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Capítulo 12.

¿Qué duele más?
¿Un puñetazo o tus palabras?
¿Qué duele más?
¿Una cachetada o tu mirada?
¿Qué duele más?
¿Cuándo ignoras mis llamadas o cuando me tratas con indiferencia?
Solo sé que tus palabras crueles se sienten como puñetazos,
que tus miradas llenas de rencor son como cachetadas y
que cuando ignoras mis llamadas y me tratas con indiferencia se siente como un infierno,
estar sin ti es como el veneno,
estar sin ti me impide respirar.
—Indiferencia, Four Chips.

Faith James.

El grito de Dustin y el contacto del puño de Frankie con la barbilla del chico nos había sobresaltado a todos, pero creo que lo que más me sorprendió fue ver la decepción de Frankie en sus ojos.

Me traicionaste, eso fue lo único que dijo Frankie antes de sentarse en el asiento de la esquina y al final de la van para luego no decir ni otra sola palabra durante nuestro recorrido.

Todos sentían la tensión en el aire, sin embargo, nadie hizo o dijo algo, estábamos iniciando la gira de la peor manera y los chicos estaba llegando a plantearse si había sido una buena idea continuar con ella aun cuando tenían a la disquera respirándoles en la nuca.

—Nunca los había visto así—Le digo a las chicas.

Vanessa y Emine están a mi lado viendo un desastre de ensayo, si Dustin sigue tocando la batería de esa manera estoy segura de que romperá alguno de los tambores y si Frankie sigue golpeando las cuerdas de su bajo como ahora lo está haciendo se quedará sin un par de ellas antes de que inicie el concierto en unas cuatro horas.

—Yo tampoco, sé que Dustin y Frankie suelen tener ese juego previo antes de un concierto, pero lo de esta mañana no se trató de eso—dice Vanessa dándome la razón—. Él dijo que lo había traicionado, ¿de qué manera lo hizo?

—No lo sé, pero sea lo que fuera Frankie está furioso—susurra Emine sin quitarle la mirada al chico, concuerdo con ella, Frankie está que echa humo por las orejas.

—Tal vez puedas preguntarle lo que sucede, Faith.

—¿Por qué yo?

—Para nadie es un misterio que estos últimos días se han unido un poco—apunta Vanessa sin ningún doble sentido, pero puedo darme cuenta como mi mejor amiga reprime una sonrisa—. Tal vez te hable.

—Si no le ha dicho a Mark o a Chris que son sus mejores amigos mucho menos me lo dirá a mí.

—Él afirmó que eran compañeros de copas—masculla Emine echándole más leña al fuego, entrecierro mis ojos en su dirección —. ¿Qué? Él lo dijo.

—Me tomé una cerveza con él.

—Y estuviste todo el camino de vuelta al hotel viendo algo en su teléfono—esta vez fue el turno de Vanessa de volver a puyar.

—Estuvimos resolviendo uno de sus crucigramas.

Las dos me observaron como si no me creyeran, pero en defensa de ambas, ¿quién podría creerse que el afamado prostituto de Four Chips jugara crucigramas en línea?

—Bien, cuando tenga oportunidad trataré de hablar con él.

Tuve la oportunidad una hora antes de que los chicos se subieran al escenario.

Frankie había desaparecido previamente antes de encontrarlo y Austin estaba teniendo un ataque de pánico mientras trataba de buscarlo por todas partes, pero parecía haberse esfumado del estadio.

Todos llegaron a la conclusión de que lo más seguro es que estaba drenándose con alguna chica de piernas largas, cosa que me hizo enojar un poco.

Mi sorpresa fue encontrármelo en uno de los cuartos de limpieza, ya había cazado aquel lugar para echarme a leer un bueno libro, por lo que fue sorpresivo verlo recostado en la pared del minúsculo cuarto con sus auriculares puestos y haciendo gestos de estar tocando un bajo imaginario.

Tiene los ojos cerrados, como si estuviera sintiendo la música, por lo que me permito mirarlo por un largo rato. Sus cejas espesas están un poco fruncidas al igual que sus carnosos labios, no había recortado su pelo así que lo tiene un poco más largo a los costados. No me di cuenta de que había entrado al cuarto hasta que sin querer tropiezo con su pie y él de inmediato abre sus tormentosos ojos azulados.

Tímidamente lo saludo con una mano y él responde con una sonrisa, luego se escabulle un poco más a la derecha dejándome un espacio a su lado en el suelo. Se quita un auricular y me lo extiende.

—¿Quieres escuchar? Te va a gustar, es del segundo álbum de Four Chips.

—No puedes estar escuchando a ustedes mismos—digo sin moverme de mi lugar con los brazos cruzados.

—¿Por qué no? Somos geniales.

—Un poco presumido, ¿no?

—Tal vez, pero nuestra música es genial, ¿por qué no la escucharía? Ahora, ven aquí, me pone de los nervios verte ahí de pie.

Impido formar una sonrisa y me acerco un poco, pero el lugar es tan pequeño que era muy poco probable que entre en aquel lugar. El característico nerviosismo que siempre Frankie me transmitía me hace detenerme haciéndolo fruncir el ceño.

—Pensé que ya habíamos dejado atrás la incomodidad de estar cerca de mí—suspira derrotado haciéndome sentir un poco mal.

—No es... eso. No creo que haya suficiente espacio para sentarme ahí—marco con obviedad mintiendo un poco a medias mientras señalaba a mi cuerpo—. No quiero apretarte contra la pared.

Frankie me observa de pies a cabeza, un recorrido lento que hace que los vellos en mi nuca se ericen por lo que me abrazo para buscar un poco de protección.

No soy el prototipo de chica que estaría en la mente de Frankie Howard. Mis brazos son bastante gruesos al igual que mis muslos y mis caderas, no solo tenía unos kilos de más, estaba muy por encima de lo que las redes sociales marcaban como lo perfecto. El ejercicio ayudaba muchísimo, pero habían pasado años desde la última vez que había pisado un gimnasio porque sentía que todos a mi alrededor juzgaban mi cuerpo. A mí alrededor siempre había chicas en su punto y luego estaba yo, Fatie, la que atraía todas las miradas solo por quién era familia.

Chris se dio cuenta de que me sentía incómoda en los gimnasios en público, por lo que contractó a un entrenador personal y acondicionó una de las habitaciones en casa para obtener un gimnasio doméstico, pero ningún entrenador me hacía sentir cómoda y por ende prefería quedarme en la cama hundiéndome en mi miseria.

—¿Y cuál es el problema que me aprietes contra la pared? La verdad, es que está en mis metas de vida que una hermosa chica me tenga apresado en una superficie sólida, puedes hacer mi deseo realidad, pequeña James.

Esta vez no me siento incómoda, al contrario, el comentario de Frankie solo hizo que una carcajada emergiera en mí y con una seguridad que no sabía que tenía tomo asiento a su lado ambos quedando tan juntos, nunca había estado tan apretada de esa manera con un chico. Mi pulso vuelve a acelerarse.

—Ten, escucha que tan jodidamente geniales somos—tomo el auricular y lo pongo en mi oído, de inmediato escuchó una canción conocida, Indiferencia, sabía que había sido escrita por Dustin, pero era interpretada mayormente por Mark.

Me sorprende el hecho de que estuviera escuchando una canción con la persona que está enojada en este preciso instante.

—¿Por qué golpeaste a Dustin?

Frankie reacciona de la manera que pensé que lo haría. Solo sonríe mientras tararea la canción, luego se encoge de hombros.

—Me provocó—su sonrisa se convierte en una de suficiencia.

—No es cierto, estás enojado con él. Dijiste que te había traicionado.

—Ponlo de esta manera, te cuento un secreto muy importante, es algo que solo sabes tú, un tema muy delicado que no puedes estar compartiendo. Te dije que mantuvieras el silencio, pero cuando tienes oportunidad vas y le cuentas a tu hermano, por ejemplo. Luego tú hermano viene a mí para acusarme sobre mi... secreto. Obviamente sé que tú le dijiste a Chris mi secreto así que me enojo por haber contado cosas de las que prometiste no hablar.

—¿Por eso lo golpeaste?

—Por eso quiero seguir golpeándolo, Faith—sus palabras son amargas y me entristece que ambos estén enojados.

No sé de qué secreto está hablando Frankie, pero comprendo su enojo, Dustin no debía hablar sobre sus asuntos con nadie.

—¿Sabes que podrías ser la persona más buscada de toda Inglaterra en estos momentos?—decido cambiar el tema de conversación por un momento —. Austin puede que esté teniendo un ataque de pánico.

Frankie parece complacido con mis palabras por lo que se acomoda aún más, esta vez de tal manera que coloca su cabeza sobre mi regazo. Mi cuerpo se tensa un poco más cuando Frankie toma mi mano y la pone sobre su cabeza. No sabía qué hacer, Frankie mantiene sus ojos cerrados, pero al no sentir siquiera mi respiración abre uno de ellos.

—Necesito des estresarme antes de subir al escenario, no puedo seguir golpeando a Dustin porque Austin me regañaría y la verdad no tengo ganas de echar un polvo. Así que pensé que tal vez puedas ayudarme—Al no obtener respuesta de mi parte vuelve a tomar mi mano y la mueve de atrás hacia delante dándose cariño a través de ella—. Así, esto me ayudará, ¿crees que puedas hacerlo, Faith?

—S-sí.

—Perfecto, gracias.

Su respiración se va calmando, parece complacido con mis caricias tanto que trata de acomodarse un poco más y mi mente solo puede formular, ¿cómo es posible que haya terminado en esa situación con Frankie Howard?

Diez minutos antes del concierto, Frankie se levantó del suelo ayudándome al tomar una de mis manos, solo dijo gracias antes de que saliéramos de aquel cuarto de limpieza. En silencio, fuimos en dirección a los gritos de la búsqueda para Frankie, Austin fue el primero en verlo y le dio la regañina del siglo, pero él lo ignoró totalmente.

Cuando le preguntaron dónde estaba Frankie solo se encogió de hombros y habló con una pequeña sonrisa.

—Creo que encontré el mejor método para aliviar mi ansiedad antes de los conciertos.

Son este tipo de capítulos en donde me quiero adentrar en la historia, estar frente a la protagonista que se siente mal consigo mismo y decirle: Eres hermosa tal y como eres. Muchas veces he necesitado que alguien más me lo diga, pero toma más fuerza cuando estoy frente al espejo y me lo digo a mi misma <3

Dedicado a 15devone15

Disfrútenlo <3

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