Dos.
Regulus soltó un gruñido cuando la luz del sol se coló por el gran ventanal para molestarlo, odiaba las mañanas, estaba de vacaciones y al parecer ni así podía despertarse tarde.
-George -murmuro con voz ahogada porque se dio la vuelta para esconder el rostro en la almohada -...George...cierra la ventana.
Pidió de manera sufrida, espero por algunos segundos, pero no hubo respuesta, soltó un gruñido de molestia, su hermano quedaba más cerca de la ventana por lo que era fácil que la cerrara, pero al parecer el idiota seguía durmiendo.
Levanto su peso con los brazos para girar el rosto y soltar un suspiro, la cama se encontraba vacía, entre bufidos y maldiciones se puso de pie para ver la hora en el reloj que estaba sobre el pequeño mueble junto a la cama, apenas eran las ocho y media de la mañana y él ya había despertado.
Unos golpes que provenían de la terraza que se encontraba en la parte de arriba llamaron su atención, y supo donde estaba su mellizo: entrenando box, nunca entendería de donde sacaba tanta energía y menos tan temprano, estaba loco.
Reviso la mesa junto a la cama del mayor y sonrió al ver que no estaban las dos pastillas rojas que tenía que tomar George al despertar, así que hoy era probable que no hubiera ningún problema.
Caminó al baño para lavarse la cara y los dientes, aprovecharía para desayunar con sus padres antes de que se fueran a trabajar.
Se colocó un pantalón de chándal ya que cuando estaba en casa tenía la costumbre de dormir en bóxer para salir de la habitación y bajar las escaleras de dos en dos, el aroma a pancakes y café inundo su nariz provocándole una enorme hambre.
La canción de «Under the Bridge» de Red Hot Chili Peppers inundaba la casa, sus padres eran unos grandes fanáticos del rock por lo que siempre ese tipo de música sonaba.
Entro a la cocina y sonrió al verlos.
-Buenos días, papá.
Saludo al mayor chocando los puños con él, Fred estaba recargado en la encimera tomando café mientras limpiaba unos objetos de cristal, Regulus los distinguió de inmediato eran los recuerdos de sus últimas vacaciones en Barcelona.
-Buenos días, pulga.
El pelirrojo sonrió al ver a su hijo para acomodarse las gafas y seguir puliendo el cristal.
-Buenos días, mamá hermosa.
Saludo a la mujer que le dio la vida abrazándola por atrás y viendo como le daba la vuelta a los pancakes.
-Buenos días, cielo... ¿Qué tal dormiste? No pensé que despertarías tan temprano.
Regulus se alejó de su madre besándole la mejilla para ir por un vaso de agua.
-Sí, bueno más o menos, el sol me molesto, le diré a George sobre cambiar las cortinas.
Se acercó a la puerta del patio ya que estaba abierta mientras le daba grandes sorbos al líquido en el vaso y distinguió a Anired corriendo por el jardín, parecía perseguir algo.
-Podemos ver con madame Malkin para que haga algunas o si quieren ir al mundo muggle a buscar algo que les guste -comento Fred terminando de pulir las figuras -, Anired quiere ir a comprar una nueva paleta de ¿Sombras, colores, dulces? -enarco la ceja viendo a su esposa
-Una paleta de sombras, ya sabes que es para sus maquillajes -se encogió de hombros -, así que iremos el fin de semana, si necesitan algo es momento que para que lo compremos.
-Sí, estaría bien en el mundo muggle, tienen cosas más divertidas -murmuro sin apartar la mirada de su hermana y no pudo evitar reír al ver como se cayó - ¿Qué se supone que hace Nired? ¿Cazando gnomos?
-Está persiguiendo a Anubis -Fred paso las figurillas a su lugar con ayuda de magia -, le toca revisión con el magizoologo y tiene que ir sin desayunar...
-Parece tarea difícil para ella.
-No te burles de tu hermana, Reggie...mejor ve por George Sirius, el desayuno ya está listo.
Pidió la azabache, Reg asintió para alejarse de la puerta y salir de la cocina, se lo pensó por unos segundos y definitivamente no tenía nada de ganas de subir los dos pisos para llegar a la terraza así que se concentró para hacer una aparición.
Sus pies golpearon el suelo de mármol, sonrió al distinguir la enorme alberca, definitivamente la usaría en vacaciones, tal vez podría hacer una competencia con su mellizo o papá para apostar el lavado de la ropa sucia ya que al azabache era un nadador nato desde niño.
Caminó para ir a la puerta que separaba la terraza de la alberca, la abrió y se encontró a su hermano que golpeaba con fuerza el saco de box varias veces seguidas mientras Metallica sonaba de fondo a un volumen extremadamente alto.
Se acercó al reproductor de música para apagarla, George al darse cuenta de eso giro el rostro de inmediato.
-¿Por qué la quitas?
Se quejó dejando el saco de box, para ir con su hermano mientras se apretaba las manos que estaban cubiertas por unas vendas negras.
-Dice mamá que ya vamos a desayunar -le lanzo una toalla que el pelirrojo logro detener antes de que le golpeara la cara.
-No pensé que te despertarías tan temprano-se limpió el sudor del rostro y torso desnudo para tomar la botella de agua para seguir los pasos del azabache-, incluso apague el despertador para que no te despertara.
-Tenemos que cambiar esas estúpidas cortinas, o de preferencias los cristales el sol me molesto y eso que aún no está en su máximo.
-Que sensible saliste, Reggie.
Regulus soltó una risita para bajar los escalones seguido de su hermano que le dio la botella de agua vacía para poder quitarse las vendas.
-Sabes que no me gusta mucho el sol, por eso odio el verano, vivimos en Londres, debería de estar siempre nublado...
-Calentamiento global, hermano, calentamiento global.
Los mellizos entraron a la cocina para encontrarse con los otros tres miembros de su familia, su madre ayudaba a Anired a meter al gato en la transportadora mientras Fred pasaba el jugo de calabaza.
-¿Lograste atrapar a tu rata pelona?
Inquirió Regulus viendo a la menor que frunció el rostro.
-¡Que no es una rata es un gato!
Se quejó, los mellizos se rieron al ver la molestia de Anired y como el gato soltaba un gruñido, Anubis era una gata esfinge y la mascota predilecta de la azabache menor ya que sus padres se la regalaron cuando tenía un año de nacida, siempre estaban en todos lados juntas era raro ver que se separaran.
-Dejen de molestar a su hermana -Anirak puso los ojos en blanco y sonrió cuando George se acercó a besarle la mejilla -, hueles horrible, Georgie, te hace falta un buen baño.
-Pero, no fuera papá sudando porque ahí si no te quejas -Anirak golpeo con suavidad su cabeza para enseñarle la lengua y llevar la transportadora con Anubis al salón principal-, buenos días, Geori.
Dejo un beso en la mejilla de su hermana al igual que Regulus para que los tres se sentaran en los bancos frente a la encimera.
-Reg, George, su madre tiene que ir al ministerio, el ministro sigue enfermo y saben que ella es su mano derecha -explico viendo a sus hijos mayores mientras Anired tomaba un pancake para ponerlo en el plato frente a ella-, yo acompañare a Nired con el magizoologo, así que necesito que hagan cargo de la tienda del callejón Diagon, su tío George está de vacaciones con Lyssane y sus primos, Ron está en la sucursal de México y Louis fue a Rumania...
-Sí, papá, nosotros nos encargamos.
George Sirius le sonrió para servirse su desayuno.
-Papá-Regulus llamo a su progenitor para verlo de manera seria - ¿Cuándo iremos a la sucursal de Japón? Necesito ir, salió una edición especial de un manga y solo lo están vendiendo en Japón, se va a terminar y yo me quedare sin él.
-Tengo que ver eso, ya que George tal vez se encargaría de la sucursal de Japón -Fred comenzó a desayunar y al ver a su hijo desanimado negó con la cabeza -, no entiendo tu obsesión con esos libros extraños -hizo una pausa al ver como Reg fruncía el ceño-, pero, si es tan importante para ti podemos ir por él.
-¡Por Merlín! ¡Eres el mejor, papá! -Regulus le sonrió emocionado tras sus palabras -...gracias, gracias, gracias.
Fred solo sonrió sintiéndose feliz al notar la emoción de su hijo, amaba poderles dar lo que él no tuvo cuando tenía esa edad.
-Mon désir -la voz de la matriarca de la familia inundo el lugar y Anired giro el rostro al escuchar la manera tan cariñosa como la llamaba -... me llamo Hermione sobre el partido de Deyan -los varones se pusieron completamente serios al escuchar el nombre del castaño -, me dijo que será en Bulgaria, le dije que irías -Fred le lanzo una mirada inquisitiva a su esposa -, con la condición que Deyan venga por ti hasta la casa y que te traiga de regreso al terminar el partido.
-¿Hablas en serio? -los ojos de la menor brillaron con emoción, Anirak asintió -... ¡Genial, gracias! -se levantó de inmediato dejando el desayuno a medias -, iré por mi celular, seguramente Deyan me habrá mandado mensaje!
Antes de que sus padres pudieran decir algo salió corriendo de la cocina, Anirak tomo asiento para comenzar a desayunar ya que su esposo le había servido.
-¿En serio ira sola con Deyan hasta Bulgaria?
George Sirius parecía algo molesto, no es que le cayera mal el castaño, pero no podía evitar los celos porque su hermana menor estuviera a solas con el búlgaro sabiendo que tenían una relación a distancia, pero a fin de cuentas relación, y no era el único, Regulus se encontraba en las mismas.
-Sabes que, aunque siempre se han visto una vez al año, desde hace tres meses que tienen esa relación a distancia, mamá- protesto Regulus -, realmente, aunque Deyan sea hijo de la tía Mione y el tío Krum no sabemos qué clase de intenciones tenga con Anired.
-George Sirius, Regulus John -llamo su padre parando las protestas de los mellizos -, saben que no haremos diferencias con los permisos, así como a ustedes los dejamos salir con sus amigos y las citas como la que tuviste antier, Regulus, haremos lo mismo con Anired...
-Aparte, Anired es una niña demasiado lista y confiamos en ella -Anirak comía algo rápido ya que le quedaba poco tiempo antes de partir -, y es normal que ella quiera salir con Deyan, casi nunca se ven y solo irán a un partido, Hermione y Viktor estarán siempre presentes.
Los menores soltaron un suspiro de frustración ante eso, tal vez si tenían suerte se podrían colar al partido con ayuda de poción Multijugos, era muy probable que Fred tuviera un poco en el laboratorio.
-Y, por cierto, Reg -hablo Fred viendo al menor-, últimamente has estado saliendo mucho a citas, no sé si sea con la misma chica, pero espero te estés cuidando...
Anirak y George solo sonrieron al ver como Reg puso los ojos en blancos.
-Tal vez no ha sido con la misma chica, una fue la ayudante de la florería de la tía Kaira y otra la asistente de Madame Malkin, pero no, papá, no he tenido sexo con ninguna de ellas -dio un sorbo a su jugo y agrego-, aparte siempre llevo un condón en la cartera.
-¡Regulus! -Anirak dejo el pedazo de pancake en el plato para lanzarle una mala mirada -, espero y no siempre lleves el condón en la cartera, sabes que se puede romper o echar a perder, y revisa bien la caducidad.
Regulus sonrió inocentemente ante las palabras de su madre, realmente amaba la relación que tenía con su familia, no existía ningún tipo de tabú y podían hablar sobre cualquier cosa sin temor a que los criticaran o que los mayores se enojaran, incluso siempre los aconsejaban para que tomaran buenas decisiones, en pocas palabras no había secretos entre ellos.
-Mamá, cada que salgo lo cambio por las dudas, cálmate...
-Más te vale, aun no terminas el colegio -Anirak observo el reloj en su muñeca izquierda para ponerse de pie -, tengo que irme, Fred llevas a Anired por favor y vigilas que coma sus verduras, últimamente no quiere hacerlo -beso sus labios cortamente -, Reg, Georgie tienen cuidado en el trabajo y se compran algo de comer, igual hay comida en la nevera si quieren llevarse -beso la frente de sus hijos-, y sé que hoy irán al bar muggle con Stefan, por favor tengan cuidado y los quiero con el celular prendido ¿de acuerdo?
-Sí, mamá, no te preocupes -respondieron al unísono para besar la mejilla de la azabache mayor -, con cuidado, te amamos.
Anirak se despidió de los varones de la familia para ir a lavarse los dientes y a despedirse de su hija.
-Iré con Anired, quiero creer que no nos tardaremos mucho así que llegare como las tres a la tienda...podríamos comer los cuatro juntos.
-Sí, papá, si quieres compramos algo para los cuatro y comemos en Sortilegios Weasley -ofreció George terminando sus pancakes-, no sé, algo en el caldero chorreante o uno de nosotros puede ir por pizza.
-O «suhsi».
Ofreció de inmediato el mayor ya que amaba la comida oriental.
-Es sushi, Reg -corrigió Fred, el menor asintió para repetir la palabra varias veces de manera correcta, desde los trece años que fue diagnosticado con dislexia, pero gracias al apoyo de sus padres y hermanos le era mucho más fácil aparte que era en un grado bajo -, si, si quieren me parece bien esa idea, así también pueden salir temprano para alistarse para ir al bar.
-Cenamos sushi ayer, Reg -se quejó el mayor de los mellizos -, si, papá, nosotros nos encargamos, no te preocupes.
Fred les sonrió para ponerse de pie.
-Les encargo los trastes -beso la cabeza de sus hijos para fruncir el ceño cuando lo hizo con George-, George, báñate por favor, que con ese aroma vas a espantar a los clientes.
Regulus no pudo evitar reír por el comentario de su padre.
-Ya voy, papá...ya mejor vete...shu, shu...
-Enojón.
Fred se despidió por última vez para ir a ver que su hija tuviera todo listo.
-¿Me encargo de los trastes y te encargas de dar de comer a Gred y Feorge?
Inquirió Reg poniéndose de pie para percatarse que no bajo la varita y soltar un bufido.
-Idiota.
Murmuro George viendo a su hermano que le enseño la lengua para pasar los trastes de manera muggle, no eran tantos por lo que no sería muy difícil terminar con ellos.
El pelirrojo lo ayudo con ellos para ir a sacar el bulto de alimento de gatos.
⚜⚜⚜
La pequeña campanilla sonó indicando que alguien acababa de entrar, el pelirrojo giro el rostro de inmediato para ver a los dos chicos que entraron.
-¡Stefan! -Regulus camino rápido hacia su primo que acomodaba diversas masetas con flores extrañas de las cuales no tenía ni idea el nombre -...hombre, pensé que ya estabas listo.
George Sirius siguió los pasos de su hermano para ver al pelirrojo que no estaba listo para ir al bar, aun tenía el delantal de "Denver's Garden" y manchas de tierra en el rostro.
-¿Aun te falta mucho?
Pregunto el mayo deteniéndose frente a él.
-Solo acomodo esto y me cambio.
-Si quieres nosotros los hacemos-ofreció Regulus -, porque ya son las siete y vamos a salir muy tarde.
-¿Seguros que podrán con esto?
George sonrió sacando la varita de su bolsillo izquierdo.
-Sí, porque tenemos magia -le guiño el ojo-, cosa que los pequeñines como tú no tienen.
-Solo son diez meses mayores que yo, dentro de poco yo también la podre usar...
-Ya mejor vete a cambiar pequeñín, deja que los grandes nos ocupemos -le guiño el ojo-, George y yo no tardamos nada.
Stefan soltó un suspiro para asentir e ir a la puerta trasera de la florería que conectaba con las escaleras que llevaba al departamento en el que habitaba la familia Denvers.
Al entrar el aroma a bosque y algodón se hizo presente, Stefan camino rápidamente a su habitación ya que su madre salió a cenar con Robert Burke, su padrastro.
Desde hace años que estaban juntos, y era algo seguro que el próximo año se casarían, para ser más precisos en las vacaciones de pascua, se alegraba mucho por ella, aparte que Robert le caía muy bien, incluso lo veía como una figura paterna.
Soltó un suspiro al abrir el armario y ver puras camisas de cuadros de diversos colores, realmente amaba usarlas, eran demasiado cómodas y fácil de combinar.
Se quitó el delantal para dejarlo en el cesto de la ropa sucia junto con la camisa y jeans que llevaba ese día, se quitó los zapatos dejándolos en el suelo de la habitación y las calcetas para entrar de manera rápida al baño.
Dejo que el agua se calentara por unos segundos para entrar a la regadera, sus músculos se relajaron de inmediato.
El trabajar en la florería lo dejaba agotado, parecía trabajo fácil, pero tener que cargar bultos de tierra y cientos de flores resultaba pesado y más que aún no podía usar magia.
Cerro los ojos durante algunos segundos cuando una voz masculina recorrió su cabeza.
«¡Stefan vendrá conmigo y no me importa lo que tú quieras!»
La imagen de un hombre pelirrojo enojado gritándole a su madre mientras alzaba la mano con ira se implanto en su mente, agito la cabeza con fuerza para eliminar esos pensamientos, trataba de superar algunas escenas de su infancia, pero era difícil, y más cuando su peor miedo era su padre biológico: William Weasley.
Le costó varios minutos despejar su mente, pero lo logro, realmente quería salir ese día a divertirse con sus primos, quizá no era la clase de lugares que el frecuentaba, pero con los impostores la diversión era asegurada.
Tomó una toalla para secarse y salir del baño, de inmediato se vistió y solo tomo un poco de cera para tratar de acomodar los pequeños rulos rojizos que se hacían en su cabello, una vez que estuvo contento con el resultado, tomo su cartera y celular para salir de ahí y volver a la florería.
Rápidamente bajo las escaleras y el aroma a flores inundaba el ambiente, los mellizos ya habían cerrado y todas las flores, macetas y costales de arena se encontraban en su lugar.
-Ya estoy listo- informo el más bajo - ¿Iremos caminando o en tren?
Los mayores sonrieron de manera cómplice.
-Tal vez caminando, pero ya vámonos, Kairo, que se nos hace tarde -pidió George saliendo de la florería.
-Vamos, que no encontraremos mesa.
Regulus fue tras su hermano y Stefan los siguió, una vez afuera Reg y George se encargaron de poner los hechizos de protección para que nadie, más que los miembros de la familia Denvers entraran.
Denver iba a caminar, pero fue detenido por Regulus que lo sujeto de la muñeca.
-Esperamos no vomites, Stef, sería demasiado asqueroso.
-¿Qué dem...?
No pudo terminar la frase cuando George lo tomo por la otra muñeca y a los pocos segundos sintió como si algo los jalara del ombligo con fuerza, todo comenzó a dar vueltas y las náuseas lo recorrieron.
Soltó un jadeo de alivio al sentir el piso bajo él, una arcada lo recorrió, pero no salió nada de vomito.
-Creo que debimos de advertirte más que haríamos una aparición -George le palmeo la espalda tratando de animarlo -, no te mueras, que no fue tan malo.
-Ay, Stef, eres tan bueno en casi todo menos en las apariciones.
Se burló para ver a los lados buscando que ningún muggle estuviera presente.
-¡Merlín! Saben que odio las apariciones, me provocan demasiadas nauseas -se quejó el menor limpiándose la boca -...no sé cómo les gusta hacerlo de esa manera, pudimos tomar el tren o caminar.
-No era posible de esa manera, en el mundo muggle los tres somos menores de edad y no nos dejarían pasar -explico George yendo a abrir la puerta del sanitario-, Reg deja de verte en el espejo, sigues igual de feo.
-¡Soy el más guapo de los dos!
Regulus siguió sus pasos y Stefan imito su acción.
La música de rock se hizo presente, el lugar estaba repleto de gente que bebía y comía diversas botanas, Regulus parecía demasiado animado por ese ambiente, George buscaba una mesa disponible y el menor solo veía todo con curiosidad, ya que era la primera vez que visitaba Hell London Bar.
Por fin encontraron una mesa que era pequeña, pero perfecta para los tres, Regulus se encargó de traer la comida y la puso en medio mientras un mesero dejo tres cervezas en frente, al menos George pudo lograr que les vendieran el alcohol sin necesidad de una identificación, aparte no era como si fuera la primera vez que lo probarían, varias veces en Hogwarts lo hicieron de manera ilegal.
La profunda mirada gris de George recorrió las alitas, boneless y papas fritas, se relamió el labio inferior dudando que tomar.
-No sé qué comer...
Murmuró sin saber que decidir, por otro lado, Regulus ya había tomado una alita barbecue para sumergirla en el aderezo y darle una gran mordida.
George alzo la mirada para toparse con Stefan, el rostro del menor estaba adornado con una sonrisa coqueta para lanzarle un guiño.
-No, gracias, no como cerdo...
-¡George!
Denvers se hizo el ofendido ganándose las ruidosas carcajadas de los mellizos.
-Bromi -le enseño la lengua para tomar una papa frita y meterla en el kétchup -...cuando quieras te cómo.
-No, ya perdiste tu oportunidad-Stefan se hizo el digno bebiendo de su cerveza -, ahora te quedas sin comer.
-Que sensible saliste, primito -Regulus seguía devorando las alitas y bebiendo cerveza.
-Lo dice el que casi llora la vez que le salió una espinilla en el rostro - el azabache frunció el ceño al recordar eso, fue en Hogwarts y tenía una cita con Justine, una chica de Ravenclaw con la que salía el año pasado -, recuerdo que estuviste como loco obligando a George a hacer una poción para eso.
-Tenía una cita -puso los ojos en blanco - ¿Qué esperabas que hiciera? Soy guapo y una espinilla no dañaría mi belleza.
-Egocéntrico.
-A veces... ¿y tú? Recuerdo que Roxanne te invito a salir en vacaciones ¿no?
Stefan desvió la mirada al recordar a su compañera de casa que le pidió una cita, ella vivía en Londres Muggle por lo que sería fácil concretarla.
-Si -murmuro viéndose los dedos -...pero, no sé...no creo que sea una buena idea.
-¿Por qué?
Cuestionaron con curiosidad los mellizos, sabían que Stefan era un chico introvertido y que algunas veces tenía problemas para socializar, pero nunca creyeron que le costaría tanto ir a una cita.
-Probablemente se aburra -explico viendo al par de ojos grises que parecían analizarle el alma-, no tengo muchos temas de conversación y no soy la persona más divertida, aparte...que su personalidad es demasiado contraria a la mía, ella es más de tener miles de amigos y estar en fiestas rodeada de gentes en cambio yo...
-Prefieres las plantas...
Menciono George.
-Y dibujar.
A completo Reg, Stefan asintió dándoles la razón.
-Pero, a pesar de eso estas en el bar más genial de Londres con los tipos más perfectos y divertidos que conocerás en tu vida -Regulus le sonrió tratando de darle ánimos-, por lo tanto, eres igual de divertido que nosotros.
-Y cualquier chica se enamorará en ti, y si eso no funciona, recuerda que tienes a varias chicas y chicos detrás de ti, estoy seguro que habrá alguna persona con la que hagas click.
-O tal vez las relaciones no son para mí -se encogió de hombros-, de igual manera no es algo que me preocupe demasiado.
Los mellizos le lanzaron guiño para seguir bebiendo y tomando cerveza al igual que Denvers.
La música, los vitoreos y murmullos se volvieron más frecuentes cuando un hombre sobre la barra hablaba a través de un micrófono cosa que llamo la atención de los tres primos por lo que se acercaron para ver más de cerca, llevando con ellos las cervezas.
-Al parecer estos son los juegos muggles de los que hablaba papá-Regulus pasaba entre la gente para tratar de pasar hasta delante -, sin duda, si es divertido este lugar.
-¿Qué juegos?
Inquirió Stefan siguiendo al azabache, George Sirius iba detrás de su primo, por unos segundos se sintió observado para dirigir la mirada a su hermano el cual tropezó con una chica rubia que no le quitaba la mirada de encima, vio con Reg se disculpa y la rubia hizo lo mismo para seguir su camino.
Gris contra café.
Ambas miradas estuvieron fijas durante unos segundos hasta que ella le guiño el ojo para alejarse dejando a George con una sonrisa coqueta en los labios.
-Juegos muggles, no sé muy bien en qué consisten -explico el pelirrojo mayor -, pero en algunos se tiene que bailar por un premio o beber, papá y mamá suelen venir demasiado seguido.
-Aquí tuvieron su primera cita -comento Regulus cuando los otros dos llegaron a su lado-, vinieron a un concierto de Kiss, pero, después papá se terminó peleando con un hombre calvo porque trato mal a mamá -relato la historia que tanto le emocionaba contar, siempre había amado escuchar como sus padres se enamoraron, como su progenitor se metía en peleas sin importar que por defender a la mujer que ama, simplemente era la clase de relación que algún día le gustaría tener, claro cuando encontrara a una chica de la que se enamorara -, después de eso se los llevo la policía, pero lograron robarse la patrulla para escapar a Grimmauld Place.
Stefan escuchaba sorprendido todo lo que relataba, por todos era bien sabido que el matrimonio Black-Weasley solía ser considerado algo "rudo" y "dominante", ninguno de los dos temía meterse en una pelea o duelo, y su madrina: Anir, era la mejor Auror vista en años por lo que para toda la sociedad mágica era bien sabido que meterse con un miembro de la familia Black-Weasley era darse por muerto, pues no temían usar sus influencias o fuerza bruta, en caso de Fred, contra cualquier persona que lastimara a alguien importante para ellos.
-Sorprendente ¿no? -George leyó la expresión en el rostro de Denvers-, mamá y papá siempre han tenido vida de recostarse y aún siguen saliendo a fiestas y vienen aquí, es su lugar favorito.
-Siempre cuando dicen que van a cenar me los imaginaba en restaurantes caros o algo así como el hotel de Dubái de siete estrellas...
-Probablemente también hayan ido -Regulus se encogió de hombros-, a ambos les gusta darse sorpresas mutuamente por lo que no sería algo raro que fueran hasta ahí -los ojos del azabache se iluminaron al ver el premio de ese juego muggle - ¡George, George!
-¿Qué pasó? -siguió la mirada de su hermano menor para ver lo mismo que él- ¿Es?
-La paleta de «sombres» que quería Nired -Reg y George intercambiaron miradas -...Podría...
-Son sombras...y es un juego de beber, Reg...prometimos que llegaríamos sobrios
Regulus frunció el ceño, pero luego sonrió.
-Solo será un poco, si me pongo mal entramos con cuidado y tú preparas la poción ¿sí? -lo vio fijamente para George no pudiera negarse-...piensa en que nuestra preciosa hermana se pondría muy feliz si se la damos...
El pelirrojo lo pensó por unos segundos, siempre amaban ver a Anired feliz, era algo que siempre se prometieron pues era su adorada hermana menor y la amaban con todo el corazón.
-Está bien...Regulus, solo no te pases.
Reg le sonrió para caminar al presentador que preguntaba quien quería participar, el juego era relativamente fácil: era beber un vaso contra otro jugador mientras echaban fuercitas, empezarían los más delgados para ir subiendo, Regulus quedo en una posición media ya que la musculatura le ayudaba.
-¿Estás seguro que estará bien?
Stefan parecía algo preocupado, sus primos contaban con gran fuerza y masa muscular, pero en esos momentos había hombres más grandes tanto físicamente como en edad.
-Es Reg, siempre lo está.
Respondió con confianza el pelirrojo, claro estaba que si un imbécil intentaba hacerle algo a su hermano el saldría a defenderlo sin dudarlo.
El dichoso juego empezó, George y Stefan veían como los participantes iban avanzando, Regulus estaba demasiado confiado ya que la cerveza muggle no era nada comparada con el Whiskey de fuego, si seguía de esa manera era muy probable que ganara, ya que la mayoría de los otros jugadores estaban demasiado ebrios provocando que no pusieran demasiada fuerza.
Los dos pelirrojos gritaban y silababan apoyando al azabache que estaba tan solo a dos de ganar, y para buena suerte del Black-Weasley logro su cometido, justo como lo pensó, los demás estaban extremadamente ebrios así que sin siquiera poner fuerza les gano.
George sonrió ante eso para terminar la cerveza que le supo horrible porque ya no estaba fría, hizo una mueca para girar el rostro hacia el pasillo de los sanitarios y de nuevo distinguió a la rubia viéndolo fijamente, la mirada café recorrió su cuerpo de arriba abajo para morderse el labio inferior de manera coqueta, él no pudo evitar sonreír y lanzarle un guiño, tal vez debería de ir a hablar.
-¡Soy el mejor!
Regulus llego con ellos con un extraño empaque negro con detalles negros y varias letras extrañas a los cuales no les puso atención.
-Pensé que vomitarías, fue demasiada cerveza.
Stefan sostuvo la pequeña caja para verla y reconocer que era una paleta de sombras, Anired Georanne Black-Weasley era una apasionada del maquillaje tanto el normal como el artístico, solía pasar gran tiempo practicando y no era raro verla caracterizada de algún personaje de película, serie, libros o caricaturas.
-Me sirvió que los demás estuvieran casi ebrios -Regulus rodeo los hombros de su hermano con el brazo-...lo logramos, Georgie, apuesto que Anired se emocionara por esa cosa.
-Y apuesto lo que quieras que la estrenara con nosotros y Stefan.
-¿Creen que me haga un buen delineado? Con el ultimo parecía que tenía rayos en los parpados -comento Denver recordando la noche pasada que se quedó en la casa Black-Weasley y terminaron haciendo una "noche de chicas" con la menor -. He de decir que me veía fabuloso.
-El mío era el mejor -salto Regulus entrecerrando los ojos-. Era como si llamas de fuego estuvieran en mi cara.
George soltó una risa para darle el vaso a Regulus en compañía del suyo.
-Iré al baño, los veo en la mesa.
Los menores asintieron, y él se alejó a paso rápido pasando en medio de la gente y buscando con la mirada a la rubia con la que intercambio miradas.
Al fallar en la búsqueda entro al baño de hombres para ir al lavamanos, abrió el grifo y metió las manos al chorro de agua para inclinarse y humedecerse el rostro ya que se sentía un poco sofocado y no entendía porque, tomo sus pastillas en el horario correcto, hizo ejercicio y se encontraba demasiado relajado por lo que no entendía esa sensación de ansiedad en el pecho, volvió a mojarse la cara, tenía tomaba las pastillas cada doce horas por lo que no se cruzarían con el alcohol y no tendría efectos secundarios.
El ruido de la puerta abriéndose y después cerrándose con pestillo llamo su atención, de inmediato se enderezo y por el reflejo en el espejo frente a él pudo distinguir a la chica que buscaba.
-Es el baño de hombres -comento con una sonrisa burlona - ¿Te equivocaste o me estabas siguiendo que viniste hasta aquí?
La rubia sonrió acercándose a paso lento.
-¿No eras tú el que parecía buscarme?
Se detuvo a unos cuantos metros recorriendo con la mirada al hombre frente a ella, tenía una espalda grande y varonil, brazos grandes y tonificados, pero lo más llamativo era que su cabello centellaba bajo la luz rojiza del foco que a duras penas iluminaba el baño.
-No dejabas de verme -se dio la vuelta para recargarse en el lavamanos y cruzar los brazos frente a su pecho cubierto con una entallada playera negra provocando que las venas se resaltaran-, sé que soy guapo, pero era más fácil hablarme ¿no crees?
-Tú tampoco me quitabas la mirada de encima.
La voz suave de la chica era demasiado atractiva para George, resultaba como una melodía que lo incitaba a dejar de pensar coherentemente y dejar que su libido lo controlara.
-¿Y cómo iba a hacer eso? -la gran mano del pelirrojo termino sobre la mandíbula de la rubia mientras le acariciaba el labio inferior con el dedo pulgar-...si eres preciosa.
La mirada gris la recorrió con lentitud, usaba un crop top al parecer de color negro que tenía un escote resaltando el inicio de los pechos, el cuello era adornado con una fina cadena terminando en un péndulo extraño y una minifalda le cubría la mitad de los muslos acentuando las curvas de la cintura y trasero.
-¿Estas esperando permiso?
-Creo que ese ya lo tengo ¿no?
No espero una respuesta para estrella los labios sobre los rojizos frente a él de manera brusca, el sabor a cerveza mezclado con cereza se hizo presente, el movimiento era fuerte y pasional, con una sincronía sorprendente como si ya lo hubieran hecho antes.
Las pequeñas manos de la rubia se perdieron debajo de la playera de George para acariciarle el pecho de manera lenta y suave pasando las uñas sin hacerle daño cosa que estremeció al hombre que la besa.
George le mordió el labio inferior con brusquedad ganando un jadeo para meter la lengua la cual busco a la contraria para iniciar una guerra que ninguno parecía querer perder, bajo la mano que la sostenía por el mentón para dejarla en las costillas y la otra termino en el marcado trasero atrayéndola a él para amasarlo sin dejar de besarla.
El baño se sentía demasiado caliente e incluso el espejo se empaño por el calor corporal de los adolescentes, la mano de George se coló dentro de la falda y no evito sonreír en contra de los labios de la chica al sentir la fina y pequeña prenda de encaje que se perdía entre sus glúteos, ella respingó ante eso pero en lugar de incomodarse dejo el pecho masculino para ir al broche del cinturón y desabrocharlo, la erección de George comenzaba a ser demasiado notaba por los calientes besos y caricias que compartían.
Él más alto rompió el beso y dejo su trasero para tomarla de la cintura y en un movimiento empotrarla contra el lavamanos y dar inicio a un húmedo camino de besos sobre el fino cuello, ella echaba la cabeza hacia atrás dándole mayor acceso, sin perder tiempo logro desabrocharle el cinturón y pantalón para meter la mano bajo su bóxer y sonrió al sentir la erección del chico que le besaba el cuello.
George seguía besándole el cuello mientras llevaba la mano derecha en medio de las piernas de la rubia dejando caricias con las yemas de los dedos sobre la cara interna de los muslos, sintió como se estremeció para subir aún más, el calor que emanaba su entre pierna se hizo presente y sin pensarlo más paso los dedos con suavidad sobre la tela de encaje disfrutando de lo húmeda que estaba.
Ella soltó un suspiro ante esa caricia mientras de manera ágil masturbaba al pelirrojo que a veces gruñía contra la piel del cuello provocándole que se estremeciera ante eso.
Ambos intercambiaban besos y caricias de manera pasional, no les interesaba si eran desconocidos lo único que querían era disfrutar de esa pasión carnal que despertaron con solo unas miradas.
George hizo a un lado las bragas para pasar los dedos directamente sobre sus pliegues, gracias a los fluidos podía moverse con facilidad, las caricias que ella le estaba brindando solo provocaba que se sintiera más duro y deseaba que no se detuviera para nada.
La rubia lo alejo con suavidad y el Black-Weasley a pesar de estar extrañado se movió a un lado.
-Estas muy duro, grandote -murmuro viéndolo a los ojos, George trago en seco cuando ella bajo hasta poder hincarse en el suelo quedando frente a él.
George Sirius sonrió para pasar la mano entre los finos mechones de cabello que adornaba su frente y hacerlo hacia atrás enredándolo sobre la mano y formando una coleta para que no le molestara.
Ella bajo el pantalón y bóxer hasta la mitad de sus piernas para tomar el miembro viril y acariciar la base de arriba abajo ganando que él soltara un jadeo, repitió la acción varias veces para guiar los labios a la punta y pasar la lengua de manera suave.
Sentir la húmeda lengua de la rubia provoco que un cosquilleo recorriera todo el cuerpo de George que echo la cabeza hacia atrás ante la sensación, que fue aún mejor cuando lo metió por completo en su boca para comenzar una sesión de lengüetazos y succiones que lo estaban volviendo loco porque sabía cómo hacerlo, jalaba el largo cabello cuando la sensación era aún mejor.
Estaba tan concentrado en los movimientos de la chica arrodillada frente a él que la vibración del celular paso desapercibida.
La rubia seguía chupando y lamiendo el pene frente a ella, le gustaba alzar la mirada de rato y ver como George echaba la cabeza hacia atrás diciendo diversas maldiciones entre gruñidos y ver cómo le temblaban las piernas.
Las vibraciones en el celular continuaron hasta que él se dio cuenta y bajo la mirada al celular, ella se alejó dejando una hilaza de saliva desde los labios hasta la punta del miembro.
-Tengo que -se inclinó para sacar el celular y estaba por subirse el pantalón y bóxer cuando ella lo detuvo -...no me metas en problemas.
Le murmuro con la voz ronca y agitada para ver la pantalla del celular:
Kairo
De inmediato deslizo el dedo en la pantalla para aceptar la llamada.
-¿Qué...paso?
No podía controlar la respiración y tuvo que mover el labio inferior cuando la chica volvió a meter su pene dentro de la pequeña boca.
Pero, toda sensación de placer y deseo desapareció al escuchar la voz preocupada de Stefan y las siguientes palabras lo dejaron completamente helado.
-: ¡George! ¡¿Dónde estás?! ¡¿estás haciendo ejercicio?!...Sabes que no importa, solo regresa al bar...es Reg...él...no sé qué le paso solo se desplomo y cayo inconsciente al suelo...
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¡Hola! ¿Cómo están?
¿Quien creen que sea la chica rubia con la que estaba George?
¿Reg se morirá?
En fin, los capítulos de fraterno por lo regular serán largo de +6000, nos leemos en unos días, las amo ❤️
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