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Capítulo 31

Inko aún sollozando observa a Toshio de pie, mirando el charco con tranquilidad. —Hay que irnos de aquí, más guardias pueden llegar. —susurra con su voz quebrada.

—Oh, no te preocupes por eso, cariño. —susurra Toshio con sus ojos vacíos, mientras alza su rostro y le entrega una sonrisa tranquila, manchado en sangre. —Yo ya los maté.

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El bucle se ha roto

Ahora mismo el viento azota sus cabellos aceitunados largos a través de los aires. Toshio conduce su aerocicleta que los mantiene en el aire gracias a sus discos de alta temperatura con propulsión.

A pesar de que él se ve extremadamente tranquilo, los ojos llorosos de Inko no muestran más que la duda de seguir al lado de ese hombre.

De pronto alza su rostro como si acabara de tomar una decisión importante. —Me llevaré a Izuku, Toshio. —dice con su voz clara y fuerte mientras atraviesa las grandes nubes. —Tú puedes seguir con tus experimentaciones, pero Izuku y yo nos largaremos de aquí. Ellos ya saben su existencia, debo protegerlo a como dé lugar. —dice volviendo sus manos en puños, que están descansando sobre sus muslos. —Además, quiero estar con él... No. ¡Exijo estar con él!

Toshio guarda silencio a pesar de que su silueta tiembla por el exceso de emociones que guarda. Inko solo le ve asentir de espaldas débilmente mientras escucha el sonido de su nariz escurridiza actuar de manera incansable.

Una vez llegaron, la mujer corre al interior del laboratorio y cuando entra, todo es un caos. Mitsuki llora junto a Masaru rendidos en el piso.

Busca desesperadamente en aquel laboratorio vacío. — ¿¡EN DÓNDE ESTÁ IZUKU!? —exclama temiendose lo peor. Mas sus esmeraldas abren con alivio en cuanto ve débilmente la señal de Masaru con su dedo índice hacia abajo. —El sótano... —susurra desapareciendo del lugar de inmediato.

Toshio la ve alejarse y su corazón rompe, pero teniendo en cuenta el caos que se ha desencadenado, no demora en coger de todas las armas químicas que tiene. Le extiende una a Masaru y a Mitsuki. —Si vamos a morir, debemos hacerlo con creces. —dice preparándose para lo peor.

Pero Mitsuki no está dispuesta a luchar. Completamente derrotada y con una inestabilidad emocional que de pronto se ha apoderado de su cuerpo, con sus ojos hinchados y apagados solo mira al vacío mismo. —Yo solo quiero irme pronto de este lugar...  Mi corazón duele mucho.

...

Los ojos de Izuku Midoriya, quien yace acurrucado a un lado de su mochila dentro de un armario, están vacíos. Su cerebro lo único que repite es todo lo que ha memorizado a pesar de que su propio cuerpo tiemble del miedo. Pero su rostro parece deformar y romper en llanto en cuanto la puerta del armario abre y ve a su madre recibirle y abrazarle fuertemente.

— ¡¡¡M-m-mamá!!! —exclama con su corazón galopar. — ¡¡Y-yo te extrañé mucho!!

Inko llora junto a su hijo, mientras arriba un río de sangre surge por la invasión de la guardia real en la fortaleza de los dos más grandes científicos acusados por traición.

Mitsuki Bakugou había muerto aliviada por un balazo en su frente, Masaru había muerto protegiéndola fervientemente, cayendo sobre ella y Toshio...

Toshio había sido degollado.

Inko acaricia a Izuku mientras le tararea una canción de cuna, escondida con él en aquel armario por dos días y medio.

A la madrugada del tercero, procura cubrir bien a su pequeño con una capa oscura y máscara de un conejo verde, mientras ella hace lo mismo. Ambos atraviesan el río sangriento y con inicios de signos y aromas putrefactos que se transformó lo que en algún minuto fue, un laboratorio lleno de esperanza.

Los ojos de Izuku abren con dolor en cuanto ven a los padres de Bakugou muertos y a su propio padre en medio del pasillo cubierto de sangre. Sus pequeños dedos hunden en el muslo de su madre mientras observa con miedo. —Nghh... Papá está... —murmura mientras solloza, observando aquellos ojos vacíos y sin vida mirarle desde el suelo.

—Shh... —susurra Inko mientras tararea la canción. — ¿Recuerdas la melodía? Tararea conmigo cariño.

Izuku la tararea con dolor mientras rodea la silueta muerta de su padre y sale del lugar bañado en oscuridad.

—Así es... Muy bien. Sigue tarareando mi bebé. —susurra Inko con su voz quebrada mientras sus lágrimas recorren incansables por sus mejillas. —Sigue tarareando...

Izuku disfrutó la compañía de su madre por tres meses, había aprendido a sobrevivir gracias a las técnicas que ella le inculcó.

El pequeño pecoso había aprovechado cada segundo que tenía con ella, cada que podía le abrazaba y le expresaba su amor.

Hasta que, cuando estaban cercanos a llegar a la frontera, Inko Midoriya había sido descubierta por un guardia real que hacía patrullaje. La mujer, indefensa y sin las armas químicas de su esposo, había muerto a causa del agujero negro generado que la había acabado desmembrando completa y rápidamente.

El pequeño Izuku Midoriya observó todo escondido como un cachorro perdido tras el bote de basura, quería llorar, quería gritar, quería matarlo. Más solo atino a presionar con fuerza sus palmas en contra de su boca para no causar ruido.

El asesino pareció querer rebuscar en los alrededores. Y aún si lo hizo, no encontró nada, además de ser interrumpido por la llamada de uno de sus compañeros.

Inko Midoriya durante esos tres meses se había encargado de enseñar a Izuku hacia dónde dirigirse y qué hacer en una situación así, ya que sabía que en algún minuto irían por ella.

Así fue como el pequeño pecoso luego de dos meses caminando solo, y sufriendo abusos de gente que odiaba a las personas de la gran ciudad, había logrado llegar hasta una casa negra en particular, en ella, estaría su futuro maestro, Aizawa Shota.

Con él, apenas logró hacer contacto directo, le recibió con sus brazos abiertos, habiendo otro niño que parecía estar en las mismas condiciones que él, pero por una historia completamente diferente.

Aquel niño de ojos heterocromáticos solo miraba al vacío y parecía aborrecer la comida y en general, a la vida misma. Su nombre era Todoroki Shoto.

Izuku Midoriya devolvió todos los datos de laboratorio que había llevado en el cubo de colgante y Aizawa se encargó de guiarle. Aún así, el estudio de Katsuki Bakugou se estancó para el día en que Izuku lo guardó en el cubículo.

El crecimiento del niño de nueve años se había detenido, para ese tiempo, Aizawa se negó con continuar el estudio y recayó toda la responsabilidad sobre Izuku. Era su momento de emplear todos los conocimientos obtenidos a lo largo de sus 12 años de vida.

Fue así, como Izuku comenzó a evaluar los motivos de porqué los tejidos de Bakugou habían perdido su capacidad de regeneración y expansión, comenzando a intervenir en su organismo durante largos años para lograr extender su ciclo de vida y evitar su muerte.

Y aún si la ya pasada muerte de su madre había sido hace solo un par de metros de su propio cuerpo, la mente de Izuku Midoriya con el pasar del tiempo, se había encargado de reprimir esos recuerdos, jugandole una alucinación mental en el que ella realmente había estado muerta a un lado de su padre en el laboratorio.

Izuku Midoriya no tiene muchos recuerdos del cómo llegó hasta Aizawa y más bien tiene una laguna mental por sus fuertes eventos traumáticos.

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Los ojos de Bakugou yacen al borde de la locura. Su rostro cada vez está más pálido, escuchando las últimas palabras de Izuku Midoriya quien expone con un rostro nostálgico y doloroso lo vivido.

—Tenías una probabilidad de sobrevivencia de un 25% y una de fracaso del 75%, pero aquí estás. Tienes una inmensurable cantidad de dones dormidos en tu interior y por lo que me he dado cuenta, solo uno se activó apenas tomaste consciencia, tu superfuerza. —dice mientras observa aquel enorme laboratorio subterráneo. —Y todo lo que ves aquí, este gran laboratorio... Es de nuestros padres. Aizawa-sensei fue la persona que nos aceptó y cedió un espacio para continuar con los avances del proyecto.

Bakugou baja su mirada mientras niega. —No me puedo creer una mierda así. —lanza con su voz rota. — ¿¡Qué clase de historia mal contada es esta, Deku!? —exclama abriendo sus ojos rotos frente a él. — ¿¡Somos los hijos de unos malditos locos!? ¿¡Y pude haber tenido más hermanos!? —insiste dando un fuerte pisotón en el suelo, sin poder creerlo todo. —... ¿Cómo es eso de que murieron? —lanza cayendo sentado en una silla mientras sus manos temblorosas tocan sus cabellos rubios cenizas con frustración.

—Ellos... Destruyeron a mi manada. —suelta con su voz quebrada.

En ese instante, Izuku Midoriya escucha los sollozos de Bakugou Katsuki por primera vez.

Aizawa alza una ceja con sus brazos cruzados. — ¿Manada?

Izuku con sus esmeraldas tristes está de pie, mientras le observa. —Es un cuento. —murmura con su voz quebrada. —Un cuento que nos habla de cómo una manada de lobos corre por la pradera nocturna, felices y llenos de libertad. Para Kacchan representa la familia. —agrega avanzando hasta el cenizo y abrazarle firmemente.

Bakugou reniega y le empuja, llorando de forma desconsolada como si se tratara de un niño, pero Izuku aún con los empujones le abraza firme y le entrega soporte.

Así fue como el rubio, rendido se permite soltar todos sus miedos e impacto a través del cálido abrazo del pecoso.

Aizawa les mira, sentado en un asiento negro acolchado. —El mundo es cruel. Este en particular, lo es aún más. —dice viendo a ambos llorar y abrazarse con desespero, aún si ya han pasado más de diez minutos. —Masacres, violaciones, muertes, canibalismo. El mundo se ha convertido en el averno mismo hace ya más de cien años. —añade con sus ojos duros, dando a conocer todo lo que en algún minuto vivió que arrebató hasta la más mínima de su inocencia y forjó el carácter que tiene ahora.

—Es eso mismo lo que con el tiempo, te convierte en un asesino o un loco. —añade observando sus propias manos.

Bakugou e Izuku abrazados le observan, con ambas miradas dolidas y temblorosas.

—Ustedes son como unos niños inocentes que desconocen completamente la realidad, viviendo en esta especie de burbuja mal contada llamada el Exilio. —agrega lanzando un suspiro. —Aún si quieren evadir lo que sus padres añoraban con lograr, deberán luchar. —añade levantándose mientras presiona sus labios. —Ellos ya no quieren que el Exilio exista. Planean exterminar todo este territorio.

Los ojos de ambos abren con impacto.

—Es como dijo el hombre pájaro. —responde Bakugou mientras deshace el agarre de Izuku y pasa su antebrazo rápidamente por sus escarlatas, limpiando el rastro de lágrimas. —Él dijo algo de que el Exilio muy pronto dejaría de ser un lugar seguro...

— ¿Eh? —suelta Izuku con temblores invadir su cuerpo. — ¿C-cómo es que podrían hacer algo tan horrible?

Aizawa lanza una carcajada. —Midoriya, para ellos, hacer algo así no es nada más que parte de su rutina. ¿No me escuchaste? Dije que el mundo es cruel hace más de cien años. Que te hayas librado de estar en primera línea con la verdadera realidad no significa que no exista. —añade sonriente. —Además ellos tienen la mejor de sus defensas. Hace ya un tiempo han comenzado a manipular las mentes de las personas exiliadas.

Izuku parpadea. — ¿A qué te refieres con eso? —inquiere mientras Bakugou permanece pendiente de cada detalle que indica el pelinegro.

Aizawa señala las líneas rojas que invaden el ambiente de manera constante. —De no ser por estas redes infrarrojas que instalé y que interfieren con la comunicación, apenas has comenzado a contar la historia habríamos sido víctimas de un reseteo a nivel global por Shiozaki Ibara. —agrega guardando sus manos en sus bolsillos.

—No estoy entendiendo. —responde Bakugou cruzándose de brazos.

—Esa mujer es una integrante de la guardia real, los guardianes reales son mutantes que tienen sus poderes activados al servicio de la realeza pura. —indica el científico mayor mientras avanza de forma perezosa a lo largo del laboratorio. —Asumí que Midoriya estaría muerto ante sus ausencias de visitas, por lo que no me preocupé demasiado, pero a lo largo de estos tres años, la población del Exilio ha sufrido un reinicio de siete veces en total, están metidos en una especie de bucle y no me extrañaría que ustedes también lo estuvieran.

Los ojos de Izuku abren mientras Katsuki rasca su nuca.

—Por lo que he podido investigar, esa mujer está a cargo de que el Exilio se mantenga en orden, que nadie sospeche la verdadera realidad del mundo, más concretamente la realidad que se vive en la Gran Ciudad. Su poder es escuchar todas las voces de las personas que ella ha visto aún si está a kilómetros de distancia. —añade mientras rasca su nuca. —No entiendo del todo cómo funciona su poder una vez lo activa, pero de lo que sí estoy seguro es que si se manifiesta una aurora boreal de colores verdosos potentes, no debes mirarla directamente a los ojos o caerás en su reinicio. Comenzarás desde un día determinado en el que ella considere sea el mejor, retrocederá el tiempo pero solo será una fachada, pues el tiempo nunca se detuvo, solo logró hacer una especie de lavado cerebral a nivel masivo. Una ilusión o bucle, como quieran llamarle.

Bakugou e Izuku permanecen con sus ojos tan abiertos que Aizawa desea lanzar una carcajada.

—Esto es... Definitivamente demasiada información. —lanza Bakugou sentándose nuevamente en la silla.

E Izuku parece comprender muchas cosas. —Ahora lo entiendo... —susurra con su mano en el mentón. — ¡¡Ahora lo entiendo!! —vuelve a repetir observando a Bakugou de forma fugaz y desviar su mirada hasta Aizawa. — ¡Kacchan ha presentado un progreso abrupto de un día a otro, algo realmente sorprendente, aprendió tan rápido que me era difícil creerlo! ¡Pero si estamos metidos en una especie de bucle, entonces!

—Los conocimientos nunca se irán, Bakugou ya se ha tomado su debido tiempo para aprender, pero seguramente ante el reinicio se reprimieron. Tendría sentido que su evolución fuese tan rápida si su experiencia y conocimientos han estado almacenados siempre en su interior.

Izuku abre sus ojos. —Eso significa que... Si a lo largo de estos tres años hemos vivido siete bucles entonces...

—En algún momento todos los recuerdos de esos tres años se liberarán. —responde Bakugou analizando sentado. —Si hemos sufrido siete bucles, entonces la información que tenemos debe ser absurdamente exagerada.

—Exacto. Además, cada vez han sido más seguidos. —agrega Aizawa. —Ahora que son conscientes de esto, deben tener la preocupación de no volver a caer en eso. —añade mientras abre un cajón de un mueble en particular y extrae unos lentes amarillos rasgados. —Mi creación. Esta es la mejor defensa para cuando se manifieste aquel ataque. No sabemos cuando puede atacar, por lo que me tomo la precaución de cada vez que salgo de aquí, usarlos. —indica entregándoselo a Bakugou. —Sí quieren marcharse de aquí con sus conocimientos y recuerdos intactos, más vale elaboren dos iguales. Esta será la primera defensa que podrán tener. —agrega Aizawa esta vez observando a Izuku. —Oíste bien, ¿Midoriya?

Izuku asiente activamente mientras observa los lentes a un lado de Bakugou.

— ¿Y cómo es que estas cosas genera inmunidad ante el ataque de esa perra? —inquiere Bakugou con los lentes puestos, observando hacia todas direcciones.

—El bloqueo de la pupila en conjunto con la membrana de red aislante que envuelve el lente. —dice Aizawa al instante que comienza a rebuscar en sus cajones. —No es necesario que se vayan hoy mismo, ustedes pueden quedarse todo el tiempo que consideren necesario para salir de aquí preparados.

Izuku sonríe aún si sus ojos aún permanecen hinchados por las lágrimas. —Gracias Aizawa-sensei, por todo. Usted siempre ha estado cuidando de nosotros, lamento haberme distanciado de esa forma.

Aizawa le mira por el rabillo mientras continúa rebuscando. —Sólo peleen y no permitan que los duerman. Ya les dije, el Exilio peligra, ya no habrá tiempo para vivir una vida feliz.

—Aún hay algo que no entiendo. —suelta Bakugou de pronto quitando los lentes amarillos y observar a Izuku. —Si dices que en algún minuto mi crecimiento estancó, específicamente cuando era un niño, ¿cómo fue que lograste continuar con mi desarrollo natural?

—Oh. Esa pregunta es algo... —suelta Izuku notándose completamente incómodo. —L-la verdad es...

— ¿Es?

—Mientras que tu piel no parecía continuar con su desarrollo normal y partes de tus órganos, tuve que tomar medidas desesperadas o de lo contrario morirías. —suelta mientras Bakugou se queda en espera.

Izuku lanza un suspiro. —R-recurrí al mercado negro.

El rostro de Bakugou se queda de piedra y Aizawa lanza una carcajada ante ello.

— ¿Hay partes de sujetos que ni siquiera conozco compartiendo mi cuerpo? —inquiere con asco.

Izuku baja su mirada. —Lo siento... A pesar de que insistí en generar tejidos sintéticos, yo... —murmura tenso. —Lo siento.

Pero Bakugou permanece con su cara asqueada mientras observa sus brazos llenos de cicatrices, casi imperceptibles pero que de igual forma estaban ahí.

— ¿Qué pasó mocoso? ¿Ser un Frankenstein Explosivo no te apasiona lo suficiente? —inquiere Aizawa burlón.

— ¿¡FRANKENSTEIN EXPLOSIVO!? —exclama Bakugou enseñando sus dientes. — ¡ES UNA MIERDA! —gruñe.

Bakugou e Izuku se quedarían por el tiempo necesario para elaborar aquellos lentes bajo la tutela de Aizawa y podrían marchar. El tiempo necesario y al mismo tiempo lo más corto posible, ya que sus animales de la granja les esperaban pacientemente.

La vida les había dado un giro de 180°, sobre todo para Bakugou quien descubrió por fin su verdadera razón de existir.

Una casua egoísta regida por un mundo egoísta. La verdad había sido mucho más amarga que la incertidumbre misma. Aún así, con sus ojos brillosos e inflamados por el llanto previo, se mantiene con la frente en alto decidido en lo que haría.

Él... Protegería a su manada.

Aún si su decisión es profundamente enternecedora, para llevarla a cabo quizá requiera de sacrificios.

Es por eso que, la verdadera pregunta preocupante es, ¿acaso podrán ambos mantenerse cuerdos y con sus manos limpias y lejanas de la sangre?

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A veces me pregunto porque es que hago sufrir tanto a mis bebés si yo los amo mucho (sobre todo a Izu) pero luego recuerdo que el drama es mi pasión y se me pasa, je.

Hola! Esperando que te encuentres superrr, paso por aquí a informar que me tomaré un descanso de dos semanas, por lo que actualizaré el próximo viernes 23 de Septiembre.

Gracias por todo el apoyo que me has entregado y que tengas un gran mes :D

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