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Veintidós.

Los ojos castaños releyeron ese pedazo de pergamino por décima vez desde que lo encontró lo apretó en medio de su mano para soltar un gruñido de enojo...

—¿Te das cuenta de lo que dice esto? —cuestiono viendo con molestia a la chica frente a él—... ¡Por Merlín, pareciera que me ves la cara de imbécil!

La menor bajo la cabeza en un gesto de arrepentimiento, pequeñas lagrimas salpicaban las espesas pestañas negras pues estuvo llorando hace rato en cuanto leyó esa estupidez que hablaba de ella.

—Yo...sabes que nunca te seria infiel —hablo con un hilo de voz—...solo te quiero a ti.

Deyan negó mordiéndose el interior de la mejilla.

—Eso no parece, solo lo dices y no lo demuestras —lanzo esa nota lejos de ellos cruzando los brazos sobre su pecho—...siempre te la pasas con Scorpius y ahora con ese estúpido y vulgar rubio que siempre está sobre de ti.

—Scorpius es mi amigo, nos conocemos de toda la vida —alzo la mirada lentamente tratando de prever cualquier movimiento que hiciera el búlgaro—...Max...solo es...Max.

No sabía cómo describir el tipo de relación que tenía con Maxence D'Acanto, era demasiado molesto y la mayor parte del tiempo se insultaban mutuamente, sin embargo, no lo odiaba, cuando hablaba como una persona normal era agradable.

—¿Max? —Deyan alzo las cejas aún más molesto que antes —...ahora lo llamas Max, sin duda cada vez son más unidos, lo único que faltas es que me digas que me vas a dejar porque te vas con él.

—Solo somos conocidos, es amigo de Scorp y me llevo bien con su hermana...

—Prefieres llevarte bien con una completa desconocida que también es mi rival, que con la que es mi mejor amiga.

—No es como que tú pongas mucho de tu parte para llevarte bien con Scorpius, e incluso ahora ni siquiera te llevas con mis hermanos, primos o amigos.

Acuso cruzándose de brazos.

—¡Sabes que me odian! ¡Siempre que llego me ponen cara, hasta prefieren a ese alemán estúpido antes que a mí!

—¡Tu amiga me odia, siempre me trata mal así que no esperes que me esfuerce por agradarle!

Deyan paso las manos sobre su rostro y las subió para hacerse el cabello hacia atrás tratando de liberar un poco de la frustración que sentía.

—Apuesto que si fueran Scorpius o ese vulgar lo que te pidieran llevarte con alguien que no toleras lo harías de inmediato.

—¡Claro que no...ya te dije que no tenga nada con ninguno de ellos! —frunció el ceño—...solo te quiero a ti...

—Demuéstramelo.

Murmuro tomándola de la barbilla y acariciándole el labio inferior con el dedo pulgar, ambos se encontraban completamente solos en la sala de menesteres lugar donde nadie los molestaría.

—¿Có...cómo?

Tartamudeo comprendiendo las intenciones de su novio, algo que estuvo evitando durante todos esos días, trataba de no estar a solas con él, pero al parecer ya no había ninguna forma de evitarlo.

—Tú sabes cómo.

La voz del castaño era ronca y rompió la distancia entre ambos dando inicio a un beso algo intenso, Nired trataba de seguirle el paso, pero se le complicaba ya que estaba un poco incomoda ante eso, la mano libre de Deyan bajo a la espalda baja de Anired y en un movimiento logro colarse sobre ella cuidando de no lastimarla con su peso.

Anired le acariciaba el cabello besándolo y cerrando los ojos con fuerza, sentía las manos de su novio recorrerle la cintura hasta bajar a su trasero que era cubierto por la falda del colegio, sin ningún cuidado lo apretó y la pego más a él, ella sintió la erección del más grande rozarle el vientre bajo.

La Black-Weasley rompió el beso y lo vio con las mejillas sonrojadas, soltó un suave jadeo cuando los húmedos labios de Deyan le besaron el cuello, se alzó un poco dejando que metiera la mano bajo la falda subiendo de manera peligrosa acariciándole el muslo, era un mar de emociones y sensaciones extrañas, pero la incomodidad no se iba.

No había preparado nada, incluso llevaba unas bragas con figuras de flores, tal vez podría pedirle a Deyan que apagaran la luz o algo parecido.

Se estremeció cuando los dedos de su novio le rozaron la ropa interior, por inercia apretó las piernas para detenerlo.

—Anired —murmuro desabrochándole la corbata e hizo lo mismo con la propia—...abre, no puedo tocar nada si las cierras.

La vio con insistencia en los ojos, ella pareció pensarlo.

—Deyan...

—Anired, llevamos más de medio año juntos, las parejas lo hacen siempre y lo sabes...o ¿es qué no me quieres como dices? Seguro prefieres que sea uno de esos dos idiotas los que te quiten la virginidad.

Comento con dolor en la mirada, ella negó rápidamente y suspiro abriendo las piernas lo suficiente para que la pudiera tocar.

—Quiero que tú lo hagas.

No sonaba nada segura, sin embargo, el búlgaro sonrió al escuchar esas palabras y la volvió a besa para volver a pasar los dedos sobre las bragas de Anired rozando los pliegues aun cubiertos.

Anired varias veces leyó como las mujeres se excitaban ante eso, pero...ella no sentía nada en absoluto, más que incomodidad.

Aunque también sabía que no siempre se disfrutaba la primera vez, Deyan intercambiaba pequeños besos y mordidas desabrochándole los botones de la camisa ya que no usaba chaleco, ella no estaba segura de que hacer, tal vez debería de desabrocharle la camisa y jalarle el cabello con suavidad, pero era como si estuviera congelada.

Deyan hizo a un lado la pequeña tela descubriendo los labios vaginales de Anired, pero se quedó estático al sentir esa extraña textura y supo de qué se trataba de inmediato haciendo una mueca de asco y alejándose como si fuera estiércol de hipogrifo.

—Anired —llamo con frustración, la erección y el calor que lo gobernaba desapareció por completo — ¿Es en serio?

Ella lo vio extrañada, pero al mismo tiempo sintiéndose aliviada porque se detuviera.

—¿Qué cosa?

—Tú...maldita sea —se puso de pie acomodándose la ropa—...eso...no te has depilado...es tan antihigiénico.

—Eso no es antihigiénico, a ti también te sale.

Se puso de pie para arreglarse la falda y abotonarse la camisa.

—¡Pero lo quito! ¡Debiste de depilarte, o sea, piensa en cómo me siento tocando eso! ¡Es asqueroso!

Anired lo vio herida.

—¿Estás diciendo que te parezco asquerosa?

—Si no quieres que lo piense, depílate... Anired, tienes novio, mínimo prepárate o lo que sea que hagan las chicas cuando van a tener sexo.

—Estas comportándote como un imbécil.

Las facciones de Deyan se relajaron al ver lo enojada que se encontraba y que parecía a punto de llorar, soltó un suspiro y se acercó tomándola de la mano.

—No...no quise que lo tomaras a mal —explico viéndola a los ojos utilizando un tono de voz dulce y convincente—...es solo que va a ser nuestra primera vez juntos, quiero que sea perfecto —dejaba suaves caricias en el dorso de la azabache —, quiero disfrutarlo y que tú lo disfrutes...es por eso que me importan tan esos detalles—alzo las cejas viéndola con unos ojos que se asemejaban a los de un cachorro abandonado—... ¿o acaso solo te importa tu placer y no el mío?

Anired se sentía algo consternada ante su pregunta, si lo hacían le gustaría que ambos lo gozaran.

—No...quiero que salga bien —murmuro—, no pensé que lo haríamos hoy...arreglare eso.

—Eres tan dulce —murmuro sobre sus labios—, por eso me gustas tanto.

Se dieron un corto beso, y después de unos minutos más ahí salieron de la sala de menesteres, Deyan dejo en el pasillo a la menor ya que tenía que volver al castillo y no podía perder tiempo llevándola hasta la sala común de Slytherin.

Mientras caminaba le volvió a la mente esos idiotas que parecían estar detrás de su novia, desde hace tiempo sabía muy bien lo guapa que era Anired, siempre fue normal que llamara la atención al tener esa belleza, elegancia aparte de las familias que la precedían.

Era de su conocimiento que varias familias estaban interesadas en ella para proponer un matrimonio político cuando cumpliera diecisiete años, pero, al menos al único que quería era a él.

Pero, ahora tenía esos dos estúpidos problemas llamados Scorpius Malfoy y Maxence D'Acanto, si bien no se preocuparía tanto por el Malfoy ya que lo conocía desde niños y sabía que no era alguien demasiado peligroso en su relación, estaba el otro rubio y vulgar alemán, no sabía nada de él y aunque no lo quisiera admitir era de su conocimiento que tenía una gran popularidad con las chicas que lo consideraban atractivo.

Por las pocas veces que se lo topo noto de inmediato que tenía un interés demasiado grand en Anired, se la pasaba sobre de ella como un perro sobre un filete de carne y no encontraba como convencer a la azabache que lo alejara.

Al parecer no era suficiente el estrés que cargaba debido al torneo de los tres magos y de mantener una buena imagen, ahora también debería de encontrar una forma de que D'Acanto se alejara de ella.

Entro al barco saludando a unos cuantos de sus compañeros y camino a la oficina del directo Lyubomir, se preparaba internamente para el regaño que le daría por llegar tarde, pero a veces solo quería ser un adolescente normal de dieciséis años y no preocuparse por ser el orgullo de su familia y escuela.

—Espero no estés teniendo una distracción —comento el castaño mayor viéndolo entrar—, sabes que debes de ganar el torneo.

Deyan puso una sonrisa llena de falsedad tratando de controlar el mal humor.

—Estaba con mi novia —al ver la mueca de Asen agrego de inmediato —, es una Black-Weasley y sabe que su hermano está participando en el torneo, puedo obtener información gracias a ella, y sé que también se lleva con la competidora de Beauxbatons

Lyubomir sonrió ante esa respuesta, al parecer Deyan no era tan idiota como algunas veces demostraba.

—Me alegro que sepas sacar ventaja de todo lo que se re presenta, lástima que esa niña necesite ser corregida con mano dura, ese carácter tan salvaje y opiniones tan estúpidas no la llevaran a nada —recargo la cabeza en el borde de la gran silla—, pero más te vale estar practicando y buscando como abrir ese estúpido cuadro —escupió con molestia—, quedaste en último lugar, y recuerda que si vuelves a quedar en un mal lugar será tu amiguito el mestizo y la sangre sucia de Stella serán los que paguen las consecuencias de tus actos.

Si no quería que Lorenzo saliera herido o castigado por el director debía de obtener buenos resultados y esforzarse en resaltar siempre en todo, conocía la crueldad de los castigos de Lyubomir contra los hijos de muggles o mestizos, él los libraba gracias a hijo de quien era y el peso que tenía en el mundo mágico, lamentablemente no era lo mismo para Lorenzo Moldovan.

El rumano fue su primer amigo y desde que vio como Asen lo castigaba se prometió defenderlo y ayudar a una forma de evitar eso, aun si tuviera que convertirse en un peón de Lyubomir, y era lo mismo con Stella, no importaba el precio siempre que estuvieran a salvo.

—No se preocupe —sonrió sin separar los labios—, prometo que obtendré el primer lugar en la siguiente prueba, y sobre el carácter de Anired yo me encargare de eso.

—Eso es todo, ahora retírate —Deyan asintió poniéndose de pie—, y por favor, más te vale que a la próxima entrevista lleves a tu novia, de esa manera hablaran mejor de ti por estar con una de los últimos miembros de las veintiocho sagradas familias y que veas como eliminar esos estúpidos chismes que te hacen ver como un idiota, aunque no lo negare, sin duda todos preferirán que Scorpius Malfoy este con la menor de los Black-Weasley, ambos son sangre pura...pero, al menos tu cuentas con una buena popularidad que me hará obtener aún más beneficios, necesitas ganar el cáliz para obtener la gloria eterna. Me imagino que el chico de Beauxbatons no presentara gran peligro, es un don nadie, hijo de muggles sin ningún peso en nuestro mundo.

—Sí, también veré eso, con permiso.

Fue lo único que respondió saliendo de la oficina mientras maldecía odiando más a Scorpius, era obvio que todos comenzarían a compararlos por ese estúpido pedazo de pergamino que salió diciendo que Anired lo engañaba con uno de esos dos estúpidos.

Por todos los medios intentaría que Anired se alejara de ese Malfoy e incluso de D'Acanto que no le daba buena espina.

En esos momentos envidiaba demasiado a Anired y sus hermanos, ellos no debían de preocuparse por nada, más que por ser felices teniendo la familia perfecta, nacieron con la gloria ganada siendo hijos de quien eran.

Si bien sus padres tenían fama y poder, no era nada comparado al del matrimonio Black-Weasley, Anired era casi de la realeza, si quería algo lo obtendría con solo pedirlo al igual si deseaba ponerse en contra de alguien, en cambio Deyan nunca podría enfrentarse a Asen Lyubomir, sin pensarlo sus amigos más cercanos saldrían heridos y podría hundir a su padre en el área deportiva al igual que su carrera que apenas daba inicio como jugador de Quidditch profesional, debía de seguir siendo el alumno y peón perfecto.

Algunas veces se sentía mal en el cómo trataba a su novia, la quería, pero no era tan intenso eso, la veía más por un interés y lo lamentaba por ella, aparte que tenía que cumplir con lo que siempre sus padres esperaron de él: que fuera novio de Anired y probablemente su prometido dentro de unos años más.

—¡Deyan!

Escucho una voz que lo hizo voltear y sonrió con suavidad.

—Deja de correr por el castillo, Lyubomir se enojará contigo.

La castaña sonrió mientras negaba.

—Desde que el profeta dijo cosas buenas de ti ha estado de buen humor, al menos no me ha mandado a cumplir ningún castigo ilógico —se encogió de hombros — ¿Estas ocupado?

—Quede de ver a Philip a las afueras del barco ¿Por qué?

Se inclinó unos centímetros tomando un mechón de cabello con delicadeza y ponerlo detrás de la oreja.

—Pensé que podríamos comer juntos —murmuro con un mohín—, Hannah está ocupada con uno de tus cuñados —se encogió de hombros haciendo una mueca de enojo al decir esa última palabra—...no entiendo como sigues con esa niña, es tan odiosa.

—Stella...basta —pidió con calma—, iré unos momentos con Philip y luego volveré, nos vemos donde siempre ¿sí?

—No llegues tarde o me enojare contigo.

Advirtió Domerling, Deyan asintió pellizcándole la mejilla.

—Cuando frunces el ceño de esa manera eres adorable.

Le dedico una sonrisa llena de naturalidad para despedirse y salir del barco en busca de su cobrizo amigo.

Solo camino unos cuantos metros para encontrar al más bajo recargado de un árbol.

—¿Lograste saber quien escribió esa estupidez?

Los ojos oscuros se posaron sobre Deyan y se encogió de hombros.

—Nada, estuve al pendiente de todo lo que sucedía, pero nadie parece saber nada al respecto—apretó la bufanda en contra de su cuello abrigándose, la nieve era más tupida conforme se acercaba el inicio de diciembre—, todos los familiares y amigos de tu novia se encargaron de eliminar cualquier rastro de esos pergaminos con esa "noticia", trataron de desviar la atención a George Sirius, sin embargo nadie puso mucha atención, porque no es tan interesante como que Anired este engañándote con dos al mismo tiempo.

Los dos búlgaros comenzaron a caminar por el sendero que poco a poco era cubierto por la nieve.

—No...a pesar de todo Anired no me engañaría —comento con seguridad—, me quiere y es demasiado transparente como para poder cargar con la culpa o tan solo intentar ocultarlo, sigue siendo una niña hasta cierto punto muy inocente.

—Y al parecer a ti te viene bien eso ¿no? —murmuro con un tono de burla—, seguramente no sospecha para nada que tú y...

—Cierra la boca, Reid —advirtió Deyan viendo a cierto rubio que terminaba de apagar un cigarro—, eres él único que sabe y si me entero que alguien más se entera me iré en contra de ti.

—Vamos, Deyan...somos amigos ¿crees que te traicionaría?

Vio de soslayo a Philip Reid, si bien no eran mejores amigos, eran amigos muy cercanos y el cobrizo era el único que conocía algo que trataba de ocultar lo mejor que podía, aparte que siempre lo ayudaba en algunas cosas que Lorenzo ni loco haría.

—No —observo como Maxence caminaba sacudiéndose la nieve del gorro que cubría su cabello—, ven.

Pidió, Philip sonrió al ver a donde se dirigía y de inmediato lo siguió esperando que pasar algo interesante.

—Espero sepas como deshacerte de él, no vaya ser que al final esa estúpida nota resulte cierta y el chico Beauxbatons te baje a la novia.

—Como si Anired se fuera a fijar en alguien tan poca cosa como él.

Mascullo y al pasar a lado de Maxence lo empujo con el hombro, si el mayor no tuviera buenos reflejos habría terminado en la nieve.

—¿Eres tan imbécil que ni siquiera te fijas por dónde vas?

Cuestiono el alemán viendo con molestia a Deyan.

—No pongo atención en la basura como tú —respondió viéndolo de arriba abajo—, eres tan insignificante...

—Y tú un estúpido bastardo, lamentablemente no se puede hacer mucho.

Deyan se paró de forma recta mostrando la superioridad en su mirada al igual que un gesto demasiado molesto para Max.

—Matante lejos de mi novia —advirtió con tono demandante—, por tu culpa y de ese estúpido de Malfoy termino siendo la comidilla de todos, así que aléjate.

—¿Seguro que te preocupas por lo que estén diciendo de ella? —los ojos azules brillaron con diversión— ¿O es porque temes que Anired se dé cuenta que hay varias personas mucho mejor que tú? Y...sobre alejarme de ella —Max negó chasqueando la lengua—, lo dudo mucho, ella no me ha dicho que lo haga y no le haré caso a un imbécil que ni siquiera la sabe tratar bien.

—¿Me vas a decir que tú vas a saber tratarla? ¡Por Merlín! —Deyan y Philip soltaron unas carcajadas como si les acabaran de contar el mejor chiste de la vida—, ubícate, D'Acanto, Anired nunca estaría con alguien como tú, eres una nada en nuestro mundo y nunca estarás a su nivel...Así que como yo soy su novio, me tengo que encargar de alejar a las porquerías como tú de ella.

Maxence apretó la mandíbula tratando de no soltar el primer golpe, sabía que solo lo hacía para provocarlo.

—Te lo vuelvo a repetir...aléjate de Anired.

—Anired puede decidir por sí sola —siseo sin apartarle la mirada—, si ella quiere que me aleje me lo dirá —aunque tampoco era como si a ella le fuera hacer mucho caso—, lo que tú quieras no me interesa.

—Anired no sabe ni lo que quiere, así que solo hazlo...ella es mía, y si yo digo que te alejes lo vas a hacer.

—No es un maldito objeto por el cual puedas decidir y decir que te pertenece —espeto con enojo—...con tu puta actitud de mierda solo demuestras lo inseguro que estas, aunque es evidente que solo es cuestión de tiempo para que Anired se dé cuenta de la porquería que eres...y te deje, no sería extraño que lo hiciera cuando menos lo esperes.

Deyan perdió los estribos y fue el primero en soltarle un puñetazo que le dio de lleno en la boca a Max, él retrocedió uno centímetros sintiendo el líquido caliente recorrerle los labios, sonrió pasando la lengua sobre el labio inferior probando el sabor a hierro y se apresuró a devolverle el golpe al búlgaro.

Ambos adolescentes dieron inicio a una pelea sobre la nieve llena de golpes, tenían una complexión y estatura parecida la gran diferencia es que Maxence ya había participado en más peleas físicas, llevándole una gran ventaja al búlgaro, que era su primera pelea.

Los golpes iban y venían, en un momento el rubio logro ponerse sobre el castaño atinándole varios puñetazos en el rostro dejando que diversas gotas de sangre ensuciaran la blanca nieve, Deyan trataba de quitarlo de encima pero simplemente no podía.

Philip al ver eso golpeo por la espalda a Maxence tirándolo a un lado, él logro ponerse a gatas para tratar de pararse cuando el cobrizo lo sujeto de los brazos obligando a alzar el rostro.

—Te lo dije, no es más que un vulgar criminal.

Se mofo Deyan acercándose y proporcionándole un rodillazo en las costillas que provoco que escupiera sangre.

—Hijo de puta...

Mascullo Max soltando un jadeo de dolor.

—Pero, te enseñare a tener bueno modales.

Comento con sorna el castaño para ir por su varita que estaba en el suelo, Maxence trataba de soltarse del agarre de Philip, pero al estar sostenido de los brazos era demasiado difícil.

—¿Eres tan cobarde que tienen que ser dos contra uno?

La varita de Deyan fue pateada, el búlgaro maldijo topándose con unos ojos azules llenos de enojo.

—No te metas, Malfoy.

—Oblígame, perra.

Murmuro y empujo a Deyan al suelo

Maxence aprovecho que el búlgaro estúpido que lo sostenía se distrajo para lograr tirarlo al suelo, cualquiera que pasara podría ver a cuatro adolescentes peleando a golpes con demasiada fuerza, la sangre brotaba al igual que los insultos.

Scorpius que era una persona sumamente pasiva y prefería dialogar antes que golpear irradiaba rabia en cada golpe, si bien no se metía en peleas sabia como pegar y que partes del cuerpo atacar gracias a estudiar para sanador, así que le fue fácil lograr someter a Deyan y dejarlo sangrando de la nariz en el suelo, ya que el búlgaro estaba demasiado mareado y el aire le hacía falta.

El Malfoy se alejó de ahí al ver a algunos alumnos acercarse para ir por Maxence que era el más golpeado y lleno de sangre, sin importarle mucho lo tomo del brazo haciéndolo correr si no estarían en graves problemas.

—Scorpius —llamo Max apretándose la nariz para parar la sangre, el uniforme azul tenia enormes manchas rojas y estaba mojado debido a la nieve—...acabas de golpear a Deyan...

—¿Apenas te das cuenta? —comento el peli plata con sarcasmo mientras se sobaba la mejilla derecha—, espero no muera, le golpee una parte del cuello que lo dejo sin aire.

Max sonrió débilmente.

—Hablo en serio, no debiste de meterte —hizo una pausa soltando una maldición viendo la sangre en la mano—, si Lyubomir se entera que golpeaste a Deyan por defenderme hará que McGonagall te quite el puesto de prefecto o te expulse...

—Ya, deja de preocuparte, Max —comenzó a caminar haciéndola una seña a su amigo para que lo siguiera—, mejor acompáñame a decirle a Nired que me limpie las heridas.

—Ignorare que quieres ir a ver a Nugget —se quitó la corbata que resultaba molesta—...pero, ¿no te importa el castigo por una estupidez?

Scorpius negó con una sonrisa burlona.

—No es ninguna estupidez defender a mi amigo —se encogió de hombros—, así que ya cállate y vamos con Nired.

—Idiota —comento sonriendo con naturalidad, no era una sonrisa fingida como las que siempre estaba acostumbrado a usar con las personas, no negaría que le gustaba a tener a alguien a quien llamar amigo—, no creas que con palabras bonitas te dejare el camino libre con ella.

—Tampoco esperes que te deje el camino libre solo porque te defendí.

Comento con sorna, Max negó siguiéndolo al castillo, donde una vez dentro fueron de inmediato a la sala común de Slytherin.

Los ojos azules de D'Acanto observaban todo con curiosidad, la mayoría de la decoración era en tono esmeralda y daba aires de elegancia, incluso alcanzo a ver por una de las ventanas un enorme calamar que paso a toda velocidad.

—Deja de ver al calamar y ven.

Pidió Scorpius subiendo las escaleras, Max lo siguió y algunos alumnos saludaban al peli plata y por unos segundos los veían con rareza quizá debido al aspecto que ambos tenían.

—¿A dónde vamos?

—Al dormitorio de mi hermano, lo más seguro es que ahí este junto con Nired.

—¿No estas estudiando para sanador? Podrías curarte tu solo...

Scorpius asintió.

—Pero, no me perderé la oportunidad de que Anired lo haga —le lanzo un guiño juguetón— ¿O prefieres que yo te cure a que ella lo haga?

Maxence pensó en la gran ventaja, era evidente que prefería que ella lo hiciera antes que Scorpius, aunque por otro lado si se enteraba que golpeo a Deyan muy probablemente se molestaría.

—No creo que Deyan le diga —murmuro Scorp como si pudiera leerle los pensamientos, se detuvieron frente a una puerta negra de madera—...siento que no va a querer quedar humillado, prácticamente le ganamos.

—Podría hacerse la víctima —comento pensativo—...he visto algunas veces cómo se comporta con Nugget, siempre se tira a menos y la hace sentir mal.

—Ella estaría mejor conmigo—movió la cabeza destensando el cuello —, cuando nos casemos estarás invitado a la boda, eso sí, tienes que usar traje.

—Como si te fueras a casar con ella.

—Te llevo ventaja, gruño —alzo el pecho orgulloso—...fui su primer beso, así que me recordara por siempre.

Maxence puso los ojos en blanco al imaginarse esa escena y sin evitarlo le golpeo el hombro a Scorpius.

—Al menos...no lo fue Deyan.

Murmuro más para sí, Scorpius abrió la puerta como si nada entrando sin importarle quien estaba dentro.

—¡Scorpius!

Riño Anired lanzándole una almohada, Zed y Alex se alejaron de inmediato al escuchar como la puerta se abría de golpe, Maxence enarco la ceja con curiosidad ya que estaba demasiado seguro que se encontraban en una situación demasiado extraña, incluso podría jurar que se acababan de... ¿besar?

—¿Por qué me golpeas?

Se quejó haciendo un mohín y alzando la almohada, Zed se sentó en la otra cama lejos de Alexander, el Malfoy menor tenía las mejillas rojas y antes de que comenzaran las preguntas él indago sobre el estado de los dos mayores.

—¿Quién los golpeo?

Scorpius sonrió.

—Unos idiotas, nada importante...bueno Maxence es el más golpeado—con discreción le dio un codazo en el costado que hace rato fue golpeado, como la zona aún estaba herida lo hizo inclinarse y soltar un quejido—, creo que tiene una costilla rota, pero no podemos ir a la enfermería —murmuro mientras "ayudaba" a Max a caminar a la cama de Alexander—, así que necesito lavarme para poder curarlo, Alex, Zed ¿pueden ir a mi dormitorio por mis cosas de primeros auxilios y un cambio de ropa? Tomare un baño súper rápido —pidió con voz seria como si se tratara de un sanador ya graduado—, Anired, por mientras necesito que ayudes a Max a quitarse el saco y la camisa, no es bueno que haga muchos movimientos y que revises si le duele mucho ¿sí? No queremos que tenga secuelas, una fractura en la costilla puede ser demasiado grave.

Zed y Alex asintieron tomando la oportunidad para huir de ahí, mientras Anired observo al Malfoy mayor sin creer lo que le acaba de pedir.

—¿Qué? Max puede moverse...

Murmuro viendo a D'Acanto, el cual decidió molestarla un rato así que comenzó a quejarse más y actuar como si el dolor fuera intolerable.

—Anired...si vamos a la enfermería a que lo revisen, nos van a castigar y yo en serio necesito quitarme la sangre y la humedad de la ropa —pidió viéndola a los ojos con un brillo de suplicar—...hazlo, porfi.

La menor soltó un suspiro que el chico tomo como una afirmación y entro al baño dejando a solas a el alemán con Anired.

Ella de manera nerviosa se acercó quedando frente a él.

—¿Duele mucho?

Pregunto sin saber ni siquiera como iniciar.

—Si...demasiado, fue un golpe muy fuerte y escuche como trono.

Si, estaba exagerando todo, pero solo sería por esa vez o... tal vez no.

—Te...ayudare con eso —Anired se acercó y agradeció que usara el saco del uniforme desabrochado —... ¿Con quién pelearon? supongo que fue algo serio porque Scorpius no es de meterse en peleas.

—Tabla de planchar —murmuro Maxence con una pequeña sonrisa, Anired puso los ojos en blanco conteniendo las ganas de hechizarlo solo porque estaba herido—...no seas curiosa.

—Idiota...

Mascullo, Maxence no ponía resistencia a dejar que le quitara el saco, una vez que logro sacarlo lo dejo al otro lado de la cama.

—Te va bien el papel de enfermera.

—Y a ti el de tarado...desabróchate la camisa.

—¿Quieres que me muera? —cuestiono dramáticamente—, no puedo mover bien nada del lado izquierdo, me duele demasiado.

—No te veo llorando.

—Kleiner hase, eres una persona nada empática.

Anired puso los ojos en blanco soltando un gruñido y se inclinó un poco para comenzar a desabotonar la camisa, mentiría si no se sentía nerviosa ante esa situación, si uno de los compañeros de Alexander entraba mal pensaría todo.

Max bajo la mirada observando el rostro de Anired, tenía las cejas oscuras y algo marcadas, las largas pestañas descansaban por segundos sobre los pálidos pómulos que eran salpicados por finas pecas que incluso estaban en la pequeña nariz, sonrió al ver como la movía de manera graciosa, bajo un poco más admirando los labios de color rojizo, el inferior era un poco más grande que el superior...

Si, sin duda era demasiado bonita como él varias veces lo había mencionado, Anired contaba con una belleza, no era la clásica de facciones completamente dulces, si no que tenía un aire de picardía y misterio, aunque cuando ella quería podía pasar por la persona más dulce e inocente.

Realmente no encontraba las palabras para describirla, pero no se cansaría de observarla por más momentos.

Se quedó sin aliento cuando alzo la mirada con suavidad para verlo, justo en esos momentos envidiaba demasiado a Deyan, el saber que él siempre la podría observar y que le dedicara esas miradas del diario lo hacía morir por dentro.

—Haz los brazos un poco hacia atrás...

Max asintió para obedecerla, Anired tomo las orillas de la camisa haciéndola hacia atrás, ella se estremeció cuando sin querer le rozo la piel desnuda con la yema de los dedos y termino de dejarle el torso completamente desnudo.

Anired le dio un vistazo rápido, si bien quería mantener distancia no podía negar que tenía hormonas y Maxence no era nada desagradable físicamente, su complexión a comparación de la de George Sirius y Regulus John era delgada, pero se defendía ya que tenía el torso marcado y unos músculos tonificados, al parecer hacia ejercicio para tener ese físico, ella se obligó al desviar la vista cuando estaba observando más abajo y alcanzo a ver el cinturón de Adonis, la parte inferior del abdomen de Maxence que descendía desde las caderas hasta el pubis— que aún seguía cubierto por el pantalón— con dos líneas diagonales que daban una forma de V.

La Black-Weasley volvió la vista al costado izquierdo del rubio donde estaba un enorme magullón de colores rojizos, incluso parecía tener sangre coagulada bajo la piel, pero no estaba segura ya que sabía poco sobre medicina.

—Parece ser doloroso —comento acercando con cuidado los dedos a la herida—, la persona que te golpeo debe de odiarte mucho...

—Me odia porque lo hago recordar lo idiota que es—Maxence se estremeció cuando los fríos dedos de Anired le tocaron la cálida piel—...estás helada.

—Es invierno—palpo la zona sin poner mucha presión para no herirlo— ¿sigue doliendo?

—Como la mierda —no quería que ella dejara de tocarlo de esa manera, las yemas de sus dedos eran suaves y le resultaba demasiado mitigante esos pequeños movimientos—...cuando lo tocas de esa manera el dolor aminora...

—Tal vez no este fracturada —siguió acariciándole el golpe esperando que con eso desapareciera el feo color que tenía—, Regulus una vez se fracturo dos costillas y cuando lo tocaban de esa forma le dolía mucho, así que puede que sea solo el golpe.

—Eso espero, Mein herz...aunque si tú eres mi enfermera no me molestaría estar herido del diario.

—Ese golpe también te afecto la cabeza, hablas puras estupideces.

Alzo el rostro topándose con Maxence que la veía fijamente y cayó en cuenta de lo cerca que se encontraba, podía sentir el cálido aliento del rubio golpearle el rostro y dejarle oler el aroma a cigarrillos.

—Si me sigues dando esas miradas estoy dispuesto a hacer lo que quieras.

Soltó de la nada, las mejillas de Anired se volvieron rojas, quería alejarse, pero no podía, había algo que evitaba que rompiera esa distancia entre ambos, quizá por lo cómoda que se sentía con el calor corporal de D'Acanto.

—Acabo de notar que tus pestañas son tan rubias como tu cabello.

Fue lo primero que se le vino a la mente, Max sonrió por eso y con diversión agrego

—: También los de abajo son rubios ¿quieres ver?

El rostro de Anired paso por diversos colores abriendo y cerrando la boca sin saber que responder.

—¡Cerdo pervertido!

Grito llevando la mano hasta el rostro del alemán para empujarlo obligándolo a caer de espalda a la cama y alejarse de él lo más que pudo.

—¡Tabla de planchar, harás que me sangre la nariz de nuevo!

—¡Ojalá te mueras desangrado, Max Steel!

Scorpius solo sonrió tras la puerta escuchando la discusión de sus dos amigos, dándose cuenta que al parecer eran más cercanos de lo que creyó.

⚜⚜⚜

Regulus le dio una mordida al panqueque frente a él, aun lucia algo cansado y enfermo, pero poco a poco iba recuperando su estado normal, aunque ahora tomaba medicamento y una nueva poción que le dio Tanith para controlar la alergia a las nueces con eso logrando que pudiera consumir pequeñas cantidades.

—¿Vas a ir con Brooke al baile?

Cuestiono el azabache viendo a su primo que comía frente a él.

—Eso quiero—soltó un suspiro—...creo que mis papás la odian...

Damián y Regulus lo vieron con curiosidad, ambos conocían muy bien al matrimonio Weasley-Delacour, resultándoles extremadamente extraño que odiaran a alguien.

—¿Por qué?

—Dicen que se me va el tiempo con ella —respondió con desgano—...porque no he ido a trabajar, McGonagall los mando a traer ya que no entro a las clases y tal vez... no llegue a una comida que tenía con ellos y mamá me estuvo esperando a fuera del castillo.

—Eres idiota...si mi familia fuera como la tuya nunca haría eso—riñó Nott dándole una mala mirada—, pero, si es que te compartas de esa manera tus padres tienen razón, ya que sienten que Brooke te está cambiando.

—Eso me dijeron ellos, que desde que comencé a andar con ella cambie...y George Sirius me aconsejo que tratara de organizar mis tiempos, pero es imposible, se me pasa volando cuando estoy con ella.

—Mi hermano tiene razón, tienes que organizarte, trata de entrar a las clases, aunque no te gusten —Regulus se encogió de hombros—, solo trabajas los fines de semana y medio tiempo no es tan complicado, Brooke entenderá que tienes cosas que hacer, aparte que no creo que tus padres se sientan bien viendo como los dejas de lado, no es como que ellos sean malos o te traten mal, aparte que con eso solo estas ganando que no les agrade ella.

Freddos recargo la cabeza contra la mesa de madera soltando un quejido al ver lo difícil que era todo, él no tenía idea alguna de cómo organizar su tiempo.

—Y bueno... ¿con quién iras al baile, Damián?

Regulus siempre cambiaba los temas de conversación con facilidad ya que era raro que pudiera mantenerse callado.

—Invite a Abi —el rostro del azabache se ensombreció cuando mencionaron el nombre de la morena—, quería ir al baile, pero, si nadie la invitaba no podría asistir porque va en tercero...aparte que últimamente ha estado triste.

—No sé cómo hablar con ella.

Murmuro, desde que paso el problema con Alyssa, la hermana mayor de Abi, la familia Jordan-Johnson se alejaron de los Black-Weasley, como si el lazo que formaron durante esos años estuviera desapareciendo, dejando varios corazones heridos en el transcurso.

—Y ella tampoco sabe cómo hablar contigo, se siente avergonzada por lo que paso a pesar de que ella no haya hecho nada—al ver como Regulus parecía triste desvió esa platica, ya que no quería ver mal a su mejor amigo pues sabía muy bien la relación que tenía con Abigail, eran amigos muy cercanos a pesar de la diferencia de edad—... ¿Con quién iras al baile?

Regulus pinto una sonrisa coqueta recordando a cierta persona que invitaría al baile de Navidad.

—Hay una chica que me gusta—murmuro con las mejillas rojizas—, pienso en invitarla a ella...

Los otros dos Gryffindor lo miraron con sorpresa, Regulus era demasiado coqueto y hasta cierto punto mujeriego, sin embargo, nunca lo habían visto de esa manera, incluso parecía algo tímido y nervioso por lo que decía.

—¿Quién es? ¿La conocemos?

Ambos preguntaban queriendo indagar más, Regulus asintió mordiéndose el labio inferior.

—Hannah MoongBlaxott-Blyley —respondió con una expresión de enamorado—...me gusta Hannah.

Freddos y Damián soltaron unas cuantas burlas haciendo noción a que Regulus nunca había pensado en algo serio con alguna chica.

—¿Y qué esperas para invitarla?

Lo codeo Damián.

—Al rato lo hare —le guiño el ojo—, y creo que yo le gusto...pensaba que después que pase lo del baile...ya saben —se encogió de hombros—, decirle que quiero algo serio con ella.

—Ay, nuestro Reggie se enamoró...

Bromeo el castaño ganando la risa de los dos primos.

—Le contare antes a George de lo que planeo, solo que con todo lo que paso y que ha estado estresado no he querido causarle más problemas, así que no mencionen nada.

Pidió viendo a su mellizo entrar al comedor en compañía de Stefan, pero le extraño demasiado ver que llevaba un ramo de... ¿tulipanes naranjas?

—¡Hey!

Saludo el pelirrojo menor chocando el puño con el de Regulus seguido de Damián y Freddos, mientras su rata bajaba rápidamente para ir a pedirle del panque al azabache.

—Hola —George solo los saludo con un movimiento de cabeza— ¿Y esas flores?

Cuestiono Regulus con la ceja enarcada.

—Me las consiguió Stefan —respondió de manera tajante, dando a entender que no daría más explicaciones—... ¿Ya tienen pareja para el baile?

—Si—respondió Damián con una pequeña sonrisa jugando con Kairo—... ¿ustedes?

—No.

Stefan se sentó de manera desganada.

—Estoy en eso—George Sirius dejo las flores en la mesa para sentarse viendo a los cuatro varones—, si fueras y le preguntaras tal vez ya tendrías pareja, Stef, no es tan difícil.

—Dices eso porque tú eres popular con las mujeres, eres guapo, tienes tema de conversación y dices buenos chistes—enumero con los dedos las cualidades de su primo—, también eres alto, y por si fuera poco inteligente, el premio anual de su generación y el único que ha obtenido doce Timo's después de Barty Crouch Jr.

Los demás solo soltaron una pequeña risa por la exageración de Stefan, aunque para los impostores no paso desapercibido que evito nombrar a Bill y Percy Weasley, que también obtuvieron doce Timo's en sus épocas de estudiantes.

—Dicen que la mayor competencia de George Sirius va a ser Anired —comento Damián con burla viendo al Slytherin—, todos apuestan que por sus calificaciones lo desplazara, ya saben lleva una nota más alta que George en Aritmancia.

—No me sorprende, Geori es más inteligente que yo —hablo de manera orgullosa George—, aparte que ella se esfuerza mucho más, estoy seguro que cuando vaya en séptimo será mejor que yo.

Regulus choco las palmas con sus hermanos, ambos amaban a su hermana volviéndose en su persona más importante y estaban demasiado orgullosos de la gran bruja en la que se estaba convirtiendo.

—Pero, volviendo al tema de Stefan —le palmeo el hombro tratando de darle animo—, solo ve e invítala, no pasara nada.

—Ten un poco de valor.

Le aconsejo Freddos

—Creo que Valentia tiene novio—murmuro tristemente viendo a la mesa de las serpientes donde la morena estaba acompañada del chico de cejas frondosas —...siempre está con él, a todos lados que va ese la sigue.

—¿"Ese"? —Regulus alzo las cejas—...uyuyuy, al parecer nuestro Stefanito esta celoso.

El Ravenclaw soltó un gruñido, la rata al ver que recargaba la frente en la mesa aprovecho para subirse en la centelleante mata pelirroja.

—Definitivamente lo está...vamos, Stef, solo tienes que ir e invitarla, no pasara nada.

George lo trataba de animar, hace varias horas que llevaban con lo mismo, pero nada parecía funcionar para que Denvers se atreviera a invitar a la chica morena al baile, aunque no lo negaría, a él también le daba miedo invitar al baile a la persona que tenía en mente.

—Es que no quiero quedar en ridículo... ¿qué tal si me rechaza?

—¿Qué tal si te acepta? —Freddos le pellizcaba la oreja tratando de que levantara la cabeza—...si no se lo preguntas nunca sabrás.

—Como dice el abuelo Sirius —comento George poniéndose de pie—... ¿Qué es la vida sin un poco de riesgo?

[...]

Besaba el abdomen de manera húmeda bajando lentamente hasta toparse con la braga que cubría la intimidad de la chica bajo él, suaves y femeninos jadeos inundaban el armario de escobas de Hogwarts.

Él sonreía lleno de gozo al saber que podía provocarle esos gemidos, con facilidad bajo la fina prenda deslizándola por las piernas de la rubia.

—¡Reg!

Hannah soltó un pequeño gritito junto con una risa cuando él la colocando las piernas alrededor de los varoniles hombros.

—Creo que este se volverá mi lugar favorito.

Comento inclinándose y sintiendo como la boca se le humedecía al sentir el aroma de excitación de la rubia, se tomó unos segundos y hundió la cabeza en medio de sus piernas dando inicio a varios lengüetazos demasiado húmedos, disfrutando del sabor de los fluidos.

La lengua de Regulus era rápida, ágil y complaciente, Hannah tuvo que recargarse contra la pared mientras echaba la cabeza hacia atrás y empujaba la espesa cabellera azabache como si quisiera que se hundiera más.

Los dedos del varón se clavaban en las piernas de la chica sobre sus hombros dejando marcas rojas que pronto pasarían a moradas, logro introducir la lengua entre los pliegues para jugar con el carnoso clítoris de Hannah, moviéndolo de forma circular en contra de las manecillas del reloj.

Ella sentía la sangre completamente caliente y como su humedad aumentaba cada vez más.

—Sigue...sigue así, Reggie...

Pidió entre gemidos que excitaban más al chico que no tenía la intención de detenerse hasta obtener un orgasmo de ella, lo volvía completamente loco y quería darle todo el placer que pudiera.

Las olas de placer provocaban que Hannah arqueara la espalda y cerrara los ojos, la lengua de Reg sabia como moverse, formando diversas figuras sobre el clítoris hinchado y a ratos empujándolo para después succionarlo con los labios y sorber todo lo que de ella emanaba.

Llego un momento en que no lo pudo detener, el bajo vientre se le contrajo y a los pocos segundos llego al orgasmo en la boca del azabache que lo recibió gozoso tragando cada gota como si se tratara del elixir más preciado en la vida.

Hannah tenía la respiración agitada y le costó un poco cuando el Black-Weasley la bajo con cuidado, tuvo que detenerse del masculino pecho para no caer al suelo, las piernas le temblaban por lo que acababa de pasar.

—¡Por Merlín! —exclamo con una sonrisa—...eres tan bueno haciéndolo...

—Te ves hermosa con esa carita de placer que tienes.

Murmuro acariciándole la mejilla iba a inclinarse para besarla, pero ella desvío el rostro.

—Estas sucio...

—Pero... ¡Hann!

Suplico haciendo un puchero como si fuese un niño pequeño.

—No hay, pero, cielo —le beso el hombro izquierdo alejándose de él para buscar las bragas—, lávate la boca y te beso —Reg solo un gruñido que causo la risa de Hannah—, tengo que volver al barco ya es algo tarde.

—¿Ya tienes pareja para el baile?

Hannah se acomodó la falda una vez que tenía las bragas puestas, vio a Regulus y negó.

—No, aun no ¿por?

—¿Quieres ir al baile conmigo?

La más baja asintió con emoción.

—¡Claro que sí!

Regulus se acercó y la abrazo alzándola unos centímetros del suelo.

—Serás la más guapa del baile.

—Claro que si —le beso la mejilla—, escogeré el mejor vestido...todos hablaran de mi porque iré con el campeón de Hogwarts, sin duda seremos la mejor pareja.

Regulus estaba completamente feliz porque la chica que le gustara aceptara ir al baile con él, sin duda ese día seria maravilloso.

Hannah también se encontraba feliz, dándose cuenta que Regulus cada día parecía aún más interesado en ella como se lo propuso, solo era cuestión de tiempo para que todo fuera de acuerdo a su plan.

Ella se despido al azabache para salir de ese enorme castillo, era algo tarde y si Lyubomir se daba cuenta que se encontraba afuera del barco sin dudarlo la regañaría o peor la castigaría.

Sin embargo, se detuvo al ver a cierto pelirrojo que caminaba hacia ella con un ramo de unas flores que no conocía, no evito sonreír, sabía que tarde o temprano el también caería tal y como su mellizo lo hizo.

—Hola.

Saludo George Sirius sacudiéndose un poco de nieve del cabello.

—Hola... ¿qué haces afuera del castillo?

—Ah...nada, solo salí a ver que ningún estudiante se encontrara fuera del castillo, ya sabes con lo del baile todos parecen emocionados—le restó importancia — ¿Y tú?

—Salí a caminar—sonrió haciéndose el cabello hacia atrás con coquetería — ¿Y esas flores?

—¿Ya tienes pareja para el baile?

George Sirius decidió desviar la conversación evitando las preguntas sobre las flores, aun no quería decir nada a nadie por miedo a que las cosas salieran mal.

—¿Por? —Hannah hablaba con voz suave y cautivadora —...aun no sé.

Esperaba la pregunta, aunque no sabía que decir si ya había aceptado a Regulus, pero por otra parte era una buena forma de que iniciaran las pel...

Hannah salió de sus pensamientos al escuchar la voz de George sin creer lo que decía, la sonrisa se le borro poniendo el rostro serio.

—Te dejo tengo algo importante que hacer—explico pasando a lado de la rubia—, ten cuidado al regresar al barco hay mucha nieve y te puedes caer.

Se despido sin esperar una respuesta dejando a una Hannah demasiado molesta por lo que acababa de suceder.

George Sirius camino con rapidez esperando encontrarla, tuvo que esperar hasta esa hora ya que no quería preguntárselo frente a todo para que ella no se sintiera presionada socialmente y aceptara solo por eso.

En su mente repetía una y otra vez las palabras, mentiría si no dijera que estaba nervioso, las palmas le sudaban y sentía el corazón latirle muy rápido.

Lo peor que podría pasar es que lo rechazar, aunque también temía que las cosas se pusieran raros entre los dos.

Después de lo que paso con Alyssa se sentía demasiado inseguro ante cualquier cosa, incluso podría compararse con un niño asustado por seguir con su vida diaria, pero es que no sabía que acciones podrían resultar en algo igual o peor que eso, y también temía que alguien lo volviera a traicionar de esa manera.

Incluso, al día siguiente del incidente les pidió a sus padres que fueran por él ya que tuvo un ataque de ansiedad a media tarde en el vestidor, fue al psiquiatra y le cambiaron la medicación, esa noche durmió en la cama de Fred y Anirak como si volviera a ser un niño pequeño, pero es que ellos lo reconfortaban era como si estando a su lado nada lo volvería a dañar.

Agito la cabeza alejando esos pensamientos, sabia controlar sus emociones y no estaba dispuesto a permitir seguirse sintiendo afectado.

Se detuvo al verla, parecía regresar del rondín nocturno que siempre le tocaba.

—¿Cansada?

Cuestiono llegando a su lado, ella giro el rostro para verlo y sonreír, George Sirius escondió rápidamente las flores detrás de su espalda.

—¿Qué haces aquí? —cuestiono con una sonrisa al ver de quien se trataba —...más o menos ¿y tú?

—No tanto como tú, me imagino...escuche que varios chicos te estuvieron persiguiendo para ir al baile.

—Ni me digas —hizo una mueca de sufrimiento—, Dios...te juro que le estuve diciendo a Max que fuera conmigo a ese baile, pero el idiota no quiso ya que dice que sería demasiado vergonzoso ir con su hermana —puso los ojos en blanco ganando una pequeña risa del pelirrojo—...como si ese idiota tuviera con quien ir—hizo un mohín—, ya no sé qué hacer para que me dejen de invitar.

—¿No has aceptado a nadie?

Amalie negó suavemente.

—Es que...no sé...siento que si voy con alguien que no conozco será aburrido —hizo la cabeza hacia atrás para ver la nieve, George observo el cuello de la rubia y pudo notar que tenía la piel de gallina así que supuso que tendría frio por no llevar una bufanda—...ya sabes, tengo que pensar en temas de conversación...ah, y también evitar ir con un pervertido que trate de tocar algo que no.

El Black-Weasley con la mano libre se quitó la bufanda de colores verde y plateados que le cubría el cuello.

—¿Y tú bufanda? —cuestión causando que ella lo viera—...supongo que es difícil decidir con quién ir cuando tienes tantas invitaciones en puerta.

—Se la quedo Maxence, hace rato tenia frio y no sé dónde dejo la suya así que le preste la mía...y sigue sin dármela —sus mejillas se volvieron rojas cuando George le dejo mal puesta la bufanda sobre el cuello—... ¿no tienes frio?

—No me molestan las temperaturas bajas.

Se encogió de hombro, Amalie se acomodó la prenda y no evito sonreír al distinguir el suave, pero delicioso aroma que tenía.

—¿Qué colonia usas?

—¿Por qué? ¿Huele feo?

—No...no es eso, al contrario, me gusta como huele.

Él sonrió rachándose la nuca.

—La clásica de Tommy Hilfiger —trato de recordar el nombre —...Tommy Boy Cologne, creo que se llama...la uso desde hace años, me gusta porque no es tan dulce y tampoco tan fuerte.

—Si...me gusta como hueles —las mejillas de George se volvieron suavemente rojas—... ¿Qué escondes detrás de la espalda?

—Ah...si —le extendió el ramo que no era extremadamente grande, pero sí muy hermoso, los tulipanes naranjas resaltaban demasiado—...son para ti.

Lie los tomo disfrutando del fresco aroma que emanaban.

—¿De dónde los conseguiste? Es invierno.

—Tengo mis contactos...también quiero preguntarte algo.

Amalie lo vio con curiosidad, dándole a entender que continuara.

—No quiero que sientas que porque te di las flores tienes que decir que si...solo que crei que —parecía nervioso y veía a todos lados menos a los ojos azules que lo miraban con diversión—...tal vez te gustarían...como dijiste que querías ver tulipanes naranjas...quería...verte feliz...y también son en agradecimiento porque el día que mi hermano estuvo mal, tú y Max estuvieron al pendiente...e incluso consolaron a Geori.

Amalie sonrió con ternura al ver a George Sirius nervioso y hablaba demasiado, algo que era gracioso ya que siempre parecía seguro de todo lo que hacía o decía.

—Gracias por los tulipanes, George, y no tienes que agradecer por lo de ese día —abrazo el ramo de flores contra su pecho—... ¿Cuál es la pregunta?

—Ve al baile conmigo—soltó de golpe, pero se dio cuenta que sonó como orden así que rápidamente se corrigió —...mierda...no...eso sonó como una orden...es que... ¿Quisieras ir al baile de navidad conmigo? entiendo si no quieres ir conmigo o si esperabas que alguien más te invitara, créeme no hay problema si dices que n...

—Quiero ir contigo, George.

Interrumpió la menor con una enorme sonrisa, George parpadeo varias veces para asentir.

—Gracias por aceptar—se mordió el labio inferior—...realmente quiero ir contigo.

—Pensé que invitarías a alguien más...

Realmente Amalie se había hecho a la idea de que el Black-Weasley iría con cualquier otra chica de Hogwarts, nunca se le paso por la mente que la fuera a invitar.

—Me agrada estar contigo...y, pensé que sería divertido que fuéramos juntos.

—Estoy segura que lo será...

Amalie volteo al carruaje tras ella donde noto a Itziar y Maxence espiando por la puerta que estaba entre abierta.

—Creo que tenemos público.

—Son unos chismosos.

—Creo que es hora de que vuelva al castillo y tú al carruaje—se inclinó para besarle la mejilla—...me dices cuando tengas escogido el vestido, ya sabes, para combinar la corbata...

—Los competidores del torneo tienen que abrir el baile...

Murmuro recordando ese punto, que la ponía algo nerviosa ya que estaría a la vista de todos, también rezaba internamente para que George Sirius no se arrepintiera de ir con ella al baile por ese motivo.

—No te preocupes, soy buen bailarín —le hizo un mechón de cabello hacia atrás colocándolo detrás de la pequeña oreja—...anda, vuelve al carruaje, me quedare aquí hasta que vea que entraste sin caerte.

—No soy tan torpe.

Le golpeo juguetonamente el pecho.

—Nunca se sabe.

—Hasta mañana, George.

—Hasta mañana, rubia.

Ambos se dieron una última mirada para que Amalie entrara al carruaje, donde una vez dentro escucho los silbidos y burlas de Maxence e Itziar que al parecer escucharon todo.

—Y pensar que me estabas insistiendo a que fuera tu pareja del baile.

Maxence, que aun tenía un ojo morado y el labio roto solo sonrió con burla, Amalie camino a la pequeña sala de estar que había dentro del carruaje.

—Cállate, no te puedes burlar si tú ni pareja tienes.

Contesto sentándose y viendo los tulipanes.

—He de admitir que me sorprende que los haya conseguido en esta época del año—comento la pelirroja viendo las flores —...sin duda se esfuerza mucho cuando se trata de ti.

—Me puedo burlar porque no iré al baile.

Comento Max sobándose la cien ya que la cabeza comenzó a punzarle.

—Si...George es demasiado dulce...me sorprende que no tenga novia —vio a su hermano con duda— ¿Por qué no iras al baile? Si varias chicas te invitaron.

—La chica con la quiero ir ya tiene pareja —murmuro ahora tocándose la frente tratando de explicar el porqué de ese intenso dolor—...así que no me interesa ir.

—Max...

Murmuraron las dos chicas sabiendo muy bien de quien hablaba.

—¡Maldita sea!

Grito Max cuando el dolor se volvió tan intenso que cayó al suelo apretando la cabeza con fuerza.

—¡Maxence!

Amalie dejo las flores a un lado acercándose de inmediato a su hermano seguida de Itziar.

El rubio apretó los ojos con fuerza al ver una intensa luz que solo le aumentaba el dolor, de repente todo el cuerpo le dolía para volverse negro.

Escuchaba la voz de la azabache hablándole y como algo lo jalo del estómago, el dolor no aminoraba y el costado izquierdo le ardía con intensidad.

—¡Jerome!

El Delacour se obligó a abrir los ojos sintiendo el fuerte golpe contra el pavimento, si no hubiera sido por Anirak el hechizo le habría dado de lleno en el pecho.

—¿Dónde estamos?

Anirak se encontraba igual de herida que el mayor, pero aun logro hacer una aparición, lo ayudo a ponerse de pie y lo hizo rodearle los hombros con el brazo para caminar.

—En la casa —abrió la puerta con un movimiento de varita—...le hablare a Draco de inmediato para que te atienda...

—No hay tiempo para eso —murmuro caminando con lentitud—...tienes que dar la orden a los aurores para que comiencen la búsqueda y el arresto...

—¡Anir! ¡Jerome!

Los dos pelirrojos en compañía de la rubia se pusieron de pie al verlos tan heridos, los gemelos ayudaron a Jerome mientras Lyssane revisaba que la azabache no tuviera ninguna herida de gravedad.

—Fred, llama a Draco —pidió Anirak—...hablare al departamento de seguridad mágica y a los ministros de los otros países.

—¿Qué demonios pasos?

Cuestiono Lys quitándole el saco a su hermano dejando ver la enorme herida en el costado izquierdo.

—Azkaban —murmuro Jerome entre quejidos—...hubo una fuga...

—Salimos del ministerio cuando un Auror llego a avisarnos —explico la Black viendo como Fred conjuraba su patronus—...pero, justo en ese momento cinco ex reos nos atacaron...

Ella pareció dudar en contar los demás, George se dio cuenta de inmediato que ambos aurores ocultaban algo más.

—¿Qué no nos están diciendo?

Cuestiono de manera seria, Jerome desvió la mirada cuando su hermana lo miro en busca de una respuesta.

—Reconocí al mago que casi me mata —mascullo entre dientes, todos lo voltearon a ver en espera de que continuara—...fue Pierre.

Lyssane sintió casi desvanecerse si no fuera porque George la sostuvo.

—Anirak —llamo el rubio—...quiero que des la orden y ofrezcas cinco millones de galeones, no importa si el ministerio no los puede cubrir...yo pondré lo que falta.

Ella asintió sacando la varita.

—¿Orden de qué?

Cuestionaron los gemelos al unísono.

—Esta vez no puedo esperar a detenerlo yo mismo —explico escuchando como la chimenea se encendía indicando que Draco había llegado—...lo quiero muerto, no me importa el costo por la cabeza de Pierre Delacour.

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¡

Hola!

¿Cómo están? ¿Qué les pareció el capítulo?

Faltan alrededor de cinco capítulos para que termine el primer acto.

¿Qué les gustaría que pasara?

Al parecer ya hay dos parejas confirmadas para el baile, jeje, ¿A quienes más les gustaría ver juntos?

¿Extrañaron a Pierre?

Bueno, nos leemos, lovu♥

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