El niño que quería columpiarse en la luna
La primera parte es lo mucho o poco que me acuerdo de la historia original, y en la otra esta mi pequeño cuento, lo que me imagine siempre al escucharla. si alguien logra saber quien escribió el original y como se llama realmente este viejo cuento me avisan por favor. acepto comentarios :D
Niño en la luna sentado esta, lo puedes ver en cada menguante,
riendo de felicidad, pues madre es la luna y padre el mar,
le cuidan, le aman, aquel niño nunca fue niño normal,
columpiarse en busca de sus sueños, para así más cerca del cielo estar,
tocar las estrellas y no tocar el suelo que le ata para poder volar,
viento le ayuda para bajar el cielo, pero niño no quiere bajarlo, él quiere llegar,
niño, tu madre la luna es, no importa donde te encuentres, solo o acompañado,
si triste te encuentras, cántale a la luna para que alas te de,
-¿y si alas no quiero?-, -quiero columpiarme al cielo y leche de mi madre poder beber-.
*todos necesitamos de alguien, y si solo te encuentras no hay nada de que temer,
la luna siempre podrá ser esa madre la cual crecer te podrá ver,
y una vez hallas vivido amares, junto a ella te podrá tener.
Niño, en ti nunca dejes de creer*.
SEGUNDA PARTE, DE MI AUTORÍA:
El niño sentado en su columpio esta, siempre a la sombra de un viejo roble,
Y llorando ya no puede estar, pero llora en su interior, frustrado por la falta de
madre, nadie en el pueblo hacerse cargo de él quieren
pero le cuidan sin interés de lo que le pase,
niño muy raro siempre ha sido, le canta despacio a la luna con alaridos,
le sanan las llagas pero no el corazón, niño sin madre se ha convertido,
pero aun no pierde la razón, ríe como todos los demás niños,
niño en su columpio siempre es normal, pero aquella noche todo fue distinto.
Y entonces lo vi, en su mirada ya no representaba a un ser humano
con su falta de brillo y fe en los ojos, con su sonrisa torcida
y suspirando por todos nosotros, más bien era una sonrisa la que dibujaban sus
labios, el brillo de la luna reflejado en su rostro,
su madre no se había equivocado cuando dijo que la luna
simplemente se lo presto por un rato, todos le tachamos por loca,
nadie creyó en sus palabras y de la misma manera murió sin decir nada,
pero ahora creo;
la luna le reclamo en esa noche de invierno, a los ojos de nadie,
más que los míos, ojos negros no creyentes.
El niño sentado en su columpio estaba, meciéndose en dicho columpio hecho de
trapos y de cuerda vieja, apartado del pueblo que le vio nacer,
ajeno a todos nosotros, morenos incultos,
niño pálido de ojos grises, aquella noche triste lloraba pidiendo piedad,
que le devolviesen a su madre dice, entre cortando palabra por palabra,
y de la nada aparecen unas manos, pálidas, pálidas, cubiertas por cabellos color
plata y manto blanco, niño sonrió y dejo de llorar,
por alguna razón ya sabía lo que iba a pasar, desapareció columpio y niño,
nadie en el pueblo desde esa noche lo pudo encontrar,
y ahora todos me tachan por loco,
porque afirmo decir que de aquel niño, madre la luna es.
Ahora niño sentado en su columpio en la luna esta, cada menguante columpiarse
se le ve, feliz, riendo, niño ya no sufre más,
cumplido su sueño y el mío también, extrañar al niño solo puedo,
llenar mis ojos de fe, dejar los suspiros, para eso luego,
cumplir mis sueños es lo que tengo que hacer.
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