Malas perspectivas (Capítulo 4)
Hola gente bonita, aquí les traigo un nuevo capítulo de este fic. Una disculpa por la tardanza, pero ya saben cómo es cuando la inspiración decide confabular con la flojera contra mi. Ennnnn fin, espero que les guste.
Los personajes no son míos, son propiedad de Masashi Kishimoto.
Iniciaron la travesía con velocidad y cautela. Ambos grupos estaban a pocas horas de camino por lo que no tardarían en iniciar el plan.
-Llámenme loco, pero he tenido esa sensación de peligro desde que salimos del castillo-Naruto esquivaba con agilidad y destreza los sinuosos obstáculos del camino con un gesto serio
-No lo estás, yo también he sentido esa incomodidad desde hace rato y...-guardó silencio abruptamente al ver al rubio detenerse completamente mientras enfocaba su vista y oído por el terreno
-Lo sabía...-susurró alto para que sólo ellos le escucharan-está a dos kilómetros de distancia y sigue recortando-miró con seriedad un cierto punto del frondoso bosque
-Creo saber quién nos está siguiendo-la guerrera chasqueó la lengua con fastidio-ya se había tardado en "venderse al mejor postor"
-¿De quién hablas?-preguntó Deidara extrañado ante la actitud arisca de la chica
-Una loca sexosa adicta al dolor ajeno que se cree dueña del mundo. Prepárense, que seguramente no dudará en atacar en cualquier momento-preparó su espada y escudo
-¡Apártense!-alarmó Naruto logrando salvar a todos del gran golpe hecho por un látigo, el cual dejó un enorme hueco en el suelo
-Vaya, vaya, la zorrita tiene buen oído-dijo con burla una voz que resonó por todo el bosque
-Aparece de una vez antes de que te vuele la cabeza-ordenó Gaara mirando con escrutiño todo el sitio
-Vamos, vamos... no se preocupen. Vengo en son de paz-apareció delante de ellos con una sonrisa cínica
-Si claro y el golpe que nos lanzaste con tu látigo es una liiinda señal pacífica-le habló el pelirrojo con sarcasmo y desconfianza
-¿Qué una madre no puede venir a "cuidar" a su adorada hija y a sus amigos mostrándole que nunca baje la guardia?-comentó con un falso tono de preocupación y tristeza
-¡¿Madre?!-gritaron los rubios y el pelirrojo con asombro e incredulidad
Xinji sólo atinó a respirar profundamente y a contarles sobre el asunto.
-Ella es mi madrastra, tenemos la misma edad. A pesar de que mi padre le dio todo, sigue saqueando y asesinando gente-le mira con desprecio
-Sólo hago eso con los lords y nobles tiranos, lo sabes-su gesto burlesco se volvió serio
-Y aún así te quedas con todo el dinero que le han quitado a la gente humilde-se cruzó de brazos dándole la espalda
-No es así-la toma de los hombros y la encara-¿recuerdas el establo de esas personas que fue consumido por el fuego?
-Si, lo recuerdo
-Yo fui quien les ayudó a volver a levantarlo-le mira fijamente a lo cual sólo recibe una risa incrédula y despectiva
-Claro, como no. No necesitamos que vengas, dile a mi padre que no...
-Él no me pidió que te acompañara, yo fui quien me ofrecí a venir-toma su rostro entre sus manos-no quería dejarte venir sola, quiero acompañarte y ayudarte, sobre todo ser...
-¿Una buena madre? Claroooo, luego de terminar ésto iremos a tomar el té, nos abrazaremos y nos haremos trencitas en el pelo mientras decimos lo mucho que nos queremos una a la otra-ironizó retomando el camino
-Escucha, sé que no debo meterme en éstos asuntos...pero creo que deben de arreglar sus diferencias. Aunque sean de la misma edad y esas cosas, no quita el hecho de que es tu mamá-el rubio menor le mira fijamente-todos merecemos una segunda oportunidad para remediar las cosas y será decisión de ella si la aprovecha o no
Le observa fijamente y suspira pesadamente.
-En serio eso de que hacías cambiar la opinión de la gente con tu actitud era real-sonríe derrotada-continuemos, pero te advierto que te estaré vigilando
Continuaron el viaje no sin antes recibir una mirada de agradecimiento y un gracias muy bajito de la castaña por apoyarla.
Duraron unas cuantas horas más y decidieron acampar para descansar. Se dividieron tareas por lo cual Naruto y la "madre" de Xinji fueron juntos a recoger algo de leña.
-Y... ¿cómo se conocieron el rey y usted?-preguntó Naruto
-Pues... fue algo bastante curioso a decir verdad-dejaron los leños y se apartaron un poco para conversar-espero que no seas de estómago frágil
-No lo soy-le pareció curioso la pequeña advertencia
-Bueno, te contaré...
Hace unos años, me dedicaba a robar, extorsionar y asesinar gente. Fuera quien fuera: niños, ancianos, mujeres en cinta, no importaba quien fuera mi objetivo, yo estaba deseosa de riquezas y el sentir la sangre escurrir de mis víctimas en mis manos era la mejor de las sensaciones. Nada ni nadie podía detenerme, hasta que el Rey del Norte decidió ponerme un alto mandándome a sus preciadas hijas a detenerme.
-No te muevas asesina
-Te tenemos rodeada
-Awww, qué dulce por parte del rey. Cree que mandando a unas lindas niñas logrará detenerme-dije con falsa ternura-lástima que tendré que enviárselas de regreso parte por parte
Me acerqué a ellas y noté que a pesar de tener miedo y con su escasa preparación para el combate, me miraban fijamente sin moverse, permaneciendo en su lugar.
-Lo siento niñas... pero creo, que cambié de opinión-en un rápido movimiento las dejé inconscientes
Ya entendía lo que pasaba ahí mientras las cargaba de regreso a su castillo: las chiquillas se habían ido a "detenerme" sin decirle nada a su padre.
-Mocosas estúpidas... muy enanas, muy irresponsables pero muy valientes-suspiré pesadamente
Ahora tenía que dejar a los "horrores" del Rey en su puerte personalmente.
Me escabullí por el castillo y llegué directamente a la recámara del gobernante dejando a sus hijas en la cama. Al terminar de acomodarlas, esperé por el Rey sentada en la cama, hasta que entró azotando la puerta, observándome con sorpresa y odio.
Antes de que pudiera llamar a sus hombres, cerré puertas y ventanas con mi látigo para evitar interrupcciones.
-¡Qué descaro tienes de venir aquí !
-Tranquilízate anciano, sólo vine a dejarte a tus mocosas, que por sus condiciones diría que estuvieron "buscándome" por dos días-las señalé detrás de ella-y no, no les hice nada a tus adoraciones. Revísalas si quieres
Sin moverse de su lugar, el Rey se acercó a ellos revisándolas detalladamente y suspiró aliviado al verlas sanas y salvas.
-¿Cuál es tu intención con todo ésto?-se acercó a mi, pero con el látigo logré envolverlo, tirarlo en la cama y sentarme bruscamente en su pecho mientras presionaba su cuello con las rodillas
-Sabes que podría matarte en éste momento, volverme la reina y hacer de tus hijas mis esclavas-le sonreí con maldad-pero no lo haré, a menos...-presioné más su cuello
-¿Q...qué qu...quieres?
-Tres cosas: hazme tu esposa, todas tus riquezas pasarán a mi nombre y... dejarme entrenar a tus hijas-a pesar de estar perdiendo el conocimiento, me miró con incredulidad-así me mantendrías "vigilada" todo el tiempo. Eso si, seguiré haciendo mis cosas peeeero... como seré "madre de familia", me encargaré de todos los nobles corruptos y tiranos. Increíble, ¿no?
-Po...por...
-Ah si, porque tus niñas... bueno... NUESTRAS niñas, necesitan saber defenderse. Si no se hubieran topado conmigo, cualquier otro las hubiera raptado, esclavizado o matado-presioné un poco más su cuello-bueno, yo hubiera hecho todo eso pero como se me hicieron tan adorables, las dejé vivir, ¿qué dices?
-E...esta b... bien-lo solté de inmediato y tomó grandes bocanadas de aire
Las niñas al despertar, se les informó sobre la boda de su padre conmigo. A pesar de sus protestas, nos casamos al día siguiente.
Después de la boda, llegué con ellas mirándoles fijamente.
-Mañana, al ascender el sol, comenzarán su entrenamiento-ambas se miraron confundidas-las haré unas guerreras
Al escucharme decir eso, comenzaron a brincar de emoción.
Pasaron varios años y nuestra relación como familia fue mejorando... hasta que se enteraron de que seguía con mi "vida criminal" y se fueron distanciando de mí. Fue un golpe duro, pero lo fue aún más al enterarme que una de mis niñas se unió a El Mal... eso... me devastó...
-Así que por eso estás aquí-afirmó Naruto al ver que tenía un semblante triste
-Si, porque quiero aunque sea, que ella vuelva a hablarme y quererme como antes
-A pesar de ello, hiciste todo eso por ellas. Aunque en parte fue fallo tuyo en no haberles dicho la verdad-el rubio tenía razón, si no hubiera escondido que todavía hacía su "hobbie" por miedo a que la rechazaran, no estaría pasando por tanto desprecio de su hija-sólo dales algo de tiempo para aclarar las cosas
-Creo que... no tendrás qué esperar mucho por eso-Xinji apareció de pronto con unas hojas en sus manos-tenías razón con lo del establo y otras cosas
-¿Cómo lo...?
-Dejaste tu "magibolso" abierto, al quererlo acomodar, salieron todas estas cartas de él
-¿No me vas a decir que "yo las inventé"?-ironizó viéndole con seriedad
-No... porque... lo que tienes de excelente entrenadora, lo tienes de horrible en escritura. Tu letra a pesar de no tener errores ortográficos, es bastante anti-estética-sonríe con algo de burla al ver el rostro avergonzado de la castaña-yo...
-No digas nada, tuve la culpa de no explicarles desde el principio y...-un abrazo repentino de la pelirroja le sorprendió, pero luego correspondió con gusto
-¿Desde cero?
-Desde cero-la mira fijamente-moooooo, antes eras mi enana y ahora estás más alta que yo. Si sigues creciendo así, tendré que dejarte con las jirafas
-Pfff, arruinaste el momento-le reclamó con falso enojo
-Naruto, en verdad... te agradezco el que nos hayas ayudado a arreglar todo-ambas abrazaron al rubio con fuerza
-No tienen por qué, ya que no es bueno guardar rencores-les sonríe y las deja a solas para que sigan recuperando su lazo afectivo
-Asi que... ¿qué fue todo eso de "loca sexosa adicta al dolor ajeno que se cree dueña del mundo", eh señorita?-le mira cruzada de brazos con gesto molesto
-No es mi culpa que tus "juegos nocturnos" con mi padre se escuchen por todo el castillo y que cada mañana tenga "extrañas cicatrices" en su cuerpo mientras tu siempre sales fresca como lechuga-se sonroja al recordar como era que casi siempre se volvían ruidosos
-Tu padre tiene buen aguante, además no se queja de lo que hago-se encoge de hombros como si nada
Rodó los ojos en señal de fastidio. A pesar de las raras y pervertidas ideas de su madre, la quería igual.
Dejaron su conversación para otra ocasión y se fueron a dormir. Mañana tendrían un viaje ajetreado y peligroso.
Continuará...
Espero que les haya gustado. Cuídense, nos leemos pronto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro