ANTES - 19 ; Sign of the Times : First Part.
ACLARACIÓN: Este cápitulo narra un día (en el ANTES) pero con dos momentos diferentes. TODO lo que este escrito en CURSIVA habla de lo que sucedió SOLO HORAS MÁS TARDE, mientras que TODO lo escrito DE FORMA NORMAL, habla de lo que sucedió SOLO HORAS ANTES. Espero puedan entenderlo bien.
Disfruten el cap.
El tiempo corre hacia atrás, cuando la bomba está a punto de estallar... Hasta que estalla.
Mis ojos se abrieron luego de haber permanecido cerrados durante un instante que pareció eterno. Mi cuerpo dolía como nunca antes y mis pulmones se alegraban de respirar aire puro. Y a pesar de ser consciente de que algo muy malo había sucedido, no lograba recordar de qué demonios se trataba.
Arrastré mis piernas por el húmedo césped, apenas podía moverme. Lancé un ensordecedor grito de dolor mientras me ponía de pie sosteniéndome de un enorme árbol. Observé a mí alrededor, sintiéndome confundida ante la primera impresión, y profundamente horrorizada luego de haber prestado más atención.
-¡Oh por Dios!-Chillé con lágrimas brotando de mis ojos.
Cadáveres. Cuerpos sin vida. Heridos, desfigurados, con sus pieles cubiertas de quemaduras.
Mi respiración se aceleró y mi cuerpo comenzó a temblar, aquello era espantoso. Necesitaba salir de allí. Caminar me costaba casi tanto como mantenerme de pie, pero no podía dejar de esforzarme para alejarme de aquel lugar tan rápido como me resultase posible.
Mi ropa rasgada y en mi cuerpo las marcas de una escena tenebrosa, de un siniestro crimen, las cicatrices de una lucha contra la muerte de la cual no tenía idea como había logrado librarme.
Sentía las sirenas resonar a mi alrededor, camiones de bomberos y patrullas de policía arribando al lugar a toda velocidad. Aquello parecía una maldita película de acción. Me acerqué a la escena aún más, necesitaba ver aquello, necesitaba cerciorarme que era real y no un simple producto de mi imaginación. Y claro que era real, en un cien por ciento y comenzaba a recordarlo todo.
Las llamas se apoderaban de aquel gran edificio, un grupo de bomberos luchaba por extinguirlas mientras que otro se encargaba de rescatar la mayor cantidad de cuerpos del lugar. Una situación de espanto. Un pequeño grupo de sobrevivientes era interrogado por la policía mientras yo trataba de pasar desapercibida.
Un desgarrador dolor se apoderó de mí y las lágrimas se incrementaron, los sollozos eran incesantes. Me encontraba hipersensible y demasiado confundida, necesitaba ayuda. Y aunque me negaba a pedirla, la obtuve sorpresivamente.
-¡Oh por Dios, Margot!-Exclamó mientras corría hacia mí a toda velocidad-¿Estás bien? ¿Estuviste allí dentro?-Preguntó conociendo mi respuesta.
Se percató de mis lágrimas y se abalanzó hacia mí envolviéndome en sus brazos de una manera casi reconfortante, pero a pesar de que aquello podría haberme hecho sentir mejor, un abrazo no era lo que necesitaba durante ese momento.
Me moví algo incomoda bajo su agarré y carraspeé mi garganta, antes de, entre sollozos, decir:
-Necesito que me saques de aquí, Blake.
-Por supuesto-Soltó mientras me observaba con ojos entristecidos-Te llevaré al hospital-Y negué con mi cabeza repetidas veces.
-No, por favor. Al hospital no-Prácticamente rogué.
Blake asintió a pesar de encontrarse poco convencido.
-B-blake-Murmuré con mi voz entrecortada.
-Dime, preciosa-Respondió dulcemente, en sus ojos podía distinguir aquella mezcla de sensaciones. Confusión, angustia y empatía.
-¿Puedes cargarme?-Pedí-Por favor.
Blake asintió, se acercó a mí y en cuestión de segundos mis pies se despegaron de la superficie. Lancé un largo suspiro de alivio, mantenerme de pie era un asunto sobrehumano.
*HORAS ANTES*
-¿Y cuándo vamos a conocer al Señor Misterioso?-Preguntó mi prima y me encogí de hombros en respuesta-¡Por favor Marg, comienzo a dudar si es real o no! ¡Llevan juntos alrededor de un año y jamás te hemos visto con él, ni una foto en instagram, nada de tweets, no asiste a las reuniones familiares!
-Pronto-Mentí suspirando pesadamente.
-¿Qué tan pronto?-Cuestionó.
-Tan pronto como sea posible, Shan-Hice una mueca-De todas formas él y yo no estamos en los mejores términos ahora mismo.
-¿Problemas en el paraíso? Soy la reina del drama-Sonrió con malicia, logrando que hiciera rodar mis ojos-Cuéntalo todo, pequeña perra.
-Edward puede comportarse como un grandísimo imbécil cuando se le da la gana-Solté mientras me quitaba el barniz de uñas.
-No se lo permitas-Habló Shanna, llevándose una enorme cucharada de mantequilla de maní a la boca-Si continúas aceptando sus idioteces, creerá que puede hacer contigo lo que se le plazca.
Y él no tan sólo lo creía, sino que estaba completamente seguro de que podía. Porque honestamente así era.
Con el correr de los meses me había transformado en todo lo que juré jamás sería. Una imbécil hipnotizada por un par de ojos esmeraldas, dispuesta a hacer lo que fuese para que nunca dejasen de brillar. Incluso si aquello significaba ser alguien completamente diferente.
No tan sólo eran otras mis actitudes, sino lo era también mi forma de pensar. Edward se había apoderado de mis sentimientos, mi corazón y mi cabeza. Se había apoderado de mí, yo era completamente suya. Sin siquiera estar segura de que él fuese completamente mío.
Pero no me interesaba, porque lo amaba. No me importaban sus repentinos cambios de humor, ni su actitud tan tajante. Pasaba por alto el hecho de que siempre las cosas tenían que ser como él las quería. Aceptaba sus defectos, su falta de paciencia y hasta el maldito hecho de sentir que yo ya no le interesaba en lo absoluto. Era estúpido, yo estaba siendo estúpida. Pero no quería perderlo, porque perderlo sería como perder una parte de mí, sería perder mi corazón, perder mi vida.
-Margot-Dijo Shanna, sin obtener respuesta de mi parte-Margot, Margot, Margot-Repitió, pero a pesar de escuchar sus llamados, me encontraba lo suficientemente perdida en mi mundo como para responder-¡Mierda, Margot!-Gritó, obligándome a prestar atención.
-Lo siento-Solté.
-¿No tomarás la llamada?-Preguntó, señalando mi móvil el cual no dejaba de vibrar por encima de la pequeña mesa que nos separaba.
-Yo...
Observé su nombre aparecer en la pantalla, Edward me estaba llamando. Aquello no me habría resultado raro en lo absoluto de no ser por el hecho de que la noche anterior, me había mandado a volar.
Mi relación con Edward durante aquellos meses se había transformado en un círculo vicioso de peleas, reconciliaciones y mucho amor. Por lo general él se molestaba por algo que yo hacía, o más bien no hacía, me reprochaba un sinfín de cosas y soltaba unas cuantas otras que lograban herirme demasiado. A pesar de que la mayor parte del tiempo era él quien se encontraba erróneo, siempre tenía que ser yo quien arreglara las cosas. Mi papel en la relación era ceder, pedir perdón y continuar fomentando aquellas estúpidas actitudes machistas.
Pero aquella vez había sido diferente y no tenía intención alguna de disculparme por algo que realmente no era culpa mía. El ver su nombre en la pequeña pantalla de mi móvil hizo que mi corazón se acelerara, algo en mí pensó que quizá por primera vez se estaba dando cuenta de sus errores, quizá aquella vez sería el quien pidiese disculpas. Por lo cual no dudé un instante y me apresuré por tomar aquella llamada en una habitación donde Shanna no pudiese oírme.
-Buenas noches, Edward-Hablé con notable molestia en mi tono de voz.
-¿Margot? ¡¿Tú eres Margot?!-Preguntó una muchacha desde la otra línea.
-Lo soy, y claramente tú no eres Edward-Solté con preocupación.
-¡Tu novio esta jodidamente desquiciado!-Informó-¡Ven al edificio de Brixton antes de cometa alguna locura!
-¿Desquiciado?-Los nervios comenzaron a apoderarse de mí-¡¿Quién eres? ¿Qué está sucediendo con Edward?!-No obtuve respuesta-¡¿Hola, aún estas ahí?!
Una serie de gritos comenzaron a sentirse del otro lado de la línea, aquello comenzaba a asustarme. A pesar de no haber obtenido ninguna otra respuesta de parte de la muchacha, me mantuve un tiempo en el teléfono y sentí su voz, tan ronca como de costumbre.
-Maggie-Murmuró, y me mantuve en silencio-Te necesito, amor.
Y fue suficiente para lograr que saliera disparando hacia donde se encontraba.
*
Me quedé petrificada en aquel sofá mientras observaba con atención un punto fijo perdido en algún lugar del apartamento de mi amiga. No sabía que era lo que sentía dentro de mí, aparte de un enorme vacío y una gran sensación de inestabilidad. Seguía sin poder creer lo sucedido, aquel edificio siendo consumido por el fuego mientras un sinfín de personas buscaban la manera de salvar sus vidas, incluyéndome.
La simple idea de pensar en la cantidad de gente que falleció bajo el mismo techo que el mío me producía escalofríos, al igual que el hecho de pensar que yo podría haber sido uno de ellos. Seguía sin entender como había hecho para lograr salvarme, no lo comprendía, pero honestamente estaba agradecida tanto con Dios como con quien fuese me rescató de allí.
Jamás había sentido a la muerte tan cercana, jamás había apreciado tanto mi vida como segundos antes de sentir que la perdía. Aquel había sido un susto infernal.
-¿Solo eso vas a decirme? ¡¿Qué aquel edificio se incendió y ya?! ¿No vas a hablar conmigo?-Preguntó Kara mientras me observaba con expresión horrorizada, negué repetidas veces con la cabeza-¿Al menos puedes decirme si es necesario que te lleve a un hospital?
-Tú puedes hacerte cargo-Solté-Estudias enfermería.
-Ven, te ayudaré a ducharte-Mi amiga tomó mi mano y me ayudó a ponerme de píe-¿Cómo es que terminaste así, Marg?
-No quiero hablar de eso, jamás-Informé-Sólo necesito pedirte un favor.
-El que quieras-Aseguró mirándome fijamente a los ojos.
-La policía vendrá por mí, Kara-Confesé-Necesito que por favor les digas la verdad.
-¿L-la verdad?-Desvió sus celestes ojos hacia otra dirección.
-La verdad-Repetí-Estuve junto a ti toda la noche, no visité ningún otro lugar. No salimos de aquí.
La expresión de su rostro mostraba confusión, pero a pesar de tener mil y un dudas, aceptaba mi decisión de no hablar al respecto. Sabía que podía confiar en ella a ciegas, Kara era mi mejor amiga y jamás iba a fallarme. Sabía que bajo su protección estaría a salvo, ella no me traicionaría.
-¿En que otro lugar estarías?-Fingió, actuando como una completa imbécil a los ojos de los demás. Pero como una campeona ante los míos.
*HORAS ANTES*
Bajé del taxi a toda velocidad luego de prácticamente haberle arrojado un puñado de billetes al chofer, me apresuré por adentrarme en aquel edificio el cual había prometido no volver a pisar nunca más. Se encontraba como la primera vez que lo visité, repleto de gente, aromas y sustancias de las cuales era mejor mantenerse alejados. No tenía idea alguna donde se encontraba Edward, que le sucedía, quien era esa muchacha ni porque se encontraba tan asustada. De lo único que estaba completamente segura era que durante ese instante, quien se encontraba asustada era yo.
Me recorrí el edificio por completo, siendo víctima de un sinfín de comentarios groseros por parte de asquerosos hombres que se encontraban lejos de conocer el significado de la palabra respeto. Vi cosas inimaginables, que preferiría no haber visto. Gente consumiendo sustancias que no debería, haciendo cosas por las cuales los arrestarían, violando gran cantidad de las leyes estatales y así también las morales. Aquello era espantoso y me recordó por qué odiaba tanto aquel maldito lugar.
Pero ahí me encontraba de nuevo, actuando en contra de mi propia conciencia, sin seguir mis leyes y dispuesta a hacerlo todo por quien amaba. Porque imbécilmente pensé que de eso se trataba el amor, de entregarlo todo, de dar sin esperar nada a cambio y actuar por el otro, para el otro.
-¿¡Qué demonios estás haciendo?!-Exclamé adentrándome a aquella pequeña habitación iluminada solamente por unas cuantas velas.
-¡Maggggggieeeeé!-Exclamó, y pude adivinar que estaba ebrio.
Encendí la linterna de mi teléfono y alumbré cuanto pude a mí alrededor, me costó darme cuenta que en aquella pequeña habitación oscura, se encontraba la conexión eléctrica del resto del edificio, lo cual me resultó irónico pero no era tiempo de pensar aquellas estupideces.
-¿Edward, que diablos está sucediendo?-Pregunté-¿Quién fue la muchacha que me llamó desde tu teléfono? ¿De qué locura estaba hablando?
Observé como se acercaba a mí con pasos torpes y agigantados, rodeó mi cintura con sus brazos y besó fuertemente mis labios sin obtener respuesta de mi parte. Apestaba a alcohol barato y marihuana, otra vez.
-¿Qué sucede cariñitooo?-Soltó observándome con atención-¿No te gustaría hacer el amor a la luz de las velas?-Lanzó una carcajada.
Sus ojos estaban inyectados en sangre y su largo cabello se encontraba hecho un desastre. Todo él estaba hecho un desastre.
-Edward, vámonos de aquí por favor-Rogué.
-¡Nooooooo!-Gritó alejándose de mi-¡¿Por qué debería obedecerte cuando túú, no quisssiste obedecerme a mííí anochhhe?
-Edward, estás ebrio-Suspiré caminando hacia él-No es el momento ni el lugar para hablar acerca de nuestros asuntos personales. Podemos hacerlo en mi apartamento.
-¡Quiero hacerlo ahora Margot!-Chilló, logrando que me sobresaltara.
Aquella manera tan agresiva de tratar conmigo, el hecho de encontrarse drogado y el estar en aquel maldito edificio lograron que en mi despertara la ira.
-¡Las cosas no tienen que ser siempre como tú quieres, maldito imbécil!-Exclamé tomándolo por sorpresa-¡Estoy tan cansada de que siempre las cosas sean a tu modo, jamás respetas mis decisiones!-Tragué el nudo que comenzaba a formarse en mi garganta-¡De alguna puta manera te la ingenias para salirte con la tuya! ¡Si no me crees mírame aquí Edward, juré nunca volver a este lugar pero aquí estoy por ti!
Dio un paso hacia atrás y estiró su brazo hasta lo que parecía ser una pequeña estantería de madera, tomó una enorme botella de vodka repleta y la llevó a su boca dándole un profundo trago para luego devolverla a su lugar.
-¡Margot, por favor!-Se encontraba fuera de sí.
-¿Qué es lo que quieres, Edward?-Pregunté, porque honestamente no entendía que era lo que sucedía ahí y mucho menos cuales eran sus planes.
-¡No lo sé, no sé qué es lo que quiero!-Su voz se cortó y supuse que estaba llorando.
Por primera vez desde que lo conocía, Edward había mostrado un signo de debilidad.
Algo había hecho clic en mí y de repente ya no estaba enojada, necesitaba consolarlo, necesitaba envolverlo en mis brazos y apoyar su cabeza en mis hombros, dejar que llorara sobre mí, hacerle saber que llorar no se trataba de nado malo, sino que demostraba un gran signo de humanidad.
Me acerqué un paso hacia él, pero se encargó de dar otro hacia atrás. No quería tenerme cerca.
-¡Vete, Margot!-Ordenó entre lágrimas, pero negué con mi cabeza-¡Hazlo!
-No voy a dejarte solo Eddie-Aseguré dando otro paso hacia él.
-¡Que te vayas!-Gritó a toda voz mientras torpemente se movía hacia un costado.
Su cuerpo impactó contra aquella pequeña estantería de madera, provocando que esta se moviera bruscamente, callera sobre una de las velas y se prendiese fuego en cuestión de segundos, la botella de vodka que se encontraba sobre ella estalló en mil pedazos y el alcohol avivó las llamas aún más. Aquella pequeña habitación era la representación terrenal del infierno.
Me quedé estática observando las llamas hacerse cada vez más y más grandes, los tableros eléctricos prenderse fuego y a Edward sobresaltarse como nunca antes. No podía moverme, no sabía cómo reaccionar, el fuego se expandió por el resto de la habitación dividiéndola en dos, como una barrera que me separaba de Edward, quien gritaba un sinfín de cosas que no logré oír, me encontraba entumecida por la situación.
Finalmente logré ver como lograba escapar por la ventana que se encontraba de su lado de la habitación, mientras que yo permanecí ahí, completamente segura de que ese era mi dramático final.
Holaa! Estoy de vuelta (aunque falten cuatro votos en el capítulo "I love You" para cumplir la condición que puse para una nueva actualización) Vi que la historia superó las diez mil leídas, y aunque sé que hay historias mucho mejores que la mía y con una innumerable cantidad de leídas superior, quería agradecerles a todas!!! De verdad, muchas gracias por leerme y ser tan pacientes. La historia es lo que es gracias a ustedes que confiaron J Así que este capítulo es un regalo de mi parte para ustedes jajajja
¡ES EL PRINCIPIO DEL FIN!
UN CAPITULO MÁS Y HARRY NARRA LA HISTORIA!!!
No se olviden de dejar sus votos y comentarios, por favorrrrrrr. Siempre las leo y agradezco mucho su apoyo a mi historia.
Espero disfruten de la historia y lo que está por venir.
Otra vez, muchas gracias y les mando saludos.
Felices Pascuas♥♥
PS. Sepan entender si demoro en actualizar, comencé la facultad hace poco y me cuesta adaptarme (y me toma mucho tiempo)
L♥
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro