-Ya para -le dijo Cole a Zane -Estas agotado.

El rubio apenas despegó la mirada un segundo para ver al otro y siguió escribiendo como si no hubiese un mañana. En realidad, ya era "mañana" eran las 2am.

-Esto es para mañana, Cole -Levantó la cabeza y apartó unas hojas a su derecha para tomar otras.

A Cole le partía el alma verlo así, no sabía si quería matar al profesor por ser tan cruel o a Zane por testarudo.

-Le dices al profesor que no terminaste... -vaciló Cole -Que te lo acepte otro día.

-No. No lo va a aceptar otro día.

Zane empujó todos sus cuadernos y se dirigió al computador.

-Zane, no voy a dejar que te desveles.

El recién nombrado sólo se limitó a ignorarlo.

-Zane -Volvió a llamar.

-¿Que? -respondió sin ver mientras la luz de la pantalla le iluminaba el rostro, haciendo más notorias sus ojeras.

Cole empujó el computador hacia atrás, a lo cual el rubio reaccionó con enfado. El pelinegro se puso frente a el, evitando que viera la pantalla.

-Vete a dormir.

-¿Y que? ¿Dejo la tarea?

-¿Que te falta?

-Escribir la conclusión de las últimas veinte páginas... -Dijo el rubio agotado llevándose una mano a la frente antes de dar un bostezo.

-Perfecto, se imitar tu letra.