Quince.
(Es un capitulo extenso y tiene smut, tal vez algún personaje sea algo dominante, así que si no les gusta pueden saltarse los últimos párrafos. También, no se olviden de comentar, ya saben mientras más comenten las actualizaciones son mucho más rápidas. Lovu.)
La azabache tomo la como de vino para dar un sorbo mientras hojeaba la revista frente a ella.
-¿A dónde irán siempre? -cuestiono la rubia con ceja enarcada- ¿Ya escogieron algún lugar?
Anirak sonrió y asintió.
-La ceremonia y la recepción serán aquí en la casa, solo nos iremos por una semana de viaje a la Isla Fiji -respondió dejando la copa sobre la mesa-, no estaremos lejos mucho tiempo de casa, ya que con lo del embarazo de Mónica queremos estar al pendiente, ya sabes, sus padres fallecieron hace unos años y con Kingsley enfermo no tiene a quien recurrir para las consultas y todo eso.
-Fred y tú parecen muy felices con la noticia.
Lyssane también compartía la felicidad de su hermano menor que pronto sería padre primerizo, al igual que quería a su cuñada y se alegraba mucho por ella, quizá la relación entre los dos menores era algo extraña, pero todos respetaban su decisión de llevar una copaternidad.
-Es nuestro primer nieto, claro que estamos emocionados -se notaba el brillo en la mirada de la Black-Weasley al hablar del bebé que pronto nacería-, todos estamos emocionados, al igual que mis padres están planeando de todo para el nacimiento de su primer bisnieto, hasta Regulus está peleando con Sirius sobre quien será el bisabuelo favorito -soltó una suave risita recordando las escenas que había presenciado de los dos mayores -, nos ha tomado por sorpresa.
-Espero sea una niña, ya hay muchos varones en la familia.
-Nired dice lo mismo, quiere que sea niña, ya sabes, a pesar que ama a sus hermanos y primos siempre ha querido una hermana menor.
-¿Qué has sabido del torneo de los tres magos?
Anirak soltó un suspiro, la preocupación volvió a su cuerpo al escuchar sobre el torneo de los tres magos, sabía que la selección fue hace unos cuantos días, sin embargo, aún no sabía nada, ya que los artículos en el profeta y toda la información comenzaría a salir el diez de noviembre, o sea, en una semana.
-No he hablado mucho con Jerome, parece extraño
No mentía, Jerome parecía demasiado distraído y solo hablaron cuando él le pidió que tratara de conseguir información sobre una chica: Amalie D'Acanto, le preocupaba ver así al rubio, era una persona a la que no solía preocuparle nada o tomarse la molestia, pero en esos días era otro.
-De hecho, él día que cenamos con él era como si no estuviera, no bromeaba y parecía demasiado callado.
-Tal vez sea el estrés del trabajo -Lyssane era su mejor amiga, pero si Jerome no le había contado nada sobre sus visiones, sueños y todo lo que la atormentaba, no sería ella la que lo hiciera -, ya sabes que tuvo que remplazar al director del departamento de magia internacional.
-Sí, demasiada responsabilidad para él y más con su nuevo puesto...
Lys no agrego más al escuchar unas masculinas voces acercándose, dos pelirrojos acaban de salir al patio mientras bromeaban y caminaban hacia el kiosco donde se encontraban.
-Hola, muñeca -Fred se acercó de inmediato a su esposa para dejar un corto beso sobre sus labios-, hola, Lys.
La saludo sentándose a lado de la azabache.
-Hey, Lyssie -George le sonrió para besarla y después saludar a su cuñada - ¿De qué hablaban?
-Ya saben, de la boda de Zib y Fred, del embarazo de Mónica, del torneo...de todo un poco -Lys recargo la cabeza en el hombro de George cuando él le rodeo los hombros con el brazo - ¿Cómo les fue en el trabajo?
Fred rodeo la cintura de la azabache para atraerla hacia él dejando que se recargara en su pecho y besarle el hombro desnudo repetidas veces, ganando pequeñas risas de Anirak.
-Bien, todo tranquilo -respondió sobre la blanca piel de la Black-, fuimos a Rumania a surtir el inventario, pero todo bien.
-Me alegro -respondió Anir alejándose de su esposo que soltó un bufido al no sentir su calor corporal.
-Por cierto, ¿Ya has sabido quienes van a ser los tres participantes del torneo?
Cuestiono George con curiosidad tomando la copa de vino que le extendía Lys.
-No, aun no, estoy esperando hablar con Jerome para que me diga algo al respecto.
-Siento que fue ayer cuando intentamos poner nuestros nombres en el cáliz -comento con una pequeña sonrisa el gemelo mayor para tomar la mano de su esposa y volverla a atraer hacia él.
-Y terminamos como unos ancianos -George sonrió recordando esos momentos-, quien diría que la línea de la edad de Dumbledore funcionara tan bien.
-Solo espero que esta vez ni George o Reg hayan intentado poner sus nombres -murmuro Fred como una súplica hacia Merlín-, aunque me preocupo más por Reg.
-Es idéntico a ti -comento Lyssane-, tiene tu temperamento y carácter, hasta quedo seleccionado en la misma casa que tú, no me sorprendería que lo hiciera.
-Lyssie tiene razón, siento que George Sirius no lo haría porque es el más sensato de los dos -George le dio la razón a su esposa -, lo bueno es que los dos no salieron iguales a nosotros, si no ustedes dos ya se habrían vuelto locos.
-Pero, tenemos a Anired -Anirak sonrió con suavidad al decir el nombre de su hija-, que, si bien es "adorable", es un demonio cuando se enoja o hace berrinche, aunque bueno, tiene a Zed y Alex para frenarla.
-No estoy muy seguro de Alex, ese niño y Anired juntos explotarían Hogwarts, todavía Zed es más tranquilo, lo bueno que se parece a Lys, porque si no siempre estaríamos en Hogwarts porque nos mandan a traer.
George sonrió recordando a su hijo, que, si era idéntico a Lyssane, de un carácter tranquilo y dulce todo lo contrario a su hijo mayor, que para su desgracia era igual a él a su edad, metiéndose en problemas siempre en compañía de Regulus John.
-Ni me digas, aun me acuerdo cuando me mandaron a traer porque Anired, Zed y Alex quisieron sacar un escusado del baño -murmuro Fred sobándose el puente de la nariz-, lo peor, es que fue al siguiente día que nos mandaran a traer porque Regulus y Freddos iniciaron una pelea en el campo de Quidditch.
Anirak solo negó con suavidad y sonrió al ver a cierto rubio que acababa de hacer acto de presencia.
-Hey -saludo el Delacour mayor quitándose el saco para dejarlo en una de los pequeños sillones que se encontraban a su lado - ¿Qué hacen?
-Platicando... ¿Vienes del trabajo? -Lys enarco la ceja viendo a su hermano mayor, estaba algo ojeroso y parecía cansado- ¿Estas enfermo?
-Estaba en la oficina -jalo el sillón sentándose frente a ellos-, no he dormido bien, he tenido demasiadas cosas que hacer.
-Andar de cama en cama, por ejemplo-se burlaron los pelirrojos.
Jerome puso los ojos en blanco, sabía que tarde o temprano tendría que decirles a sus amigos que Regulus John fue seleccionado para participar en ese tonto torneo, pero no encontraba el momento adecuado para hacerlo.
Y es que, no quería ver lo preocupados o incluso lo mal que se tomarían eso, sabía muy bien que lo que menos querían era que cualquiera de los dos mellizos participase, no porque creyeran que eran malos magos, si no que había la probabilidad de morir, él al igual que ellos tenían pensamientos pesimistas sobre esas pruebas.
-Por extraño que parezca, llevo más de dos semanas sin tener sexo -se estiro tratando de eliminar un poco de estrés-, tal vez sea la abstinencia que me tiene así -observo a Anirak con una sonrisa burlona - ¿Me ayudas a quitarme la abstinencia?
-Idiota -la azabache puso los ojos en blanco.
-Vete a la mierda -Fred le enseño el dedo de en medio abrazando a su esposa con más fuerza -, aléjate de mi mujer.
-Si la sigues abrazando de esa forma la vas a asfixiar -Lys solo se rio -...por cierto, Jerome ¿ya nos dirán quienes fueron seleccionados?
-¿Si les digo que no, me dejaran de preguntar? -Lys le lanzo una mirada seria y Jerome se resignó, era ahora o nunca -... está bien les diré -inhalo y exhalo para seguir hablando -...de Beauxbatons...es una chica...Amalie D'Acanto -Anirak abrió los ojos con sorpresa al reconocer ese nombre, el rubio evito verla -, de Durmstrang...creo que con eso todos nos pondremos contentos, porque hay probabilidades de deshacernos del tonto noviecito de Anired, Deyan fue seleccionado.
-¿Hablas enserio? ¿Puso su nombre después de todo lo que vivieron sus padres en el torneo de hace años? -cuestiono George, sabiendo que Hermione, quizá no vivió en carne propia como Harry, pero sí estuvo cerca cuando fue la muerte de Cedric, incluso su padre fue hechizado.
-Si...lo puso sin dudarla, al contrario, parecía muy orgulloso de ser el campeón de Durmstrang.
-¿Y qué hay del de Hogwarts?
Fred sentía una extraña intranquilidad en el pecho, busco la mano de su esposa para entrelazar sus dedos ya que ella era siempre la que le brindaba paz y tranquilidad.
Jerome vio al suelo por unos segundos, realmente no quería decirlo, incluso había hablado con Emmett Pemberton y los directores de las escuelas buscando como hacer que su ahijado no participara en el Torneo de los Tres Magos, pero no hubo ninguna manera, porque el cáliz hacia lo había decidido.
Se puso de pie acercándose al matrimonio Black-Weasley, Lys al notar eso se hizo una idea de lo que pasaba al igual que George, Anirak solo lo miraba con confusión mientras Fred apretaba más su mano.
-Anir -hablo colocándose en cuclillas para estar a su altura y tomo la mano que tenía libre, quizá en otra ocasión Fred habría hecho algún comentario para que se alejara, pero en esos momentos estaba completamente serio-...te juro que intente por todos los medios hacer que lo retiran del torneo, pero nada funciono...
-¿De qué demonios estás hablando, Jerome?
-Es Regulus John -se mordió el labio inferior sintiéndose extremadamente mal al ver el rostro de Anirak contraerse y llenarse de preocupación-...él...es el campeón de Hogwarts.
Lyssane soltó una exclamación de sorpresa, George se dejó caer por completo en el sillón, la expresión de Fred era indescifrable mientras las lagunas grises de Anirak se llenaban de lágrimas.
-No....no...no, dime que eso es una maldita mentira -su voz se cortaba ante cada palabra-... ¡Mi hijo no puede participar en esa estupidez! -veía fijamente los ojos de Jerome en búsqueda de ese brillo de diversión cuando hacia una broma, pero solo había seriedad en ellos-...por favor...no.
La ansiedad y preocupación recorría a la azabache al igual que a su esposo, era demasiado, conocían que Regulus era una persona osada e impulsiva, pero, siempre trataron de evitar que se metiera en esa clase de riesgos, trataron de brindarle una vida sin peligro, y ahora que estuviera en ese estúpido torneo era como si el mundo se les viniera encima.
El corazón de Jerome se contraía al ver las pequeñas lágrimas en los ojos de la mujer que tanto amaba, haría de todo para evitarla verla de esa manera, pero, justo en esos momentos no había nada que hacer.
-Anir...en serio, que hable con todo mundo pidiendo que lo eliminaran del torneo...pero...no hay opción, Regulus tiene que participar.
Jerome se levantó pasando la mano por su rostro en señal de frustración, todo el lugar estaba en completo silencio y lo único que se podía escuchar eran los sollozos de Anirak mientras Fred trataba de consolarla.
Era evidente que todos temían que Regulus John saliera herido, si bien, era un excelente mago, nadie olvidaría lo que paso en el torneo de mil novecientos noventa y cuatro, y como es que un joven brujo con toda la vida por delante fue asesinado.
Los ojos de Jerome vagaron entre cualquier lado, tratando de no demostrar lo mal que estaba, al igual que todos ahí, solo que no entendía porque su preocupación se volvía el doble de grande al recordar a la otra competidora: Amalie D'Acanto.
La vista de Jerome se topó sobre un libro de pasta gruesa color rojo, donde leyó el nombre marcado con letras doradas:
"Animales Fantásticos y Donde encontrarlo- Newt Scamander"
El libro azoto con demasiada fuerza contra la mesa de madera, ella apretó la mandíbula sintiendo el enojo y los celos recorrerla, estaba harta y eso era demasiado, todos esos días había tratado de controlarse, pero presenciar esa escena fue el colmo.
-¡Christopher!
Rugió Amalie al distinguir como, el que supuestamente era su novio abrazaba a la Hufflepuff frente a sus propias narices, Itziar y Max solo guardaban silencio contemplando la escena, al igual que varios alumnos que estaban en la mesa.
-Lie- el castaño se separó de Miranda y se puso de pie de inmediato-. No es nada de lo que crees, lo juro.
-¿Ah, ¿no? ¿Y entonces que es? ¡La estabas abrazando! ¡Y te recuerdo que tu novia soy yo, no ella!
Christopher se acercó a ella tomándola de la muñeca.
-Hablemos de eso en otro lado.
Pidió haciéndola caminar, ya que estaban llamando mucho la atención, Lie tomo su mochila de mala gana para seguirlo con el ceño fruncido.
En el camino varios los veían con curiosidad, pero las miradas eran especialmente para Amalie, la que llamaba la atención con su belleza de sobre manera.
Se detuvieron frente a la escobera, algunos alumnos entraban corriendo a dejar sus escobas o a los vestidores para cambiarse, Amalie se detuvo frente al castaño aun con el rostro lleno de molestia.
-Amalie, por favor -murmuro Laurent viéndola con arrepentimiento en la mirada -, no te hagas malas ideas.
-¿Cómo quieres que no me hagas malas ideas? -estallo la rubia para hablar sobre todo lo que había callado durante esos días -, si desde que llegamos a Hogwarts solo te la has pasado con ella, ni siquiera me has puesto atención, cuando te dije que tuviéramos una cita en Hogsmeade preferiste irte con ella antes que conmigo ¡Si tanto te gusta, solo dímelo!
Los ojos azules estaban empañados en lágrimas que trataba de retener para no denostarse débil.
-Lie...venimos aquí para conocer más gente, sabes que el objetivo de este torneo es establecer lazos con demás magos.
-Y al parecer tú te tomaste muy enserio eso de establecer lazos ¿no?
Él se sobo la sien con una expresión llena de exasperación, odiaba que Lie se pusiera de esa forma por estupideces.
-Ella y yo solo somos amigos, tú eres mi novia.
-¡Ni siquiera parece que yo sea tu novia! ¡Solo dime si te gusta y aquí termina todo, estoy harta de ver cómo me desplazas por ella!
Lie estaba dispuesta a irse cuando Christopher la tomo del antebrazo para detenerla.
-Maldita sea, Lie, estas actuando como una loca...deja de hacer un drama por algo que tú estás alucinando.
Que él, su novio, la llamara loca le dolió de sobre manera, esa palabra la hacía recordar cosas que prefería suprimir de su mente, era como si una y otra vez toda su infancia pasar por su cabeza, lo peor, es que no eran los momentos exactamente buenos.
-¿Loca? ¿Me llamas loca solo por decir lo que no me parece? -trato de alejarse, pero él ponía más fuerza -... ¡Eres un imbécil, suéltame!
-¡Te llamo de esa forma porque eso pareces, estás haciendo una maldita tormenta en un vaso de agua!
-¡Ya suéltame, vete con ella!
-¡No, hasta que arreglemos esta mierda!
-¡No tenemos nada que arreglar, Christopher, creo que ya está más que claro que la prefieres a ella! ¡Ahora suéltame si no quieres que te convierta en un maldito sapo para aplastarte!
Advirtió para sacar la varita y apuntándolo la fina punta de madera.
-Amalie, basta de tus estupideces.
Advirtió Christopher mostrando una gran ira en los ojos.
-Si ella está de esa manera no creo que sea una estupidez -una voz a lado de ellos llamo la atención de ambos-, creo que deberías de hacerle caso antes de que te transforme en sapo.
-¿Tú quién te crees para meterte?
Laurent giro de manera brusca para toparse con un pelirrojo que lo veía con superiorioridad y burla acompañado de un azabache que solo sonreía, ambos llevaban unas playeras de tirantes negras y unos pantalones del mismo color, estaban empapados en sudor, y cualquiera podía darse cuenta del gran parecido entre ambos.
-Umm...el que te partirá la cara si no la sueltas -respondió el Slytherin chasqueando la lengua -, deberías de aprender a hacer caso cuando una mujer dice que la sueltes, así que anda hazlo porque solo habrá dos escenarios posibles: uno donde Amalie te transforma en un sapo más horrendo de lo que ya eres, o el segundo que es en el que yo te rompo la cara...
Christopher soltó a Lie parándose de forma recta y desafiante para ver a George Sirius.
-Como si pudieras tan siquiera golpearme.
Mascullo viéndolo directamente a los ojos retándolo a dar el primer golpe.
Los mellizos intercambiaron una mirada para después verlo y soltar una sonora carcajada que hizo enojar más al francés.
-Vamos, imbécil -Regulus John se acercó empujándolo con suavidad para que caminara a otro lado cuando escucharon el silbato de Louis-Philippe que le llamaba la atención a unos alumnos que jugaban a golpearse con las toallas mojadas -, créeme que no quieres provocar a mi hermano.
George Sirius vio como Regulus se alejaba empujando al castaño hasta hacer que se alejara lo suficiente, bajo la mirada para ver a la rubia.
-Me resulta interesante ver que tan buena eres en transformaciones -sonrió, pero al ver los ojos irritados de la rubia y la triste expresión en su rostro, elimino por completo la sonrisa -...Hey, rubia ¿qué paso? ¿Te lastimo?
-No...nada, no importa.
Amalie trataba de controlarse para no llorar frente a él, pero eran demasiado los sentimientos que aguardaba, sumado a la gran inseguridad que sentía dándose cuenta que su relación cada vez estaba más rota.
-Ven -George Sirius tomo con suavidad su mano para hacerla caminar -, te vendrá bien caminar y respirar.
Amalie no respondió para seguirlo, recorriendo la zona del parque donde se impartían las clases de vuelo, distinguieron como los alumnos de tercer año bajaban corriendo emocionados, el pelirrojo reconoció a Abigail Jordan-Johnson que saludo con una suave sonrisa para seguir guiando a D'Acanto.
El aire golpeando el rostro de Lie resultaba relajante, tanto que sin darse cuenta las finas lagrimas recorrieron sus mejillas, George se dio la vuelta caminando de espaldas mientras la veía.
-¿Quieres hablar sobre lo que acaba de pasar? ¿Quién era él para que te pusieras de esa forma? -inquirió con curiosidad -, si te hizo daño dime y le daré una golpiza que deseara nunca haber nacido.
Se ofreció George sintiéndose mal al verla de esa forma y no saber qué hacer para animarla.
-Es...o se supone que es mi novio -menciono limpiándose las lágrimas con el dorso de la mano -, desde que llegamos a Hogwarts es como si todo se fuera a la mierda lentamente con él, siempre se la pasa a lado de una chica de Hufflepuff y ya ni siquiera me presta atención...Por Dios, es como si de repente yo hubiera dejado de existir para él.
-Amalie...
Murmuro George Sirius deteniéndose y viéndola sin saber qué hacer para animarla.
-Y no sé...siento que lo pierdo lentamente y no sé qué hacer, como si fuera agua fluyendo de mis manos que no puedo detener-sintió la mirada del más alto sobre ella y soltó un sollozo para dar una bocanada de aire tratando de calmarse -...lo siento, no debería de estarte aburriendo con esto...
-Hay veces que es mejor hablar de lo que nos molesta o nos hace sentir mal -le ofreció una cálida sonrisa -,no soy nada bueno dando consejos o cosas así...pero, si él no te brinda la seguridad que se debe de dar en una relación...no creo que deberías de estar con él, eso que este tanto tiempo con otra chica no es normal -frunció el ceño al ver la expresión de sufrimiento de Lie que entendió de inmediato a lo que se refería -, tal vez me equivoque porque no lo conozco de nada, pero, si te trata de esa manera y no hace caso, y menos que crea que lo que tu sientes no es importante....simplemente no merece estar a tu lado.
-Es que... es que todo estaba bien y de repente es como...si hubiera dejado de quererme -el cuerpo de Lie temblaba con suavidad y su voz se cortaba con cada palabra -, como...si yo fuera un objeto que puedes remplazar de la noche a la mañana
George Sirius, que siempre era brusco y tosco con todos sus movimientos, trato de acercarse y con la mayor delicadeza que fue capaz de emplear limpio, utilizando la punta del dedo pulgar, una de las finas lágrimas, mientras rozaba la suave mejilla de Lie con los nudillos.
-No eres un objeto, Amalie, y mucho menos algo que la gente puede remplazar-su voz era baja y ronca, Amalie alzo la mirada para verlo -, te aseguro que si ese idiota no te sabe valorar encontraras a alguien que lo haga...es un imbécil; eres hermosa y divertida cualquiera estaría dando lo que fuera por tan solo una mirada tuya.
Las mejillas de Lie se volvieron rojizas por su comentario, la mirada de George no era tan expresiva, por lo regular era profunda y demasiado seria, pero en esos momentos reflejaba una gran calma y paz, justo lo que ella necesitaba.
-Gracias -murmuro sintiendo un pequeño vacío cuando él alejo su mano-...eres bueno consolando a la gente.
-Soy un asco en eso, y bueh, ahorita debo apestar así que soy un asco completamente -se alejó dejando una pequeña distancia entre ellos sintiéndose un poco incómodo al tener que hacerlo, pero no quería invadir el espacio personal de Amalie-, pero ya no llores, que no se si estoy hablando con un sapo del lago negro o con la competidora de Beauxbatons.
Se burló de los ojos inflamados de Lie, ganando una risa y un suave golpe en su pecho.
-Eres un tarado -se quejó tallándose los ojos-, idiota.
-Tarado y todo, pero te hice reír -le guiño el ojo.
-Tú hermano y tú son idénticos -decidió cambiar de tema para despejarse de lo que acababa de suceder -, la única diferencia es el color de cabello.
-Eso dicen -se encogió de hombros-, pero, si tenemos algunas diferencias en cuanto a la forma de las cejas y un poco en la nariz y labios solo es cosa de poner más atención, Regulus se parece más a papá en eso y yo a mamá
-¿Quién es pelirrojo, tu padre o tu madre?
-Mi padre, mi madre es azabache como mi hermano y hermana-explico-, los genes de mamá son muy fuertes así que nos parecemos mucho más a ella, y yo fui el único que heredo el cabello de papá.
Ambos siguieron caminando por el sendero mientras conversaban.
-No conozco a tu hermana ¿Te pareces mucho a ella?
-Va en quinto año, por lo regular siempre está acompañada de un rubio y un peli plata -metió la mano en los bolsillos de su pantalón-, si...entre todos nos parecemos, si no fuera por la diferencia de edad y que Geori tiene rasgos más infantiles podríamos pasar por trillizos.
-¿Geori?
Junto la cejas mostrando curiosidad.
-Se llama Anired Georanne, la mayoría la llama por su primer nombre o solo Nired, a mí me gusta más decirle Geori -se encogió de hombros-, siempre la he llamado de esa forma... luego te la presentare, supongo que te agradaría y tú a ella.
-¿Crees?
-Siento que si...digo, eres una persona cálida, bueno, en lo personal me siento cómodo contigo, así que no me extrañaría que ella igual.
Amalie decidió culpar al frio por el color rojizo en sus mejillas y nariz, pero, es que George Sirius a pesar de parecer un chico desinteresado y con una expresión arrogante y seria, era demasiado dulce, como si no temiera de decir cumplidos o palabras que a cualquiera haría sentir cómodo y aceptado.
-¿En que trabajan tus padres?
George sonrió de manera orgullosa para contarle
-: Mi padre es uno de los dueños de Sortilegios Weasley...y mi madre es la ministra provisional.
-Espera... ¿Qué?
Lo vio con sorpresa.
-¿No sabias? Digo, mi apellido es Black-Weasley...ya sabes...Sortilegios Weasley...yo soy medio Weasley...y bueno la ministra provisional es Anirak Black-Weasley...
-No tome mucha importancia al apellido cuando lo escuche por primera vez -confeso -...así que...Sortilegios Weasley ¿he?, he ido algunas veces a la que está en Francia...
-Ah, casi siempre en esa están Freddos y Zed, son mis primos, los hijos de la ministra de Francia, yo por lo regular estoy más en la del Callejón Diagon junto con Reg y Geori, es raro que vayamos a Francia.
-¿No les gusta Francia?
-Ulm... si y no, no sé, no es como que tengamos algo por lo que ir, por ejemplo, mis primos les gusta ir a esa al igual que a mi tío porque están más cerca de mi tía Lys, como mi mamá trabaja en Londres nos es más cómodo estar en la de Londres, por la comodidad de que podemos ver a mamá, y bueno, mi papá siempre está donde este mamá, así que es más fácil de esa manera, aunque algunas veces también vamos a la de Japón o la de México.
-¿Es algo así como un negocio familiar?
George Sirius asintió.
-Sí, también hay empleados, pero en vacaciones es más fácil que estemos al pendiente y facilita muchas cosas como para resurtir los inventarios o hablar con lo proveedores.
-¿Cuándo te gradúes de Hogwarts trabajaran ahí?
-Sí, ese es el plan por mi parte, Regulus quiere aplicar las pruebas para volverse Auror y Geori aún no sabe... ¿Tu mamá a que se dedica en el mundo muggle?
-Es arquitecta -el Black-Weasley la miro sin comprender de que se trataba eso -...son las personas que se encargan de proyectar, diseñar, dirigir una construcción, al igual que en el mantenimiento de edificios entre otras cosas ¿En el mundo mágico no tienen algo parecido?
-Si...hay magos ¿obreros? No sé cómo llamarlos, usan magia para hacer las edificaciones siguiendo algunos planos que son hechos con magia...es que para todo usamos magia, ya sabes, vuelve todo más fácil.
-Me imagino que sí.
-¿No usas magia en tu casa?
Amalie negó mientras se recogía el cabello en una coleta despeinada.
-Aun no cumplo la mayoría para poder usar magia fuera del colegio...y aparte, a mi abuela no le gusta saber nada de magos o brujas, así que ni Max ni yo usamos cosas mágicas cuando estamos en casa.
-¿Por qué no le gusta? Por lo regular a los muggles les resulta interesante.
-Es una persona demasiado religiosa, considera que son cosas...del diablo.
-Los muggle son extraños.
-¿En tu casa usan magia para todo?
-A veces, por ejemplo, para algunas tareas domésticas si cuando están mis padres o cuando tenemos prisa, pero, como no tiene mucho que cumplimos los diecisiete siempre lo hacíamos de forma muggle, a parte que siempre cocinamos sin magia.
-¿Por qué sin magia?
-Mamá dice que la comida sabe más rica cuando la hacemos con nuestras propias manos, ya sabes...algo sobre el amor y el empeño que pones al cocinar para las personas que amas, y supongo que si mamá lo dice es cierto, porque su comida sabe deliciosa, al igual que la de papá.
-Es raro, por lo regular en los matrimonios lo hombres no gustan de cocinar.
Analizo Amalie.
-Papá siempre ha realizado ese tipo de cosas, se que en algunos hogares se acostumbra a que la mujer haga todo en la casa -saco una sudadera de la mochila ya que la temperatura comenzaba a volverse más bajar-, pero, en mi casa no es así, papá y mamá se dividen las tareas domésticas y el cocinar, ya que dicen que un matrimonio es para apoyarse en todo, incluso, cuando ellos están en el trabajo y mis hermanos y yo de vacaciones también hacemos esas tareas, Reg y yo nos encargamos de limpiar la casa y lavar la ropa, Louis de cocinar y limpiar la cocina, Georanne de ordenar y limpiar el jardín y de lavar los trastes, es más fácil y rápido de esa manera.
George observaba su perfil de reojo, le daba gracia como movía la pequeña nariz cada que hablaba.
-Me agrada saber que también hay hogares así, en mi caso es parecido, nos dividimos las tareas, aunque el único varón es Maxence así que no es como que haya mucho problema respecto a eso.
El Black-Weasley se colocó la sudadera despeinándose aún más en el proceso.
-Tú y tu hermano parecen llevarse bien.
-A veces me hace enojar y peleamos, pero casi siempre tenemos una buena relación.
George le abrió la puerta dejando que entrara antes.
-¿Cuándo cumplen los diecisiete?
-El veinticuatro de noviembre... ¿su cumpleaños?
-Hasta mayo, veinticinco...Es cuatro días después de la primera prueba ¿irán a ver a tu madre y abuela?
- No sé, siento que no, es demasiada la distancia y aparte, es día miércoles, no nos daría tiempo -George asintió y Amalie distinguió a Maxence e Itziar que se acercaban a ella.
-Bueno, Amalie, tengo que ir a bañarme y a clase de encantamientos -informo- ¿Nos vemos después?
-Claro...y...ya sabes...gracias por lo de hace rato.
-Lo que te dije sobre romperle la cara sigue en pie -le guiño el ojo-, cuídate y ya no llores.
Le despeino el cabello para darle una última sonrisa y alejarse a paso rápido para ir a las mazmorras.
-¿Dónde estabas? ¿Quién es él?
Itziar llego con ella, parecía algo preocupada por la pelea de la pareja hace rato.
-¿Qué paso contigo y con Christopher? Cuando regreso ni siquiera nos habló.
Amalie soltó un suspiro al darse cuenta que la realidad caía otra vez.
-Discutimos cerca del campo de Quidditch, no arreglamos nada, luego me topé con George Sirius, el pelirrojo con el que entré al castillo... y ya, estuve platicando con él-Maxence la vio de forma acusadora mientras la pelirroja sonreía-... ¿Qué?
-¿Te estas acostando con él?
-¡Maxence! -exclamo con una expresión de sorpresa - ¿Qué demonios estas diciendo?
-La otra vez te llevo hasta el carruaje al amanecer y ahora, después de pelear con Christopher te vas a quien sabe dónde con él ¿qué quieres que piense?
-Max tiene razón -apoyo Arwen
-Lo acabo de conocer, somos ¿amigos? Solo he tenido unas cuantas conversaciones con él, aparte, creo que tiene novia.
-Yo no te juzgo -Maxence se acomodó la mochila en el hombro-, como sea, yo me largo, nos vemos al rato.
-¿A dónde vas?
Cuestionaron las chicas.
-No les importa.
Fue lo único que respondió para salir del castillo.
Maxence camino por los jardines del castillo viendo el reloj, sabía que dentro de unos minutos tendría que verse con Scorpius para poder escaparse de ahí e ir al bar que tanto ansiaba, al menos conoció a alguien que le hacía segundas en sus planes.
Algunas chicas le lanzaban ciertas sonrisas y risas que él conocía muy bien, sabía que era atractivo y si fuera otro tiempo aceptaría alguno que otro coqueteo para divertirse un rato, pero justo en esos momentos nada llamaba su atención.
O bueno, si había alguien, no entendía muy bien que era lo que le hacía querer molestarla para llamar su atención, le divertía ver cómo fruncía el ceño para insultarlo o como arrugaba la nariz cuando algo le desagradaba, pero descubrió hace unos días algo que le gustó aún más, fue su sonrisa y cara de satisfacción cuando probó un postre demasiado dulce, era una imagen que guardaba en su mente repitiéndola una y otra vez.
Y justamente, ahí estaba tan sumida en su lectura que no se daba cuenta quien pasaba al rededor, tenía la espalda recta recargada contra un árbol, noto que ya no llevaba el uniforme de Hogwarts por lo que supuso que sus clases de ese día habían terminado.
Se acercó un poco más viendo cómo el corto y negro cabello se movía con gracia, aún no era lo suficiente largo para recogerlo en una coleta lo demasiado apretada para que ningún cabello se soltará, las mejillas pálidas tenían un suave color carmesí dándole un aire más inocente, alzó la mirada y justo noto esos ojos grises...que lo estaban viendo con confusión, estaba tan enfrascado en verla que no noto cuando aparto la mirada del libro y ni siquiera midió sus pasos quedando cerca de ella.
-Umm... ¿qué lees con tanta con tanta dedicación?
-¡Oye! - se quejó la menor viendo cómo el rubio le arrebataba el libro de las manos para hojearlo-...devuélveme eso.
-solo quiero ver qué es lo que lee una tabla de planchar como tú-sin ningún tacto abrió el libro en la primera página que encontró para leer en voz alta-: "Le apreso las piernas con fuerza y empezó a succionarla de arriba abajo-la voz de Maxence se trababa un poco al darse cuenta lo que leía, Anired de inmediato se puso de pie tratando de quitarle el libro-... Golpeo el clítoris con su suave lengua y después la interno en su cavidad..."
Los colores recorrían el rostro de la menor, pero mientras más intentaba arrebatárselo él lo subía de altura, Anired fue corriendo a su mochila para buscar la varita.
Maxence sentía el rostro arder sin dejar de leer en voz baja, no lograba creer que ella estuviera leyendo un libro como ese, se esperaba cualquier cosa, especialmente un libro de fantasía que contara alguna de esas clásicas historias en la que el vampiro se enamora de una humana, todo, menos un libro erótico, que sí, no lo negaría era interesante y mientras más leía algunas imágenes comenzaban a formarse en su cabeza, y antes de tener unos pensamientos por los cuales estaba seguro que si su abuela se enterara lo sometería a un exorcismo o a convertirse en padre de alguna iglesia, cerro el libro con fuerza y llevo la mano libre de inmediato a la capucha de su sudadera cubriéndose el cabello que seguramente se encontraba de color rojo o rosado, ya que era una mezcla de emociones entre nerviosismo, timidez y excitación por culpa de ese libro y de la adolescente frente a él.
Antes de decir algo el libro salió volando y vio a Anired con la varita en mano que con un hechizo lo hizo volver a ella.
Maxence soltó el aire que contenía, sintiendo el cuerpo caliente, se concentró en no recordar la lectura de hace unos segundos para que cierta parte de él no reaccionara.
-Vaya, Kleiner Hase -su voz salió más ronca de lo esperado, vio a Anired que abrazaba el libro contra su pecho observándolo con las mejillas rojas -...y decías que yo era el maldito pervertido...y tú estás leyendo porno.
-¡No es porno!
Respondió para ir a su mochila y meter el libro con rapidez.
-Claro que sí, sucia tabla de planchar -se mordió el labio inferior para sonreír de manera burlona-...así que tu pinta de inocente solo es un disfraz...du bist ein als hase verkleideter Wolf...
(Eres un lobo disfrazado de conejo)
-Eres idiota, y -no entendió nada de lo que dijo al final, siempre que hablaba en alemán sospechaba que la estaba insultando-...la tuya por si acaso, tarado.
Se dio la vuelta para comenzar a caminar deseando que ese rubio nunca hubiera descubierto el libro que estaba leyendo, porque con eso tendría mucho con que molestarla.
-Anigget -le costaba aun pronunciar su nombre, decidió seguirla sin dejar de reírse -...pensar que parecías tan inocente y lees porno, quien lo diría.
-Cierra la boca, Max Steel.
Mascullo entre dientes, Max enarco la ceja con confusión escuchando el apodo.
-¿Max Steel? ¿Es porque soy guapo?
Se notaba la coquetería en su voz, Anired se detuvo para verlo con el rostro lleno de seriedad.
-No, es porque eres igual de hueco que ese muñeco tonto.
D'Acanto lo miro ofendido por lo que acababa de decir, el único hueco en ese lugar era el estúpido buscador de Bulgaria, definitivamente lo era.
-Eres una grosera, pecho plano.
Anired parecía apunto de hechizarlo, pero Max estaba dispuesto a correr el riesgo con tal de seguirla molestando un poco más, veía los ojos de la menor brillar con intensidad debido al enojo y estrés.
-¡Maxence al fin te encuentro! -un peli plata llego corriendo frente a ellos viendo a los dos con curiosidad pues estaban frente a frente y, Anired, especialmente, no parecía muy feliz -¿Interrumpo algo? Anired, estas hermosa como siempre.
-Gracias, Scorp -barrio con la mirada al rubio para ver al Malfoy con una suave sonrisa -, no interrumpes nada...de hecho, yo ya volvía al castillo.
-Sí, interrumpes, Scorpius.
Respondió Maxence sin dejar de ver a Anired que le regreso la mirada con el ceño fruncido, él solo sonrió de manera natural lanzándole un guiño.
-¿Qué? ¿Por qué te vas? -Scorpius se acercó a ella tomándola de la mano con suavidad - ¿No quieres venir con nosotros? -los ojos azules del mayor brillaron intensidad, dándole una mirada que Anired caracteriza de "cachorro abandonado" cualquiera caería con eso -...iremos a un bar en un pueblo muggle cercano, ven con nosotros.
-No tengo edad para entrar a uno, Scorp.
Respondió con dulzura, Maxence puso los ojos en blanco arremedándola por detrás de Scorpius, Anired al ver eso alzo el dedo de en medio sin que su amigo se diera cuenta, Max solo rio negando con la cabeza.
-No piden ninguna identificación o algo, aparte de alcohol venden más cosas, anda vamos -insistió con la misma mirada -, incluso Maxence ya tiene el traslador listo, solo tenemos que salir del castillo usando el pasaje del sauce boxeador, sé que tus clases ya terminaron y las de nosotros también, anda vamos, será divertido.
Anired soltó un suspiro, era raro que pudiera decir no y menos a alguien tan cercano como Scorpius solo esperaba no arrepentirse de lo que haría.
[...]
La azabache miraba todo a su alrededor con curiosidad, como dijo Scorpius no pidieron ninguna identificación muggle, al parecer esos dos tenían todo planeado, pues la hora de su regreso seria a las ocho de la noche, hora en la que otro traslador, que Maxence tenía listo, podría ser usado.
-Gracias.
Acepto el vaso de whiskey que le ofreció Scorpius, los dos mayores compraron una botella que bebían con gran felicidad, evidentemente el grado de alcohol no era nada comparado con el Whiskey de fuego, que era como beber una llamarada ardiente que quemaba la garganta con gran fuerza.
-¿Y esta diversión si te gusta, Max?
Cuestiono Malfoy con la ceja enarcada, los profundos ojos de Max que parecían reflejar el océano en ellos pasearon de Anired al Malfoy y asintió con suavidad.
-No me molesta -tomó el vaso frente a él para beber su contenido sin hacer ninguna mueca, al contrario, disfrutaba del sabor, su bebida alcohólica favorita era el vodka, pero como no tenían en ese bar terminaron comprando whiskey -, veo que si sabes divertirte.
Anired veía el contenido del vaso, alguna vez probo el whiskey de fuego, el kirsch entre otras, sus padres tenían un pequeño bar en la casa y algunas veces se coló con Zed y Alex a probar esas bebidas que tanto disfrutaban los adultos, ninguno tenía una buena resistencia o gran experiencia tomando eso, pero de algo estaba segura, prefería los alcoholes dulces y el que estaba frente a ella nada de dulce tenia.
-Te lo dije -sonrió viendo a Anired que estaba al lado de ambos - ¿No te gusta, Nired? ¿Quieres pedir otra cosa?
-Las niñas pequeñas no deberían de beber alcohol -comento Maxence sirviéndose más -, deberíamos de llevarla a la cafetería de enfrente, donde van los bebés de su edad.
Anired le lanzo una mirada fulminante y tomo el vaso, sin dudar le dio un gran trago al contenido, el sabor era algo amargo y la sensación de asco la recorrió al igual que el ardor en la garganta, pero aun así se lo paso tratando de no hacer ninguna mueca.
-Estoy bien con esto, Scorpius -una sonrisa falsa adorno su rostro-, de hecho, quiero más.
Scorpius asintió llenándole el vaso nuevamente, Maxence veía a Anired y sonreía con diversión, era alguien fácil de provocar y un poco explosiva...tal como un conejo con rabia.
Sin duda, el apodo que le había dado cada vez le quedaba mejor.
Los adolescentes siguieron tomando, Maxence le contaba un poco de Alemania a Scorpius el cual le hacía diversas preguntas tratando de saciar su curiosidad, Anired se sintió un poco más aliviada cuando no le preguntaron si quería seguir bebiendo, llevaba menos de un vaso y sentía las mejillas rojas junto con demasiado calor debido a la mínima ingesta de alcohol.
Se maldecía internamente por haber venido con ellos, quería mucho a Scorpius y por eso mismo no pudo rechazarlo, probablemente habría pedido una malteada y algún pastel si no fuera porque ese estúpido alemán la seguía tachando de niña pequeña, estaba muy equivocado si creía que no podía seguir su paso de "casi adultos".
-No te ha quitado la mirada de encima.
Murmuro Maxence al ver como una chica con cabello azul se acercaba a Scorpius, el cual parecía pensar si ir o no.
-Sí, es guapa...pero...Anired...
Murmuro, la azabache lo miro con las cejas juntas y se dio cuenta a lo que refería.
-No te preocupes por mí-miro el reloj en su muñeca, apenas eran la siete, así que tendrían una hora antes de volver -, deberías de aprovechar si ella te gusto.
-¿No te pondrás celosa?
Anired negó con una sonrisa.
-Te prometo que me controlare -bromeo-, anda, vayan...
-Viene con su amiga, acompáñame -le pidió a Maxence que puso los ojos en blanco -, por favor.
Max soltó un suspiro, se puso de pie para seguir al Malfoy, Anired solo observo la botella deseando que se tardaran un poco más para pedir su deseada malteada y pastel.
Maxence tenía los brazos cruzados en el pecho con una mueca de claro aburrimiento, escuchaba a Scorpius hablar con las dos chicas frente a él, se daba cuenta que coqueteaba con la de cabello azul, mientras la que tenía pequeñas mechas naranjas lo volteaba a ver esperando que se incluyera en la conversación o que aceptara sus coqueteos, pero, no le interesaba ni siquiera platicar, solo quería seguir bebiendo el Whiskey que estaba en la mesa a unos metros de él donde se encontraba la azabache viendo una revista que consiguió de algún lado.
Podía notar que algunos varones se acercaban tratando de hacerle platica, ella solo los rechazaba a algunos con una pequeña sonrisa y a otros que parecían más intensos con una expresión seria, no le había quitado la vista de encima desde que se alejó de ahí, recordando una y otra vez cuando se la topo en el partido de Alemania vs. Bulgaria cuando el estúpido de su novio la dejo a su suerte, no quería volver a ver esa expresión de miedo en su rostro.
-¿Entonces -escucho a la chica hablar, no recordaba ni siquiera su nombre -...quieres salir de aquí? Podríamos hablar mejor haya fuera.
Observo a sus lados en busca de Scorpius y vio como el Malfoy iba al baño en compañía de la otra adolescente y ni siquiera le dijo nada, o tal vez sí, pero no le puso atención, dejándolo con la morena.
-No -respondió de forma seca para mover el cuello destensándolo-, solo me acerque porque mi amigo quería ligar con tu amiga, ahora me largo.
-¿Qué demonios te pasa?
Parecía confundida, ya que pensó que Maxence era algo tímido como para hacer una conversación o intentar ligar con más personas delante de él, creyó que una vez que se fueran ese chico platinado en compañía de su amiga él se desenvolvería un poco.
-¿A mí? Nada, solo no me interesa seguir con esta estupidez, adiós.
Se alejó a grandes zancadas escuchando unos cuantos insultos de ella que ignoro olímpicamente deteniéndose en el mostrador para pedir algo más.
La azabache hizo una mueca al probar el amargo sabor del whisky sin dejar de hojear la revista de chismes muggles, poco entendía de quienes se trataban, pero al menos la entretenía esperando a esos dos idiotas, y alzó la mirada topándose con los ojos azules.
-¿Piensas embriagarte sola?
Maxence dejo una malteada frente a ella sentándose en una de las sillas vacías.
-¿A caso no lo puedo hacer?
Anired enarco la ceja tomando el vaso de Whiskey y al olerlo sintió nauseas de nuevo.
-No dije que estuviera mal.
Respondió con simpleza sin dejar de verla.
-¿Qué haces viéndome? -enarco la ceja -...deberías de estar en el baño con esa chica al igual que Scorpius con la otra.
-No soy tan imbécil -recargo la barbilla en su mano sin apartar la mirada-...mein herz, viniste conmigo, te vas conmigo, no te dejaría sola en un lugar que ni siquiera conoces
Las mejillas de Anired se volvieron rojas desviando la mirada.
-Si es una de tus frases de ligue, Max Steel, no funciona conmigo.
Él sonrió acercando la malteada a ella
-Toma esto, es para bebés como tú -Anired lo vio con desconfianza y el agrego -: Scorpius dijo que prefieres las cosas dulces y que te comprara una malteada.
Tal vez estaba mintiendo un poco, pero la Black-Weasley era demasiado evidente al girar a ver a los meseros que pasaban con malteadas que iban para diversas mesas.
-Gracias.
Murmuro la azabache tomando la malteada y dejando el vaso de Whiskey a un lado, no quería volver a saber de él, llevo los labios al popote para succionar y sonreír internamente disfrutando el sabor a chocolate con menta que tanto amaba.
Maxence seguía cada uno de sus movimientos, era demasiado distinta a las mujeres del mundo muggle que él conocía, sus movimientos eran lentos, estéticos y elegantes, incluso hasta delicados, sabía que su caminar era casi como un desfile y su postura siempre recta, era la clase de chica que creció en una casa de oro, probablemente educada para ser mostrada en sociedad. Era de su conocimiento que había muchas familias extremadamente ricas en el mundo mágico, y por el apellido que tenía era evidente que ella pertenecía a una de ellas.
Mientras más la veía menos podía apartar la mirada, llegando a la conclusión que Anired cabria completamente en el significado de la palabra "dama", era lo que siempre decían en los viejos libros de historia: una mujer distinguida, de buena educación y social alta. En esos momentos el solo se sentía como un simple chico inmaduro frente a ella.
Anired tomo la servilleta limpiándose los labios creyendo que tal vez tendría alguna mancha o algo parecido y por eso Maxence no dejaba de verla.
-Deja de verme, es molesto.
Al darse cuenta que Anired se percató de que la veía su cabello cambio a un color rosado.
-¿Cuándo tu tonto novio te ve también le dices eso?
Cuestiono Maxence, Anired frunció el ceño.
-Deyan no es tonto -defendió a Granger-Krum y de repente se dio cuenta que era raro que Deyan la viera de esa forma, no era alguien que estuviera con la mirada sobre ella por más de dos o cinco segundos para después poner atención en cualquier otra cosa.
-Lo es, demasiado tonto, mira que confundir a un francés con un alemán.
-Eras tú, fueras de Francia o Alemania sigues siendo un tarado.
-Mein herz...
Anired puso los ojos al escucharlo nuevamente hablando en alemán.
-Deja de insultarme en un idioma que no conozco, es demasiado estresante porque así no sé qué responder.
La risa de Maxence era ronca y varonil, probablemente si Anired no tratara de mantener esa imagen de orgullo y arrogancia con él estaría riendo a su lado.
-Deberías de estudiar alemán si quieres entender lo que te digo...
-Como si quisiera hacerlo -tomo la malteada sorbiendo nuevamente de ella - ¿No tienes algo más interesante que hacer que molestarme?
-No.
Respondió con simpleza, Anired bajo la mirada hacia su mochila que yacía en el suelo distinguiendo algo pequeño de colores rojizos.
-¿Me seguiste hasta aquí?
Maxence la miro con curiosidad, la Black-Weasley se agacho para tomar un pequeño animal en la mano y ponerlo en la mesa con una sonrisa.
-Te dije que no me puedes seguir todo el tiempo.
Murmuro viendo al pequeño gecko que la veía fijamente como si entendiera algo de lo que decía.
-¿Es tuyo?
Pregunto curiosamente con una pequeña sonrisa para ver al gecko con algo de complicidad en los ojos.
-No....no sé de quién es, un día lo encontré por lo jardines y desde entonces aparece a cada rato...es como si me siguiera.
-Tal vez le gustes.
Ella lo observó por unos segundos y agrego
-Tu cabello está... ¿rosado?
-Es por la luz.
Ella lo miro con los ojos entrecerrados, pero era algo creíble ya que las luces tenían suaves tonalidades rojas y con la reflexión en el rubio cabello de D'Acanto podría obtener un reflejo rosado.
Anired sonrió viendo al animal acariciándole la cabeza con dulzura, Maxence decidió seguir bebiendo disfrutando de la compañía de la azabache, optó por no molestarla tanto en esos momentos y deseo tener su celular para tomar una foto de Moswen en compañía de ella.
⚜⚜⚜
Regulus John caminaba a paso rápido siguiendo a su hermano pelirrojo, el profesor Burke los mando a llamar con calidad de urgente, y en esos momentos que Robert podría ser el único que les brindara un salón para que Regulus practicara para la primera prueba no estaban para decir que no.
Los pasillos se encontraban casi vacíos ya que la mayoría se encontraban en sus salas comunes ya que pasaban de las ocho de la noche.
-¿Qué crees que nos vaya a decir o para que nos habrá mandado a hablar?
Cuestiono el azabache, la duda lo carcomía por dentro.
-No sé, tal vez nos vaya a decir que ya tiene un salón para que practiques.
-Ya quiero que sea la primera prueba, no sabes lo emocionado que estoy.
Los ojos del menor brillaban con intensidad, George Sirius negó soltando un suspiro.
-¿Ya les has escrito a mamá y papá? Sabes que debes de ser tú el que les diga.
-Eventualmente se van a enterar, y preferiría no tenerlos aquí regañándome, sabes que ninguno estaba de acuerdo con el Torneo.
Se detuvieron frente a la puerta.
-Evidentemente, es una estupidez.
Escucharon un pase y entraron, Regulus trago saliva de manera seca al distinguir a Robert en compañía de...sus padres que parecían todo, menos felices.
-¿Mamá, papá?
George Sirius fue el primero en hablar, Regulus se quedó estático mientras pensaba si corriendo podría escapar del regaño que le esperaba.
-George -Anirak se acercó para abrazar a su hijo mayor de manera cariñosa.
-Ni se te ocurra huir, John.
Sentencio Fred viendo a su hijo que cada vez estaba más cerca de la puerta, a paso rápido se acercó a él, Regulus soltó una maldición por lo bajo distinguiendo la expresión de enojo, era raro verlo así, con esa, era la segunda vez en su vida que veía a su padre enojada.
-Hola, pa.
Saludo con la mejor sonrisa que pudo.
-Maldita sea, Regulus -se sobo el puente de la nariz tratando de controlarse antes de comenzar a gritar - ¿Eres idiota o qué? ¿Cuántas veces te dijimos que no pusieras tu maldito nombre en el cáliz? ¿Qué es lo que quieres? ¿Morir?
-Por favor, papá, no soy tan estúpido como para morir -hizo una pausa-, aparte tú y el tío George trataron de poner sus nombres en el cáliz...
-Sí, porque era un adolescente estúpido que no media las consecuencias de sus actos -gruño viéndolo a los ojos, Regulus John era un centímetro más bajo que él, y Fred se odiaba en esos momentos al verlo, era ver a Anirak cuando trataba de chantajearlo con esa cara de no romper ni un plato, varias veces ese niño se salvó de tanto regaño por su parecido con la azabache mayor -...Estas arriesgando mucho, ¿Qué es lo que quieres ganar con eso? ¿La gloria eterna? No la necesitas...te lo dijimos miles de veces, no queríamos que te arriesgaras de esa manera, pero no, el gran Regulus John siempre tiene que ser el primero en ponerse en riesgo, porque se siente inmortal.
Regulus no respondía nada, llevarle la contra sería peor, tal vez podría acudir a agachar la mirada como si estuviera a punto de llorar para que se detuviera, el chantaje era una de las cosas que más funcionaban con el patriarca de la familia Black-Weasley.
-Es que enserio ¿qué ganas con eso, John? ¡Maldita sea, tu madre te lo pidió, yo te lo pedí! ¡Siempre tiene que llevarnos la puta contra! ¡¿Recuerdas que alguien murió hace años por culpa de ese maldito torneo?! ¡¿Eso es lo que quieres?! -Fred alzo la voz liberando un poco del estrés, Regulus bajo la mirada - ¡Ni se te ocurra bajar la mirada, no te crie para que la bajes cada que discutes con alguien o te están regañando! -mascullo entre diente, el azabache al darse cuenta que no funcionaría el chantaje alzo la mirada viendo como los orbes oliva de su padre expresaban una mezcla de preocupación, miedo y enojo-, ¡Mas te vale salir vivo de ese maldito torneo, Regulus, estoy hablando en serio, no quiero perder a mi hijo por esa estupidez!
Quizá si, su padre estaba molesto, pero sabía que estaba asustado al igual que George Sirius, Anired, Louis, su padrino y especialmente su madre, que en el momento que Fred se alejó un poco ella se acercó de inmediato para abrazarlo con fuerza, como si no quisiera nunca dejar que se alejara de él.
-Mi amor -murmuro Anirak sin soltarlo, Regulus la abrazo rodeándole la cintura, la diferencia de altura provocaba que tuviera que agacharse para estar más cómodo-... ¿por qué tienes que ser tan idéntico a tu padre y abuelo? A veces odio tanto que seas tan osado.
Su madre era una mujer cálida, siempre que estaba entre sus brazos se sentía seguro, como si el resto del mundo no importara mientras estuviera con ella, como si nada fuera a dañarlo jamás.
-Te prometo que nada me va a pasa ¿sí? -ella puso más fuerza en el abrazo ocultando el rostro en el hombro de su hijo, Regulus sintió su corazón partirse cuando la camisa comenzó a humedecerse: su madre estaba llorando y era por su culpa -...mamá, no te preocupes, te juro que no saldré herido...confía en mi... ¿lo sabes no? Soy un Black-Weasley y tu hijo, eso significa que siempre podre con todo ¿no?
Anirak no respondió, y el suspiro besándole el cabello acariciándole la espalda, Regulus quería ganar ese torneo más que otra cosa, y demostrar que él era algo más que su apellido, que era más que el hijo de, quería demostrar lo gran mago que era y estaba dispuesto a pasar cada prueba costara lo que costara.
[...]
George Sirius se quitó la playera viendo como la bañera del baño de prefectos terminaba de llenarse, era pasada de media noche, pero necesitaba tomar un baño, se sentía sumamente estresado y no podía dormir.
Últimamente estaba durmiendo muy poco, le echaba la culpa a los medicamentos para su trastorno de ira intermitente, al menos no había tenido ningún otro ataque de ira en esos días, a veces solo deseaba ser una persona que no tuviera que reprimir tanto sus sentimientos o emociones para no dañar a los demás.
Estaba por quitarse el pantalón de chándal cuando escucho un ruido en la puerta, tomo la varita y conjuro un lumos alumbrando con una tenue luz.
Se acercó de manera ágil y sigilosa.
-¿Piensas atacarme con eso?
La observo y negó con suavidad dejando de apuntar hacia enfrente.
-¿Qué haces aquí? -la observo de arriba abajo deteniéndose en el pequeño short que usaba de pijama, era tan pegado que remarcaba más su cadera -, solo los prefectos pueden entrar.
-Vi cuando venias aquí y quise venir a verte ¿te molesta? -él negó, aun quería preguntarle como logro entrar al castillo y llegar hasta el baño de prefectos-, todos en el barco están durmiendo y crei que tal vez te encontraría - George iba a interrumpir, pero dejo las palabras en el aire cuando mostro un pequeño empaque plateado que reconoció de inmediato-...y tal vez...divertirnos un poco.
El pelirrojo se mordió el labio inferior para sonreír.
-Vaya, Hannah... no pensé que lo desearas tanto.
Ella sonrió, George llevo la mano detrás de la cabeza de Hannah y con brusquedad la jalo hacia ella estrellando sus labios en un beso hambriento y lujurioso, los labios se movían con maestría.
Las grandes manos del Black-Weasley llegaron hasta el trasero de la rubia apretándolo y con facilidad la cargo, Hannah rodeo la cadera con las piernas y él la llevo hasta el lavamanos que estaba a unos cuantos pasos.
George Sirius era brusco en sus caricias, la piel de Hannah era caliente tentándolo a tocarla aún más, era tanto el deseo que ninguno quería parar.
Hannah recorrió el torso desnudo del Black-Weasley bajando hasta el elástico del pantalón de chándal, él la detuvo rompiendo el beso dejando un hilo de saliva entre ambos.
-No dije que podías tocarme ¿o sí?
Murmuro con una voz ronca embarcada en deseo y dominancia, Hannah sonrió al ver lo dominante que parecía ser, George la tomó de las muñecas poniéndola arriba de su cabeza y empujándola contra el espejo tras ella, la espalda de la rubia pego contra el frio espejo estremeciéndola, sostuvo con una mano las muñecas de la chica poniendo presión sin llegar a hacerle daño.
-¿No te gusta que te toquen?
Pregunto con burla, pero un gemido ahogado salió de sus labios en el momento que George la tomó de las mejillas apretándola para hacer que lo viera a los ojos, ojos llenos de lujuria como un jaguar que mira a su presa, no había ni un ápice del chico serio y educado que se mostraba ante todos.
-Me gusta que me toquen cuando yo lo digo-advirtió con voz dura.
Las bragas de Hannah se humedecieron ante esa advertencia, que parecía más un premio, George la beso toscamente.
George Sirius no era alguien que coqueteara con quien fuera, era raro que se le viera involucrado sentimentalmente con alguna mujer e incluso varios llegaban a creer que a comparación de su hermano él no tenía sexo, pero era lo contrario, le gustaba la discreción, y le gustaba el sexo.
Desde que tuvo su primera vez descubrió que le gustaba llevar las riendas y poner las reglas, ser tocado cuando él lo desea, no antes ni después, tampoco le gustaba las caricias llenas de cariño o algo parecido, era una persona demasiado carnal que rara vez desarrollaba algo más que deseo por la mujer con la que estuviera, y Hannah no sería la excepción.
De repente, la imagen de un cabello rubio parecido al oro se hizo presente, rompió el beso agitando la cabeza tratando de olvidar esa imagen y concentrarse en lo que haría.
-Te voy a soltar, pero...si me tocas sin que yo lo diga...no te voy a coger -advirtió con una sonrisa torcida - ¿Entendido?
Hannah asintió, George le paso la punta de los dedos de la mano derecha por el lateral de su cuello, la caricia fue sutil, como el aleteo de una mariposa, pero hizo una reacción en todo el cuerpo de Hannah. Los pezones se le endurecieron y la piel se le puso de gallina, estremeciéndose por ese simple roce.
Amabas manos terminaron en el escote de la blusa jalándola con fuerza y desgarrándola en el proceso liberando uno pechos de tamaño mediano, él pelirrojo se inclinó para atrapar uno de esos erectos pezones entre sus labios, Hannah trataba de mantener las manos quietas, quería tocar la mata de centelleante cabello que parecía tan sedosa, pero no quería arriesgar a que se detuviera.
George le acaricio la cara interna del muslo subiendo peligrosamente, la palma era áspera por el trabajo rudo que realizaba en su casa, en sortilegios Weasley y por el Quidditch, a Hannah no le molestaba todo lo contrario.
Tenía una lengua ágil que envolvía el pezón hasta dejarlo duro como si fuera un dardo de carne, la mano libre la llevo al seno libre para acariciarle el pezón con el pulgar formando círculos y moviéndolo de arriba abajo, los gemidos femeninos se volvieron audibles y todo el baño se sentía demasiado caliente, quizá por el vapor del agua o era la mezcla de calores corporales de ambos.
Dejo de jugar con el pulgar contra el pezón, deslizando los dedos por las costillas y cintura formando círculos y figuras extrañas para bajar hasta las caderas donde se detuvo en el elástico del short.
George se separó dejando una hilaza de saliva para ver el pezón que estaba tan rojo e inflamado, sonrió como un niño travieso bajando la otra mano.
-Álzate.
Ordeno, Hannah ni lenta ni perezosa lo hizo, con facilidad le quito el short en compañía de las bragas dejándola completamente desnuda frente a él.
Se quedó con los ojos clavado en su vagina, no tenía ni una pizca de vello púbico, llevo los dedos hasta ahí para abrir sus pliegues con cuidado, sonrió al notar la gran humedad, paso los dedos de manera lenta viendo el rostro de la rubia, echaba la cabeza hacia atrás aferrando las manos al borde del frio lavabo.
-Haces que quiera cogerte ahora mismo, Hannah.
Coloco la palma de la mano sobre su vagina, y la dejo ahí sin mover los dedos.
-Cada vez estas más húmeda.
Se relamió los labios.
-Por favor...
Murmuro Hannah, la sonrisa del pelirrojo se hizo más grande, ella estaba ardiendo como un maldito volcán, no quería que la dejara de tocar, no quería que apartara la mano de ahí.
-¡George!
Gimoteo cuando dio un suave golpe con la mano abierta contra su sexo, dejo la mano ahí reteniendo todo el calor.
El placer que experimentaba Hannah era inmenso, desde la primera vez creyó que George Sirius sería más tranquilo en el sexo, pero se daba cuenta que era todo lo contrario, le excitaba causar cierto dolor, pero ¡Mierda! Era un dolor tan excitante que ansiaba por más.
Los largo dedos comenzaron a frotar los pliegues que estaba demasiado húmedos, estaba muriendo por ganas de follarla de una buena vez, sentía su erección ser apretada por el ajustado bóxer que tenía puesto, las gotas de líquido pre seminal hacían que se humedeciera.
Siguió con las caricias hasta que atrapo el clítoris con el dedo índice y medio moviéndolo de arriba abajo y después en forma de ocho, los gemidos de Hannah le indicaban lo bien que lo estaba haciendo.
Repitió las caricias por varios segundos más hasta ver como se estremecía y echaba la cabeza hacia atrás, sus fluidos eran demasiado que su mano estaba mojada.
Dejo de acariciarla ganando un gruñido de la rubia.
-¿Eres virgen?
Cuestionó bajándose el pantalón dejando ver la gran carpa que tenía en el bóxer, la castaña mirada de Hannah recorrió el tonificado cuerpo de George Sirius, sus músculos estaban tensos y una fina capa de sudor lo cubría dejando como resultado una imagen aún más sensual ante ella.
George pregunto para saber qué tan brusco podría ser, a pesar de ya haber usado fuerza tampoco quería lastimarla.
-No...no lo soy.
Él sonrió al escuchar la respuesta bajándose el bóxer liberando su pene, tenía la punta roja y gotas pre seminales recorrían su longitud remarcando más las venas, tomo el sobre plateado que estaba al lado de Hannah revisando la caducidad y abriéndolo con cuidado de no romperlo y detenerse unos segundos viendo que el látex no estuviera dañando.
Tomo su erección y soltó un suave gruñido, estaba demasiado sensible por la sobre excitación, coloco la punta dentro del condón para ponerlo de forma correcta.
-¿Puedo?
Vio la vagina de Hannah para alzar la mirada y verla a los ojos.
-Puedes...
George la tomó de los muslos para atraerla hacia él colocando la punta contra su centro, subió las manos hasta sostenerla de las muñecas y poner las femeninas manos sobre sus hombros.
-Si me dejas alguna otra marca como esa vez que me dejaste un chupetón en el cuello, nunca lo volveré a hacer contigo ¿entendido?
Recordó la vez que su hermana reconoció la marca en su cuello, y algo que odiaba es que los demás supieran si tenía sexo o no, tampoco toleraba tener marcas en la piel.
-Si...no lo hare -lo vio a los ojos con suplica-...solo hazlo.
Afirmo la cadera de Hannah con las manos y en un movimiento entro en ella, ambos soltaron un gemido, George sentía como su miembro era abrigado por las paredes vaginales de Hannah, comenzó con un vaivén de caderas lento para ir aumentando la velocidad.
Hannah se sostenía del cuerpo del pelirrojo gimiendo contra su oído pidiendo por más, George aumento la velocidad, lo único que se escuchaba eran las respiraciones agitadas de ambos adolescentes y sus sudadas pieles chocas una y otra vez con mayor velocidad.
George Sirius la sujeto con una sola mano para llevar los dedos libres hasta el clítoris de Hannah y brindarle algunas caricias para que ella también alcanzara el orgasmo al mismo tiempo que él.
Lo movía al mismo ritmo que sus penetraciones, volviéndose más profundo.
Los minutos pasaban rápidamente, y el cosquilleo en el estómago del pelirrojo se hizo presente cuando la vagina de Hannah lo apretó aún más, estaba seguro que dentro de poco se liberaría, siguió embistiéndola de la misma manera sin detener los movimientos contra su clítoris.
Hannah cerro los ojos jalando el centelleante cabello, los guturales gruñidos de George eran demasiado excitantes, apretó las piernas cuando el orgasmo la golpeo, él echo la cabeza hacia atrás liberándose dentro del condón.
El Black-Weasley busco sus labios para besarla en lo que se recuperaba, Hannah se abrazó a él sin romper el beso, esta vez no era tan fogoso como los anteriores, era más como una pequeña caricia.
George Sirius rompió el beso saliendo de ella, le dio la espalda para ir a la taza de baño donde se deshizo del condón y tomo papel sanitario para limpiarse, Hannah se recargo del espejo dando grandes bocanadas tratando de controlar su agitado corazón, tenía las mejillas rojas y el cabello despeinado.
-¿Te gusto?
Cuestiono Hannah viendo como alzaba los restos de blusas y el short junto con las bragas.
-Sí, estuvo bien-respondió con simpleza tomando la varita y apuntar a la blusa- ¡Reparo!
En un santiamén la prenda se encontraba como nueva.
-Merlín...nunca nadie me había hecho tener un orgasmo tan rápido... ¿Pasa algo?
Hannah estaba acostumbrada a que los hombres -con los que anteriormente estuvo-, fueran a abrazarla y llenarla de palabras cariñosas después de tener sexo, pero era como si a George no le importara eso.
-Nada ¿por? -ella negó aun confundida.
-Solo que...
George enarco la ceja y decidió aclarar las cosas antes de que fuera por otro rumbo.
-Creo que está claro que solo es sexo ¿no? ¿O esperas otra cosa de mi parte? -las cejas de la rubia se fruncieron viéndolo para que terminara de hablar -, porque siendo sinceros no te puedo ofrecer otra cosa, no me interesa una relación en estos momentos.
-No...si entiendo que solo es sexo...me alegro que pienses lo mismo.
Él le sonrió suavemente.
-Qué bueno...también...ya sabes, me gustaría que esto no salga de nosotros dos, no me agrada estar metido en los cotilleos del colegio.
George Sirius le entrego la ropa alzando la suya.
-Sí, no le diré a nadie...
Él asintió.
-Me iré a terminar de bañar, supongo que ya sabes cómo salir de aquí.
Fue lo último que dijo para darse la vuelta y caminar a la gran bañera.
Hannah maldijo por lo bajo, creyó que ya lo tenía a sus pies, pero al parecer era demasiado diferente a Regulus, el mellizo menor con tan solo un beso y unas cuantas palabras ya estaba tras ella en cambio George Sirius solo parecía interesado por el sexo.
Al parecer los mellizos Black-Weasley tenían más diferencias aparte del cabello, Regulus John era más cariñoso en cambio George Sirius era una persona carnal que parecía no querer formar lazos románticos.
Pero Hannah estaba decidida a tener a ambos enamorados de ella, fuera cual fuera el medio que tendría que emplear.
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¡Hola!
¿Cómo están?
Bueno, creo que pasaron muchas cosas.
¿Ya tienen algún personaje favorito?
¿Creen que George Sirius caiga en las redes de Hannah?
Probablemente, en el próximo capítulo sea la primera prueba, jeje.
Bueno, ya sabe, a mayores comentarios actualizo más rápido.
Las tqm❤️
Nos leemos..
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