Está llegando este momento en donde la sombra del dolor se asoma por mi pecho.

Y oh, entonces lo sé, está viniendo... Es abrumador.

Estoy diciéndome que puedo controlarlo pero en realidad ya estoy de rodillas rogando que pare.

En realidad ya toqué fondo. En realidad ya me desmoroné. En realidad ya me quebré.

Estoy mirándote y estas a la altura de mis ojos ¿Por qué estas a la altura de mis ojos si tú eres tan pequeña?

Oh ya veo, igual te quebraste ¿No es así?

Nos rompimos al mismo tiempo y estamos desesperados por reencontrarnos.

Estamos balbuceando como bebés.

¿Qué diablos pasó? Solo conversamos un día y al otro estábamos dando golpes de ciego.

No nos vimos rompernos porque estábamos ocupados manteniéndonos en pie.

Estamos perdonándonos.

Estamos reconstruyendonos.

Juntos.