Tres.
(Estoy de vuelta, me vuelvo a disculpar por tardar en actualizar, pero el trabajo me absobe demasiado.
En la nota les dejo las siguientes tres finalistas, asi que no se las salten, jiji.
Ya saben 300 comentarios para la siguientes actualización, no sean lectores fantasmas👀).
El ambiente en el ministerio era ameno, lleno de conversación por todas partes, los magos parecían disfrutar de ese evento que resultaba ser uno de los más importantes del año.
Las copas de whiskey de fuego, vino e incluso champagne volaban de un lado a otro al igual que los bocadillos.
—Por favor, no empieces con el alcohol...
Murmuró Crystal contra el oído de su hijo menor, el cual solo viro los ojos con molestia para poner el vaso de whiskey de fuego unos centímetros lejos.
Amaba a su madre, pero odiaba que lo quisiera seguir tratando como un niño pequeño sin dejar hacer lo que quisiera, en el mundo mágico ya era mayor de edad, tan solo le faltaban cerca de cuatro meses para cumplir diecinueve, y ella parecía empeñada en no aceptar eso.
Crystal lo miró de soslayo para regresar a la conversación con la señora Fisher, la que hasta el momento había sido demasiado amable explicando de qué se trataba la ceremonia de aurores y de esa forma la madre de los gemelos lograba comprender un poco más del extraño mundo mágico, que tanta intriga, pero al mismo tiempo miedo le causaba.
—¡D'Acanto!
Escucharon como alguien decía su apellido por lo que los cuatro miembros de la familia alzaron el rostro, a los pocos segundos el chirrido de una silla inundó el lugar, dejando que Maxence se pusiera de pie rápidamente al reconocer al peli plata.
—¡Malfoy!
Maxence se acercó a Scorpius, y para la sorpresa de las dos mujeres mayores, los adolescentes se saludaron con un fraternal abrazo que dejó ver la sonrisa del D'Acanto menor, para él era como por fin estar en casa con las personas que se sentía cómodo.
—Hasta que al fin haces acto de presencia —comentó Scorpius con una sonrisa en los labios alejándose del rubio—, pensé que tendría que ir por ti a Alemania.
—¿Tanto me extrañaste? —cuestiono con burla y una sonrisa cínica adornándole los labios—, yo advertí que volvería desde el último día que vine a Londres.
Crystal y Amanda observaban al rubio con curiosidad, ya que era inusual verlo tan feliz y que mantuviera una conversación sin utilizar monosílabos o insultos.
—Anired se pondrá demasiado feliz al verte ¿ya la fuiste a saludar?
Los ojos de Maxence recorrieron a toda la gente de forma lenta buscando a la menor o al menos a un integrante de la familia Black-Weasley, pero no existía ningún rastro de ellos.
—No la veo...¿Ya llegó?
Scorpius no evitó sonreír al ver que Maxence no cambiaba, seguía poniendo como prioridad y sobre todo a la azabache.
No negaría que Anired le seguía gustando y que la amaba, pero sabía que estando a lado de Maxence ella sería demasiado feliz, ya que era el tipo de persona que Anired merecía, alguien que no temiera a nada por estar con ella, teniéndola como prioridad y dejando ver que sus intenciones con ella eran puras.
—Estaba con la tía Anir saludando a algunas personas, me imagino que aún han de estar en el piso de arriba—Maxence frunció el ceño—, tranquilo, Romeo, pronto verás a tu Julieta.
Maxence no pudo evitar soltar una pequeña risa para darle un suave golpe a modo de juego, Scorpius negó empujándolo, pero al sentirse observado alzó la mirada topándose con tres mujeres que los miraban con curiosidad.
Maxence noto la mirada de Scorp para girarse y ver a su familia.
—Vamos, te presentaré a mi madre y abuela —puso los ojos en blanco—, no hagas caso de sus comentarios ¿Quieres? Creo que la edad las está afectando demasiado.
—No puede ser tan malo...
Scorpius se acercó unos cuantos pasos más hasta la mesa.
—Hola, Scorpius.
Amalie lo saludo con una sonrisa para ponerse de pie y saludar al Malfoy con un pequeño abrazo.
—Hey, que bueno verte...felicidades por entrar al departamento de Control de Criaturas Mágicas.
—Gracias—Lie agradeció sinceramente por la felicitación para agregar—: felicidades a ti también, Max me comento que ya vas a comenzar a trabajar en San Mungo.
Scorpius asintió varias veces.
—Sí, en este mes ya inicio, comienzo como ayudante oficial de San Mungo, espero pronto volverme un Sanador, solo es cuestión de tiempo y esfuerzo.
El Malfoy se emocionaba cada que mencionaba el tema, ya que a pesar de graduarse hace unos días de Hogwarts, pronto entraría a San Mungo, todo gracias al tiempo que estuvo como ayudante de la enfermería del colegio, Madame Pomfrey le entregó una carta de recomendación que sirvió para demostrar que entraba gracias a su gran esfuerzo y habilidades y no por sus padres.
—Scorpius—llamo Maxence para mirar a su madre—, ella es Crystal D'Acanto, mi mamá, y Amanda D'Acanto, mi abuela —hizo una pausa—...mamá...abuela —nombró a la última entre dientes—, él es Scorpius Malfoy, un amigo.
—Un gusto, Scorpius, he escuchado de ti.
Crystal le extendió la mano la cual Scorpius aceptó, sintiéndose un poco incómodo ante la quisquillosa mirada de la anciana que parecía tratar de analizarlo.
—Mucho gusto, señora D'Acanto, espero le guste el mundo mágico.
Scorpius prosiguió con la anciana que seguía mirándolo de manera fija.
—Mucho gusto, señora.
Scorpius le extendió la mano, pero Amanda solo lo miraba, el Malfoy comenzó a sentirse incómodo hasta que Amanda decidió tomarla con demasiada desconfianza.
—Sí, un gusto...
Murmuró la mayor soltándolo rápidamente como si la piel del joven mago quemara, Maxence le dio una mirada de disculpa y Scorpius se encogió de hombros restándole importancia.
—Joven Malfoy—saludo Susana Malfoy con una enorme sonrisa que llamó la atención de las dos mujeres muggles, Scorpius solo sonrió falsamente tratando de lucir lo más amable posible—, es un gusto verte...cada día te pareces más a tu padre...
—Señora Fisher—saludo con un asentimiento en la cabeza—, si dicen que tanto mi hermano como yo nos parecemos a mi padre.
—Como gotas de agua—exclamó Susana—, esperemos que para la próxima ceremonia de nombramiento en San Mungo te encuentres tú, toda la sociedad mágica habla de que pronto iniciarás como ayudante de sanador...
Scorpius asintió tratando de no profundizar más el tema, ya que prefería terminar con la conversación de una vez conociendo los intereses de esa mujer, era mejor mantenerla lejos.
—Sí, esperemos que así sea.
Maxence notaba lo incómodo que parecía su amigo, estaba decidido a decirle que fueran a caminar con alguna tonta excusa que se le ocurriera cuando la voz de un hombre mayor llamó la atención de todos los presentes en ese enorme salón mágico.
—¡Atención, por favor! —pidió el mago que tenía la propia varita contra el cuello gracias a eso su voz resonaba por todo el lugar— ¡La ceremonia de Aurores está por iniciar, por favor todos tomen sus asientos para dar comienzo!
—Creo que ya no me dará tiempo llegar a la mesa de mis padres—mencionó al ver como todos se sentaban y si pasaba en medio de todos podría causar un disturbio.
—Hay una silla vacía —señaló Amalie la silla junto a Maxence para quitar su bolso y el de su madre—, si quieres siéntate.
—Gracias.
Scorpius se sentó en el lugar indicado y Maxence lo imitó quedando en medio de él y de su
madre.
Amalie miro a Maxence que de nueva cuenta iba a agarrar el vaso con whiskey mientras su madre y abuela se encontraban distraidas con la señora Fisher que les explicaba que pasaría en esos momentos.
—Max...no causes problemas...
Murmuro Amalie y Max solo le dedico una sonrisa burlona para darle un gran trago al licor, disfruto de la sensación ardiente en su garganta al igual que el sabor, prefería el vodka, pero poco a poco le iba agarrando un mejor gusto a esa bebida del mundo mágico, últimamente prefería mantenerse en un estado alcohólico para tratar de sobrellevar la convivencia con su madre y abuela, las cuales cada día parecían ahogarlo con sus actitudes provocando que poco a poco fuera cayendo en ese profundo hoyo negro del cual creyó que lograría salir.
Scorpius al ver eso solo negó con una sonrisa juguetona, dándose cuenta que su rubio amigo no cambiaba y seguía haciendo las cosas como él quería.
—Por favor, denles un fuerte aplauso a los miembros de la academia de aurores, que este año han logrado con éxito llegar hasta este momento tan ansiado: la ceremonia de graduación.
El viejo mago volvió a llamar la atención ganando que el salón se llevará de aplausos y vitoreos llenos de emoción.
La puerta principal se abrió dejando ver a varios jóvenes magos que portaban un uniforme negro con placas adornadas con el escudo de la academia de aurores, todos podían notar como más de una persona los miraba con ojos enamorados.
—Tal vez sea el uniforme—comentó Lydia viendo a Amalie—, pero los aurores lucen demasiado guapos.
Amalie soltó una pequeña risita, no negaría que eran atractivos y como decía Lydia probablemente todo sería gracias a los pulcros uniformes.
En medio del salón cientos de sillas aparecieron dejando que los aurores tomaran asiento quedando frente al estrado aun vacío.
—Y...ahora recibamos a nuestra ministra, que se encargará de guiar la ceremonia y juramentos de estas jóvenes promesas.
El salón se volvió silencioso por algunos segundos y nuevamente la puerta se abrió, los aplausos se hicieron presentes.
Maxence y Amalie dirigieron la mirada a la entrada para ver a la mujer azabache que utilizaba un vestido rojo tomando el brazo del pelirrojo mayor de la familia Black-Weasley, el varón llevaba una corbata a juego con el vestido, ambos demostraban elegancia y arrogancia en su caminar mientras dedicaban pequeñas sonrisas a las personas que lo saludaban, era como ver a alguien de la realeza, como si su lenguaje corporal demostrará la seguridad y poder que tenían al estar juntos.
Seguido de ellos iba el rubio, hijo mayor del matrimonio Black-Weasley y a su lado la sobrina del difunto ministro Kingsley Shackebolt, llevando en brazos a un pequeño niño rubio que era la misma imagen de Louis-Philippe.
—Vaya...Anirak ha logrado cosas grandes por lo que veo.
Mencionó Crystal al recordar cuando la conoció, su forma de actuar y hablar siempre dejó ver que provenía de una familia rica, pero nunca llegó a pensar que tendría tanto poder.
—Hace más o menos un año que fue nombrada como ministra del ministerio de magia británica—explicó Susana para ver a Anirak y Fred que subían al estrado donde estaba una mesa en la que ya se encontraban sentados Lyssane y George Weasley en compañía de sus dos hijos—, el pelirrojo que va de su brazo es Fred Black-Weasley, su esposo y uno de los dos dueños y fundadores de Sortilegios Weasley, la que es una enorme tienda de bromas mágicas con varias sucursales alrededor del mundo, gracias a eso y a que la ministra proviene de la familia Black y Flamel, la familia Black-Weasley ha logrado establecerse como la más importante y poderosa del mundo mágico —Crystal, y especialmente Amanda ponían atención a cada una de sus palabras, Maxence y Amalie también, pero no eran tan obvios como las mayores pues ya conocían esos detalles que relataba la mujer de cabello color miel, Scorpius ponía atención a sus palabras dándose cuenta que la señora Fisher parecía ser demasiado comunicativa—, los dos varones que van detrás de ellos...son George Sirius y Regulus John, los mellizos, el azabache es Regulus y de hecho el también se gradúa hoy de la academia de aurores, mientras George Sirius sigue con el negocio familiar.
Al escuchar el nombre de los varones, Amalie alzo la mirada para ver a los mellizos que tan bien conocía, Regulus John tenía esa sonrisa llena de coquetería tan característica de él, portando el uniforme de manera orgullosa, el color negro de las prendas resaltaba lo pálido de su piel mientras lanzaba uno que otro guiño a las adolescentes que parecían verlo con emoción, D'Acanto pudo notar que Lydia no parecía muy feliz con eso ya que tenía una mueca de enojo en el rostro, por lo poco que le conto había salido a una que otra cita con él, aunque seguramente no sería nada formal y ella ya se habría armado múltiples escenarios en la cabeza, llegando a creer que Regulus quería casarse o algo parecido.
Continúo viéndolos para enfocarse en el pelirrojo, que usaba un traje idéntico al de su padre, de color negro y corbata roja, resaltando el centelleante cabello rojo que se encontraba demasiado ordenado, al contrario de Regulus, conservaba un rostro serio manteniendo la profunda mirada gris al frente como si no le interesara ninguna de las personas en ese lugar, ese gesto desinteresado en el varonil rostro de facciones marcadas lo hacía verse aún más guapo de lo que ya era.
Sin duda, George Sirius en ese último año se había vuelto más guapo si eso era posible, Amalie lo notaba aun a la distancia comprendiendo porque tanto él como Regulus eran tan populares entre las adolescentes pues era imposible apartar la mirada de ellos una vez que se hacían presentes.
La belleza, la elegancia y el misterio parecía ser algo característico en cada uno de los miembros de la familia Black-Weasley, luciendo aún más atractivo estando juntos.
Los Black-Weasley tomaron asiento en la mesa principal—a excepción del mellizo menor que fue a sentarse en la zona de los aurores graduados—, sin embargo, para nadie pasó desapercibido que faltaba un miembro.
—¿La princesa no va a venir? —preguntó Susana viendo fijamente a Scorpius, pues seguramente él sabría la respuesta—...escuche que ya se encuentra aquí, sin embargo, no ha entrado con su familia ¿o es que acaso no quiere estar en el centro de atención?
Scorpius podía leer perfectamente bien sus intenciones, sabía que ese interés en la azabache menor solo era fingido, ya que lo único que le interesaba a la familia Fisher era tener lazos con las familias más influyentes del mundo mágico, creyendo que de esa manera podría volver a recuperar las riquezas que alguna vez le pertenecieron y que gracias a su esposo perdieron, debido a sus problemas con las apuestas y el alcohol.
—Sí, Anired si vino—sonrió él Malfoy sin mostrar los dientes, una de sus clásicas sonrisas falsas y que sólo daba por compromiso—, aunque no entre con su familia, a donde quiera que ella vaya es el centro de atención así que no se preocupe, Señora Fisher.
Los ojos azules de Scorpius parecían unas afiladas dagas, y Maxence pudo notar eso al igual que el tono de la señora Fisher provocándole un malestar estomacal por el gran interés en Anired.
—Solo que estoy preocupada porque un evento como este no sea muy estresante para la señorita, el año pasado entró siendo escoltada por los mellizos, que la cuidaron y estuvieron a su lado ¿piensa entrar sola?—Scorpius se encogió de hombros dándole a entender que no sabía nada—, estoy segura que mi hijo Anthony la había acompañado sin duda —Scorpius por fin comprendió porque el interés tan repentino en ella—...los últimos meses hemos tratado de concretar una reunión con la familia Black-Weasley para hablar sobre matrimonio, siempre se habían negado a darnos una audiencia. Pero, la señorita que es sumamente amable ha aceptado reunirse conmigo y Anthony el día de hoy...
Maxence al escuchar la palabra matrimonio se negó a creer que Anired había aceptado reunirse con ellos, sabía que ella no pensaba aceptar ningún matrimonio por contrato o parecido, por lo que quería creer que seguramente esa señora estaba mintiendo.
—Anthony tiene más de treinta años—comentó Scorpius con el rostro estoico—, Anired tiene dieciséis, ¿acaso a su hijo le gustan las niñas pequeñas?
Amanda y Crystal lo miraron con sorpresa, esa especie de respuesta la esperaban de Maxence, pero no de un muchacho que se veía tan tranquilo como ese peli plata, Susana y Lydia lo veían sin creer lo que decía con los rostros completamente rojos, la mayor de las Fisher iba a responder cuando nuevamente el viejo mago que hacía el rol de maestro de ceremonias interrumpió.
—Y no menos importante, el Director del Departamento de Seguridad Mágica: Lyssandre Delacour...
Amalie y Maxence apartaron la mirada para ver a su padre, usaba un traje negro con una camisa negra sin corbata, a pesar de eso no perdía la elegancia y el porte al caminar, pero no fue la forma de vestir lo que llamaba la atención si no la chica que iba de su brazo luciendo un precioso vestido largo rojo con pequeños detalles negros, logrando parecerse demasiado a la ministra que sonrió al verlos.
—El Director Delacour nunca acepto escoltar a nadie a este tipo de eventos—murmuro sin comprender porque ese cambio, nunca aceptaba llevar a ninguna persona, nisiquiera a su propia hermana, en cambio ahora se lucía del brazo con esa adolescente.
—Creo que está claro ¿no cree? —Scorpius sonrió con diversión—, es evidente que es una advertencia para aquellos que creen que pueden tan siquiera pensar que se casaran con Anired, creo que la señora Fisher debería de saber que no solo mis tíos se pondrán en contra de su familia al ser tan desvergonzados como para solicitar un matrimonio directamente con ella y mucho peor, pensar que se casara con un hombre que casi le dobla la edad...
Maxence no evito sonreír al escuchar las palabras de Scorpius para después enfocarse en Anired la que resaltaba de todas aquellas chicas, dándose cuenta que no uso un color pastel en el vestido como las mujeres frente a él decían, sino un color rojo que tan bien le quedaba.
La blanca piel se asemejaba a la nieve de invierno que cubría las montañas, los cabellos tan negros como un fría noche caían suavemente por su espalda formando unos ordenados caireles llevando una pequeña tiara que los adornaba, los labios de un color carmesí parecido a la sangre resaltaba luciendo apetecibles, Anired era un completa belleza que en lugar de caminar parecía desfilar con movimientos suaves y elegantes, su caminar demostraba poder, dejando ver ya no había rastro de la niña temerosa de hace unos meses.
La belleza de Anired provocaba que las miradas fueran sobre ella, ganando varios ceños fruncidos y ojos llenos de amenaza sobre quien se atreviera a verla.
Max no pudo estar más agradecido de la mesa que le dieron ya que quedaba a tan solo unos metros dando una excelente vista de la Black-Weasley menor que sonreía suave y educadamente sin abrir los labios dándose cuenta que el apodo de "Princesa" le quedaba más que bien, pues no había otra manera para referirse a ella, observo que llegó a la mesa donde la esperaba su familia, Lyssandre le acomodo la silla de forma caballerosa para dejar que se sentara e imitar su acción con la silla de al lado.
La ceremonia de graduación inició, un discurso de felicitación por parte de Anirak y otro por parte de Lyssandre, en los cuales animaban a los aurores a seguir preparándose y nunca rendirse.
Crystal y Amanda miraban todo con curiosidad pues para cualquier cosa ocupaban magia al igual que varias palabras que no comprenden.
—Como una tradición que se ha llevado por años, los jóvenes aurores darán sus juramentos, teniendo en cuenta que es algo que durará toda la vida —Anirak explico con una amable sonrisa a aquellos jóvenes emocionados por hacerlo—, por eso les pido que piensen bien a quien se lo darán, todos ustedes saben las consecuencias en caso de que se lo den a la persona equivocada. Otórguenlo a alguien que sea especial e importante para ustedes, a alguien que deseen proteger con todo su corazón y nunca permitir que nada ni nadie dañe a esa persona, sabiendo que ese juramento es un compromiso que su propia sangre los obligará a cumplir —tras esas palabras miró a Lyssandre que se puso de pie nuevamente—, el director Delacour los irá nombrando en orden.
Lyssandre se colocó en el lugar de la Black-Weasley que volvió a sentarse a lado de su
esposo.
—Ophelia Anderson, por favor pasa.
Nombro Lyssandre leyendo un pergamino con el nombre de los graduados, una chica castaña se puso de pie para dirigirse a la mesa en donde se encontraba un pequeño niño demasiado parecido a ella por lo que supusieron que se trataba de su hermano.
Los jóvenes aurores sabían lo importante que era ese juramento, por lo que más de uno lo había pensado noche tras noche, a excepción de Regulus John, que desde niño supo a quién le daría ese juramento, a aquella persona que había jurado proteger y cuidar desde niño.
Se podría decir que ese juramento lo había hecho desde que vio por primera vez a su pequeña y adorada hermana menor, desde el momento que sus ojos grises lo miraron fijamente supo que tenía que cuidarla porque era pequeña y frágil, debía de cuidarla de todo ese sucio mundo que no se merecía a alguien tan pura como Anired, con ese nuevo juramento que haría estaba seguro que no volvería a permitir que ningún idiota la dañara de nuevo.
—Regulus John Black-Weasley...
La voz de su padrino sacó al azabache de sus pensamientos, de forma inmediata se puso de pie escuchando los aplausos de sus compañeros, pasó chocando las manos con algunos para dirigirse al estrado donde se hallaba la mesa principal.
Antes de llegar pudo ver a la mesa donde se encontraban los D'Acanto acompañado de las mujeres Fisher, le extraño que Lydia se pusiera de pie para verlo fijamente, como si esperara algo de él.
Había salido como tres veces con Lydia a comer ya que se la había encontrado a fuera de la academia de aurores, consideraba que era una chica agradable, pero a veces su comportamiento le extrañaba ya que cuando lo veía platicando con alguna otra chica se enojaba de la nada, Regulus prefería dejar pasar eso porque no tenía tiempo para ese tipo de tonterías.
—Hola, Lydia.
La saludo con una pequeña sonrisa para detenerse frente a los escalones del estrado dejando a las dos Fisher con las bocas abiertas, porque habían creído que Regulus le daría su juramento a Lydia, estaban seguras que el azabache sentía algo por la adolescente, pero estaban demasiado lejos de la realidad.
—Anired Georanne Black-Weasley —llamó Regulus viendo a su hermana la que le dedicó una dulce sonrisa —¿Aceptaría mi juramento?
Max y Amalie estiraron el cuello tratando de ver mejor la escena al igual que Scorpius.
Susana y Lydia tenían los rostros contraídos por el enojo dándose cuenta que las cosas no salen como ellas deseaban, realmente pensaron que Regulus estaba enamorado de Lydia, o al menos eso creyó la adolescente, confundiendo la amabilidad y caballerosidad del azabache con otras intenciones, las cuales ni siquiera rondaban la cabeza del Black-Weasley.
Anired se puso de pie para caminar a donde estaba su hermano y se detuvo antes de bajar las escaleras asintiendo suavemente.
—Sí, acepto tu juramento.
Le extendió la mano que Regulus tomo para arrodillarse sobre la pierna izquierda sin soltar la mano de su hermana, las miradas estaban sobre ellos notando el parecido tan grande, que de no ser por la diferencia de edad podrían pasar por trillizos junto con George Sirius, los tres hermanos compartían muchas características resultando idénticos a la azabache mayor.
—Yo, Regulus John Black-Weasley, juro por el honor de mi puesto de auror, por mi magia y por mi varita— de la varita de Lyssandre quien era el encargado de hacer el juramento inquebrantable salió un ligero rayo de luz que cubrió las manos de los dos hermanos—, ser leal, cuidar, proteger de cualquier daño o peligro al igual que enorgullecer con cada una de mis acciones a mi adorada hermana menor: Anired Georanne Black-Weasley, a la que no permitiré que nada ni nadie la dañe.
El lazo de magia entre ambos se volvió en miles de chispas llenos de luz que provocaron una enorme sonrisa en la menor y que los ojos grises brillaban llenos de emoción por ese simple detalle.
Regulus beso cariñosamente la mano de su hermana para ponerse de pie, y sin esperarlo la azabache lo abrazó con fuerza, él reaccionó rápido tomándola de la cintura ya que pudo haber terminado en el suelo debido a la pequeña altura que los separaba.
—Felicidades, auror.
Felicito Anired abrazándolo cariñosamente y besando la mejilla, Regulus sonrió y asintió.
—Gracias, mi señorita.
Imitó a Khalil ganando una suave risa por parte de su hermana para bajarla y dejar que se parara bien en el suelo.
Regulus volteo a ver a sus padres, tíos, hermanos y primos que le sonrieron de manera orgullosa gesto que lo llenó de felicidad para ver a Jerome Delacour que le dedicó una sonrisa llena de orgullo.
—Tenemos que volver a tu lugar, los juramentos deben de seguir.
—Sí, vamos.
Anired tomó el brazo de su hermano para subir las escaleras, una vez que los aurores daban el juramento se quedaban a lado de las personas que lo aceptaban así que Regulus siguió a la menor para ir a la mesa donde se encontraban los miembros de su familia.
—Ahora continuemos—Lyssandre se aclaró la garganta para volver a leer el pergamino con la lista de nombres que iban en orden alfabético—...Elijah Bowen Crostie.
Nombro al siguiente en la lista, Regulus observo a su amigo para ver a quien le daría el juramento, días anteriores lo estuvo molestando con que se lo daría a Anired, pero esperaba que desistiera de la idea, no quería tener a otro idiota rondándola, ya era suficiente con Khalil siempre detrás de ella y ahora que Maxence estaba en la ciudad seguramente sería lo mismo que en el colegio, con ese pensamiento no evito fruncir el ceño.
De la fila de aurores se distinguió una mota de cabello castaño oscuro que asemejaba al color chocolate perteneciente a un chico alto, no tanto como los Black-Weasley, pero si lo suficiente para resaltar, los ojos verdes oscuros miraban alrededor hasta toparse con los de Regulus y sonreírle con diversión gesto que causó que el azabache frunció más el ceño, temiendo de lo que haría.
Eran compañeros y rápidamente se volvieron en amigos, pero un defecto de Elijah — bueno, defecto a los ojos de Regulus—, era que amaba molestar a las personas y especialmente a los mellizos Black-Weasley, por lo que su pasatiempo favorito era coquetearle a la menor de la familia frente a ellos.
Elijah camino con seguridad siguiendo los mismos pasos que Regulus hace unos minutos, sentía las miradas sobre él, ya acostumbrado a que hablaran a sus espaldas desde el accidente en el que murieron sus padres y hermana, quizá la mayoría hubiera preferido que muriera él antes en lugar de sus padres que eran un gran pilar para la sociedad mágica, resaltando como unos de los rompe maldiciones más importantes.
Se detuvo bajó los escalones, todos lo miraban con curiosidad viendo a las personas que estaban en la mesa principal sin saber a quién le daría su juramento, aunque Elijah ya lo sabía desde hace unos meses, quizá desde que ella le abrió la puerta de la casa cuando fue por primera vez al hogar de los Black-Weasley y le sonrió dándole la bienvenida.
—Anired Georanne Black-Weasley —llamo y todos miraron a la menor que lo veía con una mezcla de amenaza y pena, ya le había advertido que le daría su juramento aun si lo rechazaba, pero al parecer no creyó en sus palabras—¿Aceptaría mi juramento?
Un sepulcral silencio se formó, Elijah no evito sonreír al darse cuenta de la mirada de los mellizos que parecían querer desaparecerlo de ahí, la dos ministras solo sonrieron para ver a la menor, mientras Fred, Louis, George y Lyssandre lo miraban fijamente al igual que Khalil como si quisieran leer sus pensamientos, cosa que ya no era novedad, pero algo extraño fue el sentir una mirada sobre su espalda demasiado intensa.
Los segundos parecieron eternos, pero finalmente se escuchó como la silla se movía para ver a Anired volver a ponerse de pie y caminar a donde estaba hace unos minutos en compañía de su hermano.
Cuando estuvo frente a Elijah lo miró de mala manera.
—Esto es presión social—murmuró entre dientes, Elijah sonrió cuando Anired le dio la mano de manera brusca—, acepto tu juramento.
Elijah se arrodilló sobre la pierna izquierda sosteniendo la delgada mano de Anired, de esa forma se notaba la diferencia de tonos, la piel de Anired era tan blanca como la nieve mientras la de Elijah resultaba trigueña.
—Yo, Elijah Bowen Cortier, juro por el honor de mi puesto de auror, por mi magia y por mi varita— de la varita de Lyssandre volvió a salir un ligero rayo de luz que cubrió las manos de los dos adolescentes—, ser leal, cuidar, proteger de cualquier daño o peligro al igual que enorgullecer con cada una de mis acciones a mi señorita: Anired Georanne Black-Weasley. La seguiré a donde sea y haré caso a cada uno de sus deseos...
Las luces volvieron a desprenderse del rayo de magia cerrando el juramento inquebrantable.
—Felicidades, auror tonto.
Felicito a la menor con el ceño aún fruncido.
—Si lo frunces de esa forma te van a salir arrugas y tendrás cara de anciana.
Anired puso los ojos en blanco cuando Elijah se puso de pie extendiéndole el brazo para llevarla a su asiento, Anired tomó su brazo no sin antes enterrarle las uñas a modo de venganza ganando que el auror soltara una carcajada.
—Caniche rabioso.
Murmuró Elijah ganando que ahora le pisara el pie en cuanto estuvieron detrás de la mesa, el castaño soltó un quejido y la azabache solo sonrió para tomar asiento.
Regulus y George Sirius lo miraban de mala manera, al igual que cierto rubio que se encontraba a unos metros sin quitarle la mirada de encima.
[...]
Tomó una bocanada de aire para recargar las manos en el barandal de piedra que servía para que la gente no se cayera del balcón, el fresco aire le golpeó el rostro logrando que se relajara un poco.
Tener que convivir con tanta gente y en un largo tiempo había resultado demasiado estresante, le dolían los pies y el rostro al tener que mantener esa sonrisa amable que en la mayoría del tiempo fue falsa, solo quería regresar a su casa para quitarse ese vestido y tacones que la estaban matando.
Aparte, se sentía demasiado molesta, gracias a que la gente se acercaba a saludarla o a hablar con ella no pudo ir a saludar a Maxence, lo había visto en una mesa a unos cuantos metros de ella, pero le fue imposible ir hasta a él ya que siempre había alguien que la interrumpe. Antes de salir al balcón se asomó a la mesa y solo pudo saludar a Amalie ya que Maxence había desaparecido, conociéndolo se habría escapado de ahí, por lo regular esa clase de eventos no eran sus favoritos.
Ahora comprendía porque su madre siempre terminaba completamente cansada, ser miembro de la familia Black-Weasley incluía mucho sacrificio, como el tener que acudir a eventos sociales actuando siempre elegante y educada, sus padres siempre les preguntaban si querían asistir, en algunas ocasiones se negaron, pero esta vez realmente deseo asistir debido al nombramiento y graduación de su hermano, y también porque por fin después de bastante tiempo lograría volver a Maxence, pero al parecer lo último no sucedería, quizás ya estaría en su nueva casa y lo peor es que ni siquiera trajo el celular para escribirle.
Se sintió derrotada bajando la cabeza para descansar un poco, deseando que la noche llegará al final.
Estuvo unos segundos en esa posición hasta que unas manos rodearon su cintura, Anired brinco suavemente asustándose por ese contacto, estaba dispuesta a girarse para abofetear a la persona que se atrevía a invadir su espacio personal de esa manera, pero bajo la mirada viendo las manos sobre su cintura, trago saliva reconociendo esos anillos que adornaban los largos dedos y el aroma a tierra mojada, brisa y algo de vodka mezclado con tabaco invadió sus fosas nasales, al olerlo de inmediato su cuerpo se relajó por completo dejando de estar alerta ante cualquier movimiento.
—No creo que sea muy lindo que la princesa esté sola...
La voz era masculina y con un marcado acento que golpeó contra su oído estremeciéndola entre los varoniles brazos.
Los cálidos labios rozaron la piel de su hombro para dejar un suave, pero cariñoso beso.
—Ya no estabas...
Murmuró moviendo suavemente la cabeza a un lado para dejar que repitiera la acción de hace unos segundos, los besos se habían vuelto húmedos sobre su piel y en más de una ocasión los dientes del varón la rozaron provocando que un escalofrío recorriera su cuerpo.
—Estaba buscando el momento en que por fin pudiéramos hablar, mein herz, te has vuelto una persona demasiado ocupada...
Las mejillas de la menor se volvieron rojas y sintió el corazón golpear contra su pecho cuando latió con tanta fuerza, la voz ronca de Maxence y que dijera ese apodo en su idioma natal provocaba que todos sus nervios se volvieran más sensibles.
—¿Ya me dirás qué significa? Cumplí con mi promesa de no buscarlo en el traductor.
Y no mentía, le había prometido a Maxence no buscar ninguno de los significados de los apodos que le daba hasta que él quisiera decirle, pero en ocasiones sentía que la curiosidad terminaría con ella.
—Pronto, no seas desesperada...
La azabache se removió entre sus brazos para darse la vuelta y toparse frente a frente, Maxence siempre había sido demasiado guapo, pero ahora parecía dejar de ser un adolescente estando a un paso más de convertirse en un hombre, se encontraba más alto y su rostro parecía más maduro, los profundos orbes azules eran brillantes y con una expresión seductora mirándola fijamente con toda la atención del mundo.
El color rojo de la camisa resaltaba la piel clara—que no era blanca como la de ella—, y el cabello rubio parecía tener una tonalidad rosada, Anired no sabía si era debido al reflejo de la ropa o a que su cabello cambiaba de color, aun desconocía el motivo, pero ya se había acostumbrado a eso.
Sí, sin duda Maxence era hermoso, Anired podía compararlo con un Dios griego de los que tanto había leído cuando comenzó a interesarse más en la cultura muggle gracias al rubio frente a ella.
—¿Te comio la lengua el ratón?
Pregunto Maxence mirándola fijamente, el labial rojo remarcaba los carnosos labios que parecían estar esperando por él, la piel blanca era salpicada por varios lunares que resultaban encantadores al igual que esas pequeñas pecas que solo se podían ver si la miraba fijamente y estando demasiado cerca, algunos rebeldes y largos mechones en marcaban el fino rostro, la mezcla de todos esos pequeños detalles causaban que los ojos grises brillaran de una hermosa manera resaltando más el color del iris que tanto le gustaba a Maxence, nuevamente tenía esos ojos sobre él viéndolo de esa manera extraña.
Aún no lograba descifrar que tipo de mirada era, resultaba profunda, pero al mismo tiempo dulce y sus pupilas se encontraban demasiado dilatadas.
Miro su rostro, sus femeninas facciones eran delicadas y a comparación de meses anteriores, las facciones infantiles estaban pasando a un lado para dejar ver unas facciones más maduras, reflejando que poco a poco dejaba de ser una adolescente para volverse una mujer.
Max sonrió, todos los comentarios alabando la belleza de la Black-Weasley menor se quedaban cortos, Anired era completamente hermosa, una belleza total que volvía completamente loco al D'Acanto frente a ella.
Las comisuras de los labios de la azabache se alzaron en una pequeña sonrisa traviesa.
—Preferiría que un alemán me coma la lengua.
Max apretó más los brazos contra la pequeña cintura de Anired pegándola más a su cuerpo, la menor puso las manos sobre sus hombros y sonrió para recibir los labios del alemán.
El beso al inicio fue un toque suave que duró unos segundos para que se separaran con una pequeña sonrisa, el varón dejó la frente sobre la de Anired.
Maxence después de tantos días tenía por fin un rostro relajado que demostraba una enorme paz.
—Bienvenido a casa, Max Steel.
La suave voz de Anired perforó los oídos de Maxence, resultando el sonido más dulce que provocó que su corazón aleteara y las mejillas se le pusieran rojas.
Maxence se sentía en tranquilidad al estar de esa forma de nuevo con ella, como si después de un largo tiempo volviera al lugar que pertenecía donde nada ni nadie lo dañara y donde se sentía querido por ser él con todos sus defectos y mal carácter.
En esos momentos no existía su abuela, ni las peleas con su madre o hermana y mucho menos la incertidumbre al iniciar una nueva vida con ese total desconocido que era su padre.
Solo eran Anired y él, su lugar seguro.
—Ya estoy de regreso, Kleiner Hase.
Murmuró el rubio para acortar la distancia en un beso cargado de sentimientos, demostrando lo mucho que se habían extrañado, las pequeñas manos de Anired serpentean los hombros del alemán para llegar hasta su nunca en donde se entretuvo jugando con el corto cabello mientras sonreía entre el beso, los movimientos eran lentos, pero profundos llenos de cariño.
Maxence la apretaba contra él, disfrutando de la calidez de su cuerpo, no evitó soltar un suave jadeo cuando Anired le succiono el labio inferior para morderlo, conociendo su forma de besar dejo que metiera la lengua para que llevara el ritmo del beso que poco a poco comenzó a subir de intensidad.
Anired buscaba un mayor contacto con él, y las manos de Maxence no se pudieron quedar quietas para bajar lentamente hasta el trasero el cual apretó provocando un pequeño gemido y después una suave risa entre los besos que compartían.
—Sigue tan suave como lo recordaba...
Murmuró Maxence contra sus labios para morderle el inferior a la menor.
—Tan pervertido como siempre.
Ambos sonreían sintiéndose completamente cómodos al estar de esa manera.
—Te extrañe, Anired —confesó sin dejar de apretarle el trasero con suavidad para no lastimarla, y disfrutando de la sensación de la suave tela contra sus manos—, te extrañe mucho, no sabes cuánto deseaba el volver a estar aquí...contigo.
Anired sonrió pasando los dedos entre su rubio cabello sin poder dejar de sonreír.
—Contaba las horas para que estuvieras en Londres, ya quería verte, abrazarte y besarte de nuevo—Anired se levantó en las puntas de sus pies para dejarle un pequeño beso en los labios—...y ahora estás aquí... ¡Max!
Gritó suavemente cuando él la alzó para darle vueltas ganándose la risa de Anired que lo abrazaba con fuerza.
—Ahora no te vas a librar de mí.
La puso en el suelo para volverla a besar, se notaba que el alemán se encontraba completamente feliz al estar de esa forma con Anired, todo lo contrario, a cuando estaba con su familia que con sus comentarios y actitudes le amargaban la existencia.
Los besos son húmedos e intensos, ambos adolescentes sentían el calor en sus cuerpos, las manos de Maxence recorrían la cintura y trasero de Anired para pegarla más a él dejando que sintiera su incipiente erección, últimamente cada que se besaban o la abrazaba no podía contenerse o tan siquiera evitarlo pues al poco tiempo ya tenía una dolorosa erección.
Y, no era el único que era una bomba llena de hormonas, sino también la menor, que lo besaba con intensidad queriendo sentir más, ansiaba las manos de Maxence recorriéndole el cuerpo y sus labios besando cada parte de su piel, se sentía demasiado sensible ante su toque.
Las pequeñas manos de Anired vagaron de los hombros del varón a la hebilla del cinturón con la que jugaba rozando las yemas de los dedos en la incipiente erección, ganando una sonrisa tonta de Maxence y después un jadeo.
—Mein herz...
Murmuró Max sin romper el beso, era demasiado difícil detenerse, solo querían más.
Ambos estaban enfocados en intercambiar besos y caricias, hasta que escucharon unas voces acercándose al balcón, por lo que Anired rompió el beso y Max la soltó dejando que se acomoda el vestido que él mismo había arrugado con las manos mientras él se daba la vuelta para evitar que notaran la erección, el rostro sonrojado y como su cabello seguramente estaría rojo.
—Buenas noches...
Saludaron unos cuantos varones que salieron al balcón para fumar y continuar con la plática.
—Buenas noches...
Murmuraron Max y Anired con el rostro rojo, se miraron y unas sonrisas llenas de complicidad se percibieron en sus labios.
—La noche está enfriando —murmuró Maxence a lado de la menor—, deberíamos de entrar, no quiero que te vayas a enfermar.
Anired asintió aceptando la mano que le ofrecía el rubio para entrar al salón que aún tenía una gran cantidad de magos y brujos.
Ambos platicaban de diversos temas e incluso rieron varias veces, ganando las miradas curiosas sobre ellos al notar que Anired parecía demasiado feliz.
Maxence detuvo la caminata a unos metros de la mesa donde se encontraba su madre, abuela, Amalie y las mujeres Fisher ahora en compañía de un hombre demasiado parecido a ambas.
—Nired —llamo el rubio apretando su mano—...mi abuela...suele ser...una persona horrible, sé que te he contado un poco de ella, pero nada se asemeja a la realidad ... .no quisiera que pases un mal rato por mi culpa.
Anired lo miró y le sonrió con dulzura.
—Estaré bien ¿sí? —le acarició el dorso de la mano con el dedo pulgar de forma cariñosa—, aparte tengo que hablar con la señora Fisher—puso los ojos en blanco al mencionar a la mujer—, así que está bien...vamos... ¿no habías dicho que me presentarías a tu madre?
Maxence sonrió suavemente.
—Estoy seguro que te adorara—le beso la sien sin importar quien los estuviera viendo—, anda vamos.
Continuaron el camino dándose cuenta que Crystal y Amanda los miraban sin poder creer como se comportaba Max y mucho menos al verlo sonreír de esa forma.
Crystal había escuchado demasiado de la menor, pero ver que parecía ser muy cariñosa con su hijo la hacía sentir feliz más al darse cuenta de lo contento que parecía Maxence con esos ojos llenos de brillo y emoción por estar al lado de la azabache.
Los miembros de la familia Fisher que se encontraban a lado lanzaban malas miradas a los adolescentes mientras murmuraban entre ellos en forma muy baja para que los demás no escucharan.
—Mamá.
Llamó Maxence en cuanto llegaron a la mesa, Crystal lo miro y su sonrisa se hizo más grande viendo como el alemán soltaba la mano de la más baja para llevarla hasta la cintura acercándola más a él, ella solo pudo sonrojarse un poco al sentir como la apretaba con suavidad.
—Hola, pensé que te estabas escondiendo de nosotros.
Max viro los ojos con una sonrisa y negó suavemente.
—No...solo fui a buscarla —miro a Anired y de nuevo a su madre—...mamá...ella es Anired Georanne...ya te he contado sobre ella —se mordió el labio inferior de manera nerviosa para continuar—, Anired, ella es Crystal, mi madre.
Crystal la miro, viéndola de cerca comprendía porque todos hablaban de ella, era demasiado hermosa desde el rostro hasta la silueta, con un parado recto y elegante, cada uno de sus movimientos y hasta expresiones faciales estaban llenos de gracia, el vestido rojo con pequeños destellos negros que usaba parecía estar hecho a su medida, acentuando perfectamente cada una de sus curvas, siendo sostenido por dos delgados tirantes que dejaban expuesto los pálidos hombros y el fino cuello adornado por fina, pero sutil joyería.
Era demasiado parecida a Anirak, tenía ese mismo aire de misterio que rodeaba a la mayor, al igual que una mirada expresiva, la mayor se daba cuenta que eran muy pocas las personas que tenían esos ojos tan grises como ellas.
—Anired—Crystal se puso de pie para extenderle la mano—, Maxence ha hablado demasiado de ti, al igual que lo he escuchado hablando contigo por teléfono, es un gusto por fin conocerte en persona, tenía muchas ganas de conocer a la chica que tan enamorado tiene a Max.
—¡Mamá!
Exclamó el rubio con el rostro completamente rojo ganándose la risa de Anired que también estaba roja.
—El gusto es mío, Señora D'Acanto—Anired estrecho su mano con una sonrisa—...tiene un hijo muy bueno y amable —comentó viendo a Maxence el cual solo se ponía más rojo ante cada una de sus palabras—, me alegro mucho porque están en Londres.
Crystal iba a continuar con la plática cuando el sonido de otra silla y un carraspeo los interrumpió, Anired guio la mirada para toparse con unos ojos cansado que la miraron por unos segundos y después a Maxence, reflejando enojo contra el rubio.
—Es muy maleducado de tu parte no presentar a tu abuela, Maxence—interrumpió Amanda, Max se tensó al escucharla hablar de esa manera dándose cuenta que estaba por iniciar con un regaño—, al parecer le has dado una imagen a esta niña que no corresponde a cómo eres realmente.
Maxence tenso la mandíbula sin saber que contestar, ya que si caía en sus provocaciones armaría una escena en ese lugar.
Antes de dejarlo hablar, Anired tomó la delantera para extenderle la mano a la anciana mujer, Max no lograba explicar cómo mantenía esa sonrisa tan amable aun con una persona como esa.
—Me imagino que usted es Amanda D'Acanto, la abuela de Maxence y Amalie —Anired hizo una pausa para presentarse—, Max me ha hablado de usted, es un placer conocerla, como ya escuchó antes, soy Anired Georanne Black-Weasley.
Amanda aceptó su mano viéndola con altivez.
—Niña, no sé qué te haya dicho este mocoso, pero...no te dejes engañar con sus palabras bonitas, créeme que seguramente no serás la única...
—¡Mamá, por Dios! —exclamó Crystal viendo de mala forma a Amanda— ¿Cómo puedes decir eso de tu nieto?
Maxence la miraba con un profundo rencor ganado mientras Amalie no sabía que hacer al darse cuenta que las miradas comenzaban a estar sobres ellos, especialmente los de la familia Fisher que ya estaban murmurando sin apartarles la mirada.
Anired miro a la abuela de Maxence para apretarle la mano al alemán y sin borrar la sonrisa contestó
—: No comprendo el porqué de su comentario, pero no me agrada a como se refiere a Maxence, así que le pido que no hable de esa manera de él...
Una guerra de miradas se formó entre la mayor de los D'Acanto y Anired, ninguna parecía tener la intención de apartarla, por el contrario.
—Niña, solo te estoy advirtiendo, conozco demasiado bien a este mocoso, y solo es un demonio con rostro de ángel...
Maxence solo quería que se callara, sabía qué hacía esos comentarios para que Anired se alejara de él, la conocía demasiado bien, y todo lo que significa felicidad para él, Amanda desearía destruirlo, al parecer quería que fuera igual de infeliz que ella.
—Gracias por sus advertencias, pero no las creo necesarias —miró a Max el cual solo bajo la mirada avergonzado por toda esa escena, sabía muy bien que era una pésima idea presentarle a su familia—...confío en Maxence, estoy segura de que él no es un demonio como usted lo llama, es todo lo contrario.
Amanda soltó una carcajada llena de burla que solo ganó que Anired frunciera el ceño, Crystal ya cansada tomó el brazo de su madre.
—Max, Amalie, acompáñenme a llevar a su abuela al sanitario—menciono viendo con disculpa a su hijo que solo alzo la mirada para verlas con decepción—, no sé dónde queda —miró a la azabache—, siento esto, mi madre...a veces...es un poco...solo...lo siento.
Murmuró apenada para jalar a la anciana que veía a Anired fijamente, la que solo asintió ante sus disculpas para ver a Maxence que no decía nada.
—...Lo siento...tengo que ir.
Desvió la mirada completamente avergonzado para alejarse de Anired y seguir a las tres mujeres de su familia, debió de suponer que era una pésima idea hacer algo como eso, nunca tuvo que dejar que Anired conociera a su familia.
La cabeza de Maxence se volvió un mar de deprimentes pensamientos, seguramente con la escena que acababa de presenciar Anired se alejaría, porque siendo sinceros
¿Quién iba a querer relacionarse con una persona a la que llamaban demonio?
Se quedó afuera del sanitario de mujeres viendo fijamente hacia la nada, deseando que nunca hubiera pasado eso, seguía sin comprender que su abuela lo odiaba tanto.
Solo quería que su madre conociera a Anired, quizá algo estúpido, pero con eso quería dejar en claro que las cosas con la Black-Weasley iban demasiado serias para él y que claramente era la única en su vida, no como las horribles palabras que decía Amanda.
¿Por qué siempre que algo le brindaba felicidad debía ser arruinado por esa mujer?
¿Realmente era tan mala persona para no merecerse ni un poco de felicidad?
⚜⚜⚜
Dio una última calada al cigarro para apagarlo contra de la pared y tirar la colilla al bote de basura más cercano que encontró, movió la cabeza para destensar el cuello y se estiró por unos segundos, de esa forma decidió entrar al ministerio.
Toleraba los lugares con mucha gente durante un gran rato, más no era algo que disfrutara, sumando que gracias a la cantidad de magos y brujas que se encontraban en ese lugar no pudo acercarse a saludar a Amalie.
Había esperado meses para verla y platicar con ella, pero al parecer tendría que posponer esa idea.
Se acomodó el saco y entró al gran lugar caminando por los enormes pasillos vacíos, conocía perfectamente cómo llegar hasta el salón de eventos del ministerio, ya que no era la primera vez que asistía, desde niño ese tipo de eventos habían formado parte de su vida, volviéndose una costumbre, pero a en ocasiones resultaba demasiado cansada.
Entró al elevador para seleccionar el botón del piso y recargarse contra la pared viendo el techo esperando pacientemente que llegara al piso que deseaba.
Los minutos parecían eternos y comenzaba a hartarse, hasta que escucho un sonido por parte del elevador y las puertas de volvieron a abrir dejando que entrara a alguien, no le tomo importancia para seguir viendo el techo, hasta que una voz, muy molesta, por cierto, lo hizo voltear con completo enojo.
—Hola, George Sirius.
Los ojos del pelirrojo se llenaron una enorme irá topándose con unos ojos color miel que brillaban, como si acabara de recibir un enorme regalo de navidad.
—Inara—respondió entre dientes y de inmediato iba a presionar el botón para abrir el elevador en ese piso, pero la bruja se puso frente a él interrumpiendo el camino—...quítate de en medio, ahora.
—Ese no es el piso en donde está el salón—mencionó Inara sonriendo al ver el rostro del Black-Weasley que demostraba enojo—...vamos, Georgie, acabo de regresar... ¿y de esta forma me recibes? Piensa que serías más amable con tu ex novia...
—Vete a la mierda—sus ojos parecían afiladas dagas demostrando lo molesto que se sentía con la presencia de esa mujer—...lárgate de mi camino, Inara...
—He escuchado algunos rumores, Georgie —Inara llevó la mano al botón de emergencia con el que se detenía el elevador a medio camino—...no puedo creer que Regulus y tú pelearán por una chica, creí que no compartían el mismo gusto en mujeres —George cruzó los brazos sobre su pecho manteniendo el rostro completamente serio—...aunque, he visto las fotos de la llamada Hannah, no te lo negaré, es demasiado linda, definitivamente sería el tipo de chica que le gustaría a Reggie, pero no a alguien como tú ¿en qué te fijaste?
Un silencio se formó entre ellos.
—¿Ya has terminado con tus estupideces? —Inara puso los ojos en blanco ante la horrible personalidad de George Sirius, en ocasiones lograba ponerla de malas con demasiada facilidad—¿Por qué has vuelto?
Inara se encogió de hombros para estirarse.
—Vengo a trabajar, me han ofrecido un puesto en el ministerio.
—Para trabajar en el ministerio necesitas no tener cargos...y te recuerdo que los tienes...
Inara soltó una suave risa.
—Y tú también los tienes ¿por eso es que no entraste a la academia de aurores?
George Sirius no respondió y agradeció que el elevador volviera a activarse, al parecer alguien lo había solicitado logrando salvarlo de esa estúpida reunión con su ex novia.
—Inara—llamo George Sirius—, quédate lejos de mi ¿entendido? No quiero ni verte cerca de Sortilegios Weasley, mi casa o algún miembro de mi familia.
Advirtió cuando las puertas se abrieron y se topó de frente con dos rubios que acompañaban a dos mujeres algo mayores.
Los ojos grises se toparon con los profundos orbes azules pertinentes a la veela, la mirada duró un par de segundo para que se hiciera un lado y continuará con su camino dando largos pasos.
—¡Georgie, espérame! —Inara salió del elevador pasando a lado de la familia D'Acanto—, odio cuando te pones de esa forma —llamaba siguiéndolo bajo la atenta mirada de Amalie—, eres un estúpido troll...
Amalie los miró confundida al ver que solo estaban ellos dos en el elevador que estaba parado a medio camino por lo que tuvo que solicitar al mago de intendencia que lo activara...
¿Por qué se habían encerrado en el elevador?
Las voces de su hermano, mamá y abuela la sacaron de sus pensamientos para poner atención en la discusión que tenían, pero la curiosidad aún se instalaba en ella, preguntándose una y otra vez
¿Qué clase de relación tenía George Sirius con Inara?
Lo que le dejaba un mal sabor de boca, era que la vio, pero ni siquiera se detuvo a saludarla.
.
.
.
Anirak Black-Weasley Cellphone:
━━━━━━✧❂✧━━━━━━
¡Hola!
¿Qué les parecio el capitulo?
¿Qué opinan de la abuela de los gemelos D'Acantoi?
¿Y de Inara? ¿Creen que sea buena o mala?
¿Alguns teorías sobre Elijah? Apenas ha aparecido y hablado un poco, pero ¿les ha agradado?
¿De quién quieren ver el próximo celular?
En fín, dejo las segundas finalistas del concurso, ya saben que la que tenga más comentarios en la foto gana, tienen hasta el próximo miércoles, jiji. (Si algunas no tienen foto de actriz en las que se inspiran fue porque no me dijeron al igual que el usuario)
· Nombre: Emilia Hopkins
· Cumpleaños: 17 de noviembre
· Colegio: Hogwarts casa: Hufflepuff
· Color de cabello: Café caramelo
· Color de ojos: miel (ojo izquierdo con una pequeña mancha verde) heterocroma
· Carácter: la persona más dulce, pero con carácter, todos piensan que es ingenua, pero de ingenua no tiene nada.
· Profesión: trabajadora de la florería de sus padres 'Dandelion's' en el callejón Diagon
· Pasatiempos: Estudiar herbología, también las plantas del mundo muggle, puede pasar horas hablando de las maravillas de las plantas.
· Debilidades: sentirse sola
· Fortalezas: las plantas, súpera a Neville en su conocimiento en Herbología
· Mejor amigo: Albus Potter
· Mascota: Kneazle. Adara la acompaña a todas partes, al ser animales altamente intuitivos con la maldad en las personas confía ciegamente en las advertencias que hace Adara sobre alguien que se acerca a ella con malas intenciones.
· Introducción:
Emilia fue seleccionada en la casa hufflepuff el mismo año que Albus, pero no se hicieron amigos hasta su tercer año. Emilia siendo reconocida en el colegio ya que sus padres son dueños de varias florerías por todo el mundo mágico, siendo ellos los principales surtidores de plantas de grandes familias en el mundo mágico.
Emilia, es muy apasionada en sus estudios y sus deberes, ser seleccionada como prefecta de hufflepuff era algo que ya se esperaba, todos reconocen que Emilia es un ser tan dulce que no tiene ninguna pizca de maldad en su ser, al igual que saben que esa dulzura no es sinónimo de ingenuidad, saben que si se meten con ella no saldrán ilesos, aunque, ¿realmente alguien buscaría problemas con ella?
Emilia es muy querida por todos, pero ella sólo considera sus amigos a muy pocos, el principal Albus Potter, no hay nadie que la conozca a fondo que Albus, y ella lo sabe.
· Interacción: conoce a Zed Weasley por ser de la misma casa y convive en armonía con él ya que son compañeros en varias clases y hacen sus tareas juntos en la sala común, por ende, también ha convivido con Alexander y con Anired, pero no se considera cercana a ellos, solo alguien que si necesitan su ayuda ahí estará.
· Atracción: Damián Nott y Scorpius Malfoy
Damián Nott fue considerado su crush desde su primer año.
Scorpius Malfoy, considerado por ella misma su 'crush real' ya que se enamoró de él cuando fue atendida por en la enfermería, su carisma y su inteligencia fue lo segundo que la enamoró, lo primero fue lo guapo que está:D
· Odiar: James Potter, el hermano de su mejor amigo se ganó su odio ya que varias veces se acercó a ella con malas intenciones.
· Pareja favorita: Sus padres, ama verlos amarse, desde niña ha anhelado un amor verdadero como el de sus padres.
Anired y Maxence, ama ver como Maxence deja de lado su actitud fría y se vuelve la persona más dulce y amorosa solo para Anired.
· User: Denissauriorex
· Nombre: Dalila Nichelli Pastell Bolthery
· Fecha de cumpleaños: 8 de octubre 2004
· Estado civil de sus padres: Divorciados, vive con su madre.
· Nacionalidad: Ecuatoriana
· Colegio: Castelobruxo, intercambio a Hogwarts
· Color de cabello: café con puntas azules
· Color de ojos: cafés
· Color de piel: morena
· Colores favoritos: negro, azul oscuro, turquesa, morado, verde
· Carácter: agradable, intenta ser social, tranquila, abierta, introvertida, fuerte, valiente, generosa, amable, gentil, independiente, sensible, modesta, terca.
· Profesión: aprendiz de herbología y magizoología
· Personalidad: Es tímida hasta que entra en confianza. Sarcástica. Mal hablada. Irreverente. Pesimista. Un poco bromista. Siempre defiende sus ideales. Le encanta aprender cosas nuevas. Curiosa. Dramática. Serena. Sensible. Sentimental. Despistada. Inteligente. Divertida. Empática. Ingeniosa.
· Pasatiempos:
Ama ver todo tipo de películas muggles, en especial de ciencia ficción porque siente que así podría funcionar la realidad muggle con magia. - Ama pintar y dibujar, no importa la superficie ni el momento, si está inspirada o quiere expresar algo, siempre lo dibujará. Escuchar música muggle, no importa la década mientas tenga le guste la melodía o la letra.
Le gusta hablar con su hermano mayor
Cuidar plantas e investigar y experimentar sobre sus posibles usos
· Cosas que odia: Odia que la hagan quedar mal, que humillen a alguien, que le lleven la contraria, que le griten, que le mientan y le ocultan cosas, que la abandonen, que sean groseros con ella.
· Debilidades: demasiado sensible, le lastima mucho las situaciones. Se suele auto sabotear. Pierde rápido el control. Cuando está furiosa es grosera e insensible. Impaciente. Desconfiada. Negativa. Competitiva. Imprudente. No siempre expresa lo que siente. Indecisa.
· Fortalezas: creativa. Audaz. Perspicaz. Divertida. Adaptable. Empática
· Mejor amigo/a / compañero/a: su hermano, Iván
· Mascota: Bowtruckle llamado Peter
· Breve introducción sobre ella:
· Ama la lluvia. Ansiosa, cuando vive un cambio muy grande o muy pequeño suele sufrir muchos ataques de ansiedad. Depresiva. Ama con todo su ser, pero nunca es amada de la misma forma. Le teme a la oscuridad. Ya no le teme a quedarse sola. Tiene problemas con su madre.
· Su love language son los detalles, las caricias, tomar de la mano, besar, contar todo lo que le ha pasado en el día por más insignificante que sea.
· No sabe expresar sus emociones. Parece tímida, pero en una relación saca cosas muy oscuras de ella. Es muy curiosa e ingeniosa. Siempre pone a los demás antes que a ella misma. Cuando se agobia, se refugia en dormir. Odia que sepan que debe usar lentes. Tiene problemas con la comida desde los 15 años (bulimia nervosa y anorexia nervosa). Víctima de abuso sexual a sus 13. Muy insegura con su cuerpo. Le encanta la repostería y es buena en ello. Esfuerza demasiado para que la gente note que es inteligente. Le cuesta perdonar. Es muy noble de corazón. Es demasiado creativa tanto en el arte como en su forma de pensar y actuar. Analiza mucho las cosas y situaciones. Cuando siente celos, se siente muy pequeña y te lo dice como una niña pequeña.
· Personajes con los que me gustaría que interactuara:
Anired: que fuera su nueva compañera de cuarto y que fueran mejores amigas para que así Scorpius pudiera separar sus sentimientos con Nired y ver que hay mucho más afuera y mucho que él no sabía de él mismo.
Scorpius: me gustaría que fuera su novia porque siento que podrían tener una gran química y podría haber un desarrollo un poco "nerd" de sus gustos por las ciencias mágicas. Explorar con los fetiches que podría tener Delila y cómo reacciona Scorpius sería también algo más profundo e interesante.
Regulus: nuevo mejor amigo, ya que Dalila es nueva y Regulus se aisló debido a lo de Hannah, creo que podría ser bueno para que Dalila se adapte al colegio y para que Regulus vuelva a confiar en las personas después de Hannah.
· Personaje que le puede atraer:
Scorpius Malfoy desde la primera vez que lo conoce porque sintió una chispa, una conexión y porque le resulta tan impresionante sus conocimientos y su dulzura.
Itziar Arwen porque físicamente le resulta muy hermosa y sus comentarios sarcásticos le resultan hilarantes a Dalila, pero no es mutuo.
· Personaje que odiaría y porque: Deyan porque le coqueteo y le hizo un comentario sexual sobre el tono moreno de su piel, además de saber lo que le hizo a Nired y le resulta repugnante y aterrador.
· Pareja favorita y porque: Nired y Max porque ambos se aman y aunque creen que no le demuestran lo suficiente al otro, en verdad en hermoso.
· Actriz: Jenna Ortega
· User: annepbo2004
· Nombre: Alison Isabella Brown
· Fecha de cumpleaños:29 de septiembre
· Colegio: Hogwarts
· Color de cabello: Castaño oscuro con ondas
· Color de ojos: Avellana
· Carácter/personalidad: Alison tiene una personalidad extrovertida un carácter fuerte se podría decir que una líder innata
· Profesión: Abogada
· Pasatiempos: Alison es una persona que adora leer un buen libro, la música pop muggle y correr para despejarse
· Cosas que odia y debilidades: Alison odia la falta de empatía, puntualidad y orden. Se podría que una de sus debilidades es el hecho que se a veces no se prioriza a sí misma y pone el bien de los demás antes del de ella, no sabe cuándo es hora de dejar ir a las personas.
· Fortalezas: Alison es una persona que sabe lo que vale ella como mujer y nunca deja que la pasen a llevar Alison sabe 3 idiomas inglés, español y francés
· Mejor amigo/ compañero: Martin Arrué un joven hijo de muggles que nació en España, pero se crio en Francia
· Mascota: Un perro llamado Jolie (bonito en francés) de raza Yorkshire
· Breve introducción: Alison es una persona que creció en una familia conservadora a lo largo de su vida se dio cuenta que lo suyo era defender y abogar por la gente.
· Personajes con los que me gustaría que interactuara: Me gustaría que interactuar con el hermano Scorpius, Alexander que sea su amiga así creo que se le podría dar conexión a los personajes.
· Personaje que le pueda atraer: Ninguno más que atracción física
· Personaje que odiaría: Odiaría/tendría rencor a George Sirius ya que en una fiesta su mejor amigo trato de separar una pelea y George lo dejo inconsciente y muy mal herido al parecer esto se debe a un ataque de ira
· Pareja favorita: Anired y Max ya que cree que tienen una relación muy sólida de esa que pocos tienen (Todo esto suponiendo que ninguno muera/se separen 🥲)
· Actriz: Lily Collins
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