Las siguientes palabras las publiqué en mi muro tratando de volcar aquellos sentimientos que me asfixiaban en ese momento.

Hay veces que nuestras palabras hacen eco en otra persona, capaz de comprenderlas e incluso de convertir esos ecos del alma, esos susurros, en gritos audibles. Ese fue el caso de JavierSoto, que al compartir un sentimiento similar al mío, dió voz con sus glosas a mi desesperación.

Aquí les dejo el poema

Sin ánimo para el día a día
colma el vacío del alma mi vida.

Sueños apagados y sonrisas vacías,
luces de antaño ahora titílan sombrías

Lágrimas saladas que no cesarán,
vacío infinito en el alma quedará.

Apatía sin sentido que apresa mi ser
vivo sola y rodeada de mi querer.

Arrastrada sin voluntad en la corriente efímera,
sosteniendo la vida de mi familia.

Sonrisa apagada, sonrisa fingida.
¿Hace cuánto dejé atrás mi propia vida?

¡Nada importa! Repite sin cesar.
Y sin embargo importa.
¿A quién le importa ya?

Si caigo, caen conmigo
y por eso me levanto
aunque no tenga sentido.

Extraño mis letras, extraño vivir.
Extraño las sonrisas, extraño ser feliz...

A continuación, las glosas.