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DESPUES - XL ; You FOUND Me: Capítulo Final.

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NARRADOR OMNICIENTE.

-Ellos no llegaran vivos al hospital-Murmuró uno de los doctores dentro de la ambulancia, quería evitar que las victimas de aquel siniestro lograran escuchar, ya que minutos antes habían logrado reanimarlos.

Sus ojos se cerraban lentamente, y sus respiraciones eran demasiado irregulares. El flujo de sangre era interminable, y los paramédicos comenzaban a perder las esperanzas.

Llevaban sus manos entrelazadas, la distancia entre sus camillas era mínima. No dejaban de observarse mutuamente, mientras que en sus interiores no hacían más que pensar en que las posibilidades de que aquellos fueran sus últimos minutos de vida eran mayores que las probabilidades de salvarse.

-Resiste-Soltó uno de ellos, presionando el agarre de sus manos, mientras sentía como se perdía entre tanto dolor.

TREINTA MINUTOS ANTES.

Aquello tenía desorbitados a todos los presentes ¡Maddox Muttone estaba vivo y coleando! No podían siquiera comprender como aquello era posible. Harry no despegaba sus ojos del castaño, que se encontraba frente a él.

Por su parte, Kara se encontraba prácticamente aterrorizada. ¿Desde cuándo los muertos regresaban a la vida? ¿Qué clase de broma era aquella, y quien la había ideado? Ella se había encargado de apuñalar a Maddox las veces suficientes y en los lugares indicados, para así provocar su dolorosa muerte. ¿Pero cómo demonios era posible que se encontrase con vida?

Styles estaba tan desorientado, que apenas podía reconocerse a sí mismo. Un momento de debilidad por su parte, le permitió a Kara soltarse de su agarre, fue entonces cuando los Muttone se pusieron en guardia, y Maddox dio un paso hacia delante.

-¡Ya ríndete, imbécil!-Exclamó Maddox, dirigiéndose a la rubia situada a unos metros-¿Es que acaso no reconoces lo que logras?

-Somos más fuertes ahora, perra-Soltó Memphis, dando un paso hacia delante y quedando a la altura de su primogénito. Sus ojos brillaban, y no podía dejar de sonreír, tener a Maddox junto a él nuevamente era algo que todavía no podía comprender, pero de lo que estaba inmensamente agradecido.

-¡No sé qué demonios me sorprende!-Chilló Kara-Son como el puto ave fénix. ¡Resurgen de las cenizas!

-¿Es una de las tantas cosas que envidias de nosotros?-Intervino Morrison.

Kara decidió ignorar aquel comentario, hizo rodar los ojos y se dirigió hacia el mayor de los hermanos.

-Bienvenido de vuelta a la vida, Maddox-Habló entre risas-Pero lamento no estar tan sorprendida como los demás, sucede que no eres el primer Muttone que resucita de repente-Carcajeó, mientras hacía referencia a Margot-De todos modos, tú y el resto de tu patética familia no durará más que unos simples minutos, así que lamento informarte que tu regreso al mundo de los vivos ha sido en vano-Suspiró, llevando su mano hacia su espalda y regresándola cargando un arma. Los Muttone se sobresaltaron. -¿Acaso creen que no daba por seguro que vendrían a buscar al muy idiota de Harry?-Rodó sus ojos-¿No les parece extraño que haya decidido partir de una estación de trenes abandonada? ¡Por Dios, realmente pensé que eran personas más inteligentes!-Dio un paso hacia Styles-¿Y qué hay de ti, acaso no te esperabas una de estas escenitas al mejor estilo Muttone?-El castaño, aun petrificado ante la presencia de Maddox, ni siquiera respondió-¿Saben?-Comentó la rubia, dirigiéndose nuevamente hacia el clan M-Hoy realmente esperaba acabar con ustedes, comenzando por la inservible de Shanna, siguiendo por el muy estúpido de Morrison, luego iría por la maldita de Margot y por ultimo acabaría contigo, Memphis-Posó sus claros ojos sobre el patriarca-De verdad que planeaba torturarte de tal manera que fueras tu quien me arrancara el arma de las manos y decidieras quitarte la vida. Pero aparentemente, tendré que sumar a Maddox a mi lista, una posición antes que ti, ya sabes ¡Para que puedas pasar unos minutos más con tu hijo el resucitado!

-¡Estás a tiempo de acabar con esto, Lillian!-Chilló Maddox, caminando hacia ella. La rubia dirigió el arma en su dirección-Aún puedes darte por vencida y entregarte a la policía.

-¡No vuelvas a llamarme Lillian!-Exclamó Kara, enloqueciendo.

-¡¿Lillian?!-Cuestionó Memphis, como si aquel nombre le resultase familiar.

-Así es, maldito imbécil-Kara dirigió su arma hacia el patriarca nuevamente-Lillian Rose ¿Acaso se te hace conocido?

-¿Esta es una puta broma?-Memphis dio un paso hacia ella.

-¡Será mejor que permanezcas donde te encuentras, no voy a dudar en llenar tu puto cráneo de agujeros!-Gritó-¿Te acuerdas a mi padre, Memphis? ¿Acaso recuerdas lo que le hiciste?

-¡El maldito hijo de perra tuvo la culpa de absolutamente todo lo que le ha sucedido!-Gritó, Memphis enfadado.

-¿Quién demonios es tu padre?-Intervino Shanna.

-Jefferson Rose-Respondió el patriarca, apretando los dientes-Ahora es cuando empiezo a comprenderlo todo, nunca fuiste una maldita afectada por un tornado. Nos has usado todo este tiempo, para acercarte a nosotros y terminar con lo que tu padre empezó.

-Por tu estúpida culpa, Memphis, papá se encuentra postrado en una silla de ruedas, sin siquiera hablar. ¡Es como el idiota de Stephen Hawking!-Se quejó-Pero de todas formas mi plan original era vengarme de ti y tu asquerosa familia, el hecho de quedarme con toda su fortuna era algo así como... ¿Daño colateral?-Se encogió de hombros-Como lo fue el idiota de Blake.

-¡No vuelvas a meter a Blake en esto!-Ordenó Maddox.

-¿Y a ti que te molesta? Ni siquiera lo conociste-Suspiró-Aunque hasta hace unos minutos estaba completamente segura de que ustedes dos tenían algo en común, ambos estaban muertos-Carcajeó- Pero verte aquí... es una lástima que el muy idiota no pueda contar con tu misma suerte. ¿O es que acaso crees que se levantará de su tumba y...

-¡Ya basta!-Exclamó Memphis.

-¡Tu no vas a darme ordenes, maldito hijo de puta!-Gritó Kara-Y ahora, deja que termine mi conversación con tu hijo el Jesucristo resucitado del siglo veintiuno.

-Púdrete-Escupió Memphis y Kara hizo rodar sus ojos.

-Oye Maddox, antes de que te mande de regreso al infierno-Se rió-¿Por qué no me cuentas como demonios estás con vida? ¿Participaste del velorio de la loca de tu ex? ¡La que casi mata a Margot!, ni siquiera recuerdo su nombre ¿Y ya has visto a tu hija? ¿Morello, Mariam...? ¡Monroe! Pobre pequeña, perderá a su familia completa en una noche... será duro, pero lo soportará. Me encargaré de ella.

-¿Por qué no te encargas de tu padre?-Provocó Maddox-O haces algo bueno por ti misma y te internas en un puto psiquiátrico, maldita maniática.

-¡Esa no es la respuesta que quería de tu parte!-Chilló-Será mejor que juguemos un juego, voy a llamarlo... ¡Responde o disparo!-Comentó-Solo hay una regla... respondes a mis preguntas o disparo a algun miembro de tu familia ¿De acuerdo? De acuerdo. Empecemos-Hizo una pausa-¿Cómo demonios es que estas vivo? ¡Yo te maté!

-Los médicos en el hospital lograron salvarme-Confesó, formando puños con sus manos mientras observaba como apuntaba con su arma a la cabeza de su prima Shanna.

-Bien, creo que entendiste la mecánica de este divertido juego-Sonrió falsamente-Aquí va otra ¿Cómo demonios hiciste para mantenerte oculto todo este tiempo, y hacer creer a todo el mundo que estabas muerto?

-Le pagué a unos cuantos doctores del hospital para hacerme pasar por muerto, falsificaron mis documentos y... en la morgue hicieron pasar el cuerpo de una persona no identificada, por mí-Maddox suspiró, mientras observaba como el arma pasaba de apuntar a Shanna para dirigirse a Morrison.

-¿Dónde estuviste viviendo?

-En escocia-Confesó.

-¿Con que finalidad sostuviste el engaño durante tanto tiempo?

-Quería atraparte-Informó-Quería poder desenmascararte. No podía soportar el daño que le estabas causando a mi familia, jamás creí tu historia del tornado. Siempre supe quien eras, y no iba a dejarte dañar a mi familia.

-Tu... ¿hablabas con Wittney?-Intervino Margot, por primera vez.

-¡Quien hace las preguntas aquí soy yo!-Exclamó Kara, apuntando hacia Margot-Pero de todos modos responde, me interesa saberlo.

-Sí, he hablado con ella durante mucho tiempo. Hasta unos días antes de que ella... no me agrada recordarlo. Ella estaba demasiado enferma, y pensaba que yo era una de las voces en su cabeza, confundía las cosas que le decía y luego... fue mi culpa.

-¡No eres tan inocente después de todo, Jesucristo!-Estalló Kara- Tu propia noviecita fue daño colateral en tu plan de venganza.

-Cierra tu puta boca, maldita enferma-Escupió Maddox.

-Voy a dejar pasar esta falta de respeto, simplemente porque soy mucho más bondadosa de lo que parezco-Respiró hondo-Ahora Maddox, responde mi última pregunta-Bajo su arma, apuntando hacia el mayor de los Muttone y fijó su mirada en él-¿Margot o Morrison?

-De que demonios estás...

-Esa no es la respuesta que esperaba de tu parte, Madd-Su voz se tornó incluso más oscura-¡Tendré que disparar!

-¡No, por favor, no!-Suplicó Shanna, acercándose a Kara antes de ser apuntada con el arma.

-Me gusta cumplir con lo que prometo, y Maddox te he advertido: respondes o disparo.

Kara removió su arma, apuntó hacia uno de los miembros de la familia y jaló del gatillo, expulsando una bala que impactaría contra la parte baja del abdomen de Morrison.

-¡Morris!-Gritó Margot, con desesperación, corriendo hacia su hermano quien se encontraba tendido en el piso mientras gritaba sin parar.

Shanna y Memphis se mantenían de pie, asustados. Mientras que Maddox se veía demasiado inquieto, tratando de no salirse de sus cabales. Por su parte, Harry no se inmutaba.

-Morris, por Dios ¿Estás bien?-Soltó Margot asustada, secando las lágrimas que derramaba su hermano-Llamaré a una ambulancia y...

-Tu no vas a llamar a nadie, pequeña perra-Informó Kara, tomando a Margot por su cabello y arrastrándola por el suelo hasta quedar alejada de su familia-He cambiado de opinión ¿Sabes?, creo que tú serás la última en recibir un disparo, y ya que empecé por Morris ¿Qué opinas si acabo con su sufrimiento?

Kara apuntó nuevamente hacia el cuerpo de Morrison, tendido en el suelo, siendo socorrido por Maddox.

-¿Cabeza o corazón? Tú elijes, Maggie-Carcajeó la rubia.

Margot no podía dejar de sollozar, las lágrimas caían de sus ojos como cataratas. Dirigió su mirada hacia Harry, quien permanecía de pie a unos metros de ella, con su mirada fija en Maddox.

-¡Se acaba el tiempo Margot, tendré que decidir yo!

Kara levantó nuevamente su arma, esta vez apuntando fija y directamente hacia la cabeza de Harry, quien ni siquiera estaba prestando atención.

-¡Mátame a mí!-Exclamó Morrison, desde el suelo-De todas formas ya estoy muerto.

-Si así lo quieres-Kara se encogió de hombros antes de jalar el gatillo nuevamente en dirección a Morrison, pero algo le impidió darle a su blanco.

Margot se removió bajo su agarre, provocando que el disparo de Kara se desviara y ganando segundos para interceptarla y lograr que cayera al suelo, con su arma a unos centímetros de ella. Fue entonces cuando la castaña comenzó a golpear a la rubia sin siquiera detenerse a observar a su alrededor.

Los sonidos exteriores eran solo murmullos para Margot, quien tenía sus cinco sentidos puestos en la golpiza que le estaba brindando a la rubia. Entonces flashbacks se apoderaron de su mente, y la castaña no hacía más que pensar en todo el daño que Kara le había causado.

Los recuerdos de Ginger y Blake fueron suficiente para lograr que Margot se encontrara tan fuera de sí que las personas a su alrededor apenas podían reconocerla. Apretaba el cuello de la rubia impidiendo el acceso de aire, mientras que ella luchaba por su vida y trataba de alcanzar el arma que se encontraba a unos simples centímetros.

Maddox y Shanna llamaban a una ambulancia mientras socorrían a Morrison, quien apenas lograba respirar. Memphis trataba de despertar a Harry de su trance. Todo sucedía en cuestión de milésimas de segundos, los cuales parecían ser eternos.

-Te juré que iba a matarte... y así será-Informó Margot, mientras continuaba presionando el cuello de la rubia.

-¡Morris, por favor no!-Exclamaba Shanna entre lágrimas-Por favor, Morris no nos dejes.

-Margot-Logró soltar el castaño, quien ya había perdido una gran cantidad de sangre.

Fue tal vez el sufrimiento que oía en la voz de su hermano, o el hecho de saber que había tenido que esforzarse demasiado para decir su nombre, pero bastó para que Margot soltara a Kara y volteara en dirección a su moribundo hermano.

Luego todo sucedió en cámara lenta...

Kara alcanzó su arma, apuntó a Margot quien se encontraba de espaldas acercándose hacia Morrison, y disparó acertándole a su blanco y como si se hubiese entrenado para hacerlo.

Una amplia sonrisa la desbordó.

El cuerpo de Margot cayó tendido junto a Morrison, quien se esforzó por tomar la mano de su hermana menor, y no soltarla... hasta el momento que sus ojos se cerraron por completo.

-¡Margot!-Exclamó Harry, saliendo de su trance, mientras hacía a Memphis a un lado y corría en dirección a la castaña, arrodillándose junto a su cuerpo inmóvil.

Incluso a pesar de haber superado su estado de shock, se encontraba demasiado confundido acerca de lo que estaba sucediendo. No hacía más que mover a Margot y tratar de despertarla, a pesar de que no obtenía respuesta alguna por parte de la castaña.

Fue entonces cuando algo hizo click en su cabeza, y lo comprendió todo. Observó a su alrededor y vio a Shanna y Memphis arrodillados junto a los cuerpos de Margot y Morrison, sin dejar de sollozar mientras llamaban una ambulancia. Dirigió su mirada a Maddox, quien llevaba sus ojos llorosos e irradiaba furia.

Harry hizo alguna clase de mueca antes de caminar hacia Kara, quien apuntaba con el arma en su dirección.

-¡Harry, no seas inconsciente!-Exclamó Maddox, mientras se acercaba a él.

El castaño de ojos esmeralda hizo caso omiso a sus indicaciones, llegó a estar justo en frente de Kara, con sus miradas fijas el uno con el otro.

-Iré contigo-Soltó, bajando su mirada-Ya no tengo nada que hacer aquí-Sollozó-Iré contigo y lo olvidaré todo, pero por favor no le hagas daño a nadie más.

Kara observaba a Harry fijamente, mientras mantenía su arma firme contra su pecho.

-Ya lo he perdido todo, solo me quedas tu-Confesó el castaño entre lágrimas.

-Andando-Fue lo único que dijo Kara, antes de bajar el arma y abrir el paso para que Harry caminara junto a ella.

-Volveré por ti-Advirtió Kara a Memphis, antes de darles la espalda y caminar junto a Harry hacia las afueras de ese lugar.

Maddox, quien se encontraba desprendiendo fuego, se acercó sigilosamente hacia la pareja y arremetió contra Kara, logrando que cayera al piso soltando su arma, la cual Harry se apresuró en levantar del suelo y dirigir hacia la cabeza de Maddox.

-Por Dios, Harry no-Dijo Maddox, algo asustado.

-¿Qué demonios estás haciendo?-Exclamó Memphis, a unos metros de distancia.

-¡Algo que tendría que haber hecho hace mucho tiempo!-Confesó, y le quitó el seguro al arma de la rubia.

-¡Hazlo de una vez, Harry!-Ordenó Kara, desesperada por ver a Maddox morir.

Harry dio un paso hacia el castaño, con el arma aun apuntando hacia su cabeza.

Lo que sucedió luego, solo tomo unos segundos.

Harry giró sobre sus talones, y efectuó tres disparos. Uno contra el pavimento, otro contra una viga y el tercero justo en la cabeza de Kara, provocando su muerte instantánea.

De repente, toda su visión se oscureció, y su cabeza impactó contra el suelo al momento de desmayarse.

*

NARRA HARRY STYLES.

Siete días después.

Mi cabeza no hacía más que torturarme, aquella maldita jaqueca era realmente insoportable. Observé a mi alrededor y me removí incomodo sobre la camilla del hospital. El ultimo recuerdo que tenía era el de aquella muchacha siendo atravesada con una bala y yo desvaneciéndome luego de haber efectuado el disparo que había marcado el final de la vida de la rubia.

-Señor Styles ¡Hasta que por fin despierta! ¿Cómo se encuentra?-Cuestionó una enfermera adentrándose a mi habitación, con una pequeña linterna en sus manos.

-El dolor de cabeza está matándome-Confesé.

-Abra ampliamente sus ojos por favor, y siga la luz a medida que vaya cambiándola de posición-Obedecí y seguí aquella insoportable luz con mis ojos mientras se movía de derecha a izquierda-Excelente, voy a otorgarle esta píldora, debe tomarla cada ocho horas durante cuatro días consecutivos-Me entregó un pequeño blíster-Es para su jaqueca.

-Gracias-Respondí, bajando de la camilla y yendo en búsqueda de mi ropa.

-Oh... señor Styles. Memphis Muttone está esperando por usted allí fuera.

-¿Memphis quién?-Pregunté, algo confundido.

La enfermera me observó con una expresión algo preocupada, se acercó a mí y tocó mi frente tomándome la temperatura.

-No tienes fiebre-Informó-Aun debes permanecer en shock ¡Y como no estarlo, lo que sucedió fue espantoso!

-¿Qué fue lo que sucedió?-Cuestioné-¿Y quién es Memphis?

-El papá de Margot, Harry. Tú Margot-Intervino una voz masculina, adentrándose a la habitación.

Entonces supe de quien se trataba, llevaba sus ojos rojos de tanto llorar. Los recuerdos me atacaban uno a uno rápidamente, y aquello comenzaba a marearme.

-¿Cómo está Margot?-Pregunté acercándome hacia él-¿Y Morrison?

Memphis me abrazó fuertemente y derramó un sinfín de lágrimas sobre mi atuendo de hospital, no respondió mis preguntas. Solo se limitó a palmear mi espalda.

-Debo agradecerte por todo lo que has hecho por nosotros-Sollozó-Y quiero dejarte claro una cosa, tu eres un Muttone y no voy a dejar que nada te suceda, nunca. Te quiero, Harry.

No comprendí a que se refería, pero le devolví el abrazo, comenzando a derramar lágrimas.

-Por favor, no se lo comentes a nadie-Soltó Memphis, alejándose de mí e hice una mueca dejándole claro que no comprendía a lo que se refería-Que soy un puto marica lorrón-Aclaró, y lanzó una pequeña carcajada.

Su risa me dio un atisbo de esperanza, algo dentro de mí me decía que Margot y Morrison se encontraban bien.

Aun luciendo mi atuendo de hospital, abandoné la habitación en la que me encontraba con Memphis y caminé por todo el pasillo mientras preguntaba a los médicos por los hermanos Muttone.

-Habitación trescientos treinta y tres-Me informó una anciana regordeta.

Sin siquiera pararme a agradecer, corrí escaleras arriba hasta el tercer piso, el cual se encontraba repleto de guardias de seguridad. Pase de ellos buscando la habitación en la que se encontrarían Margot y Morrison.

-¿Mamá?-Hablé, observando a mi madre parada justo enfrente de la habitación-¿Gemma?-Volteé a ver a mi hermana-¿Qué están haciendo aquí?

-Maddox nos ha llamado cariño-Informó mi madre abalanzándose sobre mí-¡No sabes cuándo me alegra saber que estás bien!

-¡Menudo susto!-Confesó Gemma-Pensé que este muchacho estaba muerto-Habló señalando a Maddox.

-También yo-Reí, abrazando a Gemma y mamá-Si me lo permiten, quiero ingresar a la habitación.

Mi madre y mi hermana asintieron, antes de entrar Shanna que también se encontraba allí, se abalanzó sobre mí abrazándome fuertemente. Al soltarme, Maddox imitó su acción.

Lo cierto es que aquello había comenzado a asustarme.

Me adentré a la habitación trescientos treinta y tres, observé con atención ambas camillas, Morrison se encontraba recostado con sus ojos completamente cerrados, observé que se encontraba conectado mediante agujas, a pequeños tubitos que le transferían sangre. Junto a él, y sosteniendo su mano, una mujer rubia se había quedado completamente dormida.

Francesca, su madre.

La camilla de al lado se encontraba completamente vacía, sin uso de hecho. Margot no se encontraba allí, y por lo que parecía notarse, jamás lo había estado. Salí rápidamente de aquella habitación sintiendo mi corazón latir a la velocidad de la luz, al encontrarme fuera, ninguno de los presentes me dirigía la mirada.

-Por Dios, Margot está muerta-Pensé, antes de empezar a correr a lo largo del enorme pasillo en búsqueda de alguien que pudiera brindarme las respuestas que necesitaba.

Sentí los tacones de Shanna resonar detrás de mí, pero la ignoré.

-¡Disculpe!-Llamé la atención de una de las doctoras que se encontraba en aquel pasillo-¿Sabe algo acerca de Margot Muttone? Ella es hermana del muchacho de la trescientos treinta y tres.

La doctora hizo una mueca y asintió antes de buscar algo en la pequeña planilla que llevaba entre sus manos.

-Ella se encuentra bien-Informó, y sentí como si alguien me quitara una gran carga de encima-Se encuentra en el área de obstetricia, piso siete habitación cuatro.

-¿O-obstetricia?-Pregunté, algo confundido.

-¡Sí, están a punto de realizarle un ultrasonido!-Dijo, acomodando su bata-Los bebés están en perfecto estado, ha sido un milagro-Suspiró-Pero de todas formas hay que realizar un control de la placenta y...

-¿¡Bebés?!-Exclamé, sintiéndome algo desconcertado.

-¡Sorpresa!-Soltó Shanna a mis espaldas, acompañada de Maddox quien no dejaba de sonreír.

-No deberías haberte enterado de este modo-Suspiró Maddox-Pero vas a ser papá, Harry-Sonrió ampliamente y me dio un cálido abrazo. Shanna imitó su accionar.

No podía creerlo, aquello tenía que ser una broma. No tenía idea alguna acerca de cómo sentirme. Mi corazón no me daba respiro alguno, podía sentir su palpitar en cada parte de mi cuerpo.

Me disculpé con la doctora y con los Muttone, y abandoné aquel pasillo a toda velocidad dirigiéndome al área de obstetricia. Necesitaba ver a Margot.

Estaba tan desconcertado que no tenía idea de que sentir. ¿Aquello era bueno? Mierda por supuesto que lo era. Aquellas mariposas en mi estómago y el palpitar veloz de mi corazón me estaba indicando que aquello era extremadamente bueno. Podía ser que no me encontrase preparado, podría pasar que tal vez era demasiado joven para ser padre, capaz hasta llegaba a sentir un poco de pánico, pero cualquier cosa que pudiese pensar o sentir, era opacada por la inmensa felicidad que desbordaba mi corazón.

Cuando me encontré frente a la habitación cuatro del piso siete, me adentré siquiera sin tocar. La doctora dio un respingó al momento que casi tiro la puerta al ingresar. Margot se volteó en mi dirección, asustada, pero cuando sus ojos se encontraron con los míos su expresión cambió por completo.

Me recibió con una sonrisa que desbordaba amor y felicidad, llevaba su pequeña bata de hospital subida hasta la altura de sus pechos, dejando al descubierto su abdomen un tanto hinchado. Me tendió una mano y entrelazó nuestros dedos al momento en el que la tomé. Me acerqué hacia ella y besé suavemente su mejilla. Asenté mi frente con la suya y permanecí ahí durante unos segundos, jamás en mi vida había podido sentirme más completo.

-Quiero creer que tú eres el padre-Habló la doctora y asentí.

-Sorpresa-Soltó Margot, mientras dirigía mi mano hasta su abdomen-Creo que en siete meses nuestros problemas van a duplicarse-Rió.

-¡Mi Dios... mientras no sean tercos como tú!-Carcajeé, mientras dejaba caer un par de lágrimas por mis ojos.

-¡Siempre y cuando no saquen tu carácter, creo que podremos soportarlo todo!-Sonrió.

Su sonrisa era de otro planeta, jamás la había visto tan feliz y aquello me enloquecía. Su felicidad era la mía y no podía dejar de sentirme inmensamente realizado al saber que tenía junto a mí a una mujer como ella.

El ultrasonido comenzó, y a pesar de que apenas podía distinguir dos pequeños bultos en el abdomen de Margot, sentí como una inmensa felicidad se apoderaba de mí. Una mezcla de sensaciones que no podía siquiera describir, lo cual las hacían más hermosas.

Sentado allí, tomado de la mano de Margot observando aquel ultrasonido, no podía parar de pensar en que finalmente había hecho catarsis de mis emociones. Me sentí liberado, como si ciertas emociones abandonaran mi cuerpo y otras completamente nuevas comenzaran a apoderarse de mí. Podía sentir lo malo abandonarme, mientras que un sinfín de cosas buenas me abrazaban.

¿Era así como se sentía ser feliz?

-¿Sucede algo?-Preguntó Margot, volteando en mi dirección.

La observé durante unos segundos y sonreí ampliamente.

-¿Te casarías conmigo?-Cuestioné, algo nervioso.

-¡Oh por Dios!-Exclamó la doctora frente a mí-Dios, creo que voy a llorar, ¿Podrían darme un segundo?-Soltó, antes de retirarse.

Margot se encontraba recostada, con sus ojos abiertos como platos y sin siquiera poder creer que me haya atrevido a preguntárselo de esa forma.

Lo cierto es que ni siquiera yo podía creerlo, las palabras me abandonaron casi sin querer.

-¿Margot?-Hice una mueca-¿Te casarías conmigo?

La castaña empezó a llorar, al momento en el que abandonó la camilla y se arrojó a mis brazos. Despegó su rostro de mi pecho y me besó tiernamente.

-¿Eso es un sí?-Pregunté pasando mis brazos por su cintura.

-¡Es un claro que sí, maldito idiota!-Exclamó, antes de besarme una vez más.

Jamás en mi vida me había sentido tan inmensamente lleno de alegría.

-Tengo algo que decirte-Hablé-Puede que sea demasiado cursi... así que por favor no te burles de mí.

-No prometo nada-Carcajeó tapando su boca-Pero adelante.

-De acuerdo, aquí voy-Suspiré-Te amo Margot, como jamás he amado a alguien en este jodido planeta-Acaricié mi mejilla-Y quiero... ¡necesito! Que seas mi esposa, y pasar el resto de mis días junto a ti-Sonreí-Porque bastó simplemente con sentir tú compañía para aprender a sonreír y entender que la felicidad son momentos, mis momentos contigo-Tragué el nudo que comenzaba a formarse en mi garganta-Fue suficiente con sentir el calor de tus abrazos, y el amor que desborda cada uno de ellos para darme cuenta que eres donde pertenezco, y el único lugar en donde quiero estar-Sonreí, para ocultar mi nerviosismo-No tomó más que un simple beso, para comprender que antes de ti no había hecho más que estar completamente perdido, y afortunadamente me encontraste, preciosa.

Margot desbordaba en llanto, al igual que yo. Supuse que ella tampoco podía evitar pensar en la cantidad de cosas que habíamos tenido que pasar para llegar hasta donde nos encontrábamos.

Ese momento en el cual nos estábamos frente a frente, corazón con corazón, sintiendo por primera vez que todo aquel dolor había valido la pena.

-Si no estuviese embarazada, te diría que me hagas un hijo aquí mismo-Soltó, secando sus lágrimas y provocando que se me escapara una carcajada.

-Tenemos toda la vida para eso, futura señora Styles-Aseguré y besé su frente.












AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA NO PUEDO CREERLO

Bye bye Hargot!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Estoy pensando en escribir un epilogo ¿Qué dicen?

Ps. Voy a hacer mis agradecimientos y dedicatorias en otra parte de la historia.

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