
Seis.
(Debido al aumento de lectores fantasmas, he decidido no actualizar hasta que llegue a 500 comentarios, siendo un capítulo de 15k palabras, espero lo comprendan...)
Las voces inundaban el gran comedor ante la sorpresa del nuevo profesor.
—Debido a la ausencia durante unos meses de Mónica Shacklebolt por el nacimiento de su hijo, el puesto de profesor de Conocimientos Muggles será cubierto por Dean Alexandre Roux —el rubio se levantó del lugar saludando a los alumnos y dedicándose una gran sonrisa—...espero se comporten a la altura y sean amables con él.
La voz de McGonagall causó que todo el comedor estuviera en silencio por varios segundos hasta ser inundado por aplausos y algunos suspiros debido a que el nuevo profesor gozaba de un gran atractivo.
A pesar de todo eso, Regulus no se podía concentrar, estaba poniendo mucho autocontrol en no pararse e ir directamente a la mesa de las serpientes para romperle la cara a su hermano.
Quiso creer que era una pésima broma, que quizá George Sirius se habría puesto de acuerdo con Hannah para hacerlo enojar por haber tomado dos de sus playeras y devolvérselas sucias o una venganza por cualquier estupidez.
Pero mientras más tiempo pasaba caía en cuenta de que no era una broma, veía como platicaban e incluso se reían, hasta Hannah le dio un bocado de comida en la boca al pelirrojo, algo de lo que él mayor no era muy afecto de hacer en público.
No entendía nada, George sabía muy bien lo que le importaba Hannah, conocía sus sentimientos hacia la rubia...
Entonces ¿Por qué le hacía eso?
De todas las mujeres en las que se pudo fijar ¿Por qué ella?
Se supone que era su mellizo, su otra mitad y lo traiciona de esa forma.
Mientras más los veía su corazón se rompía, era un extraño dolor y vacío.
Nunca había experimentado tener el corazón roto, era demasiada extraña y dolorosa la sensación, y de todas las personas que pensó que se lo podrían romper nunca creyó que sería su hermano el que lo haría.
Damián y Freddos lo miraban tratando de leer sus expresiones y evitar que hiciera una estupidez, pues sabrían que era cuestión de tiempo para que el Black-Weasley explotará y armara un escándalo.
Regulus apretaba los puños deseando que por fin termina esa estúpida merienda, por un momento cruzó miradas con Anired, en los ojos grises de la menor gozaba la confusión por la escena que se formaba a unos metros de ella, y no era la única que se encontraba de esa manera, también Alex y Scorpius que no podían creer nada lo que veían.
El azabache sabía que no era el único que se encontraba afectado pues desvío la vista a la mesa de los Hufflepuff dónde pudo distinguir a Amalie, parecía igual o más afectada que él mientras Maxence e Itziar parecían tratar de reconfortarla y a ratos miraban hacia donde el pelirrojo y la rubia se encontraban sentados mientras se comportaban demasiado acaramelados.
Como si Merlín por fin escuchará sus súplicas, McGonagall dio la merienda por terminada y todos comenzaron a levantarse para dirigirse a sus salas comunes.
—Regulus, espera...
Pidieron Damián, Freddos y Marco al ver cómo se ponía de pie tomando su mochila, ya que sabían lo que iba a ser, pero fue demasiado tarde ya que el más alto salió hecho una furia por la enorme puerta del comedor, sin perder más tiempo se pusieron de pie yendo tras él.
La mirada de Regulus se encontraba nublada por el enojo y por contener las lágrimas, recordaba que sus padres le dijeron que no tenía nada de malo llorar cuando lo quisiera pues era una forma de liberar aquello que alteraba su alma, pero justo en esos momentos su alma estaba llena de ira, decepción y ganas de matar a su hermano, no le importaba los llamados de sus amigos y dando empujones apartó a los alumnos que se interpusieron en su camino ignorando los insultos y reclamos que le gritaban.
Pudo distinguir a la pareja en la entrada principal, y como si algo controlará su cuerpo sin siquiera poder detenerse a pensar lo que estaba por hacer o medir las consecuencias dejó la mochila en el piso.
—¡Bastardo traidor!
El pelirrojo se volteo al escuchar la voz llena de enojo de su mellizo y sin darle tiempo a nada el puñetazo de Regulus estrelló secamente contra la mejilla izquierda desestabilizándolo en el proceso y causar que termina en el suelo, Hannah soltó un grito de sorpresa retrocediendo varios metros evitando terminar en medio de la pelea.
George alzó la mirada algo confundido, pero alzó las comisuras formando una sonrisa ladeada al distinguir cómo se encontraba su hermano.
—¿Qué? —enarco la ceja poniéndose de pie y chasqueando la lengua—... ¿El bebé ya va a llorar como siempre?
Regulus lo veía con un enorme odio, y sin pensarlo volvió a lanzar otro puñetazo, con la diferencia de que está vez George Sirius lo frenó para darle un golpe en el estómago que le saco el aire al menor.
—...Regulus, te recuerdo que cada que peleamos yo siempre ganó —murmuró sin borrar la sonrisa llena de sorna—... ¿Por qué haces tanto alboroto? ¿No que compartimos todo, hermano?
Regulus se movió con fuerza para soltarse y empujarlo, gracias al peso del más grande no lo logró tirar.
—¡Tú sabías lo que sentía por ella! —soltó, su voz reflejaba todo el dolor que sentía en esos momentos —...de todas las mujeres en este maldito lugar ¿Por qué ella? ¡Te conté todo, confíe en ti, y tú tienes que hacer esto!
Las personas comenzaron a rodearlos viendo con curiosidad la pelea que daba inicio, algo extraño ya que los mellizos Black-Weasley siempre habían sido demasiado unidos, nunca se les había visto pelear de esa forma.
—¿Y qué? ¿Lo único que importa es lo que tu sientes? —cuestiono, ambas miradas grises eran idénticas, reflejando el enojo el uno por el otro— ¡Estoy cansado de siempre poner sobre todo tus putos sentimientos! ¡Desde niños te he puesto en prioridad!
—¡¿Qué?! ¡Yo nunca pedí que lo hicieras! ¡Nunca necesité que hicieras eso, maldita sea!
—¿Ah, ¿no? ¿Crees que me gusta escuchar todos los días tus lloriqueos porque eres un estúpido que ni siquiera puede pasar pociones? Estoy harto y cansado de siempre salvarte de todos los líos en los que te metes, de comportarme como el ejemplo de hermano mayor —las palabras de George Sirius estaban cargadas de veneno que herían una y otra vez a Regulus—... ¿Sabes? Todas las chicas que están detrás de ti...solo es porque yo las he rechazado, todas y cada una de ella siempre fueron primero tras de mí, pero al decirles que no estaba interesado se acercaban a ti, esperando que las voltearas a ver y conformarse con la segunda opción, con el segundo en todo. Toda la vida tuve que actuar como el buen hermano, diciéndote lo que quieres escuchar, cubriéndote y haciendo todo por mantenerte a salvo, así que no vengas a acusar de traidor o insultarme solo porque por primera vez estoy poniendo lo que yo quiero y deseo antes que todo. Antes que el bebé llorón que tengo por hermano...
Todo lo que dijo George golpeó a Regulus emocionalmente que sin poder controlarse más saltó sobre el pelirrojo para teclearlo con fuerza, el mayor sonrió aún más sabiendo lo que se venía.
Sin que nadie pudiera evitarlo los golpes comenzaron a ir y venir, algunos gritaban apoyando a que siguiera la pelea mientras Scorpius, Zed, Freddos y Stefan que ya estaban ahí trataban de frenarla al igual que otros alumnos, pero era bien sabido el salvajismo de los mellizos especialmente el de el mayor que era capaz de dejar a una persona inconsciente con puros puñetazos.
Los dos eran buenos en las peleas físicas y se conocían tan bien que incluso podían leer los golpes del otro, pero George contaba con una gran ventaja: la impulsividad del pelinegro.
El raciocinio de Regulus John se nublaba fácilmente por la ira siendo controlado fácilmente por sus impulsos lo que no le permitía pensar en cómo atacar o defender, el Black-Weasley mayor aprovecho eso para tomar el control de la pelea.
Estuvo conteniendo sus impulsos, midiendo la fuerza para no llegar herirlo, pero algo dentro de George explotó causando que todo eso se fuera al carajo y sus golpes se volvieran más secos, en un momento de frenesí solo quería golpear a Regulus John, sentía un enorme odio hacia él, varios de los espectadores gritaban pidiendo que se detuviera, pero para él era como estar en el limbo, las palabras se escuchaban demasiado lejanas y solo una pequeña voz que le dictaba que lo golpeara hasta no poder más.
Hannah veía todo con sorpresa y tuvo que taparse la boca con las manos para ocultar esa sonrisa de diversión al ver todo lo que ocurría.
—¡George, ya basta!
Anired se acercó corriendo a sus hermanos sin importar que Max y Scorpius la tratarán de detener para que no fuera a salir herida, las palabras de la azabache fueron ignoradas por el mayor que parecía en una especie de trance que no le permitía dejar de golpear el rostro de su hermano sin importarle la sangre que le ensuciaba las manos.
Anired al ver que el pelirrojo no le hacía caso, no le quedó de otra que sacar su varita y conjurar un Expelliarmus para que George retrocediera varios metros de Regulus que estaba vagamente consciente.
—¡Dije que ya basta, Sirius!
George pasó el brazo por su boca para limpiarse una poca de sangre del labio roto, su pecho subía y bajaba con una respiración pesada, los ojos grises parecían los de un animal apunto de atacar, la azabache nunca había visto esa expresión en su hermano, no negaría que le asustó, pero aun así se mantuvo firme entre él y el azabache.
El pelirrojo movió la cabeza tronándose el cuello y acercándose a Anired, para quedar a escasos pasos de ella.
—Muévete de mi camino, Georanne.
Sus palabras eran frías sin ningún gramo de amabilidad como siempre que hablaba con la menor, Anired no explicaba el sentimiento de temor, tanto que incluso las piernas le temblaban al igual que la mano con la que sujetaba la varita.
—¿Acaso piensas matarlo a golpes? —Anired no entendía la actitud de su hermano, algunas veces los mellizos pelean incluso se golpeaban, pero nunca a ese nivel en el que Regulus estaba a punto de perder la conciencia, al menos Scorpius ya lo estaba ayudando junto con Freddos y Stefan—¡¿Qué demonios te pasa?!
—Quítate, Georanne —llevo una de las manos hasta el chaleco de Anired para tomarla y jalarla con brusquedad —...si no te mueves vas a terminar igual que Regulus, así que largo.
—No te atreverías a golpearme de esa forma, George...
Murmuró Anired, no podía ni siquiera moverse dándose cuenta que por primera vez le temía a su hermano, estaba tan asustada que su cuerpo se encontraba congelado sin lograr hacer un movimiento o sin siquiera pensar cómo actuar, lo había visto tener sus ataques de ira, pero en ninguno llegó a amenazarla de esa manera.
—No me provoques, quítate antes de qu...
Las palabras quedaron al aire cuando fue empujado con fuerza haciéndolo retroceder varios centímetros y soltando a la azabache en el proceso.
—Ni se te ocurra volver a amenazarla o a tocarla de esa forma.
George vio hacia enfrente topándose con la punta de una varita y unos ojos azules llenos de enojo, Anired se encontraba detrás del rubio que lo había alejado.
Anired se aferraba al brazo de Maxence tratando de evitar que iniciará otra pelea, aún lucía muy asustada y sin comprender la actitud de su hermano, George Sirius nunca había actuado así, pero sabía muy bien que algo tenía que ver Hannah para ese cambio de actitud, aparte que no lo lograba explicarse el porqué de repente estaba con ella, cuando hace unos días había dicho que Hannah no le agradaba.
George chasqueó la lengua viendo a Maxence.
—¿Qué? ¿Me vas a atacar?
Maxence estaba tratando de no hacerlo, claro que quería atacarlo, ya fuera con magia o golpes, y tenía dos buenas razones: él poner mal a su hermana y desplazarla por la tonta rubia molesta; y el tomar y amenazar a Anired de esa manera. Quería hacerlo, pero también estaba en sus pensamientos la azabache, sabía que si se peleaba con el pelirrojo ella probablemente se enojaría con él, se encontraba entre la espada y la pared.
Todos los alumnos comenzaron a dispersarse cuando pasos rápidos se acercaron dejando ver a los tres directores acompañados de maestros que observaban la escena completamente confundidos.
—¡¿Pero qué demonios les pasa?! —exclamó McGonagall haciéndole una seña al sanador para que se llevar a Regulus—¿Qué acto tan vil y barbaján es este? ¡Agarrarse a golpes como si fueran muggles salvajes!
—¡D'Acanto baja la varita en este momento!
Max apretó la mandíbula al escuchar la voz de Madame Dubois.
—¡Hazlo ahora! —volvió a ordenar Camille al notar que el rubio no le hacía caso.
Anired le murmuró a Max que hiciera caso, y luego de unos segundos más de miradas amenazantes entre el rubio y el pelirrojo, D'Acanto bajo la varita dándose la vuelta para tomar la mano de la menor y alejarla de ahí.
—¡Black-Weasley, D'Acanto, los quiero en mi oficina ahora!
George Sirius solo puso los ojos en blanco ante la orden de la directora de su colegio, vio de soslayo a la mayoría de sus compañeros que lo veían con una mezcla de enojo y sorpresa, para volver a lado de Hannah.
[...]
Soltó un quejido sintiendo el rostro demasiado adolorido al igual que el cuerpo, incluso no podía ver bien debido a lo hinchado de sus ojos, era como si un erumpent lo hubiera aplastado miles de veces hasta dejarlo casi muerto.
Pero, aparte del dolor físico estaba el emocional, que era aquel que más lo afectaba, no podía ni quería creer que su hermano le hubiera hecho eso.
Era la persona en la que más confiaba, su otra mitad y él...lo traicionaba de esa manera, metiéndose con la primera chica por la que sentía algo más que un gusto pasajero.
También se sentía traicionado por Hannah... ¿No que ella lo quería?
¿O es que era tan poca cosa que ni siquiera merecía que alguien como ella lo volteara a ver?
Sabía muy bien que de los dos, George Sirius siempre había sido el más sobresaliente, con esa personalidad tranquila e inteligencia enorme que hacía que todos los que lo conocían lo alabarán, tal vez habría muchas razones por las que Hannah decidió irse con el pelirrojo antes que quedarse a su lado, pero quiso creer que él también podía tener a alguien que lo quisiera en serio, estaba dispuesto a cambiar y hacer todo lo que la rubia quisiera con tal de complacerla.
Estaba harto, harto de ser el segundo en todo, en quedar siempre como la sombra de George Sirius, y eso solo fue la gota que derramó el vaso.
—Incluso el cabrón casi me mata a golpes...
Murmuró para sí mismo viendo el techo o bueno lo poco que podía distinguir, después de la pelea lo trajeron al ala de la enfermería, el sanador lo reviso y al menos nada importante había sido golpeado, aunque tendría que pasar la noche ahí, y claro, sus padres habían sido llamados por la directora, lo más probable es que los castigarán, le pedía a Merlín y Godric que por todos los medios el castigo no lo tuviera que cumplir al lado del traidor.
Sentía los ojos acuosos, pero no quería llorar, ya era demasiada la humillación como para que alguien lo viera así.
—Vaya...sí que te golpearon duro...
Escucho una voz a su lado, no la reconoció así que giró el rostro sintiendo el dolor recorrerlo, pero veía todo borroso solo una mancha rubia así que supuso que sería el cabello de la persona frente a él, pensó en todos los rubios que conocía, pero ninguna voz coincidía con esa.
—¿Quién eres? A esta hora los alumnos ya no pueden entrar al menos que estén mal.
Respondió de manera tosca esperando que quien estuviera ahí se largara de una buena vez.
—Uy, al parecer los golpes te pusieron de malas, no me quiero imaginar si te hubieran pegado directamente en la cabeza probablemente te habrías vuelto igual de violento que tu hermano—la mancha amarilla se movió hasta tomar la silla a lado de la camilla y sentarse—...la verdad esperaba una pelea más interesante, lástima que McGonagall la interrumpió.
—¿Quién se supone que eres? Ya te dije que los alumnos ya no pueden estar aquí, aparte que quiero estar solo...
Dicha persona soltó un suspiro de aburrimiento, Regulus comenzaba a enojarse y el hecho de no poder ver bien no era de ayuda.
—Mocoso, no creo que sea buena forma de hablarle a tus profesores, créeme que tampoco me agrada venir a hacerle de tu niñero, pero al parecer temen que vayas a intentar ir a pelear nuevamente con tu hermano—la voz pertenecía a un hombre, sonaba a que se divertida con la situación—...o bueno, me dijeron que no veía bien por los golpes, creo que por eso no me reconoces—Regulus soltó un gruñido—...soy Alexandre Roux, el nuevo profesor de conocimientos muggles...
—¿Y que se supone que hace aquí? No necesito a nadie que me esté cuidando.
No estaba de humor para tolerar a ese profesor, solo quería que lo dejarán solo.
—Ya te dije, me han puesto de niñero mientras la ministra habla con tu hermano, aunque me imagino que tu padre no tarda en venir a verte.
Regulus apretó la mandíbula, pero la destenso de inmediato cuando comenzó a dolerle.
—Creí que aún no llegaban.
Ya se estaba imaginando los regaños por parte de sus padres, probablemente sí habría sido cualquier pelea y no entre ellos no habría una conversación que se tornaría a regaño, pero considerando los hechos era mejor que se fuera haciendo a la idea.
—No tardaron mucho, creo que se tardó más en llegar el patronus de la profesora McGonagall que ellos en estar aquí —Alexandre colocó los brazos detrás de su cabeza para tomar una posición relajada mientras descansaba en la silla—... tu hermano no resultó tan herido como tú ¿Siempre se pelean de esa forma?
—¿No me puede dejar solo? Quiero dormir.
Prefería que ese profesor se largará, justo en ese momento no deseaba compañía, solo quería estar sin que nadie lo molestará y el tal Alexandre con sus palabras no era de ayuda.
—Que amargado, pensé que serías más divertido o al menos eso decían de ti en los pasillos, que tú eras el mellizo sería, mientras el pelirrojo era el genio.
Regulus jalo la pequeña sábana que lo cubría para subirla hasta taparse el rostro mientras pensaba si podría ahorcar con ella al dichoso profesor.
Al parecer eso funcionó ya que no volvió a escuchar ninguna palabra de Alexandre, hasta que la voz de su padre se hizo presente y el rubio se despidió dejando a los dos Black-Weasley solos.
—Sé que estás despierto, a mí no me engañas.
Regulus soltó un suspiro quitando la sábana dejando ver su rostro completamente inflamado y morado, especialmente en el área de los ojos.
Fred soltó un jadeo al ver cómo quedó y se acercó a él tomando la silla para sentarse.
—Preguntaría cómo te sientes, pero te ves de la mierda.
—Gracias por los ánimos, papá.
Respondió con sarcasmo, Fred le sonrió suavemente para pasar a un rostro completamente serio, el azabache ya estaba preparado para lo que se venía.
—Según George, tú iniciaste la pelea y él solo se defendió cuando lo golpeaste...
Regulus se sentó con demasiada dificultad en la cama.
—Técnicamente él inició todo, yo solo le di lo que se merecía.
—¿Por qué pelearon y por qué te golpeó te esa manera? — Fred alzó la ceja cruzando los brazos sobre su pecho mientras esperaba una respuesta—...me ha tocado separar otras de sus peleas, los he visto golpearse, pero nunca a ese nivel, ninguno había terminado de esa forma; así que quiero saber cuál es el verdadero motivo para que haya pasado eso.
—Es culpa de George Sirius —acusó de inmediato y por moverse bruscamente para ver a dónde estaba su padre, a pesar de solo observar puras manchas, se sintió mareado por lo que decidió quedarse quieto—... él...él se metió con Hannah.
—¿Cómo? ¿No tu hermano estaba con Amalie?
Fred se sintió más confundido ante la respuesta de Regulus.
—Eso creo, según por lo que me había contado incluso pensaba en formalizar con ella en estos días—respondió dándose cuenta de todas las mentiras que su hermano le había dicho, lo hizo creer que iba en serio con la chica D'Acanto cuando sus intenciones eran otras—... pero, hoy no lo vi en todo el día y cuando apareció iba de la mano con Hannah y se estuvieron comportando como toda una pareja empalagosa.
—Regulus, no sé qué está pasando con ustedes dos, pero no puedo creer que se estén peleando por una mujer... ¿A caso vale la pena que se agarren a golpes y terminen de esa forma?
—George me traicionó... ¿Cómo hubieras reaccionado tú?
Fred guardó silencio por unos segundos, si bien nunca se agarró a golpes con su gemelo por el hecho de que ambos estuvieran enamorados de Anirak, sabía lo que sentía y no era muy agradable, si bien nunca llegaron al nivel de sus hijos ya que gracias a Merlín nunca hubo una traición como la que sufrió el azabache.
—Regulus, sé que eres demasiado impulsivo, porque es un gran defecto que heredaste de mí, pero debiste de hablar antes de saltar a los golpes—Regulus veía el techo que solo eran manchas, hasta que bajara la inflamación volvería a ver—...no es algo normal que George haga eso, aparte que me extraña su actitud cuánto a primero estar con Amalie y ahora con Hannah, no es algo que haría él... pero, también piensa algo, igual tu hermano no debía de traicionarte de esa forma, pero Hannah era la que estaba en la relación o saliendo contigo, no debió de hacerlo, debía de respetar lo que tenían si es que tú igual la respetabas y mucho menos sabiendo que ambos son hermanos.
Regulus permaneció en silencio unos segundos, si bien ese accionar de George no era algo normal en él, también las palabras le habían dolido y aún retumbaban en su mente.
—Es una serpiente traidora, papá—escupió con enojo—...solo le importa él mismo sin dañar a los demás, aunque bueno, era algo normal, desde niño ha sido así ¿No? Hasta mamá y tú sufrieron muchas veces por su personalidad, a pesar de decir que son problemas de ira, siempre va dañar a quien sea.
—¡Regulus, no digas esas estupideces, conoces a tu hermano, sabes cómo es realmente!
Riñó Fred sin creer lo que el menor decía, los mellizos habían crecido juntos, seguía sin procesar que estuvieran peleando por algo así, ni siquiera de niños llegaron a ese nivel, llevó la mano hasta el puente de la nariz para sobar.
Se apretó el puente de la nariz viendo a su hijo y negando con la cabeza varias veces.
—¡¿Pero, qué demonios te pasa a ti?! —siempre trataba de mantener la calma, pero en esos momentos ni siquiera podía— ¡Casi matas a tu hermano a golpes, amenazaste a Anired, si no hubiera sido porque Max te freno la habrías golpeado!
—¡Regulus inició todo, él me golpeó primero! —se defendió el pelirrojo— ¡Anired se metió en cosas que no le incumbían y el otro idiota como siempre inmiscuyéndose en cosas de familia!
—¿Y era necesario que lo dejaras semiconsciente? ¡Varias veces han peleado, pero nunca a este nivel! ¡Y si tu hermana se metió fue para evitar que terminara matando a Regulus, y no empiece a insultar a Maxence que lo único que hizo fue defender a Anired!
—¡Todo se pudo haber evitado si tú hijo no me hubiera atacado, él es el culpable! —pasó la mano entre su centelleante cabello—...estoy cansado de tener siempre que hacerme responsable de lo que él causa...
—George... ¿Qué te pasa? ¿Por qué actúas de esa manera? ¿Y desde cuando sales con esta niña—hizo una pausa para recordar el nombre—...Hannia? é pasó con Lie? Tu hermano estaba saliendo con ella... ¿Qué pasó con Lie? Me dijiste que te gustaba...
—Su nombre es Hannah, mamá —respondió con cansancio y virando los ojos—...lo de Amalie y yo no funcionaba, al parecer yo no le gustaba lo suficiente —explicó evitando los ojos de la mayor—...así que estoy mejor así.
—¿Qué? ¿Qué dices, George Sirius? Te vimos antier y dijiste que las cosas iban excelentes con Amalie, hasta nos comentaste que la llevarías a cenar este fin de semana para pedirle que sea tu novia —Anirak se sentía frustrada ante lo que decía su hijo—...en serio, que no te entiendo, George, y más te vale que hayas hablado con Lie antes de solo aparecer de la mano con Hannah, porque me voy a sentir demasiado decepcionada si solo estás jugando con ellas.
—Mamá, no es por ser grosero, pero lo que haga o deje de hacer con las mujeres que salgo no es de tu incumbencia...solo déjame vivir mi vida en paz.
—¿Qué demonios te pasa? ¡Tú no eres así!
Y de repente la imagen de su cuñado: George Weasley, pasó por la mente de la azabache, cuando hace años era controlado por Ellie Yaxley, pero en el mundo mágico eran contadas las personas que practicaban magia Beodo.
—Tal vez siempre he sido así, solo que actuó como el hijo perfecto que tú y papá siempre desearon.
—George, te conozco a la perfección y sé que no eres así —trato de ver a los ojos de su hijo que desvió la mirada de inmediato—...y te lo diré de una vez, si vuelves a pelear de esa forma con tu hermano o amenazar a Anired, olvídate de Sortilegios Weasley.
George Sirius la miró con sorpresa y temor, desde que era un niño supo a lo que quería dedicarse y era a Sortilegios Weasley. Tal y como su padre y tío lo hacían, amaba a esa tienda con su vida y era de los lugares en los que más disfrutaba estar al igual que inventar nuevos productos.
—No te atreverías.
—No me retes, Sirius—advirtió Anirak, sabiendo que debía encontrar quién más, aparte de Ellie Yaxley practicaba la magia Voodoo, si sus teorías eran ciertas tenía que actuar rápido—, más te vale controlarte y también espero que no hayas lastimado a Amalie con tus decisiones y que aclares las cosas con Regulus, son hermanos no pueden estar peleando y mucho menos de esa manera.
George apretó la mandíbula y sin decir más se dio la vuelta dejando a su madre sola en ese enorme pasillo del castillo ya que no quería seguir escuchando más de sus sermones.
Anirak sabía que lo mejor era no seguir regañándolo, ya que, si era algo como lo que le pasó al gemelo de su esposo, de nada le serviría hacerlo rabiar aún más, solo debía de apurarse antes de que fuera más tarde.
—Anirak...
Escuchó como la llamaron por lo que giró para ver a la adolescente frente a ella.
—Buenas noches, Hannah.
No tenía ningún problema con ella, hasta ahora, pero ¿Cuál era su necesidad de meterse con sus dos hijos?
Si estaba con Regulus ¿Por qué ahora está con George?
Por unos segundos pasó por su cabeza la idea de que ella estaría haciendo magia voodoo, quizá sonaba descabellado, pero poco sabían de su familia, solo que vivía con una tía y sus padres estaban muertos.
¿Esa tía sabría sobre esa magia?
—Yo...quería hablar contigo—le sonrió la menor acomodándose con el cabello—...con todo esto que ha sucedido, espero no estés enojada conmigo o que me odies...sé que es raro, pero entenderás que los sentimientos no se pueden controlar, y lo que pasó entre George y yo solo sucedió de la noche a la mañana, ninguno pudo controlar sus sentimientos.
Anirak enarcar la ceja sin ninguna expresión en el rostro.
—¿Y qué hay de los sentimientos de Regulus? Estabas con él y sin ninguna explicación comienzas a estar con George —frunció los labios con molestia—, aparte, mi hijo no tenía ese comportamiento y mucho menos habría golpeado de esa manera o amenazado a cualquiera de su familia, y ahora que está contigo lo hace.
Hannah negó suavemente.
—Lo que pasó entre Regulus y yo es parte del pasado —trataba de mantener la mejor sonrisa falsa—...y sobre la actitud de George, no es mi culpa que él se esté mostrando como realmente es, ya estaba cansado de tener que contenerse por siempre ser el buen hijo y hermano, ahora solo quiere ser él.
—Conozco bien a mis hijos y sé que él no es así—Anirak la veía buscando leer sus emociones y se dio cuenta de la falsedad en su risa y tono de voz dulces — ¿Qué es lo que quieres realmente? Eso de que los sentimientos y no sé qué tanto dices, no me lo creo ni por un segundo. Solo estas causando que mis hijos peleen entre ellos ¿Eso te hace feliz?
—Yo solo quiero lo mejor para George, te prometo que lo hare muy feliz, incluso él me ha dicho que sí quiero después de terminar el colegio podemos vivir juntos —hablo emocionada—, me imagino que Anired te habrá dicho miles de cosas malas de mí, pero solo son por sus celos de hermana menor, y supongo que creíste que Georgie iba en serio con Lie, pero al parecer ella solo lo estaba usando.
—¿Usando?
Anirak no creía nada de lo que le decía la rubia, su instinto le dictaba que desconfiara de ella a más no poder.
—Sí, para darle celos a su ex novio, por eso George se molestó, tuve que consolarlo, estaba muy triste.
Anirak negó sonriendo suavemente.
—Hannah, no sé, ni me interesan tus juegos o tu palabrería, pero créeme que me voy a encargar de descubrir todos tus trucos.
Advirtió, Hannah no supo porque de repente se sintió tan pequeña y débil ante ella, los ojos grises eran tan feroces que imponían.
—¿De qué trucos hablas?
—Tú sabrás a cuáles me refiero, y espero no volverme a enterar que estás molestando a Anired, porque voy a intervenir y ten por seguro que no será de manera amable, y más te vale que dejes de causar problemas entre mis Regulus John y George Sirius.
—¿Me estás amenazando, Anirak?
—Yo no amenazo, Hannah, te estoy advirtiendo lo que va a pasar —hizo una pausa —, y para ti soy la señora Black-Weasley, que tú y yo no somos amigas.
Fue lo último que dijo para retirarse dejando a la adolescente sola que soltó una maldición en voz baja, en esos momentos le dio la razón a su tía, Anirak Black-Weasley era una mujer desespérate y altanera que causaría que cualquiera la odiaba, solo por eso ansiaba más terminar con todo su plan que ya estaba en marcha, solo era cuestión de tiempo para verla hasta el piso y en desesperación por tener una familia completamente destruida.
Sonrió para ir a buscar a Deyan, pues su siguiente paso seguramente sería mañana.
La azabache salió del castillo viendo a un pelirrojo que la esperaba, se acercó rápidamente temblando con suavidad debido a la llovizna de la media noche.
—Debiste traer suéter, muñeca —masculló el más alto para quitarse el saco y colocarlo sobre los hombros— ¿Cómo te fue con George?
—Gracias —le sonrió suavemente y suspiro—...mal, parece otra persona, como si no fuera nuestro George Sirius... ¿Qué pasó con Regulus? Estaba dormido cuando lo fui a ver.
—Platiqué con él hasta que se durmió, está demasiado golpeado y emocionalmente mal...toda la pelea fue por Hannah, para sorpresa a los dos les gusta.
Saco de la bolsa del pantalón una cajetilla de cigarros para tomarlo con los labios y guardarla rápidamente evitando que los demás se mojaran por las gotas de agua que escurría de su centelleante cabello, Anirak le extendió su varita ayudando a encender el cigarro gesto que Fred agradeció.
—Sí, eso fue lo que entendí... ¿Desde cuándo a ambos les gusta la misma chica? Según yo George gustaba de Amalie, escuchabas como hablaba de ella, parecía muy ilusionado, no me cabe en la cabeza que de la noche a la mañana este con Hannah.
—No confío en Hannah, hay algo en ella que no me termina de convencer y menos ahora con esto —le dio unas cuantas caladas al cigarrillo para dárselo a su esposa que lo imitó, tomó la mano de la más baja y comenzaron a caminar hacia el pueblo mágico—...es como si ocultara demasiadas cosas.
—Estoy en las mismas, Fred, algo tiene...y, de hecho, la actitud de George Sirius me recordó mucho a George, cuando Ellie usó la magia muggle en él.
Fred aceptó el cigarro de vuelto viéndola por unos segundos, tenía la nariz arrugada y los labios fruncidos indicando que estaba preocupada, ambos compartían el mismo sentimiento temiendo que la historia de hace años se repitiera.
—¿Crees que alguien lo haya hechizado?
Anirak soltó un suspiro apretando la mano del pelirrojo y asintió.
—Es difícil para alguien de la edad de Hannah, sin embargo, sabemos poco o nada de su familia.
—Me encargare de investigar sobre ella ¿de acuerdo? Tal vez algunos de mis conocidos sepan algo al respecto o incluso podría tratar de que Hermione me dé su registro de nacimiento, siempre y cuando haya nacido en Bulgaria.
—Me parece bien, yo buscaré el registro en el ministerio británico —vio a Fred tratando de animarse a sí misma, en sus peores momentos él siempre era el ancla que la mantenía a flote—, tenemos que apurarnos, no quiero que después vaya a ser muy tarde.
—Todo estará bien, amor —le dejo un corto beso en la sien rodeándole los hombros con el brazo para atraerla más a él sin dejar de fumar—, encontraremos una solución a todo esto.
Anirak ansiaba creer en las palabras de su esposo, no quería ver cómo sus hijos peleaban por una chica y también le preocupaba Anired, que cuando la vio parecía demasiado afectada y asustada por la pelea de los menores, temía en cómo todo ese problema afectaría a la azabache que resultaba ser muy unida a ellos.
Le imploraba a Merlín que todo se solucionara lo más rápido posible.
⚜⚜⚜
El sol entro por la pequeña ventana golpeándole el rostro, parpadeo varias veces cuando lo ofusco y observó al rubio que bostezaba a su lado.
Al menos la inflamación ya había bajado lo que le permitía tener una mejor visión.
—Ni siquiera ha ido a clases —menciono Freddos terminando de picar una manzana en pequeños trozos—...es raro ¿No? George Sirius nunca faltaba a clases y ahora se comporta todo extraño.
—Solo se está mostrando como realmente es —Regulus se sentía cansado y decepcionado, no quería ver a su hermano ni a Hannah—...es un imbécil.
—Solo falta que deje el colegio.
Freddos le entrego la manzana al azabache, al menos Regulus tenía justificación para faltar a clase y el menor aprovechaba sus horas libres para hacerle compañía.
—¿Has visto a Anired?
Cuestionó el Black-Weasley algo preocupado ya que George Sirius la había amenazado, a pesar de estar peleados quería saber de ella.
—Después de que vinieron tus papás se fue a dormir, la vi en el desayuno con Zed y Alex, y hace rato en los pasillos en compañía de Scorpius que la llevo a su clase de pociones, se ve algo triste y creo que tampoco ha hablado con George, me imagino que no tardará en venir a verte.
—Claro, si no es que me sigue odiando.
Murmuró metiéndose un trozo de manzana.
—Pues, no creo que te odie, te defendió de George Sirius, si no hubiera sido por ella, él te habría dejado peor.
Regulus soltó un suspiro para terminar de comer la manzana, no tenía ni ánimos para platicar, quería que todo eso terminará de una vez y las cosas fueran como anteriormente, incluso cuando se fue a dormir deseo que todo eso solo se tratase de una pesadilla y al despertar las cosas siguieran su curso normal, pero nada fue así.
Se cuestionaba una y otra vez que es lo que había hecho mal y porqué su hermano parecía guardarle un gran rencor.
Desvío la mirada al escuchar la puerta abrirse y un nudo en la garganta se le formó al distinguir a la persona que acababa de entrar, se daba cuenta de cuánto la extraño en esos días.
—Hola...
Murmuró dejando la mochila en el suelo y acercándose a los dos varones, Freddos la saludo con una enorme sonrisa.
—Pensé que vendrías más tarde.
—Hoy mis clases terminaron temprano...
Se detuvo frente a la camilla viendo al mayor.
—¿Y tu perro guardián?
Cuestionó Regulus extrañado de no ver a D'Acanto con ella, a veces se preguntaba si la seguiría hasta en el baño.
—Desde ayer que no lo veo, ni a él o a Amalie—hizo una pausa viendo el rostro de Regulus que aún tenía marcas de los golpes—. Supongo que está molesto por lo que sucedió, aunque no lo culpo.
—¿Cómo estás?
Freddos observaba a los dos hermanos esperando que no pelearán.
—Bien...creo...no sé realmente, es todo demasiado extraño... ¿Tú cómo estás?
—¿Estás comiendo bien?
Alzo la ceja viendo que su hermana parecía ser más delgada incluso los huesos de los pómulos los tenía demasiado marcados y era como si se hubiera vuelto más pequeña.
—Sí, estoy comiendo como siempre —se encogió de hombros—... ¿Te duele mucho?
—¿Segura? Te ves muy delgada...
Anired negó varias veces.
—Los golpes te afectaron la vista...estoy como siempre.
Regulus decidió dejar el tema sabiendo que por más que le insistiera le respondería lo mismo, probablemente era solo su imaginación o el hecho de no haberla visto de cerca durante varios días.
—Me duele un poco, pero ayer fue peor.
Un silencio se formó entre ellos, ya que al parecer ninguno sabía que más decir, hasta que la azabache lo rompió.
—Hannah...le hizo algo a George...estoy segura.
Murmuró, Regulus se tensó de inmediato ante los nombres mencionados.
—¿Qué le va a hacer? No tenía la varita para decir que estaba controlado por un imperio y la Amortentia no te vuelve violento, solo es George comportándose como es realmente.
—¡¿Qué?! ¡No, no eso! ¡Hay otra cosa! —exclamo rápidamente acercándose a su mochila donde buscaba una libreta—... el cambio de personalidad de George no es normal, por mucho que se enoje o lo que sea nunca actuaria de esa forma, ni siquiera cuando tuvo ataques de ira en otras ocasiones él llego a amenazarme...
—Anired, por favor...no seas ingenua—pidió Regulus intercambiando miradas con Freddos que le daba la razón al azabache—... todos sabíamos que siempre callaba lo que realmente pensaba, al parecer el querer estar con Hannah fue lo que lo impulso a mostrarse como es en verdad.
—¡Por Merlín, Regulus! George no soportaba a Hannah —Anired saco una libreta de piel negra hojeándola rápidamente— ¡Él no te traicionaría de esa forma, aparte le gustaba Amalie, él me lo dijo!
—¡Anired, ya basta! ¡Deja de creer que todas las personas son buenas!
—¡En el cuaderno de notas que me dio mamá, ella escribió sobre una magia rara, puede ser eso! ¡Tal vez Hannah hizo algo!
—¡Anired, es suficiente! —gruño Regulus cuando la cabeza le comenzó a doler y de repente un enorme enojo lo recorrió por completo—... ¡George está mostrando su verdadero yo...siempre ha sido una serpiente traicionera! ¡¿Por qué crees que quedo en Slytherin y no en Gryffindor? ¡Todos saben que los Slytherin son traicioneros!
—¡Te recuerdo que yo también soy Slytherin! ¿A caso yo también soy eso que tanto dices! —Regulus guardo silencio viendo hacia otro lado dándole a entender que no quería escuchar nada más — ¡Eres un idiota, lo golpes también te afectaron la cabeza!
Freddos tampoco intervino, y la menor al ver que ninguno parecía dispuesto a escuchar lo que ella decía opto por irse sin siquiera decir nada, tomo su mochila y salió de ahí.
Algo en ella, ese instinto que algunas veces despertaba le decía que su hermano estaba en grave peligro, pero nadie parecía quererla escuchar, ni Regulus, Zed, Alex e incluso Scorpius también parecía dudar de lo que hablaba, la tomaban a loca y eso la hacía sentirse peor.
No era una niña que aun creía en los cuentos de hadas, pero estaba segura que tenía razón, algo en la libreta de notas que alguna vez perteneció a su madre parecía indicar todo lo que le pasaba al pelirrojo.
Y su cerebro de repente hizo click, probablemente Max o Amalie la escucharían, Maxence siempre apoyaba sus ideas así que si le decía la ayudaría a buscar una solución.
Y con esa idea en la cabeza salió corriendo hacia el carruaje de Beauxbatons.
[...]
El pecho le dolía al igual que la garganta por tanto haber sollozado hace algunas horas, no quería seguir sintiéndose de esa forma, pero mientras más escuchaba las voces de Max, Itziar y Scorpius volviendo al tema, el sentimiento la ahogaba lentamente.
Miles de dudas la invadían aumentando sus inseguridades...todo lo que paso con George ¿Solo fue una ilusión?
Llego a creer que él era excepción que tanto esperaba, pero con lo sucedido sus esperanzas se desvanecían.
¿A caso fue porque esa vez no quiso tener sexo con él?
O
¿Tan grande fue el enojo del pelirrojo por lo que sucedió en su dormitorio que decidió irse con Hannah?
E incluso el recuerdo de su encuentro con Hannah en el baño volvió a su mente.
¿Si fue cierto? ¿Ella era una veela y todo lo que paso con George Sirius fue culpa por esos "encantos"?
Aunque eso explicaría porque todas sus relaciones siempre terminaban igual, siempre la remplazaban por alguien más, dejándola a un lado sin importar lo que ella sintiera.
¿Alguna vez alguien la querría de forma seria?
Era como estar vacía nuevamente, como si una parte de ella se marchitara por dentro llegando a romperse tras cada decepción, una peor que la otra.
Cuando creía que las cosas mejoraban poco a poco, se volvía a decepcionar llegando a temerse y culparse a sí misma.
Al parecer todo ese tiempo estuvo controlando a George Sirius de una u otra forma, provocando que hiciera cosas que él no deseaba, que sus sentimientos fueran mentira y se engañara él mismo.
¿Qué clase de persona tan ruin hacia eso?
Se temía a si misma por no poder controlar, y es que al inicio dudo, pero ahora haciendo un recuento todo lo que había vivido coincidía con las características de una veela.
Vio a su hermano, estaba demasiado enojado, lo podía ver en cada una de sus expresiones, quería decirle que la dejara, que no desperdiciara su tiempo con ella, porque era un castigo que se merecía, pero el rubio no la dejaría, lo conocía a la perfección, también se sentía culpable por eso, conociéndolo evitaría a todos los miembros de la familia Black-Weasley culpándolos por asociación y sin duda, de esa manera alejaría a la menor de la familia, porque Maxence algunas veces tenia actitudes muy groseras y pesadas.
—No vas a ganar nada con ir a romperle la cara —Scorpius trataba de detener al menor de los gemelos antes de que hiciera una estupidez—, viste como se puso con Regulus e incluso amenazo a Anired, siendo que son sus hermanos, a como esta no sé qué se atrevería a hacer.
—A pesar que me gustaría la idea de que alguien lo golpee, Scorpius tiene razón —comento la pelirroja—, solo vas a ganar que te expulsen y tan solo faltan unos cuantos meses para que te gradúes.
—Es un hijo de puta, se merece que lo golpee —rezongo el rubio caminando en círculos—... ¡Jugó con mi hermana, no es justo que ella sufra por él!
Maxence tenía un lio en la cabeza, ya que ir y armar una pelea con el pelirrojo significaba terminar discutiendo con Anired, con la que iba demasiado bien, no quería, pero su enojo contra él era demasiado grande.
Sabía que estaba mal, pero ni siquiera quiso ir al castillo por no toparse a la azabache, ya que solo recordar que era hermana de la persona que había estado jugando con su hermana lo hacía molestarse, ella no tenía ninguna culpa, pero conociéndose diría algún mal comentario que la heriría, aunque probablemente si la seguía evitando ella también se sentiría mal, no tenía ni idea de cómo actuar o que hacer.
—Ya...ya dejen de hablar de eso —pidió Amalie con una voz cortada y cansada—...solo hagan como que nunca paso, como si George y yo nunca nos hubiésemos conocidos, al final de cuentas él no me debía ninguna fidelidad, nunca fuimos nada.
—Pero...Lie...ese idiota no debió de hacer eso y mucho menos ir con la que se supone que era novia de su hermano—se quejó Itziar—, no se vale que jugara así contigo, porque eso fue lo que hizo.
—¡Solo ya no quiero saber nada de él! —pidió la mayor queriendo que se callaran y dejaran de hablar, la culpabilidad solo aumentaba tras cada que decían que él estaba con Hannah—...Solo sigamos como siempre, como si nunca hubiésemos venido a este estúpido colegio ¿sí? Como si nunca lo hubiera conocido. No quiero saber nada más, nada que tenga que ver con él.
Maxence solo asintió soltando un gruñido al ver por el ventanal del salón principal del carruaje y reconocerla, sin decir nada dejo a su hermana con Itziar y Scorpius para salir del carruaje.
Sabía que Amalie estaba demasiado herida y si hablaba con Anired las cosas serían peor.
Cerro la puerta del carruaje esperando que no notaran por qué salió y camino unos cuantos pasos para verla, ella se acercó y parecía feliz de verlo, quería abrazarla, pero necesitaba alejarla de ahí a como dé lugar.
—¡Max! —Anired se acercó a él algo extrañada por su rostro serio—...no te vi en todo el día, ni siquiera fuiste a desayunar...
—Estuve con mi hermana...
—Me imagine... ¿Cómo está?
—Mal...ya sabes...triste...
Anired suspiro y se mordió el labio inferior, claro que entendía que Maxence estuviera molesto, ella estaría igual si las cosas hubieran sido al revés, aunque le dolía un poco que se comportara tan serio con ella.
—Si...de hecho, necesito hablar con ella y contigo—lo vio esperanzada porque él la escuchara—...sé que George Sirius se comportó como un imbécil, pero hay algo...algo que puede explicar porque tiene esa actitud, estoy segura que Hannah lo embrujo de alguna forma para que actuara de esa manera.
—Anired...no...no trates de justificarlo—pidió el rubio—, Amalie está mal por su culpa, estuvo llorando toda la noche porque ese idiota jugo con ella.
—¡Pero, es que algo le hicieron! ¡Mi hermano nunca haría eso! —lo vio molesta porque no la quisiera escuchar estaba actuando tal como Regulus, Zed, Alex e incluso Scorpius lo hicieron—... ¡Hannah hizo algo, George nunca jugaría con Amalie!
—¡Anired, basta! ¡¿Viste como dejo a tu hermano?! Casi lo mata a golpes e incluso amenazó con hacer lo mismo contigo... ¡Es un hijo de puta, mi hermana cayo en su juego y ahora ella es la que está sufriendo!
—Si tú no me quieres escuchar, hablare con Amalie —contesto dispuesta a entrar al carruaje cuando el rubio se paró frente a ella frenándole el paso— ¡Déjame pasar, Maxence!
—¡No, ella no quiere saber nada de él, así que no te voy a dejar hablar con ella!
Anired se alejó un poco viéndolo demasiado dolida.
—No solo estas molesto con mi hermano...también lo estás conmigo ¿no es así?
Maxence siempre prefería mantenerse lejos de la gente porque no sabía bien cómo manejar sus sentimientos, por lo regular nunca pensaba antes de actuar y sus actitudes eran impulsivas, su raciocinio siempre se apagaba cuando alguien hería a las pocas personas que consideraban importantes y lo peor es que no solo se enojaba con la persona que lo causaba si no con las que compartían lazos con dicha gente, y que Anired quisiera defender a George Sirius no ayudaba en nada.
—Solo no es buen momento, Anired...lo mejor es que mi hermana no tenga contacto con nadie que esté relacionado con George y hablar de él solo empeorara todo.
—Déjame pasar.
Volvió a pedir llegando al límite de su paciencia y demasiado dolida porque Maxence no confiara en lo que ella decía.
—No, Anired, no me voy a quitar.
Maxence veía cada uno de sus movimientos por lo que le fue fácil desviar el hechizo que le lanzo con rapidez y volver a repetir que no la dejaría pasar, la azabache lo único que necesitara es que alguien la escuchara, porque conocía demasiado bien a George Sirius y estaba más que segura que esa loca le había hecho algo obligándolo a actuar de esa manera y debía de encontrar alguna forma de detenerla.
Los hechizos iban y venían, realmente ninguno se atacaba de manera correcta ya que no querían herirse, Maxence solo buscaba desviar sus hechizos y Anired quitarlo del camino por unos centímetros para entrar corriendo.
Continuaron unos minutos más de esa forma hasta Max desvió un hechizo de la menor, pero le dio directo a ella provocando que cayera a unos cuantos centímetros de rodillas y con las palmas en el suelo.
—¡Mierda! —gruño el alemán acercándose corriendo a ver que estuviera bien—...no quería que te lastimaras.
Explico agachándose a su altura y viéndole las palmas llenas de sangre y tierra, la tomó del mano dispuesto a ayudarla a levantarse, pero ella fue más rápida y lo empujo al suelo aprovechando que no estaba bien parado.
Se colocó sobre él, y quizá en otros momentos Maxence aprovecharía eso para hacer un comentario en doble sentido o incluso tocarla de una u otra manera, pero las cosas no fueron así.
—Incarcerous...
Conjuro Anired apuntando a las manos de Max que de inmediato fueron encadenadas al suelo.
—¡Anired, quítame esto de inmediato!
—Te dije que me dejaras pasar.
Se levantó para tomar la mochila e ir corriendo al carruaje mientras Max le gritaba diciéndole que lo soltara en esos momentos siendo ignorado.
Anired agradeció que la puerta no tuviera ningún hechizo, entro de inmediato para buscar a la rubia, recorrió algunos pasillos y la cocina, dudo en ir a los dormitorios ya que tendría que tocar puerta por puerta y en una de esas podría encontrarse con Camille Dubois que seguramente la regañaría por estar ahí sin permiso.
Decidió hacer una parada en el salón frente a la cocina y soltó un suspiro de alivio al ver a Scorpius platicando con las dos estudiantes de Beauxbatons, sin perder más tiempo se acercó sabiendo que en cualquier momento algún alumno o maestro podría soltar a Maxence o incluso él mismo si llegaba a alcanzar su varita.
—¡Amalie!
Llamo la azabache, Scorpius e Itziar la miraron con curiosidad, Amalie solo le sonrió suavemente, a pesar de todo le seguía agradando, incluso quería disculparse con ella, ya que si estuvo controlando a George Sirius lo podría haber hecho con su familia para agradarles.
Deseaba negarse a creer en las palabras de Hannah sobre ser una veela, pero por más que le daba vueltas todo recaía en lo mismo.
—Tengo que decirte algo, sé que suena muy loco...pero, estoy segura que algo le paso a George Sirius —hablaba rápidamente buscando como explicarle eso que parecía poco creíble, pero estaba segura que era la verdad—...Hannah le hizo algo, él no actuaria de esa forma...
—Anired...por favor, ya basta —pidió Scorpius viéndola fijamente—...no hay forma que Hannah sepa usar esa clase de magia, es demasiado avanzada y se necesitan años de práctica, aparte ¿Quién se la enseñaría? Dudo que alguien de su familia sepa, solo son contados los magos que conocen la magia muggle...
—Tú conoces a George Sirius, sabes que no sería capaz de algo como eso —explico implorando porque alguien creyera en sus palabras, pero todos parecían hacer oídos sordos y tomarla a loca—...George nunca le haría algo así a Amalie, él enserio gustaba de ella, nunca jugaría así con una chica...
Amalie solo escuchaba lo que ella decía sin saber bien que decir, era extraño y algo en ella le dictaba que hiciera caso a lo que la menor decía, pero otro lado le decir que todo era su culpa.
—Anired, para, ya—voltearon a ver al rubio que entro, tenía ropa en la tierra, gracias a su varita no quedo tan lejos pudo liberarse—...George Sirius decidió actuar así, solo deja de creer que lo puedes justificar.
Había algo que los obligaba a no creerle, era extraño, pero los hacia no querer escucharla.
—¡Conozco a mi hermano, sé que no es así!
Apretó la mochila contra ella sintiéndose desesperada, nadie quería escucharla por más que lo pedía.
—George Sirius solo te mostro lo que él quería —la voz de Itziar llamo la atención—...me refiero a que él se mostró contigo como el hermano perfecto, y tal vez lo que te dijo la otra vez Hannah era la verdad, incluso puede ser que desde hace tiempo estuvieran juntos.
Anired vio a los cuatro con los ojos llenos de lágrimas.
—¿Ninguno piensa creerme o escuchar? —nadie respondió, Amalie no tenía palabras y los otros tres se quedaban en la misma posición—... ¿Scorpius? —el peli plata negó suavemente, y los ojos grises fueron a Max —...Max... ¿no confías en mi a pesar de todo lo que... teníamos?
El rostro del rubio se suavizo al escucharla y verla de esa manera, sintió el corazón oprimido notando las delgadas lagrimas que recorrían las pálidas mejillas.
—Anired...yo...no...no me pongas en medio esto...
Ella lo vio con decepción, tomo sus cosas y se alejó de ahí dándose cuenta que ninguna persona parecía querer hacerle caso.
¿Por qué nadie le creía?
¿Era tan difícil?
Solo quería que la escucharan porque no tenía ni idea de cómo enfrentarse a aquello que MoongBlaxott-Blyley le estaba haciendo a su hermano, las personas en las que más confiaba le estaban dando la espalda.
Pensó que después de todo, Maxence confiaría en ella como ella lo hacía con él o mínimo la escucharía.
Los ojos le ardían y las lágrimas se volvieron más espesas al sentirse tan sola y sin saber cómo ayudar a George Sirius, quería que su hermano volviera a ser el de siempre y no aquel idiota primitivo que incluso la amenazo.
La noche caía y con ella su llanto se hizo más notable conforme se acercaba al castillo, agradeció que la mayoría ya estuviera en sus dormitorios, tal vez podría hablar con su madre y ella le haría caso...Pero... ¿y si le daba la espalda como todos aquí?
Se detuvo frente a la gran puerta tratando de calmarse, se negaba a entrar llorando de esa manera, debía tratar de calmarse para buscar una solución.
—¿Nir? ¿Estás bien?
Al escuchar esa voz volteo topándose con uno ojos verdes que la miraban con preocupación.
—Si...no es nada.
Respondió con la nariz roja y limpiándose las lágrimas.
—Tú no lloras por nada, te conozco —subió la escalinata para quedar frente a ella— ¿Alguien te hizo algo? —la menor negó varias veces— ¿Es por lo de tus hermanos?
—¿También te enteraste?
El mayor se encogió de hombros.
—Todos...aunque es demasiado extraño...me refiero...conozco a George Sirius desde niños, él nunca actuaria así...
Anired lo miro confundida.
De todas las personas, nunca creyó que Deyan le diría algo así.
—¿Qué?
—Bueno...no debería de meterme, pero lo he estado pensando —hizo una pausa—...actuó como loco, sé que algunas veces se agarra a golpes, pero siendo sinceros...nunca le haría eso a Regulus y mucho menos te amenazaría a ti... ¿No será que alguien lo hechizo? Tal vez con un imperio o algo parecido—vio el rostro de la menor que se ilumino—...y por lo que veo...piensas lo mismo ¿no es cierto?
—George nunca ha sido así...estoy segura...pero, nadie me quiere creer...
La voz se le rompió al decir eso, Deyan le limpio las lágrimas.
—Yo si te creo, Nir, sé que tu hermano no es así —le sonrió tratando de animarla—...y créeme, si hay algo en lo que te pueda ayudar dime, tal vez encontremos la solución juntos.
—¿Por qué tú si crees en mí y me apoyas?
—Porque te conozco, Anired, se lo inteligente que eres...aparte ¿no lo recuerdas? —enarco la ceja de forma graciosa—...desde niños te prometí que siempre estaría para ti, sé que terminamos porque he sido un idiota...pero esas cosas no van a cambiar, mis promesas prevalecen.
Anired se sintió aliviada de que por fin alguien creyera en ella y la escuchara.
Pero... ¿Por qué nadie le pudo creer como Deyan? Era lo único que necesitaba.
El castaño permaneció un gran tiempo hablando con la azabache afuera del castillo, escuchando todo lo que tenía que decir y ambos llegaron a la conclusión de que se trataba de otra especie de magia, magia muggle.
Deyan se comprometió a ayudarla y no se fue de ahí hasta ver que entro con un mejor semblante.
El Granger-Krum sonrió para el mismo y se dio la vuelta para caminar al invernadero sabiendo que le esperaban unos grandes reclamos, pero al menos algo salió bien.
Nunca creyó que Hannah serviría para algo y mucho menos que pudiera hacer que nadie le creyera a la azabache, dándole una gran ventaja al dejarla tan vulnerable y aislada, solo era cuestión de tiempo.
Debería de continuar por unos días más con esa faceta y pronto volverían, sin duda fue más fácil de lo que creyó, e incluso con esa nueva oportunidad las cosas mejorarían, ya que Anired no tendría tanta gente encima de ella, estando tan decepcionada de sus amigos y familia no tendría de otra que aferrarse a él y al cariño que le diera, era como un pequeño gato callejero que con unas cuantas caricias lo seguiría al fin del mundo.
Borro la sonrisa al ver a la castaña recargada de la puerta del invernadero, estaba demasiado enojada y lo notaba con tan solo ver su rostro.
—Tardaste mucho...
Deyan le sonrió y camino hacia Stella.
—Lo siento, tenía que hacer algunas cosas.
—Al parecer todo te salió bien...
Hizo un puchero mientras se quejaba, él se detuvo frente a ella acariciándole uno de los largo mechones de cabello.
—Demasiado bien, Stella...solo tengo que tener paciencia...
—Me alegro por ti.
—Sabe que no solo lo hago por mí—la tomó de la mejilla provocando que lo viera a los ojos—, es la única forma en la que puedo mantener a raya a Lyubomir y de esa forma tú podrás estar estudiando sin ningún problema en Durmstrang...
—Si...lo sé, Deyan...por eso también he evitado que la gente se entere de todo.
Él asintió y se inclinó dejando un suave beso que de inmediato fue correspondió.
Stella odiaba tener que aguantar ver a Deyan a lado de la azabache, pero lo tenía que hacer si quería poder seguir estudiando en Durmstrang y mantenerse a salvo, algunas veces le molestaba tener que ser el secreto de Deyan, pero se consolaba así misma sabiendo que cuando él tuviera el poder que tanto deseaba, ella por fin podría estar con él públicamente.
Los ojos castaños se abrieron al sentirse observados y empujo al Granger-Krum con fuerza reconociendo a D'Acanto.
—Al parecer no somos los únicos aquí...
Murmuro, Deyan se giró de inmediato viendo a Maxence que metía las manos dentro de su chamarra observándolos con una pequeña sonrisa.
—Pero...si es el rubio de Beauxbatons—se alejó de Domerling—... ¿Se te perdió algo?
—Nada que les importe...
Fue lo único que respondió alejándose de ahí, Stella vio con preocupación al más alto que solo sonreía.
—¡Ese imbécil va a decir lo que vio!
Deyan negó varias veces sin borrar la sonrisa.
—Cálmate—pidió con una tranquilidad que incluso a Stella le asustaba—...no le van a creer nunca a un idiota como él, de eso yo me encargo.
La felicidad de Deyan aumento dándose cuenta que todas las piezas se acomodaban perfectamente dándole más ventaja para lograr lo que tanto deseaba.
⚜⚜⚜
La rubia se removió en la cama acomodándose en el pecho de su esposo que le acariciaba el cabello mientras trataba de regular su respiración.
—Amo a nuestros hijos, pero enserio amo que no estén aquí...
Murmuro George de manera divertida, Lys le golpeo suavemente el pecho negando.
—Tonto...
—Es que cuando están aquí es raro que podamos tener sexo...y créeme que tener tu bonito culo no es nada lindo cuando no lo puedo coger...
—Tantos años y sigues siendo un completo pervertido.
Le sonrió para besarle la mejilla.
—Pero así me amas.
—A veces —George hizo una mueca y ella soltó una pequeña ricita—, siempre te amo, amor.
—Te amo más.
Lys lo beso cortamente para levantarse de la cama e ir al baño, él soltó un pequeño silbido al verla pasar completamente desnuda para después estirarse y sentarse en la cama mientras destensaba el cuerpo.
Amaba la vida que tenía, una hermosa esposa y dos hijos, que, aunque a veces lo hacían enojar, los amaba demasiado, no cambiara nada de eso ni por todos los galeones del mundo.
Gozaban de una increíble tranquilidad, aunque no negaría que estaba un poco asustado por la nueva aparición de Pierre Delacour y Ellie Yaxley, esperaba que pronto fueran detenidos antes de que hicieran daños irreparables como hace años.
Escucho el golpeteo en la ventana así que con extrañeza se colocó el bóxer para ir a abrir y recibir una lechuza gris que traía un raro pergamino que tomo aceptando, el ave ululo para irse volando.
George cerro la ventana y regreso la cama mientras desataba el pergamino, antes de leer vio una pequeña nota que leyó de inmediato:
"George y Lyssane Weasley, al parecer su querido hijo no es lo que aparenta"
Confundido vio el pergamino dejando escapar un jadeo de sorpresa al ver la foto de su hijo menor con otro varón en medio de sus piernas, de inmediato leyó el contenido quedándose completamente pálido y sin palabras:
"¡El Querido Zed Weasley- Delacour heredo el gusto por el exhibicionismo de sus padres!
Si por algo se le conoce al matrimonio conformado por Lyssane y George Weasley en el mundo muggles es por haber tenido sexo en el Coliseo Romano, terminando en televisión nacional y varios periódicos.
Y al parecer le han heredado ese gusto por el exhibicionismo al menor de sus hijos, ya que ha sido captado en medio del salín de pociones de Hogwarts gozando mientras otro alumno —ni más ni menos que su inseparable amigo: Alexander Malfoy—, le hacia una felación.
No sabíamos que el prestigiado colegio también fungía como hotel para los adolescentes, sin duda tiene muchos usos."
George dejo caer el pergamino sin poder creerlo.
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¡Hola!
¿Cómo están?
¿Qué les pareció el capítulo?
¿Teorías?
Bueno, quiero decirles que pasaré las actualizaciones para los fines de semana ya que comencé a trabajar y no me da el mismo tiempo escribir como antes, pero continuarán siendo largas incluso tal vez capítulos más largos ya que se viene algo extenso.
Así que sobre los comentarios, si llegan la actualización será ya sea el viernes o sábado en la noche, y si no hasta la próxima semana, espero lo comprendan, ya que de repente comenzaron a bajar siendo que la extensión sigue siendo las misma o incluso hasta más palabras.
Nos leemos, las tqm💙
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