Cap. 9: Nada que hacer, emboscado
«El engaño es una elección. No un error»
Paulo Coelho.
—¡Te atrapé! —exclamo atajando a Ceci entre mis brazos por la espalda, haciéndola chillar cual gatito asustado.
Voltea horrorizada, con los ojos y labios bien abiertos y las mejillas teñidas de rojo. Puedo sentir como quiere achicarse en su lugar y huir de mí, pero no la dejo y la pego más a mí.
—¿¡Qué pasa!? —Se exalta, muy nerviosa por la opresión.
—Necesito preguntarte algo y no te dejaré ir hasta que respondas —Le explico cómo puedo mientras evito que se suelte de mí.
—Yo tomo mi testigo, jamás lograrás que diga una palabra —declara, dejando de forcejear para mirarme directamente a los ojos.
—Por favor, Ceci, solo dime que le ocurrió a Amanda.
—Yo-no-sé-nada —protesta entre dientes, desviando la mirada de la mía al acabar su proclamo.
—Ceci... —insisto doblando la última vocal de su nombre.
—¡No, joder, suéltame! —Vuelve a removerse para que la deje ir.
Es pequeña, pero, carajo, tiene fuerza. Lucho con todas mis fuerzas y aún así me cuesta mantenerla quieta. La piel de Ceci es muy sensible y se enrojece de nada, mientras batalla para ser liberada sus mejillas se encienden tanto que parecen dos grandes manzanas, se ve adorable, pero si se lo digo no dudo que me golpee.
—¡Ceci, ya! —Le ruego y se detiene, su respiración se mantiene agitada y puedo sentir como su pecho sube y baja por aire.
—¿Me sueltas?
—Solo si contestas.
—¡Nicholas, suéltame! —grita desesperada, sabe bien que no la soltaré gratis.
No soy el chico más musculoso y atlético, es más, no debería hacer estos esfuerzos, pero no lo soporto, necesito saber que le pasa o no podré pegar ojo esta noche. Mi cuerpo es débil, pero mi voluntad no conoce la resignación.
—¿Y bien?
—¿No conoces la lealtad? ¡Se lo prometí, no puedo decirte nada! —Patalea, es tan bajita que al tenerla atrapada la terminé alzando unos centímetros del suelo.
—Por favor, voy a enloquecer sino —Le suplico con la mirada—. Al menos la razón, no es necesaria toda la historia.
—La razón es una larga historia, no puedo explicártelo, no me conviene a mí, es mi mejor amiga, Nico, entiéndeme, sería como traicionar su confianza —De un momento a otro su tono de voz y mirada se bajan y ya no muestra la energía de antes.
Eso me inquieta y hace que me resigne, tiene razón. Con mucho dolor la suelto lentamente en el suelo y la dejo ir, como intuí gran parte de su cuerpo está rojo y su respiración es lenta y concisa. Me ve algo incomoda, creo que me he pasado un poco, pero no me recrimina.
—¿Hay algo que pueda hacer por ella? Me tiene... preocupado —Se me escapa la pregunta. Ceci se lo piensa unos segundos sin quitarme la mirada de encima, asiente.
—Solo se tú, esa siempre es la mejor medicina para sanar la herida de un amigo —Sonríe de lado—. Si ella lo ve, hablará contigo en algún momento, por ahora déjala estar. Le importas, así que no creo que pase demasiado para aclararte las cosas —Ríe lento y bajo, mirándome con algo de burla—, sea lo que sea que le hiciste para que corriera de ti.
—No le hice nada.
—No me quiso contar, así que... —Alza sus hombros y se da media vuelta, haciendo un ademán para a continuación irse.
Resoplo, recuperando el aire perdido, y alzo los brazos hacia arriba, agachándome hacia un lado para tomar mi mochila, que se cayó durante la emboscada, y también salir de ahí.
Pequeña minions demonio...
¿Qué se supone que tenga que esperar todavía?
. . .
Me tripas suenan del hambre y la desesperación mientras que tamborileo con mi pie los segundos que pasan, contando para que Ceci se digne a aparecer. Afortunadamente un par de segundo después escucho la puerta de la azotea abrirse y, más tarde, mi mejor amiga haciendo acto de presencia.
—¡Me debes una enorme! —grita nada más verme—. Nico debe pensar que lo odio ahora, ¿qué carajos te hizo?
—Nada... —Me acusa con la mirada y se cruza de brazos—. En serio.
—¿Por qué huyes de él entonces? ¿Por qué no puedo decirle nada? —Se descruza y extiende su brazo hacia arriba—. ¿Es qué él sabía lo que ocurría entre ellos?
—¡Por Dios, no! —Me tapo medio rostro con mis manos—. No sé cómo decirle.
—"Terminé con el delgaducho". Fin —Se encoge de hombros, mirándome como si estuviera exagerando las cosas.
Y sí, tal vez lo estaba haciendo...
—No... —Me tiro en el piso, cruzándome de piernas para buscar mi almuerzo—. Es que él me encontró luego que los descubriera —Ceci abre la boca—. Me vio llorar y no le expliqué nada, hacerlo ahora es... vergonzoso, ¡no sé!
—¿Por esto me hice la mala del cuento? —Niega para sí misma y me pega una palmada en la frente—. ¡Te estás ahogando en un vaso de agua! ¡No seas ridícula!
—No quiero que me vea como: "oh, pobrecita, le montaron los cachos".
—No te doy con un bate porque lo dejé en casa... —murmura negando de nuevo y la miro con miedo—. Nico es el chico más lindo, amable y confiable que conozco. Es un bebé, está chiquito, ¿entiendes? No te atrevas a dudar de él así.
—No lo sé, Ceci —Bajo la mirada—. A pesar de que lo conocí primero por alguna razón ya no hablo con él como contigo o con Albert. A veces parece que nos llevamos bien y de repente se calla o desvía la mirada, como si ocultara algo o como si le desagradara. Podrá ser amable, pero es un chico muy extraño. Como hoy: lo vi después que te fuiste. Creo que nos escuchó, se comportó de manera esquiva.
—Si supieras... —Rueda los ojos y por fin se sienta a mi lado—. Igual... —Su tono baja un poco, rebuscando en su mochila su comida—. Deberías considerar hablarle, así sea contarle por encima, acaba de emboscarme en el pasillo y... parecía muy preocupado —Me asombro al oírla hablar así, con la mirada tan seria, mientras clava el tenedor en su comida—. Siento que solo estás buscando excusas, porque estás molesta por lo que está pasando con esos dos, y te avergüenza escuchar lo que piensa, pero créeme —Alza sus ojos, encontrándose con los míos llorosos—. Él, más que nadie ahora, está esperando que le digas que estás bien, aunque no sea así.
Creo que me retracto de lo que dije antes...
Ceci... puede ser realmente racional.
«Twenty five seconds. Your heart'll stop resting» Se escucha de repente, mi buen oido reconoce la canción y, en el instante me seco los ojos con el dorso de mi mano, busco rápido mi teléfono y respondo la llamada.
Pero me detengo y veo sin expresión el identificador, dejando que el timbre continúe y la llamada se pierda. Ceci me ve en silencio imaginando quien es, pero no dice nada y deja que vea la pantalla en silencio, mientras mis dedos lentamente responden y me llevan a su chat.
Amanda
En linea
Después de clases donde siempre. No esperaré esta vez.
[Visto 12:26pm ✔✔ ]
Osito
En linea
Ahí estaré.
[Visto 12:26pm ✔✔ ]
Releo el mensaje una y otra vez, el resto del día se me ha pasado volando y al mismo tiempo se me ha hecho eterno. Mi mano izquierda sujeta mi teléfono, mientras que la otra se empuña sobre el frente de mi vestido, tratando de amarsigar los latidos de mi corazón mediante me voy acercando al lugar de encuentro.
El primer día que llegué a esta institución me perdí yendo a una de las clases del segundo bloque. Aquí hay una de las instalaciones que es casi desértica, pasando el final de un pasillo a la izquierda está otro continuo a una escalera escondida, que sirve de atajo para llegar más rápido a la planta baja y a la salida trasera.
Muy pocos lo usaban porque corrían el rumor de una serie de actividades paranormales —algo que no culpaba—, el lugar era de los más limpios, al caminar se escuchaban la suela chillar contra el lustrado piso, la iluminación no era muy buena y las aulas de ahí estaban abandonadas; creo que el único que usaba el pasillo era uno de los hombres del personal de limpieza, la soledad era escalofriante.
Pero a mí me gustaba, por estar alejado era mucho más tranquilo y podía pensar con claridad, me favorecía mucho en esta situación. En mitad de pasillo estaba una puerta doble, con un candado inservible que solo servía de lámpara, cruzada con unas cadenas que con solo moverlas un poco, podía darme el paso para ingresar al anfiteatro en reparación. Aquí es donde me detengo.
Contengo la respiración cruzando al otro lado de espaldas, por la forma en que estaba el candado puedo saber que ya hay alguien adentro y que al girarme no tendría escapatoria. Mis sentidos se alertaron cuando escucho el sonido de una suela haciendo pie para levantarse y, mientras volteo, su voz me nombra.
"Solo sé rápida y ve al grano". Respiro, no iba a llorar.
—Empezaba a preocuparme... —dice Jerry, metiéndose una mano en uno de su bolsillos.
—¿Qué cosa? —digo en voz baja, terminando de voltearme.
Su mirada decae y sube, propia del nerviosismo y la preocupación. Suspira metiendo su otra mano en el bolsillo, recuperando el aire para continuar.
—Qué no aparecieras...
—¿Cómo tú lo hiciste las últimas veces? —Le reclamo en cara, la sutileza no iba conmigo cuando estaba hecha mierda.
—Amanda... —Trataba de mantenerse tranquilo.
—Creo que ya sabemos quién es la más pendeja en esta relación.
—Oye, no quiero pelear —Aclara, pasándose una mano por la frente hacia el puente de su nariz—. Necesitamos hablar y discutir no nos llevará a ningún lado.
Sonrío de lado. Así que lo va a hace ahora. Me apoyo de un pie y trago disimuladamente saliva, definitivamente esto no terminaría bien, ya intuía de qué quería hablar desde el día anterior.
—Si es sobre tu romanticismo con Verónica, no te preocupes, ya lo sé.
—¿Qué? —Creo que perdió al menos tres tonos de su color.
—Vi todo tu espectáculo con ella, como te reías observándola el otro día, por ella es que me has dejado plantada, ¿no es así? Te divertiste mucho viéndome la cara de idiota, ¿verdad?
—No... Amanda, espera, déjame explicarte... —Saca las manos de sus bolsillos e intenta acercarse, lo detengo alzando mi dedo índice.
—¿Qué me vas a explicar? —Intento respirar, la rabia se estaba adueñando de mí—. ¡No hay nada que explicar!
—Déjame hablar, por favor —Me mira suplicante—. Planeaba decírtelo, de verdad, no quería...
—¿Lastimarme? —Río irónicamente—. ¿Qué tan estúpida crees que soy?
—No lo eres, esto no...
—¿Tenía que pasar? —Me palmeo suavemente la frente—. ¡De verdad! ¿Por cuánto tiempo, Jerry, por cuanto has estado con ella?
—No mucho, es muy reciente, yo...
"Mentira".
—¿Reciente? Vaya, eso me hace sentir mucho mejor.
"Todo es mentira".
—Escucha, por favor, no quiero que esto termine de mala manera. Ella y yo no teníamos nada, fue algo que pasó, no fue hace más de unos días que me di cuenta de que...
"¡Todo fue mentira!".
—¿No me querías?
—No, si te quiero, pero de no de esa forma como lo pensé todo este tiempo —Iba despacio, cuidado sus palabras, pero la situación empezaba a alterarlo—. Amanda, eres una chica preciosa y espectacular, te atesoro demasiado, no pensé que esto pudiese pasar, yo solo...
—No sigas...
—Am...
—"No eres tú, soy yo" —Resoplo, el pecho me temblaba—. Ya conozco el resto.
—Lo siento mucho —Deja caer sus brazos derrotado, pero seguía sin apartar esos ojos.
Esos molestos y lindos ojos.
—La que lo siente soy yo, al contrario de ti yo si te quería.
—Yo si te quiero, pero no puedo amarte.
Respiro con fuerza y retengo, la garganta se me cierra, puedo sentirlo, quiero llorar. Sabía que podía pasar al citarlo y enfrentarlo, pero no estaba lista.
No para escuchar eso...
—No sería justo ni para ti, ni para ella, ni para mí. Confundí las cosas y no me di cuenta a tiempo, lo reconozco, me equivoqué, pero... —Su mirada se afligía, me rogaba en silencio—. No me odies... por favor...
—No soy ella, ha quedado claro... —Mi tono de voz bajó.
—Fue un gran error, discúlpame...
—Ya fue suficiente... —Deseaba que se callara.
—Am... —No lo escuchaba—. Am, espera...
Lo ignoro.
Cierro la puerta de un portazo y me echo a correr.
No sé cuánto tiempo estuvimos hablando, tampoco me interesa averiguarlo. La campana ya ha sonado y los pasillos están desolados. Ceci dijo que la llamara cuando acabara, pero no lo haré.
No quiero ver a nadie, no deseo que nadie me mire.
No tengo nada que hacer aquí, me voy a casa.
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¡Holiwis, my loffes!
Una vez más, editar los capítulos de Nico y Amu me levantan los animos :'3
Pero, auch, que fuerte todo este asunto.
Así que basicamente, Jerry, bb, eres un idiota :'v Perdón, te quiero, pero había que decirlo.
Recuerdo que cuando escribí este capítulos aun par de personitas les molestó la actitud de Ceci, pero diganme, ¿qué opinan de ello?
Por otro lado, ya yo dije lo mío, ahora que conocen otra parte de la historia, ¿qué piensan de Jerry?
Y, sobre todo, un punto muy importante.
Ahora que Amu y Jerry terminaron, ¿qué creen que hará Nico? ¿Cómo reaccionará?
¿Se esperaban esta doble narración? 7w7
Manita arriba por Amu, se lo merece alv :'3
El siguiente cap lo lleva Nico y JAJJAJAJAJAJAA lo siento, no puedo XD
EN EL PRÓXIMO CAP TENDREMOS UNA GUERRA ENTRE MIMOS Y PAYASOS
¿Quienes ganaran? 7W7
EEEEEN FIIIIIIN
Por cierto, ya que estamos, quiero darles la bienvenida a esos nuevos lectores que se unieron hace poco a la historia, al manicomio de los inmortales y le dieron mucho amor en los comentarios <3 I LOVIU, GRACIAS POR EL APOYO
Bueno, creo que es todo, nos vemos hasta el siguiente luneeees
ATT: Keni
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