115
Como un suspiro que se va y no vuelve, así te fuiste tú; dejando la ausencia de no sentirte, aún mis ojos lloran tu partida tan inesperada, aún mis manos buscan las tuyas, pero al no encontrarte te doy las gracias por el mejor regalo que me entregaste, tu inmenso amor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro