No hay peor desgracia que el no ser elegido, más no de aquel premio que quisiste haber conseguido, tampoco aquel puesto de trabajo que con ansias esperaste haber obtenido

Me refiero al hecho de nunca ser elegido en el amor, siempre quién sin importar la razón, no te dejan en otro puesto que no sea el de chaperón. Obligado a ver siempre el romance lejos de tu alcance, que aunque la persona esté a escasos metros de tí y la puedas abrazar, no habra aquel paso extra que te permita amar

No hay peor desgracia que el corazón roto, que abandonado fue la tristeza y depresión el cual se asemeja a un pozo sin fondo, destinado únicamente a caer más y más ondo sin esperanza alguna a salir del despojo.