- ¿Cómo estuvo el baño de espuma? –indaga mientras envuelve una toalla en el cuerpo de su hijo

-genial –grita sonriente el pequeño

-qué bueno –lo toma entre sus brazos

-para el próximo baño con espuma debemos invitar a mamá –comenta con una sonrisa de oreja a oreja

- ¿a mamá? –repite atónito abriendo los ojos de par en par

-si –asiente –a mamá también le gustan mucho los baños de espuma, ¿verdad?

-creo que sí, pero...

-genial –grita entusiasmado –en el próximo baño haremos muchas, muchas burbujas los tres

-ya veremos –deja al pequeño sobre la cama y comienza a secarlo –por ahora es momento de ponerte la pijama y dormir –saca una pija de uno de los cajones del closet y cuando está a punto de empezar a ponérsela, el pequeño lo detiene

-mamá –pide, tomando la pijama –quiero que mamá me ponga la pijama

-pero mamá está ocupada terminando de limpiar la mesa, mejor deja que yo lo haga –intenta tomar la pijama, pero el pequeño no se lo permite

-no –niega con la cabeza –quiero que mamá me la ponga, dile que venga

-bien –suspira –voy a traerla –deposita un rápido beso sobre la frente de su hijo antes de marcharse

-sí, Ryan está bañando a Alan ahora mismo, gracias por todo lo que me dijiste esta tarde en el café, me ayudó mucho, yo también estoy feliz de que nos hayamos vuelto a ver, si, es como si los años no hubieran pasado, sabes leerme muy bien, deberías dejar tu profesión de periodista y dedicarte a ser terapeuta se te da muy bien, si a Alan le gustó mucho el cupcake que le mandaste, es un glotón. Claro que iré, no me perdería por nada ese día, ahí estaré, cuenta conmigo, lo sé –suspira –pero no sé si sea muy buena idea, pero como dijiste el quien no arriesga un huevo no obtiene una gallina, lo intentare, ya me decidí hacerlo, dejare mi miedo y a diferencia de lo que paso en la oficina hablare con Ryan ...

- ¿hablar?, ¿de qué quieres hablar conmigo que te da tanto miedo?

En el momento que escucha la voz de su esposo, se impresiona tanto que da un pequeño brinco y como consecuencia el celular termina cayendo al suelo

-ry...ry... Ryan.... –balbucea poniendo su mano derecha sobre su pecho

- ¿Qué pasa?, ¿tanto miedo te doy? –inquiere mientras se acerca a ella

-n-no...es... es solo q-que...bueno –trata de aclararse la garganta para poder hablar coherentemente –no es eso es solo que apareciste de la nada y yo...

- ¿de verdad fue eso o que te descubriera hablando en secreto con él? –inquiere molesto

-no...

-no tienes por qué hacerlo, el hecho de que no sea de mi agrado no significa que te impida hablar con él, ya entendí que es alguien a quien a precias mucho, un gran amigo, ¿no es así? –expresa esas últimas palabras con cierta disgusto

-no estaba hablando en secreto con Parker, es...

-no –entrecierra el ceño -entonces continúa hablando con el

Al ver lo pálido que se ha puesto el rostro de su esposa y lo nerviosa que se encontraba por su presencia decide cambiar de tema

-Alan quiere que le pongas la pijama –indica señalando la habitación de su hijo

- ¿Q-qué? –masculla

Se acerca al lugar donde cayó el celular, lo recoge y se lo entrega en las manos a su esposa –toma, Alan quiere que le pongas el pijama, pero si estas ocupada puedo hacerlo yo

-no-niega –yo...

- ¿paula?, ¿paso algo?, ¿hola?, ¿paula?, ¿me oyes? –repite el hombre un tanto intranquilo por no saber lo que estaba pasando

- ¿no piensas responder? –inquiere cortante

-bueno... –presiona con fuerza el celular entre sus manos

-ya veo –asiente –descuida yo iré a ponerle la pijama a Alan para que así tú puedas seguir hablando con el cómodamente, ya que al parecer mi esposa no puede hablar plácidamente por teléfono cuando yo me encuentro cerca –alega, fijando la mirada en el celular

-no es eso...

Sin darle tiempo de decir algo más Ryan se da media vuelta y se dirige a la habitación de su hijo

- lo siento Parker, pero debo colgar –sin darle tiempo de responderle cuelga la llamada y se precipita hacia su esposo –espera, Ryan

Por más que lo llama él no se detiene así que opta por sujetarlo de uno de sus brazos, logrando así detenerlo

- ¿Por qué viniste? –inquiere sin girarse

-Ryan, estas malinterpretando las cosas, en primer lugar, no estaba hablando a escondidas con Parker, ni mucho menos me incomoda tus pres...

-claro –asiente e inmediatamente se gira hacia ella quedando cara a cara- ¿entonces de que hablabas tan risueña con él?, ¿Cuál es ese lugar al que no faltaras por nada?, ¿Qué es eso que tanto miedo te da decirme?, ¿ah?

suelta una risa burlona al ver que los segundos pasan y su esposa no suelta ni media palabra

-no será que te estas arrepintiendo de tu decisión de vivir con nosotros, ¿es eso? Si es así se clara conmigo antes de que...

-no sabía que eras tan im...- muerde sus labios para evitar decir algo de lo que después se arrepintiera

- ¿Qué pasa?, ¿no vas hablar?, ¿Otra vez te vas a quedar callada y no hablaras conmigo al igual que lo hiciste hoy en la oficina? –alega con rudeza

- ¿la oficina? –repite molesta

- ¿Qué pasa?, ¿No soy piensas decirme nada? –bufa -olvídalo –se zafa del agarre y cuando está a punto de abrir la puerta de la habitación de su hijo, ella tira con fuerza de uno de sus brazos haciendo retroceder

-la fiesta de cumpleaños de su hijo –enuncia con cierto arrebato en su voz – es el cumpleaños de su hijo y nos invitó a Alan y a mí, el lugar al que no pienso faltar es a la fiesta de cumpleaños de su hijo, y lo que te quería decir en la oficina es que si querías pasar el fin...

Antes de que pudiera terminar de hablar, el celular de Ryan empieza a sonar interrumpiéndolos por completo

Saca el celular de su bolsillo trasero y contesta –sí, hola Daniel, si claro dime, claro que lo recuerdo, así es mañana a las nueve estaré allí, claro que no hay problema, entre más rápido resolvamos todo me...

Sin esperar a que Ryan terminara la llamada, paula entra en la habitación de su hijo

Luego de un par de minutos al teléfono, la llamada por fin concluye y cuando Ryan esta por entrar en la habitación de su hijo logra escuchar la conversación que su esposa y su hijo mantienen

- ¿a qué hora nos iremos mañana a la casa de la playa, mamá? –inquiere el pequeño mientras paula lo abriga con las sabanas

-bueno –suspira – la verdad es que no creo que podamos ir

- ¿Por qué no? –alega inflando sus mejillas

-lo que pasa es que mañana...

- ¿otra vez papá está ocupado? –inquiere frunciendo el ceño

-no –niega –lo que pasa es que escuche que mañana habrá marea alta así que no es recomendable que vayamos a la casa de la playa

-mentirosa –resopla tocando la nariz de su mamá –mamá es como pinocho, cada vez que miente su nariz se pone grande

- ¿Qué? –se toca la nariz –¿de verdad?

-si –asiente –¿Por qué papá trabaja tanto? No me gusta, papá quiere más el trabajo que a nosotros

-no –niega –eso no es cierto, papá ama mucho, mucho a Alan, ¿Qué acaso olvidaste lo que te dijo?, ¿recuerdas lo que papá te dijo ese día en la oficina?

El pequeño se queda mirando fijamente los orbes de su mamá durante un par de minutos

-papá dijo que me amaba más que nada en este mundo, dijo que era lo mejor que le había pasado en la vida, que...

sin darle tiempo de terminar, paula rodea ambos brazos alrededor del cuerpo de su pequeño hijo –así es, papá te ama más que nada, y jamás escogería el trabajo por encima de ti, así que no digas eso otra vez porque papá se pondrá triste, ¿de acuerdo?

-si –asiente hundiendo la cabeza en el pecho de su mamá –ojalá y los tres pasáramos más tiempo juntos

-yo también quisiera que los tres pasáramos más tiempo juntos –confiesa besando la cabeza de su hijo