicos ya estaban ahí, arreglando el lugar y devolviéndolo a lo que era antes de que Louis lo destruyera.

"Hey."

"Hola, Lou." Niall se acercó a él, feliz. Le dió un medio abrazo antes de correr devuelta con Zayn quien lo saludó con una sonrisa y un movimiento de mano.

"Hola." La voz seria de Liam le hizo rodar los ojos.

Maldito chico orgulloso.

"Sé que ha sido mi culpa el que nos hayamos retrasado con la batalla pero prometo que no volverá a suceder."

"Disculpas aceptadas." Niall dice como el sol que es. Louis lo adora pero jamás va a admitirlo en voz alta.

No me estaba disculpando. Es lo que quiere decir pero el objetivo de venir hasta acá no es hacer más grande el problema.

"No te preocupes, podemos entenderlo. Es solo que, creo que no es buena idea que le mientas al chico sobre quien eres." Zayn habla con tranquilidad y ojos compasivos.

"No tiene nada de malo que lo que te guste. No estás haciéndole daño a nadie." Niall sigue. "Entendemos que te guste..."

"Alto ahí, Harry no me gusta." Louis rie nerviosamente.

Está indignado.

"¿Por qué haces todo ésto entonces?"

"Harry no me gusta." Él repite más firme. Liam ríe en el fondo del salón mientras sigue ordenando algunas cosas.

"Repítelo una vez más, creo que no te lo haz creído."

"Dios mío, cállense. Harry no me gus..."

"Oh, hola Harry."

Su cuerpo se congela mientras se voltea rápidamente hacia atrás, aterrorizado pero no hay nadie más en el salón. De hecho, la puerta estaba cerrada.

Los chicos rien.

"Oh, fabuloso. Ingenioso, son unos malditos idiotas todos." Louis dice mientras camina hacia el sofá y se unde en él cruzado de brazos y refunfuñando como un niño chiquito.

"Vamos, Lou. No hay nada de malo en eso. Liam también era patético cuando se enamoró de Zayn." Liam se queja y Louis alza una ceja.

"¿Era?"

Todos vuelven a reír.

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andamos un poco inspiradas ajsdkdn

amo esta fic no lo saben?
bueno espero estar un poquito más activa por acá así que comenten, comenten y comenten o me tardo más 😤 jsjs

les smooo