113
—A veces suelo tenerte miedo, pero miedo del bueno.
—¿Miedo del bueno?, ¿Y cuál es ese?
—Es el miedo a mirarte temiendo perderme en la oscuridad de tus ojos.
Miedo a escucharte sin poder olvidar tu risa.
Miedo a hablarte y quedarme inmóvil por tu belleza, quedando como un bobo frente a ti.
Miedo a que tus suspiros nunca me pertenezcan.
Miedo a que tus ojos jamás me miren.
Miedo a que tú corazón nunca pueda amar a este pobre cobarde de amor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro