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¿De verdad había venido aquí por ese omega?
No, no valía tanto para dejar de trabajar por irlo a buscar por las calles, es más una coincidencia oportuna, o algo así.
Su trabajo era disfrutable, pero bastante agobiante, no entendía el porqué trabaja en eso si en realidad todo lo relacionado al fuego fue aquello que arruino su vida, ahora ese calor era una obsesión doliente que lo destruía mentalmente.
Sus días eran rutina:
Todas las mañanas al despertar era un infierno, la soledad era su primer sentimiento al abrir los ojos y mirar su desgastado techo, aburrido y gris y como el frío que sentía su cuerpo por sus desgastadas sábanas y falta de ropa.
Lo primero que tomaba era un bote de pastillas, Tazodona para ser exactos, y con eso supondría que tendría suficiente para todo el día.
Pero nada mejor que sus hojas de mariguana, con una fumada y sentía que toda su mente era despejada en ese momento y su cuerpo sentía extrema relajación, eso era mucho mejor que sus horribles medicamentos.
Por alguna razón, su hierva está vez no tenía el mismo olor de siempre, quizás seria su mente, pero era similar al de Matthias... lo hacía más adictivo y deseable, o más bien un sentimiento protector sobre ello, algo deseable e incluso era aún más sabrosa, quería más.
Al terminar solo me vestí y prepare para el trabajo antes de llegar a la estación, todo estaba igual y eran mis mismos compañeros deprimentes de siempre, totalmente aburridos y estables, sin diversión alguna para ese día, se podría hacer más interesantes si ocurría algún accidente...
— ¡FLORIAN! ¡LLEGASTE! — Una voz femenina sonó por el lugar, era una de las compañeras de Florian.
— ¡ANGELINE! — Florian abrió sus brazos dejando que la pequeña chica lo abrazara.
— ¿Cómo has estado? No te he visto desde que se te cayó esa viga encima. — Ahí recordó, fue un escenario muy divertido... o quizás solo fue que en ese momento estaba muy drogado como para darse cuenta de la gravedad del asunto.
— Ya sabes, estaba en recuperación, pero ahora ya puedo regresar a trabajar... — Angeline acercó su nariz a la curvarura entre el cuello y el hombro del alfa para aspirar sus feromonas.
— Es bueno tenerte de nuevo en el equipo, cuídate más para no tener que volverte a desaparecer de aquí. —
— Ay esta bien, pero ¿si me vuelvo a herir, me vendrías a visitar? — Ella se acercó más a Florian, su rostro era como el de un cachorro y su olor se hizo más fuerte, era de rosas y chocolate.
Florian se sintió algo abrumado por el fuerte olor de Angeline, por un momento olvidó completamente de que ella era una omega; su lobo interior despertó para acercarse más a esa Omega soltando sus propias feromonas, pero él entró en raciocinio a tiempo y se apartó un poco de ella.
— Chica, nisiquiera se donde vives. — Florian se alejo completamente de ella y camino hacia su zona laboral. No era mas que un pequeño escritorio donde tenía que desglosar algunos papeles, era investigador de incendios y aunque era cierto que de vez en cuando la hacía de bombero su trabajo principal era el investigar la causa de estos.
El concentrarse en ese momento le era muy difícil, su lobo se negaba a dormir y pedía a gritos volver a ver a Angeline, completamente molesto, a él no le gustaba esa omega, solo era su amiga, pero debía decir que era extraño tener esa reacción por las feromonas de un omega... ¿o no?
En su mente se dibujo la suave silueta de un omega, cabello castaño y piel clara.
Era él, era su omega.
Su lindo, tímido, dulce y hermoso omega, quería verlo, necesitaba verlo, llenarse completamente de su olor y quizás... abrazarse.
Con esa idea en mente Florian dejó los papeles de lado y camino hasta la puerta de la estación, iba a tomar su descanso mucho antes, pero otra vez apareció ella, Angeline, y no estaba sola, estaba junto a otros dos de sus amigos, John y Rossy, ambos betas.
— Florian ¿a donde vas? — Angeline se fue a colgar del brazo del alfa, soltando a un más de sus feromonas haciendo sentirse algo mareado.
— No es de tu incumbencia. — Florian ni siquiera volteo a mirarla, necesitaba salir de ahí lo antes posible.
— Vamos, no te vayas, Angeline tiene que decirte algo~. — Está ve fue Rossy la que hablo con cierto tono de burla, la mencionada solo evito el contacto visual.
Con eso Florian ya sabía para donde iban las cosas y se negaba a participar en ello, el ya tenía a alguien... no oficialmente pero sabía que en algún momento lo de ellos florecerá, crecería y se extendería por un prado llenando cada rincón de ese suave aroma.
— Florian... — Angeline tomo el rostro del alfa con delicadeza. — Hace mucho que no nos vemos y... debí decirte esto hace mucho pero mucho tiempo, desde que comenzamos a trabajar juntos; tu aroma era el más hermoso que había olido en toda mi existencia, además de tu inegable amabilidad y dedicación a que yo me sintiera cómoda, me aterran los alfas pero contigo es distinto, mi lobo aúlla cuando estoy cerca tuyo y puedo decir que nuestro corazón late a la misma sintonia, se que reaccionas a mi olor, incluso podriamos ser destinados... podríamos... ¿podríamos intentarlo? —
— No. — Fue seco y cortante, no deseaba a nadie más.
— Pero... ¿Por qué? — Ella se aferro más fuerte al brazo de Florian, Jossy y John solo se apartaron un poco al ver como la mirada del alfa se intensificó al ver a la omega.
— Te voy a decir algo... — Florian se agacho a la altura de Angeline, pero su sonrisa y amabilidad eran falsas. — No porque alguien sea amable contigo, que tu olor te agrade y que esa persona te quiera... no significa que sea romántico el sentimiento, yo no siento nada por tí. —
— Pero... reaccionas a mi olor, se que tu lobo aúlla junto al mío, están conectados... —
— Es instinto, cualquier alfa va a reaccionar así ante una sobreestimulación de feromonas y tu solo me has estado bañando con tu olor, no lo soporto y tampoco voy a estar soportandote a ti. — Florian se apartó bruscamente de la omega, ahora deseaba salir a fumar para volverse a subir los ánimos.
Angeline estaba confundida, estaba segura de que Florian sentía lo mismo ¿o por qué no había puesto sus límites antes? ¿O es qué...?
— ¿Ya hay alguien más, cierto? — Florian ni siquiera reacciono, solo se levantó de su lugar dejando a Angeline. — ¿A qué huele ese omega? —
— Mucho mejor que tú. —
— ¿Solo lo quieres por su olor? ¿Cierto? Es instinto, tu lo dijiste... —
Florian ni siquiera pensó en quedarse a hablar más, solo salió de la estación, y se dirigió a un parque, necesitaba fumar urgentemente para quitarse ese mal olor de boca, hasta que su vista panorámica pudo ver algo, un pequeño teatro de marionetas y ahí su hermoso omega, sentado a lado de una parejita, se veía que estaba algo incómodo.
Suspiro y se acercó lentamente a Matthias sentándose a su lado.
Al ver el rostro de Matthias, su corazón palpito con fuerza, esto no era algo relacionado a su aroma, no era algo que tuviese que ver con instinto, no era eso.
En verdad amaba a Matthias, era su omega y él era su alfa.
No había deseo más puro que su corazón haya pedido, después de todo no le importaba vivir en la mierda si es que podía despertar con Matthias a su lado.
— Matthias. — Hablo Florian mientras dejaba caer su cabeza en el hombro del omega. — ¿Puedo dormir en tu casa hoy?
Quería escribir drama, pero al final siento que solo di gringe. 😭
No importa, me divertí un poco, supongo.
Avísenme si ven algún error ortográfico ya que lo escribí rápido, estaba algo ocupado pero tenía un montón de ganas de escribir.
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