Familia

El tik tak sonaba de manera constante, aquel reloj viejo que aún daba la pelea por continuar su funcionamiento era el sonido perfecto para que Izuku se concentrara en lo que estaba haciendo en esos momentos.

Los trazados rectos y el empleo de la tinta sobre el papel sólo provocaba que el pecoso luego de un par de minutos de movimientos continuos cesara su actividad, para posicionar su mano sobre el mentón.

Fue entonces que observó el reloj, marcando altas horas de la madrugada. Pero sonrió satisfecho una vez observó su trabajo, aunque también, el brillo de sus esmeraldas esta vez se hallaba oculto en algún lugar recóndito de su interior.

Y no sabía en dónde se encontraba.

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Bakugou por primera vez guardaba silencio, atento a todo lo que Izuku Midoriya le enseñaba.

—Familia. —rompió el silencio el pecoso, sobre el pequeño pizarrón de la biblioteca. — ¿Se te ocurre alguna idea de lo que pudiese significar esa palabra?

Bakugou, con sus escarlatas centradas sobre él, pareció pensar por un instante.

—Algún objeto. —respondió, considerando que la mayoría de las cosas que Izuku le había enseñado correspondía a nombre de objetos u animales.

Izuku negó, para entonces lanzar un suspiro. Apoyó ambas palmas de sus manos sobre el pupitre de Bakugou para mirarle sonriente. —El concepto familia ya no se trata de un objeto, se trata de situaciones entrelazadas, de sentimientos y recuerdos almacenados. Familia es el fruto del amor entre dos personas.

Bakugou parpadeó. — ¿Amor?

Izuku asintió. —Amor, un sentimiento intangible, algo que no puedes tocar pero que puedes sentir… —murmuró para entonces deslizar sus dedos sobre la cabellera rubia ceniza de Bakugou con suavidad. —Aquí, en tu cerebro, el centro que regula tus acciones y emociones, además de otro tipos de cosas que con el tiempo aprenderás.

Bakugou asintió levemente.

—Por ejemplo, cuando Pato te picoteo, ¿qué fue lo que sentiste?

El rubio ceniza de manera automática recordó aquel evento y tensó su mandíbula. — ¡Pato me picó y dolió, yo quería matarlo! —exclamó golpeando su pupitre con su puño.

—Eso es ira, Kacchan. —respondió Izuku de manera paciente, observándole. —Una emoción que se expresa a través de la irritabilidad. Y es generada desde tu cerebro como una respuesta automática a los sucesos que influyen a tu persona.

Bakugou abrió su boca, impresionado. La información que recibía era muy interesante.

—Así mismo es como se manifiestan otro tipo de emociones, tales como el miedo, la felicidad, la tristeza, la sorpresa. Y podemos clasificarlas como emociones positivas o negativas según corresponda. Así es también como surge el nacimiento de los sentimientos que puedes compartir con otro individuo, llegando al amor. —explicaba el pecoso de manera paciente.

Ya cansado de estar de pie, Izuku se sentó con suavidad sobre su propia silla frente a Bakugou, compartiendo el mismo pupitre, creando un ambiente más cercano e íntimo entre ambos.

—Amor… —repitió Bakugou pensativo, observando aquellas esmeraldas ahora cercanas a él.

Izuku sonrió de manera dulce ante ello para asentir suavemente. —El amor genera el inicio de la reproducción. Para ello, dos individuos de sexos contrarios, tales como un macho y una hembra pueden unirse para que, luego de un tiempo, la hembra de a luz a otra nueva criatura, quien será su cría o en palabras humanas, un hijo.

—Deku, ¿qué eres tú y qué soy yo? ¿Hembra o macho? —inquirió Bakugou al instante.

Izuku lanzó una risilla cubriendo su boca con su mano para luego mirarle sonriente. —Ambos somos machos, Kacchan. Somos el sexo masculino, hombres.

Bakugou le miró en silencio. — ¿No eres hembra?

Izuku parpadeó un par de veces, para luego responder. —No, no lo soy.

El rubio ceniza observó sus propias manos. —Entonces… ¿cómo fue que yo pude nacer?

Izuku lanzó aire a por sus narices, para deslizar su mano sobre la mejilla de Bakugou con cuidado. —Ese es un tema que con el tiempo podremos hablar de manera adecuada, Kacchan. —soltó sonriente, para entonces levantarse de manera veloz.

Katsuki le siguió con la mirada, aún en su asiento.

—Pero, a lo que nos convoca el día de hoy… —murmuró Izuku sacando su tiza blanca de su pequeña cajita metálica de tizas. — ¿No querías saber qué era un hermano?

Bakugou abrió sus escarlatas y por un segundo, sus ojos brillaron. Fue entonces que asintió en silencio.

Izuku dibujó dos pequeños muñecos sobre el pizarrón. —Una hembra y un macho. Es decir, un hombre y una mujer. —indicó una vez había dejado de dibujar. —Ambos se conocen y se enamoran. Entonces surge el amor y con ello se unen, se reproducen. Y con ello… —Izuku desliza la tiza una vez más, dibujando un pequeño muñeco bajo ellos. —El nacimiento de un bebé, un hijo.

Bakugou no pudo evitar levantarse para observar más de cerca aquellos dibujos. Fue entonces que deslizó su mano sobre ambas figuras paternales con suavidad.

Izuku notó esto y presionó sus labios con fuerza, en un intento de dejar en el olvido todas las emociones que estaba sintiendo en ese instante ante la clase.

Fue entonces que aclaró su garganta y prosiguió, aún si Bakugou observaba con cierta ilusión aquellos muñequitos trazados sobre el pizarrón.

— ¿Y qué sucede si ambos dejan que el amor continúe y de sus frutos? —inquiere Izuku a su lado, para entonces dibujar otro muñequito pequeño bajo ellos. —El nacimiento de otro hijo, y por consecuencia, sus dos hijos ahora son hermanos. Esto es una familia, Kacchan. —enseñó Izuku, clavando sus jades sobre él.

—Familia… —murmuró Bakugou. Sus escarlatas brillaban como jamás lo habían hecho e Izuku fue testigo de ello.

—Naturalmente la familia puede seguir creciendo, pero este es el inicio, el núcleo principal. —respondió guardando su tiza, para entonces caminar hacia la ventana de la biblioteca. Giro levemente sus esmeraldas hasta el rubio. —Kacchan, ven.

Katsuki le miró para entonces caminar hacia él. — ¿Qué? Estúpido Deku.

Izuku señaló hacia las gallinas que buscaban semillas de manera constante en su jardín. —Las gallinas que tenemos aquí, son todas hermanas, son familia.

Bakugou abrió sus escaleras perplejo. — ¿Las lodas son familia? —inquirió al instante.

—Sí, son familia y por eso debemos cuidarlas. —respondió Izuku para entonces, tocar con suavidad los hombros de Bakugou. Y le miró con ternura, agudizando sus jades con dulzura frente a él. —Kacchan, tú y todos mis pequeños amigos que ves ahí afuera son mi familia. Aún si no nos une un lazo genético y sanguíneo, ustedes están en mi corazón. —dijo esta vez tocando su propio pecho con una sonrisa dulce y honesta grabada en su rostro.

Bakugou le miró por unos segundos. —Entonces… ¿Tú eres mi familia, Deku?

Izuku le sonrió. —Solo lo seré si es así como tú lo sientes, Kacchan. —añadió para comenzar a caminar hacia la salida. —Espero y la lección de hoy te haya gustado, iré a preparar el almuerzo así que eres libre de hacer lo que quieras. —susurró esta vez perdiéndose de la biblioteca.

Bakugou no pudo evitar tocar la ventana, como si sus dedos hiciesen el esfuerzo en tocar aquella familia de hermanas que estaban en el jardín ahora mismo.

Fue entonces que pensó en voz alta, mientras sentía como sus escarlatas parecían calentarse y su garganta comenzaba a doler. — ¿Qué emoción será la que esté sintiendo ahora mismo? —Se preguntó, envuelto en la soledad.

El día transcurrió sin problema alguno y con ello, la inevitable llegada de la noche. Las nubes habían cubierto todos los cielos y el viento frío provocaba el leve sonido en las ventanas.

El pecoso pensó que quizá llovería.

Cepillo sus dientes y acomodó sus pantuflas por sobre sus pies. Esta vez haría un esfuerzo por dormir temprano, realmente necesitaba regular sus horas de sueño.

Fue por eso que, luego de verificar que Sussie y Pato durmieran sobre la paja de su corral, además de sus gallinas que parecían apelotonarse sobre los palos del gallinero, se dirigió hasta a su habitación, no sin antes apagar la pequeña luz que envolvía a Señor Pickles en pleno sueño.

Lanzó un suspiro y se recostó, a punto de apagar la pequeña vela que le había acompañado durante su caminata nocturna.

Pero no logró hacerlo, ya que su puerta se abrió de manera abrupta. Izuku giró sus esmeraldas al instante. — ¿Kacchan?

El rubio ceniza le observó con cara de pocos amigos, posterior a ello se cruzó de brazos. —Oye, hoy voy a dormir contigo. —habló, aunque más que un dato informativo y sorpresivo, había sonado bastante demandante.

Izuku parpadeó, para entonces sonreír. — ¿En serio? ¿Y por qué? —inquiere.

Bakugou piensa por unos segundos, entonces tensa su mandíbula y le mira con enojo. — ¡Tu cama es suave, me gusta más que esa! —gruñó señalando su cama con su dedo índice. Entonces, se lanzó a la cama sin más, provocando un leve salto del pecoso sobre el colchón ante ello.

Izuku le mira. Bakugou tiene su rostro hundido sobre su almohada. —Está bien, ¿apagaste tu vela?

—No.

Izuku lanzó un suspiro. —Iré yo, ya regreso. —respondió para ponerse nuevamente sus pantuflas y dirigirse a la habitación del rubio.

Su cama hecha un desastre, la ventana abierta hasta atrás.

Incluso tenía una extraña colección de piedras y hojas sobre su alfombra, colección que debió observar bien si no quería pisarlas y clavarse alguna de las piedras sobre sus pies.

Izuku cerró su ventana, ordenó su cama y acomodó las piedras y hojas sobre su mesita de noche, luego de ello, apagó la vela y se dirigió hasta su propia habitación.

Una vez regresó, fue inevitable para él no verle tan cómodo recostado sobre las cobijas.

Soltó una risilla, era gracioso porque ambas camas eran iguales.

Quiso hacerse la ilusión de que quizá Kacchan quería dormir con él, pero prefirió dejarle en solo un supuesto probable y nada más que eso.

Se recostó a su lado y tocó su espalda. —Kacchan, recuestaste bien, cúbrete con las cobijas. —pidió. Pero Katsuki le ignoró.

—Kaacchan, oye, ¿me escuchas? —insistió, tocando su espalda nuevamente.

—No quiero. —respondió con su voz ronca, con su rostro aún clavado sobre su almohada.

Izuku tocó su propia sien y lanzó un suspiro. —No se trata de si quieres o no, esta noche estará muy fría, ¿entiendes?

—No.

Izuku ante ello frunció levemente su ceño. — ¡Kacchan, cúbrete con las cobijas ahora mismo!

Bakugou quita el rostro de la almohada, adormilado, para entonces gruñir. — ¡COMO JODES, DEKU DE MIERDA! —exclamó para levantarse a mala gana y cubrirse, dándole la espalda.

Izuku se siente aliviado, ya que Kacchan le había obedecido al fin. Temía que pescara un resfriado. —Es por tu bien. —respondió para deslizar su mano con suavidad sobre su nuca ceniza.

—Ajá.

Izuku no pudo evitar mirarle con ternura.

Para ser honestos, se sentía inmensamente feliz y emocionado, Katsuki se estaba abriendo ante él poco a poco, y eso solo provocaba que su pecho se calentase y por consecuencia, floreciera de sentimientos que pensaba ya estaban marchitos.

Izuku apagó su vela y se cubrió con las cobijas, fue entonces que ambos se quedaron plácidamente dormidos.

Aquella noche no demoró en invocar a la lluvia, y fue así como en la madrugada Katsuki despertó.

El rubio ceniza observando al pecoso dormir, tuvo la necesidad de despertarle ya que tenía muchas interrogantes por resolver, tales como qué era aquel sonido extraño e intenso que se escuchaba por toda su área.

Katsuki aproximó su mano por sobre el rostro pecoso durmiente y presionó su nariz durante varios segundos, interrumpiendo su respiración.

Pero Izuku durmiente actuó seguido y entonces abrió su boca, para continuar respirando.

De Katsuki emergió un chasquido de lengua ante ello y entonces, cerró también su boca con la ayuda de su otra mano.

Noto como Izuku comenzó a removerse con desespero entre las sábanas y sonrió con malicia.

No demoró mucho para que Izuku abriera sus ojos con miedo y desesperación. — ¡K-KACCHAN! —exclamó sentándose de inmediato, removiendo las manos del rubio sobre su rostro. Entonces, una vez recuperó el aliento le observó. — ¿¡Qué se supone que hacías!?

—Despertándote. —respondió sin más.

Izuku observó sus escarlatas brillar en la oscuridad. Sus ojos realmente se veían hermosos.

Negó de manera automática. — ¡Esa no es la manera de despertar a una persona!

Bakugou gruñó ante ello para posicionar sus manos tras su nuca con relajo. —Entonces, la próxima vez te golpeare.

Izuku lanzó un suspiro ante ello, rendido y con sus cabellos verdosos despeinados.

—Oye Deku, ¿qué es ese sonido?

Fue entonces que el pecoso cayó en cuenta del propósito de Katsuki. No demoró en acomodarse y recostarse a su lado.

—Oh, ¿eso? Verás, es la lluvia. La lluvia ahora mismo está nutriendo a todas las plantas que existen en el pueblo, Kacchan. —susurra a su lado, manteniendo sus jades clavadas sobre el rostro del rubio, iluminado levemente por la pequeña luz filtrada de la ventana. —La lluvia cae del cielo, desde las nubes.

— ¿De las nubes? —susurra Bakugou interesado.

Izuku sonríe, para acomodar un poco sus cabellos verdosos que dificultaba su vista. —Sí, en este mundo existe una variedad de climas. ¿Quieres saber cuales son?

Bakugou asiente en silencio, manteniendo su mirada escarlata clavada sobre la ventana con interés.

Fue entonces que Izuku a su lado, comenzó a explicar la variedad de climas existentes en el mundo, como también destacar el clima que era recurrente en su zona habitada, mientras el sonido de la lluvia llegaba a los oídos de ambos.

Katsuki, quien escuchaba con atención las palabras del pecoso, permitía que Izuku le acariciara con suavidad su propia frente con las yemas de sus dedos, con delicadeza.

Ni siquiera noto para cuando se había quedado profundamente dormido nuevamente, apoyando su cabellera rubia sobre el hombro de Izuku, quien también se había dormido, uniendo su cabellera aceitunada con los suaves cabellos dorados de Katsuki.

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¡Qué gusto estar aquí de nuevo! Espero y estén súper bien ;u;

Les comento un par de cosillas…

Primero, he recibido un par de comentarios acerca de posibles fallos en la historia, fallos como por ejemplo que Izuku un día utilice la electricidad y otro que utilice velas, detalles así. O que incluso en este ambiente existe la televisión.

Bueno, les diré que les echaré una revisadita para cuando pueda para verificar posibles errores y corregirlos, se suponía que lo haría ahora pero en realidad sería muy tardado así que, lo haré en cuanto acabe con la revisión de otra de mis historias.

Por otro lado, también aclarar que el hecho de que este mundo esté en los años 1800+ o 1600+ (ya no recuerdo bien, sorry djfj) no significa que se debe basar en lo que ha sucedido históricamente en nuestro mundo, porque yo no me estoy guiando por eso ni descubrimientos de cualquier tipo surgido en la historia de la humanidad, simplemente estoy escribiendo, intentando que sea un ambiente ni muy futurista ni muy antiguo, esto es ficción y todo es posible. Además en cuanto al ambiente futurista, pronto saldré con sorpresas que romperán por completo el ambiente que hasta ahora estoy estructurando.

Así que por favor… No se basen en descubrimientos históricos para el fic, porque este fic es plenamente de ficción, todo es posible y en cualquier caso, soy pésima para historia, un punto menos para guiarme por fechas y descubrimientos xD

Así que les pido en lo posible simplemente leer y no cuestionarse tanto las cosas porque un día saldré con que los cerdos vuelan porque… Porque sí (???

En realidad pueden cuestionarse como gusten, pero mi respuesta siempre será la misma, que es ficción y que yo solo escribo lo que se me ocurre en la mente y lo que me gustaría que sucediera. No estructuro ni preparo el ambiente de manera detallada porque las veces que lo he intentado hacer así, simplemente se me van las ganas de seguir escribiendo. Yo solo dejo que mi mente escupa lo que se le ocurra y ya haha.

Y ya los maree de tanto bla bla así que con esto ya aclarado me retiro!

¡Espero y estén muy bien! ¡Como siempre, infinitas gracias por el apoyo que me entregan! ❤

Me encontré esta imagen en Pinterest y AAA ESTÁ MUY BONITAAA ❤️ Hasta me da ideas para escribirrrr ;u; pero me controlare un poco, siempre acaba sacando y sacando fics y ni siquiera he logrado terminar uno solo hahah x'D

Por cierto, ayer vi las ovas y FANGIRLEE DEMASIADO, DIOSSS LO AMÉ AAAAA.

Bueno, bueno, ya me calmo akdkdl.

Un abrazo enorme, nos leemos :D