DESPUÉS - XXVII ; Call It What you Want.
¿Por qué los seres humanos somos tan autodestructivos? ¿Será que nos importa tan poco nuestro bienestar?
La felicidad son momentos, solía decir mi madre, y siempre estuve de acuerdo. Pero ¿Somos capaces de buscar la felicidad? ¿O tendemos a destruirla?
Toda mi vida permanecí desconforme, impulsé mi autodestrucción una numerosa cantidad de veces.
Aquello parecía ser un círculo vicioso sin final. Alcohol, drogas y sexo. No encontraba forma de llenar el vacío dentro de mí.
-¡Espero no regreses nunca más!-Exclamó aquel hombre antes de propinarme una patada en el trasero.
Impacté contra el concreto. El corte en mi sien, fruto de una pelea en aquel bar de mala muerte, comenzó a sangrar. Me encontraba ebrio y algo drogado a las afueras de un bar en quien sabía dónde.
Lagrimas corrían por mi rostro, algo que sucedía con frecuencia desde la noche que vi a Margot en los brazos del imbécil de Blake. No tenía idea que el amar a alguien podía llegar a doler de aquel modo, pero tampoco estaba en condiciones de jugar a la víctima, cuando todo lo que me estaba sucediendo era pura y exclusivamente culpa mía.
"Cosechas lo que siembras" se leía en un sucio paredón enfrente de aquel bar.
-¡Siembra vientos y cosecharás tempestades!-Grité a toda voz mientras me ponía de pie.
Eran aproximadamente las tres de la madrugada, ni un alma recorría aquel lugar. Éramos solo mi botella de tequila y yo.
Mi teléfono vibró, llamando mi atención.
-¡¿Qué?!-Solté de mala gana tras aceptar la llamada.
-¿Estas ebrio cariño?-Habló desde la otra línea.
-Y yo que sé-Respondí tratando de tranquilizarme.
-¿Dónde estás?-Preguntó-¡Llevo un largo rato esperándote en nuestra cama!-Hizo un silencio-Completamente desnuda.
-No estoy de ánimos para eso Kara, nos vemos luego-Colgué el teléfono y lo arrojé a metros de mí.
Kara había regresado a mi vida, en realidad había sido yo quien había regresado arrastrándose a sus pies. Me encontraba desecho y solo ella podía hacerme sentir apenas un poco mejor.
Jamás mencioné la invitación a la fiesta de los Muttone, a pesar de que ella había conseguido enterarse por sus propios medios que Margot había resucitado de las cenizas como un ave fénix. Tampoco había hecho mención de mi profundo enamoramiento hacia la castaña, me empeñaba en hacerle creer que ella era el amor de mi vida. Y así en algún momento, yo lo creería también.
Camine durante horas y horas, sin saber hacia dónde me dirigía pero con las fichas puestas en un solo lugar. Tanto mis piernas, como mi inconciencia me dirigieron a la calle de millonarios prestigiosos de Londres, Kensignton Palace Gardens, conocida como una de las calles más caras del mundo, sus entradas se encontraban protegidas las veinticuatro horas del día. Según Rick, mi investigador privado, ingresar a aquel lugar era algo imposible. Pero yo tenía mis contactos.
-Gracias Bill, aquí tienes lo tuyo-Le entregué un pequeño paquete de marihuana al guardia de aquel lugar y continué caminando hacia mi destino.
-Styles-Soltó de repente, volteé en su dirección-Si te metes en problemas...
-Tendrás que dispararme, lo sé-Asintió y continuó con lo suyo.
Según Rick, Margot y Blake habían comprado una mansión en aquel lugar bajo el valor de aproximadamente ochenta y seis millones de libras. Dinero, que por su puesto había salido del bolsillo de Margot, porque el imbécil de Blake no contaba con lo suficiente como para comprar un puto duce.
Me había encargado de realizar un seguimiento exhaustivo de la actividad de Margot desde el momento en el cual me enteré que se encontraba con vida. Lo sabía todo, sus ingresos, su trabajo como nueva dueña de las empresas Muttone. Sus lugares favoritos a la hora de vacacionar y el círculo íntimo con el cual prefería rodearse. No podía dejar cabos sueltos, Margot estaba bajo mi radar y tenía que saberlo todo.
De pie frente a su gigantesca mansión, opté por hacer de mi entrada lo más civilizada que me fuese posible, trepando el enrejado y adentrándome por una de sus ventanas.
Aquel lugar me resultaba sorprendente, la vida de Margot siempre había estado rodeada de lujos pero aquello resultaba ser de otro nivel.
La poca seguridad en el lugar había logrado llamar mi atención, casi tanto como ver a Blake luciendo un lujoso traje, de pie frente a mí a esas horas de la madrugada.
-Sabía que era cuestión de tiempo el tenerte aquí-Habló, con aires de superioridad-Pero honestamente, creo que tardaste demasiado.
-Mírate-Solté anonadado-Viviendo una vida de lujos, algo que no te corresponde.
-¿Qué no me corresponde?-Carraspeó su garganta-¿Tú vas a decirme lo que corresponde y lo que no?
-¡Te estas aprovechando de ella!-Exclamé acercándome un paso hacia él.
-¡Shhh!-Me silenció-Por favor, Margot duerme y no quiero que despierte antes de tiempo, mucho menos que se cruce contigo.
Lo observé durante unos segundos, llevaba su cabello despeinado como de costumbre, un traje que parecía costar más que el alquiler de mi apartamento, y en su mano derecha un reloj de oro que brillaba lo suficiente como para recordarme que Blake no pertenecía allí.
-Es que te veo y no puedo creerlo-Dije-¿Cómo es que un delincuente como tu puede estar con alguien como Margot? ¿Es acaso estúpida? ¿No se da cuenta que te estas aprovechando de ella?
Blake negó con su cabeza repetidas veces.
-No proyectes en mi las acciones que tu cometiste-Suspiró-Margot sabe absolutamente todo lo que hecho, y también sabe que la amo, y la amo de verdad. Le ha costado demasiado creerme, la has dejado destrozada, pero he podido demostrarle que mi amor es sincero y que...
-Ya, mierda cállate-Lo interrumpí-Te has aprovechado de la situación para salirte con la tuya. ¿Acaso Margot sabe que fui yo quien te dio las pruebas para sacarla de la cárcel?-Blake se mantuvo en silencio-Por supuesto que no, porque de seguro solo has contado tu versión de los hechos.
-¡Le he contado toda la puta verdad!-Exclamó-Ella no ha querido escuchar nada acerca de ti, te odia Harry. Ella te detesta. Y con justa razón, yo también lo hago. No has mentido durante demasiado tiempo –Respiró-¡Edward era para mí como un hermano! Imagínate mi reacción al enterarme que jamás existió, y que solo fui un puto peón el juego de un psicópata como tú.
Me mantuve en silencio, no sabía que responder.
-Has arruinado su vida a tal punto de intentar suicidarse, imbécil. Afortunadamente los médicos llegaron a tiempo, tuvieron que hacerle un puto lavaje de estómago, tenían que desintoxicarla-Comentó.
-Todo este tiempo pensé que estaba muerta.
-¡Pues esa era la maldita idea!-Gritó-Era la única forma de que tú y la imbécil de tu novia la dejaran en paz. Tras su liberación, difundimos la noticia de su muerte y la sacamos de país en un puto estado de coma. La acompañé en sus momentos más difíciles Harry, curé todo el maldito daño que le causaste-Sus ojos me observaban con desprecio-Por lo tanto disculpa si me ofendo al verte escabullirte en mi casa durante la noche buscando a mi prometida, quien por cierto no desea verte ni por fotos.
-Margot no te ama-Solté de repente-Margot nunca va a amarte, maldito imbécil aprovechador.
Aquellas palabras salían de mi boca por inercia, quería dañarlo. Quería destruirlo emocionalmente, pues sabía que él la amaba de verdad y no soportaba la idea de que fuese feliz con ella.
-No significas absolutamente nada para ella-Dije-Eres solo su obra de caridad.
-Eso no es así-Habló con voz sumamente tranquila, pero podía observar como sus manos se transformaban en puños.
-Ella no te ama...-Reí-Jamás sentirá contigo lo que lograba sentir conmigo.
-Será mejor que te calles Harry.
-Recuerdo su cuerpo retorcerse bajo el mío, mientras acariciaba mi rostro y me pedía a gritos más y más-Mordí mi labio inferior-Recuer...
Blake se abalanzó sobre mí, golpeándome una y otra vez sin parar. A pesar de mi estado de ebriedad, junté fuerzas de donde no las tenía y logré situarme a horcajadas sobre él y otorgarle una serie de puñetazos en su rostro. Me encontraba disfrutando aquello de tal manera que no me interesaba en lo absoluto la cantidad de sangre que caía de su nariz, o el hecho de que el muy marica no contaba con las fuerzas suficientes como para defenderse.
Estaba acabando con él, y aquello me hacía sentir poderoso.
-Ella lo sabe...-Murmuró-Sabe lo que sucedió con su hermano.
Me quedé estático durante unos segundos, aquello tenía que ser una puta broma. Si ella lo sabía...
El resonar de unos tacones llamó mi atención, pero permanecí completamente quieto.
-Blake, cariño es hora de trabajar-La voz de Margot retumbó en la sala de estar-¿Bla...
Mis ojos se posaron en su cuerpo, tan preciosa como de costumbre llevaba un corto vestido negro. Con apenas veintidós años lucía como toda una mujer de negocios.
No apartaba su mirada de mí, su respiración se aceleró y en cuestión de segundos se dirigió hacia donde me encontraba. La imaginé sosteniéndome entre sus brazos y besándome lentamente.
-¡¿Qué demonios has hecho?!-Gritó luego de darme un empujón y tomar el rostro de su prometido entre sus manos-¡Ayuda por favor, alguien que llame a urgencias!
La sala no tardó en estar repleta de empleados y una ambulancia arribó en cuestión de minutos. Permanecí estático, no sabía lo que sucedía conmigo.
-Estarás bien cariño, lo prometo-Decía Margot mientras acariciaba a Blake con sumo cuidado.
Lagrimas caían por su rostro y me fue suficiente para entenderlo, ella lo amaba.
Tomé aire, volví a ser yo. Me puse de pie y abandoné la sala en búsqueda de una puerta trasera.
Mis puños repletos de sangre, mi corazón latiendo a toda velocidad y yo sin poder respirar. ¿Qué había hecho?
Si en algún momento había tenido algún tipo de oportunidad de reconquistar a Margot, acaba de tirarla toda por la borda. Casi había acabado con la vida de su prometido en la sala de estar de su casa, sin mencionar que ella sabía lo sucedido con Maddox.
Aquello se me estaba yendo de las manos.
Sentí una leve presión sobre la parte trasera de mi cabeza, volteé lentamente y me sobresalté al encontrarme con un arma situada en mi sien, con Margot detrás de ella.
-Quiero que te marches-Soltó-Quiero que desaparezcas de mi vida de una maldita vez.
-Maggie-Quise dar un paso hacia ella pero sentí como lo quitaba el seguro al arma.
-Fuera de mi vida y de quienes me rodean-Suspiró-Si vuelvo a saber de ti... seré yo quien acabe con tu vida, y no voy a darte una oportunidad como esta.
La observé durante unos segundos, asentí y volteé, en dirección a la salida. Conteniendo mis ganas de dirigirme hacia ella y estrujarla contra mí pecho. Pero eso no sucedería, jamás.
Porque una vez más, lo había arruinado todo.
*
Holaaa, a pesar de que los requisitos que puse para subir un nuevo capitulo no se cumplieron, aquí les dejo otro.
Me tomaré el trabajo de enviar a una por una de mis lectoras fieles los siguientes capitulos, si es que los publicados no alcanzan los cien votos.
Una lastima, pero me veré obligada a hacerlo.
Desde ya muchas gracias por su constante apoyo, espero disfruten de la historia.
No olviden votar y comentar.
Saludos.
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