Uno.
Los aplausos y gritos de emoción inundaban todo el campo de Quidditch, mientras las capas esmeralda y carmesí se movían con velocidad por todo el campo siguiendo las formaciones que indicaban sus capitanes.
—¡JJ, cubre a Fred para que haga una anotación!
La voz del pelinegro llego a los oídos de la morena que asintió para ir tras el rubio que iba a una velocidad enorme, por otro lado, el pelirrojo se acercó a su hermana menor que iba tras Fred.
—¡Geori, recupera la quaffle y Scorpius cúbrela para que no se la quiten!
El rubio al escuchar esas palabras desvió su vuelo yendo a lado de la azabache, ambos lograban esquivar a diversos jugadores del equipo contrario tratando de hacer la jugada que practicaron en los entrenamientos.
Toda la emoción era palpable ya que se trataba del último partido para decidir qué casa se llevaría la copa.
—¡Y Fred Weasley anota otros diez puntos, causando que Gryffindor empate a Slytherin con cien puntos! ¡Así como ven de idiota a mi hermano es buen jugador! —el rubio menor comento con emoción, pero la directora le lanzo una mala mirada por el insulto hacia el mayor, así que Zed Weasley solo soltó una risa nerviosa —...por otro lado, los dos capitanes van detrás de la snitch, a una enorme velocidad.
Los hombros de ambos hermanos se chocaban, mientras platicaban entre gruñidos aferrándose a las escobas.
—Lavaras la ropa de todas las vacaciones, Georgie —murmuro el azabache rozando la snitch con la punta de los dedos.
—Tan equivocado como siempre, Reg — el pelirrojo estaba tan cerca como su mellizo, a pesar de ser demasiado unidos cuando se trataba de cualquier deporte ambos resultaban extremadamente competitivos, esforzándose al máximo por ganar —...veras que tú lava...
No pudo terminar la oración al ver como Regulus salía volando de la escoba tras ser empujado por uno de los dos golpeadores de Slytherin de manera intencional para tirarlo.
La caída seria severa por lo que sin dudarlo dejo a la snitch de lado para ir tras él, estaban a más de treinta metros de altura, así que la caída seria atroz.
—¡Regulus!
La escoba bajaba a una velocidad impresionante pero no lograba alcanzarlo, el corazón le latía con fuerza, no quería que su mellizo saliera dañado de ninguna manera, siempre se apoyaban en todo, se sentía demasiado inservible al no lograr atraparlo.
Soltó un jadeo de alivio al ver como su hermano disminuía la velocidad de la caída al igual que él, con dificultad logro girar el rostro a las gradas para ver a una azabache que los apuntaba con la varita, se trataba de Anirak Black-Weasley, su madre.
George pudo detener la caída de Regulus antes que golpeara el suelo, pero la escoba no tolero muy bien el peso así que los dos cayeron de una pequeña altura.
—Buen atrape, Georgie —murmuro Regulus en el suelo apretándose el hombro, estaba seguro que el hueso se zafo ante el golpe —... ¡Mierda!
George se puso de pie sin importarle el dolor en el tobillo izquierdo para ir de inmediato con Reg, cuando los profesores bajaron de la tribuna al igual que sus padres.
Todos los jugadores descendieron ya que el árbitro hizo una seña de que el partido se pausaba, probablemente hasta ver que ambos jugadores se encontraran a salvo, aparte que Henry Pucey, golpeador de Slytherin en compañía del guardián: Terrence Flint, ellos planearon golpear de manera intencional al Black-Weasley, siendo eso una falta.
El pelirrojo distinguió como Pucey reía de manera burlesca viendo a su mellizo, era más que obvio que el planeo todo eso, y sin importarle que fuera su compañero de casa, se acercó a él aventando la escoba a un lado, la ira lo recorría por completo, la sangre le hervía y no pensaba en nada solo en que Regulus fue lastimado por ese imbécil, odiaba que alguien que no fuera él o sus hermanos golpearan a Regulus.
—¡Maldito bastardo! —grito para acertar un fuerte puñetazo en el rostro del castaño que cayó al suelo en un golpe seco — ¡No vuelvas a tocar a mi hermano, grandísimo hijo de puta!
Salto sobre él al ver que estaba por levantarse, le servía demasiado ser más alto que el promedio ya que con facilidad lo pudo someter para golpear una y otra vez su rostro, su vista estaba nublada y lo único que quería era que sufriera más que lo que sufrió Reg.
—¡Es suficiente, George!
Un hechizo hizo que saliera volando unos cuantos metros dejando a Henry semi inconsciente, vio a Louis-Philippe, su hermano mayor y profesor de vuelo, ayudaba a Pucey tratando que reaccionara, mientras su padre lo tomaba de los brazos evitando que se acercara.
—¡Pero él...!
Iba a protestar, pero la voz severa que Fred usaba para imponer orden se hizo presente.
—¡Dije que fue suficiente! —George Sirius dejo de moverse viendo los guantes que le cubrían las manos, llenos de sangre —...por poco lo matas...
—¡Tiro a mi hermano a propósito, ese maldito bastardo merecía...!
—George —el pelirrojo menor se puso de pie para ver a su padre, ambos tenían casi la misma altura, solo que Fred era un centímetro más alto —...basta, contrólate ¿quieres? — el menor bufo mientras apretaba la mandíbula con fuerza, si ponía más se quebraría los dientes — ¿Tomaste tus pastillas? — él no respondió —. George, te estoy hablando, responde.
—No las creí necesarias, papá.
Musitó entre dientes, odiaba estar medicado, odiaba tomarlas antes de un partido porque lo atontaban y volvían sus reflejos más lentos.
—Sabes que las debes de tomar del diario —riño—...vamos —veía como su esposa iba detrás del enfermero del colegio y de su otro hijo —, iremos a la enfermería.
George Sirius no respondió nada, estaba en su mundo, siempre que tenía un arrebato de ira se quedaba en limbo por algunos segundos.
—¡Papá!
Una chica azabache se acercó corriendo con escoba en mano, portaba una túnica esmeralda igual que la de su hermano mayor.
—Nired—saludo Fred al ver a la menor que era la viva imagen de su esposa —... ¿Tú no te lastimaste?
—No, no, estoy bien —vio al pelirrojo que estaba concentrado en verse las manos —...Georgie ¿Esta bien?
—No tomo sus pastillas —respondió acercándose al menor — ¿Puedes traerlas? Lo llevare a la enfermería, supongo que estarán en su dormitorio.
—¡A la orden, capitán!
Exclamo con una sonrisa para hacer un intento de saludo militar y comenzar a correr al castillo de forma ágil y rápida incluso con escoba en mano.
—George Sirius —hablo el adulto tomando el brazo de su hijo —...vamos.
—Si...
Respondió sin ninguna emoción para dejar que Fred lo guiara.
[...]
—¿Cómo te sientes?
La azabache se sentó a lado de la camilla de su hijo para sonreírle con calidez y acariciarle el oscuro cabello quitándole algunos rastros de tierra y pasto.
—Como si hubiera caído de treinta metros de altura —soltó una suave risa —, creo que pudo ser peor, solo tengo el brazo fracturado, pero ya escuchaste al enfermo Dylan, solo tengo que tomar esa horrible poción y estaré como nuevo en menos de lo que puedes decir «hipoclifo»
—Es hipogrifo, cielo —corrigió con una sonrisa.
—Perdona, la dislexia, pero es más probable que mi brazo sane, antes de que yo pueda pronunciar esa palabra—agrego con diversión—, lastima, no pudiste ver cómo le pateaba el culo a Georgie...por cierto ¿Dónde está?
—Se quedó con tu padre —suspiro al recordar la golpiza que le estaba dando al otro chico, sin duda se metería en problemas—, me imagino que no tardaran en venir.
—Que mal, papá y tú vinieron hasta aquí por la final de Quidditch y solo me vieron caer de treinta metros...aun así, gracias por venir, mamá preciosa.
Tomo la mano de la mujer para dejar un cálido beso en ella.
—Me alegro de venir, al menos pude evitar que te hirieras peor —sonrió ante el gesto del menor — ¿Seguro que no te duele nada más?
—Seguro, mamá.
La puerta se abrió dejando ver a dos pelirrojos, uno de ellos parecía demasiado ido y pálido, la túnica esmeralda que usaba tenia restos de sangre.
—Papá, ¿qué le pasa a George?
Pregunto Regulus viendo lo extraño que estaba su hermano.
—Fred —Anir se puso de pie para acercarse a su otro hijo — ¿Qué tiene Georgie?
—No tomo sus pastillas y tuvo un ataque de ira — explico llevando a George Sirius a una camilla para ayudarlo a sentarse —...Nired fue por sus pastillas, no tardara en volver con ellas—vio al azabache, varios rasguños le recorrían el rostro — ¿Cómo estas, pulga?
—Podría estar mejor, ya sabes comiendo una buena cantidad de helado mientras veo «Naruto» o algo así... Pensé que George si tomaría sus medicamentos, nunca los olvida...
Fred fue con él para dejar a su esposa con el mellizo mayor.
—Cariño —la azabache se sentó a lado de George para tomarle la mano y ayudarle a quitarle el guante —...todo está bien.
—¿Estás enojada?
Pregunto viendo un punto fijo en el suelo, comenzaba a tener razón de donde estaba y lo que había hecho hace unos minutos.
—No me gusta que tengas esos arranques, sabes que debes de tomar siempre las pastillas —tomo la otra mano para quitarle el otro guante—, pero no estoy enojada, mi cielo...todo está bien —beso su sien tratando de brindarle calma —, Anired traerá tu medicamente y lo tomaras ¿sí?
—Si mamá, lo prometo...perdón por no hacerlo antes —soltó un suspiro al ver que había cagado todo—, solo quería que vieras lo buen jugador que soy sin esas pastillas.
—Con y sin ellas eres un buen jugador, por eso eres capitán, Georgie—animo acariciando su cabello como si fuera un niño pequeño.
—¿Crees que me expulsen?
George Sirius recargo la cabeza en el hombro de su madre relajándose ante las caricias que le brindaba y la suave voz que la caracterizaba.
—No lo sé, George, dejaste inconsciente al otro chico...
El pelirrojo soltó un jadeo de molestia ante eso, no se arrepentía de haberlo hecho, pero no quería ser expulsado o que lo suspendieran del Quidditch.
—Aquí están —la menor de los Black-Weasley entro a la enfermería con un pequeño frasco y una botella de agua en las manos —, le traje agua al tonto.
—Gracias, Geori —murmuro el mayor tomando lo que le extendía su hermana, abrió el frasco sacando dos pequeñas capsulas rojas con blanco y abriendo el agua para tomarlas.
—Mamá —Anired se acercó a su madre para abrazarla — ¿Viste como jugué? ¿Ya soy tan buena cazadora como tú a mi edad?
Los ojos de la menor brillaban con demasiada admiración al ver a su mamá, sus abuelos siempre le habían contado como era Anirak cuando tenía su edad: excelente estudiante y jugadora de Quidditch, estaba claro que ella quería ser igual a su madre.
—Estoy segura que eres mejor jugadora que yo — sonrió acariciándole el largo cabello azabache que estaba recogido en una coleta despeinada —, eres demasiado rápida e hiciste muchas anotaciones.
—Estuve entrenando con ayuda de George y Reg.
Ambas mujeres giraron el rostro al pelirrojo que ya se encontraba acostado en una de las camillas viendo el techo mientras las pastillas hacían efecto.
—Me alegro que te ayuden a entrenar —Anirak enarco la ceja viendo a su esposo y Regulus que caminaban hacia una vieja puerta de manera — ¿Fred...?
—Llevo a Reg al baño —le sonrió a su esposa —, no puede con su alma.
—Caí de treinta metros ¿qué esperabas, anciano?
Se quejó Regulus poniendo los ojos en blanco.
—¿A quién le llamas anciano, mocoso?
Fred golpeo suavemente la cabeza de su hijo ganando una carcajada de las azabaches por sus clásicas peleas de padre e hijo.
—Ay, papá, casi muero y tú me golpeas.
Ambos hombres desaparecieron por la puerta, Anirak se acercó a su hijo mayor para ver que estaba completamente dormido y soltó un suspiro, lo amaba con toda su alma, pero odiaba cuando tenía esos ataques de ira, desde los seis años que fue diagnosticado con trastorno explosivo intermitente, todos en la familia hacían lo posible para apoyarlo, Fred y ella lo llevaban a terapia y siempre vigilaban que tomara sus medicamentos y Louis lo hacía cuando estaban en Hogwarts, George Sirius también ponía de su parte y sabia controlar muy bien sus emociones, pero en algunas ocasiones no lo lograba y explotaba de una u otra manera.
—¿Señora Black-Weasley?
Anirak se giró para toparse con un hombre castaño que utilizaba una bata blanca, le sonrió a su hija para acercarse.
—¿Si?
—Regulus pasara esta noche en la enfermería, pero se encuentra perfectamente bien —la azabache enarco la ceja al sentir como el enfermero le ponía la mano en el antebrazo apretándolo con suavidad —, vera que aquí lo cuidaremos bien.
—Sí, me imagino que estará bien —se removió incomoda alejando con suavidad la mano del hombre —, mi esposo lo acompaño al sanitario ya que le cuesta caminar ¿le dará alguna opción para el dolor?
—Claro que le daré algo para aminorar el dolor —le sonrió e iba a volver a colocar la mano cuando sintió como alguien le pisaba el pie izquierdo con demasiada fuerza — ¡Auch!
Se quejó alejándose de Anirak.
—Lo siento, no vi sus enormes pies, sanador Tarner —Anired sonrió de manera inocente conforme se disculpaba.
Anirak no pudo evitar sonreír para poner los ojos en blanco ante el gesto de la menor, conocía demasiado bien a sus hijos y si algo le heredaron a su padre fueron esos celos ante cualquier hombre que se le acercara o le hablara.
—Si...está bien, Anired —el dolor no disminuía sí que esa niña tenía demasiada fuerza en los pies a pesar de ser delgada —, iré por la poción.
—Gracias—murmuro Anir para ver a su hija con la ceja enarcada cuando el sanador se alejó — ¿Desde cuándo no ves donde pisas?
—Desde que el sanador estaba tratando de coquetear, ¡Por Merlín! Debiste de ver su cara de imbécil cada que te hablaba.
—¿Quién tiene cara de imbécil?
Fred y Regulus salieron del sanitario para caminar a la camilla del azabache.
—El sanador —respondió la mujer acercándose a Regulus para ayudarlo a acostarse —, nada importante...te traerá una poción para el dolor, su padre y yo tenemos que ir a hablar con McGonagall para ver qué sucederá con George Sirius.
—Voy con ustedes, tengo que ir a recoger las escobas de mis hermanos —explico Anired para ver por última vez a George Sirius que seguía durmiendo y acercarse a Regulus con el que choco los puños —, no te mueras, hermano.
—Si me muero te puedes quedar con mis consolas.
Bromeo viendo como su familia salía de la enfermería, soltó un suspiro para ver al pelirrojo que estaba dormido... ¿Por qué tenía que dormir tanto?
Se aburría cuando estaba solo, y ni siquiera había un libro cerca para poder practicar su lectura que poco a poco iba mejorando, soltó un suspiro para inflar las mejillas y ver el techo.
¿Qué se suponía que haría todo un día en ese lugar?
Esperaba que algunos de sus amigos o primos le trajeran algo con que entretenerse porque lo mas probable es que su hermano se la pasara durmiendo el resto de la tarde.
¡Vaya, mierda!
⚜⚜⚜
George Sirius y Regulus John caminaban juntos, mientras el pelirrojo llevaba en el hombro izquierdo la mochila de su mellizo, ya que el menor usaba aun el cabestrillo y no podía hacer fuerza.
—¡George, Reg! —un pelirrojo llego a su lado —...por fin estamos de vacaciones.
Se notaba la emoción del menor por volver a su casa, hace una semana que fue el accidente en Quidditch, debido a eso los dos equipos quedaron eliminados ocasionando que la copa de la casa se la llevara Ravenclaw, los mellizos se sentían demasiado culpables, aunque claro todo fue culpa de aquellos dos Slytherin que iniciaron el problema.
George agradecía mentalmente que solo le hubieran quitado puntos a su casa y dado un castigo por la pelea, sin duda McGonagall fue algo comprensible para no sacarlo de Quidditch y mucho menos quitarle su puesto como prefecto.
—¿Dónde estabas, Stef? —pregunto el azabache viendo a su primo que caminaba a su lado — ¿A caso estabas ligando con alguna chica?
Regulus alzaba y bajaba las cejas de manera picara ganando la risa del mayor y el sonrojo de Denvers.
—El león cree que todos son de su condición...
Murmuro dándole una mala mirada, el menor de los mellizos no pudo evitar reír al ver a su primo tan avergonzado, amaba hacer eso.
—¿Qué te puedo decir? Las chicas me adoran y ... ¿Quién soy yo para negarme?
—A veces no sé si estoy hablado con Reg o con el tío Jerome —se quejó George para escuchar unas carcajadas que reconoció de inmediato—...y Geori hace su acto de presencia.
—Hola, hermano —la azabache abrazó al mellizo mayor por la espalda para dejar un pequeño beso en su hombro.
—¿Dónde estaban?
Los tres varones detuvieron el paso para girarse y ver a la menor que tomaba la mano de un rubio que no borraba la sonrisa burlona del rostro.
—Nos quedamos bajando del carruaje —informo Zed—, porque paso algo demasiado gracioso.
—¿Qué cosa?
Los más altos los veían con curiosidad esperando que les contaran pues parecía que fue demasiado divertido ya que las pálidas mejillas de Anired estaban completamente rojas por reírse y Zed seguía tratando de controlar su risa.
—Es que íbamos bajando del carruaje, venimos con Freddos—comenzó a relatar la Black-Weasley —, pero...justo cuando se bajó —su risa no la dejaba hablar por lo que daba grandes bocanadas de aire recordando la escena de hace unos minutos —...él...él...
—Mi hermano se cayó —a completo Zed al ver que su prima no podía más —, pero eso no es todo...cayó encima de la Hufflepuff rubia...la amiga de Regulus.
—¿De Brooke?
El azabache no pudo evitar sonreír con burla, ya que sabía que Brooke tenía ciertos sentimientos por el Weasley mayor.
—Sí...si, esa...y ya sabes a Freddos al parecer le gusta, y se quedó congelado —Zed hizo una pausa tratando de contener la risa — ¡Porqué su cara en medio de sus pechos!
Regulus y George no pudieron evitar reír de manera escandalosa haciéndole compañía a Anired y Zed, Stefan solo negaba con una sonrisa divertida, definitivamente habrían pagado por ver eso ya que Freddos llevaba meses intentado tener una conversación con la chica y solo no podía a pesar que Reg muchas veces se ofreció a presentarlos.
—¡Merlín! ¿Por qué no tuvimos una cámara o un celular cerca? —se quejó Anired que por fin dejo de reír —, imagínense, pudimos tener ese momento para siempre.
—Ahora solo vive en nuestra memoria.
Comento Zed llevando la mano a su pecho de manera nostálgica.
—Nos perdimos de un buen momento por adelantarnos, George —el azabache le dio un golpe en hombro al nombrado֫—, eso es tu culpa.
—Te dije que tenía que hablar con Slughorn para que me firmara el castigo porque no lo pudo hacer en toda la semana —puso los ojos en blanco—...pero, que no lo hayamos visto no significa que no podamos burlarnos de él.
—Yo me puedo burlar de Brooke.
Comento Regulus sin evitar sonreír disfrutando de los miles de mensajes que le mandaría a su amiga, podría considerarla su mejor amiga, se conocieron en cuarto grado cuando tomaron adivinación juntos y desde entonces se volvieron amigos, y eso le gustaba porque la rubia nunca le intento coquetear o algo más ni tomaba su actitud coqueta como algo serio, por el contrario, se llevaban muy bien y bromeaban con eso.
Stefan iba a agregar algo cuando una voz femenina los interrumpió.
—¡George Sirius!
El llamado alzo las cejas para girar el rostro hacia quien lo llamaba, una chica morena se acercaba a paso rápido con la mochila en los hombros.
George vio a su familia con disculpa.
—Dame, ve con ella, tal vez sea algo importante—dijo Stefan extendiéndole la mano para que le entregara la mochila de Regulus —, apúrate que JJ te va a matar si tardas más.
George le entrego la mochila a su primo.
—Nos vemos en el expreso.
Despeino el cabello de su hermana para caminar a la chica que lo esperaba.
—Hey.
La saludo con una sonrisa, Alyssa mejor conocida como "JJ" siempre había sido la mejor amiga del pelirrojo, desde niños que se conocían y compartían gustos en común, amaban pasar tiempo juntos.
—Te estoy buscando desde hace rato, cabeza de fosforo —se quejó lanzándole una mala mirada —, salieron muy temprano del castillo.
—Tenía que buscar a Slughorn —explico el más alto —, pensé que estarías con Abi...
—Esta con sus amigas, ya sabes, desde que se cree grande prefiere ignorar a su hermana mayor.
—No seas dramática, sabes que ella te quiere mucho.
—Tal vez si estoy dramatizando —se encogió de hombros —, pero no es eso por lo que te buscaba.
—Ya sé que soy demasiado irremplazable y me extrañaste mientras no estuve contigo, no tienes por qué ocultarlo —bromeo el pelirrojo ganando que JJ pusiera los ojos en blanco —, si sigues poniendo los ojos así se van a quedar de esa manera y vas a parecer el exorcista, bestia.
—¡No me llames bestia! —se quejó dándole un suave golpe en el pecho, George rio al verla con el ceño fruncido —...eres tan castroso.
—Y así me amas.
Le guiño el ojo y ambos comenzaron a caminar pues el expreso no tardaría en salir.
—Eres idiota.
—Eso dicen las malas lenguas —se encogió de hombros —...pero, bueno... ¿de qué querías hablar?
—George—la morena pareció pensarlo durante varios segundos, había practicado eso durante varias noches, pero era mucho peor de lo que imaginaba —...yo...George...
—Vamos, JJ, sabes que me puedes decir lo que quieras —detuvo sus pasos para verla y tomarla de los hombros —, por algo somos mejores amigos ¿no? Siempre nos contamos todo.
JJ soltó un suspiro para verlo a los ojos grises que trataban de leer sus expresiones, el corazón le latía con fuerza por lo que estaba por decir.
—George...promete que nada cambiara entre nosotros.
—¿Por qué cambiaría algo entre nosotros? —ella le lanzo una mirada para que lo prometiera y no hiciera preguntas —...está bien, está bien...lo prometo.
—Esto es demasiado difícil.
—Más difícil vas a ser cuando tus padres te castiguen por perder el expreso...
Agrego con sorna, pero su sonrisa se eliminó de inmediato al escuchar las palabras que salieron de la boca de su mejor amiga, trago saliva tratando de procesar todo, definitivamente era algo que no esperaba.
—George, me gustas.
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¡Hola! ¿Cómo están?
Les dejo el primer capítulo de "Fraterno", realmente he estado demasiado emocionada por publicarlo y al fin llego el día, muchas gracias a las que siguen aquí.
Para aclarar, la historia se desarrolla en el año 2021, por lo que será normal la mención de series, celulares, anime, computadores entre otras cosas, aún que las reglas en Hogwarts siguen iguales y los aparatos eléctricos no funcionan en el castillo.
Fraterno estará narrada desde diferentes perspectivas en su mayoría desde el punto de vista de los Mellizos, algunos capítulos serán sobre las parejas de las parejas de la generación anterior: Anir y Fred, George y Lys, e incluso desde la perspectiva de Jerome Lyssandre en algunas ocasiones.
Pueden encontrar las cuentas de los personajes de fraterno en mi ig (@gaste.lier)
Nos leemos en unos días, no olviden comentar y votar♥
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