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capitulo 12

Volví en si, y me quise levantar de golpe, pero una punzada de dolor en la cabeza me obligó a caer en la cama otra vez, joder dolía mucho, no podía abrir mis ojos bien, que había pasado conmigo, agarre mis piernas en posición fetal y algo vino a mi como episodios, Jayko, drogas, alcohol y el buscando de abu... no pude seguir con ese pensamiento, palpe mis piernas desnudas, no traía mis pantalones eso quería decir que. Un sabor amargo se instalo en mi garganta y me dispuse a abrir mis ojos poco a poco y mirar la habitación donde estaba y me quedé fría al verla, me senté en la cama y saque la sábana de mi cuerpo, solo traía conmigo una camisa de hombre negra ancha y mis pantis, dónde estaba mi ropa, me levanté y me lleve la mano a mi zona íntima para ver si tenía alguna molestia o algo, pero no sentir nada inusual, que carajos había pasado, decidí salir de la habitación y buscar a la persona que me diría que pasó.

— dime que carajos paso anoche. — lo encontré de espaldas en la cocina.

— buenos días a ti también. — eros estaba de espaldas sin camisa preparando algo de comida por lo que ví, se giró a mí y yo quedé muda ante el, nunca había sentido ese palpito en mi corazón al ver un chico casi desnudo, maldito Eros.

— eso no me interesa, cómo llegué aquí y terminé así. — me señale la camisa.

— deberías agradecer a faby, ella fue la que te salvó de ese idiota. — entonces no había pasado nada, un alivio vino a mi.

— tu sabes que pasó?.

— primero toma. — me dió una tasa de café y luego se giró a agarrar un plato lleno de panqueques y camino a la mesa donde depósito todo y me señaló la silla.

— habla.

— bueno, primero come algo te hará bien, apuesto no has comido nada desde ayer en la mañana. — pues tenía razón, ya la comida ni me importaba.

— quiero saber que pasó, mira que no tengo paciencia.

— quizás debas. — comió un poco y me miró, me estaba provocando.

— está bien pero habla o me voy. — agarre dos panqueques y les coloque miel y comí, mi estómago hizo un además de devolverlo pues traía el estómago mal de tanto alcohol y drogas.

— desde la tarde te estaban buscando tus padres apdotivos, Jorge fue el que me habló que ellos fueron a su casa por ti, pero no te encontraban por ningún lado y no cogías el teléfono, la cosa fue que se murió la madre de tu madre, carajo sonó raro, a lo que iba. — tomo un poco de jugo. — ellos viajaron y volverán en dos días, Jorge me llamo a ver si estabas conmigo a lo que yo negué, entonces comencé a llamarte y nada, hasta que al quinto timbre agarraron el teléfono, yo pensé que eras tú. — comió otro poco.

—al grano Eros, no tengo todo el día.

— voy calma, bueno contesto una chica y me pidió ir por ti, porque estabas muy mal, cuando llegue, ella me dijo lo que pasó, me ayudó a traerte y cambiarte, luego se fue. — me miró serio. — sabes que estás fuera de control cierto!, No está bien el daño que te haces aurora. — y allí venía el niño protector que fastidió.

— dime la historia y ya déjame en paz.

— no puedo dejarte en paz, casi abusan de ti otra vez, estabas inconsciente, drogada y golpeada, si esa chica no llega con su compañera. — se callo y paso sus manos por sus cabello frustrado. — joder esto está mal. — se levantó y yo igual, eros me estaba sacando de quicio.

— ya eso no importa no!, Estoy aquí y creo mejor me voy. — quise ir a la habitación y este me tomo por la mano y me freno.

— no huyas de esto, no he terminado de hablar.

— yo si. — quise quitar mi mano y este la tomo fuerte.

— he dicho que no, todos te echan a un lado por tu comportamiento, pero eso no podrá conmigo.

— me importa poco, déjame no entiendes. — quise otra vez jalar la mano y no pude.

— maldición he dicho que no, no vez que me importas aurora.

— no hagas esto, no lo hagas.

—Porqué no?, Que tiene de malo que alguien se preocupe por ti, que quiera cuidarte. — Eros estaba haciendo mi muro temblar, eso me aterraba, ese efecto que tenía en mi.

— porque no, entiéndelo, no puedo, no quiero.

— déjame intentarlo. — rogó y quiso pegarme a el en un abrazo pero yo retrocedi y puse mi mano en su pecho y mi mano quemó.

— no lo hagas por favor. — mis voz se quebró.

—aurora déjame.

— no, he dicho que no, nadien ni siquiera tu puedes sacarme de allí. — una lágrima rodo por mi mejilla.

— tan fácil te rindes. — nego con la cabeza y limpio mi lágrima con su pulgar derecho, no quite su mano de mi.

— esta batalla la perdí hace mucho tiempo eros, y ya no quiero salvarme, me cansé. — eros me soltó y dió un paso atrás, me miró triste.

— te llevo a casa. — yo asistí y entre en la habitación y me fui al baño, mire mi reflejo en el espejo y allí estaba mi mejilla morada y el labio un poco roto, me deje llorar de la rabia y frustración.

¿Porqué?, No dejaba que Eros me salvará.

¿Qué?, Me impedía dejarlo entrar.

¿Tan dañada estaba?.

Me deje caer al suelo y llore, llore como nunca antes, estaba rota, dañada y eso no iba a cambiar con palabras bonitas ni ninguna mierda.

Mis manos comenzaron a temblar y mi frente a sudar, tan rápido estaba necesita por un respiro?, Seguro era por todo lo que estaba viviendo en ese momento de presión, carajos necesita darme un pase para calmar mis nervios, me levanté y me lave la cara y salí en busca de mi ropa que estaba sobre una silla, la cogí y me vesti.

Al salir eros estaba ya vestido y con la vista perdida por la ventana.

— estoy lista. — este me miró y asistió saliendo de la casa y yo a sus espaldas.

— gracias por todo, te pido que te alejes de mi. — me miró mal.

— eso no será fácil, me temo que esa decisión ya la tomé hace tiempo. — me insto a caminar a su lado, ya que los vecindarios estaban cerca.

— entiende no quiero herirte eros.

— ya te dije, esa es mi decisión, no voy a dejarte. — ya estaba necio otra vez.

— me estresas no vez.

— no. — llegamos a mi casa y este se detuvo frente a la puerta.

— yo no me rendiré contigo.

— idiota. — abrí la puerta, entre y mire a Harry sentado en el sofá con una botella en la mano.

— se animó a aparecer la zorra, ven para acá. — ni loca, ya sabía cuáles eran sus intenciones, y ahora con la muerte de la madre de Sasha y ella en su funeral, este tenía oportunidad de joderme.

— no me jodas o no respondo. — lo ví levantarse y venir por mi, así que corrí por las escaleras y este me alcanzó casi al final, me tumbó por el pies y yo le di una patada en la cara y se tambaleo hacia atrás.

— me las vas a pagar. — yo me levanté y corrí a mi habitación y pasé seguro, Harry comenzó a golpear la puerta. — abre te juro que me las vas a pagar.

— vete o llamo a la policía. — lo escuché reírse y golpear más duro la puerta, maldición si me agarra no salgo de esta, salí al pequeño balcón y a la poca distancia eros iba caminando, saque el teléfono que estaba en mi pantalón gracias a dios no lo habían perdido cuando fueron por mi.

—"Que paso?".

—“Harry me quiere hacer daño“.

—"No entiendo cálmate".

Se escuchó por la línea la puerta caer y yo comencé a forcejear con harry, ojalá eros allá escuchado, juro que si Harry abusa de mi, acabo con todo, ya no quería sufrir más.

— eres una zorra mala. — busco quitar mi ropa y yo pataleaba y le daba puños, estaba drogado por sus ojos dilatados y apesbada a alcohol. — mis padres no vendrás hasta pasado mañana así que voy a disfrutar de ti, me lo debes.

— no suéltame Harry, quítate. — que suerte tenía, primero anoche y ahora Harry, estaba destinada a sufrir seguro.

— nadien te podrá salvar.

— maldito infeliz. — mi navaja la había perdido, estaba indefensa está vez, un golpe a la puerta se escucho y luego a eros gritarme.

— aurora dondes estás. — Harry se levantó alertado y saco su navaja.

— eros, aquí. — me levanté y rodee mi cama. — tiene una navaja cuidado. — eros entro en la habitación y Harry le mostró la navajas.

— suelta eso y déjala quieta. — le habló eros, pero tenía la vista fija en la navaja.

— y quién te invito a ti, que te crees. — se le fue encima a eros.

—Eros. — mi grito fue lo único que se escuchó en ese momento.

En tamaño eran iguales pero Harry estaba un poco más gordo que eros y eso podía ser un punto a su favor al tener más fuerza.

Eros agarro le lanzó una patada que le dió directo en el estómago a Harry y este se doblo de dolor, pero en un movimiento le rozo la navaja en el brazo y lo corto yo ahogue un grito y mis sentido se activaron así que cogí mi lámpara de noche y me fui encima de Harry dándole en la cabeza con ella.

Lo ví caer al suelo y eros tomarme de la mano y salir de la casa los dos corriendo.

Nos detuvimos a Tomás aire cerca de su vecindario.

— te lastimo. — le señale el brazo y este se lo miro, no era profunda pero había que desinfectarla.

— estás bien. — me tomo la mano y yo no quite la mía, debía admitir que si no fuera por el, Harry estaría abusando de mi.

— si gracias por volver.

— escuché casi todo antes de llegar por la llamada. — sentí vergüenza de mi.

— no se que tengo de malo, que todos quieren dañarme. — me miró y yo sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas. — ya no puedo más.

— no digas eso, ven vamos a casa. — lo deje guiarme a su casa tomados de manos.

Estaba cansada de tanto.

No sabía hasta cuándo podría soportar eso.

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