Tres.
La azabache caminaba de manera rápida y molesta por el pasillo causando que los finos tacones de aguja resonaran llamado la atención de todas las personas que se encontraban ahí, al verla se hacían a un lado pues al notar la expresión en su rostro sabían que cualquiera que se le parara enfrente sufriría las consecuencias de su ira.
Entro rápidamente al ascensor, algunos funcionarios al verla le iban a hablar, pero ella solo los barrio con la mirada no tenía humor ni siquiera para saludar.
Bajo la mirada por unos segundos para leer la corta nota que le mando su mejor amiga.
"Kingsley, Hermione y yo pensamos que eres la mejor para ese puesto, sé que probablemente en estos momentos me quieras matar, pero piénsalo, definitivamente es la mejor decisión, aunque varios funcionarios no estén de acuerdo.
Ten linda semana, cuando vuelva de Estambul te llevare varios recuerdos e iremos a comer.
George, Freddos y Zed te mandan saludos.
Te quiero.
-Lyssane Weasley"
Si, definitivamente mataría a la rubia cuando la tuviera enfrente por apoyar esa estupidez, apretó la mandíbula con fuerza para salir del elevador cuando llego al primer piso, camino de manera apresurada para llegar a la gran puerta del fondo.
—Buenos días, Señora Black-Weasley —saludo amablemente la mujer morena de facciones duras que desempeñaba el papel de secretaria y asistente —, el ministro Shacklebolt no puede recibirla con el momento ya que se encuentra con Ly...
—Sí, ellos me recibirán, no necesito que le avises de mi llegada.
Paso de largo escuchando como la secretaria la llamaba una y otra vez, la gran puerta de cedro negra estaba cerrada, Anirak tomo ambas manijas para empujar y sonrió de manera arrogante al ver que ninguno de esos idiotas puso un antialohomora o parecido.
Al escucharla entrar los dos hombres alzaron la mirada.
—Buenos días, Anirak.
Saludo el mayor al ver su gesto molesto y el pergamino que llevaba en las manos.
—¡Nada de buenos días! —lanzo el pergamino al escritorio para que quedara sobre los documentos que leía el moreno — ¡¿Me puedes explicar qué demonios es esto?!
—Te dije que no se lo tomaría de buen humor —menciono el rubio con una sonrisa divertida al ver a la azabache tan enojada —, quizás es por la noticia o porque la lechuza interrumpió su cogida mañanera.
Los ojos de la Black terminaron sobre el hombre que acaba de hacer ese comentario.
—Jerome, si sigues hablando juro que te voy a castrar en éstos momentos.
La mirada gris irradiaba una ira contenida que en cualquier momento seria desatada contra quien tuviera enfrente, y si Jerome Lyssandre Delacour estaba seguro de algo es que él no quería ser contra el que la desatara.
—Sí, sabes no es porque te tenga miedo o algo parecido—hizo una pausa para agregar—...pero mi pene se considera patrimonio de la humanidad, así que me callare, guapa.
Anirak puso los ojos en blancos, en otra ocasión habría lanzado un comentario sarcástico, pero ese no era el momento, se volvió hacia Kingsley para enarcar la ceja.
—¿Y bueno? ¿Me dirás que demonios es eso?
—Una invitación para una ceremonia ¿qué no leíste?
El ministro no podía evitar sentirse divertido ante esa escena, ya tenía previsto que la mujer se enojaría, pero no habría otra opción.
—¡Si, una maldita invitación para una ceremonia en la que me nombran ministro! ¡Yo en ningún jodido momento acepte!
—Al parecer no funciono que Lys le diera la noticia —Jerome disfrutaba demasiado de ver perder sus cabales a Anirak, parecía una bestia salvaje a punto de matar a cualquiera —, no funciono tu plan, Kingsley.
—Anirak —llamó Kingsley — ¿Quieres sentarte? Por favor, no quiero que le hagas un hoyo al piso con esos tacones.
De mal modo, Anir tomo la silla frente al escritorio para sentarse de manera recta sin dejar de ver de manera insistente a su superior.
—Anirak...sabes que esta enfermedad me está dejando inservible para el puesto —comenzó Kingsley, y es que ciertamente durante los dos últimos años había presentado una extraña enfermedad en los pulmones causando que se debilitaran y que ya no le permitieran hacer distintas cosas, algunas veces ni siquiera podía asistir a algunas reuniones con ministros y funcionarios causando que la azabache, la cual se desempeñaba como su mano derecha, lo cubriera, e incluso en otras ocasiones Anirak y Jerome tuvieron que usar el hechizo anapneo para despegarle las vías respiratorias cuando comenzó a ahogarse —, de esta manera mi retiro será en cuestión de meses, sé que últimamente se ha decidido usar la elección democráticamente, pero en esto momento yo he optado por una decisión sin un voto público, la ministra francesa también te ha recomendado para el puesto y la ministra de Bulgaria está de acuerdo.
—¡Yo soy Auror, no estoy preparada para ser ministra!
—Técnicamente... estas catalogada como la mejor bruja y Auror vista en años, tienes tantas ordenes de Merlín que podría llenar mi departamento con ellas —la voz de Jerome se hizo presente—, tienes un buen pensamiento analítico, excelente duelista, una inteligencia superior al resto, ah, y eres buena ideando planes o tomando decisiones de riesgo, también estuviste en medio de una guerra mágica, te enfrentaste a Bellatrix Lestrange en distintas ocasiones, asesinaste a más de cuatro mortifagos que eran de los más allegados a Voldemort, la única aprendiz que se le conoce a Albus Dumbledore, aprendiz de Alastor Moody, nieta de Nicolas Flamel, también te enfrentaste a una bruja desquiciada con aires de psicópata...pero, si, no estas preparada para el puesto.
Lo último lo agrego con gran sarcasmo al decir todas las virtudes que había demostrado a lo largo de su vida.
—Al parecer no soy el único que opina eso, Anirak —la azabache puso los ojos en blanco deseando poder lanzarle algo al estúpido rubio que era su amigo —, Anirak has sido mi mano derecha casi desde que entraste a la Orden del Fénix aun sin ser nombrada Auror, conoces a la perfección el desempeño del puesto, dudo mucho encontrar a alguien mejor.
—Hay muchas personas mejores que yo... ¿Qué tal Jerome?
Jerome alzo las cejas con sorpresa y negó repetidamente.
—¡Definitivamente no! ¡Yo ni siquiera soy de aquí y no soy tan bueno como tú! —se defendió poniéndose de pie para acercarse antes de que lo metieran en problemas o en puestos que no le interesaban —, yo estoy muy bien en mi puesto, aparte que me han ofrecido otro... ¡Y simplemente no, yo no seré ministro es demasiada responsabilidad!
Negó varias veces, definitivamente ser ministro no iría con su vida de soltero rompe corazones, a él le gustaba la vida sin ninguna responsabilidad y ser ministro nunca estaría en sus planes.
—Anirak...
Kingsley parecía agregar algo más cuando una tos seca lo ataco, de inmediato saco un pañuelo blanco para cubrirse la boca, la azabache saco la varita y con un moviente hizo que la jarra y vaso de cristal que estaba sobre el mueble a lado de ellos flotara para tomar el vaso y hacer que se sirviera. Se lo extendió al mayor que siguió tosiendo durante varios segundos, Jerome lo observaba preparado por sí tendría que usar de nuevo el hechizo anapneo sobre él.
La tos se detuvo y en cuanto alejo el pañuelo todos pudieron distinguir varias gotas de sangre sobre él, Shacklebolt acepto el agua para beberla y respirar de manera agitada hasta que logro tranquilizarse.
—¿Has tomado las pociones?
Kingsley tiro el pañuelo en un bote de basura que se encontraba bajo el escritorio.
—Sí, lo he hecho, sin embargo Malfoy me lo dijo, esto puede ir empeorando, por eso es que necesito retirarme cuanto antes, el trabajo está acabando conmigo y empeorando mi salud —se podía notar la nostalgia en los ojos del hombre porque a pesar de todo extrañaría ser ministro, eran tanto años en ese puesto que se sentía extraño dejarlo—, Anirak, el Torneo de los Tres Magos será este año, ya están iniciando los preparativos, es más que obvio que se necesita u n ministro, y todos estamos de acuerdo en que tú tomes el puesto.
—Soy una Black, los Black no somos considerados buenos para esa clase de mando y lo sabes, la opinión publica sobre mi familia es horrible, la sociedad mágica no lo tomara bien.
—Eres una Black, tú siempre lo has dicho, los Black pueden hacer lo que quieran.
Repitió Jerome las palabras que varias veces Anirak les había dicho a sus hijos, ya que si, el apellido Black era considerado casi de la realeza al ser de las ultimas familias que aún eran sangre pura, quizá ya no eran tan fuertes esos estigmas, pero aun existían provocando que la gente siguiera con la idea de que a esa familia pertenecían magos oscuros como alguna vez lo fue Bellatrix Lestrange o que seguían las costumbres de Walburga Black y sus ascendentes.
—Varios funcionarios no están de acuerdo en que tomes el puesto, pero realmente no me importa, yo sé de lo que eres capaz y esa es mi última palabra.
—No puedes darme ese puesto, si yo no acepto.
Respondió con voz retadora.
—Anirak, no tenemos tiempo de buscar a alguien más, la ceremonia del nombramiento está programada para inicios del próximo año —explico Kingsley—, las ministras como miembros de los ministerios de mágica de Bulgaria y Francia llegaran en octubre al igual que Dumstrang y Beauxbatons para celebrar el Torneo de los Tres magos numero trescientos cincuenta y uno, no podemos hacerlo si no hay un ministro.
—Puedes nombrar a Jerome o a alguien más.
Kingsley negó, una vez que a ese hombre se le metía una idea en la cabeza nada lo haría cambiar de opinión.
—Haremos esto, porque eres demasiado necia —suspiro el moreno, conocía demasiado bien a la mujer frente a él ya que llevaban veinticinco años trabajando juntos —, hasta la ceremonia de nombramiento solo serás considerada ministro provisional en caso de que yo llegue a empeorar o sea necesario que me cubras, por el momento seguirás actuando como mi mano derecha y buscaremos un buen prospecto para tomar el puesto.
La azabache soltó un bufido de molestia, pero asintió de mala gana.
—¿Y qué vamos a hacer con mi puesto? Sabes que se necesita al Director de Seguridad Mágica.
Kingsley volvió a sonreír ante eso para posar la mirada sobre el Delacour.
—Te presento al Directo de Seguridad Mágica provisional, mientras tratamos de poner en orden todo esto.
Jerome le guiño el ojo a Anirak.
Kingsley Shacklebolt se sintió complacido ante esa conversación ya que era lo que esperaba que pasara, pero estaba demasiado seguro que al final Anirak Black-Weasley terminaría aceptando el puesto de ministra de magia.
La azabache solo se apretó el puente de la nariz, realmente nunca le intereso el puesto de ministra, era algo que nunca había querido, era demasiada presión y lo que menos quería era afectar la relación que tenía con su familia por ese puesto.
[...]
Anirak salió del elevador para caminar a las chimeneas cuando alguien se acercó corriendo a ella por lo que detuvo los paso para ver al rubio que se acercaba.
—¿Ya te vas?
—Ya terminé el trabajo ¿y tú?
Jerome le enseño las llaves del auto.
—Voy a tu casa, recuerda que paso por Anired la llevare a cenar y al cine.
La azabache asintió al recordar la salida que tenían programada desde hace días.
—Tengo la cabeza en las nubes y me había olvidado de eso, pero conociendo a Nired ya estará lista, ya sabes que se emociona cuando sale contigo.
—¿Y quién no? —le sonrió para hacerle una seña con la cabeza —, vamos, te llevo, vamos al mismo sitio.
Ella asintió para seguir sus pasos y salir del ministerio, Jerome la guio hasta detenerse en frente a un auto de lujo: un Mercedes- Benz 300 SL descapotable color azul pastel, la combinación entre el clásico deportivo de Mercedes y un moderno Porsche, ese vehículo emanaba demasiado la personalidad del Delacour.
Jerome tomo la llave para quitar el seguro y abrirle la puerta del copiloto a la azabache que entro tras agradécele, él de inmediato entro al asiento de piloto para encender el vehículo y colocarse el cinturón cosa que fue imitada por Anirak.
—Así que... ¿Señora Ministra, Ministra Anirak o Ministra Black-Weasley? —arranco el auto para meterse en la carretera —. Ahora... ¿Cómo te llamó?
Anirak puso los ojos en blanco.
—Ya lo dije, no voy a aceptar el puesto— su mirada se detuvo sobre el retrovisor y sonrió a distinguir una scrunchie de seda color rojo y no pudo evitar sonreír al darse cuenta a quien pertenecía — ¿Es de Anired?
—Siempre olvida las cosas cuando sale, así que deje una ahí para que la tenga a la mano —su mirada se centraba en la carretera y las luces que se hacían más potente conforme oscurecía —, pero, no me desvíes el tema ¿De qué forma tengo que llamarte?
—Anir como siempre —soltó un suspiro echando la cabeza hacia atrás cuando comenzó a sentirse mareada—, no voy a aceptar, solo cubriré a Kingsley cuando sea necesario o hasta que encontremos un mejor prospecto para el puesto
—¿Por qué no lo aceptas? Es prácticamente el puesto por el que todos se mueres, yo lo aceptaría si no tuviera que ser una persona responsable para eso.
Ella giro un poco la cabeza para verlo con la ceja enarcada.
—Eres responsable con el trabajo, Jero.
—Sí, porque es un puesto en el que no estoy al ojo público, puedo seguir mi vida sin temor a salir en el profeta porque me vieron entrando a un hotel con cualquier persona —se encogió de hombros —...ahora, dime porque no aceptas.
—Porque no quiero que la sociedad mágica siga hablando sobre mi familia, aparte que es exponer más a los niños sabes que desde que nacieron han estado al ojo público, si no fuera porque Fred amenazo a el profeta varias fotos o cuando los impostores se meten en problemas habría salido en el diario, quiero que lleven una vida tranquila en la que puedan hacer y deshacer lo que quieran—soltó un suspiro—, recuerda lo que paso cuando Freddos golpeo a ese niño que molestaba a Zed en el festival mágico de Francia.
—Lys estuvo en el diario por ser "una mala madre que no les daba buena educación a sus hijos" —ambos hicieron una mueca, pues ninguno consideraba que fuera de esa manera, todo lo contrario, aparte que eran niños, los niños algunas veces reaccionan de forma brusca a ciertos estímulos y más cuando se trata de los hermanos menores—, si...bueno, pero aun así Lys siguió en el puesto.
—Y desde entonces Freddos y Zed se comportan distintos cuando están en lugares públicos para no dañar la reputación de Lys, y sé que lo hacen porque la aman no porque ella lo haya pedido, y yo no quiero eso, no quiero que tengan que abstenerse a comportarse como siempre son, sé que Regulus algunas veces suele ser impulsivo y meterse en problemas con facilidad o que George Sirius tiene los arranques de ira sin evitarlo, y no quiero que los juzguen a ellos, o que estén detrás de Anired para saber más acerca de su relación con Deyan —Jerome frunció el ceño al escucharla mencionar la palabras: Relación, Deyan y Anired en una misma oración—, aparte, que no quiero que ese puesto dañe la relación que tengo con mi familia por no pasar tiempo con ellos.
—Lys y la ministra Granger-Krum también tienen familia, y de hecho creo que han tenido más vacaciones que nosotros en este año.
—Sabes que es por la salud de Kingsley y también por la organización del Torneo de los Tres Magos —frunció el ceño al mencionar el evento que todo mundo esperaba desde hace varios años—, siento que es una estupidez hacerlo.
—El mundo mágico por fin esta en paz, ya no hay ningún mago tenebroso así que supongo que es la forma de celebrar, aunque no niego que es demasiado peligroso.
—¡Y lo peor es que han cambiado la restricción de edad! —comento soltando un gruñido—, ahora será a partir de los dieciséis años, según las pruebas serán realizadas de acuerdo a las capacidades deseadas a los magos de esa edad, pero aun así...
—Si fueras ministro podrías cambiar algo...
Menciono con voz cantarina para tomar una curva de manera brusca cosa que provoco que la mujer sintiera unas enormes ganas de vomitar y palideciera más de los normal.
—Jerome —llamo viendo la ventana y distinguiendo un bote de basura —...frena.
—¿Qué?
—¡Solo frena, hazlo!
El Delacour piso el freno de golpe al ver la desesperación de Anirak, una vez que el coche derrapo unos centímetros se detuvo junto de la acera momento que ella aprovecho para bajarse e ir corriendo al bote de basura donde vomito todo lo que comió hace unas horas, Jerome se bajó de manera rápida para ir corriendo tras ella.
—¿Qué demonios tienes?
La azabache se quedó agachada durante unos segundos esperando ya no volver a vaciar el estómago.
—Anir—llamo Jerome, tantos años trabajando juntos y todo ese tiempo de amistad hacia que se percatara de cualquier cambio en ella, y es que últimamente estaba de un pésimo humor o con dolores de cabeza incluso una vez se mareo cuando fueron al ministerio de magia francés —... ¿Tú estás...?
—No lo sé —respondió aceptando el pañuelo que le extendía su amigo para limpiarse la boca—, desde hace unas dos semanas que me he estado sintiendo mal, pensaba ir con Draco para ver que era porque Fred y yo nos seguimos cuidando, así que quiero creer que no es eso.
—¿No se les ha olvidado cuidarse en algún momento?
Anirak tiro el pañuelo al ver a Jerome que asintió cuando ella le hizo la seña indicando lo que haría, después de eso caminaron al vehículo.
—Hubo...una vez en la que no lo planeamos, salimos a cenar y una cosa nos llevó a la otra, pero no crei que pasara, o sea, no puedo tener otro bebé, quedamos que con cuatro hijos serían más que suficiente.
El rubio cerró la puerta para entrar al otro asiento y poner el auto en marcha.
—Sabes que puede pasar, no sería raro que tuvieras otro bebé si sigues teniendo una vida sexual activa.
—Ni modo que todo muriera después de tener hijos, tal vez algo que cene me cayó mal, desde que Anired, los impostores y Louis regresaron de Hogwarts no hemos estado comiendo bien, ya sabes demasiada chatarra o comida rápida, probablemente algo me hizo daño.
Jerome desvió el trayecto para girar en la siguiente cuadra.
—¿No te has hecho una de esas pruebas caseras? —ella negó repetidamente—...Anirak...
—Lo más probable es que sea otra cosa, solo fue una vez.
—También con los impostores fue una sola vez y te salió premio doble, te recuerdo —ella hizo un puchero cuando el aparco frente a una pequeña plaza —, ahora vuelvo, no tardo.
Anirak asintió viéndolo salir del auto, trataba de pensar en que lo que sentía era otra cosa y no un embarazo, últimamente estaba bajo mucho estrés debido al trabajo, también por ayudar con la organización del Torneo, sumado a eso la enfermedad de Kingsley también la tenía preocupada ya que ninguna medicina muggle ni mágica le hacía efecto para eliminarla por completo solo la lograba controlar un tiempo para que después volviera a caer, y ni decir de ese maldito nudo en el pecho con el que llevaba varios días, como si tuviera un mal presentimiento, pero no sabía respecto a que.
El timbre del celular la hizo salir de sus pensamientos, así que lo saco de la bolsa de mano para desbloquearlo y ver que se trataba de un mensaje de George Sirius, al abrirlo lo primero que observo fue una foto de los mellizos en compañía de Stefan.
"Ya estamos Hell London Bar, todo bien, cualquier cosa te avisamos, no te preocupes, nos vemos en un rato, y sabemos que papá y tú tendrán la casa sola, por favor no hagan cosas que nos puedan generar un trauma si los descubrimos cuando regresemos.
Te amamos"
No evito sonreír al terminar de leer el mensaje, se alegraba saber que sus hijos ya estaban en el bar y que se encontraban bien, a pesar de saber que estaban a salvo aún seguía ese presentimiento y lo único que imploraba es que ninguno de ellos quedara seleccionado en ese tonto torneo.
—Toma —Jerome le lanzo una pequeña bolsa de papel con el logo de una farmacia muggle, Anirak la atrapo antes de que se estrellara en el cristal de la ventana —, te la haces y me avisas si tengo que ir comprando regalos para un nuevo bebé.
La Black abrió la bolsa para ver dentro de ella una caja que contenía una prueba de embarazo muggle, Jerome entro al auto sin borrar la sonrisa.
—No puedo creer que te emociones cada que nace un bebé.
—Oye, te recuerdo que soy el tío genial y soltero que todos aman —le guiño el ojo—, es obvio que me agrada si hay otro bebé, imagínate esta vez podríamos darle otra personalidad, digo ya tengo el sobrino con problemas de ira que sería George, el disléxico, pero el que más ha seguido mis consejos para ser todo un rompe corazones que es Reg, el que no sabe hablar con mujeres: Freddos, el que es más sensible que nada: Zed, el dibujante nato: Stefan y mi adorada niña consentida: Anired, solo me hace falta uno para que sea al que mande por los mandados, porque desde que crecieron al menos de que les de dinero van a la tienda.
—Eres un tonto...
—A veces —sonrió de manera coqueta para dirigirse al callejón Diagon—, oye...hay algo que últimamente me está molestando y no tengo idea de qué demonios significa.
—¿A qué te refieres?
Lo vio con la ceja enarcada mientras Jerome fruncía el sueño.
—Como sabes las veela siempre son mujeres, mi madre era mitad veela y Lys un cuarto —explico y Anirak asintió ya que conocía esa información —, y en mi línea familiar los hombres podemos seguir con la sangre veela pasándosela a nuestra primera hija y solo heredamos la extrema belleza y a veces podemos tener visiones o sueños con un significado.
—Sí, recuerdo que hace tiempo hablamos sobre eso
—Bueno, pues tiene que ver con los sueño y visiones —hizo una pausa tomando una enorme bocanada de aire—, últimamente en mis sueños siempre veo a dos niños o adolescentes rubios, no tengo ni idea de quienes son porque no tienen un rostro como tal y lo único representativo son el cabello y ojos entre verde y azules...
—¿No tiene que ver con Louis y tú?
El negó para aparcar frente a la gran casa Black-Weasley.
—Son una mujer y un hombre, no dos varones.
—¿Lys y tú?
Volvió a negar.
—Estoy seguro que no, y es como si trataran de decirme algo, pero siempre despierto ante de escuchar sus voces —se rasco la cabeza de manera frustrada despeinándose el cabello en el proceso—, van varias veces seguidas que me pasa eso, no tengo ni idea de que significan porque no conozco a nadie así.
—Algunas veces solemos soñar con personas sin rostro, ya que es gente que has visto a lo largo de tu vida a la que no le has tomado demasiada importancia como para recordarlos —se encogió de hombros — ¿Cuándo iniciaste a soñar con eso?
—Desde que nos informaron que se celebraría el Torneo de los Tres Magos.
—Si quieres, para que estés más tranquilo puedo hacer una lista de las personas con las que hemos convivido, últimamente nos la pasamos en el ministerio y ver quienes cumplen con esas características, puede ser que sean hijos de algún funcionario que hayas visto en el ministerio. Y si tienes esa clase de sueños recurrentes puede ser una señal de que algo va a pasar.
—Gracias, Anir.
Ambos se sonrieron para salir del auto, Jerome puso el seguro para entrar a la casa Black-Weasley, Anirak guardo la prueba de embarazo en su bolso el cual dejo en el sillón que estaba en el salón principal, ambos adultos escucharon dos voces que parecían discutir respecto a unas verduras.
—¿Y eso?
Jerome enarco la ceja con confusión.
—Fred y Nired, últimamente ella no quiere comer nada de verduras —soltó un suspiro, su hija era demasiado tranquila y siempre hacia caso, pero últimamente no quería comer nada que no fuera pastas, carne o comida chatarra sin ningún nutriente—, está en pleno desarrollo y no nos hace caso, Fred intentaría convencerla para que lo hiciera, pero creo que no está funcionando.
—Tal vez sea por la pubertad —se encogió de hombros—, Reg y George a su edad no querían comer nada de carne, después lo volvieron hacer.
—Sí, pero ellos remplazaron la carne por algo que les aportara la misma proteína, Nired no lo quiere hacer y me preocupa que se enferme, le dije que iríamos al nutriólogo si es que quería comenzar alguna dieta, pero me dijo que no, que ya trataría de comer verduras...
—Y no lo hizo.
Anir asintió y ambos caminaron para toparse con la azabache menor sentada sobre un banco frente a la encimera donde estaba un plato que solo tenía verduras ya que la carne y pasta se la había terminado.
—Anired, solo comete eso, no te vas a morir —pidió el pelirrojo pasando la mano entre su cabello—, solo son verduras.
—¡Soy alérgica a elles!
Respondió viendo a su padre fijamente a los ojos, era demasiado distintos físicamente pero cuando se trataba de ser necios y tercos eran idénticos.
—¡Claro que no eres alérgica, Anired! ¡No te vas a morir por comerlas!
Contrataco Fred viéndola fijamente.
—Si me muero, todo será tu culpa—el carraspeo de Anirak llamo la atención de la menor y Fred que giraron la mirada para verla — ¡Mamá, tío Jerome!
—Cariño —Anir se acercó para besarle la frente —, tienes que hacerle caso a tu padre y comerte las verduras...
—Pero, saben feas, mamá...
Fred saludo a su esposa con un corto beso.
—Anired —llamo Jerome acercándose a ella —. Dices que quieres ser como tu mamá ¿no? —la menor asintió mientras hacia un puchero —, tu mamá siempre se come todas las verduras para ser una buena bruja, así que debes de hacerlo.
—Pero...tío-o
Fred sonrió al darse cuenta que tenía la solución de sus problemas.
—Anired —llamo acercándose —, has dicho toda tu vida que te casaras con Jerome a los veinticinco.
Todos los adultos tenían el conocimiento que desde que la hija menor de los Black-Weasley aprendió a hablar había nombrado a Jerome Lyssandre su "príncipe azul" y "futuro esposo", y a pesar de los años eso continuaba así, ya que Anired tenía un crush con él, a pesar de saber que era imposible le gustaba seguir diciéndolo.
—Sí, lo hare, tendremos una linda boda...
—Pero, si no te comes las verduras, yo no me casare contigo, Nired, no me gustan que no se coman sus verduras.
Anired vio a su tío con sorpresa para después asentir y tomar el cubierto pinchando de manera molesta el pedazo de zanahoria frente a ella y comenzar a comer.
—Vaya —Anirak veía como su hija comía con rapidez las verduras —, de haber sabido que eso funcionaria se lo habría dicho desde hace días.
—Nos habríamos ahorrado demasiadas discusiones.
Fred le dio la razón a su esposa, y soltó una risa para ver a Anired que ya había terminado de comer en menos de cinco minutos para beber el agua en su vaso y ponerse de pie.
—¡Iré a cepillarme y nos vamos, tío Jerome!
—Apúrate que si no encontraremos cerrado Bakery Coffe
Al escuchar el nombre de su cafetería favorita los ojos de la menor se iluminaron para salir de la cocina a toda velocidad.
—¿Qué película van a ver? —inquirió Fred chocando las palmas a forma de saludo con Jerome
—The Night House, la función es las doce y cuarto, así que iremos regresando como dos o tres de la mañana.
Fred asintió, era demasiado normal que en vacaciones Anired y Jerome salieran a pasar, por lo regular también iban los impostores, Zed, Freddos y Stefan, pero en ocasiones solo iban la azabache y el rubio ya que desde que la menor nació se formó un vínculo demasiado especial, el Delacour adoraba a Anired como a su propia hija, solía cumplir todos sus caprichos y siempre le compraba regalos sin necesidad que ella lo pidiera, la llevaba a restaurantes caros y cada que iban a la plaza la Black-Weasley llegaba con una cantidad enorme de ropa, maquillaje o cualquier cosa que le gustara, sumado a eso que Jerome siempre estaba al pendiente tanto en su educación o para ayudarla en cualquier cosa.
—No entiendo la obsesión de Nired con las películas d terror, la otra vez hizo que Louis viera unas con ella y él termino con pesadillas por una semana —suspiro Anirak recordando lo miedoso que algunas veces era el mayor de sus hijos.
—Siempre ha sido un miedoso, hablando de él... ¿Dónde está?
—Rumania, se supone que supervisaría la sucursal de Sortilegios por unos días, aprovechando para quedarse ahí y celebrar su reconciliación con Mónica.
Louis y Mónica fueron novio en sus épocas de colegio, terminaron casi diez años para después volver a reencontrarse y retomar la relación, pero últimamente peleaban de forma regular.
—¿Ahora por qué pelearon?
Inquirió el Delacour con curiosidad, nunca imagino que su hermano tendría tantos problemas en una relación.
—Al parecer Mon quiere algo más formal —explico Anir —, pero, Louis aún no tiene planes de casarse...
—Y si piensan en distintas cosas solo es cuestión de tiempo para que terminen —completo Jerome y el matrimonio asintió dándole la razón—...siempre crei que Louis se casaría saliendo del colegio con ella.
—A pesar que en esas épocas Mónica no me terminaba de agradar —Anir y Jerome no pudieron evitar reír al recordar como Fred solía ser algo celoso y desconfiado por el hecho de que Louis estuviera saliendo con la sobrina de Shacklebolt —, también crei que solo era cuestión de tiempo, aunque eso quiere decir que enserio no quiere casarse, si el caso fuera contrario ya le habría entregado el anillo desde hace años.
El pelirrojo estaba seguro de lo que decía porque lo había hablado con Louis cuando su hijo mayor le confeso que no le interesaba atarse de esa manera, no lo juzgaba pues cada quien era de pensar de distinta manera, Fred no se imaginaba una vida sin estar casado con Anirak, pero para Louis unirse en matrimonio con Mónica no parecía ser una opción.
—De esa forma está feliz, tampoco debe de hacer porque se siente obligado de esa forma en lugar de llevar un buen matrimonio será un infierno para ambos.
Anirak sonrió al ver a su hija entrar a la cocina, su largo cabello estaba suelto cayendo con forma de cascada en la espalda, unos jeans oscuros le cubrían las piernas haciendo juego con el crop top negro estampado con un gato rojo, encima usaba una chaqueta de cuero negro resaltando aún más la piel pálida, su rostro apenas y tenía un leve maquillaje lo que más resaltaba era el fino delineado y los labios carmesí.
Anired Black-Weasley era la viva imagen de su madre, cualquiera que viera una foto de Anirak a esa edad la confundiría con la mayor.
—Ya estoy lista, tío Jerome —menciono abrazando el brazo del mayor para sonreírle.
—Que guapa estas —El rubio le beso la frente de manera cariñosa —, entonces ya vámonos, me imagino que vas a querer que pasemos a comer las crepas que tanto te gustan.
—Sí, sí, ya vámonos que nos van a cerrar.
—Anired, con cuidado, no metas en líos a tu tío —advirtió Fred y ella le sonrió de manera inocente—, y no comas demasiados dulces que luego no puedes dormir.
—Sí, papá, me portare bien —soltó el brazo del Delacour para abrazar a su padre que le beso la mejilla —, te amo.
—Te amo más, estás preciosa.
Anired sonrió ante el alagado para ir con su madre.
—Recuérdame el día que vayamos a Londres muggle comprar más de estos aretes —señalo los pequeños aretes con forma del planeta de Saturno que adornaba las oreja de Nired —, se te ven preciosos, cuídate, te amo mucho, luces hermosa, cielo
Madre e hija se abrazaron con fuerza para despedirse.
—Te amo más, mamá.
Le sonrió para ir con Jerome que la esperaba.
—Ah, y Nired —la azabache mayor mostro en su mano un llavero con un par de llaves — ¿Cómo vas a entrar al rato? ¿Por la ventana?
—¡Mamá!
Jerome y Fred solo soltaron una carcajada, por lo regular Anired solía ser algo descuidada con sus cosas dejándolas por todos lados y luego no las encontraba.
—Yo me las llevo —el rubio tomo las llaves que Anirak le extendía —, que si no es capaz de perderlas en la plaza.
—Creo que deberé de tomarte toda la noche de la mano para no perderte —menciono Anired con diversión viendo como Fred solo negaba para tomar la mano de su tío—, ya sabes que soy descuidada.
Anirak no pudo evitar reír al ver lo extrovertida que solía ser su hija.
—¿De dónde sacas esas frases? —inquirió Jerome para extenderle la mano —, solo porque fue buena, lo acepto.
Anired le tomo la mano.
—Se la leí en un mensaje a Regulus...
—Y estoy segura que eso Regulus lo aprendió de ti —acuso Anirak viendo a su amigo que solo se rio para encogerse de hombros —, vayan con cuidado.
Jerome y Anired se despidieron del matrimonio para salir de la cocina mientras bromeaban y hablaban sobre a donde irían.
—Cada día se parece más a ti —murmuro Fred besándole el hombro a su esposa la cual se estremeció ante el contacto —¿Quieres cenar?
—Eso he estado notando —sonrió relajándose en los brazos de su esposo que le rodearon la cintura —...me gustaría hacer algo antes.
—¿Sera lo mismo que yo quiero? —movió los labios al pálido cuello para dejar pequeños besos —, te extrañe mucho.
La azabache se alejó al sentir como Fred tenía la mano sobre su muslo tratando de meterla bajo la falda.
—También te extrañe, pero no haremos el amor ahorita —tomo la mano de su esposo para hacer que lo siguiera —, vamos a la habitación tenemos que ver algo.
Él soltó un suspiro para ir con ella, pasaron por la bolsa y subieron con rapidez las escaleras, aunque Fred no perdió la oportunidad para azotarle el trasero mientras estaba detrás de ella ganando algunas risa y gruñidos de su esposa.
Al entrar la habitación Fred se sentó para verla buscar algo dentro de la bolsa.
—¿Qué pasa, Anir? — sacó la bolsa de papel para dejar la prueba de embarazo en medio de ambos —... ¿Estas...otro bebé?
Ella soltó una risa nerviosa.
—No lo sé...ya sabes, he tenido síntomas y también un retraso, pero pensé que era por el estrés —soltó un suspiro para dejarse caer en la cama —, hoy vomité...puede...
—Que estés embarazada... ¿Cuándo crees que paso? —Anirak le lanzo una mala mirada para tomar una almohada y golpearlo con ella — ¡Anirak!
—¿Cómo que cuándo? Fue por tu culpa y tu calentura, él día que fuimos a cenar a Suiza y terminamos en un motel muggle porque no pudiste mantener tu pene dentro de los pantalones.
Fred logro quitarle la almohada mientras ella lo veía frunciendo el ceño.
—Es día no te parecías quejar cuando estábamos en el motel, al contrario, estabas pidiendo por más —ella iba a decir algo más, pero el pelirrojo la tomó de la cintura para besarla cortamente los labios —...Anir...cualquier cosa estamos juntos, como siempre ¿sí?
Ella suspiro para relajarse entre sus brazos, a veces odiaba que Fred tuviera ese efecto en ella.
—Ya no quiero más hijos, Fred —murmuro contra sus labios —, enserio, ya no...
—Háztela, y dependiendo el resultado veremos qué hacer.
La soltó para tomar la pequeña caja y sacar el raro aparato de color rosado y extendérselo.
Anirak la tomo para ir al baño, las palmas de la mano le sudaban y las piernas temblaba, no era la primera vez que se hacía una prueba pero se sentía demasiado nerviosa, después del nacimiento de Anired, Fred seguía cuidándose ya que al parecer Anirak de nuevo era fértil y aunque a ambos les gustaran los niños ya no querían más y mucho menos ahora que la mayoría de sus hijos ya eran mayores, nunca habían tenido un error, pero hace dos meses que fueron a cenar y a Fred se le acabo la poción, pensaron que lograrían controlarse, pero no fue así, una vez que iniciaban con sus juegos de coqueteos y manos era raro que se detuvieran, por lo que terminaron en el primer motel que encontraron.
La azabache se observó en el espejo para lavarse el rostro tratando de relajarse, le gustaba su reflejo, gracias al elixir que Lys y ella habían logrado hacer con un poco de ayuda de la piedra filosofal lograban detener los años de la edad y seguían conservando la apariencia de mujeres que no pasaban los treinta y cinco. Anirak, Fred y George eran los que más comúnmente tomaban el elixir, ya que Lys y Jerome no solían usarlo de forma seguida, ya que gracias a la genética veela se conservaban aún más. Tampoco es que los gemelos Weasley y Anirak lo tomaran cada mes, por lo regular cada seis u ocho meses porque contaban con la ventaja de que a comparación de los muggle los magos envejecían de manera lenta.
Estuvo en el baño varios minutos para hacerse la prueba y salir de ahí, su esposo estaba sentado en la cama con las gafas puestas mientras leía las instrucciones de la prueba de embarazo.
Fred alzo la mirada para ponerse de pie y acercarse a ella que seguía con el ceño fruncido y veía la prueba de manera insistente.
—Muñeca —llamó quitándole la prueba de embarazo de las manos ya que aún tendrían que esperar cinco minutos para el resultado—, tranquila va a ser negativo.
—Frederick, te juro que si es positivo te voy a matar, ya tenemos cuatro hijos —advirtió viéndolos fijamente a los ojos, estaba molesta no con él, sino con ella misma por no ser más precavida —, ya no puedo con otro, es suficiente con un adulto con miedo al compromiso, dos adolescentes hormonales y una adolescente que se quiere morir del diario.
Fred no pudo evitar reír para acariciarle la mejilla con una sonrisa coqueta — ¿Te he dicho lo sexy que te ves molesta?
—Fred —Anirak puso los ojos en blanco cuando el pelirrojo llevo los labios a su cuello para comenzar a besarlo de manera húmeda —...Fred...en serio —murmuro viendo como llevaba una de las manos hasta los botones de la blusa y sin evitarlo soltó un jadeo cuando succiono una parte sensible.
—Sh —murmuro contra la piel desabotonando la camisa roja que usaba su esposa —, tome la poción, y si estas embarazada dudo que afecte si tenemos sexo en estos momentos.
Él alzo el rostro para verla y unir sus labios en un beso hambriento, Anirak no puso nada de resistencia para devolvérselo con la misma intensidad, dejando que introdujera su lengua para hacerlo más intenso y dando inicio a una danza pasional mientras se aferraba a sus hombros cuando Fred la levanto tomándola de los muslos para que envolviera las piernas en su cadera.
La llevo a la cama sin dejar de besarla para acostarla y ponerse a horcajadas de ella, rompió el beso dejando una hilaza de saliva entre amabas boca, no pudo evitar sonreír al ver la mejillas y labios rojos de su esposa y notar como tenía las pupilas dilatadas.
—Déjatelos —pidió la azabache deteniéndolo antes de que se quitara la gafas—, te ves demasiado sexy con ellos...
—Pervertida —murmuro viéndola por unos segundos a los ojos, Anirak trago saliva ante esa mirada: una cargada de deseo y lujuria, para terminar de desabotonarle la blusa y ver el sostén negro que cubría sus cremosos pechos, reconoció varias marcas de mordidas que hizo la noche pasada así que llevo los labios para besarlas—...me fascinas tanto.
Anirak le acariciaba el centelleante cabello soltando suaves suspiros, llevo la mano libre para meterla debajo de la playera oscura que usaba su esposo y acariciarle la piel del abdomen.
El pelirrojo introdujo la mano bajo la falda acariciando la parte interna de los muslos disfrutando de la suavidad de la piel de Anirak si dejar de besar los pechos sobre el brasier de encaje que los cubría, podrían pasar cientos de años y ella tendría el mismo efecto en él, era tan jodidamente caliente que lo volvía loco, cualquier movimiento era demasiado sensual ante sus ojos, una mujer pasional que siempre tenía las mismas ganas que él, definitivamente su vida era maravillosa.
Guío la mano libre al broche del sostén para poder quitárselo, ella le ayudo para sacarse la blusa junto con la ropa interior quedando con el torso desnudo, su pecho solo era adornado por un collar con un pequeño dije rojo que resaltaba contra la blanca piel.
Fred atrapo un pezón con los labios para morderlos y chuparlo sin hacerle daño, le gustaba sentir como se endurecía cada que pasaba la lengua, sus pantalones y bóxer ya le apretaban de la entre pierna, sentía la sangre hervir y estaba seguro que no toleraría mucho para sentir sus paredes vaginales abrigándolos.
La habitación se sentía demasiado caliente, estaba inundada de los gemidos de Anirak que resultaban una erótica melodía para Fred que seguía estimulando el pezón, subió más la mano que tenía entre los muslos de la mujer para pasar los dedos sobre prenda de encaje que ya estaba húmeda de en medio, repitió la acción varias veces para sentirla estremecerse y pedir que se la quitara.
Fred dejo el pequeño dardo de carne completamente rojo, para bajar unos centímetros y quitarle la braga, Anirak alzo la cadera para dejar que le enrollara la falda sobre la cadera.
—Ven, Fred
Él sonrió para subir hasta el rostro de la mujer que más amaba, Anirak le acaricio las mejillas para dejar pequeños pero pasionales besos que eran devueltos de la misma manera.
—Te amo con toda mi alma, muñeca — se desabrocho el pantalón para bajarlo con todo y bóxer liberando su miembro el cual estaba completamente erecto y palpitante.
—Te amo mucho más —bajo la mirada para ver cómo se masturbaba ante ella, ambas miradas se conectaron y ninguno negaría que se sentían aún más excitados.
Anirak bajo la mano para ayudarlo y besarle el cuello de manera húmeda dejando chupetones con mordidas que estarían varios días, Fred la alejo con cuidado de no lastimarla para acomodarse en medio de sus piernas y rozar su erección contra los pliegues húmedos que parecían esperarlo, amaba ver las facciones de su esposa que pedía que la metiera, el pelirrojo amaba ver a su esposa pidiéndole por más, le gustaba saber que era el único que provocaba en ella.
Tomó la pantorrilla de la azabache para subirla hasta su hombro y en un solo movimiento se encontraba dentro de ella para dar inicio a un vaivén, chocando la pelvis con la de su esposa, el sonido de ambas pieles golpearse llenaba la habitación mezclado con los jadeos y gruñidos de ambos.
Anirak se aferró a la espalda de Fred enterrando las uñas dejando marcas de durarían varios días, el Weasley busco los labios de su azabache para besarla sin dejar de moverse brindando placer para ambos.
Se sentían en la punta de éxtasis, las paredes vaginales envolvían el pene de Fred que entraba y salía con rapidez, todo era tan perfecto cuando el timbre de un celular inundo sus oídos.
—Mierda —Fred dejo los labios de su esposa para verla a los ojos—...no contestes...
—Puede ser algo importante...
El pelirrojo no se detuvo, seguía con las embestidas cuando el celular dejo de sonar.
—¿Ves? Si fuera importante seguiría sonando.
Ella puso los ojos en blanco, para volver a besarlo y seguir disfrutando de sus penetraciones, cuando el teléfono volvió a sonar y de manera persistente.
—Tengo que...
Fred asintió para soltar la pierna con cuidado y quitarse de encima de Anir acostándose al otro lado de la cama, la azabache con toda la pesadez del mundo y piernas temblorosas para llegar a su bolso y sacar rápidamente el celular, le sorprendió ver el nombre de quien llamaba ya que era demasiado tarde.
Draco Malfoy.
Respondió ante la mirada de su esposo, que de inmediato se levantó al ver la expresión de preocupación de su esposa y como las mejillas que antes estaban rojas se volvían pálidas, hablo por unos segundos para colgar.
—Anir —Fred la llamo— ¿Paso algo?
—Si...tenemos que ir a San Mungo —hizo una pausa tratando de procesar todo, la noticia le había caído como un balde de agua helado—...Regulus John esta inconsciente y no reacciona con nada...
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¡Hola! ¿Cómo están?
Bueno, este capítulo ha sido narrado desde el punto de vista de Anirak, ya que varias cosas que se mencionaron o suciedierón serán importantes en el avance de la historia al igual que se necesitará para algún contexto más adelante.
¿Tienen ya alguna idea de que le pasó a Reg?
¿Qué les va pareciendo la historia? ¿Ya tienen algún personaje favorito?
Nos leemos, las amo.❤️
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