Ocho.
Los dos Malfoy menores temblaban con suavidad ya que estaban solo en bóxer mientras su madre y Lys los ayudaban a secar la ropa.
Alex alzo la mirada al sentir algo sobre su cabeza y sonrió al toparse con un par de ojos azules que le gustaban demasiado.
—Logre conseguir toallas de la habitación del tío Ron —informo con una pequeña sonrisa mientras un sonrojo adorno sus mejillas al notar la semi desnudez de Alexander —, tomar, Scorpius.
—Gracias —el mayor le sonrió aceptando una toalla para secarse el cabello — ¿Ya han sabido algo de Nired?
Alexander y Scorpius miraron a Zed con curiosidad que negó con suavidad para suspirar.
—La tía Anir y el tío Fred están junto con su padre que la estaba revisando, no sé si ya haya despertado.
Los dos hijos de la familia Malfoy lograron sacar a Anired del lago una vez que cayo inconsciente pues el hechizo fue demasiado fuerte, aun no sabían de cual se trató.
Scorpius que tenía conocimientos en primeros auxilios le dio respiración de boca a boca, y la menor estuvo consiente durante algunos segundos para caer desmayada, así que los tres varones la llevaron de vuelta al hogar mágico de la familia Weasley, los adultos de inmediato la llevaron a la vieja habitación de los gemelos pelirrojos donde Draco se encargaba de revisarla, Tanith por otro lado se encargó de verificar que sus hijos y Zed se encontraran a salvo.
Alexander iba a agregar algo más cuando los pasos molestos golpearon la vieja madera de la escalera, todos dirigieron las miradas para ver a un pelirrojo que tenía el rostro lleno de ira y una expresión que asustaría a cualquiera que lo viera, de esa manera el parecido entre George Sirius y Fred era más notable, ambos cuándos e enojaban tenían la misma expresión: cejas fruncidas y la mandíbula tan apretada que en cualquier momento los dientes podrían romperse.
—¿Dónde está Victoire?
Pregunto con voz severa, los mellizos que estaban en el sillón de tres plazas junto a Louis dirigieron la mirada a su padre, eran pocas las veces que lo vieron de esa forma, pero si de algo estaban seguros es que no se iba a contener por nada y menos, si es que Anired fue herida de manera grave.
Zed y Alex miraron a la puerta de la cocina, Victoire seguramente estaría en el jardín evitando que la regañaran o incluso se habría ido de ahí.
—¡Fred! —Molly salió de la cocina y al ver a su hijo así, suspiro —, por favor, son peleas de niñas, déjalo pasar.
—¿Cosas de niñas? —enarco la ceja acercándose unos cuantos pasos a la regordeta mujer — ¡Victoire tiene casi veintidós años y mi hija no llega ni a los quince! ¡Si Scorpius, Alexander y Zed no hubieran estado cercar, Anired estaría muerta por culpa de ella!
—¡Si Victoire la ataco, fue porque tu hija siempre la está provocando! — defendió la mayor, los tres menores que estuvieron presentes durante el incidente fruncieron el ceño —, deberían de educarla mejor, cada día es más rebelde, igual que su madre...
—¡Victoire fue la que empezó a molestar! —para sorpresa de todos, Zed se puso de pie interrumpiendo la pelea de los mayores, el rubio vio a Lys y George los cuales asintieron dándole a entender que continuara —...nosotros estábamos en el lago, Anired veía las flores y plantas con Scorpius cuando Victoire llego con sus burlas...en incluso le dijo a Anired —hizo una pausa sintiendo asco al repetir el insulto —...que era una bastarda y que no merecía estar en la reunión porque no era parte de la familia... y que el tío Fred era demasiado tonto por creer que Anired era su hija...
Todos los presentes se quedaron en completo silencio, Sirius Black que estaba por ir a buscar a la rubia menor fue detenido por su esposa Laetitia antes de que hiciera una estupidez.
—¿Y esperas que ante eso mi hija no se defienda? —Fred le cuestiono a su madre que tenía una extraña expresión difícil de leer, Arthur al ver como el gemelo mayor se tensaba aún más se acercó antes de que todo empeorada —, Anired ni siquiera puede usar magia para defenderse, Victoire la ha atacado comportándose como una mujer vil y ruin no esperes que me quede callado sin decir nada.
—Fred, hermano —llamo Bill que iba entrando —...ya he regañado a Victoire por lo que hizo...ella se disculpara con Anired, son pleitos de niñas, no deberíamos de inmiscuirnos...
—Victoire ya no es una niña...es una mujer que se aprovecha que puede usar magia para atacar a Anired—alzo el mentón viendo con furia a William—, siempre ha sido así, y no le pones un alto, hasta Morena la regaña más ¿qué es lo que esperas para hacer que cambie su comportamiento? —chasqueo la lengua —, no he permitido que George Sirius y Regulus John se metan a defender a su hermana —los mencionados tenían la misma mirada de enojo que su padre, Louis también hubiera querido intervenir varias veces, pero no quería discutir con una menor que él —, pero al parecer lo único que buscas es que alguien más le ponga el alto, y si no soy yo...ten por seguro que serán uno de ellos...
William recorrió con la mirada a los varones frente a el: Scorpius, Alexander, los mellizos, Freddos, Louis e incluso Zed que prefería no meterse en problemas tenían una mirada llena de enojo, y si de algo estaba seguro es que en cuanto menos se lo esperara ellos reaccionarían, pero, es que no encontraba la forma de frenar el comportamiento de Victoire, cada día parecía incrementar el odio en contra de la menor de la familia.
—¡Por Merlín, Fred, son cosas que cuando ambas crezcan olvidaran! —intervino Molly—...Vic es una adorable señorita, estoy segura que Anired es la que la provoca con ese comportamiento tan brusco y masculino, parece un niño más siempre corriendo con sus primos y hermanos...
—¿Cuándo crezcan? ¡Por Merlín, mamá! ¡Esto ya lleva años, por eso es que preferimos evitar que Anired esté en el mismo lugar que Victoire, pero la que deber de aprender a comportarse es Vic! ¡No vas a comparar la diferencia de edad entre ambas, Victoire es una mujer problema solo busca la forma de herir a mi hija, tú siempre la estas defendiendo!
—¡No puedes hablar así y claro que voy a defender a mi nieta!
En ese momento Fred miro a su madre que estaba a la defensiva y negó con la cabeza.
—Anired también es tu nieta... sin embargo, siempre haces diferencias entre ambas...
—¡Fred, por favor, ya abre los malditos ojos! ¡Es más que obvio que esa niña no tiene nada de nuestra familia! —Molly no pudo controlar más su lengua —... es obvio que esa niña no es tu hija... ningún Weasley nunca había estado en Slytherin hasta George Sirius, pero al menos él se parece a ti, en cambio Anired no es más que una vil serpiente igual que su madre...
—¡¿Estas de broma?! —Laetitia Black-Flamel por primera vez perdió esa paciencia que tanto la caracterizaba — ¡Mi hija nunca le seria infiel a Fred, Anired se parece a él, es más que obvio que es su hija!
—¿Cómo estas tan segura? Anirak siempre ha tenido unas mañanas raras ¿A caso ya olvidaste cuando eran jóvenes y ella termino inconsciente en San Mungo por sus prácticas extrañas? ¡Desde entonces supe que sería una mala mujer!
Los mellizos miraron a Louis con curiosidad al no entendía de que hablaba la mujer mayor, el rubio negó pues tampoco sabía nada de eso.
—¡Por Merlín, eso fue hace demasiados años! —exclamo Sirius sobándose la sien —, ambos estuvieron de acuerdo...aparte...Por Merlín, no puedo creer lo que dices, Anired se parece demasiado a Fred...y mi hija ama demasiado a Fred como tan siquiera para pensar en engañarlo.
Varios gritos y reclamos inundaban la madriguera, todos le llevaban la contraria a Molly, continuaron unos segundos más así hasta que la George interrumpió.
—¡Ya es suficiente! —el gemelo que no tenía oreja vio de forma afilada a su madre —...mamá, esto ya es demasiado... ¿Cómo crees que se siente Fred al escuchar esas tonterías que dices? No entiendo porque eres así...mamá.
—¡Solo trato que tu hermano abra los ojos, pero todos parecen cegados por esas serpientes!
—¡Basta! —Fred paso la mano entre su cabello — ¿Dices que Anired no es tu nieta? —Molly asintió sin borrar la mueca de enojo en su cara —...tienes razón, Anired no es tu nieta, tampoco los impostores ni Louis...
Todos los vieron con sorpresa y confusión ante esas palabras, los impostores y el rubio abrieron los ojos sin comprender lo que estaba pasando...
¿A caso Fred en serio no era su padre?
Regulus John observo a George Sirius, tenía ese cabello centelleante de color rojo que caracterizaba a los Weasley, quizá él no, pero tenía un lunar en el pecho que Fred también tenía, George y él compartían fecha de cumpleaños y eran casi idénticos... ¿Entonces?
—¿Fred? ¿Qué demonios dices?
Lyssane lo miro sin entender, estaba segura que su cuñado nunca diría algo así.
—Por fin hijo, te das cuenta...
Molly no continuo ya que Fred la interrumpió.
—Tienes razón...ellos no son tus nietos porque a partir de estos momentos yo dejo de ser tu hijo...
—Fred...
Llamo Arthur dejando caer el plato de botana que llevaba en las manos, los demás hermanos Weasley —excepto Charlie que se encontraba en Rumania—, lo vieron con la boca abierta.
—¿Qué dices, Frederick?
Molly sentía los ojos arder ante las palabras del menor.
—Así como tú reniegas de mis hijos, especialmente que no creer que Anired sea tu nieta, yo dejo de ser tu hijo para que sea real...esta es la última vez que estamos en su casa, Señora Weasley —se irguió de manera orgullosa, aunque si alguien ponía atención en su mirada avellana se daría cuenta lo dolido que se encontraba —, también le pido que no se acerque a mi casa, ya que no es bienvenida —se dio la vuelta para subir a las escaleras—, Louis, George, Regulus —los llamados se pusieron de pie de inmediato—, traigan sus cosas y las de su madre y hermana, nos vamos —detuvo la mirada en Harry y Ginny—, lo siento por arruinarte el cumpleaños, Harry, lo mejor es que nosotros nos retiremos.
Fue lo último que dijo el pelirrojo para desaparecer de la mirada de los demás, Arthur se acercó a su esposa que comenzaba a hiperventilar y parecía a punto de desmayarse.
[...]
Fred vio a su esposa salir de la habitación de la azabache menor y enarco la ceja para dar un paso y acercarse a ella.
—¿Cómo está? — Anirak negó con suavidad — ¿Sigue sin querer que nadie la vea?
—Sigue llorando, sabes que Anired siempre se esforzó por tener el cabello largo, sé que son cosas superficiales —soltó un suspiro rodeando el torso de Fred con los brazos mientras él recargaba la frente en su hombro—...pero, me duele verla así, está sufriendo por eso.
—¿Le diste la poción crece pelo?
—Sí, pero no funciono tan bien...hizo que le creciera un poco como para cubrirle el cuero cabelludo, pero hablando con Draco me dijo que Victoire lanzo mal el hechizo crines muto, por lo que los efectos secundarios en Anired fueron distintos, tardara en que su cabello vuelva a crecer con normalidad aun bebiendo la poción...
Fred soltó un gruñido, debió de haber puesto esa distancia con su madre y Victoire desde hace años, eso habría evitado todos los sucesos de ese día.
—Lo siento —murmuro con hilo de voz sintiéndose completamente culpable—...soy tan mal padre y esposo...
—¿Fred? —Anirak se alejó para hacer que la mirara al rostro — ¿De qué hablas? ¿Estás de broma?
—Anirak...Nired casi muere por culpa de Victoire y Molly no pudo hacer nada por ponerle un alto, al contrario, le hecho toda la culpa a nuestra hija...
—Fred...lo estuve pensando, y lo mejor será que Anired y yo no volvamos a ir a la Madriguera o a reuniones que las involucren a ellas, tanto por nuestro bien físico como mental —se mordió el labio inferior, ya que no quería poner a su esposo entre la espada y la pared—, no puedo obligar a Louis ni a los impostores que hagan lo mismo porque los tres son mayores y deben de escoger con lo que se sientan más cómodos, pero por nuestra parte, esa en la decisión.
El pelirrojo negó con suavidad.
—No es necesario, nadie ira ya —le acaricio la mejilla—, le dije a Molly que nunca volveríamos y que ella no era bienvenida a nuestra casa...que a partir de ahora yo ya no era su hijo.
—Fred...enserio, no es necesario que hagas eso...es tu madre...tu familia, la madriguera es tu hogar.
—Tú y mis hijos son mi familia, si ella no puede respetarlos que no espere que yo esté de acuerdo y me quede sin hacer algo —tomo la mano de Anirak para besarle el torso y agregar—, Anirak...mi único hogar eres tú, donde tú estés esta mi hogar.
Ella no dijo nada para abrazarlo con fuerza cosa que fue devuelta.
—No quiero que tengas que escoger entre Molly y nosotros, Freddie...
—Eres mi esposa, siempre te voy a defender al igual que a los niños...debí de hacer eso desde la primera vez que te trato mal —beso cortamente sus labios—...enserio, lo siento mucho, te hice soportar demasiado, Anir, perdóname, no volverá a suceder.
Ella negó con una pequeña sonrisa.
—Eres el mejor esposo, Freddie, no tengo nada que reclamarte o porque estar enojada, así que no te culpes por nada ¿sí?
—Te amo.
—Te amo más.
Estuvieron unos segundos más de esa manera, para separarse y bajar las escaleras tomados de las manos e ir al salón principal donde los tres varones se encontraban en completo silencio en el sillón.
—¿Cómo esta nuestra hermana?
Preguntaron al mismo tiempo, ya que cuando salieron de la Madriguera, Fred la llevo cargando mientras la cubría con su abrigo evitando que alguien la viera.
—Niños, Anired se encuentra bien físicamente...pero —Anirak se sentó en el sillón frente a ellos y Fred a su lado sin soltarle la mano—, emocionalmente está mal.
—¿Por qué? ¿Qué fue lo que le hizo el hechizo de Victoire?
Cuestiono Louis con la ceja enarcada.
—Lanzo mal el hechizo y provoco ciertos estragos en el cabello de Anired...
Por todos era bien conocido lo mucho que Anired amaba tener el cabello largo, dedicaba varias horas en cuidarlo para que siempre brillara y se encontrara sedoso.
—¿Qué clase de estragos?
Regulus miro a su padre sin comprender.
—Ella...perdió todo el cabello...
—¿Anired esta pelona?
George Sirius los miro sin creerlo, pero ellos asintieron ante su pregunta.
—Le dimos la poción crece pelo, pero debido al mal empleo del hechizo no tuvo el mismo efecto, quizá de aquí a que vuelva a Hogwarts el cabello le llegue al hombro.
Louis y los impostores se quedaron en completo silencio, tal vez si fuera alguna otra la situación, habrían hecho alguna broma como que Anired seria idéntica a Anubis, su gato calvo.
Pero, en esos momentos solo sentían un enorme enojo por la rubia que la atacó, era injusto que una mujer de veintiún años se metiera con una niña que no llegaba ni a los quince años y menos, que Nired no podría utilizar magia.
La familia converso unos minutos más para que Regulus fuera a ayudar con su padre con algunas cosas en el patio, mientras Louis subió a la habitación de la menor para ver si podía hablar con ella, por otro lado, George Sirius tuvo que ir al callejón Knockturn por un encargo de su madre, cosa que agradeció ya que él estaba buscando la excusa para escaparse a Borgin and Burkes sin que ninguno de sus hermanos o primos lo acompañaran.
El pelirrojo se acomodó el gorro de la sudadera oscura, solo recogería un viejo artefacto que su madre llevaba buscando desde hace años, y aprovecharía para comprar una poción de magia oscura, estaba seguro que no era bueno que lo hiciera, pero ya no tenía opción, no podía continuar más con esos recuerdos y pesadillas que lo atormentaban cada día.
Existía una poción mucho más fuerte que la poción del olvido y el obliviate, ya que no solo encerraba los recuerdos si no que los eliminaba por completo de quien la bebiera, era algo complicada de hacer ya que llevaba ingredientes extraños y que en el laboratorio de su padre no encontró.
Estaba dispuesto a pagar lo que fuera, llevaba una gran cantidad de galeones que saco de la cuenta de Gringotts que su madre le entrego cuando cumplió diecisiete años, sabía que no habría problema con el dinero que gastara, para su buena suerte su familia gozaba de una gran solvencia económica y era raro que sus padres les negaran algo.
—Buenas tardes —saludo al propietario de la tienda: un anciano que usaba unos enormes lentes que parecían hechos por el fondo de una botella de cristal —...vengo a recoger algo.
El mayor lo miro de arriba abajo con intensidad como si tratara de reconocerlo.
—¿Qué te trae por aquí? Los niños de la aristocracia mágica no deberían estar aquí... ¿qué eres? ¿Un Malfoy? ¿Un Black?
George Sirius se quitó el gorro dejando ver el centelleante cabello pelirrojo que parecía brillar con la tenue luz de los viejos candelabros.
—¡Un Weasley! —se centró en el rostro y negó varias veces—...no...no, esos ojos grises y facciones no son de un Weasley ¿entonces?
George puso los ojos en blanco.
—Soy un Black-Weasley...mis padres son Anirak y Fred Black-Weasley.
Alzo el mentón con orgullo al decir el nombre de sus progenitores.
—¿Cómo puedo estar tan seguro?
Enarco la ceja, aunque su físico parecía indicar que decía la verdad.
—¿Con esto basta? —saco del bolsillo del pantalón el emblema de la familia Black-Weasley que estaba grabado en oro negro y rojo— ¿O acaso quieres otra prueba?
—Ah...lo siento, lo siento, pero como sabrá no puedo entregar tan fácilmente los encargos de los amos Black-Weasley —hizo una pequeña reverencia ante el menor—...son unos grandes compradores, pero siempre me han pedido discreción.
—Evidentemente... ¿entonces, tiene lo que ordeno mi madre?
El anciano asintió varias veces provocando que sus lentes se movieran y rápidamente desaparición de la vista del pelirrojo.
George recorrió la vieja tienda con interés, los objetos eran extraños y oscuros, su madre varias veces compraba algunos objetos malditos para resguardarlos ya que esa era la manera más fácil de conseguirlos, Anirak era una mujer que sabía cómo hacer conexiones y de una u otra manera las personas siempre terminaban debiéndole favores como el propietario de la tienda, por otro lado Fred compraba algunos ingredientes para los que se necesitabas permisos, pero podía conseguirlos de forma "ilegal" en Borgin and Burkes.
Escucho los pasos acercarse así que regreso al mostrados, el anciano le extendió una caja forrada con cuero.
—La señora Black-Weasley pidió que fuera envuelto de esta manera.
George lo tomo y lo analizo por unos segundos para asentir.
—Aquí está el pago —saco una pequeña bolsa de fina tela para dejar sobre el mostrador, tenía una gran cantidad de galeones — ¿Usted les sirve a mis padres bajo discreción? —el anciano que tomo la bolsa para contar los galeones asintió —...entonces ¿no le molestaría hacer lo mismo conmigo? Al fin de cuentas soy un Black-Weasley...solo necesito que nadie se entere sobre lo que estoy por pedir, también le pagare una gran cantidad si me da lo que busco.
El mayor sonrió al escuchar eso.
—Claro que sí, joven amo...usted pídame lo que quiera y yo siempre mantendré la boca cerrada.
—Una poción...la poción mata recuerdos...
El propietario lo miro con sorpresa, era magia oscura y demasiado avanzada como para que alguien tan joven como él deseara usarla, incuso resultaba peligrosa, pues solo unas gotas y borraría una gran cantidad de recuerdos imposibles de recuperar.
—Lamento decirle que no trabajo esa poción —hizo una pausa al ver el ceño fruncido del Black-Weasley, y rápidamente agrego—: pero, hay una bruja en la calle de enfrente...madame Samara, es anciana, pero se ha dedicado a ese tipo de pociones desde que se mudó a vivir aquí, lleva más de quince años con el negocio, dígale que va de mi parte y le dará lo que desea.
George Sirius asintió sacando unos cuantos galeones y dejarlos sobre el mostrador.
—Supongo que con esto pago su silencio...sin embargo —se recargo en el mostrador para ver fijamente al señor que era varis centímetros más bajo que él por lo que tuvo que bajar la mirada—...si me entero que ha comentado cualquier cosa respecto a hoy —una sonrisa torcida adorno su rostro—...le arrancare la lengua con mis propias manos.
Samuel Borgin, el propietario sintió un escalofrió recorrerle al ver a ese adolescente, la mirada gris estaba afilada haciéndolo lucir muy amenazante, se parecía demasiado a su madre de esa manera, ambos tenían una mirada tan profunda y amenazadora que a más de uno le pondría los pelos de punta.
Y si algo sabía muy bien, es que los Black-Weasley siempre cumplían con sus amenazas, lo aprendió a la mala al hacerle una mala jugada a Fred Black-Weasley, algo que lamento por mucho tiempo y ahora pagaba con creces, así que más valía tenerlos de amigos que de enemigos.
—No se preocupe, joven Black-Weasley, nunca comentare nada.
—Gracias.
Tomo el encargo de su madre guardándolo en el bolso de la sudadera y colocándose el gorro para salir de ahí, observo a todos lados para fijarse que nadie lo viera o siguiera y caminar a la calle de enfrente, donde un viejo y lúgubre local se encontraba abierto, estaba lleno de hierbas extrañas y algunas cabezas encogidas que usaban de adorno.
—¡Los mocosos no deben de entrar a este lugar!
Grito una de las pequeñas cabezas, George Sirius la miro con aburrimiento pasándola de largo.
—Vaya...la bola de cristal no me mintió, así que has llegado.
Comento una mujer que era cubierta por una extraña capa negra.
George Sirius chasqueo la lengua, varias veces le habían dicho que lo mejor es que fuera cortante con los magos oscuros de ese callejón o podrían hechizarlo con tan solo unas palabras.
—El dueño de Borgin and Burkes me dijo que podría encontrar una poción en este —hizo una pausa observando el local que parecía un cuchitril lleno de mugre, incluso olía a animal muerto —...este lugar.
—Se lo que buscas... ¿la poción mata recuerdos? —algunos brujos eran demasiados buenos en adivinación, incluso el mismo Regulus John resaltaba en esa clase por lo que no le extraño que supiera algo de eso así que asintió —...supongo que sabes lo peligrosa que es si no tomas la dosis correcta.
Se movió para buscar un pequeño frasco en el estante de a lado, la capucha se le corrió dejando ver el rostro quemado y unos cuantos mechones chamuscados que dejaban ver un poco de color rubio.
—Sí, lo sé.
—Una gota te hará olvidar el día que desees, pero, serán los eventos de todo el día.
Puso el pequeño frasco de cristal tapado con un corcho frente al pelirrojo que de inmediato la tomo para verla más de cerca, leyó en el libro que el líquido era el único que tenía un color indescriptible cosa que así era, eran tantas mezclas y tonalidades que no podía decir con sus propias palabras.
—Supongo que sabe que si me engaña o me envenena las consecuencias serán terribles... incluso podría terminar en Azkaban o muerta.
—Lo sé, nunca se me pasaría por la cabeza intentar algo contra un miembro de la familia Black-Weasley.
George Sirius asintió.
—¿Cuántos galeones?
La anciana sonrió dejando ver que le faltaban los dientes de enfrente.
—Treinta.
Para sorpresa de él fue mucho menos de lo que pensó, saco los galeones dejándolos frente a ella.
—Y no te preocupes, antes de que me amenaces, no diré nada... por lo que quieres borrar sé que no es bueno tenerte de enemigo...
—Me alegro que lo sepa.
Fue lo último que dijo saliendo de ahí mientras ocultaba la poción entre su ropa, tenía todo preparado.
En una vieja libreta que escondió en un baúl mágico que su abuelo Sirius le regalo en uno de sus cumpleaños, escribió la nueva versión de ese día, que consistía en que salió con JJ, tuvieron una charla y luego volvió a casa en compañía de Regulus John, estaba decidido a olvidar todo, quería que su paz regresara de cualquier forma.
⚜⚜⚜
La azabache se observó nuevamente en el espejo y los ojos se le llenaron de lágrimas al ver su reflejo, nunca se consideró superficial, pero en esos momentos extrañaba demasiado su largo cabello que tanto le tardo en crecer.
Ahora era corto que apenas le rozaba los hombros, no le gustaba para nada como se le veía, a pesar de tomar la poción crece pelo, debido al hechizo le tardaba aún más de lo normal en crecer, sus padres buscaban algún remedio, pero nada parecía funcionar.
Se limpió las lágrimas con brusquedad, tomando la vieja gorra que tomo de la habitación de Louis y colocársela de inmediato, no quería verse más de esa forma.
Por más que hacia memoria, no encontraba él porque del odio de Victoire hacia ella, quizá siempre le contestaba, pero era cuando la rubia daba inicio a peleas demasiado estúpidas, nunca se quedaba callada y eso molestaba aún más a su prima.
Trato de no pensar en eso y tomo la mochila donde llevaba sus cosas más frágiles al igual que la transportadora de Anubis y salió rápidamente de la habitación escuchando las voces de sus padres y los pasos apurados de los mellizos.
—¡Niños, por un demonio, ya apúrense!
Fred grito por la parte de abajo, Regulus John fue con Anired para ayudarla a bajar su baúl.
—Nired —llamo con una pequeña sonrisa adornándole el rostro—...con el pelo corto o largo sigues siendo la niña más bonita, así que deja de esconderlo.
Dejo a la azabache sin respuesta y bajo las escaleras con velocidad mientras George Sirius llevaba a dos gatos regordetes anaranjados en brazos.
—Ya tengo a Gred y Feorge —los mencionados maullaron—, mamá ya está metiendo unas cosas al auto, y papá sigue dándome malas miradas.
—Es que no nos debimos de desvelar...perdimos el expreso...
—Te juro que se me olvido encender la alarma —el día de ayer George Sirius antes de dormir consumió la poción sin saber que al instante caería dormido, al despertar encontró la libreta y leyó lo que estaba escrito sin comprender nada, no le prestó atención ya que seguramente habría sido una estupidez porque no había nada importante —...a parte ni Geori o ellos despertaron antes.
—Al auto, ahora.
Fred estaba tras ellos y los mellizos solo asintieron para salir de la casa y meter las cosas en la cajuela de la camioneta negra, los gatos los colocaron con cuidado en las transportadoras y subieron a los pocos segundos Anired los alcanzo.
—¿Llevan todo?
Anirak entro al asiento de copiloto colocándose el cinturón.
—Sí, mamá.
Respondieron los menores al mismo tiempo, algunos segundos después el pelirrojo mayo entro a la parte del piloto, se puso el cinturón y encendió el auto.
Los mellizos hablaban de diversas cosas, mientras Anired se acomodaba en el hombro de George Sirius para dormir mientras escuchaba música ya que les esperaba un largo viaje.
Habían perdido el expreso debido a que ninguno se despertó temprano, y ahora Fred tendría que manejar alrededor de ocho o nueve horas para poder llegar hasta el castillo, al menos Louis-Philippe había partido la noche anterior y de esa forma conseguirían que los menores entraran.
[...]
—Apúrense a ir a sus mesas.
Riño Louis, George y Anired terminaban de colocarse las túnicas con detalles esmeraldas, mientras Regulus John como un dulce que llevaba en el bolsillo del pantalón.
—Ya vamos... ¿Por qué mamá y papá se quedaron?
Cuestiono el pelirrojo mayor viendo como sus padres entraban al gran comedor.
—Pronto lo sabrán, ya vamos que el banquete está iniciando y McGonagall dará un anuncio.
Los más chicos pusieron los ojos en blanco ante la presión del mayor y sin rechistar subieron las escaleras corriendo, al entrar todo el alumnado voltearon a verlos, murmuraron una disculpa.
George y Regulus chocaron los puños, el azabache beso la mejilla de la menor y se separaron para que él fuera a la mesa de los leones y los otros dos a las de las serpientes.
—Pensé que no llegarían.
Fue lo primero que digo Freddos cuando si primo se sentó a su lado.
—Se nos hizo tarde y papá tuvo que traernos— explico con rapidez—...ya paso la selección ¿por qué aun no sirven la comida?
—Al parecer hay algunos anuncios —un chico castaño oscuro casi azabache llamo la atención de Regulus —, o tal vez McGonagall nos quiere matar de hambre... por cierto, el verano hizo que Anired se pusiera más hermosa con el cabello largo se ve más niña y ahora...merlín, me ha robado el corazón otra vez.
—Aléjate de ella, Nott —gruñó Reg viendo a su amigo y compañero de habitación: Damián Nott.
—Vamos, soy buena persona, me conoces desde hace años...deberías de ayudarme a que se fije en mí.
Se quejó viéndolo con ojos suplicantes.
—Definitivamente mi prima nunca te haría caso —Freddos le lanzaba malas miradas a Damián —...así que ya mejor vete de casanova con alguien más.
Damián no logro responder, ya que la seria voz de Minerva McGonagall llamo la atención de todos los presentes.
—Bueno —la bruja se acomodó los lentes que descansaban sobre el puente de la nariz—. Ahora que todos estamos presentes, espero toda su atención mientras les comunico algunas noticias:
»El señor Filch, el consejero me ha pedido que les comunique el bosque está dentro de los terrenos del castillos es una zona prohibida, sin importar si son prefectos —por un momento la mirada de la mayor recorrió a George Sirius, Scorpius, Anired, Zed e incluso a Stefan —, al igual que para todos los estudiantes, otro tanto ocurre con el pueblo de Hogsmeade para todos los alumnos de primero y segundo —soltó un doloroso suspiro —, es también de mi doloroso deber informarles que la copa de Quidditch no se celebrara este curso.
Regulus John soltó un quejido al igual que el rubio a su lado acompañado de JJ que dejo caer el tenedor con el que jugaba, George Sirius, Scorpius y Anired se encontraban de la misma forma, incluso Stefan Denvers quedo sorprendido ante esas palabras y los abucheos se hicieron presentes ya que a nadie le parecía esa decisión.
—Aparte de esa noticia...no entiendo porque mis papás y el tío Jerome están aquí —Regulus observo a la mujer azabache que tomaba asiento a lado de la directora en compañía del mayor de los Delacour, mientras Fred estaba recargado de un viejo pilar observando todo de manera seria —...no recuerdo que hayamos hecho nada malo...
—No sé, tal vez ellos sean nuevos profesores.
Regulus negó buscando a su mellizo con la mirada que parecía igual de confundido.
—¡Silencio! —exigió McGonagall para continuar con su monologo —, tenemos el honor de ser la sede de un emocionante evento que tendrá lugar durante los próximos meses, un evento que no se celebraba desde hace casi treinta años—a pesar de sus palabras se podía notar que no estaba de acuerdo con eso—, para explicarles más tenemos el honor de contar con dos honorables invitados...el director del departamento de seguridad mágica: Lyssandre Delacour...
Varias adolescentes soltaron un suspiro cuando el mencionado se puso de pie dando un pequeño saludo, a pesar de pasar de los cuarenta años seguía luciendo como un hombre de no más de treinta cinco años gozando de un gran atractivo que hacia suspirar a más de uno.
—Y, a la ministra provisional: Anirak Black-Weasley.
Todo Hogwarts se llenó de cuchicheo por la presentación de la azabache, Regulus y George Sirius se observaron con sorpresa ya que no su madre no les dijo que ya sería nombrada de esa manera, sabían que era la representante de Shacklebolt, pero no que ya tenía el título de Ministra Provisional.
Anirak se aclaró la garganta mientras tomaba el lugar de la directora.
—Es un gran placer para el ministerio de magia británica que este año tendrá lugar en Hogwarts el torneo de los tres magos.
De nuevo los cuchicheo, vitoreo y exclamaciones de sorpresa se escuchaban en todo el lugar hasta los fantasmas parecían emocionados, sin embargo, la Black-Weasley tenía una falsa sonrisa ocultando su preocupación.
—El Torneo de los tres magos tuvo su origen hace unos setecientos años, y fue creado como una competición amistosa entres las tres escuelas de magia más importantes de Europa: Hogwarts, Beauxbatons y Durmstrang. Para representar a cada una de estas escuelas se elegía a un campeón que participaban en tres escuelas magias. Las escuelas se turnaban para ser la sede del Torneo, que tenía lugar cada cinco años, y se consideraba un medio excelente para establecer lazos entre magos y brujas de diferentes nacionalidades —explico de manera monótona la azabache, no reflejaba ninguna emoción—, en estos últimos años ha habido varios intentos de celebrar el torneo, ninguno tuvo mucho éxito, hasta ahora ya que los tres ministerios de magia consideran que es un buen momento para retomarlo.
Todos los alumnos escuchaban de manera atenta, Jerome prosiguió con la información de debía dar
—: En octubre llegará los directores de Beauxbatons y Durmstrang con sus candidatos, y la selección de los campeones tendrá lugar el día dieciocho de octubre. Un juez imparcial decidirá que estudiantes reúnen más méritos para competir por la copa de los tres magos, la gloria de su colegio y el premio en metálico de mil galeones.
George Sirius negó al escuchar las palabras de su tío, era demasiado riesgoso como para participar por un premio tan insignificante, pero Regulus John parecía pensar muy distinto a su hermano.
—Los directores de los tres colegios participantes —ahora hablaba McGonagall —, hemos decidido que la restricción de edad para los contendientes de este año. Solo los estudiantes que tengas dieciséis años en adelante, podrán proponerse a consideración, así que si no cumplen con eso les pido que no pierdan el tiempo intentando participar —hizo una pausa y continuo—, las delegaciones de Beauxbatons y Durmstrang llegaran el cinco de octubre, y permanecerán con nosotros este curso, sé que todos trataran a nuestros huéspedes extranjeros con extrañada cortesía mientras están con nosotros, y darán su apoyo al campeón de Hogwarts cuando sea elegido o elegida...y como ya sé que es algo tarde, les pido que disfruten del festín.
La comida apareció sobre las mesas, Jerome platicaba animadamente con Robert Burke mientras Fred y Anirak estaban completamente serios viendo de reojo a sus hijos, no se preocupaban por Anired o George Sirius...si no por el único varón azabache: Regulus John, para desgracia de Fred era más parecido y estaba casi seguro que pondría su nombre en el cáliz.
—Aun me faltan varios meses para los dieciséis —se quejó el rubio viendo a su primo—...es injusto.
Regulus tenía una gran sonrisa, se relamió los labios y agrego.
—: Participare...estoy casi seguro que seré el campeón de Hogwarts y me llevare la gloria eterna...
Si algo caracterizaba al azabache, era la gran valentía de un Gryffindor, pero sobre todo un enorme espíritu de competencia que lo obligaba a resaltar en todo lo que tuviera que ver con actividades mágicas.
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