Eros.

Una tarde gris y lluviosa nos dió la bienvenida en el cementerio, las pocas personas que vinieron estaban protegidas por un paraguas, mire a Jorge llorando junto a sus padres, mire a sus padres apdotivos que a pesar de todo vinieron, pues estaban arrepentidos por todo, ya que su hijo Harry había ocasionado mucho dolor en ellos y aurora, y por último estaba yo, solo frente a su ataúd, mirando como la lluvia lo mojaba a su paso.

Mire al padre dar sus últimas palabras y ordenar bajar el baúl, Jorge lloro más fuerte y yo me acerque a tirar unas rosas negras sobre su ataúd, y tome la pala, dejando que la lluvia cubriera mi cuerpo también, comencé a echar tierra y no solté ninguna lágrima, no era el momento ni el lugar.

Mire su lápida y me estremecí.

Aurora Fuller
2005-2023.
Descansa en paz.
Te queremos.

Salí rumbo a mi casa, no quería ver a nadien, no quería hablar con nadien, incluso mis padres y mis hermanos vinieron habían venido por mi, querían ver saber que había pasado y como estaba, los ignore y subí a mi habitación, al entrar todo me recordó ese día.

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La cargue en brazos, la lleve al hospital y rogué a Dios por qué saliera bien, su pulso estaba muy débil cuando llegó, y mi corazón partido en millones de pedazos, si moría ella se llevaría mis colores.

—familiares de aurora Fuller. —salio un doctor y yo me levanté rápido.

—yo soy, dígame cómo está. —me miró triste y me sentí desvanecer en ese momento, nunca olvidaría ese momento.

—lo siento su corazón no aguanto, tuvo un infartó. —me colocó una mano en el hombro y yo retrocedi, no eso no podía ser, tenía que verla.

—tengo que verla, déjeme verla. —estaba sudando frío, no, no podía perderla, la necesitaba a mi lado.

—y hay algo más.

—¿algo más?.

—si, tenía un mes y algo de embarazo, pero su feto estuvo siempre muy débil por las drogas. —senti mi cuerpo tambalearse y el doctor me ayudó a sentarme, un bebé, aurora estaba esperando un hijo, saque cuentas en mi mente y mis ojos se aguaron y lágrimas salieron de mis ojos, era mío, aurora esperaba un hijo mío.

—pero ella nunca sintió nada.

—quizas no llego al tiempo de los malestares, como le digo el feto estaba muy débil, no tenía ninguna formación ni siquiera.

—puedo verla?.

—llene unos documentos y podrá verla, ya la policía viene en camino, como sabrá, esto tiene que ser así.

—si, lo entiendo. —firme todo los papeles que me dieron y luego entre a verla.

Estaba sobre una camilla, su cuerpo pálido y sus ojos cerrados, parecía dormir tranquila, como si nada la molestará ahora, mi aurora, cómo pudo hacer eso, fue tan débil, juro nunca podré amar de nuevo así, como lo hice con ella, me costará salir de esto, ella se llevó mis colores.

Después de eso todo fue duro, la policía, Jorge, la prensa y la madre de Charlie quien vino a querer cobrarle lo que le hizo a su hijo, por suerte para el idiota ese, viviría pero no podría tener vida sexual por mucho tiempo, bien merecido que lo tenía.