Veinticinco.
(Mini maratón 2/2
Recuerden que si hay varios comentarios subiré la introducción del tercer acto, jiji).
La paz reinaba en el castillo de Hogwars, siendo el penúltimo día en que los estudiantes de Beauxbarons y Durmstrang se encontrarían.
Los exámenes por fin habian terminado al igual que las clases, por lo que solo aprovechaban para descansar o pasar el rato con sus compañeros y amigos.
—No puedo creer que ya llego el fin de curso—comento el peli plata estirándose para recostarse en la hierba— ¿Qué se siente graduarse? ¿Ya sabes que harás?
El alemán se encogió de hombros mientras veía el lago negro recordando todos los momentos que paso con Anired en ese lugar, siendo ese lugar donde tuvieron su primera conversación normal el día que cumplió diecisiete años.
—Nada en especial...quisiera...no irme tan pronto—soltó un suspiro de resignación—, aun no sé qué hare, no me gustaría volver porque es enfrentarme a mi madre y hermana respecto al tema de Lyssandre y toda esa mierda.
—Deberías de darle una oportunidad—comento Scorpius—...tal vez sea mejor de lo que piensas.
Maxence negó dejándose caer en la hierba al igual que Scorpius, los rayos de sol le golpeaban la cara por lo que cerró los ojos por unos segundos.
—No, no quiero, mejor cambiemos el tema.
Varios le habían dicho lo mismo desde Anirak, Scorpius hasta incluso Draco, su madre le mando una carta respecto a lo mismo, se sentía cansado de eso.
Pero, se alegraba que al menos Anired no lo presionara con eso, había hablado con ella sobre el tema, pero la azabache le dijo que hiciera todo a su tiempo y escucho cada una de sus palabras de cómo se sentía respecto a eso, sin duda, era demasiado comprensible y por eso la adoraba, no lo presionaba en nada y parecía comprenderlo.
—¿Qué lugar crees que pueda usar?
Scorpius lo miro de reojo.
—Te puedo prestar mi dormitorio, pero no creo que puedas desaparecer las camas con facilidad al igual que en el tuyo.
—Por eso no quiero que sea ahí, también pensé en la cocina del carruaje, pero probablemente varios estén de chismoso—paso la mano sobre su rostro—, no sé a dónde llevar a Anired y quede que sería hoy en la noche.
—¿Y la sala de menesteres?
Maxence se sentí de inmediato al escuchar otra voz, se topó con el hermano menos de Scorpius acompañado de Zed que los veía.
—Sería un buen lugar, te brindará todo lo que necesites—informo Zed sentándose junto de Alexander frente a los dos varones—, y de esa forma nadie los interrumpirá.
—Pero, Anired se daría cuenta...
Murmuro Maxence, no parecía mala idea, pero se encontraba dentro del castillo haciendo las cosas más difíciles.
—Nosotros la podemos distraer durante lo que resta del día—se ofreció Alex—, la alejaremos de la sala de menesteres hasta que sea la hora en que quiera que vayas.
—¿Harían eso?
El alemán enarco la ceja y los dos menores asintieron.
—Anired estará feliz con la sorpresa, así que te ayudaremos...
Zed se puso de pie seguido de Alex.
—Está bien, espero tener todo listo a las nueve de la noche.
—Entonces nos vemos hasta entonces—Alex lo miro por unos segundos—, Anired quiere rosas rojas, así que consíguelas.
—¿Qué?
Maxence lo miro sin comprender, Alex solo sonrió para alejarse de ahí en compañía de Zed para ir a buscar a Anired.
—Debes de apúrate o se te hará tarde con todos los detalles...
—Vamos... ¿Para qué quiere Anired rosas rojas?
—No sé...
Los dos adolescentes se pusieron de pie sin entender el motivo de las rosas rojas, pero decidieron no distraerse más en eso pues aún tenían bastantes cosas que hacer por el momento y el tiempo avanzaba demasiado rápido, cuando menos se lo esperaran la noche caería.
⚜⚜⚜
—Cuando me gradué pienso entrar a la academia de aurores —comento dándole un gran sorbo a la bebida frente a ella mientras el castaño la escuchaba con suma atención—, no sé si pase las pruebas, pero espero que todo salga bien...aunque aún me falta un año para eso, por lo que me esforzare en este último.
Lorenzo sonrió al escucharla, parecía mucho más animada a que cuando la conoció, sin duda la extrañaría demasiado ahora que volviera a Bulgaria, no tendría con quien pasar el rato y tener esas conversaciones que a veces iniciaban de manera seria y luego terminaban en un tema random y cosas sin sentido.
—Yo...tal vez me dedique al negocio de mis abuelos, son productores de cigarros y tienen varias empresas en el continente—explico recargando la barbilla en la palma de su mano—...se que no tiene nada que ver con la magia, pero me gusta el negocio, incluso piensan abrir una sucursal más.
Sus abuelos, los padres de Razvan eran productores de cigarros, ya que su abuelo era un muggle dedicado a los negocios que albergaba una gran fortuna, brindándole una buena vida a Razvan cuando fue joven, Lorenzo los apreciaba demasiado, eran buenas personas y solía pasar los veranos en compañía de su padre en casa de los abuelos disfrutando de comodidades y siendo un niño consentido.
—Suena muy interesante, los muggles hacen muchas cosas sorprendentes, mi abuela es muggle y siempre me enseña cosas divertidas.
—Cuando tenga mi propia tabaquería te invitare a que la conozcas.
Prometió el castaño.
—¿Ya me dirás quién te gusta?
Cuestiono Alyssa, Lorenzo le había confesado que había alguien que le gustaba, pero nunca dijo su nombre.
—Solo te diré que tiene una sonrisa muy bonita y es divertida.
Lorenzo la miro fijamente, pero ante esas palabras la morena no evito sentir un vacío en el pecho, era parecido como cuando vio a George Sirius con su ex novia por primera vez, provocándole un pequeño dolor.
—Iré al baño, tonto.
Informo para ponerse de pie, necesitaba unos segundos a solas para tratar de explicarse porque sentía eso tan extraño en el pecho.
⚜⚜⚜
Caminaba con cuidado ya que sus ojos estaban cubiertos, seguía sin entender a donde iban y mucho menos por qué Maxence le pidió que se vistiera como si fueran a cenar a algún lugar elegante, a veces el rubio era demasiado raro.
—Ahora, entra por aquí.
La voz del alemán la guiaba, y ella solo hacia lo que indicaba.
—Debí de cargarte, ya habríamos llegado.
Se quejó Max entrando a la enorme sala y no pudo sonreír al ver que no lucia nada más, sino todo lo contrario, definitivamente le debía una muy grande a Scorpius ya que lo ayudo en todo.
—Traigo vestido, se me iba a ver todo...
Anired frunció los labios.
—No iba a dejar que se te viera todo, no soy tan brusco.
Anired puso los ojos en blanco y sonrió cuando le beso la mejilla.
—Bien, ya vas a poder ver ¿de acuerdo? Te quitare la venda.
—Pensé que ahora querías jugar a la troll ciego o parecido...
Max soltó una pequeña risa parados detrás de ella para deshacer el nudo de la venda que cubría los orbes grises para que no viera a donde se dirigían y no tuviera ninguna sospecha.
La venda se deslizo descubriendo los ojos que se ofuscaron por unos segundos, Anired parpadeo acostumbrándose a la luz y cuando logro enfocar observo todo.
Parecía un enorme jardín con unos cuantos arboles llenos de flores y justo en medio una mesa con dos sillas demasiado elegante, todo era iluminado por pequeñas velas que flotaban alrededor dando un aire más armonioso al ambiente.
—Max—llamo Anired con una enorme sonrisa — ¿Tú lo hiciste?
—Tuve un poco de ayuda, pero sí—se detuvo frente a ella con las mejillas rojas y el cabello un poco rosado— ¿Te gusta?
—Me encanta...es precioso.
—Tú eres más preciosa...
Anired lo abrazo cosa que de inmediato correspondió para besarle el cabello.
—¿Tu preparaste la cena?
Después de unos minutos abrazados ambos caminaron a la mesa que estaba llena de los platillos favoritos de la azabache, Maxence le movió la silla dejando que se sentara.
La menor no dejaba de verlo, le gustaba como lucia con esa camisa blanca y esos pantalones negros formales, llevaba los tres primeros botones desabrochados y el cabello peinado luciendo demasiado guapo.
—Sí—uno de los pasatiempos favoritos de Max era cocinar, y especialmente lo disfrutaba cuando cocinaba para la azabache frente a él—...solo como lo que tú quieras, no tienes que obligarte a comer demás ¿de acuerdo?
Max se sentí frente a ella, Anired asintió.
Maxence era uno de sus grandes apoyos en el tratamiento de su trastorno alimenticio, siempre se sentaba a su lado animándola a terminarse toda la comida que se servía, incluso le preparaba lo que a ella más le gustaba parque lo disfrutara y de esa forma fuera todo más fácil.
—Se ve delicioso.
Había aprendido a volver a disfrutar de la comida poco a poco, había sabores que no recordaba y resultaban lo mejor del mundo, deseaba que en algún momento pudiera comer todo lo que se le antojara sin temor a ser gorda y fea ante los demás.
Maxence y Anired platicaban tranquilamente mientras cenaban, disfrutaban la compañía del otro y se reían ante los chistes o comentarios tontos que hacían, la conversación parecía nunca tener fin sino todo lo contrario, siempre había más.
Para sorpresa de ambos, Anired repitió postre con una enorme sonrisa, frente al rubio no temía en comer lo que quisiera, se sentía sumamente cómoda.
Al terminar la cena, Anired se puso de pie para caminar sobre la hierba que seguramente sería un hechizo, pero parecía ser demasiado real, mientras Max recogía la mesa ya que no le permitió ayudar.
El rubio con ayuda de magia termino rápidamente para ir con ella, la distinguió a unos pasos más, deteniéndose frente al viejo tocadiscos que estaba en una esquina.
Sus ojos azules la recorrieron, usaba un corto vestido negro con manga tres cuartos y unos diminutos tacones haciéndola crecer unos cuantos centímetros, el largo cabello caía como una cascada sobre la espalda que permanecía recta.
—¿Cuál disco escogiste?
Cuestiono el alemán abrazándola por detrás y recargando el mentón en su hombro.
—El primero que encontré—soltó una ricita para ponerlo en el tocadiscos y acomodarlo—...espero tenga buena música.
—Scorpius los consiguió.
—A veces sus gustos son raros...
Murmuro, pero para su sorpresa una canción lenta comenzó a sonar, era suave pero dulce al mismo tiempo.
Maxence ña dejo girar para extenderla la mano.
—¿Quieres...bailar?
—Se dé buena mano que eres buen bailarín—recordaba la vez del baile de navidad, ambos lo hicieron muy bien. Poso su mano sobre la de Maxence, que la atrajo hacia él colando una sobre la fina cintura—, si quiero bailar.
Maxence sonrió para empezar a guiarla suavemente meneándose de un lado a otro al ritmo de la canción.
Your fingers are quivering, it's hip when you're shivering
I wanna hold your hand, you said take the chance.
Los movimientos de ambos eran suaves, Maxence la guiaba con el cuerpo ganando la sonrisa de la azabache que disfrutaba de bailar de esa manera con él.
But I can't get too close to you my darling, can't
Get too close
God help me if I do, you'll leave me broken hearted You'll leave me stitching my lips up again everybody now
La canción inundaba toda la sala de menesteres, mientras solo eran ellos dos disfrutando de ese momento sin ninguna interrupción.
—Me gusta bailar contigo...
Murmuro Anired contra su oído.
—A mí también me gusta bailar contigo—le beso la mejilla—, desde la primera vez que lo hice, me moría de ganas de volverlo a repetir.
—Esa noche...gracias a ti fue buena—hablaba sin dejar de moverse—, Deyan la estaba arruinando por completo, pero tú provocaste que todo fuera mejor.
—Me alegro que la disfrutaras, ese día te veías como una princesa con el vestido rojo...temía que no aceptaras bailar conmigo.
I can't get too close to you my darling, can't get too close
God help me if I do, you'll leave me broken hearted
You'll leave me lonely at best, lonely at best
I can't get too close
I wanna hold your hand
Anired dejo los brazos en el cuello de rubio, el rodeaba su cintura viéndola a los ojos.
—Me gustas mucho, Max.
—Me gustas mucho más, Nired.
Anired se alzó un poco para romper la distancia con un beso que fue correspondido de la misma manera, era como si la magia los rodeara haciendo todo mucho mejor.
Los dos de alguna manera estaban en donde tanto desearon estar. Juntos.
But I'm Kissaphobic, don't wanna get too close to you
Your mouth is a hurricane
You do this a lot, now don't you baby?
Los labios de los adolescentes se movían con pasión, las manos de Anired recorrían la espalda del rubio, mientras Maxence le acariciaba la cintura sosteniendo su peso con las rodillas para no caer sobre ella.
Anired serpenteo las manos hasta llegar a los botones que desabrocho, Max rompió el beso para verla y sonreír llevando los labios a las finas clavículas marcadas, evitando el cuello de la menor para no incomodarla.
El ambiente antes romántico se sentía demasiado caliente, las pieles de ambos ardían como si llevaran horas expuestos en una fogata.
—Max...
Jadeo la azabache cuando el rubio succiono la piel de su pecho expuesta por el escote del vestido formando una marca roja, las manos de Anired lograron desabrochar la camisa de Max para acariciarle el abdomen bajando lentamente hasta la hebilla del pantalón, la erección del rubio era notable.
Las bragas de Anired estaban húmedas y su núcleo palpitaba con fuerza, el deseo le nublaba la vista y se sentía mareada debido a todas esas sensaciones tan fuertes que la recorrían tras cada beso y caricia de Maxence.
—Mmh...An...Nired...
Jadeo el rubio de manera ronca cuando la mano de la menor termino bajo su pantalón y rozo los dedos sobre su marcada erección.
Anired se quedó quieta por unos segundos, era la primera vez que metía la mano debajo del pantalón de alguien.
Sus dedos lo acariciaron lentamente, se sentía duro, cuando escucho el gemido de Max volvió a pasar la mano ganando que él se estremeciera, no evito sonreír y esta vez paso toda la mano sobre el erecto pene del rubio.
—¿Te gusta?
Cuestiono Anired, Max gemía ante la sensación, la mano de Anired era pequeña, pero resultaba demasiado excitante cada una de sus caricias.
—Agárralo por completo, kleiner hase...
Pidió con voz ronca escondiendo el rostro en el hombro de Anired sin ocultar sus gemidos que aumentaban la sonrisa de la menor.
La mano de Anired rodeo el miembro de Maxence sobre el bóxer, al inicio fue extraño, pero pronto la sensación le gusto para moverla de arriba abajo notando que el alemán gemía cada vez más fuerte y el pene en su mano se endurecía aún más.
—Mierda...me encanta así...
Gruño Max bajando las manos hasta las piernas de la menor para meterlas bajo la falda del vestido y sonreír al notar que ese día no se había puesto la licra que casi siempre se ponía cuando usaba falda, sus manos acariciaron los suaves muslos subiendo de manera lenta y peligrosa al centro de Anired.
Anired movió la pelvis para rozar su húmeda vagina contra la mano de Max, que de inmediato llevo la palma completa sobre el centro de Anired que aún era cubierto por una fina braga de encaje disfrutando de lo húmeda que estabas.
—Tu coño esta tan mojado, Mein herz—murmuro con voz ronca sobre los labios de la menor cerrando los ojos cuando apretó su erección—...quiero destrozarlo y devorarlo hasta dejarlo completamente seco...
—Maxxie...
Gimió la azabache cuando los largos dedos frotaron sus húmedos labios vaginales encima de la delgada tela.
Las caricias y las sucias palabras de Maxence aumentaban sus fluidos que humedecían cada vez más su núcleo dejándolo completamente resbaladizo y sensible a los toques del varón sobre ella.
Maxence siguió pasando los dedos de manera lenta disfrutando de Anired que seguía acariciando su erección la que cada vez dolía aún más.
Hizo la braga a un lado para colar los dedos y sentir lo resbaladiza que estaba, los fluidos humedecían sus dedos.
Las caricias eran lentas, pero poco a poco se fue deteniendo al darse cuenta que Anired se quedó completamente quieta, ya no había jadeos ni gemidos por su parte solo la respiración agitada.
—Anired...
Llamo Max sacando la mano y viéndola, parecía asustada.
—L...lo siento...
Murmuro la menor sacando la mano del pantalón de Maxence, claro que quería hacerlo, pero nuevamente la sensación de Deyan metiendo sus dedos a fuerza se hizo presente llenándola de miedo y dolor.
Max asintió para quitarse de encima de ella, Anired se sentí sobre le hierba evitando la mirada del rubio que se acomodaba la camisa y pantalón desabrochado.
—No tienes que discúlpate, Mein Herz —lo miro fijamente, veía el suelo sin alzar el rostro—...está bien, Anired, no pasa nada...
—Pero...tú hiciste la cena y todo esto...y yo ni siquiera...pude...Merlín...lo siento, en serio...quería...pero...pero...
—Oye—Max se sentí frente a ella para tomarla del rostro y hacer que lo viera, los ojos grises estaban empañados de lágrimas y arrepentimiento—...que yo haya hecho la cena y todo esto no significa que tú me dabas algo ¿de acuerdo? Mucho menos pienses que porque hice esto, tienes que tener sexo conmigo para pagarme, lo hice porque quise y porque me gusta verte feliz...
Anired lo miro, con Deyan siempre debía de dar algo cambio, si salían a comer o a cenar ella terminaba pagando, incluso su primer beso con el castaño fue debido a que le compro un helado y él se lo cobro de esa manera, nunca hacia nada sin esperar nada a cambio.
Y con Maxence era todo lo contrario, el solo quería verla feliz, verla sonreír y esos ojos grises brillar por emoción.
—Anired, si llegamos a tener sexo quiero que lo hagas porque tú quieres y porque deseas hacerlo, no porque pienses que es una forma de pagarme porque te invito a cenar o porque de alguna manera me debes algo—sentencio de manera seria—, no me debes nada, ni me tienes que pagar de ninguna manera, quiero que te quites esos pensamientos de la cabeza...yo no te voy a obligar a nada ¿de acuerdo? Si quieres parar solo debes de decirlo.
Anired asintió y Max la abrazo con fuerza.
Antes odiaba a Deyan por su personalidad y por estar al lado de la azabache, ahora su odio era un mayor con él por todo lo que le había hecho a la menor entre sus brazos, si tenía la oportunidad estaba seguro que de una u otra manera lo haría pagar por cada lagrima que la azabache derramo por su culpa.
Decidieron quedarse acostados en la hierba viendo el techo del salón mientras hablaban de cualquier cosa que se les pasara por la mente.
—Siempre usas este anillo—sentencio Anired jugando con el anillo que Maxence siempre portaba en el dedo medio de la mano izquierda— ¿Es tu favorito?
Era de color negro con diminutos detalles rojos hecho de un metal, Anired se lo puso en el dedo, pero le quedo enorme.
—Sí, es mi favorito—sonrió jugando con el anillo en el dedo de Nired—, lo compré en el primer festival mágico al que fui, las piedras rojas cambian de color de acuerdo a lo que siento.
—¿Qué significa el rojo?
Anired lo miro a expensas de una respuesta, Max trago saliva y dejo que Anired le colocara el anillo.
—Algo que solo tú me provocas...
La mirada profunda del alemán se posó sobre Anired que comprendió de inmediato, ya que él también provocaba eso en ella:
Deseo, pasión, lujuria...
Ambos no podían negar el enorme calor que se sentía cada que estaban juntos, o el deseo que sentían el uno por el otro por recorrer sus pieles disfrutando cada sensación y gemido que experimentaban, lo peor era que ansiaban más.
Anired carraspeo sintiéndose nerviosa.
—Tú no eres virgen —sentencio Anired— ¿verdad?
Max desvió la mirada y asintió suavemente.
—No...no lo soy.
Para Anired era obvio que no lo era, parecía experimentado y conocía donde tocarla para provocarla, aparte que ante cada movimiento reflejaba una seguridad sorprendente que humedecía aún más las bragas que utilizaba.
—¿Cómo la perdiste? —Anired lo miraba con curiosidad, Maxence parecía dubitativo en contarle—...no me voy a enojar porque me lo cuentes, es algo normal ¿no? Yo no lo he hecho...pero ¿te enojarías porque si lo hubiera hecho?
Maxence la vio con una pequeña sonrisa.
—No me enojaría si ya lo hubieras hecho, tuviste novio antes que yo estuviera, así que como tú dices es algo normal...
—¿Cuántas novias han tenido?
Max sonreía, Anired era curiosa por naturaleza y no preguntaba de mala manera.
—No he tenido novia—confeso encogiéndose de hombros—, he salido con chicas, pero nunca algo formal...solo duraba unos cuantos días...
—¿Lo de nosotros durara unos cuantos días?
Cuestiono.
—Eso depende más de ti que de mí, Anired—le acaricio el dorso de la mano—, me gustas en serio, así que tú tienes la decisión de todo.
—¿Aunque te vayas a Alemania te seguiré gustando de la misma manera?
—Aunque me vaya al otro lado del mundo, mis sentimientos por ti no cambiaran—se llevó la mano de Anired a los labios para besarla—, tú eres la única que me ha hecho sentirme como lo hago ahora...así que la decisión es tuya.
—¿Aun a la distancia?
—Podemos intentarlo, puedo venir a verte...tú también puedes ir a Alemania en cuanto gustes—sus ojos brillaban reflejando que hablaba de manera seria—, te escribiré cartas, cuando estés de vacaciones podemos hablar por teléfono o hacer video llamadas ¿qué opinas?
—Quiero intentarlo—admitió—...me gustas, Max...y me gustas mucho.
Le dio un corto beso en los labios.
Ambos se sonrieron para volver a conversar ahora sabiendo que ninguno estaba dispuesto a dejar que aquel lazo que tenían se rompiera por la distancia, tal vez sería difícil, pero no imposible.
—La perdí cuando tenía quince.
Relato Maxence ya que volvieron al tema de la virginidad, Anired ya le había dicho que no esperaba nada especial, que solo quería que fuera en un momento que ambos estuviesen cómodos y cuando se diera por sí solo.
—¿Fue buena?
Anired lo escuchaba viéndolo con curiosidad.
—Nada especial...solo sucedió, fue en una cama y no en la hierba—Anired le dio un golpe al darse cuenta que se estaba burlando de que tal vez lo hubieran hecho sobre la hierba—...no duro mucho, fue mi primera vez y todo fue rápido...no dure mucho —confeso—...te prometo que mejorare eso...no serán tres minutos, contigo serán cinco.
—Eres tonto.
Se rio la menor ganando un beso en la mejilla por parte de Maxence.
—Pero, guapo.
Anired lo vio fijamente.
—La persona con la que lo hiciste ¿te gustaba?
—Me atraía—confeso—, fue más atracción carnal...
—¿Era tu compañera de Beauxbatons?
Maxence negó mordiéndose el labio inferior por unos segundos.
—Fue...con alguien mayor.
—¿Ya está graduada?
—Más mayor....
—¿Cómo?
Anired enarco la ceja.
—¿Ubicas a mi compañero de cuarto, Christopher?
Anired asintió.
—¿Con su hermana?
—Es hijo único—hizo una pausa—...fue con su mamá.
—¡¿Con su mamá?!—Anired lo miro con sorpresa— ¿Tenias quince? —Max asintió con las mejillas rojas—...y... ¿ella?
—Tuvo a Christopher a los veinte—hizo una pausa—...ella tenía unos treinta y cinco...supongo...
—Max—en esos momentos Anired no parecía nada feliz y no era porque hubiera tenido sexo con alguien más—...tenías quince...eras un niño...y ella una mujer adulta con un hijo...
—Lo sé—se encogió de hombros—, me atraía físicamente, y yo a ella...así que...lo hicimos, solo paso, Anired...
—Pero...no...Max, eso estaba mal por donde lo vieras...ella—hizo una pausa—...ella abuso de ti, Maxence, eras solo un niño.
—Por Dios, Anired—puso los ojos en blanco—, no fue abuso, yo quise hacerlo.
—Claro que sí, eso fue estupro, tú eras menor de edad, ella te doblaba la edad—Anired no podía ocultar lo afectada que parecía por eso—...eso es un delito, se aprovechó de ti, eras solo un niño.
—Si nos basamos en eso...si tuviera sexo contigo...también estaría cometiendo un delito...
—No es lo mismo...nos llevamos un año y meses, estamos dentro de la provisión de diferencia de edad para consentir—replico—, compartimos etapas, ambos estamos en el colegio—lo miraba tratando de hacerlo entender—...ella era una mujer de treinta y cinco años, con un hijo, mayor experiencia que tú, tú eras menos y ni siquiera entraba en la provisión de diferencia de edad para consentir, Max...eso es abuso...
—Anired, no exageres...
—No exagero...me preocupo por ti... ¿Cuántas veces lo hicieron?
Max no respondió y Anired interpreto su silencio comprendió que no fue solo una vez si no varias veces.
—Maxence—Anired lo vio ponerse pie y alejarse unos cuantos pasos, ella lo siguió para tomarlo de la mano—, no quiero que te enojes...solo entiende...eras un niño...lo sigues siendo si te comparamos con su edad...ella no debió de tener sexo contigo, abuso de que eras un niño y de la atracción que sentías por una mujer mayor.
—Anired...está bien...ya deja de ponerte de esa forma.
Pidió exasperado.
—Me pongo así, porque me preocupo por ti, Maxence...
Max la miro de manera seria sin ningún brillo en los ojos.
—No necesito que te preocupes por mí.
Soltó de repente, de manera tan seca y con un tono que la menor nunca había escuchado que se dirigiera a ella de esa manera, solo cuando discutía con Deyan o con Jerome.
Al decir esas palabras se jalo con fuerza para que lo soltara y al verlo alzar el brazo retrocedió varios pasos sintiendo las piernas temblar.
Verlo de esa manera hizo que recordara a Deyan encendiendo todas sus alertas, cada que se enojaba y la golpeaba le hablaba de esa forma tan golpeada y reaccionaba igual que Maxence, evitando su contacto físico.
—Tienes razón —respondió rápidamente encogiéndose por unos segundos contra su misma como si buscara refugio aterrada de que la mano de Max terminara sobre su rostro—...al fin de cuentas es tu vida, yo ni siquiera te conocía cuando paso eso, perdón por preguntar —Max la miro al escuchar su voz era como si tratara de ocultar un nudo en la garganta, estaba más pálida de lo normal y parecía más pequeña—...debo de volver a mi dormitorio...
—Anired —llamo Maxence al darse cuenta que estaba asustada—...no quise....
Max la iba a tomar de la muñeca, pero ella se alejó lo más que pudo.
El delgado cuerpo de la menor estaba temblando, así que el rubio se detuvo sin acercarse más dándose cuenta que en esos momentos le temía a él.
—Está bien —soltó y sonrió falsamente—...que descanses...no...no es necesario que me acompañes...
Anired termino de decir eso para salir lo más rápido que pudo de la sala de menesteres.
—¡Maldita sea!
Soltó Maxence de golpe, sintiéndose mal de recordar la mirada asustada de Anired, dándose cuenta que la había asustado.
Había arruinado las cosas por completo con ella.
No quiso actuar de esa manera, pero no estaba acostumbrado a que alguien se preocupara de esa forma por él, que incluso Anired parecía sufrir por lo que paso en su adolescencia lo hacía sentir peor.
No estaba acostumbrado a medir sus palabras o acciones dándose cuenta del gran error que cometió al no pensar las cosas antes de actuar.
⚜⚜⚜
—Durante todos mis años en Hogwarts adquirí demasiados conocimientos, experiencias y habilidades asombrosas—comento el pelirrojo con una incipiente sonrisa en esa rostro que siempre parecía ser tan serio—, recuerdo llegar en mi primer año, completamente asustado por no saber en qué casa quedaría, de hecho, cuando fui seleccionado en Slytherin...me sentí mal, mi familia paterna siempre fue en Gryffindor, mi abuelo Sirius también, todos y cada uno en Gryffindor, yo era como el bicho raro—hizo una pausa sintiendo las miradas sobre él—, pero, a pesar de todo hubo dos personas que me hicieron ver lo bueno que era ser Slytherin, mi abuelo Regulus Black y mi madre, la ministra Anirak, recuerdo sus palabras: "No niegues lo que eres, estés en donde este, sigues siendo George Sirius". Esas simples palabras me hicieron darme cuenta que tenían razón, si estaba en Slytherin era porque ahí era mi lugar, no valía de nada tratar de esconder lo que era y gracias a eso obtuve amigos asombros que durante siete años fueron mis compañeros de cuarto, algunas veces los quise matar por el desorden que hacia —se escucharon varias risas por parte de los alumnos frente a él—, pero hicieron todo mejor, Hogwarts pronto se volvió mi segundo hogar, mi lugar favorito fue la biblioteca donde había miles de libros, siempre me esforcé en ser el primer lugar en cualquier materia, solo vivía por eso—hizo una pausa—, pero...me estaba perdiendo muchas cosas, fue hasta que mi hermano, el idiota azabache ruidoso que está sentado enfrente—todos miraron al mellizo menor que solo sonrió—, me hizo darme cuenta que debía de divertirme, es por eso que les digo, ahora que nos graduamos, no desperdicien el tiempo enfrascándose en una cosa, diviértanse, disfruten de los pequeños momentos, no es momento de tomar decisiones rápidas, es momento de cometer errores, de subirse al tren equivocado y extraviarse, de enamorarse...a menudo. De cambiar de idea y de volver a cambiar porque no hay nada permanente...así que cometan todos los errores que puedan, y algún día cuando nos pregunten qué queremos ser, no tendremos que adivinarlo... lo sabremos.
Los aplausos llenaron el gran comedor al igual que los vitoreos, por fin, el día que varios habían esperado:
La graduación de los de ultimo año.
Las personas se abrazaban, George Sirius bajo la escalinata para ir a celebrar con su hermano y amigos que lo felicitaban, ya que siendo el premio anual tuvo que dar el discurso final, no fue el mejor, pero salió mejor de lo esperado.
Sus ojos grises no evitaron atrapar a la rubia que celebraba en compañía de su amiga pelirroja y más compañeros de Beauxbatons ya que al igual que él también se graduaban.
Amalie abrazo a sus amigos felicitándose mutuamente, iba a dirigirse a Maxence, pero el más alto se puso de pie para salir de ahí, no negaría lo mal que se sintió dándose cuenta que aún seguía demasiado molesto con ella.
Max vio de reojo a su hermana y decidió salir del gran comedor, no le gustaba el contacto físico y no quería estar aguantando las felicitaciones por graduarse, aunque claro si esperaba solamente una.
La felicitación de la adolescente azabache que estaba con los mellizos.
Se sentía vacío y molesto, Anired no había desayunado con él como siempre, después de la discusión de anoche no se habían hablado y ella no parecía querer hacerlo.
Solo un suspiro sabiendo que realmente la había cagado y lo peor es que no se podría despedir de ella antes de partir.
Sus brazos rodearon a la más baja por última vez y no evito sobarle la cabeza en cuanto la soltó.
—¡Lorenzo, ya deja de hacer eso!
Pidió la morena alejándose con una risa.
—Es que estas pelona, es gracioso sobarte la pelona.
—¡Eres un tonto!
Le enseño la lengua viendo el gran barco que alzaba el mástil mientras los alumnos de Durmstrang ya entraban pues zarparían en pocos minutos.
—Alyssa—llamo el castaño viéndola fijamente.
—No me llames de esa forma.
Puso los ojos en blanco, odiaba su nombre, siempre prefirió ser llamada JJ.
—Deja de quejarte, quería decir tu nombre antes de irme...
—Entonces... ¿es la despedida?
Lorenzo se encogió de hombros.
—¿Un hasta pronto?
—Me agrada más...
Lorenzo se mantuvo en silencio por unos segundos, se iría en unos minutos más, así que realmente no tenía nada que perder.
—Alyssa...me gustas—beso su mejilla rápidamente—, sigue siendo tu misma.
Pidió dejando a la morena congelada, el Moldovan le dedico una última sonrisa para picarle el estómago y subir corriendo al barco con las mejillas completamente rojas.
Alyssa no pudo decir más sintiendo una fina lagrima recorrerle la mejilla, Lorenzo, la única persona que la apoyo en sus momentos más oscuros se iba, dejándola sola...esperaba que en algún momento se volvieran a reencontrar.
Con ese deseo en su corazón alzo la mano para decirle adiós al castaño que la miro por unos segundos más y después ganarle un guiño entrando al barco del colegio.
La multitud de gente llenaba el lugar, todos se despedían pues el regreso era inminente, no negaría que se sentía triste al dejar a su novio y empezar una relación a distancia que tal vez sería difícil.
Varias veces la hizo enojar, pero fue lindo y la hizo divertirse demasiado en su estadía en Hogwarts.
—Fíjate por donde caminas, tomate molesto.
Escucho esa odiosa voz, puso los ojos en blanco para mirar al azabache que parecía demasiado divertido.
—Fíjate tú.
Regulus se encogió de hombros y suspiro.
—Molestia —a Itziar la extraño la sonrisa amable de azabache—, que tengas un buen viaje de vuelta.
La pelirroja se puso completamente roja viendo a Regulus John alejarse, al menos por fin se libraba de ese idiota que tanto la hizo enojar.
Soltó una maldición contra el pelinegro para darse la vuelta y ver a su amiga platicando con Scorpius y George Sirius, fue sorprendente el ver que Maxence estaba ahí a pesar de mantener una mueca de enojo.
—Iré a buscar a Nired —sentencio Maxence tajando la conversación con esos tres adolescentes — ¿Alguien la vio?
George Sirius negó.
—Te acompaño, debe de andar despidiéndose o algo.
Ofreció Scorpius, Maxence asintió para comenzar a caminar en busca de la azabache.
Amalie vio a su hermano alejarse para mirar a George Sirius frente a ella.
—¿Entonces...esto es el adiós?
Cuestiono George viéndola fijamente.
—Creo que sí...
George se mordió el labio inferior soltando un suspiro.
—Lo de la otra vez...
—Ya no importa...tampoco quería una relación...
—El problema...es que mentí con eso.
Confeso George Sirius, ya cansado de siempre tener que reprimir sus sentimientos.
—¿Qué?
—Me mordió Greyback...el pedirte una relación es condenarte, Amalie —explico con sufrimiento en la mirada—, tal vez sea un hombre lobo...
—Pero, tal vez no...
—Eso es lo de menos, no quiero condenarte a esto—explico viéndola—, quiero que seas feliz, que tengas una relación bonita con alguien norma y no con un monstruo...
—Pero...George...podemos encontrar una cura o algo.
George la tomo de la mejilla dejando a Amalie sin palabras cuando beso cortamente sus labios.
—Dame tiempo ¿sí? —pidió viéndola a los ojos—...solo deja que todo vuelva a estar en orden y que veamos qué pasa con la ponzoña de Greyback...te prometo que recuperare todo el tiempo perdido contigo...las cosas serán diferentes...solo déjame buscar una solución, mientras tú ten una vida normal y feliz.
Amalie lo abrazo con fuerza.
—Promete que seguiremos en contacto.
George Sirius la abrazó de la misma manera.
—Te lo prometo, te mandare cartas y todas esas cosas —le beso la frente—, mientras tú se feliz ¿sí?
—Tú también se feliz...
Los dos adolescentes se miraron, deseando que las cosas fueran más sencillas y que George Sirius no estuviera en un hilo a espera de saber si sería un hombre lobo o no.
[...]
Caminaba sin ningún ánimo con la mano en el bolsillo mientras jugaba con el anillo que guardaba en ese lugar.
—Supongo que...no me podre despedir de ella...
—Tal vez aparezca pronto.
Trato de animar a su amigo, le había contado la discusión y esperaba que eso no fuera el final de lo que Anired y Maxence por fin habían logrado tener después de tanto.
—Dubois acaba de llamarnos, tengo que ir al barco...
—Maxence...
Scorpius le palmeo el hombro dándose cuenta que Max tenía razón, al parecer Anired realmente no bajaría de su dormitorio a despedirse del rubio.
—Vamos, tengo que volver al carruaje...
Murmuro Max sin nada de ánimos para caminar, sus pasos eran lentos y sentía los ojos arderle, solo quería verla y disculparse.
—¡Rubio oxigenado!
Max detuvo sus pasos para darse la vuelta al reconocer la voz y ver a Anired corriendo hacia él, no evito emocionarse y pasar la mano sobre su rostro de manera brusca eliminando cualquier rastro de lágrimas que estuviera a punto de derramar.
—Creo que si vi —Scorpius lo codeo—, nos vemos, no peleen.
—No lo vamos a hacer...
Sentencio D'Acanto para acercarse a ella, Anired se detuvo viéndolo fijamente.
—Max...
Murmuro viéndolo con la respiración agitada.
—Anired—dio otra zancada para quedar frente a ella—...yo...lo siento...por lo de anoche...no quise actuar así y mucho menos que te asustaras...
—Yo...también lo siento—lo miro con arrepentimiento—...sé que no debí de inmiscuirme en eso...pero estaba tan preocupada por eso...perdóname, no quise arruinar las cosas.
—Perdóname tú, es solo...que...no me acostumbro a que te preocupes de esa manera por mi ¿sí? Me resulta demasiado extraño y a veces no sé cómo actuar.
Anired asintió.
—Ya no importa... ¿estamos bien?
—Estamos bien—Max le tomo la mano—...ven, acompáñame...
Anired lo siguió sin comprender sujetando la bolsa que llevaba en la mano derecha.
—Espérame aquí, no me tardo.
Pidió dejándola frente al carruaje de Beauxbatons, Max entro corriendo lo más rápido que pudo mientras la menor solo seguía sus pasos con la mirada.
El rubio no tardo mucho para volver, Anired lo miro mientras sonreirá.
—Es para ti—extendió el ramo de flores—, rosas rojas, como las que querías.
—¿Quién te dijo?
Sonrió disfrutando del aroma de las flores que estaban en sus brazos, era el primer ramo de rosas rojas que residía —exceptuando los que su padre le había regalado en otras ocasiones—, no podía estar más emocionada.
—Un pajarito demasiado bocón —se encogió de hombros—...no me quiero ir.
—No quiero que te vayas —Anired lo miro—...toma...
Anired le extendió la bolsa que Maxence tomo de inmediato para ver el contenido.
—¿Gusanos? ¿Fruta picada?
—Es para el camino...para Moswen y Barlow—Max la miro serio al ver que no había ningún regalo para él—...abajo hay más, celoso...no te puedes poner celoso de Maslow y Barlow.
—Claro que puedo—frunció los labios para sacar el portarretratos de hasta bajo y ver una foto de ambos, en la cena de navidad en la mansión Malfoy—...me gusta.
—También puse dulces para ti, una botella pequeña de vodka porque tienes problemas con el alcohol—Max puso los ojos en blanco y ella sonrió—, y más cosas que te gustan.
—Faltas tú...eres lo que más me gusta.
Anired le enseño la lengua y Maxence saco el anillo que llevaba en el bolsillo, Anired lo reconoció era el favorito de Max, una fina cadena lo adornaba.
—¿Y eso?
—Es mi anillo favorito—se acercó a Anired pasando la cadena por su cabeza—, mientras no estoy, tienes que cuidarlo.
—Max...
—Te prometo que volveré, así que cuídalo ¿quieres?
Anired asintió.
—Lo prometo, apúrate a volver.
Ambos se abrazaron con cuidado de no estropear los regalos, Max sintió su camisa mojada por las lágrimas de la menor que escondía el rostro en su pecho.
—¡Chicos, ya suban!
Grito Madame Dubois interrumpiendo el abrazo de Maxence y Anired.
—Volveré...
Prometió Max.
—Por favor.
Apenas lograron besarse por unos segundos ya que Madame Dubois lo llamo pues era él único que faltaba en subir, Anired le hizo una seña que fuera para darse la vuelta y caminar con sus compañeros de Hogwarts que veían los vehículos partir.
Maxence subió, pero antes de entrar le dio los regalos a Amalie a Itziar para que los cuidaran.
—¡Max! ¡¿A dónde vas?!
Cuestiono Camille al verlo bajar corriendo del carruaje sin hacerle caso.
Max corrió lo más rápido que pudo para tomar a Anired de la mano y hacerla girar viéndola a los ojos.
—Me falto esto...
Sin importar que Dubois lo estuviera regañando o la gente viéndolos estrello sus labios contra los de Anired en un beso hambriento y ansioso quitándole la respiración a la menor, que respondió de inmediato.
Los chiflidos y burlas se hicieron presentes, pero a ninguno le importo para besarse por unos segundos más.
—No te enamores de nadie más...
Pidió Max recargando su frente sobre la de la menor.
—No lo hare, si tú no lo haces.
Max la beso nuevamente, pero esta vez más corto, y llevo el dedo índice y medio hasta la frente de Anired dándole un pequeño golpe.
—Nos vemos, tabla de planchar.
Anired sonrió negando.
—Nos vemos, Max Steel.
Se vieron por unos segundos, para que Max le robara un pequeño beso y le diera un guiño despidiéndose por última vez para volver al carruaje.
La emoción se notaba en todos a pesar de dejar amigos y amores, todos creían creer que no era un adiós, sino un hasta luego y pronto volverían a cruzar sus caminos de una u otra manera, quizá no hoy, quizá no mañana, pero tal vez será más rápido de lo que creían.
—Ya es de noche.
Murmuro el azabache dejando de mover la mano para despedirse de los extranjeros que cada vez estaban más lejos.
—Aja-a...
Murmuro George Sirius sin comprender a lo que se refería su mellizo que sonreía con complicidad.
—Y... ¿sabes que hay en la noche?
—Regulus, no nos escaparemos a las tres escobas—sentencio—, tenemos que terminar te empacar, mañana nos vamos...
—No, tonto, mira —Regulus lo tomo del hombro señalando el cielo nocturno que era adornado por una enorme luna.
—¡¿Qué?!
—¡Hay luna llena!
La voz de Anired inundo a los mellizos cuando llego corriendo hacia ellos con el ramo de rosas en la mano, se notaba que estuvo llorando.
—¡Si!
—¡George, no eres un hombre lobo!
El pelirrojo sintió una enorme paz al escuchar esas palabras que tanto estuvo esperando, dándose cuenta que el elixir de la piedra filosofal lo salvo, evitando que la ponzoña de Greyback lo afectara.
No pudo evitar sonreír y menos cuando sus hermanos lo abrazaron, dándose cuenta que estaban igual que cuando inicio ese desastroso año escolar: juntos y llevándose tan bien como siempre.
⚜⚜⚜
—¿Solo nos quisiste aquí para perder el tiempo?
Cuestiono Anirak harta de las idioteces de Neville, no era la única cansada, Jerome se encontraba de la misma manera, pues llevaban más de tres horas con ese estúpido rubio que solo les daba largas.
—Bien, bien—alzo las manos—, quería divertirme un poco, pero los dos son tan cuadrados y aburridos.
—Dinos de una vez—sentencio Jerome recargando las manos en la mesa de metal frente a Neville viéndolo fijamente— ¿Hannah es tu hija o no?
Neville soltó un suspiro.
—Esa niña...la verdad la quería muerta—respondió viendo el techo—, pero...Ellie me convenció de mantenerla con vida diciendo que nos serviría en un futuro ¿Es bonita? ¿Se parece a mí? No la he visto desde que era una bebé de días de nacida.
Jerome apretó la mandíbula sintiendo un enorme asco por el Gryffindor frente a él.
—¿Sabes dónde se esconde?
Neville sonrió con diversión.
—Para encontrarla debes de encontrar a tu hermanito...
—¿Louis que tiene que ver en esto? —Jerome puso los ojos en blanco cansado de sus juegos estúpidos— ¿Dónde demonios esta Hannah?
—No me refiero a Louis, idiota—Anirak lo miro fijamente esperando una respuesta—... ¿Creíste que Louis, Lyssie y tú eran los únicos hijos de alguien como Pierre?
—¿Qué mierda dices?
—Él esta más cerca de lo que crees, y créeme que no está nada feliz con que hayas matado a su querido padre...probablemente solo sea cuestión de tiempo para que vaya detrás de ti...o de tus querido hijitos rubios...
—¿De quién hablas?
Cuestiono Anirak al ver lo confundido que se encontraba Delacour.
—¿Sabes que lo girasoles siempre buscan el sol?
Y ahí estaba nuevamente, Neville diciendo cosas estúpidas que a nadie le interesaban actuando como loco para no hablar más.
Jerome se quedó en silencio, sabía que Pierre fue un mujeriego que engaño cientos de veces su madre, pero nunca creyó que tuviera otro hijo no reconocido...aunque eso no era imposible.
Lo que ahora le asustaba, era que no sabía de quien se trataba, podría ser cualquiera.
Lo peor es que Jerome Lyssandre Delacour no tenía ni idea de lo cerca que se encontraba de él y de todos sus seres queridos.
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¡Hola!
¡Por fin, el final del segundo acto!
¿Qué les pareció?
Si este capítulo tiene suficientes comentarios subo la intro del tercer acto.
¿Cómo creen que se llame?
¿Qué teorías tienen o que esperan de él?
Habrá algunos personajes nuevos, y les advierto que se vienen más escenas adultas, jaja, ya no será todo en Hogwarts, si no que los veremos en su vida como adultos y demás cosas.
En fin, cuéntenme todo lo que piensen y sus teorías.
No se olviden de participar en el concurso.
Nos leemos en unas horas o días, depende ustedes, loviu♥
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