Llegué al parque después de evadir al policía y me senté en la grama, mis pulmones necesitaban respirar con calma, mis manos temblaban y mi frente sudaba, eran efectos de la droga y la adrenalina que sentía en el cuerpo, la madre de Charlie se pasó de la raya, no quise pegarle, pero algo en mi se activo cuando me grito, joder.

Ojalá salga de esa Charlie, porque sería otra culpa sobre mi.

Me levanté y sacudí mi pantalón, necesitaba un trago ya, alce la capucha de mi suéter y salí rumbo al antro del otro día, no era tan tarde pero esos sitios estaban abiertos día y noche, que suerte la mía.

Unos quince minutos después estaba frente al bar pidiendo un trago de whisky seco el cual jale de una, sintiendo la garganta Ander y mis ojos lagrimear.

-pensé que no te vería otra vez?. - me habló faby la chica que me llevo a su casa aquella vez.

- la ocasión lo amerita, dame otro y una de esas pastillas tuyas. - me miró un poco triste.

- chicos?.

- Ya perdí la cuenta de todo lo malo que llevo encima. -me dió el trago pero no la pastilla.

- mereces cosas mejores que esa pastilla, el otro día me pase.

- no tienes que preocuparte por mi, solo dame la pastilla. - me estaba molestando su protección, como si la había pedido.

- lo siento pero no.

- bien. - le quite la botella de la mano y me fui a los sofás del fondo.

Me eche un trago largo del whisky en el vaso y luego mire el entorno, a pesar de que eran las seis de la tarde ya había gente, bebiendo, bailando, ya iba a conseguir lo que esa chica me negó, mi teléfono vibró y en la pantalla el número de Jorge se reflejo pero lo ignore, no quería hablar con nadien.

-Por qué tan sola linda?. - un chico de unos veinte y dos años se me acercó y se sentó a mi lado.

- pasando el rato, tienes. - hice un gesto con mis manos en la nariz que el entendió muy bien.

-te quieres divertir, eso me gusta y si aquí. - saco una bolsita de su bolsillo. - vamos a otro lugar.

Yo asiste, cogí la botella y lo seguí a la zona de los sofás privados, al parecer tenía dinero este.

-toma asiento donde quieras. - señaló los asientos y ya habían algunos chicos. - ellos son mis amigos.

les di un asentimiento de cabeza y Vi a este hacer dos líneas sobre la mesa y jalar una con un billete enrollado.

- tu turno. - me tendió el billete el cual cogí, me agache y jale la línea, primero un ardor y luego una sensación de paz se instalo en mi pecho, cogí la botella y di otro trago, la música se puso intensa y vi a los chicos levantarse, en total eran dos chicas que vestían provocativas y tres chicos con el que me invito aquí. - por cierto soy Jayko y tú eres.

- aurora. - me sonrió pícaro. - de una te digo que sin coqueteo no soy de esas solo vine a pasar el rato. - me sonrió y asistió, ojala cumpla.

- vamos a alocarnos un rato. - hablo una chica del grupo y todos salieron a la pista de baile y más gente se unió.

-vamos?. - me preguntó Jayko.

- ahora te alcanzó. - señale la botella, este se fue y yo me acomode en el sofá, un texto llegó a mi teléfono y lo abrí.

Jorge:
-"Dónde estás?, Tu madre me está preguntando por ti".

Jodida vieja metiche, ignore el teléfono y me di otro trago largo, uno de los chicos del grupo de Jayko se sentó y saco una bolsita y me miró.

-quieres?.

- claro que sí. - y así jale otra línea ya eran tres en ese día y estaba bien drogada ya, me levanté a bailar y beber como si no hubiera un mañana, me sentía libre, volar y feliz.

Música, mi respiro y mucho alcohol.

Las luces de la pista parpadean sin parar y todo se sentía surreal en ese momento, la gente bailando, otros besandose en la pista y yo con mi botella ya vacía, no recordaba nada solo que me estaba divirtiendo mucho, Jayko se pegó a mi por la espalda y baile junto a el, a ese punto de estar bien perdida no me importa el contacto, ya ni me reconocía.

- ven, sígueme. - no sabía a dónde iba ni que hacía, solo que era conducida a un lugar oscuro, fui pegada contra la pared de cara y sentí como alguien se pegaba a mi espalda y era manoseada.

- no.... - puros balbuceos salían de mi boca, que estaba haciendo, no tenía muchas fuerzas.

- solo déjate llevar. - metió la mano en mi blusa y agarró mis senos, yo empuje mi tracero hacia atrás para ganar impulso de la pared y quitarlo de encima.

- no, déjame. - logré voltear y darle un arañazo en la cara, este se molestó y me agarró las manos y me empujó al suelo, buscando abusar de mi. - idiota no. - busque llevar mi mano derecha al zapato para agarrar la navaja.

- me debes este rato, no creas que te invite de gratis. - me comenzó a besuquear el cuello y asco me produjo.

Logré llegar a mi navaja y la saqué, llevándola a su cara y presionando su mejilla.

- si no te quitas no respondo. - me miró feo y se alejo solo un poco, pero en un movimiento rápido me la quito y yo quedé pegada otra vez en el, malditas drogas que me dejaban indefensa.

-no eres tan ruda como creí. - yo me removia incómoda y escuché una voces, gracias a dios venía alguien.

- ayuda. - grité lo que mi garganta dió y Jayko me tapó la boca con la mano y yo se la mordí.

-maldita. - me dió una cachetada y dolió joder.

- idiota. - y me dió otro golpe en la cara y luego uno en la cabeza y todo fue negro, no supe más de mí.