KyungSoo pensó que su corazón se encontraba en las mismas condiciones que ese montón de curuvicas de papel sobre la mesa. Porque su novio de toda la vida se había mudado a otra ciudad sin ninguna explicación ni despedida.

Así es, solo lo pensó, porque se supone que era como debía sentirse, como las personas normales sienten en ese tipo de situación.

−Creo que se cansó de mí...− concluyó haciendo conversación con su gatita, quien jugaba con un ovillo de lana en el sofá contiguo. −...si fuera un gato no tendría que pasar por tantas complicaciones...− soltó tras un suspiro al estirarse perezosamente en el mueble mientras miraba fijamente al techo. −...definitivamente ser un humano no es lo mío.

El castaño creía fervientemente que nació en el cuerpo equivocado, y que todo el asunto de las relaciones y los sentimientos era demasiado complejo para su entendimiento. Entre tantos gestos diferentes, expresiones que cambian de significado una misma frase o palabra, todo eso sumado a las reglas y protocolos sociales, generaba en Kyung una tremenda frustración.

−Tal vez deba ser como la tía Jessica, con sus nueve gatos parece feliz.

Eran las 6 de la mañana, luego de pasar la noche entera haciendo curuvicas las cartas y fotos de su antigua pareja, porque según su amigo SeHun era el primer paso para olvidarlo y avanzar, Soo necesitaba unas buenas horas de sueño, un plan frustrado por el golpeteo de la puerta principal.

Antes de abrir y conocer a la persona detrás de aquella irrupción, su malestar por el hecho se vio suavizado por el sutil aroma a canela que logró a percibir. Kyung adoraba aquella esencia, tanto que siempre mejoraba su humor.

−Buen... oh hola, soy el hijo del Sr Kim, voy a hacer las entregas por él desde hoy. Perdón si te moleste, pero quería presentarme, creo que es importante saber quién es la persona que te da leche todos los días... −

KyungSoo no pudo evitar sonrojaste por su comentario. Quizás habrá sido por esa carismática sonrisa o el perfume de canela y miel en ese cuerpo de chocolate, lo que llevo al bajito a tener penosos pensamientos.

Cuando estuvo a punto de responder, el alto desvió su atención en la blanca bola de pelos que se arrimaba a sus piernas.

− ¡oh! ¡Que gatita más hermosa! ¿Es tuya? Mmm... "Mía..."– la nombró al leer el grabado en su collar. –"...en caso de extravío..." ¿Do KyungSoo?− preguntó al leer su nombre al reverso.

El pelinegro asintió mientras Mía era devuelta a sus brazos.

−JongIn− se presentó mientras acariciaba detrás de la orejita del felino, ya en manos de su amo. –es un placer.

Y de nuevo aquel gesto al elevar sus comisuras, Kyung podría jurar que sus piernas temblaron en ese momento.

Tras el acto, el chico se alejó para retomar sus labores mañaneras. Kyung, tras cerrar la puerta nuevamente, quedó por unos segundos abrazado a su gatita, oliendo la delicada fragancia del moreno, impregnada en su pelaje.

−Eres una pequeña suertuda...− murmuró al liberarla de su agarre. −...desearía ser un gato.

Tras un pequeño suspiro, se apoyó en la puerta con la mente perdida en el nuevo repartidor mientras el felino volvía a la sala meneando su larga y esponjosa cola como si presumiera para su amo.

Jamás pensó que tal vez no necesite andar en cuatro patas, quizás, solo quizás ser humano tendría más beneficios. Una idea que, solo por cierto moreno amante de los gatos se animaría a plantear, y por supuesto, una teoría que solo con él querría corroborar.

Buenas, buenas!!!

despues de tanto, un fragmento más/-\ 

Este va para Alih20 atrasadísimo pero llega XD

Ya pasaron por la cuenta de LatinoEXOFFoficial? no esperen mas*-*

Nuevas historias se avecinan con esta dinámica^^ 

Que pasen un bonito día y hasta la próxima actualización♥