Me levanté, lo decidí
debí alejarme,
no podía volver a ti.
Tomé un avión
al otro lado del mundo
me obligué a olvidarte.
Luché por mis sentimientos
porque no podía volver a ti
y aunque quise hacerlo,
ya alguien más estaba ahí para ti.

—Volver a ti, Four Chips

Frankie Howard.

Siento como mi cuerpo pesa y pareciera que millones de agujas lo atravesaran, era el típico síntoma de haber pescado un resfriado. No era de buen augurio enfermarse en apenas la quinta fecha de la gira.

Luego de Berlín, volamos a Italia, primero Roma, luego Venecia, ahora estamos en Milán. Italia siempre ha sido un lugar maldito para nosotros, quizás nuestras supersticiones estaban yendo al extremo, pero no era ya una casualidad que alguien cayera enfermo estando en el país de las pizzas.

Escucho como la puerta de mi habitación de hotel se abre, suponía que era Dustin, habíamos vuelto a charlar, como era lo usual en nuestros conflictos, sin embargo, me había negado a hablar de más con cualquiera, ya no me confiaba.

—Hueles fatal—escucho decir a la voz masculina, pero no es Dustin.

Mark se abre paso en la habitación acercándose hacia mi cama y extendiendo su mano para tocar mi frente con el dorso de esta.

—Tienes fiebre—me informa él, pero era algo que ya sabía.

Los escalofríos, las agujas en mi piel y el sudor eran señales bastante claras de que no la estaba pasando bien. La fiebre me decía a gritos que estaba presente.

Siento dos toquecitos en mis costillas, pero ni siquiera me inmuto con las cosquillas.

—¿Sigues vivo?

—Dis ne neneno—mascullo con mi rostro cubierto por la almohada.

—¿Qué?

—Chris me envenenó —repito, esta vez dejando mi boca libre y abriendo uno de mis ojos lagañosos.

Gimo del dolor al sentir a Mark arrojarse en el borde de mi cama.

—¿Quieres un Redbull? Tienes que estar en tres horas sobre el escenario.

—Me estoy muriendo—me quejo, haciendo un ridículo puchero porque mi compañero de banda y mejor amigo no me comprendía.

Él obviamente está en el equipo Chris, todos están en el equipo Chris, incluso yo lo estoy.

Parecía que la única que me defendía, aunque sea mínimamente, era la novia de este, aunque me dio un buen sopetón con su palma abierta en la parte trasera de mi cabeza.

—Lo sé, pero sabes que tenemos un compromiso. Más que nadie sabes que, aunque estemos vomitando nuestros sesos en el baño no podemos echarnos para atrás—me dice Mark como si estuviera hablando con un niño—. Un resfriado nunca nos ha detenido.

—Estoy seguro de que Chris puso algo en mi cena anoche en modo venganza.

—Yo también lo haría si mi hermana pequeña estuviera en cada titular amarillista, post de Facebook, tweet y caption de instagram, por no mencionar Tik tok, hay gente tan rara en Tik tok.

—A mí me gusta Tik Tok.

—Lo sé, pero, ¿sabes a quién no? A Chris y, menos con fotos de su hermana junto al gran Frankie Howard—hago una mueca, no había sido mi intención.

Bien, quise cantar la canción, era después de todo para Faith, pero quizás... solo quizás, no había sido el momento y el lugar adecuados.

La gente no es estúpida. ¿Y sabes qué es lo que más ama la prensa, los fans y los haters? Los cuentos de hadas... Aunque yo los llamo chismes mal contados.

Un nuevo escalofrío me recorre, pero esta vez no es por la fiebre.

—¿Faith está bien?

—Sí, supongo, sabes que ella está mejor entrenada que cualquiera con respecto a las redes sociales.

—Mi mamá al contrario a pesar de estar entrenada sigue sin hacerme caso—Trato de sentarme de a poco apoyando mi espalda contra la pared, pero es horrible el dolor que me envuelve. Jodida gripe—. Me ha llamado unas cien veces despotricando sobre los, cito, malos fans, Frankie, ¿cómo pueden decir cosas tan feas si Faith es una dulzura. Quiero golpear algo.

—¡Que casualidad! Chris también, bueno, a alguien, específicamente a ti—Dustin entra en la habitación arrugando su nariz. Mark tenía razón, la habitación olía un poco mal.

Ruedo los ojos y vuelvo a echarme en la cama.

—No ayudas, ya había logrado que se sentara.

—Mark, hermano, no sirves para hacer una simple tarea que nuestro padre, Austin Kenn, ha impuesto sobre ti—Dustin se escucha muy decepcionado. Mark le responde con un buen golpe en el brazo—. ¡Oye! ¡Esas cosas no se hacen!

—¡Estoy tratando de sacar el mugroso trasero de Frankie de la cama!

—¡Yo también, mis métodos son mejores!

—¡¿Ah sí?!

—¡Pueden callarse! —exclamo con un quejido—. Mi cabeza palpita.

Silencio, solo hay silencio, es por un minuto, pero lo agradezco, hasta que alguien se aclara la garganta.

—Servicio a la habitación—canturrea la voz femenina, una que reconozco muy bien. Me giro hacia la puerta, ella mostrándome el blíster de pastillas que le había hecho llegar con Emine hace unos días atrás para su resaca—. Un pajarillo me dijo que necesitas esto.

Como puedo me siento en la cama, entre punzadas y muecas, pero lo logro. Tomo las pastillas y le agradezco a Faith con una pequeña sonrisa.

—Te dije que mis tácticas eran mejores que tus sermones—escucho murmurar a Dustin quien ahora empujaba a Mark para dejarnos a solas.

Faith hace un recorrido con su mirada en la ropa sucia y los esqueletos de las manzanas de Dustin sobre el suelo, creo que el olor de putrefacción no solo venía de mí sino también de las condenadas manzanas.

—¿Estás bien?—doy el primer paso al hablar, le había hecho esa pregunta la última semana.

En respuesta Faith solo se encogía de hombros, pero esta vez obtengo un respuesta diferente.

—Solo me había topado con ese artículo, con el que todo explotó, ya sabes, ¿La novia secreta de Frankie? ¡No te vas a creer de quien se trata!—la exageración de gestos de sus manos y tono de voz nos hizo reír a ambos —. Luego decidí apagar mi teléfono, después de todo, la única persona a la cual le interesa mi estado mental es mi hermano, sin contar a Emine y a ambos los tengo aquí conmigo.

—Lo lamento—era tal vez la quinceava vez que se lo repetía.

—No me importa, sé que la vida de un Four Chips es difícil, lo reafirmé esa noche.

Después de volver al hotel aquella noche en Berlín, las cosas se volvieron un poco locas.

Por un momento había pensado que Chris me había visto muy cerca de su hermana en el elevador, pero luego de oír sus reclamos sabía que no habría sido posible, pero para ser sincero, desearía que esa fuera la fuente de su molestia.

Para nadie era un misterio nuestro ritual musical y como cada uno había adoptado un tema en específico al escribir música. Lo habíamos contado en muchas entrevistas, conciertos y presentaciones. Mark escribía el romance, Chris tomaba las canciones difíciles, Dustin rompía corazones y yo... Bueno, yo tomaba las canciones divertidas de Four Chips y lo que interpreté aquella noche no era para nada una de mis canciones divertidas sobre sexo.

La prensa volteó la tortilla, inventaron la historia de amor más hermosa que jamás había escuchado, incluso me sacó lágrimas al terminar de leer:

¿La novia secreta de Frankie? No te vas a creer de quien se trata.

¡Así como están leyendo, Little chips!

Frankie Howard siempre ha sido nuestro rompecorazones favorito y aunque nos encante verlo haciendo de las suyas no podíamos evitar pensar si alguna vez sentaría cabeza.

Pues lee con atención: ¿Frankie tiene una novia secreta?

Anoche lo vimos saliendo de un bar en la ciudad de Berlín con una chica bastante conocida por los Little chips, nada más y nada menos que Faith James, la hermana menor de Chris James, su compañero de banda. Según los presentes ambos estaban muy acarameladitos en una esquina del bar mientras parecían hablar muy cómplices y por si fuera poco Frankie interpretó una canción que le robó el corazón a más de uno y estamos seguro que el de la misma Faith también.

Click aquí para ver VIDEO: Frankie Howard [Four Chips] también puede escribir romance.

Faith James de 21 años, es la hermana menor de Chris James y es estudiante de literatura en la universidad de Toronto. Su hermano la ha mantenido muy alejada de los focos y muy pocas veces habla sobre ella en entrevistas, lo que nos lleva a preguntarnos, ¿que pensará Chris sobre estos dos tortolitos juntos? ¿Estará feliz de ver a su hermanita junto al rompecorazones del grupo?

Click aquí para ver VIDEO: Frankie insta a Chris [Four Chips] a quitarse la camiseta en su último concierto.

Lo peor no había sido esa noticia, eso solo alborotó el avispero, lo peor fueron los comentarios, los debates que se armaron en internet, las comparaciones, me dieron náuseas.

Chris y yo habíamos estado de acuerdo en algo, debíamos sacar un comunicado, pero Austin se negó.

Los comunicados en estos casos pueden funcionar como un arma de doble filo, es mejor quedarnos callados y parecer que nada ha pasado, había dicho.

Los comentarios habían bajado, pero todavía abundaban y mi nombre, junto a Chris, eran tendencia desde esa noche.

¿Ella? ¡Por Dios! Frankie tiene mejor gusto.

Chris definitivamente se quedó con toda la belleza, que fea es la hermana.

Al parecer a Frankie le gusta la carne.

¡¿Esa gorda?! ¡¿Me estás diciendo que Frankie está saliendo con esa gorda?!

Pobre Frankie, lo deben aplastar cuando están sobre él.

Las novias de Frankie son bonitas, debe ser un error.

—¿Por qué estás tan callado?

—¿Leíste los comentarios? —Era la primera vez que se lo preguntaba a ella de frente.

—No, ¿debería hacerlo?—dice con una pequeña sonrisa, pero miro sus ojos y los interpreto muy bien, me está mintiendo, si los había leído.

—Eres una de las chicas más bonitas que conozco, no necesitas tener las medidas que la sociedad impone para serlo. Nunca te sientas menos por comentarios de personas que solo se sienten seguros de sí mismos detrás de una pantalla, no hay que darles valor, las únicas palabras que deben valer para ti son la tuya propia y la de las personas que te aman y te valoran, Faith.

Sus ojos azules están abiertos de par en par, no se esperaba aquellas palabras de mi parte, la verdad es que yo tampoco pensé decirlas en voz alta, era solo lo que pasaba por mi cabeza.

Ella sonríe y asiente.

—Gracias, Frankie—Asiento y le regalo una sonrisa. Inesperadamente ella aplaude para luego quitar la sábana que cubre mi cuerpo—. Muy bien, es hora de ducharte, este cuarto huele a muerto y no creo que sean por las manzanas podridas de Dustin.

El chequeo de sonido fue una jodida pesadilla, mi cuerpo no quería permanecer en pie y mi bajo sonaba como la mierda, pero con las pastillas que Faith me había llevado y una sopa caliente por parte de Austin, para la hora del concierto me sentía mucho mejor.

Milán había sido ruidoso, sudoroso y excitante, cuando terminamos y estábamos todos en el camerino para bañarnos Chris se acercó a mí ducha sin importar que ambos estuviéramos desnudos.

—¿Quieres mi culo?

—Jamás podría querer un culo tan feo como el tuyo—replica con un comentario más ingenioso, Chris siempre había sido bueno respondiéndome, por otro lado, a Mark le hacía falta práctica.

—Mi culo se siente herido.

—Quiero que rompas las reglas—me pide de repente, detengo los movimientos de la barra de jabón y esta vez me giro por completo, dejando a mis hijos a la luz.

Sonrío picaronamente mientras subo y bajo mis cejas rápidamente.

—¿Entonces me quieres en tu boca o quieres estar en la mía?

—Quiero que tranquilices las cosas con respecto a Faith—dice mientras rueda sus ojos, reanudo el movimiento de la barra de jabón, esta vez por mis axilas—. Un tweet, una historia de instagram, lo que sea, solo... No quiero seguir leyendo cosas horribles de mi hermana en línea.

—Lo sé, yo también lo odio.

—¿Lo harás?

—No tienes que pedírmelo, tenía planeado algo, pero Austin estaba sobre mi cuello—Chris asiente dándome la razón—. Sabes que me encanta romper las reglas.

A pesar de que está enojado, Chris sabe cuando debe bajar la guardia.

—Gracias.

—No tienes que agradecérmelo.

Asiente nuevamente y se da la vuelta para irse, no sin antes picarme de nuevo.

—No recordaba lo pequeño que eres.

—Oh, ¿nunca has escuchado que el tamaño no importa, Chrisy bebé?

—Eso solo lo dicen los que la tienen pequeña.

—Si quieres te lo demuestro, solo tienes que venir a la ducha conmigo.

Los escucho soltar una carcajada, me hace sentir feliz, rara vez lo hago reír.

Cuando salimos del estadio me uno a Faith en el bus, compartiendo un nuevo crucigrama.

—Palabra de diez letras que representa preservar el recuerdo gracias a una cámara.

—Fotografía—responde ella automáticamente haciéndome sonreír.

—¡Vaya! El alumno está superando al maestro.

—Es mi defensa, está bastante fácil. ¿De qué nivel es este crucigrama?

Tres, pero no se lo digo, en cambio aprovecho mi oportunidad.

—¿Puedo hacernos una foto?—cuestiono inocentemente y ella me observa con sospecha.

—¿Por qué?

—No haya razón, solo quiero una foto contigo—me encojo de hombros y luego busco la opción de cámara en mi celular—. ¿Puedo?

Aún dudosa asiente, se acerca a mí, pero todavía no está lo suficientemente cerca, por lo que enredo uno de mis brazos sobre sus hombros para atraerla a mí, nuestras mejillas estrellándose y su cuerpo tensándose.

—Son-ri-e. Di queso.

—¿Qué?

—Queeeeeso.

Una vez en mi habitación y antes dormir la subí a mis redes sociales con un mensaje bastante claro.

Las personas pueden ser maliciosas, quizás necesitan soltar su veneno con gente a las que no conocen y las redes sociales se vuelven su lugar seguro. ¿Me conoces realmente? Uhm, yo creo que no, ni mi mamá lo hace, la verdad, pero te revelaré una cosa: A Frankie le encanta la carne :)

P.D. ¿A que Faith se ve súper bonita? Ella no me dio permiso de subir esta foto, pero soy su mejor amigo y no se va a enojar.

P.D. 2. Por si no quedó claro, Faith es mi amiga, A-M-I-G-A, no quiero leer más comentarios de mierda, estarás en mi lista negra si vuelvo a leer algo fuera de lugar.

P.D 3. ¡Muchas gracias, Milán, esta noche fue sensacional, volveremos pronto!

¡Holaaaa! 

Siento haber tardado en actualizar, pero como ya les había comentado por instagram he estado algo complicada para sentarme a escribir :(

Espero que les guste el capítulo, a mi me encantó <3

Nos estamos leyendo :)